lunes, 25 de enero de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MARTES 26/01/2021


 

BEATRIZ DE MAJO, ¿ES AMBIGUA LA UNIÓN EUROPEA?, SOBREDOSIS

Con un grado de molestia razonable, líderes en primera línea de la oposición venezolana ha dejado conocer su desacuerdo frente a la posición asumida por la Unión Europea en torno a la falta de reconocimiento de la Presidencia interina de Juan Guaidó.  

Valdría la pena dejar claro lo que la Unión Europea representa y como actúa para entender la manera a través de la cual se expresa su política exterior. Ello con la finalidad de no generar expectativas falsas en la interpretación de los actos que atañen a sus instituciones y a los representantes de las mismas. Y también con el propósito de orientar las actuaciones futuras de la oposición al régimen tiránico madurista.   

La política exterior común de la Unión es una de las atribuciones confiadas al Consejo de Asuntos exteriores. Este Consejo presidido por el español Josep Borrel como Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, tiene asignada la función de velar por la unidad, coherencia y eficacia de la acción exterior de la UE. Ella se basa en directrices establecidas por el Consejo Europeo donde están representados, en su más alto nivel, los gobiernos de los 27 estados miembros. Es decir, en los casos en que existe una política compartida por todos los gobiernos miembros corresponde al alto Representante, con funciones similares a las de un Canciller, plasmarlas en sus declaraciones oficiales. Cuando las posiciones de los gobiernos de los países miembros no son coincidentes en una materia específica atinente a la diplomacia o a la política exterior o la de seguridad – como evidentemente es el caso venezolano- es evidente que la posición común se debilita, ya que opera allí la ley del común denominador, la del rasero más bajo. La posición transmitida por su vocero debe, pues, transmitir solo los acuerdos. Los desacuerdos se quedan para ser dirimidos entre ellos. 

Esto nos lleva al hecho de que en efecto, no existe un criterio gubernamental unánime frente al reconocimiento de la presidencia de Juan Guaido, más sí lo existe frente a otros temas de muy trascendental importancia. Hoy, por ejemplo, en la página oficial del Consejo de la Unión, al referirse a las Conclusiones adoptadas por el mismo, dice que las elecciones del 6 de diciembre fueron una “oportunidad fallida para la Democracia por haber sido celebradas sin acuerdo nacional sobre sus condiciones electorales e incumplieron con los estándares internacionales para procesos democráticos”… Dice en otro aparte que “el Consejo establece que la única vía de salida para la crisis en Venezuela es asumir de inmediato negociaciones políticas y establecer con urgencia un dialogo encaminado a establecer un proceso de transición que conduzca a elecciones presidenciales y parlamentarias creíbles, inclusivas y transparentes. 

Más claro no canta un gallo y esa resulta ser la posición del conjunto los países miembros aunque no todos acepten a Juan Guaidó como Presidente del país venezolano. Lo definitivo es que esta falta de reconocimiento no plantea un problema de legitimidad a escala comunitaria.   

Es bien cierto que este posicionamiento común que no se da de la mano con nuestras exigencias de reconocimiento de la condición de Presidente de Juan Guaidó dificulta el tratamiento y la resolución de un importante número de asuntos, conflictos y temas que actualmente deben ser manejados por sus representantes, pero tal declaración del Consejo representa un paso de avance importantísimo en la consecución de apoyo internacional para un avance hacia una situación negociada.  

No puede decirse que la posición comunitaria es ambigua y mucho menos plantear que existen incongruencias internas en su relacionamiento con Venezuela con el argumento de que el Parlamento Europeo responde a un posicionamiento en esencia diferente. Esta otra instancia de la Unión reúne a los partidos políticos de los 27 países y por ello tiene sentido que sus posiciones no sean totalmente coincidentes con las del Consejo donde quienes sesionan son los gobiernos. 

En fin, es preciso trabajar con el tipo de apoyo que se ha logrado conseguir gracias a un trabajo titánico del equipo opositor. Y lo logrado no es poca cosa.

Beatriz de Majo
beatrizdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo1
España-Venezuela

CARLOS A. MONTANER, JOE BIDEN EN EL PODER

Era la víspera de la toma de posesión. Ernesto Morales me llamó emocionado. Joe Biden había citado a James Joyce para pedir que lo enterraran en Delaware. El escritor irlandés aseguraba que llevaba grabado en su corazón la palabra “Dublín”. Biden piensa que, en su caso, ama a Delaware con la mima intensidad con que Joyce amaba a Dublín. 

Morales, que es un joven muy culto, un periodista cubano formado en la Isla, cree que es importante que el presidente sea capaz de citar a Joyce. No estoy tan seguro, pero sospecho que no está de más haber leído (o tratado de leer) el Ulises, especialmente tras la fallida experiencia de Donald Trump, una persona que ni siquiera ha leído el libro que supuestamente “escribió”. Eso se desprende de las palabras del decepcionado “ghost writer”, Tony Schwartz (The Art of the Deal). 

En todo caso, Joe Biden se ha fijado una serie de medidas que debe tomar durante los primeros 100 días. Tiene experiencia y sabe delegar, que es la clave de gobernar bien. Para John F. Kennedy el éxito era más accesible si el presidente se rodeaba de un gabinete de personas más competentes que él mismo y confiaba en ellas. 

Lo más difícil es vacunar cien millones de personas en ese periodo. Un millón diario de seres humanos. La más fácil es regularizar la situación de once millones de inmigrantes ilegales y crearles una vía para que, los que lo deseen, se naturalicen. Biden tiene a su favor el conjunto de la sociedad (un 70%) y las dos cámaras. Lo tiene todo. 

Antony Blinken, el nuevo canciller de Estados Unidos elegido por Biden, no tiene una pizca de ingenuo. Además, Trump le ha facilitado la tarea devolviendo a Cuba a la lista de los países que respaldan el terrorismo. Ahora, cuando aumente la presión para volver a la era de Obama de “engagement sin condiciones previas”, la Administración de Biden tiene un excelente alegato para negarse: Cuba es una nación que apoya el terrorismo. Lo hace en Venezuela, en Colombia y en Corea del Norte, amén de que debe aclarar cuanto antes los ataques sónicos contra los diplomáticos estadounidenses y canadienses avecindados en la Isla. 

La congresista republicana María Elvira Salazar le ha puesto condiciones razonables a Cuba para que la Isla sea sacada nuevamente de esa lista de naciones infames presentando una ley respaldada por una decena de congresistas norteamericanos: que libere a los presos políticos, que se permita la libertad de expresión y que el país se encamine seriamente a unas elecciones libres y plurales. ¿Quién puede estar en contra de eso? 

Por otra parte, Blinken le ha llamado “dictador brutal” a Nicolás Maduro. Ha reconocido a Juan Guaidó como presidente legítimo de la única institución democrática que queda en el país: la antigua Asamblea Nacional. Busca, francamente, un cambio de régimen en Venezuela, para tranquilidad de toda América Latina; y quiere que le entreguen a Alex Saab. 

Este personaje es un testaferro de Maduro detenido en Cabo Verde, que conoce a fondo la corrupción del país porque presuntamente participó de ella. A partir de febrero 4 se verá la última apelación legal que le queda, aunque un comando iraní, como se ha revelado, intentará secuestrarlo y llevarlo a Etiopía si Estados Unidos no lo evita. Por lo pronto, parece que un juez venal lo ha colocado en una vivienda hasta el día del juicio. De esa vivienda lo “secuestrarán” los iraníes. Según se ha publicado Maduro repartió diez millones en Cabo Verde.  

Blinken, que es una persona flexible, cree que Trump, que cometió muchos errores y horrores, como la toma violenta del capitolio por una manada de gente “deplorable”, no hizo todas las cosas mal en política exterior. Supone que el anterior presidente estaba, justamente, preocupado por la conducta de China, y él, como canciller, creo que estará dispuesto a defender a capa y espada el derecho que tiene Taiwán a existir como una entidad independiente. 

Calculo, además, por tratarse de una persona de origen judío, que tiene una especial sensibilidad para los temas de Israel, y sabrá, corazón adentro, que fue un acierto trasladar la representación diplomática de Estados Unidos a Jerusalén, por tres razones principales: porque le corresponde a cada nación designar su propia capital; porque el Congreso de Estados Unidos lo había decidido en su momento; y, finalmente, porque le corresponde a Estados Unidos asumir un papel de liderazgo en todas las instancias en que estén en juego la libertad, la democracia y la justicia. 

Así ha sido desde el fin de la Segunda Guerra mundial. Así esta nación se ha transformado en la primera superpotencia sobre la faz de la tierra. 

Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
España-Estados Unidos

RICARDO VALENZUELA, EL GRAN REDESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

Pensé mucho antes de iniciar de esta nota, porque sé es probable que ofenda más gente que la cuota que automáticamente tengo asignada para mis nuevos odiadores. Pero no me puedo callar ni contener al atestiguar los situaciones tan inverosímiles y dramáticas que han provocado los acontecimientos sucediendo en todos nuestros entornos, que a veces me hacen sentir que estoy en uno de aquellos fumaderos de opio tan populares en la conquista del salvaje oeste, importados por los chinos en el siglo 19. Lo que ha sucedido y lo que va a suceder en EU, es solo un preludio de, como expresara un analista, los miles de años de penurias que le esperan a la humanidad. La condena infernal de un grupo diabólico y muchos de nosotros todavía les aplaudimos.  Redescubrimiento.  

A quienes nos ha tocado vivir de cerca la operación de estos entes del demonio, nos horroriza lo que sabemos nos espera en un futuro cercano y la gente no tiene la menor idea. Pero, es bien sabido que hay pueblos que pueden perder su libertad y no darse cuenta durante los siguientes cien años. Yo he cosechado muchas enemistades solo por haber apoyado a Trump y, de alguna forma, lo entiendo, porque los mexicanos y latinoamericanos, en general somos superficiales hasta el punto de caer en la ignorancia. Y la ignorancia más dolorosa no es el no saber, sino el no querer saber y así navegamos por la vida inmersos en la oscuridad o, más grave, rebozando de conocimientos equivocados que nos lleva a establecer conductas ridículas.

Y, si somos portadores, ya sea de la ignorancia o de una realidad equivocada, los resultados de nuestras acciones serán acordes y es cuando pasamos a culpar al destino, la suerte y, más grave, fácilmente aceptamos nuestro valle de lágrimas porque equivocadamente decidimos que nuestro destino y futuro está decidido desde que nacemos. Y es que nunca aprendimos que nosotros somos los responsables de nuestras vidas, de nuestros destinos. Y ante semejante cuadro, necesitamos un demonio para descargar nuestras frustraciones, nuestros sufrimientos y nos convertimos en tiradores de culpa profesionales. Pero, también necesitamos esfinges que nos protejan, que nos consuelen, nos den esperanza, y es como nacen santidades como la de Hugo Chavez en Venezuela, Malverde en México, Pablo Escobar en Colombia donde lo veneran y le fabrican templos. 

El odio enfermizo que despertó Trump por toda América Latina, tal vez lo puedan entender, pero nunca justificar, así como entiendo la devoción a los santos o la adoración que en México tenemos de San Juan Diego. Pero, lo que no entiendo y nunca voy a entender, es el romance igualmente enfermizo que tienen los latinoamericanos con un hombre como Biden. Un mediocre que había intentado ser candidato 3 veces y había fracasado puesto que le exhibieron sus conductas. Un hombre corrupto hasta más no poder y todavía con descaro ha presumido de sus corrupciones en TV en vivo. Y, lo más grave, es un monigote de esas fuerzas diabólicas que quieren instalar el marxismo a nivel mundial y, Biden, sin ser marxista, haciendo a un lado la dignidad aceptó jugar ese papel. 

Y cuando me resisto a creer que un mediocre sea presidente de EUA, es cuando me acuerdo de la cinta mexicana La Ley de Herodes, cuando, habiendo fallecido un alcalde, le presentaban candidatos al ministro que, a pesar de sus impresionantes antecedentes que recitaba su asistente, los rechazaba. Hasta que el asistente toma uno de los expedientes y, sin describir sus habilidades, lo desecha afirmando, este no. El ministro molesto le pregunta ¿ese por qué no? Le responde el ayudante, porque este es muy pendejo señor ministro. El ministro eufórico grita, “este es el que necesitamos”. Porque su plan era seguir saqueando a ese municipio. 

Y, todavía más patético, todas esas odas y porras celebrando la elección de Biden, las apuntaron al blanco equivocado porque él no ganó la elección, la ganaron China, Alemania, Venezuela y, sobre todo, la ganó el Estado Profundo. La Ciudad de Londres, como se conoce una zona en el centro de la capital británica, el Vaticano y la novedad que apenas están conociendo los americanos, al igual que las anteriores, Washington es una corporación privada cuyos dueños son extranjeros y no forma parte de los EU. Es decir, la Ciudad de Londres Corporation, el Vaticano y la ciudad-estado de Washington son tres entidades autónomas e independientes de los países en donde se ubican y controlan el mundo. 

Pero ¿los porristas de Biden estaban enterados de esto? Por supuesto que no. ¿No saben que Biden es un títere para divertir a la plebe, es el payaso del circo? Pero ¿Y las noticias? La media internacional controlada por el EP—a su vez dueño de las tres ciudades—es la responsable de esa ignorancia global y ellos son los que controlan los hilos de información de los títeres del mundo. Y el enemigo más grande y odiado que tienen se llama Donald Trump, y en eso coinciden con los porristas. Yo preguntaría a todos esos odiadores de Trump ¿Por qué casi 80 millones de americanos votaron por él? Y fueron votos de las clases populares. Todos aquellos que habían perdido sus empleos cuando las empresas emigraron a China, hoy consentida del EP. Pero, no, no lo saben y no lo quieren saber porque es más fácil odiar a Trump que enfrentar la realidad que luce espeluznante. 

Es decir, el gobierno que ha estado a cargo de EUA es un gobierno ilegitimo operando en territorio extranjero puesto que, el Estado de Columbia, en 1871 fue vendido a una empresa privada con financiamiento del Vaticano y los Rothschild, y ellos son los que han estado manejando el país, lo mismo que hacen con Canadá, Australia, Nueva Zelanda, que todos son subsidiarias de algo que llaman La Corona. Y, de repente surge el problema más grave que pudieran enfrentar. Trump, en 2018 activó una Orden Ejecutiva definiendo que, cualquier país extranjero que interviniera en elecciones de EUA, seria declarado como traidor, sus acciones declaradas nulas, y se les expropiarían todos sus activos. Es decir, Biden es presidente de una empresa que, con la expropiación de sus activos, está en la bancarrota y se ocupa firmando papeles en blanco. 

Pero ¿los porritas mexicanos estaban enterados de este pequeño contratiempo? No, y ahora pasan a formar parte del club de admiradores de la Trigarante entidad que representan La Ciudad de Londres, el Vaticano, y Washington Corporation. Todos los activos ubicados en esa ciudad-estado llamada Washington Corporation serán incautados puesto que no es posible que el presidente de EUA opere desde una zona extranjera. Y, como el Vaticano no da paso sin huarache, le tocaron todas las regiones del este de Columbia que se conocen como los nuevos Estados Papales y también serán incautados. 

Estoy seguro pensarán que para producir la nota fui a uno de esos fumadores de opio. Pero, querámoslo o no, esta es la realidad de la parte del iceberg que permanece oculta. Una realidad que ya ha provocado la caída de gobiernos como el de Italia, Merkel en Alemania, el de Polonia y el gran nerviosismo de China.  

Ricardo Valenzuela
elchero@outlook.com
chero@refugioliberal.net
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
México-Estados Unidos

El mercado libre no ofrece garantías, privilegios especiales, favores, monopolios, oligopolios, subvenciones, ventajas, protecciones, subsidios, apoyos, tratamientos especiales, distinciones, dádivas, cancelación de deudas, en pocas palabras, como lo afirmara Milton Freedman, no hay free lunch. Por eso es tan impopular y por muchos odiado.

ENRIQUE AVOGADRO, UNA VENTANA A LA ESPERANZA

 "O dejamos que el pasado entierre al futuro, o  hacemos que el futuro entierre al pasado".  Thomas Friedman 

La generosidad de un grupo de importantes amigos (diplomáticos, historiadores, economistas, periodistas, politólogos, militares, expertos en agroindustria, etc.) permitió que me incorporara, desde el inicio de la "cuareterna", a una reunión diaria de reflexión sobre la realidad argentina e internacional y, ante todo, la probabilidad de cambiar el rumbo de colisión que hemos escogido desde hace décadas. En ese foro se plantearon los defectos que encontramos en el principal bloque opositor, Juntos por el Cambio, en especial por la falta de una propuesta general, que pueda ofrecer a la ciudadanía un horizonte optimista para salir de la profunda crisis en que nos encontramos. Hasta ahora, ese conglomerado de fuerzas políticas -PRO, Radicalismo y Coalición Cívica- está limitando sus acciones a denunciar los ataques del Frente para Todos contra la República y sus instituciones, quedándose en la estricta coyuntura y sin obtener fruto alguno por la cerril resistencia de sus adversarios. 

El Instituto Patria, ese semillero de economistas populistas y pende-viejos de La Cámpora que comanda Cristina Fernández y que cada vez ocupa más lugares claves en los estamentos del Estado y en las cajas más apetecibles, trabaja todo el día, y todos los días, para convertirnos en una nación asolada por la miseria, la incultura y la corrupción masiva, en el que todos seamos dependientes de un corrupto Estado a cada momento más escuálido e ineficaz, siguiendo fielmente el modelo que impusieron a sus pueblos los tiránicos regímenes cubano, venezolano y nicaragüense. 

A nuestro modo de ver, sólo hay un equipo de trabajo, del cual forman parte los mejores cuadros de Recrear y Uni2, que ha elaborado un plan de gobierno y de políticas públicas capaz de devolvernos la esperanza en la posibilidad de un futuro distinto al que nos ofrece el nefasto pasado, producto de la reiteración de errores y malas intenciones, los mismos que hoy exhibe nuestra cotidianeidad. Me refiero a Libertad y Progreso, y el plan puede leerse en https://tinyurl.com/yyaaekzr 

En él encontrará propuestas concretas a temas tales como: reforma del Estado, impuestos y coparticipación federal, régimen laboral, comercio exterior, seguridad ciudadana, defensa, Justicia, educación, sistema financiero y política energética; es decir, todos los asuntos clave para dar un real paso adelante, verdaderamente diferente a los que hemos dados hasta aquí. 

En agosto, si Máximo Kirchner quiere, tendremos PASO. Y deberían servir para que todos quienes nos consideramos opositores a este trágico oficialismo compitamos en ellas dentro de una misma estructura, de modo tal que sean los ciudadanos de a pie quienes elijan los candidatos que llevemos a las legislativas de octubre. Obviamente, esa unificación necesita de la generosa aceptación de Juntos por el Cambio a competir con otros candidatos, peronistas no K, conservadores, liberales y provenientes de otros partidos minoritarios que, dispersos, pueden complicar el resultado esencial que necesitamos: impedir que el Frente para Todos obtenga la cantidad de diputados adicionales que le permita acceder al quórum propio, o sea, el avasallamiento final de la República. 

No niego que el camino será arduo, porque tantos años ininterrumpidos de populismo han hecho que la mentalidad de la mayoría de la sociedad esté hoy infectada de esa rara enfermedad que consiste en pensar que todos los bienes y los servicios son derechos humanos, que el Estado debe proveernos de ellos sin que nos cuesten (¡qué falacia, ya que la pagamos siempre con los enloquecidos impuestos!) y que el trabajo, el esfuerzo y el mérito no pueden ni deben sernos exigidos para mejorar nuestra condición. 

Pero parte, al menos, de ese camino lo está transitando el Gobierno, alivianándonos la tarea. Al repetir las dañinas políticas de precios y tarifas, de intervención en la economía y en la energía, de ignorancia de los contratos, de idas y venidas en normas y regulaciones, de creciente corrupción y de capitalismo de amigos, de guerra contra el campo y la prensa libre, de ataque a la Justicia, de repudio a la modernidad y a la inversión que practicaron durante los primeros doce años y medio en que Cristina Fernández y su marido ejercieron el poder, pronto se topará con la dura pared de la falta total de recursos para financiar sus disparates. Si espera que China o Rusia (ya no está Hugo Chávez) vengan en su ayuda, las onerosas contraprestaciones en soberanía que le pedirán estos países, cuyas terribles violaciones a los derechos humanos no parecen molestarla, podrían ser un fósforo letal para una situación local de por sí ya explosiva. 

En ese escenario también incluyo una situación a la cual no prestamos la debida atención. Me refiero al conflicto con los pseudo-mapuches, que están replicando en el sur argentino y chileno la aventura que protagonizó en 1975 el ERP en Tucumán, donde pretendía construir un territorio separado del Estado argentino y lograr el reconocimiento internacional como parte beligerante. Entonces y ahora, la presencia de las fuerzas legales era resistida violentamente por los insurrectos, con la abierta colaboración de funcionarios gubernamentales, hasta que el gobierno peronista ordenó la represión con el Operativo Independencia;  pero, a diferencia de aquella época, hoy los terroristas están asociados con los grandes carteles del narcotráfico, las FARC colombianas y el Sendero Luminoso peruano. 

Todavía hay una oportunidad para el optimismo. ¡No la desperdiciemos! 

Enrique Guillermo Avogadro
ega1@avogadro.com.ar
@egavogadro
Argentina

OSCAR E. BISCET, LAS PROTESTAS Y LA TOMA DE EDIFICIOS PÚBLICOS.

Este análisis fue presentado en la Sección de Resistencia Activa No violenta del programa Lawton Libre, de Radio Martí. Basado en el libro De la dictadura a la democracia de Gene Sharp y otros autores de la noviolencia. Este tema refleja mis opiniones y no de la institución.

Como sabemos ante una tiranía solo hay dos métodos para ponerle fin: el militar y la desobediencia civil. Nosotros los del Proyecto Emilia hemos escogido la desobediencia civil o desafío político no violento. Este es efectivo, puede lograr sus objetivos de liberación rápidamente y con el menor costo de vida para la población y puede asegura el paso de una dictadura a la democracia, alejando el peligro de la instauración de una nueva tiranía en el país. Se basa en el amor y la práctica de los valores democráticos. Pero la pregunta es si podemos hacer esa resistencia activa noviolenta en una sociedad democrática y libre.

Por supuesto que sí e incluso, es mucho más fácil su ejecución que en los países dominados por tiranías. Las fuerzas de orden y militarizadas tienen una educación elevada en los derechos y libertades de la gente en la sociedad. Por eso, existe el derecho a la libre expresión en sociedades libres, a través de las protestas o huelgas, y está garantizado por constitución.

En una sociedad libre, donde estén consolidadas las instituciones democráticas, siempre existe oídos receptivos y la disposición de solucionar los problemas por las vías legales y pacíficas. Donde domina el imperio de la ley, la ley y el orden son para mantener la justicia, la libertad y el derecho de las personas.

Sin embargo, que pasará en una sociedad libre, aunque consolidad por el tiempo, pero que ha empezado a quebrarse por el brazo tóxico de la corrupción.

Por ejemplo: Algunas sociedades libres, en ese contexto, han buscado el menos daño en una justicia mal administrada por las instituciones del estado y abolieron la pena de muerte por la cadena perpetua; porque se había conocido de ejecutados a muerte y después se comprobó que eran inocentes, ya no se podía repararse el daño de la injusticia a la persona mal juzgada. O sea, las instituciones pueden errar y mucho más si están manipuladas y corruptas. También existen circunstancias desde la ley, las autoridades las utilizan para obtener beneficios personales. Claro está, la sociedad debe ir en busca de la limpieza de esas instituciones democráticas y de justicia y elevar su concepto ético moral para un mejor servicio y fortalecer la sociedad libre.

Como hemos afirmado en las democracias también se pueden utilizar la desobediencia civil o lucha cívica noviolenta para reclamar sus derechos. Generalmente, los reclamantes de esos derechos hacen protestas pacíficas en esos países, pero no están adheridos a las enseñanzas de la desobediencia civil, o sea de Gandhi y King. Al no tener ese conocimiento asido firmemente, es más fácil quebrar la posición pacífica y excitar la violencia. Incluso puede existir provocadores infiltrados que, en la tensión del momento, promueven la violencia y es de muy fácil contagio en la multitud.

Asimismo, existen autoridades policiales que conociendo de esas características de los manifestantes estimulan la violencia para justificarse y usar la fuerza, acusar de desacato y resistencia a los activistas. Además, harían ver a los manifestantes ante la opinión pública como brutales e incivilizados, con la pérdida inmediata de su credibilidad en sus justas demandas.

Algunos de los individuos, que están en posición de autoridad, buscarán desviar la atención de las acciones de los manifestantes creando otro problema de igual o de mayor magnitud para distorsionar o enmascarar la situación demandante u otra circunstancia para apartarla de la crítica de la sociedad y así opacar una situación levantado otro problema.

Las personas cuando viven bajo una tiranía, les es más fácil discernir que se vive bajo una situación de injusticia y puede quebrar la ley en busca de esas desmandas, pues las tiranías en sí, no son fuente de derechos, porque le fue arrebatada al ciudadano a la fuerza y violentan los derechos humanos básicos y las libertades fundamentales.

Hay leyes que son necesarias en toda sociedad, sea democrática o tiránica, como la prohibición de matar a personas, no robar o simplemente detenerse en la luz roja del semáforo. Esto hace una mejor vida de los individuos en la sociedad. Un ciudadano civilizado no quebraría la ley porque se supone que participa de ese proceso en su gestión democrática directa o por sus representantes. Se sobreentiende que las leyes son para dignificación de las personas en la sociedad. Aunque la ley es ley por sí misma y no les importa a sus guardianes la justeza o no.

A esto solo le importan su cumplimiento.

Sin embargo, a los individuos que miran a la justicia en la sociedad o los que son afectados por esa ley que desencadena una situación de injusticia, pueden hacer objeción de conciencia y la violarán, aunque lleven el castigo que implica el no reconocimiento de ese mandato. Estos irán a cumplir la sanción disponible y con gusto cumplirán la pena de cárcel para levantar la conciencia social y condenación de tal estado de arbitrariedad. Estos son los héroes y mártires de una nación.

Por supuesto, la lucha sería mejor a través de la resistencia noviolenta o resistir al mal con el bien como diría un gran maestro. La búsqueda de la justicia a través de la fuerza necesaria y limitada, aún se ve mucho hoy, a pesar de la evolución civilizada y desarrollada del mundo.

Del mismo modo, es la gran hipocresía de los tiranos o democráticos, los primeros tuercen el derecho e imponen una sociedad de miedo y luego asesinan, encarcelan, o denigran públicamente al que se opone a ese estado de injusticia violadora de la dignidad humana o el caso de los segundos, que viven en naciones democráticas que aprueban hacer guerras y lanzar bombas en otros países y cuando su propias gentes se manifiestan en busca de la justicia y la verdad y profanan sus recintos de labor, convertidos en templos intocables pero no impolutos, aunque sean con un mínimo de fuerza, entonces asustadizos, quieren pedir las cabezas de esos justos protestantes.

Agustín de Hipona nos regaló este legado: “Una ley injusta no es tal ley”. (...) “La ley humana tiene razón de ley solo cuando se ajusta a la recta razón. Y, así considerada, es manifiesto que procede de la ley eterna. Pero, en cuando se aparta de la recta razón, es una ley inicua; así no tiene carácter de ley sino más bien de violencia”.Continuaremos con el tema en otro programa de Lawton Libre.

Oscar Elías Biscet:
lanuevanacion@bellsouth.net
@oscarbiscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
Cuba

RAFAEL DÍAZ BLANCO, GLOBALISTAS, NACIONALISTAS Y COSMOPOLITAS

Estamos viviendo un cambio de época. El mundo que hemos conocido está dejando de ser y el que tenemos está lleno de incertidumbres e interrogantes. Se respira una atmósfera anti establecimiento, de desconfianza institucional, de antipolítica, de frustración con las utopías de ayer, de élites poco transparentes que practican la posverdad (uso y encubrimiento de la mentira). Como diría Bauman, vivimos una modernidad líquida donde nada permanece, todo es fugaz, incompleto, indefinido, nada es sólido por desvanecerse todo en el aire, donde la política emigra a instancias libres de control democrático. 

Esta realidad es parte de un irreversible proceso histórico de cambio multidimensional que ha venido recibiendo el nombre de globalización y se manifiesta en todas las facetas de la vida. Hay aspectos positivos como la conformación de una economía planetaria, las nuevas tecnologías, las comunicaciones; y negativos como su carácter predominantemente económico, con pocos cambios políticos. Las fronteras nacionales van cediendo en un tiempo caracterizado por una gran movilidad de mercancías y personas. Emergen nuevos poderes que trascienden las estructuras estatales en un ambiente de escaza regulación jurídica sin autoridades mundiales con poder coercitivo y autoridades nacionales débiles y poco eficaces. Ciertamente, lo político cede ante la economía. 

El debate sobre esta temática ha ido adquiriendo importancia y aparece en las campañas electorales de los países democráticos. En los Estados Unidos los partidarios de Trump con frecuencia hablaron de globalización y orden mundial.  

Ante estas realidades identificamos tres posturas básicas que denominaremos globalistas, nacionalistas y cosmopolitas. 

Globalistas serían quienes pretenden mantener el statu quo, es decir, que las actividades económicas y financieras continúen desarrollándose planetariamente con absoluta libertad, es decir, sin regulación alguna que las limite. La consecuencia sería el aumento del creciente poder de empresas transnacionales que continuarían siendo más fuertes que muchos estados y organizaciones internacionales. Se impondrían los más poderosos, los nuevos y opacos poderes de facto, lo cual incrementaría su influencia indebida, su abuso. 

Nacionalistas denominaríamos a quienes afrontan la realidad pretendiendo volver al pasado, al mundo conformado a partir de la Paz de Westfalia de 1648 que marcó la existencia del monárquico Estado nacional moderno. Conceptos como la soberanía, no injerencia e igualdad de los estados sustentarían su independencia frente a los poderes supranacionales. Proponen aislacionismo, proteccionismo y prácticas no exentas de xenofobia. 

Cosmopolitas llamamos a quienes proponen una democratización global fundada en el bien común universal, el cual deberá prevalecer sobre los intereses particulares de estados y empresas. Exigen autoridades mundiales con poderes coercitivos en diversas materias, así como la promoción de la integración de los estados en unidades políticas democráticas más amplias. 

Este proceso democratizador multicolor y heterogéneo supone la globalización de los derechos humanos. Será necesario asumir la autonomía de los pueblos, su derecho a la democracia y flexibilizar o mejor aún desechar conceptos como la soberanía que no se corresponden con las nuevas realidades y distorsionan la democracia y el estado de derecho. 

Consideramos necesario establecer un nuevo orden global y una estructura democrática pluralista para gobernar el mundo cuidando, como aconsejaba Maritain, no reproducir a escala planetaria las estructuras, defectos y perversiones del Estado nacional que es necesario ir corrigiendo simultáneamente. En tal sentido será fundamental un gobierno de tipo subsidiario articulado en múltiples niveles que colaboren recíprocamente e impidan una monocracia global. En definitiva, se trata de ser ciudadanos del mundo sin renunciar a la patria asumiendo en el plano mundial una vieja tarea: someter el poder al derecho y rehabilitar la política subordinándola a la ética.

Rafael Díaz Blanco
rafidiaz2000@yahoo.com>
@rafidiaz
alzandolavoz.wixsite.com/rafidiaz
Venezuela