Este
triunfo de la Unidad Democrática trae consigo un compromiso monumental. Marca
solo la primera fase de la esperanza de reconstruir una nación que ha sido
degradada moral y materialmente. Tarea de reconstrucción que no podemos dejar
únicamente en manos de los 112 diputados electos, algunos con la madurez a la
medida del desafío, otros con la energía de su juventud aunque noveles en estas
lides.
En esta etapa inicial de la liberación, la Venezuela resuelta y pensante
debe acompañarlos de todas las maneras posibles. Poner a disposición de esta
cruzada democrática ideas, conocimiento, experiencia, participar en grupos de
trabajo a todos los niveles, llenar las calles cuando sea necesario, respaldar
las acciones legislativas desde nuestras comunidades, pero también practicar
una actitud cotidiana que contribuya al rescate de los malogrados valores ciudadanos
en un ambiente de convivencia y reconciliación.
Más
de dos millones de venezolanos, que durante años vivieron seducidos por la
utopía chavista, reaccionaron con frustración en estas elecciones
parlamentarias cobrándole al régimen su engaño y fracaso. Uno de los retos es
convertir el voto castigo de estos ciudadanos en esperanza y confianza en un
nuevo liderazgo. Todavía no somos
gobierno, pero desde el parlamento vamos a dar señales claras de cómo labrar un
futuro mejor para la mayoría de nuestra sociedad. No es fácil, enfrentamos un
adversario inescrupuloso y de pensamiento marginal, en un ambiente económico
complicado por la precariedad de recursos.
Hagamos de éste un proyecto de todos, Declarémonos en campaña permanente
para la reconstrucción. Ya la Mesa de la Unidad Democrática publicó su
ambiciosa y necesaria agenda legislativa. Conozcámosla y hagámosla nuestra.
Ramon
Peña
ramonpen@gmail.com
@ramonadrian42
Caracas
- Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario