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sábado, 6 de marzo de 2021
ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ SÁBADO 06/03/2021
SOLEDAD MORILLO BELLOSO, EL SUICIDIO NO ES UNA OPCIÓN
Y porque tenemos memoria, bien recordamos a los
vagabundos que por el CNE han pasado y lo mal que lo han hecho. Y estamos
empeñados, más bien empecinados, en exigir un organismo electoral que le
funcione a los ciudadanos y a la democracia.
Buena parte, si no todos, los postulados por la
Sociedad Civil para los cargos del CNE harían un muy buen trabajo. Lo menos que
se puede decir de ellos es que no son salvajes de oficio. Tienen los
conocimientos necesarios para hacerlo bien. Saben de la cuestión electoral y no
tienen títulos sacados en una caja de detergente. Saben de matemáticas y de
ética. Más importante aún, entienden no solo que la democracia exije crear un
ambiente electoral con mínimo de certezas sino que la gestión de los rectores
debe hacer que un proceso comicial no sea un pantano de vulgaridades.
Y no es cuestión de si la oposición necesita un CNE
decente, imparcial, competente. Lo necesita también el "oficialismo",
tanto o más que la oposición. Porque lo hecho en todos estos años condujo a lo
que tenemos hoy: instituciones del poder público y funcionarios en cargos que
no son avalados en el país y mucho menos por un trozo importante de la
comunidad internacional. La extinta Asamblea Nacional Constituyente no fue
reconocida. Nicolás Maduro no es reconocido por un montón de países y
organizaciones y menos por millones de ciudadanos. La Asamblea Nacional
producto de ese desastre que fue la elección del 6D no es reconocida. Y ese
desconocimiento se ha traducido en murallas gruesas y altas, inexpugnables en
áreas tan relevantes como las relaciones diplomáticas, el comercio
internacional y el financiamiento, por solo mencionar tres patios cruciales.
Las elecciones mal hechas no solucionan los problemas. Atornillan en el poder, sí,
pero no destraban entuertos.
Así las cosas, un nuevo CNE no es asunto menor. La
"Sociedad Civil" ha hecho lo que la lógica y la sensatez le marcaba:
ha postulado a gente capaz, competente, decente y que entiende la gravedad de
la situación. Lo sé. Hay muchos (salvajes) interesados en que esto no prospere.
No peco de ingenua. Pero en el chavismo madurismo hay gente que sabe que
persistir en el camino de la ilegitimidad es suicida. Y el mismo PSUV, que es
mucho más que Maduro, Cilia, Diosdado, los hermanitos Rodríguez y los Tarek,
tiene visión de futuro y tiene ambiciones políticas. Y no se va a suicidar.
Héctor Rodríguez (que no entierra el espejo) tiene 38 años y no tiene un pelo
de tonto; no se va hacer el harakiri.
Puede ser que logremos un CNE decente. Eso no es
garantía. Pero sería un gigantesco paso en la dirección correcta. Para la
oposición, para el rojismo y para el país. El suicidio no es una opción.
JOISE MORILLO, LA PROFECÍA DE LA BOTA Y EL ROSTRO.
En relación a lo expuesto previamente, encontraremos
que el mecanismo que ejerce este tipo de régimen es el del déspota, o sea, el
poder en una sola mano, el del mandamás, caso en que la libertad del común
denominador en el país nacional convertido en patria queda abolido y privado a
la élite mandataria, dónde el déspota o patriarca decide entre los postulados
de sus acólitos y adláteres que fungen de asesores, que hacer, como,
cuando, porque y que conviene o no al
Estado tirano. Los ejemplos del siglo XX
fueron muchos, entre ellos: el fascismo de Benito Mussolini e infinidades
dictaduras en todos los continentes. El régimen que adoptaron los países
socialista y el nacionalismo de Hitler no son excepciones.
De ese modo explicado anteriormente, se priva de
libertad al ciudadano de emitir cualquier opinión en contra de quienes ostentan
el poder, cosa que sucede las más de las veces con la anuencia inducida con el
terror y el sometimiento a causa de toda de clase de controles que afectan
directamente la masa popular y, que a la vez,
pasa a ser sin querer, antes que un apoyo incondicional para la tiranía,
un cómplice involuntario. De esto George Orwell decía: "Si la libertad significa algo, será, sobre todo,
decirle a la gente algo que no quiere oír."
Esta clase de régimen como el castrista madurista en Venezuela por ejemplo, no quiere oír nada que ponga -supuestamente- en peligro
su imagen de fortaleza y necesaria dependencia que tiene el pueblo de su
mandato, en pro de la seguridad de la nación supuestamente acosada por enemigos
"gratuitos e imperialistas"
Libertad que no existe en tiranía, pues la represión
es el arma de quienes tienen el poder en sus manos de forma violenta por esos
dos caminos antes explicados fuerza física y el poder del discurso (verbo) o
convicción. Y, esta represión se ejerce
mediante la fuerza bruta representada por milicias de diferentes clases,
cancerberos castrenses, mercenarios y sicarios.
De modo que la bota militar asociada al mando se
deslinda del concepto platónico que concibe al soldado como garante de los
derechos del ciudadano y la protección de la nación como una gran familia (la
república) En cambio, se convierte en
protector de un Estado, Parricida y filicida opresor, tirano.
Este avatar del mundo de herencia civilizada y
cultural griega habría desaparecido con el modelo democrático cuyo promotor más
eminente es Percles, sin embargo la megalomanía no desaparece en la genética
del liderazgo, cuya voluntad aflora en las mentes de quienes han tenido
vínculos con las pléyades del mando esperando siempre entre bastidores la
oportunidad de haberse el poder. La principal musa de inspiración es la
envidia, la codicia, el rencor, etc.
El futuro y presente triste para las naciones de todo
el mundo, principalmente las subdesarrolladas y marginadas, como las de
Latinoamérica ej.: Venezuela lo contempla Orwell con sesgo profético de la
siguiente forma: "Si quieres hacerte una idea de cómo será el
futuro, imagínate una bota aplastando un rostro incesantemente."
ROMÁN IBARRA, BARRANCO MIX
Todo ello haciéndole un reconocimiento en calidad de
líder de la AN anterior, a pesar del drama que supuso su conducta
abstencionista que hoy prolonga la agonía de los venezolanos en su
padecimiento, luego de haberle regalado la instancia parlamentaria al gobierno
por no participar.
Hoy, cuando casi todo el mundo acepta que fue un error
garrafal la abstención, y comienzan a organizarse para encontrar modos de
participación de cara a las mega-elecciones que el gobierno planea convocar
para este año para seleccionar Gobernadores; Alcaldes; Diputados a los Consejos
Legislativos Regionales, y Concejales Municipales, Guaidó ha dicho que no
acepta ninguna participación, y que ¨él no está para pendejadas¨!
Luego de la multiplicidad de errores cometidos, le
lanzan un salvavidas para que enmiende y vuelva a comenzar, a pesar de su caída
estrepitosa en las encuestas, y todavía tiene el coraje de decir que no, y que
no lo busquen para tonterías. De verdad, se siente pena ajena, y un gran
arrepentimiento –en mi caso- por haber escrito tantas veces a su favor al
principio, por considerar que con su llegada la política se refrescaba.
Inmensa fue la esperanza que sintió la mayoría al ver
una cara nueva al frente, e inmensa ahora la frustración al ver a un joven
envejecido; sin ideas, y sin voluntad, que prefirió dilapidar un capital
político, y un liderazgo regalado por la ciudadanía, para entregarse a ser el
secretario de un político engreído y mediocre como el jefe de su partido;
responsable junto a otros extremistas de los fracasos de: La salida; Maduro
vete ya; las guarimbas; los trancazos; los estudiantes de escudos de cartón
muertos; operación libertad (la suya), operación Gedeón, etc.
Repetidores de lugares comunes; frases hechas, y
clichés tontos, como: ¨Cese de la Usurpación; Gobierno de Transición, y
Elecciones Libres; Vamos bien; si, o si; solos no podemos; todas las opciones
están sobre la mesa, y debajo también; todas las luchas una lucha; vamos
juntos, vamos bien; el que se cansa pierde; estamos del lado correcto de la
historia¨. En fin, pura retórica hueca y vacía, sin resultados concretos para
ofrecer, y aun así pretenden –engreídos al fin- hegemonizar la dirección política de la oposición con un
tratamiento discriminatorio de todo aquello que no pertenezca a la rosca del
G4.
Cuando tuvieron el control de la AN, en vez de
producir políticas públicas para contribuir en la solución de los problemas
reales de la sociedad, como electricidad; gasolina, y gas doméstico; agua;
vialidad, transporte superficial y subterráneo; salud, y la seguridad de
personas y bienes, prefirieron escurrir el bulto y entregarse al servicio de
fuerzas internacionales para que ellos hicieran el trabajo que era propio de la
oposición, a pesar de que los aliados insistieron en la necesidad de negociar
salidas a la crisis.
Hoy no existe oposición, gracias a esos errores
abstencionistas. En medio del caos, la ciudadanía toda –excepto los enchufados-
languidece por la pobreza galopante que abraza a todos los sectores.
Más allá de lo que este muchacho incompetente, y
aficionado de la política diga, la sociedad debe organizarse para conquistar la
unidad más amplia posible; luchar por mejores condiciones de participación,
y votar en alianzas perfectas para
tratar de derrotar al gobierno, como ya se ha hecho.
Seguir cometiendo errores terminará por desaparecer a
la oposición de manera total. No más barranco.
ENRIQUE PRIETO SILVA, ¡LA TIRÁNICA FICCIÓN JURÍDICA!
Sin dudas, se ha creado un contradictorio, que algunas
veces llega al extremo de confundirnos a legos y versados en la materia del
análisis jurídico, porque ante tanta distorsión y confusionismo, llegamos a
creer que vivimos un mundo nuevo, o mejor dicho en otro mundo, olvidando que
tenemos que resaltar lo mas teórico de lo aprendido en la universidad, el
derecho positivo o el derecho consuetudinario. Una lección que muchos no llegan
a entenderla y se confunden cuando tratan de comparar los derechos internos de
varios países, e intentan dar valor preferencial a uno u otro, sin entender la
diferencia.
Es posible, que confusiones como ésta sean las que nos
hayan convertido en un país donde el derecho priva, pero no prioriza; lo que
llamamos el régimen tiránico, más que dictatorial como muchos lo califican, que
ha llevado a la degradación de muchos profesionales y profesiones.
Hemos dicho,
cuando queremos referirnos a la tiranía y a la ficción jurídica, que en
Venezuela, durante ya más de veinte años, hemos visto prosperar la
jurisprudencia contradictoria y algunas veces contra legem, lastimosamente
surgida de importantes sentencias emanadas principalmente de la Sala
Constitucional del TSJ. Unas aceptadas como valiosas y otras vapuleadas por su
exceso contradictorio, no solo con anteriores sentencias, sino que sin descaro
chocan con la norma legal del derecho positivo, y más grave aún, con la norma
constitucional. Es triste el olvido de: “nada contra el espíritu, el propósito
o la razón de la norma constitucional”.
He aquí donde surge la fuerza del tirano y la norma a
su medida, que la mayoría de las veces fundamenta en la ficción jurídica.
Indiscutiblemente, de este apoyo fundamentado en el TSJ, surge la impunidad
como factor despreciable, que es la base pleonástica de la tiranía. De nada
vale exponer y practicar sin sentido la teoría de la ficción jurídica,
aceptando costumbre anquilosadas o jurisprudencias amañadas por incompresibles,
o peor aún, contrarias al derecho autóctono o la determinación de la norma legal
amparada por esa ficción sin sentido, solo por complacer el ego gubernamental,
la arrogancia de una dictadura o el dictamen de un régimen fracasado como el
que tenemos actualmente, solo por perturbar la oposición política aturdida por
sus disquisiciones y sus luchas internas. En todo caso, es imposible el
fundamento de la ficción, cuando se olvida que la ficción se utiliza para
elaborar las normas formales o del derecho positivo, a diferencia de las normas
que surgen del derecho natural o fáctico, es decir, de las normas que surgen de
la acción y la reacción (fenomenológica).
Y que la ficción establece normas de regulación de la
conducta humana y decide cuales de ellas pasan a ser delictivas; surgiendo aquí
el principio: “nulum crimen nulum poena sine lege”. Aparece luego la
especialidad del delito, generalmente en la consideración del sujeto pasivo o
bien protegido (menor, familia, obrero, comerciante, ambiente, militar); todas
consideraciones ficciones jurídicas, que hacen abstraer las similitudes del sujeto
activo o pasivo, para conformar la norma adecuada y adaptada a la conveniencia
social. Surgen también de esta ficción las jurisdicciones especiales y los
fueros y con ellos, la especialidad jurídica.
Bien sabemos los juristas y versados en Derecho, que en
el fondo, las ficciones surgen de necesidades sociales que sirven de fundamento
a las instituciones, con las que formamos normas que pasan a ser legisladas, y
en nuestro caso, conforman el derecho
positivo. Todo un enjambre normativo que adecúa la conducta del nacional o
residente a los intereses del Estado, pero que en tiranía esta ficción se
utiliza para castigar al opositor o para vengar la no sumisión a esta
legislación impositiva.
Decía Kenneth Roth, Director Ejecutivo de los Derechos
Humanos en una de sus obras a propósito del Derecho Penal Internacional, que:
“La impunidad se encuentra detrás de muchos de los actos de barbarie de la
historia moderna. Los tiranos cometen atrocidades, incluso genocidio, cuando
piensan que pueden cometerlos impunemente. Los dictadores se valen a menudo de
la violencia y la intimidación para impedir cualquier expectativa de
enjuiciamiento en sus países. Sin embargo, durante más de una década ha ido
apareciendo un sistema de justicia internacional que empieza a romper este
patrón de inmunidad ante los tribunales nacionales”.
Así recordamos los años recientes, cuando con la
aceptación de la Sala Constitucional del TSJ, se permitió la politización de la
FAN y la militarización de los cuerpos policiales, e incluso, la militarización
de la función policial ejercida por unidades de la FAN en control del orden
público, valiéndose de la mala interpretación del uso de la fuerza militar, a
pesar de la restricción que hace de ello la Constitución en su artículo 332; y
más grave aún, la militarización de la justicia en contra del contenido del
artículo 261 también constitucional.
Ante esta perversa conducta gubernamental, solo nos
queda el descargo de nuestra enseñanza jurídica, la cual nos permite en su
ejercicio, vertebrar cada vez más la ciencia y la experiencia, para no dejarnos
confundir los juristas, cuando algunos sucumben a la ignominia de la perversa
práctica de la ley tiránica, creyendo que la esta ficción suplantará siempre la
formación de leyes, dejando de lado su adecuación a la costumbre y al derecho
que surge de la máxima experiencia en la práctica judicial, que no es lo mismo
que las jurisprudencia cambiantes y acomodaticias.
Enrique Prieto Silva
enriqueprietosilva@yahoo.com
@Enriqueprietos
Venezuela
LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ, POLÍTICAMENTE ¿DÓNDE ESTÁ VENEZUELA?
¿Por qué la tragedia económica? Sencillamente, porque
nadie invierte en una nación dónde se socavó el Estado de Derecho, dónde reina
el temor real a las expropiaciones, ranqueada entre las 5 naciones más
inseguras del planeta, con hiperinflación, sin moneda local, con control
cambiario, servicios públicos moribundos, políticamente inestable, entre las
más corruptas del planeta, en desbandada, con un gobierno no reconocido en el
occidente y sus principales figuras solicitados por la justicia estadounidense…
entre otros terribles desincentivos más. Venezuela es la antítesis de las
inversiones, las que hoy se producen son puntuales, realizadas por aliados del
régimen con fines muy específicos.
Allí está el detalle, lo político es la causa de todo
mal, incluso las de origen económico, social, hasta cultural, pues se pretende
desvenezolanizarnos, imponernos el “cuban style of life”. La política es la
clave de este país desnaturalizado, arruinado.
Ahora bien, Venezuela se encuentra en su peor momento
histórico porque evade la realidad, se impone a la fuerza un régimen que
rechaza la inmensa mayoría de los venezolanos, en el que el chavismo también
impone una falsa oposición electorera. A parte, la oposición legítimamente
reconocida se encuentra atada de manos, sin injerencia dentro del país, al
igual que la oposición ciudadana asediada por los organismos represivos
formales e informales… políticamente Venezuela está forzada a su destrucción,
de espalda a lo que realmente amerita.
Los venezolanos afrontamos un reto gigante, de igual
envergadura a la gesta de nuestros próceres, estamos obligados rescatar el
país, nuestra esencia, nuestra historia y ello solo es posible a través de un
liderazgo político real/legítimo, la voluntad de todos los venezolanos y la
intermediación internacional, pues dentro de nuestras fronteras el chavismo (a
la fuerza) es amo de todo, así la diplomacia mundial juega un papel
preponderante… estos son los 3 requisitos necesarios para consumar los
anhelados cambios.
En los actuales momentos continuamos descendiendo
mucho más, a la espera de otro proceso electoral con misma etiqueta que los
perpetrados desde 2017, bajo el auspicio de instituciones públicas psuvizadas y
una falsa oposición que ni siquiera es capaz de representar a ella misma, es
tan rechazada como el chavismo.
En paralelo Maduro intenta oxigenar la economía siendo
presa de sus acciones, es incapaz de generar confianza, la crisis se agrava
porque sencillamente quienes nos metieron en este atolladero no pueden ser los
mismos que nos sacarán… la política y la economía son ciencias que pasan
rencorosas facturas.
LUIS ALFREDO RAPOZO, LA BOTA DEL RÉGIMEN, SOBRE LOS MEDIOS Y LA INFORMACIÓN.
El periodismo de investigación está llamado a darle
seguimiento a todos los detalles, que están detrás del Poder Político. Es una
necesidad del sistema democrático, que permite sacar los trapitos sucios del
gobierno de turno y tratar de mantener a raya a los Poderes, en sus funciones.
“Es muy fácil desviarse, mientras se gobierna y
cometer serias violaciones a los DDHH.”-eso lo decía mi abuela, que vivió
varios años correteándole a la persecución gomecista-.
“Para vivir tranquilo en una tiranía, uno debe
mantener la boca cerrada y cuidar que sus huesos no vayan a parar a un
calabozo”-eso lo decía mi mamá, recordando la resistencia, cuando Pérez
Jiménez-.
I
En pleno Aeropuerto Internacional de Maiquetía, yo
revisaba mi agenda diseñada para una semana, casi precisa en la ciudad de
Bogotá, por allá por el año 2018. Tenía varios asuntos pautados con unos
compañeros venezolanos, que llevaban a cabo una investigación sobre la diáspora
venezolana. Además, personalmente iba en búsqueda de ciertas medicinas, que no
se conseguían en Venezuela. El vuelo debió salir al mediodía para arribar
a Bogotá, en dos horas, pero hubo un
retraso por parte de AVIOR, sin explicación alguna y terminamos, saliendo a las
tres de la mañana. En ese tiempo ocioso, pensé bastante sobre qué hacer en mi
viaje de turismo y una de las cosas que añadí, fue hacer seguimiento cerrado a
la variada prensa bogotana, sus revistas y últimas ediciones de escritores
colombianos, sobre temas de actualidad; también añadí, visitar algunas
librerías de libros usados, que quedan en el centro de la capital, donde
esperaba conseguir textos interesantes de corte histórico y literario.
II
Una temperatura de 5 grados centígrados, nos recibió
en el aeropuerto Internacional “El Dorado”, que me puso a correr hasta ingresar
en el vehículo que me llevaría al Hotel. Pero, solo después de justificar mi
visita, ante varios funcionarios, que trataban de averiguar si yo me iba a
quedar a vivir en esa ciudad. Tuve que mostrar mi boleto de regreso, mi
necesidad de adquirir varias medicinas importantes para enfermedades crónicas y
demostrarles mi desinterés de abandonar mi patria. Cuando llegué al hotel, ya
llevaba debajo del brazo los mejores diarios de Bogotá, varias revistas y me
instalé a ver televisión mientras me dedicaba a leer la opinión y los artículos
tupidos de información sobre los venezolanos en Colombia. Entonces, con el
diario “El Tiempo” comencé a extrañar enormemente nuestro diario “El Nacional”
y las revistas políticas de circulación semanal. ¡Qué envidia!
III
Y es que la revolución bolivariana, le ha puesto la
bota encima a los medios. Con el control de la entrega de papel, creó las
condiciones para que muchos diarios cerraran. Eso no fue fortuito, mientras
regalaba todos los días en la plaza de Caracas, varios pasquines y diarios
financiados por entes gubernamentales, con su forma unilateral, nada objetiva
de pintar el cuadro de noticias. La autocensura apareció en los pocos diarios
que quedaban para tratar de prolongar la vida y asegurar el pan, como Ultimas
Noticias, que fue adquirido por una mano extraña, con fondos extraños también,
la vida de los periodistas cambió hasta el sol de hoy. Si nos ponemos a hojear
ese diario, pues claramente se podrá ver la posición extremadamente pro-
gobierno y la ausencia, por supuesto, de opinadores contrarios al régimen. Algo
parecido se dio en la televisión y la radio. Allí vemos cómo desaparecieron
periodistas y programas claves de denuncia y opinión en todas las televisoras y
hasta salieron del aire. Me refiero fundamentalmente a RCTV y RCR. Una acción
vulgar y rastrera digna de una dictadura, sin dudas. En consecuencia, la
oposición se fue quedando sin ventanas masivas para divulgar sus
planteamientos.
IV
Gracias a las redes sociales, los ciudadanos y
periodistas han conseguido la forma de tratar de llegar a un segmento de la
sociedad y hacer pública las noticias e informaciones que no tienen espacio, en
la red que presenta el Estado y el gobierno. Observe en lo que se ha convertido
el canal ocho, por ejemplo, en una especie de medio divulgativo del PSUV. Eso
no necesita explicación.
V
El daño es inmenso. El gobierno oculta y manipula la
información a través de sus incontrolables cadenas nacionales por un lado, y la
oposición no puede denunciar con fuerza las malas inversiones, los retardos en
las obras, la corrupción a todo nivel, el pillaje vulgar, la burocracia cobra
peaje, los malos servicios y la discontinuidad en los ofrecimientos de las
acciones de gobierno, entre muchas cosas, que una sociedad democrática y normal
requiere. Pero, todos sabemos que en Venezuela no hay democracia y que el
gobierno hace lo que le da la gana, pisando las opiniones y a los ciudadanos,
con carcelazos sin justicia.