Desde el 20 de Diciembre, el resultado
de las elecciones legislativas, ha colocado a los principales voceros políticos
ante un difícil encrucijada por el desequilibrio ocasionado por el
resquebrajamiento de los dos Partidos tradicionales: el Partido Popular (PP) y
el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quienes perdieron varios curules
que han ido a sumarse a los dos nuevos partidos emergentes: PODEMOS y CIUDADANOS.
Inicialmente le correspondió a Mariano
Rajoy -por ser el líder del partido con mayor número de curules- tratar de
formar el nuevo Gobierno. Pero la matemática electoral no le ha dado resultados
hasta el momento, ya que para hacerlo requiere 176 votos de los 350 que tiene
la nueva Cámara Baja. La alianza PP-PSOE que podría repetir la fórmula
establecida en el Gobierno de Alemania, es por ahora, una opción descartada de
plano por el PSOE, ya que los Socialistas
intentan a su vez, constituirse en la alternativa del cambio y sustituir
al actual Gobernante, para lo cual Pedro Sánchez ha hecho un llamado a las
“fuerzas progresistas para formar un Gobierno alternativo”. Pero este llamado
tampoco pareciera poder lograrse con facilidad porque PODEMOS ataca por igual a
los dos partidos tradicionales acusándolos de haber fomentado la austeridad y
la corrupción. Por otra parte la posible alianza del PP con CIUDADANOS no sería
suficiente porque sumaria 163 votos, menos de los requeridos para formar un
nuevo Gobierno.
La Constitución Española establece la
posibilidad de que si no se obtienen los votos requeridos, en una segunda
vuelta se pueda intentar establecer el nuevo Gobierno por mayoría simple. Pero
para poder cumplir con esa segunda hipótesis, Rajoy, que es el que tendría la
primera opción, no tiene los números suficientes, a menos que sectores de
Partidos como el PSOE se abstengan para permitirle una frágil victoria que le
permita constituir un Gobierno que a través del dialogo pueda asegurar tres
condiciones: “la defensa de la unidad de
España, el cumplimiento de la Constitución y el mantenimiento de los
compromisos Europeos” que impidan que el país caiga en la incertidumbre de una
crisis de proporciones graves.
Si a pesar de todos los esfuerzos en
las difíciles negociaciones no se logra que el nuevo Gobierno sea Presidido por
Mariano Rajoy (PP) o Pedro Sánchez (PSOE) o una personalidad independiente
(propuesta por Pablo Iglesias), no le quedaría al Rey sino un camino: disolver
la actual Asamblea y convocar nuevas elecciones para ver si de esa manera se
puede obtener la solución a través del voto popular. Lo cierto es que las
elecciones recientes han establecido un ajedrez político en el que se presentan
cuatro jugadores que no se han podido poner de acuerdo sobre quien gobernara a
España
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@milosalcalay
Caracas-Venezuela
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