Y con él otros muchos que no valoran el sacrificio
y el esfuerzo de una gran parte de la oposición venezolana a la cual ni reconocen,
ni les interesa incluirlas en sus planes, de hecho, la acusan de haberle
causado problemas a la oposición políticamente correcta que él representa, unos
colaboracionistas que no esperan dos llamadas para irse a reunir con el
narcogobierno, son los mismos que le dieron legitimidad al régimen más corrupto
y tramposo de nuestra historia al reconocerlos como demócratas e
institucionales.
Capriles habla del fracaso de La Salida y no se da
cuenta de sus propios dislates como dirigente, donde jugó con la esperanza de
mucha gente a quienes dejó en la estacada en dos ocasiones porque no supo, no
pudo y no quiso cobrar lo que legítimamente el pueblo le había otorgado.
Capriles asume el papel de vocero de una parte de
la oposición que según ellos, está “clara” en la conducción del mandato que le
otorgó el pueblo el 6D, de nuevo Capriles se enrumba a confundir a mucha gente
haciéndoles creer que fueron ellos solitos, su partido y sus dirigentes quienes
por medio de una estrategia diseñada en el cielo de los buenos y justos,
logaron, pese a las malvadas ofertas de una oposición frontal y sin miedo,
culminar, como las hadas buenas del bosque, en la contundente mayoría
parlamentaria.
Capriles aduce, que fue gracias a la estrategia de
construir un piso político en los barrios para organizar a la mayoría, que
consiguieron la victoria, creo que es presuntuoso de su parte decir que los
barrios carecían de piso político, algo que no se construye en de la noche a la
mañana y que necesita la participación de mucha gente, esfuerzos como los de Fe
y Alegría, El Radar de los Barrios, el Centro Gumilla, el Cesap, Barrio Obrero,
Oscasi, y muchas otras organizaciones, algunos consejos comunales exitosos,
casi todas las universidades tradicionales tienen presencia en forma de instituciones
y organizaciones de apoyo y formación ciudadana, hay un trabajo largo por parte
de fundaciones privadas, ONG’s, grupos ambientalistas, clubes deportivos,
muchos otros partidos políticos, etc., que ya estaban allí haciendo piso
político antes de que llegara las fuerzas de Capriles a organizarlos
electoralmente.
Las mismas comunidades organizadas ya tenían
arraigo y liderazgo en los barrios antes de que le pasara a Capriles la idea
por la mente, no es solo desde el gobierno o de las organizaciones partidistas
como el pueblo se organiza.
En cuanto al trabajo que hicieron en conformar una
tarjeta única, Capriles no menciona las ventajas que esta movida le reportaba a
sus intereses partidistas, con una masa de votantes que quintuplicara a sus
simpatizantes tenían asegurado el acceso al poder, cosa que se cumplió con
creces, por medio del truco de la unidad Primero Justicia logró números que
jamás hubiera podido reunir solos.
Pero entiendo perfectamente su plan de aprovechar
el momentun y hacerse de un triunfo que no le pertenece, trabajó para él, como
muchos lo hicimos, pero no es de él, lo que me parece absolutamente
despreciable es no brindarle ningún tipo de reconocimiento a la fuerza que
representó en su momento La Salida y a la que llama, un fracaso, sin importarle
la gente que quedó en la calle, en las cárceles, a los perseguidos del régimen,
sobre todo a la figura legendaria de Leopoldo López quien efectivamente, y en
esto no se equivoca, tiene otros planes y estilo que nada tiene que ver con su actitud
ante la vida.
No dudo un instante en reconocerle que se trata de
un exitoso burócrata, como gobernador, como vicario del templo, como gerente y
concierge ha cosechado sus logros, que en medio de este marasmo de ineptitud,
son notables y encomiables, pero hasta allí, creo que no es un político para
esta Venezuela lleno de tanta alimañas y bichos de uña, no tiene el carácter ni
la voluntad para aguantar un enfrentamiento con los violentos, con lo que
quiero decir, que nombrarlo capitán del barco hubiera sido un error,
naufragaríamos a la primera tormenta.
Y su falta de tacto político se ve en sus
declaraciones cuando trata de marcar la distancia de quienes hemos luchado
contra el cíclope, a él le hubiera encantado tomar el té con el monstruo y
conversar sobre el estado del tiempo, es su naturaleza, conciliador, pacifista,
cristiano, socialista.
No le gusta María Corina, le tiene desconfianza a
Leopoldo, sólo se siente cómodo en la corte amarilla de Primero Justicia con
quienes comparte una visión de país que se asemeja mucho al chavismo light que
se promocionaba hace unos años, un populismo suave, un estatismo con vaselina,
lo importante es tener un estado fuerte, rector de los destinos del país, un
estado benefactor que alimente su base popular y le de los votos para fundar
una dinastía hereditaria de buenos chicos, de eficientes gerentes, de
presuntuosos abogados con peinados de telenovela y sonrisas brillantes, en
otras palabras, cambiamos a unos mamarrachos disfrazados en uniformes de
combate militar, por unos de maletín y corbata, pero siempre socialistas.
El concepto de lo político es de pura asepsia en
Capriles, el mundo ideal de las batallas que se ganan sin darlas, de los
negociantes que aprovechan las gritas en el muro de las contradicciones, de los
que se cuelan entre los laberintos de la confrontación para dar el dialogo
salvador, el de las elecciones pacíficas que ponen en su lugar a los bárbaros,
una política que nada tiene que ver con la realidad que nos toca vivir, donde
cada voto nos cuestan vidas, padecimientos, hambre y miseria.
Durante su gestión en la gobernación Capriles se
acostumbró a la política de la dádiva oficialista, a la entrega de bloques,
laminas de cinc, bolsas de cemento, cabillas, inauguraciones de escuelas y
canchas deportivas, es el viejo estilo adeco-copeyano del estado Don Regalón
sublimado por el chavismo, para Capriles es impensable que la gente, las
comunidades organizadas puedan por medio de la participación y la autogestión,
salir solas para adelante sin el concurso del estado.
No les gustan los montañeses toscos como yo, ni los
rudos estudiantes que combatieron la dictadura en las calles, ¿Escuchaste
Capriles? La Dictadura, porque esos bichos no son demócratas, ni juegan limpio
y dudo que sean venezolanos, pero igual, desprecias como un semidiós en las
alturas el valiente gesto de Leopoldo López al entregarse a la canalla, para
que el mundo abriera los ojos y se diera cuenta que, a pesar de tus sonrisas y
apretones de manos con los gorilas, seguían siendo eso, gorilas.
Las máscaras van cayendo, los que se creen reyes
van desnudos, el pueblo no es idiota, sabe muy bien lo que costaron esos votos
del 6D, saben que no son de unos autoproclamados líderes de la nueva Venezuela,
saben que el camino que nos queda está lleno de espinas, traiciones y egoísmos,
porque eso parece no faltar en Primero Justicia y es claramente lo que planteas
“La victoria fue nuestra, los de La Salida salieron derrotados”
Tú no eres vidente, no sabes lo que va a ocurrir en
los tiempos por venir, no sabes si tenemos que volverá las calles a cobrar lo
que tanto nos ha costado, pero una cosa estamos seguros, tu no vas a estar allí
con nosotros, hombro a hombro, si acaso aparecerás después, declarando ante la
prensa internacional que el triunfo fue de los chicos de amarillo, de los
justicialistas, de los que creen en la verdadera democracia, en la organización
política, en el trabajo de base, en la verdadera política de la cual ustedes
justicieros parecieran ser dueños de la única franquicia que existe.
Lo peor de este infeliz comentario que hiciste, es
que crees que la cena está servida, que de aquí en adelante tú y la corte del
Rey amarillo están “sobrados”, el país les pertenece y actúan como los dueños
del patio, terrible momento para encontrar diferencias en el campo de los
demócratas.
La Unidad está pegada con sangre y dolor, no con
discursos ni inauguraciones en vivo desde el estado Miranda profundo
financiados con recursos públicos, la victoria del 6D se la debemos a todos los
venezolanos que se atrevieron a dar la lucha en las calles, en sus sindicatos,
en las universidades, en los colegios, en el supermercado, en sus sitios de
trabajo, en los hospitales, en el exilio, en las urnas, en los partidos
políticos, en los barrios, en las cárceles, en los mercados, en los
cementerios, la política que triunfó no fue la tuya ni la de la MUD (política
entendida en términos electorales y punto), fue de Venezuela entera en todas
sus formas y maneras, ninguna es mejor que la otra, todas fueron necesarias.
Capriles, puede que tu cerebro no sea igual al de
Maduro, pero tu corazoncito se parece mucho al de los rojos rojitos -
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul
Miranda - Venezuela
analisis para la discusion.
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