Una vez que el comunismo perdió todo su atractivo político
pasando a ser junto al fascismo los dos más grandes ejemplos de sistemas
políticos tiránicos de la historia, el socialismo ocupó entonces la posición
como ideología esclavista con mayor capacidad de seducción política. Prueba de
ello es su pervivencia por sobre todas las desgracias implícitas en sus
gestiones gubernativas a lo largo del siglo XX e incluso al tiempo presente.
Veamos.
El socialismo, versión mejorada del comunismo en cuanto reconoce la pertinencia
de la propiedad privada para la vida en sociedad, pero no así de las grandes empresas
propiedad de particulares por atribuirles a estas una naturaleza de
explotadoras de la humanidad; mantiene el argumento esencial de toda doctrina
colectivista: ¨La redención de los pobres¨, ello a sabiendas en primer término,
de su histórica condición de clase social mayoritaria y en segundo lugar pero
de la mayor importancia: La propensión a ser políticamente manipulables de las
personas económicamente necesitadas.
Lo anterior, certifica la depravación moral inherente a esta
ideología, capaz de fundar su ascenso al poder político en la utilización
malintencionada de la desgracia de buena parte de la humanidad, sin objetivos
caritativos y aún menos de solidaridad pero sí con ánimo de perpetuar la
pobreza en términos generales, en la medida de garantizarse la permanencia en
el poder. Así entendemos cómo la tiranía socialista gobernante en Venezuela
desde el 11 de abril de 2002 se esforzó en masificar la educación y la salud
pública mediante planes socialistas que bajo el nombre de ¨ misiones¨ brindan
tales servicios sin ningún estándar de calidad, perpetuando así la dependencia
de millones de venezolanos atrapados en la sempiterna estafa colectivista
¡Prohibido olvidar¡ Ora y labora.
Ronny
Padron
caballeropercivall@gmail.com
@caballeroperci
Anzoategui
- Venezuela
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