A pesar del desplante de Cristina Fernández de
Kirschner al negarse a cumplir sus obligaciones protocolares como Presidenta
saliente, su majadería final no logró
minimizar una jornada histórica para Argentina
en la que los Mandatarios invitados a la Juramentación y la opinión
pública mundial, pudieron escuchar el camino propuesto por el nuevo inquilino
de la Casa Rosada que le ofreció a sus compatriotas un cambio
en Democracia profundizando la Justicia Social y la lucha contra la pobreza,
pero al mismo tiempo su compromiso en consolidar el desarrollo económico y
tecnológico de una tierra rica dotada de todas las posibilidades para triunfar.
Las propuestas del Estadista del gran país Austral recogidas en su mensaje ante el Congreso fueron muy bien recibidas, al comprometerse en promover el dialogo con todos los sectores, de incluir las sugerencias de todos los candidatos; de apoyar a los Gobernadores e Intendentes sean del gobierno o de oposición. Ello marca un giro a las experiencias excluyentes y autoritarias al asegurar que el “ Arte del Acuerdo” se convertirá en su metodología para conducir a su país hacia un desarrollo integral que vuelva a colocar a la Argentina en un sitial de vanguardia para darle a sus ciudadanos una mejor calidad de vida.
El “Arte del Acuerdo” inicia un ciclo que tendrá
una repercusión en otras partes de
América Latina y con ello, la esperanza
de que el péndulo iniciado en Buenos Aires ponga fin a los regímenes
autoritarios populistas que se han implantado en el Siglo XXI con Gobernantes
iluminados que se creen llamados a permanecer indefinidamente en el Poder. El
voto argentino pone fin a la era
Kirschnerista pero es visto como la alternativa que podría marcar el fin a experiencias fracasadas regidas por la incompetencia, la
corrupción, la tolerancia con el narcotráfico y especialmente acabar con la
represión contra sectores disidentes. Los electores de la región desean ver en la máxima conducción de sus
países a Gobernantes honestos, abiertos al dialogo, a la democracia al
progreso, cuyas actuaciones estén regida por la verdad, tal como se comprometió
el líder del cambio en Argentina.
Los Presidentes de la región estuvieron presentes
para escuchar al nuevo Gobernante, cuyo mensaje
fue escuchado hasta por antagonistas como Rafael Correa o Evo Morales,
que esperemos entiendan que deben dar paso al pluralismo de ideologías dentro y
fuera de las fronteras. El gran ausente -por supuesto- fue Nicolás Maduro,
quien si bien multiplica sin pudor viajes muchas veces improvisados e
intrascendentes que lo trasladan sin parar al Medio Oriente, a países lejanos
del Asia o a Cuba, no entiende que la integración latinoamericana debe ser la
prioridad para Venezuela.
La nueva Asamblea Nacional con una mayoría calificada
de 112 diputados, tiene el reto de promover una diplomacia parlamentaria a través
de los mecanismos que le asigna la Constitución Bolivariana, que le imponga al
régimen Bolivariano la necesidad de entender que la propuesta de Macri es
válida en nuestro país, y que se debe gobernar con “el Arte del Acuerdo” para
responder al clamor que la inmensa mayoría venezolana ha proclamado el 6 de
Diciembre.
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@milosalcalay
Caracas-Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario