En la agonía del puntofijismo alguien se atrevió en medio de
la profunda crisis reinante en la última década del siglo XX, proferir la postrera celebre frase “el miedo es
libre”, pues bien algo similar estremece hoy a los actuales inquilinos del
palacio de Miraflores, quienes sin empacho alguno recurren en medio del pánico
causado por la descomunal votación del 6-D, a los engavetados manuales del Plan
de la Patria para desconocer la decisión mayoritaria de la población.
Y es que así es de
trágico en todos los tiempos el escenario político, para quienes desde la soberbia del poder creen poseer la infinita
capacidad de maniobrar, manipular ideológicamente la esperanza popular, y en este caso en
nombre del socialismo disfrutar a placer del erario nacional y en hurtadillas
burlarse en sus balurdas ocurrencias mitinescas, conspiraciones de palacio,
para luego llevarse el porrazo decembrino del siglo XXI.
Simplemente creyeron
que gozarían eternamente de una vida de jeques y sultanes y la impunidad y la
complicidad de presidentes y adlateres del Foro de Sao Paulo, ALBA y CARICOM,
solo con manejar la chequera petrolera, las fotos de rigor de las cumbres y el
reparto global ominoso de las replicas de la espada libertadora del continente
americano.
Ahora recurren al
ideario soviético para descubrir una “nueva forma de democracia”, que
demuestra a nivel nacional e
internacional las verdaderas intenciones totalitarias de implantar el Estado
Comunal especie de cepo, de secuestro definitivo de una nación y sus
instituciones.
Los soviets en Rusia
creados en 1905 y 1917 fueron la propuesta del partido bolchevique contra el
omnipotente y autocrático estado zarista, que oprimía a los pueblos del vasto
imperio de la Europa oriental, conformado desde el siglo XVII hasta inicios del
siglo XX, significando la esperanza de redención de millones de obreros y
campesinos a nivel universal, para luego ser frustrada con la férrea dictadura
estalinista de 70 años hasta su caída en 1990.
Entre tanto el
parlamento comunal decretado por el nativo del Furrial el pasado 15-12 no es
más que las pataletas de un régimen agónico, negado a reconocer su fracaso y el
triste destino del plan de la Patria, cuya fecha de implantación definitiva era
2019. Y es que el tiempo en política no es como en la gramática, este solo
requiere conjugaciones, el primero requiere acciones concretas en beneficio de
un país.
Recurrir al
parlamento comunal como especie de órganos de doble poder, a la usanza de la
revolución de febrero en la Rusia de 1917, es jugar de forma irresponsable y
criminal a la guerra civil, a la confrontación artificial entre venezolanos,
mas aun cuando detentan el control del resto de poderes públicos, quienes
sufrieron la impactante derrota electoral legislativa del 6-D.
Violentar la CRBV no
debe ser el camino para repensar un proyecto político que de paso obtuvo 40% de
votos, recoger el gallo muerto y con gallardía asumir la derrota, es el inicio
apropiado para recuperar la credibilidad perdida, producto de su deshonestidad
e incapacidad gobernante.
Froilan Alejandro
Barrios Nieves
fbarriosnieves@gmail.com
@froilanbarrios
Movimiento Laborista
Zulia - Venezuela
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