Luego de leer el
último trabajo de Carlos Raúl Hernández, reiterativo de todo lo que hemos dicho
en esta y otras columnas desde el 7 de diciembre pasado, de repente nos carcome
una suspicacia derivada del quehacer de fechorías de un País Político que actúa
de espaldas al venezolano.
No el chavismo, que
aunque procede pésimo, trata de imprimir un sello de legitimidad a sus argucias
apoyado en el TSJ, lección aprendida de Chávez. Nos preocupa la oposición,
cuyos francmasónicos líderes manejan la MUD a su antojo aunque los pequeños
partidos crean disponer de alguna incumbencia en las decisiones cupulares.
Se ha tendido un
oscuro manto de silencio alrededor de las elecciones de gobernadores y
legisladores regionales que deben realizarse en diciembre. Los partidos de la
MUD no hablan de las primarias que deberían estar preparándose por dos razones.
La primera, abrir el
debate político y conveniente. La segunda, calentar la calle que ha sido
adormecida de nuevo entre colas, escasez, cadenas diarias y arremetidas del
chavismo desde la AN en especial.
¿Cuál es la verdadera
razón para silenciar el evento electoral próximo? Se nos ocurre que los
partidos se están distribuyendo, tras bastidores y a sus solas conveniencias,
las gobernaciones de todo el país. ¿Primarias para qué?, tal vez acuerden.
Además, ripostará
Ramos Allup, más importante es sacar a Maduro, con lo cual coincidimos
ciertamente, pero no colide lo uno con lo otro. Ganar las gobernaciones sería
la estocada definitiva para retornar a la democracia. Y nos cuesta trabajo
creer que la MUD no haya pensado en ello.
De allí nuestras
sospechas. Por tal razón nuestra suspicacia. Existen fundados argumentos para
pensar lo peor cuando de políticos se trata. Pero, lo prometo en este momento:
si la tramoya se concreta propugnaremos la división en todo el país aunque
perdamos todas las gobernaciones.
José Angel Borrego
periodistaborrego@gmail.com
@periodistaborr1
Anzoategui .
Venezuela
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