Bastaron tres semanas
fuera del país para que una modesta compra de productos de la canasta
alimentaria que a principios de febrero me costó unos Bs. 9 mil, se elevara a
Bs. 13 mil. Unos espacios vacíos como pistas de baile, unos pocos anaqueles
(cada vez menos) atestados artificialmente con los pocos productos disponibles
en el supermercado, estaban allí para darme la bienvenida: un contraste brutal
con la disponibilidad en el país de visita, donde la abundancia de productos
locales y exóticos, de alternativas en escogencias de marcas y estabilidad en
los precios, es la pauta.
Nada de extrañar,
pues, los recientes datos mensuales del CENDAS. Este Centro de Documentación y
Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros, convertido en el único
registro confiable de la realidad venezolana en materia de costo de la vida
(dado el incumplimiento del Banco Central y el INE en su obligación informativa
veraz y oportuna), nos indica que en enero de 2016 una familia de 5 miembros ha
tenido que gastar 11,1 salarios mínimos (Bs. 106.752), Bs. 13 mil más que lo
gastado en diciembre de 2015, es decir, 14% de inflación en solo un mes o 482%
en un año.
El café con leche
matutino ya lo hemos eliminado de nuestra lista de menguantes placeres, porque
el poco café que se consigue ha quintuplicado su precio y la leche ha
desaparecido. Y si a usted le gusta dulce, ya habrá tenido que acostumbrarse a
la amargura indeseada, porque el azúcar se esfumó.
Dicen los expertos
que de los 58 productos de la canasta, 41% escasean. Los productos regulados
son casi inexistentes. Pero en el mercado negro florecen a un ritmo que indica
una brecha de 1.400% de diferencia entre un precio regulado y la venta subrepticia.
Y mientras el queso blanco tiene un absurdo precio regulado de Bs. 38, nadie
puede adquirirlo en menos de Bs. 1.900, un monto más cercano al valor real de
producción.
El régimen, proclive
siempre a decretar, por aquello de que el papel aguanta todo, ahora crea la
Corporación Nacional Productiva y Sistema Empresarial Socialista y relanza la
Misión Alimentación como “una oportunidad de oro para que nuestra generación
demuestre que podemos producir en Venezuela”. ¿Producir cómo, si a lo largo de
17 años el régimen se ocupó en destruir el aparato productivo, por medio de
expropiaciones y otras artimañas ilegales?
Ese súbito interés en
producir de la nada es solamente una cortina de humo para esconder la otra
vergüenza nacional: en vez de producción local, importación desde países
vecinos mientras hubo dólares; ahora tampoco se importa porque un millón de
millones de dólares fueron dilapidados en un festín de corrupción, populismo,
compra de voluntades individuales y de países para lograr votos de respaldo cuando
la ocasión lo exigiera. Pero, a no desanimarnos, que ya la ministra de las
cárceles nos ha informado que en éstas se producen huevos y pollos para surtir
a la nación.
Mientras tanto, se
oponen al Proyecto de Ley de Activación y Fortalecimiento de la Producción
Nacional introducido por la bancada de la MUD y convocan a la clase obrera para
que les haga el trabajo sucio, esa misma clase a la que han violado sus
derechos humanos, civiles y sindicales una y otra vez.
Son genios para
etiquetar y seguir con la mascarada de la “guerra económica”, de la cual son
ellos los únicos responsables: Operación Ataque al Gorgojo, “integrado con todo
el sistema de justicia para proteger a nuestro pueblo de las acciones de la
derecha nacional e internacional contra la economía de la nación”; una
pantomima con la que han llevado presos a unos pocos gerentes medios y
sindicalistas de los Abastos Bicentenarios, afectos al régimen, sin tocar a los
toros que más mugen en el rebaño rojillo.
Cautiva en
antiguallas ideológicas, la claque que dice gobernar busca su salvación huyendo
hacia adelante. A nosotros, al país, nos toca salvarnos de ellos.
TUITEANDO:
1.- La Asociación de
Profesores de la UCV (APUCV) emitió un comunicado el pasado 19-02-2016
solicitando la renuncia del presidente Nicolás Maduro, como un aporte para la
superación de la crisis, a la vez que invitan a gremios, sindicatos,
instituciones, organizaciones de la sociedad civil e individualidades a fijar
posición.
2.- Ya circula el
informe de la Unesco sobre la ciencia, enmarcado en el programa de metas para
el año 2030. Para variar, las estadísticas sobre Venezuela no son las más
brillantes del informe.
Gioconda San Blas
gsanblas@gmail.com
@daVinci1412
Miranda - Venezuela
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