Llegamos al momento
más difícil de nuestra historia en este siglo. Un paso en falso nos puede
llevar a la guerra civil más sangrienta, después de la independencia de nuestro
país. Estamos en la antesala de una inducida explosión social, que podría ser
manipulada para fines inconfesables. Nadie puede entender tanta desidia de
parte del gobierno para resolver los problemas elementales de los venezolanos.
¡Ahora!, si es una trampa, como tantas que hemos visto, debemos tomar las
precauciones y marcar nuestra propia estrategia, porque el hastío y el
desespero nos estaría llevando a cometer locuras como las que ya estamos viendo
en las calles, entre ellas linchamientos, asesinatos en masa, enfrentamientos
con piedras y palos, saqueos a supermercados, asaltos a gandolas con alimentos,
zonas bajo el control y mando del hampa y de bandas con armas de guerra. ¿Qué
es esto?
La oposición al
gobierno es mayoría en Venezuela y está representada en un 67 % de sus votos en
la Asamblea Nacional. Su plan para cambiar al gobierno no es una guerra que la
estimule o la deseé. Desde hace 10 años, desde el 2006, viene enfrentando al
oficialismo con el voto, a pesar de las trampas y el exagerado ventajismo. En
muchas oportunidades hemos salido derrotados y lo hemos reconocido, en otras
solicitamos auditoría de votos y no tuvimos respuesta, hasta que para el 6 de
diciembre pasado entendimos que teníamos que ganarle por paliza para descontar
la trampa y logramos una abrumadora mayoría para la Asamblea Nacional. Después
de casi 4 meses nuestros diputados no han podido desbloquear el andamiaje
montado por el gobierno, para alcanzar el cambio que los venezolanos deseamos,
convertido en un compromiso unitario hasta que nuestro país vuelva a sentirse
realmente libre y democrático. ¡Esta es nuestra verdad!
La oposición tiene el
camino claro. No andamos en las tinieblas haciendo disparos por mampuesto.
Desde la Asamblea Nacional se está legislando para el cambio, pero
desgraciadamente el gobierno no quiere escuchar este deseo del pueblo. Del 6 de
diciembre a ahora, el grito de cambio es mayor. Hoy ya no somos el 67%, sino el
82% de los venezolanos que deseamos el cambio, con el agregado de que debe
incluir la salida del Presidente de la República. El malestar es muy alto. Es
verdad que hay desespero, hay angustia por salir del gobierno. No hay duda de
que la mayoría manifiesta sinceramente su irritación de manera natural, pero
los perros de la guerra, los lobos del desespero, están ansiosos por una
explosión social, para encontrar en la violencia la justificación para masacrar
a un pueblo e imponer el dominio de la bota militar o el afianzamiento de una
dictadura con rasgos comunistas o de ambas cosas, como lo logró Hitler.
Decirle al pueblo que
aguante hambre hasta morir sin gritar, no es lo correcto, porque entonces lo
estaríamos condenando a una muerte deshonrosa. La ley nos permite revocarle el
mando a quien hemos elegido y luego, si no desea escuchar nuestra voz, y lo que
es peor aún, si no le interesa nuestro destino ni el de nuestra familia, pues
entonces hasta aquí llegas Presidente Maduro. Ten la seguridad de que vas a
escuchar el grito del Referéndum Revocatorio desde todos los rincones del país.
Y para que no quede duda de nuestro deseo de cambio, verás este año a
centenares y millones de votos revocando tu mandato y, Venezuela encontrará la
paz y su libertad. No lo dudes.
Lenin Valero Gelvez
leninvalero1@hotmail.com
@leninvalero2
Zulia - Venezuela
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