Este artículo puede
llamarse, Ley de la Oferta y Demanda, o más bien, Ley de la Libre Oferta y la
Demanda. En esta última propuesta todos los sustantivos son precisamente
sustanciales, oferta, demanda y libertad.
Esta Ley, junto a la
Ley de la Gravedad es una de las pocas leyes que este régimen no ha violado, o derogado;
que no es lo mismo, pero en esta Monarquía Comunista es igual.
Para los que piensen
que los diputados de la Mesa de la Unidad no se venden, piénsenlo, pero no lo
digan sin recordar la imagen de la filmación del Diputado que en simple
operación de compra venta fue adquirido
por uno de estos boliburgueses bolivarianos.
Conclusión, la Oferta
existe. Estos son los mismos dirigentes, “no somos suizos”, decía un dirigente de la Cuarta, de cuyo
nombre no quiero acordarme; y “somos la misma cosa”, dice uno de los máximos dirigentes del chavismo en Venezuela,
Raúl Castro.
¿Y la Demanda?
Para los que tengan alguna duda piensen
en el mar de mil millones mal habidos que estos revolucionarios necesitan
resguardar; concluyamos, los desfalcos son incontables, por lo que los millones
de dólares, ídem. Pensemos entonces en algo más sencillo, en un número accesible, en UNO. Sí en un robo
plenamente cuantificado, la “razón” por la cual sale ese exministro. El robo de los veintiún mil millones de
dólares. 21.000.000.000, 00.
¿Está laro? Sí. ¿Hay
suficiente liquidez para cubrir la Oferta? Sí.
¡Qué no todos se
están vendiendo! De acuerdo. No todos.
¿Cuántos de los
electos no soportarían una escena como esta?: Un camaleón de los pintados por
Pedro León Zapata, con su tabaco humeante, con maletín con billetes verdes que
se rebosan y cola de cocodrilo, se acerca a un político de la llamada
Alternativa Democrática, que con la boca seca de más de tres lustros de escualidez, realizan un corto, conocido y
preciso diálogo, que termina con la intervención del Diputado Entrante, que con
voz fatigada, lánguida, cansada, que
parece necesario estirarla para que llegue al 05 de enero de 2016, dice:
-Siiií, señó. Ande
está la talanquera. Dígame que soy nuevo y no conozco el parlamento…
Repito la pregunta,
¿cuántos de los ciento y pico soportan el maletinazo que se describe? La
respuesta es tuya. Ponle al maletín de tu imaginación una fracción de los
veintiún mil millones de dólares
Eduardo López
Sandoval
llanerodigitalcalabozo@gmail.com
@llanerodigital1
@eduardocalabozo
Guarico - Venezuela
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