Hay abundancia de incompetencia en el manejo de la crisis
en Venezuela, la lista es larga. Además del problema económico, la carencia de
alimentos y medicamentos, se suma el agua, el gas y la electricidad.
La crisis
va realenga y sin medida ni control, ante un Maduro que reitera en negar los
hechos y choca con la realidad. Insiste en mostrarse fuerte y desafiante,
cuando lo cierto es que se trata de un gobierno en quiebra, cada día con menos
divisas, sin estrategia económica coherente, dedicado a mentir y confrontar.
Los comunistas cubanos manejan el comercio internacional del país. Todo lo que
pasa por los puertos, el 50% de las acciones es de tenencia cubana. Dirigen la
política social del gobierno, los principales programas y proyectos, por
ejemplo la Misión Barrio Adentro, y no entregan cuenta a ningún ministro. Hasta
hace poco Venezuela le pagaba o le sigue
pagando, aproximadamente seis mil millones de dólares por concepto de
Misiones a Cuba. Los comunistas cubanos dirigen y diseñan el sector eléctrico,
asesoran, mandan y hacen negocios en ese sector.
El propio Jesse Chacón se
preguntó en una ocasión, que pasó con los 22 mil millones de dólares que se
otorgaron al sector eléctrico, mientras no hay mantenimiento y de eso nadie habla
ni aclara nada. Pero allí siguen, enchufados con el Convenio cubano. Las
constantes fallas de energía que se registran a lo largo del territorio
nacional son las evidencias del deterioro y de la ineficiencia con que opera el
sistema eléctrico.
Entonces, ¿Dónde están los reales, los 22 mil millones de
dólares? El gobierno debe suministrar información oportuna y clara sobre cómo
está funcionando el sistema y no echarle la culpa al fenómeno del Niño. Según
Corpoelec: la crisis actual es un problema “coyuntural” producto de la sequía
originada por el fenómeno climático El Niño, el cual ha hecho descender el
nivel de agua del embalse de Guri.
Sin embargo, en conversación con el ing.
Eduardo Páez Pumar, especialista en la materia, considera que la crisis es de
tipo estructural y responde a múltiples factores que se han producido a lo
largo de los últimos 17 años y que han deteriorado considerablemente el sistema
eléctrico nacional. El Niño, la iguana, el ratón, es la manera de entretener a
la población y ejecutar el modelo de gestión aplicado al sector eléctrico, que
privilegia la corrupción y la improvisación.
El fenómeno “El Niño” significa
una distracción del gobierno para ocultar la burocratización, la corrupción, la
destrucción y la cubanización del sistema eléctrico. Pero el gobierno, para
desviar el debate tiene como excusa a “El Niño culpable”.
Jesús Alberto Barrios
R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela
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