Al enfrentamiento
pernicioso y reiterado en la conducta del PSUV y MUD hay que buscarle una
solución civilizada, participativa y pluralista en democracia y libertad. Si no
respetamos la individualidad del venezolano e insistimos en vender mentiras por
cadenas presidenciales, prensa y medios oficialistas, en trampear las
elecciones y perderán el tiempo irremediablemente con maldades. Pronto la
miseria, pobreza, inflación y escasez cobran con dureza y Dios permita que el
costo en sangre y vidas humanas sean pocos ¿Por qué no recapacitar? ¿No sería
mejor pactar un gobierno de salvación nacional? y construir un Estado “con
gobierno” para paz, orden y bienestar.
El Estado de
Bienestar bien entendido es el conjunto de actividades desarrolladas por los
Gobiernos que guardan relación con la búsqueda de finalidades sociales y
redistributivas a través de los presupuestos del Estado. Se refiere, por tanto,
a la actividad desarrollada por la Seguridad Social en cuatro frentes:
transferencias en dinero (por ejemplo subsidios de desempleo o vejez), cuidados
sanitarios (un sistema de salud universal y gratuito), servicios de educación
(garantizar el acceso al conocimiento de todos los ciudadanos) y provisión de
vivienda, alimentación y otros servicios asistenciales. Estas actividades no
son conductas populistas, son soluciones sociales, diseñadas para estimular la
economía y la creatividad individual. El fin superior el que el bienestar
dinamice la empresa privada o social para crear y generar riqueza y mas
bienestar.
Aunque el término
“Estado de Bienestar” se acuñó en el año 1942, el Estado de Bienestar es
resultado de un proceso lento que se remonta al siglo XIX, y que se encuentra
íntimamente relacionado con la necesidad de dar respuesta a las necesidades de
una población y una sociedad en crecimiento y en continua evolución. En
concreto podrían diferenciarse tres etapas históricas que se corresponden con
su grado de difusión y generalización: 1. El Estado asistencial o residual.
Constituye el antecedente histórico y conceptual del Estado de Bienestar. La
Seguridad Social residual fue propia de antiguos regímenes y la heredó el
Régimen Liberal. Se corresponde con la beneficencia. En el Estado Asistencial
sólo se podía acceder a las prestaciones cuando se demostraba la indigencia del
perceptor. De esta forma el Estado asistencial sólo atendía a aquella parte de
la población que vivía por debajo de la línea de la pobreza. Generalmente no
era el propio Estado quien proveía de estos servicios, sino que éstos eran
prestados por los municipios o por entidades privadas dedicadas a la
beneficencia (de todas ellas quizás la más activa fuera la Iglesia). 2. El
Estado providencia. En esta segunda etapa los ciudadanos podían acceder a los
servicios sociales sin tener que demostrar su nivel de renta. Sin embargo sí
debían cumplir unos requisitos: haber contribuido y que hubiera ocurrido alguna
contingencia prevista en el seguro (por ejemplo haber perdido el trabajo o
haber sufrido un accidente). Se trataba por tanto de una seguridad social
basada en seguros sociales contributivos y obligatorios. Hoy se debe y se puede
ser más sinérgico e incorporar soluciones proveniente de los ciudadanos
organizados y emprendimientos sociales o empresariales. No es aconsejable y ha
traído resultados nefatos cuando el estado “Gobierno” se empeña “maliciosamente
o indebidamente” en administrar dinero de los ciudadanos (aportes o
cotizaciones), por lo regular (en Venezuela es evidente) se administra mal y se
producen usos o apropiaciones indebidas.
El Estado Providencia
se desarrolló desde finales del siglo XIX en Europa, circunscrito a la
necesidad de expandir las funciones presupuestarias públicas tradicionales
consistentes en el suministro de bienes públicos, a otras más amplias en las
que la redistribución de la riqueza ganaba importancia. De esta forma y por
primera vez se destinó parte del presupuesto al gasto para la promoción de
seguros sociales obligatorios, así como para la provisión de bienes públicos
preferentes (educación y sanidad y en menor medida vivienda).
El Estado de
bienestar que funcione bien se debe ir a sistemas mixtos de seguridad social
(Estado e iniciativas privadas o sociales). En esta caso el Estado provee de
seguridad social “lo básico” a todos los ciudadanos, con carácter universal, y
sin tener en cuanta ni sus ingresos ni su condición laboral, social y política.
La experiencia Chilena es buena e impulsar en Venezuela una Seguridad Social
Mixta. La que existe hoy no sirve y no le es útil a nadie, en especial a los
que tienen ingresos mínimos o están en pobreza.
El objetivo último
sería conseguir una sociedad más justa, mediante la redistribución de la
riqueza generada por el capitalismo humano, social y equitativo o el estado
rentista voraz.
Debemos pasar de un
caos y una crisis total “afuera y dentro del gobierno ingobernable”. Lo que
seguimos teniendo es una pirámide “construida y repartida por los
usufructuantes del poder” en la administración pública de su propiedad, ahí se
roba y se corrompe todo lo que les da la gana tocar, lo que se tramita les
produces bolívares y dólares y cada día se les ocurre nuevas pillerías “su
objetivo es el poder “sin votos” y hacer dinero como sea”. Aquí todo es un
guiso, coima y corrupción, ya se cobrar por respirar y ver por la ventana de
noche “estamos presos en nuestros apartamentos y casas”, los corruptos quieren
más reales y vienen con más codicia vampiresca ¿el mal gobierno y la anarquía
les convienen para vivir bien? ¿Existe apego constitucional?
La nación más rica de América Latina fue
Venezuela, hoy es la más pobre en dinero, producción y moral. A nuestra Nación
sólo la salva un gobierno de Unidad Superior Nacional, donde se conjuguen todas
las buenas voluntades políticas, empresariales, sociales y humanas, ahí hay que
incluir a gente extraída de esos “polos” culpables de este desastre, bautizados
recientemente como “los extremos socialistas (hoy todos son la misma cosa)”; en
el medio está la verdadera mayoría, que somos los venezolanos honestos, de
trabajo, ingeniosos, emprendedores, apóstoles del bien común y la justicia
social. Venezuela debe recuperará su puesto de respeto y grandeza con urgencia.
Como apostamos que al final va a privar
la sensatez, el sentido común, la ética y honradez de proceder, saldremos bien.
No le tengamos miedo a nada y a nadie, actuaremos con cabeza, corazón y coraje,
siempre respetando y reconociendo el valor cualitativo y cuantitativo de todos,
cada demócrata, opositor o revolucionario honrado y de buena fe, aporta y es
útil. UNA UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA ES POSIBLE.
Venezuela tiene
buenos economistas, extraordinarios gerentes, administradores, una reserva de
jubilados y pensionados con conocimientos en todas las aéreas de la
administración pública y administración privada, todos ellos son una
maravillosa fortaleza en recursos humanos de calidad, que deben ser
incorporados en un Plan de Gobierno y Gobierno de Salvación Nacional para el
Cambio Evolutivo. El buen gobierno admite a la empresa privada, la estimula, la
defiende y la hace socia en la misión de acabar con la pobreza y las
desigualdades sociales.
Juan de Dios Rivas
Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
@rvjuandedios
Solidaridad
Independiente
Caracas - Venezuela
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