Los huevos del
gobierno no se consiguen por ningún lado.
De nuevo se nos
presenta una disyuntiva. Este 6D se nos convoca para elegir los diputados que
conformarán la nueva AN, el poder público que tiene las funciones de hacer las
leyes y controlar al poder legislativo, cosa que esta AN saliente no hizo. De
allí la importancia de acudir a votar y votar a conciencia. Además en este
evento electoral se nos presenta la gran oportunidad de comenzar un cambio en
la política nacional. Sería el primer paso para regresar a la independencia y
autonomía de los poderes públicos. Pero mucho más allá de esto, desde mi punto
de vista, creo que es una decisión capital para el futuro del país. El 6D
tendremos que decidir si el país sigue transitando la ruta hacia el despeñadero
que representa el comunismo al estilo de los Castro o comenzamos el proceso de
reestablecer el sistema democrático.
De obtener mayoría en
la AN el partido de gobierno se le estaría dando luz verde, o mejor luz roja,
para que se instale definitivamente en el país con toda su carga de
totalitarismo, maldad y destrucción, el sistema de gobierno que más daño le ha
hecho a la humanidad comparado solo con lo que hizo en su momento el nazismo. A
la vista está que en casi 17 años han destruido una de las democracias más
sólidas del continente y llevado a la ruina a uno de los países que mejor
apuntaba a salir del subdesarrollo. Eventos que parecían imposible, pero que
gracias o por desgracia, de un solo hombre, el teniente coronel felón difunto,
pero vivito y colendo y hasta candidato a diputado por 87 circuitos de acuerdo
a la engañosa y abusiva propaganda electoral del gobierno, ha sido posible y
continuado por su heredero e hijo putativo.
Pero siendo
racionalmente optimista ese evento electoral descrito arriba es el menos
probable, se podría decir que imposible sin pecar de triunfalistas. Todas las
encuestas, hasta las que el gobierno paga, dan como claros ganadores a los
candidatos de la MUD. Las cuentas más conservadoras apuntan a que la oposición
democrática obtendría más de 100 diputados. Cantidad suficiente para dar inicio
a ese proceso de cambio que toda Venezuela grita. Pero hay que tener cuidado.
Comunistas no respetan elecciones. Ya nos están enseñando los dientes. Nos
avisan por donde pueden venir los tiros. Y guerra avisada no debe matar
soldados. Todo el país democrático debe estar atento, permanecer alertas. Lo
primero es evitar la abstención. Tener testigos en todas y cada una de las
mesas en toda la geografía nacional. No tener miedo. Ir a votar. Votar abajo y
en la esquina izquierda, la tarjeta de la manito. Cuidar ese voto. Permanecer
cerca de los centros de votación, alertas, vigilantes. Exigir el cierre de
mesas en el tiempo estipulado. No aceptar injerencia de los integrantes del
Plan República en aspectos del proceso electoral. La función de ellos es
solamente de custodia, vigilancia y seguridad. Los miembros de mesa son la
autoridad en ese momento. Y exigir con toda la fuerza que los resultados sean
dados a la brevedad. Nada de gallos o media noche. Votar, cuidar y cobrar. La
democracia debe, tiene, que vencer al comunismo.
Iván Olaizola
D’Alessandro
Iolaizola@hotmail.com
@iolaizola1
Caracas - Venezuela
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