lunes, 30 de mayo de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY LUNES 30/05/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR EN ROJO

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES - 30/05/2022 

CAROLINA JAIMES BRANGER: LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL RANCHO. DESDE VENEZUELA


CARLOS RAUL HERNANDEZ: CHASCOS. DESDE VENEZUELA




CAROLINA JAIMES BRANGER: LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL RANCHO. DESDE VENEZUELA

Hugo Chávez institucionalizó el rancho. Le dio carácter oficial, de manera que hoy lo que mejor representa a la República Bolivariana de Venezuela es un rancho. ¡Quién iba a decirlo! Convertimos en adjetivo el nombre de nuestro Libertador para colocarlo entre “República” y “Venezuela” y lo que mejor representa a nuestro país es un rancho. Un rancho en mentalidad, un rancho en educación, un rancho en economía, un rancho en salud, un rancho en cultura, un rancho en seguridad. Un rancho en todos los ámbitos. ¿Qué hubiera pensado de esta “revolución” nuestro Bolívar, amo del valle entre los amos del valle, culto entre los cultos, erudito entre los eruditos?

No podía ser de otro modo, si se toma en cuenta el modelo: Fidel Castro. Sin los Castro, Cuba estaría hoy a la cabeza de Latinoamérica. Después de más de sesenta años perdidos, sin reconocer su estruendoso fracaso y sin modificar su régimen dictatorial, Cuba recibe desde hace varios años y con brazos abiertos las inversiones foráneas. En otras palabras, recibe la economía de mercado, el “capitalismo salvaje”, aunque su pueblo siga con la libreta de racionamiento.

Hoy, con la historia de que un porcentaje accionario de varias de las compañías expropiadas y ranchificadas por el chavismo serán vendidos en la Bolsa de Valores de Caracas, lo que surgen son muchas preguntas y pocas o ninguna respuestas: ¿Cómo van a calcular el valor de esas compañías que desde que se las cogieron han sido inauditables? ¿Quién, en su sano juicio, va a comprar acciones de compañías cuya mayoría accionaria mantendrá el régimen? La Bolsa de Valores de Caracas funciona con las normas internacionales de todas las bolsas del mundo… ¿va a aceptar vender acciones de esas cajas negras? ¿Es esta una manera de seguir controlando ciertos medios – si es que alguna vez en el futuro llegan a ser medianamente lo que alguna vez fueron- en caso de que un evento los saque del poder? ¿Es una maniobra distractiva para que la gente no se ocupe de asuntos más importantes y urgentes, como la Ley de Cooperación Internacional que afecta directamente a las ONG que funcionan en el país? ¿Alguien de verdad cree que -si esas compañías que pretenden introducir en la Bolsa- siguen manejadas por quienes ranchificaron el país, van a dar dividendos? ¿O es otra gigantesca lavadora de dólares? ¿Son todas las anteriores?

¿Por qué no imitar a países como Suiza, Suecia, Noruega, en los que resulta imposible ser pobre, aunque se quisiera? ¿Por qué tiene que ser Cuba el modelo?

El comunismo en el mundo fracasó, principalmente, por tres razones: la primera, porque se igualó a los hombres hacia abajo, cuando la tendencia natural del ser humano es igualarse con el que tiene por arriba. La segunda, porque se trató de cambiar las instituciones, en vez de cambiar al hombre. La tercera, porque cuando a los sindicatos se les puso a controlar directamente la producción de las industrias, se negaron a entregar las ganancias al Estado, ahí se les olvidó la plusvalía, la propiedad social y toda la paja comunista.


Aquí en Venezuela se nos igualó hacia abajo. Ese es el camino que tomó el régimen: hacia el rancho. Claro, porque para igualarnos hacia arriba ni Chávez ni Maduro tuvieron la capacidad, ni el equipo ni las ideas. Y mucho menos la voluntad. Porque su voluntad también es de rancho. También es una manera mucho más fácil de tenernos controlados y dominados. En un país elitista en términos de educación y progreso, ni Chávez ni Maduro hubieran llegado a presidentes.

Por eso se institucionalizó el rancho. Creen que de esa manera se perpetuarán en el poder, como sus alter ego cubanos. Lo peor es que pareciera que van a seguir teniendo éxito, porque con un pueblo que tiene mentalidad de rancho, todo es hablar y hablar. Hablar por hablar. Hablar sin hablar.

Cuando la historia registre el período chavista, no me cabe duda de que el título será “La institucionalización del rancho”. Y tal vez sea hasta peor, porque el chavismo no sólo ha institucionalizado el rancho. También ranchificó las instituciones.

@cjaimesb

CARLOS RAUL HERNANDEZ: CHASCOS. DESDE VENEZUELA

Tendencias posmodernas antiintelectualistas que se colaron en la cúpula del poder, tuvieron influencia en algún momento de la revolución. La línea de degradar las universidades correspondió al diseño deliberado de ideólogos retorcidos con la tesis de que el conocimiento creaba barreras sociales y había que imponer tábula rasa. Por fortuna el gobierno abandona esas locuras, pero los centros de educación superior fueron ahorcados financieramente y los salarios ridículos hacen que ni las bibliotecas, ni los profesores y mucho menos los estudiantes pueden adquirir libros, y no están en condiciones siquiera de apelar a las fotocopias.

En la abundancia del mundo desarrollado, la educación superior está también afectada por virus izquierdizantes igualmente destructivos, como denuncia la profesora Camille Paglia a través del blog Un tío blanco hetero. Dice que “nadie puede sobrevivir en el sistema académico norteamericano” si no rinde postración reverencial a pensadores revolucionarios “sobrevaluados” como Michel Foucault, Gilles Deleuze, Jacques Derrida, Jean Baudrillard, Julia Kristeva. Ellos dividen la sociedad entre oprimidos y opresores, con la jerga de interseccionalidad, white privilege, masculinidad tóxica, apropiación cultural, micromachismo, heteropatriarcado y otras babiecadas. Ya no basta con la tradicional lucha de clases marxista, sino que los llamados post estructuralistas, diferencialistas o posmodernos estimulan conflictos entre los sexos, las etnias, las culturas, que rompen la cohesión social y crean enfrentamientos.

La gravedad está en tu mente. Hay un precedente de esta denuncia, tan memorable que hizo historia por haber quitado la careta del sistema universitario. En 1996. Alan Sokal profesor de física de la Universidad de New York, otrora militante sandinista, envía un artículo para la respetadísima revista teórica Social text, con el nombre de La transgresión de las fronteras: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad quántica. Según la teoría de género, el sexo no es biológico sino un aprendizaje, un constructo social, una convención que no corresponde a la realidad. Se es masculino o femenino solo porque la sociedad lo concibe y lo enseña así, no por factores biológicos. Igual se puede enseñar a los varones a ser hembras o viceversa y todo cambiaría. Sokal en su sátira, homologa la fuerza de gravedad con la identidad de sexo y “demuestra” que también es un constructo social que existe porque la gente lo cree. Muy sencillo: si se enseña desde la infancia a ignorarla, los hombres podrán volar

Sokal programa para que el mismo día de la publicación del mamotreto, aparezca en otra revista, Lingua franca, una declaración también suya en la que afirma que escribió ese adefesio, ese “pastiche de jerga posmoderna, reseñas aduladoras, citas grandilocuentes fuera de contexto y estúpidas” (Wikipedia), simplemente para demostrar la degeneración académica que acepta lo que sea si viene en lenguaje “de género” a la moda. En síntesis, el artículo aprobado por los sabios que arbitraban la publicación, afirma que si no fuera por el prejuicio social de la fuerza de gravedad, uno podría tranquilamente surcar los cielos pues aquella existe solo en nuestras mentes. Por esas fechas casualmente, se estreno Matrix que de alguna manera contiene un mensaje parecido

Astronomía machista. Recientemente en 2017 un equipo de tres profesores también norteamericanos, enviaron y publicaron burlas similares en algunas de las más importantes revistas científicas que se ocupan de activismo y problemas “de género” e “identidad”. Jamie Lindsay Ph. D, Peter Borghossian M.Sc, Helen Pulckrose M.Sc. enviaron para arbitraje y publicación veinte trabajos de los cuales catorce fueron aceptados. Uno de ellos fue el falso paper científico titulado Amontonamiento progresivo. Una aproximación feminista interseccional a la pedagogía. En él proponen que para desagraviar a los estudiantes de color por los privilegios de que disfrutan los blancos, se practique en las aulas el siguiente ejercicio: los muchachos blancos oirían la clase sentados en el suelo y atados con ligeras cadenas para simbolizar los sufrimientos de los negros durante la esclavitud.

Semejante monstruosidad no solo fue aprobada por los árbitros de la publicación, sino además consideraron mayor severidad con los estudiantes blancos para deconstruir sus privilegios. Otro de los “ensayos científicos” consistió en que tomaron un capítulo de Mi lucha de Adolf Hitler y en todo el texto sustituyeron donde decía judío por blanco y eso bastó para que lo aprobara el comité de evaluación de la revista Affilia sin saber lo que era. En una explicación de su travesura, los autores cuentan cómo montaron las trampas: “…a veces pensábamos en una idea loca y la ejecutábamos…Qué pasa si escribimos un artículo para afirmar que cuando un hombre se masturba pensando en una mujer, es una acción machista signada por la cultura de la violación, porque no tiene consentimiento para ello. De allí salió el trabajo Masturbación… (también decidimos) escribir un ensayo sobre astronomía feminista y queer… porque la astronomía dominante es intrínsecamente sexista…La inteligencia artificial es machista y un peligro para las mujeres porque la fabrican hombres”.

Carlos Raul Hernandez
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
Venezuela

JULIO CÉSAR ARREAZA: HABLAR CLARO Y RECIO B. DESDE VENEZUELA

El padre Luis María Olaso reafirmó las convicciones que me fui configurando a partir de la solida estructura familiar, mi primera escuela de formación en valores. El padre me reveló un pensamiento de Helder Cámara, que me ha servido de leitmotiv para sortear los temporales y las vicisitudes a lo largo de la vida. El pensamiento aludido:

“No le tengas miedo a la verdad. Porque por dura que pueda parecerte, por hondo que te hiera, sigue siendo auténtica. Naciste para ella. Sal a su encuentro, dialoga con ella, ámala, que no hay mejor amiga, ni mejor hermana. Ella te libertará.”

La verdad debemos sentirla en lo más profundo del ser y dejarnos escrutar por ella, si queremos ser auténticos: los que dicen lo que piensan y hacen lo que dicen.

Al producirse el eclipse de la fe que vino aparejado al ataque contra los valores occidentales, también se produjo el de la razón. El relativismo es un recurso de quienes son incapaces de responder a las preguntas existenciales. Es clara la superioridad de la verdad frente al relativismo. La lucha es por desterrar la mentira e inspirar a la acción jalonados por la verdad liberadora. Desmontar la vil demagogia que en su estructura semántica encierra la perversidad que se abalanza contra nosotros. La política que preconizamos es la convivencia en la diversidad con el preciado vínculo de pertenencia a una nación.

De otro lado, desde la perspectiva de los líderes emerge la responsabilidad de desarrollar una estrategia clara y comunicarla. Delinear lo que se quiere lograr junto a las palancas para alcanzar el objetivo. Identificando los retos que potencialmente haya que enfrentar.

Actuar apegado a los principios aporta confianza y fortaleza en las duras pruebas. Hay un mundo que lucha contra la verdad: el imperio del dinero, la explotación de la naturaleza, los atentados contra la dignidad de las personas y los pueblos. Es el mundo cerrado y contrapuesto al bien común.

Nunca una dictadura llegó a estar consolidada como cuando consiguió que los esclavos sintieran placer en serlo. El ruiseñor se niega anidar en la jaula, para que la esclavitud no sea el destino de su cría. Rechazamos la cultura del mal normalizado por la inobservancia de valores. Del todo vale lo mismo, de la anomia, del abandono y la carencia de compasión.

Nos cansamos de los políticos que dicen y después no hacen, voceadores de consignas huecas que los configuran a-instrumentales. Son ajenos a la precisión, a la realidad y a la acción sostenida alrededor de objetivos. La verdad y el bien pueden más que las posturas acomodaticias de quienes medran a la sombra de regímenes que no respetan los derechos humanos y la libertad.

El camino comienza con el primer paso. Si lo hacemos bien los resultados serán inmensos. La verdad es un medio eficaz para la liberación del país. Sin faltar a la verdad; sin mentir. Hechos y no solo palabras permitirán rescatar la esperanza. Confiar en las convicciones y no en las modas que acaban en frustraciones.

El objetivo es construir fuerzas para lograr la salida de la corporación criminal.

¡Libertad para Javier Tarazona! ¡No más prisioneros políticos, torturados, asesinados ni exiliados!

Julio César Arreaza
juliocareaza@gmail.com
@JulioCArreaza
Venezuela

SIGFRIDO LANZ DELGADO: JUAN GERMÁN ROSCIO, UN INTELECTUAL UNIVERSITARIO EN LA GUERRA INDEPENDENTISTA VENEZOLANA. DESDE VENEZUELA

"La prosperidad de un pueblo no consiste en la cantidad de oro que posee, sino en el número de talentos y brazos que emplea con utilidad; a esto se atendrá para calificarse de grande y poderoso". (JGR)

Juan Germán Roscio fue uno de esos venezolanos integrantes de la camada de hombres ilustres que formó la vanguardia del heroico proceso independentista venezolano. Era hijo de una mujer mestiza, de nombre Paula María Nieves y de Giovanni Cristobal Roscio, oficial retirado nacido en Milán, Italia. Por tal origen, tal como lo disponían las leyes universitarias, Roscio estaba impedido de ingresar a la Universidad de Caracas y cursar alguna de las carreras que esa institución ofrecía. Sin embargo, intervino a su favor una influyente dama mantuana caraqueña, Doña María Luz Pacheco, esposa del conde de San Javier, y pudo lograrlo.

En la universidad fue Roscio un estudiante sobresaliente. Quizá haya sido el mejor estudiante que asistió a las aulas de esa institución académica desde su creación, en 1725, hasta muchos años después de haberse establecido el sistema republicano en Venezuela. En esa universidad colonial había que ser buen estudiante para obtener un título. Los profesores eran rigurosos y exigentes, y los alumnos debían ser muy disciplinados y cumplidores. Recordemos que la Universidad de Caracas era una institución religiosa y como tal sus normas internas eran muy estrictas. Por su sobresaliente rendimiento fue seleccionado Roscio varias veces para dar el discurso de fin de año académico, además de que, también por esa misma razón, le fue otorgado en diferentes oportunidades el premio al estudiante más aprovechado.

Los aspirantes a seguir cursos en la Universidad de Caracas ingresaban a temprana edad e inmediatamente tomaban clases de latín y filosofía. Estas clases duraban varios años. Luego se matriculaban en una de las cinco carreras que ofrecía la universidad: Filosofía, Derecho Canónico, Derecho Civil, Teología y Medicina.

Primero cursaban las materias de Bachillerato, luego las de Licenciatura y finalmente las de Doctorado. Completar una carrera hasta obtener el título de Doctor tardaba unos quince años de estudios. Contadas personas lo lograban. El caso de Roscio es excepcional, pues cursó varias carreras y adquirió varios títulos: Bachiller en Filosofía, Bachiller en Cánones, Licenciado en Teología, Licenciado en Derecho Civil, Doctor en Teología y Doctor en Derecho Civil. Luego, también ejerció la cátedra universitaria. De manera que buena parte de su vida estuvo conectada estrechamente a la Universidad, una de las principales institucionales coloniales de Venezuela. Por todo esto es que Roscio tuvo que haber sido una persona muy impregnada de las ideas y espíritu dominantes en la Venezuela colonial. Pero se impregnó de ellas tomando distancia crítica, sin seguirlas como creyente doctrinario. Las aprendió, las digirió, pero las analizó y se distanció de las mismas.

Recibió una formación muy propia de una institución colonial, pero muy temprano dio muestras de su disposición a romper con lo aprendido allí. Fue que en su caso pesó más su origen social que su formación académica. Prefirió quedarse con los de su clase a pesar de que la formación recibida lo destinaba a asumir un comportamiento mantuano. En esta actitud irredenta de Roscio influyó mucho el maltrato recibido por él en varias ocasiones de parte de los blancos gobernantes. En primer lugar, le fue negado el acceso a la Universidad por ser de "origen infame". Tuvo que recibir ayuda de una aristocrática dama caraqueña para poder inscribirse. Luego, por mismas razones, tuvo que sortear muchas dificultades para ingresar al Gremio de Abogados, sin cuya autorización no podía ejercer su profesión de litigante. Más adelante, como abogado defensor de la mestiza Inés María, fue víctima de las descalificaciones proferidas en su contra por parte de los regidores de este organismo. El delito cometido por Inés María era haberse arrodillado sobre una almohadilla durante la misa dominguera ofrecida en la iglesia donde concurrían las mujeres mantuanas. Esas desagradables experiencias, además del espíritu antimonárquico que se venía cultivando en algunos jóvenes mantuanos del medio caraqueño, contribuyeron a enervar la hostilidad de Roscio contra el sistema colonial y lo condujeron a abrazar la causa de la independencia el mismo año 1810 cuando ésta se inició en la ciudad de Caracas. Inmediatamente pasó a ocupar

posiciones de vanguardia en la revolución. El 19 de abril de 1810, se integró a la Junta que sustituyó al gobierno presidido por Capitán General Vicente Emparan. Fue designado en esa Junta como delegado del pueblo, es decir, en representación de los sectores sociales que hasta ese momento no tenían voz ni voto en nada. Y luego, cuando se convocó a elegir a los miembros del primer congreso de la república, Roscio salió favorecido y se integró a este cuerpo para desempeñar funciones destacadas.

Lo cierto es que Roscio fue un doctrinario de la libertad, de la justicia y de la soberanía. No fue un panfletario ni un guerrero armado con lanza o pistola. Fue un combatiente de las ideas. Entendió que para ganar la guerra contra el colonialismo e instaurar el sistema republicano era imprescindible convencer a los venezolanos de las bondades que suponía vivir en libertad. Por eso fue que se dedicó con su pensamiento y pluma a difundir el ideal republicano. Su preocupación fue la formación del nuevo republicano, en lo cual coincidió con Bolívar, Simón Rodríguez y Andrés bello. Los cuatro entendieron que era necesario superar los hábitos, costumbres, enseñanzas y creencias aprendidas en el medio colonial. Esta formación, aprendida en las aulas de clase, en la familia, en la iglesia y en los distintos ambientes de la sociedad colonial era una herencia demasiado pesada, contra la cual debía irrumpir obligatoriamente el proyecto emancipador. Había que superar tal formación si de verdad se quería establecer un nuevo orden donde el ejercicio de las libertades fuera lo característico. Pero para ello había que, al mismo tiempo que derrotar con las armas al ejército monárquico enemigo, había que difundir por todos los medios posibles los ideales emancipadores a los fines de que los venezolanos se impregnaran de estos y los asumieran como suyos. De esto se dio cuenta Roscio y fue uno de los que más preocupaciones mostró a favor del tema de la formación del nuevo ciudadano. Evidencia de ello lo corrobora el pasaje siguiente. Estando en la ciudad de Angostura en 1820, cuando aquí estaba instalada la capital de la República Libre y él fungía de Director del Correo del Orinoco, el periódico de la Libertad, escribió una comunicación a Francisco de Paula Santander, donde deja ver su interés por este asunto así como también su empeño por incorporar a los escritores, pintores, poetas, docentes y demás hombres de

pensamiento, es decir, los trabajadores del espíritu, a la causa de la independencia. Sin estos, ni la libertad ni la república serían exitosas sostenía. Lo siguiente fue lo que escribió Roscio:

"Los republicanos franceses tenían una población de veinticinco millones, y no actuaron contra los franceses realistas sólo con la guillotina y los cañones; a la par de las armas marchaban los instrumentos de persuasión, un diluvio de proclamas, de gacetas, escritores y oradores ocupaban la vanguardia de los ejércitos, llenaba las ciudades, villas y aldeas; los teatros en todas partes, sin fusiles ni bayonetas, declamaban contra la tiranía y a favor de la revolución y el republicanismo, y sin efusión de sangre aumentaba el número de republicanos; la pintura y la escultura contribuían de un modo poco menos expresivo que los teatros a encender más la llama del patriotismo; las canciones, los himnos, hijos de la poesía, inflamaban sobre manera el espíritu, y todo esto, más que la guillotina de Robespierre, vino a fijar el sistema. Nosotros, pues, sin población debemos, al lado de cincuenta mil fusiles, colocar otros tantos medios de persuasión para economizar la sangre de los americanos. Los españoles nos han hecho la guerra con gente americana, con provisiones americanas, con caballos americanos, con frailes y clérigos americanos y con todo americano, por lo cual me dedico, aunque con poco fruto a la táctica del desengaño".

Lo que declara aquí Roscio es que para vencer era necesario convencer a los colonizados acerca de las bondades de vivir en República. Impregnarlos de la doctrina libertadora, vaciarles su espiritualidad monárquica y llenar este vacío con la doctrina republicana. Pero para lograr este objetivo se requería del concurso de hombres y mujeres que, en vez de empuñar un arma, publiquen periódicos, empuñen pínceles, escriban libros, declamen poesías, profieran inteligentes discursos, escenifiquen obras teatrales, invadan paredes y calles con dibujos atractivos alusivos a la libertad, a la república, a la independencia, a la justicia y la soberanía. Estos hombres y mujeres acometerían en su campo la tarea de liberar el alma del hombre y mujer, colonizados por el pensamiento monárquico. Su tarea era del mismo tenor de la que debían realizar las tropas del ejército libertador. Mientras estos hombres a caballo, atravesaban con sus lanzas los cuerpos de los enemigos realistas y ganaban las batallas, así también ese otro ejército de combatientes del espíritu, con sus integrantes armados de nuevas ideas, debían intervenir los cuerpos vivientes de los venezolanos dispuestos a vivir en el sistema republicano, estremecerlos, herirlos hasta que esas nuevas ideas se incrustaran

profundo en el interior de cada uno, confundiéndose con su sangre y su carne. Y allí, en la profundidad del alma, debían quedarse para que la república floreciera definitivamente.

La victoria tendría que lograrse entonces en el plano espiritual también, y traducirse en hombres y mujeres enamorados de la república, de la libertad, de la justicia y la democracia. El reto era superar el colonialismo mental enquistado en el cerebro de seres acostumbrados a la esclavitud, al servilismo, a rendir tributo al rey, a los curas y a las autoridades coloniales españolas y criollas. Tanto tiempo de sometimiento colonial había rendido extraordinarios frutos a los sectores privilegiados del sistema monárquico. Hombres y mujeres víctimas de la esclavitud, del despotismo y de la discriminación, pasaron a ser personas leales al régimen. Leales al rey y a los amos blancos, leales a la tiranía y al colonialismo. Romper con tal situación exigía en consecuencia atinados y consistentes esfuerzos. Esta fue la tarea que acometió Roscio y he ahí su inmensa contribución al país y a los venezolanos. Ahí tenemos su monumental libro "El triunfo de la libertad sobre el despotismo", una obra inteligente, donde su autor pone en evidencia que "el miedo a transgredir la obediencia religiosa era el asidero mayor de la lealtad a la tiranía de España materializada en su monarca". Ese miedo alimentado por la teología colonial había que pulverizarlo para que los antiguos miedosos disfrutaran de plena libertad. Ahí están también las numerosas ediciones del Correo del Orinoco, periódico publicado en Angostura, pero difundido en pueblos y ciudades del país en aquellos difíciles tiempos de guerra a muerte. A través de sus páginas, Roscio daba a conocer las victorias obtenidas por el ejército libertador en los distintos combates, pero también difundía los proyectos a acometer en nuestro país cuando el gobierno republicano se instalara, y también difundía la doctrina de la libertad, de la democracia, de la soberanía y de la justicia, que los nuevos gobernantes debían seguir y cumplir.

La verdad es que Roscio fue un revolucionario completo. Un revolucionario de acción y pensamiento que no andaba calificándose a sí mismo con este apelativo, como lamentablemente ocurre con otras personas en parecidas situaciones. Jamás se calificó con este adjetivo. No era un charlatán. Y por reconocer en él esas

cualidades especiales fue que Bolívar lo quiso tener a su lado y encomendó las más altas responsabilidades. Luego de escapar de la cárcel de Ceuta (África) donde el gobierno español lo tuvo confinado desde 1813, regresa a Venezuela en 1818 e inmediatamente es designado como Secretario de Hacienda. Este mismo año asume la dirección del Correo del Orinoco; forma parte del Consejo Provisional de Estado organizado por Bolívar en Angostura; integra la comisión redactora del Reglamento de Elecciones que regiría los comicios para designar a los integrantes del Congreso de la República. Este mismo año se encarga de la Vicepresidencia del Departamento de Venezuela. Asume la presidencia del Congreso de Angostura. En 1819 ocupa la vicepresidencia de la Confederación de Colombia y el año siguiente es electo Presidente del Congreso Fundacional de Colombia en cuyo ejercicio encontró la muerte en 1821

Lamentablemente Juan Germán Roscio es un desconocido en nuestro país. Su obra no ha sido reconocida hasta ahora. Casi nadie lo nombra. En el medio político nacional pasa desapercibido. Incluso sus restos mortales aun reposan en la iglesia de La población de Santa Ana, Colombia. Es que en Venezuela se ha impuesto la torcida costumbre de menospreciar a los hombres y mujeres ilustrados, y en su defecto se admira a los hombres armados, a los hombres uniformados con pistola al cinto, esos que han participado en batallas, en riñas, en guerras, en golpes, en insurrecciones. En este cuadro, los menospreciados son muchos: son los maestros y docentes en general, los poetas, novelistas, ensayistas, filósofos, pintores, artesanos, médicos, arquitectos, enfermeras, etc. Son menospreciados, esos hombres y mujeres que, como Juan Germán Roscio, prefirieron y prefieren dedicarse a cultivar e ilustrar su pensamiento y a servir a sus semejantes. Alguna vez, más adelante, esto deberá terminar definitivamente.

Sigfrido Lanz Delgado
siglanz53@yahoo.es
sigfridolanz1953@mail.com
@Sigfrid65073577
Venezuela

JOISE MORILLO: LA RICA POBRE VENEZUELA. DESDE VENEZUELA

En un artículo reciente he definido la pobreza como producto del espíritu que le envuelve al individuo a lo largo de su existencia. O sea, devenida de no haber obtenido, podido o querido aprovechar oportunidades y/o recursos para cambiar su estatus vivendis.

Esta misma impronta constituye la oportunidad de aupar el desarrollo o la situación próspera de un colectivo. Sea pueblo o nación.

Al hablar de nación automáticamente nos traslada a un país. Sin embargo, debemos entender que el país no es solo el volumen de gentes que constituyen una nación; existe el país nacional, el país geográfico y el país político. Al primero, como el adjetivo lo indica, compete al cúmulo de gentes que proceden de un espacio geográfico definido, los cuales se identifican con un mismo gentilicio aun cuando de ellos haya una variada etnología. O sea son paisanos.

El país geográfico está definido por el espacio físico o ubicación en la tierra identificado con límites conocidos por: “coordenadas geográficas” y, que corresponde por posesión y hábitat a un pueblo o nación.

El país político se define por el conjunto de divisiones y subdivisiones territoriales que se han determinado para administrar sectorialmente los asuntos públicos.

La riqueza de un país se determina por dos formas emblemáticas de “país”, estas dos son el país nacional y el país geográfico. El país nacional no se identifica con sistemas políticos ni determinaciones ideológicas. Después de esto explicaré, someramente, las diferencias empezando por el país político.

El país político es el emblema del orden, en función de organizar las formas de manejar el desenvolvimiento público mediante la división de territorios de autonomías relativas o absolutas dependiendo de qué tipo de organización se constituye. Puede ser una federación u organización territorial descentralizada de Estados o entidades federadas que pueden ejercer competencias en una serie de materias sin perjuicio de someterse a una Constitución común que establezca las reglas básicas de funcionamiento del conjunto. O un Estado confederado o república que se constituye en un determinado territorio y tiene el poder de ordenar y administrar la vida en sociedad y administrar los asuntos públicos, y donde los territorios son autónomos y soberanos unidos para regirse por determinadas leyes comunes.

La riqueza del país nacional compete al genio de los ciudadanos del pueblo o nación que la constituyen, derivado de sus habilidades científicas, tecnológicas y del sesgo vanguardista de su civilización que se caracteriza por su haber de toda clase profesionales y sendas ocupaciones. Sean, artísticas, científicas o artesanales, en esa medida, una nación es rica. Considerando esto anterior y contrario al genio creador del hombre que hace rico a las naciones, citaré de Noel Álvarez un columnista de “El republicano liberal” un párrafo de su autoría refiriéndose a la obra “El hombre mediocre” de José Ingenieros (Argentina 1913), lo siguiente:

“Los mediocres no son genios, ni héroes, ni santos'', escribe Ingenieros. Un hombre mediocre no acepta ideas distintas a las que ya ha recibido por tradición sin darse cuenta de que justamente las creencias son relativas a quien las origina (...) entra en una lucha contra el idealista por envidia, intenta opacar desesperadamente toda acción noble, porque sabe que su existencia depende de que el idealista nunca sea reconocido y de que no se ponga por encima de sí”

Para el autor el individuo productivo (genio) es superior, es un idealista, y afirma: “Los idealistas o superiores, son prohombres muy estimados por Ingenieros, porque, además de representar el genio, sintetizan un linaje al cual el escritor quiere pertenecer. La construcción de la ciencia y la nacionalidad, dentro de ciertas formas filosóficas y políticas, es la continuidad de la cual se siente heredero.”

De esos idealistas tenemos y hemos tenido en Venezuela una inmensa cantidad de ejemplos, tanto en las artes como en la ciencia y la tecnología. En el genio político estamos representados por nuestro máximo líder y héroe Simón Bolívar, Francisco de Miranda, no solamente héroe en América sino en Europa también (Francia). Rafael Urdaneta, A. Jose de Sucre, etc. Por otro lado en las artes y literatura tenemos muchísimos genios creadores: Andres Bello, Romulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri, Cecilio Acosta y muchos más. En el campo del pensamiento tenemos a Simon Rodriguez, Rafael Maria Baralt, Mayz Vallenilla. En el campo científico, Rafael Rangel, Jacinto Convit, Fernández Morán, Dr Risquez. Etc. Y otros muchos más, que se han destacado tanto en nuestra tierra como internacionalmente como Juan Pablo Perez Alfonso, genio cofundador de la gran organización de mercadeo de petróleo: OPEP. Gustavo Dudamel en la música Yulimar Rojas en el deporte. Etc.

La riqueza de nuestro país geográfico compete a la inmensa cantidad de recursos naturales no renovables que posee en el subsuelo, aunado a la inmensa calidad de sus tierras para la agricultura y la cría. En Venezuela poseemos toda clase de ambiente climático idóneo para generar un espléndido recurso turístico. Además de eso, no podemos descartar el reciente descubrimiento de la capacidad de generar un beneficio ambiental de carácter mundial, la producción de Ozono limpio por parte del relámpago del Catatumbo. Esta riqueza de recurso se identifica por la calidad de constitución orogénica de la historia geológica de venezuela; el cratón de Guayana (afloramiento del precámbrico) alberga inmensas cantidades de minerales tanto en el subsuelo como a cielo abierto. Las rocas verdes (Zircon, Uranio etc.) constituyen un bastión económico futurista, sumado al Coltán con el oro que representan el material más importante en la construcción electrónica para las inteligencias artificiales y robots. el grupo Iglesias en el Oeste y sur oeste del país también del precámbrico y la Sierra de Perijá son un prospecto mineralógico con características similares a Guayana. El petróleo, está contenido casi a todo lo largo del subsuelo del país exceptuando algunas regiones no económicas, la cuenca de occidente lago de Maracaibo, La cuenca de los llanos occidentales, Barinas y Apure, la cuenca centro occidental (El baúl) y la de los llanos Orientales, Anzoátegui y Monagas constituyen el poderío energético explotable de la nación.

La miseria de Venezuela ha sido estigmatizada no por las características del país político sino por el desenvolvimiento antropológico que ha tenido la política que han practicado sus protagonistas desde tiempos de la colonia, la post independencia, hasta nuestros tiempos en el siglo XXI en ella se ha reflejado las características del hombre inferior al hombre mediocre que señala Jose Ingenieros, llegando a la cima de su apogeo de mediocridad con el advenimiento del títere del castrismo del gobierno actual; cuyo modelo de gobierno representa lo que el médico argentino señala como un hombre incapaz de usar su imaginación para concebir.

“Es dócil, maleable, ignorante, un ser vegetativo, carente de personalidad, contrario a la perfección, solidario y cómplice de los intereses creados, los cuales lo hacen borrego del rebaño social. Vive según las conveniencias y no logra aprender a amar. En su vida acomodaticia se vuelve vil y escéptico”

La forma como se ha desarrollado la política en nuestro país, con excepciones efímeras protagonizadas en dictaduras y durante la democracia imperfecta que define el historiador Lombardi, ha sido la impronta para que Venezuela no se haya independizado del colonialismo económico y social a que ha sido sometida durante más de 400 años de su existencia como país político. Ahí compete traer a la memoria el arma suicida de nuestra sociedad, la ignorancia de política que denuncia Bolívar. Por ende, hemos llevado al timón de nuestro barco a estúpidos y holgazanes, oportunistas de oficio, a Zánganos según Platón.

El proverbio reza: ¡No apoyéis a estúpidos porque son muchos y pueden llevar a uno de ellos a presidente! Eso aconteció en Venezuela, esa es nuestra Venezuela pobre.

Joise Morillo
Kaojoise@gmail.com
@kao_joi_lin
Venezuela - EEUU

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: PRIMARIAS ¿PRINCIPIO O FIN?.DESDE VENEZUELA

Maduro, el chavismo entero, se encuentra en campaña electoral desde hace semanas, sin empacho alguno, con miras a la trémula fecha 2024. El régimen anunció el 1X10 bajo la fachada del “buen gobierno”, pero nos preguntamos ¿Cómo este mecanismo puede solventar los principales problemas que padecen los venezolanos? Pues, éstos no provienen desde sus comunidades, sino de lo nacional, de la visión país que imponen sus conductores.

Nos explicamos: Muy difícilmente, a través de un 1X10, se pueda frenar la inflación o los venezolanos puedan reestablecer el sistema eléctrico nacional. Cómo podría el 1X10 solucionar la exigua producción de gasolina, de gas, equipar o modernizar los hospitales. De qué manera podrían devolverle el poder adquisitivo a nuestra moneda o enfrentar un hampa impune y mejor armada que los organismos de seguridad… señores, el 1X10 ni remotamente podría solucionar las necesidades sentidas de los habitantes de este maniatado país, no es más que una burda treta electoral con miras a las presidenciales 2024.

Este mecanismo culminará su existencia como todos los supuestos “programas sociales” del chavismo, en decepción y partidizadamente, sin embargo, resaltamos la capacidad del régimen para aplicar estrategias puntuales con fines específicos. Mientras, la oposición asombrosamente aún debate sí permitir o no al CNE como órgano garante de los venideros procesos de primarias, por supuesto, con los participantes ungidos por el propio chavismo ¡Dantesco!

Las primarias son un arma de doble filo, letalmente afilado, cuya mala praxis determinaría la muerte política de todo un sector político nacional, al menos, por un buen tiempo y, estimado lector, tiempo es lo que no tienen los venezolanos ante el recrudecimiento de todos sus padecimientos, los que no puede cambiar un 1X10.

Las primarias solo tendrían un desenlace propositivo, favorable al país, sí es realizado al margen de las instituciones psuvizadas, con la participación de los venezolanos en el exterior, con la participación de los políticos inhabilitados ilegalmente, con observación internacional como garante del proceso, con organizadores (probos) de la sociedad civil y sin fines electoreros, sino inmediatos, apegados las exigencias de la ciudadanía quien tiene ya una agenda propia, ajustada al país real.

Otro factor determinante resulta ser que quienes hoy detentan posiciones directivas no busquen reelección, no tendría ningún sentido que las organizaciones políticas resultasen dirigidas por los mismos “líderes” de hoy, totalmente inocuos ante el castrismo venezolano. Los aspirantes deben pertenecer a la anhelada generación de relevo, Juan Guaidó entraría en ese proceso de cambio, hecho que tuviera que aceptar la comunidad internacional.

Por otro lado, consumar un proceso de primarias, con el CNE, con los candidatos que el régimen permita, con miras a las “presidenciales 2024” no implicaría ningún cambio, pues el chavismo se ocuparía eficientemente de imponer su oposición de bolsillo, sus títeres electoreros, cómplices de procesos electorales ilegales e ilegítimos, los que (entre otros hechos) generan las sanciones internacionales. Venezuela continuaría su senda destructiva, cada vez más aceleradamente.

Es preciso que la conducción política, la orgánica, de partidos, logre reestablecer canales conductivos con los ciudadanos, hoy en niveles mínimos, de hecho, los venezolanos se encuentran huérfanos de liderazgo político, no se encuentran identificados por ninguna figura, ni por lado del chavismo ni de la oposición, Maduro surfea solo, eso sí, impositivamente. De este modo, las primarias opositoras, serán un evento que puede comenzar a salvar a Venezuela o hacerla sucumbir mucho más.

Leandro Rodríguez Linárez
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@leandrotango
Venezuela