miércoles, 9 de marzo de 2016

JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO), HASHTAGVENEZUELA

Quienes me conocen, saben las razones por las cuales no me voy del país. Es más, este ha sido un tema que he planteado en algunos de mis artículos. Pero, el mejor ejemplo de mi apego a Venezuela, me lo dio mi pana Rafael: “Tú sigues siendo fanático de los Tiburones de la Guaira, a pesar de que, desde hace 30 años, no ganan. Sin embargo, tú sigues ahí: fiel a tu equipo. Para ti, todos los años, ¡es el año! Repites Tiburones Pa’ encima, con el orgullo de quien, ¡ahora sí! se sabe ganador. Nadie te convencería de apoyar a los Leones del Caracas. ¿Cierto o no? Lo mismo ocurre con los venezolanos que no queremos emigrar. Nadie nos convencería de que en otro lugar nos va a ir mejor, aun cuando en estos momentos las cosas no estén marchando como deberían”.
La conversación transcurre mientras desayuno con Rafael y su esposa en una trattoria italiana que, quién lo diría, sirven las mejores empanadas criollas que he probado en tiempo. Pero, es que así es nuestra Venezuela: un país noble que supo enamorar a esos emigrantes que huían de la postguerra y que se adueñaron de nuestras costumbres y nuestros sabores, a pesar de que al hablar no puedan esconder su procedencia. Mientras comemos, la esposa de Rafael, quien recientemente había pasado unos días en Miami, contaba cómo su familia -la que vive allá, la que emigró- no entendía por qué ellos seguían aquí, “en esta tierra de nadie, donde ocurren cosas tan horrendas”.
¿Será que los venezolanos que viven afuera conocen una realidad país que nosotros, que lo vivimos y padecemos, desconocemos? Llamó mucho mi atención algo que ella dijera: “Son tan espantosas las cosas que se dicen de Venezuela afuera que, a veces creo que los venezolanos que emigraron desean que el país termine de hundirse para justificar que ellos tomaron la mejor decisión. No critico a quienes lo hicieron; pero, lo único que pido es que tampoco critiquen mi decisión de permanecer aquí. Llegaron al extremo de asegurar que Rafa y yo estamos equivocados y que, cuando queramos emigrar, será demasiado tarde. Nosotros queremos seguir echándole piernas en Venezuela. 
Que hay inseguridad; sí, es cierto, y mucha. Que hay escasez; nadie lo pone en duda. Pero, Venezuela es Venezuela Mingo, y nosotros vamos a seguir apostando a ella porque esta situación, algún día, estoy segura, se va a terminar”.
Más allá del respeto y la tolerancia a las decisiones que toma cada quien, su reflexión me hizo recordar un episodio reciente que viví con mi hija menor, a propósito de ese manejo de información -veraz o no- que tienen nuestros compatriotas en el extranjero. Estábamos a punto de entrar al cine, cuando mi muchacha recibe un mensaje en el celular de un familiar que vive en Estados Unidos preguntándole dónde estaba porque tenía información de que había disturbios por un intento de golpe de Estado. Es verdad que en Caracas -y el resto del país- la situación está muy tensa. Que el descontento crece aceleradamente y que la popularidad del régimen se resquebraja. Pero, les puedo asegurar que, ese viernes, en ese Centro Comercial donde íbamos a ver una película, lo menos que había era una réplica del 4F… ¡gracias a Dios!
Uno el comentario de la esposa de Rafael con el de otra amiga, quien también recientemente visitó a su familia radicada en Florida. Su viaje, me comenta, básicamente era para ver -y no a través de Skype o Facetime- a sus padres y a su hermana, con quienes no se reunía personalmente desde hacía mucho tiempo. Por supuesto, me confiesa, que aprovechó para comprar jabones, desodorante, champú y otras cositas que, en otra época, jamás hubiera ni siquiera pensado meter en la maleta. Me cuenta con tristeza, que el primer lugar que quiso visitar fue el automercado, quizá para recordar que así, con estantes llenos, eran los mercados en Venezuela. Y que, rechazó una invitación de unos paisanos quienes querían llevarla a ver a un comediante venezolano, que vive en Miami, y hace un Stand Up Comedy “divertidísimo” sobre lo que ocurre en Venezuela. “No pude ir Mingo; cómo crees tú que voy a ir a un local, pagar y sentarme a ver a un compatriota haciendo chistes con lo que nosotros vivimos todos los días”.
La verdad, nuestra situación no está para más chistes. Aunque hay buen material para, más adelante, hacer de todo esto una gran parodia. Pero, en este instante, estamos en un momento crucial. Necesitamos echar el resto, proteger lo que nos queda y rescatar lo que se ha ido. Ya no para nosotros, porque la reconstrucción del país tardará años y quizá algunos no la viviremos. Pero, tenemos que pensar en nuestros hijos y en los cientos de jóvenes venezolanos que merecen tener una mejor Venezuela. Un país digno del cual puedan sentirse infinitamente orgullosos. Un país del que no necesiten marcharse porque aquí se les ofrece la seguridad, los empleos y las oportunidades de superarse que buscan. Que nuestros jóvenes salgan, para recorrer mundo, aprender de los contrastes y regresar a esta, su patria, para aplicar lo que vieron y aprendieron en otras naciones. Que nosotros -sus padres, sus abuelos- podamos decir con orgullo que nuestros hijos están triunfando -aquí, en su suelo natal- y haciendo grande a nuestra tierra.
José Domingo Blanco (Mingo)
mingo.blanco@gmail.com
@mingo_1
Caracas - Venezuela

BEATRIZ DE MAJO, CHINA O VENEZUELA: ¿A QUIÉN CREEMOS?

Los chinos responden a una inclinación cultural milenaria a la discreción, o dicho en términos más explícitos, a no dejar traslucir la verdad de las cosas, a nunca evidenciar su trasfondo, a no adelantar informaciones, a escudarse tras lo difuso y a que nunca, pase lo que pase, decir que no. Nada de esto es que sea demasiado criticable, pero lo cierto es que no es una actitud diáfana lo que caracteriza sus posturas.
En el caso de los Revolucionarios venezolanos, su comportamiento esencial es bastante más contundente, erosivo y turbio. Los caracteriza la tramposería, la coba, el gato encerrado, la exageración, el cuenterismo, la falacia encubierta, las medias verdades y se inclinan a que nunca- pase lo que pase- decir que no.
Cuando dos políticos de estas distantes proveniencias se juntan, cualquier cosa que haya ocurrido entre ellos hay que pasarlo un cedazo, meterlo en un cernidor y aun así es imposible distinguir lo bueno de lo malo, ni lo oscuro de lo claro. Por ello, relatar o interpretar desde cualquier tribuna periodística lo que se está manejando entre el gobierno de Beijing y el de Caracas en materia de negocios bilaterales, proyectos binacionales o nuevos endeudamientos es un ejercicio altamente arriesgado. 
Acaba de regresar de China una comisión del más alto nivel de  destacados funcionarios venezolanos que fue a convencer a las autoridades chinas de que, por fin – a 17 años del inicio de la épica revolucionaria-, llegó el momento ideal para que Venezuela emprenda el ambicioso plan de encender los 10 motores industriales y comerciales para convertir a esta nación en un poderosos emporio, para primero proveer a su economía interna de insumos, bienes terminados y alimentos para la población y para que aún les queden remanentes productivos  para convertirse en un país de vocación exportadora.
Mucho más ambicioso que todo ello, los altos jerarcas les explicaron a las instituciones chinas, que Venezuela ahora si se animó a desarrollar tales ciclópeas tareas con los proventos del precio del petróleo- en 24$ por barril- con el aparato industrial venezolano devastado, sin ninguna capacidad de levantamiento de fondos de fuentes externas porque hemos fallado en pagarle hasta el gato. Más admirable aún, acometeremos todo lo anterior con nuestras industrias básicas en situación de coma profundo, sin electricidad, ni agua, con la población hambreada y diezmada, con la mitad de nuestros talentos profesionales prestando sus servicios más allá de las fronteras.
Dada esa disposición china cultural a nunca mostrar sorpresa frente a barbaridad alguna–ni frente al abandono de las obras emprendidas con los dineros chinos en suelo patrio, ni frente a la corrupta y equivocada desviación de recursos facilitados por Beijing, ni frente a la moratoria generalizada de pagos a terceros, ni de cara a la solicitud de nuevas y nuevas extensiones para los compromisos sagradamente respaldados con petróleo-, no solo no se quedaron con la boca abierta ante los desquiciados atrevimientos sino que les dijeron estar dispuestos a embarcarse con dineros frescos en la guerra a puñal que Venezuela librará en adelante contra el capitalismo salvaje, ese mismo capitalismo con el que China cada día teje más solidaridades.
¿A quién creerle esta historia de locos? Comentábamos líneas más atrás acerca de las inclinaciones culturales de unos y otros. Pero de lo que si estamos seguros es que todo lo que les sobra de mentirosos a los tropicales les abunda en sindéresis a los herederos del Imperio del Medio. No en balde estos ostentan hoy la 2ª posición como fortaleza económica mundial y  aquellos…bueno, aquellos ya sabemos.
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo

Miranda - Venezuela

CLAUDIO FERMÍN, LEGALIZACIÓN DE LA TIRANÍA

No se consiguen medicinas. Tampoco se encuentra comida. No hay repuestos para automóviles ni los insumos básicos que requieren los trabajadores del campo para sembrar y criar.
Esa fue la causa principalísima por la cual 7 millones setecientos mil venezolanos protestaron en las elecciones parlamentarias contra políticas gubernamentales que desmantelaron el aparato productivo.
El desabastecimiento y la inflación son consecuencia de haber expropiado fincas productivas, de la persecución a industriales y comerciantes, de la inseguridad jurídica que ahuyenta a inversionistas y empresarios. En fin, de la arbitrariedad del gobierno.
La aspiración y el reclamo de los venezolanos es que la nueva mayoría en la Asamblea Nacional ponga fin a esos abusos.
El gobierno ha puesto en marcha una serie de atropellos para invalidar las acciones de los diputados comprometidos con ese cambio.
Lo primero que hizo fue utilizar a subalternos que hacen de magistrados en el Tribunal Supremo de Justicia para que desconocieran a tres diputados de oposición. Así como así, porque les dio la gana, anularon las elecciones en el estado Amazonas, valiéndose de una artimaña constitucional conforme a la cual las decisiones de la Sala Constitucional son inapelables.
Después, pisoteando el artículo 339 del texto constitucional, sentenciaron la validez del decreto de emergencia económica que Maduro presentó ante el país el 14 de enero aunque había sido improbado por la Asamblea Nacional porque ninguna solución aportaba. Sólo daba más poderes a Maduro.
Para esos magistrados lo único a tomar en cuenta es que el gobierno tenga todo el poder, aunque sea violentando la Constitución.
La última tropelía de esos siete abogados que interpretan la Constitución a su antojo fue anular mediante un parapeto de sentencia la competencia de la Asamblea para controlar al Poder Ejecutivo. Es decir, Maduro podrá actuar por la libre, sin que nadie lo controle. Han legalizado una tiranía.
Y de paso, sentencian que la Asamblea Nacional no puede revisar sus propios actos, aquellos que invistieron de magistrados a quienes no cumplen requisitos establecidos en el artículo 263 de la Constitución: no han ejercido la abogacía, como tampoco la docencia universitaria por un mínimo de quince años.
La piratería a bordo.
Claudio Fermin
claudioefm@gmail.com
@claudioefermin
@claudiocontigo

Caracas, Venezuela

ELINOR MONTES, HOY COMO AYER URGE A LA MAYORÍA CRECIENTE RESCATAR LA DEMOCRACIA.

A 12 Años del 27 de Febrero de 2004

El 27-02-04 la gente determinada a revocar el mandato del difunto, apoyó la iniciativa de la Coordinadora Democrática para entregar una Carta a los presidentes de la Cumbre del G15, a fin de denunciar las maniobras del régimen para retardar el proceso. El CNE en patente violación a la Constitución y a la sentencia Nº 321 del 22-02-2002, de la Sala Constitucional del TSJ, legisló para introducir requisitos que restringieron el derecho a la participación ciudadana; igualmente transformó el Referéndum Revocatorio en un plebiscito, trasgresión que fue avalada por dicha Sala, mediante el abuso de su facultad interpretativa, en la Sentencia 2750 del 21-10-03.

La marcha opositora fue reprimida brutalmente por el régimen, entre el 27-02-04 y el 05-03-04, decenas fueron lesionados de gravedad, cientos fueron encarcelados, principalmente jóvenes, y 15 personas asesinadas a sangre fría. (En grupo11 ¡prohibido olvidar! y http://www.marthacolmenares.com/2009/03/04/a-5-anos-del-asesinato-de-evangelina-carrizo/ verá que como en los asesinatos del 11/A, quedaron impunes los homicidas y se condenó a personas inocentes).

El régimen ratificó que la represión era política de Estado, que no se trataba de un exceso o brutalidad policial, pues los perpetradores no sólo no fueron enjuiciados como ocurre en cualquier democracia, sino que fueron condecorados públicamente por el difunto y felicitados por el Ministro de la Defensa para promover y reforzar esta conducta criminal.

La represión durante este régimen ha sido ejecutada sistemáticamente de una manera sofisticada, comprende no sólo los cuerpos armados oficiales y paramilitares –círculos bolivarianos, colectivos armados, FBL, otros- apoyados por los magistrados, jueces, fiscales, defensores y personas que participan en la persecución de la disidencia o de sectores determinados de la sociedad para infundir temor, también abarca las tácticas descritas recientemente por un ministro del régimen, que divulgó la existencia de una “Guerra de Cuarta Generación, Guerra no Convencional y Estrategia de Estado Fallido”, sólo que se la endilgó a los EEUU contra Venezuela y no como es, del régimen contra la gente; estas tácticas son: “el desabastecimiento,…, ataque a la moneda y economía nacional; inseguridad (hampa común, crimen organizado, narcotráfico, paramilitarismo); corrupción y crisis de valores éticos y morales; operaciones psicológicas (internas y externas) para el debilitamiento de todo tipo; ataques a las empresas estratégicas y a los servicios públicos…como alimentos, agua electricidad, aseo, transporte, gas, servicios para higiene y salud, entre otros; y las acciones conspirativas internas y externas para la desarticulación del Estado” (suprimí lo que no corresponde), agrego: Los controles, la inflación y la destrucción de la iniciativa privada, entre otros.

En este contexto de guerra, en el que el TSJ y el CNE han sido instrumentos para la represión y mantenimiento del poder, para rescatar la democracia proponen: Una enmienda para recortar el período presidencial, que el TSJ se encargará de neutralizar, o, la activación de un Referéndum Revocatorio Presidencial que el CNE puede prolongar a fin de que quede el Vicepresidente en el poder.

En la estrategia “constitucional, pacífica y electoral” adoptada, pareciera más conveniente convocar una Asamblea Nacional Constituyente, porque es imposible restablecer la democracia, que es el objetivo, sin desmontar el Estado Totalitario construido durante 17 años bajo el amparo de la Constitución del 1999.

Elinor Montes
elmon35@gmail.com
@Elinormontes
Miranda - Venezuela

RAÚL SANZ MACHADO, EL SEÑOR DON PACO VERA

Cada 12 de marzo, cuando los amigos del Dr. Francisco Vera Izquierdo solíamos llamarlo para la felicitación cumpleañera, nos sorprendía un simpático mensaje telefónico,  grabado que decía: “El Señor Don Paco Vera / no cabe en sí de alegría / pues la patria lisonjera / ha consagrado su día / como el día de la bandera…” Paco se resistía a celebrar cumpleaños, porque bien decía que “aquel que cumple años termina en la tumba fría” y aunque no le temía a la muerte, le resultaba ciertamente desagradable. Paco prefería celebrar el aniversario de su venida al mundo, en Caracas, el 12 de marzo de 1919, descendiente de la familia  Izquierdo y sobrino del eminente medico José “Pepe” Izquierdo.

En la vida de Paco Vera se da el caso de dos personalidades curiosamente contrastantes: su formación profesional como abogado y doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales con un máster en antropología en la Universidad de Columbia, N.Y., donde se desempeñó como catedrático de literatura hispanoamericana y latín medioeval y lo que fue la pasión de su vida, como experto folklorista venezolano, consumado cultor de la música criolla, aficionado al cuatro y consumado trotamundos, dentro y fuera de Venezuela.  Fue el único venezolano de su tiempo, en recorrer y conocer hasta el último rincón de la geografía venezolana y de su gente. Pasión, en fin, hecha sangre.  Paco fue también escritor de buena pluma, columnista decano de El Nacional, y agudo humorista de fino y ocurrente ingenio.
La vida de Paco Vera, o mejor dicho, su “juventud acumulada”  de 93 años, fue motivo para una cordial entrevista con la periodista Milagros Socorro, poco antes de su partida eterna, quien le preguntó:  ¿A qué atribuye su longevidad…?  “A no haberme muerto” fue su certera respuesta.  En la década de los años ´60, no obstante su condición de independiente convicto y confeso, se incorporó al movimiento electoral de Arturo Uslar Pietri a la Presidencia de la República y resultó electo concejal de la Municipalidad de Caracas e integrante de la fracción mayoritaria uslarista, en la cual compartimos responsabilidades edilicias, siendo designado Presidente de la Comisión de Legislación.  En las sesiones de cámara, poco dado a la tediosa oratoria, Paco conservaba un discreto silencio, llenando crucigramas, con los anteojos en la punta de la nariz, pero atento al debate edilicio. En cierta ocasión, la concejal opositora , Aura de Carpio, planteó un fogoso debate para denunciar la vergonzosa situación de la prostitución y la abundancia de casas de cita en San Juan y otros lugares céntricos de la ciudad. Como la insistente denuncia se prolongaba  en solicitud de medidas para el adecentamiento de la ciudad  y las buenas costumbres,  llegó un momento, en el que Paco Vera, se quitó los lentes y en plan de admonición se levantó y dijo: “Colegas concejales permítanme recomendarles que no se metan con las putas, déjenlas tranquilas.  Recuerden que la politica pasa y las amistades quedan…” Ante el explicable estupor, se interrumpió el debate.
En otra ocasión Paco y yo nos encontramos en los alrededores del Palacio Municipal. Ajeno a líneas políticas y molesto por alguna medida adoptada por el partido uslarista Frente Nacional Democrático me comunicó en mi condición de jefe de la fracción municipal, su decisión de separarse de la fracción:  “Dile al Dr. Uslar Pietri, -expresó-  que he decidido separarme de la fracción y recuperar mi condición de independiente…”  Extrañado le respondí:  ¿Pero porqué Paco?. Porque prefiero -dijo- acogerme a la línea triple “A”: autonomía, ausentismo y arrechera…!
Para su incesante trajinar por tierras propias y extrañas, Paco Vera, tuvo la suerte de hallar, de improviso a su alma gemela, la admirable Beatriz Baumeister. Una noche en un sarao bailable, le preguntó al oído: ¿Por qué no nos casamos..? La respuesta fue: ¿Por  qué no..?  Al dia siguiente iniciaron el cumplimiento de los formalismos y sin mucho ruido se consagró aquella pareja bohemia de compañeros decididos a hacer de la buena vida, su objetivo de vida, con las maletas siempre a la mano y una caja de buen vino. Para ellos, viajar era como pasear sueños, o en palabras de Lope de Vega:  “viviendo todo falta, muriendo todo sobra..”
Un 13 de abril de hace ahora 5 años, el Señor Don Paco Vera, emprendió el último viaje. Sin retorno. A la espera de su inseparable Beatriz.
Raul Sanz Machado
rsanzmachado@gmail.com
@rsanzmachado
Miranda - Venezuela

VICTOR RODRIGUEZ CEDEÑO, LA AMNISTÍA Y LAS MENTIRAS DE UN RÉGIMEN EN DESCOMPOSICIÓN

El régimen de Maduro y la dirigencia chavista recurren a falsos argumentos para justificar su rechazo al Proyecto de Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional presentado por los diputados de la democracia y aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional.

Los parlamentarios pesuvistas y los animadores tarifados de los canales del Estado tratan de confundir a la opinión pública sobre el significado y el alcance de los términos básicos relacionados con el tema: impunidad, crímenes  internacionales y violación de los derechos humanos, responsabilidad internacional del Estado y penal del individuo y la justicia transicional que supone a lo que tanto temen, la reconciliación nacional.

Los chavistas afirman que la Ley favorece la impunidad. Nada más falso y perverso. La Ley de Amnistía no busca perdonar o exonerar la responsabilidad penal por los delitos de derechos humanos y de los crímenes internacionales que han cometido los esbirros del régimen, lo que violaría el Derecho Internacional. Por el contrario, se trata de hacer justicia y de favorecer a los centenares de víctimas de los abusos y atropellos del régimen durante todos estos años que siendo presos políticos, como Leopoldo López, Ledezma, Ceballos y tantos otros, es decir, presos por razones puramente políticas, han sido procesados injustamente y castigados sin fundamento jurídico alguno. Distintamente, sería contrario a la lucha contra la impunidad, buscar, a través de una Ley de Amnistía, la exoneración de la responsabilidad penal de los autores de los crímenes (asesinatos, torturas y tratos inhumanos y degradantes, abusos sexuales, entre otros) cometidos desde 1999 por funcionarios del Estado,  miembros de los cuerpos de seguridad, de las policías y de las Fuerzas Armadas e incluso de los grupos paramilitares organizados, financiados, entrenados y protegidos por el mismo régimen.

Por el contrario, todos esos delitos y crímenes serán investigados y sus autores procesados y castigados por los tribunales nacionales, si están dispuestos hacerlo en su oportunidad o por los tribunales penales internacionales, por la vía de la complementariedad, para justamente combatir la impunidad, la que con la mayor hipocresía dicen ahora querer erradicar.

La lucha contra la impunidad es una obligación del Estado según el Derecho Internacional consuetudinario, recogido en el Estatuto de Roma de 1998. Si no se puede o no se quiere juzgar a los autores de violaciones derechos humanos o de crímenes internacionales, se activará la jurisdicción de otro Estado o la internacional, un tribunal como la Corte Penal Internacional, lo cual se traduce en un principio fundamental del Derecho Internacional Penal: aut dedere aut iudicare, es decir, o lo juzgas o lo entregas.

Tratan además los irresponsables y manipuladores del régimen vincular la protesta pacífica, por lo demás un derecho legítimo de todos, con la violación de los derechos humanos, los crímenes de lesa humanidad y los crímenes de guerra , para justificar eventuales acciones de  inconstitucionalidad de la Ley que aprobará la Asamblea en su oportunidad. Nada más absurdo y canalla. Los delitos de violación de los derechos humanos sólo pueden ser cometidos por los funcionarios o personas que actúen en nombre del Estado;  los crímenes de guerra, por su parte, solamente se pueden cometer en un conflicto armado y los de lesa humanidad, con elementos contextuales muy precisos, se refieren en particular a políticas sistemáticas y generalizadas del Estado, en contra de una parte de la población. Mucho menos podríamos hablar de terrorismo o de otros crímenes o delitos en base a los cuales se han detenido y procesado injustamente a cientos de venezolanos, presos unos en las cárceles y tumbas del régimen, otros en sus casas, muchos en el exilio, todos sometidos a tratos inhumanos y degradantes, por razones simple y puramente políticas.

Mientras los diputados de la democracia anuncian consultas a la sociedad civil y a especialistas para dar forma y el mejor contenido al Proyecto de instrumento que finalmente se habrá de aprobar, el oficialismo lo rechaza, en claro reflejo de los deseos del régimen de Maduro de confrontar en grado extremo a la gran mayoría de los venezolanos que apuesta a la reconciliación y a la libertad para superar la enorme crisis a la que nos ha llevado el grupito de irresponsables y fariseos que ayer celebraba, en el vergonzoso templo sin santo, junto a unos pocos gobernantes de la región que aún profesan la religión del difunto golpista y en ausencia de uno de los promotores del desastre regional, Lula da Silva.

Victor Rodriguez Cedeño
vitoco98@hotmail.com
@vitoco98
internacionalista
Caracas - Venezuela

ALBERTO MEDINA MÉNDEZ, LA INSEGURIDAD. ESA PRIORIDAD POSTERGADA, DESDE ARGENTINA

No existe encuesta de opinión en la que este tema no ocupe el podio. En la inmensa mayoría de ellas, la inseguridad lidera el ranking de las preocupaciones cívicas. Sin embargo su abordaje siempre queda pospuesto.

Probablemente esto tenga que ver con la percepción que tiene  la política acerca de la escasa chance de lograr triunfos en el corto plazo y su natural inclinación hacia aquellos tópicos en los que puede torcer el rumbo con celeridad siempre dentro del mandato del poderoso de turno.

Temáticas como la educación, la seguridad y otras tantas similares, que ameritan enormes esfuerzos y cuyos resultados positivos no se consiguen con rapidez, por exitosas que sean las decisiones tomadas, no entusiasman a la clase dirigente. Prefieren ocuparse de aquello que genera impactos más inmediatos como la economía o el reconocimiento de nuevos derechos.

Nadie desconoce el complejo entramado del problema de la inseguridad. Tiene múltiples aristas, sus causas no son fáciles de enfrentar y las soluciones de fondo demandan de tiempo y paciencia. Pero justamente por eso hay que arrancar ahora, porque modificar esta inercia llevará décadas. El solo hecho de detener la escalada justifica invertirle ingenio y dedicación.

No es que no se haga algo al respecto. Brotan, con alguna frecuencia, propuestas interesantes, debates apasionados y hasta medidas concretas, pero siempre son aisladas, divorciadas del conjunto, por lo que se torna difícil ser optimistas con la eficacia de ese tipo de determinaciones.

Cierta tendencia a la simplificación termina enfocándose en un solo factor, por eso muchos afirman que detrás de esta calamidad está la droga, sin comprender que es uno de los tantos emergentes, pero no el único. Indudablemente es un dato de la realidad, un síntoma entre otros, pero lejos está de explicar el contexto contemporáneo de una sociedad en la que el robo, la violencia, el odio, la intolerancia, el resentimiento, el desprecio por el otro y hasta el homicidio, ya son moneda corriente.

No menos alarmante es dimensionar la dificultad para encontrar especialistas en la materia. Claro que existen profesionales que saben y mucho, pero siempre sobre un aspecto puntual de la problemática, sin esa mirada universal que se precisa para una aproximación seria y responsable.

La situación de las cárceles como institución para recuperar ciudadanos y no como herramienta para disciplinar individuos, la diversidad de leyes vigentes muchas de ellas contradictorias, la infinita variedad de estimulantes disponibles, la debilidad de la educación como instrumento para proveer conocimientos, el deterioro de la institución familiar como formadora del carácter, la siempre insuficiente capacitación y jerarquización del personal de seguridad, la imprescindible incorporación de tecnología al servicio de la comunidad, la puja entre los derechos individuales y la presunción de culpabilidad, el funcionamiento del desprestigiado sistema judicial, la pobreza enquistada que tampoco ayuda son solo una parte de una larga lista de asuntos que deben asumirse de una vez por todas.

El problema es que esa descripción no es nueva y lleva décadas exactamente en ese mismo lugar. Pese a ello, muchas de esas transformaciones ni siquiera se han planteado. En esto siempre es tarde porque en este juego de postergaciones eternas no solo se pierden bienes sino también vidas. El aplazamiento infinito, este perverso esquema en el que la inseguridad nunca se encara, es despiadadamente cruel.

Es tan grave lo que ocurre que se ha empezado a naturalizar lo inadmisible. Se vive encerrado tras las rejas del hogar, con puertas que se aseguran, no solo bajo llave, sino con nuevas técnicas que garanticen su inviolabilidad. Salir a la calle implica asumir grandes riesgos personales, prepararse para saber por dónde caminar, en que horarios y bajo qué circunstancias. Ocultar relojes, pulseras o cadenas y evitar la manipulación de dispositivos tecnológicos para no tentar a los delincuentes ya es parte de la rutina.

Definitivamente esa no es la vida a la que aspira un ciudadano medio que espera que su gobierno, al menos proteja su derecho a la vida, a su libertad y a su propiedad. Si bien esas deben ser las funciones fundamentales, la política sigue jugando a discutir si el Estado debe ser empresario, constructor, inversor o prestador de servicios no esenciales.

A no engañarse. Nada de esto sucede por casualidad. Tal vez la sociedad se ha acostumbrado a vivir atemorizada, limitando su accionar cotidiano porque le importa más resguardar su poder adquisitivo que la vida misma.

Es hora de que este asunto se ponga en el centro de la escena. No se puede delegar semejante responsabilidad en manos de un funcionario o un área que solo se dedique a los casos de mayor espectacularidad. La situación merece otra actitud. Para eso la clase política, las distintas jurisdicciones y sobre todo, la sociedad civil deben involucrarse y comprometerse.

El tema preocupa y mucho, sobre todo porque ni siquiera se dispone de un diagnóstico contundente. Los ciudadanos deben reclamar con mucha fuerza, porque la política es hipersensible a las demandas de la sociedad, siempre que esta sea capaz de sostener su intensidad y no caiga en la dinámica espasmódica tan habitual en estos tiempos. Lo hecho hasta acá es poco y a las luces de lo que acontece a diario, evidentemente insuficiente. Lamentablemente la inseguridad sigue siendo esa prioridad postergada.

Alberto Medina Méndez
albertomedinamendez@gmail.com
@amedinamendez

Argentina

ENRIQUE KRAUZE, VENEZUELA: EL SILENCIO CÓMPLICE, DESDE MEXICO

Si la gravísima crisis económica, social, política y moral que hoy vive Venezuela estuviese ocurriendo en cualquier otro país latinoamericano (que no fuera Cuba, que la vive desde hace décadas), ¿sería distinta la reacción continental? Respuesta inmediata: por supuesto que sería distinta. Habría manifestaciones en las calles, protestas ante las embajadas, cartas abiertas de intelectuales, ríos de tinta en los periódicos, seminarios académicos, declaraciones condenatorias en la OEA y un tsunami de repudio en las redes sociales. ¿Por qué no hay una respuesta vagamente similar en el caso venezolano?

Ante todo, por el cinismo pragmático de los Gobiernos de la región que, hasta hace poco, se limitaban a expresar su “honda preocupación”. En fechas recientes algunos Parlamentos y Gobiernos (entre ellos el mexicano) han dado muestras de solidaridad con la Venezuela mayoritaria que busca la libertad, pero son todavía actos aislados.
Tampoco contribuye la naturalidad con que Estados Unidos trata al régimen dictatorial cubano. El restablecimiento de relaciones ha sido un acto de sensatez y realismo que dará frutos a largo plazo, pero pudo haberse acompañado de un señalamiento más claro sobre el terrible estado de las libertades y los derechos humanos en Cuba y, de manera tangencial, en Venezuela. Al no haber ese deslinde, las timoratas democracias latinoamericanas se sienten aliviadas.

Pero hay un motivo adicional. La protesta en torno a Venezuela es débil porque contra ella opera un antiguo chantaje ideológico: denunciar lo que hace un régimen “de izquierda” es, supuestamente, un acto “de derecha”. Por eso la mayoría guarda silencio. Los demócratas latinoamericanos hemos vivido sujetos a ese chantaje desde la célebre declaración de Fidel Castro en 1969: “Con la Revolución todo, contra la Revolución nada”. Al menos tres generaciones de intelectuales han obedecido la consigna. Todo lo que era favorable a la Revolución y sus avatares (desde el guevarismo hasta el chavismo) pertenecía al territorio puro de “la izquierda”, corriente que representa al “pueblo”. Todo lo que se oponía a la Revolución (incluida la democracia, enemiga absoluta del militarismo) pertenecía al territorio turbio de “la derecha” que encarna al “no pueblo”.

El chantaje ha funcionado. Disentir de esa corriente, aún hegemónica en América Latina, cuesta. Hubo excepciones que confirman la regla. Todavía en los años setenta, un liberal puro, como el gran historiador mexicano Daniel Cosío Villegas, podía criticar a las dictaduras militares del cono sur, lo mismo que al régimen de Castro y aun al de Salvador Allende, sin ser considerado “de derecha”. Pero Cosío Villegas murió en 1976, justo cuando el militarismo genocida comenzó a entronizarse en varios países latinoamericanos para reprimir la nueva ola revolucionaria que estalló en la región. Entre esos dos extremos violentos —losgorilas y las guerrillas— las voces democráticas y liberales quedaron confinadas a los márgenes. En los años ochenta, con el triunfo del sandinismo y el ascenso de las insurgencias en Centroamérica, pasaron a formar parte de “la derecha”.

A pesar de todo, esas voces fueron ganando las conciencias. La crisis de los socialismos reales, la caída del muro de Berlín, la desaparición de la URSS y la conversión de China al capitalismo de Estado anunciaron la posibilidad de un cambio. La región pasó del militarismo a la democracia. En México, por ejemplo, intelectuales prominentes que defendieron por décadas al régimen de Fidel Castro se atrevieron poco a poco a criticarlo. Pero con el advenimiento de Hugo Chávez y su “Revolución Bolivariana” el maniqueísmo tomó nuevos bríos, ya no con el fundamento de una ideología marxista sino de un liderazgo populista: “con el líder todo, contra el líder nada”. Y el chantaje subsiste. Véase por ejemplo la reacción condenatoria de varios órganos periodísticos de la región tras el triunfo delderechista Macri en Argentina.

Mientras las corrientes populistas (ahora volcadas al culto de los redentores políticos) no ejerzan la autocrítica, no hay diálogo posible porque no creen en el diálogo. Su recurso al chantaje persistirá porque es su arma específica: no el debate civilizado, fundamentado y tolerante sino el terrorismo verbal, la santa inquisición en 140 caracteres. Es mejor confrontarlos con su mala fe. En España, me atrevo a pensar, la cuestión es de una seriedad mayúscula, porque atañe al proyecto histórico de Podemos.

Para ello volvamos al caso venezolano. Los hechos son evidentes. Contra la voluntad mayoritaria de la población, expresada en las urnas el pasado 6 de diciembre, el Gobierno de Maduro ha buscado nulificar a la Asamblea Legislativa. Para ello ha manipulado al poder judicial (nombrado por él después de las elecciones) contra los representantes. El líder Leopoldo López y muchas otras figuras de la oposición sufren un encarcelamiento absolutamente arbitrario. (Amnistía Internacional ha admitido que López es un preso de conciencia). En Venezuela los medios están cercados: mientras la verdad oficial es omnipresente, casi no existe la televisión independiente, y la prensa y los comunicadores críticos sufren un acoso sistemático.

Ante ese cuadro, la pregunta a los populistas de las dos orillas del Atlántico es directa y sencilla: si un régimen —como ahora el venezolano— ahoga las libertades e impide a la representación mayoritaria acotar el poder de quien consideran un mal gobernante (y aún revocarlo legalmente, si la provisión —como es el caso— existe en la Constitución), ese régimen ¿puede considerarse una democracia? Si no puede considerarse como tal, denúncielo. Si puede considerarse como tal, demuéstrelo. Por supuesto que no denunciarán nada ni demostrarán nada. Su silencio cómplice (y su labor de silenciamiento) ante el tácito golpe de Estado en Venezuela comprueba su propio proyecto: usar a la democracia para acabar con la democracia.

Venezuela vive hundida en el desabasto, la inflación y la zozobra. El país atraviesa una crisis humanitaria sin precedentes. El Gobierno colapsará y, cuando eso pase, terminará por salir a la luz la podredumbre y la dilapidación del régimen chavista. Esa toma de conciencia por parte de quienes han creído en él será muy dolorosa. En ese momento, quienes han ejercido o inducido el silencio cómplice quedarán en evidencia. Pero será demasiado tarde para la autocrítica. Nadie creerá en su autoproclamada superioridad moral. Y nadie estará dispuesto a pagar, ni un minuto más, el chantaje.

Enrique Krauze
cartas@letraslibres.com
@EnriqueKrauze
Mexico

MALÚ KIKUCHI, DE ESTO NO SE HABLA, DESDE ARGENTINA

El gobierno de Cambiemos, recién asumido, intenta desbaratar el desastre económico y el pantano de corrupción que les dejó el gobierno anterior. Una pesada herencia, que el actual gobierno quiso recibir. Avanzan a prueba y error, errores que corrigen, si se los hacen ver.

Los frentes abiertos son muchos, pero hay hechos que debe esclarecer ya, para que dejen de ser un error. Cristina Fernández aprobó un contrato entre YPF y Chevron  (compañía petrolera estadounidense, de pésima fama ambiental después del desastre que dejó en Ecuador), el 16/7/2013. Contrato que se desconoce al día de hoy.
YPF le otorgó a Chevron una concesión sobre una determinada zona en Vaca Muerta, Loma de la Lata, provincia de Neuquén. El contrato contiene cláusulas secretas, que sólo se pueden admitir en casos de riesgos para la soberanía o la seguridad nacionales. No es el caso. Chevron se compromete a invertir US$3.000 millones a lo largo de 35 años y entrar con US$1.240 millones. ¿Los invirtió? No sabe / no contesta.
El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, admite no haber leído el contrato y los legisladores de Neuquén que lo aprobaron, tampoco lo leyeron. Poco serio. Porque no importa el gringo que nos compra, es más importante el criollo que nos vende. El caso llega a la Corte Suprema y ésta ordena el 1/9/2015 entregar el contrato a la Justicia.
YPF cumple la orden el 23/2/2016 y entrega el contrato en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Federal N° 7 ante la Dra. Carrió de Lorenzo. 25 carillas de las cuales 3 están tachadas. La excusa: es por el posible “daño al secreto industrial”. ¿? Miguel Galuccio, CEO de YPF dice que la empresa es una Sociedad Anónima privada. Es cierto y que eso lo exime de explicar.
Lo que parece olvidar Galuccio es que el 51% de las acciones son del Estado. Cuando YPF es re estatizada, en parte, mediante la ley enviada por el ejecutivo y aprobada por el congreso, N° 26.741, del 4/5/2012, así lo establece. Más que estatización es una federalización.
La ley establece que el 49% de las acciones será de las provincias petroleras, Jujuy, Salta, Formosa, Mendoza, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, “en proporción a sus niveles de producción, a sus reservas y deberán votar todas juntas”, una suerte de sindicación.
Insistimos, el 51% de las acciones de YPF pertenecen a los argentinos. Es incomprensible que el senador nacional por el PS, Rubén Giustiniani, pida el contrato en el juzgado y se lo nieguen. El 51% es de los argentinos, tenemos el derecho de conocer el contrato, debemos conocerlo.
Más lo ocultan, más nos permiten pensar que hubo algo turbio entre YPF, Chevron y el ex gobierno K. Para aventar sospechas deberían hacerlo público, ya que de no hacerlo, podríamos sospechar de algún funcionario actual que pertenezca al área. ¿Quiénes, fuera de los K, tienen interés en que no se conozcan las cláusulas secretas?
El New York Times en su sección Energy & Environment, aclara algunas cláusulas secretas, no todas.  Por ejemplo: 1) en caso de litigio se dirime en Francia, ante la Cámara de Comercio Internacional, CCI. 2) La ley de aplicación es la de New York (¿otra vez Griesa?). 3) Si Chevron decidiera irse, no sería penalizada de ninguna manera y seguiría cobrando regalías de los pozos que hubiera puesto en marcha. 4) YPF debió depositar en un banco de EEUU, como garantía, la suma de US$ 100 millones.
Y hay más, que no sabemos. ¿Por qué no lo conocemos? Con el gobierno K se explica, con el de Cambiemos, no. Pero aparentemente de esto no se habla, de esto no se sabe ni se conoce.  Los secretos que hacen a nuestro patrimonio son inadmisibles. Esperemos que el gobierno de Cambiemos nos permita conocer todo aquello a lo que tenemos derecho. 
Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@soymalukikuchi

Argentina

CARLOS JAVIER BASTARDO HAHM, AMARILLO ES LO QUE LUCE, DESDE ECUADOR

Carlos Javier Bastardo Hahm carbaha@gmail.com @carbaha Ecuador La crónica de la semana,,, con la participación de José Luis Cunha quien la introduce con un hermoso poema de Aquiles Nazoa... espero que la disfruten y compartan...

ROMÁN J. DUQUE CORREDOR, SANTA TERESA DE JESÚS Y SOR JUANA INES DE LA CRUZ; EMPODERADAS Y EMPODERADORAS

El 8 de marzo de 2016 se celebra el Día Internacional de la Mujer, que este año  la  ONU promueve  bajo  el lema “Por un Planeta 50-50: demos el paso para lograr la igualdad de género” y  fija el 2030  para conseguir esta meta. Lo cierto es que pesar que toda persona es igual ante la ley, las mujeres no tienen la misma igualdad de oportunidades.  Es decir, más que discriminación es la  paridad de opciones.   Que para las mujeres se les hace más difícil. Me decía alguien que será porque no quieren, no porque no pueden.  Me atreví responder, no, es porque no se sabe que pueden y cómo pueden.  El tema, creo, pues, es de hacerlo saber no solo a las mujeres sino también a los varones.  Es decir, a la sociedad.  Con aquello de lo débil se ha estereotipado a la madre, esposa e hija, como la única opción de la mujer. Cuando, por el contrario, la mujer es más fuerte potencialmente, porque además de saber del hogar es capaz de dirigir países. Tiene la virtud de liderar más allá del  hogar.  Los varones, lo general, es que no seamos líderes hogareños. Son estereotipos culturales: la mujer para el hogar y el hombre fuera del hogar. De allí se crea la distinción entre lo  femenino y lo masculino, haciéndolos contrarios y contradictorios.

Estas reflexiones, próximas al 8 de marzo, me hicieron repasar lecturas que más que ilustrativas  me hicieron  recapacitar.  Volví a releer biografías  de mujeres cuya vida y obra me han hecho admirar más a la mujer. Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia, y Sor Juana Inés de La Cruz,  sabia y poetisa.  Ambas  que se supieron emprendedoras y se empoderaron.  Que mejor ejemplo  vivencial, de estas féminas,  de  la igualdad entre los géneros y de empoderamiento de la mujer,   que hoy es uno de los  17 objetivos  de desarrollo sostenible de la agenda de la ONU para trasformar nuestro mundo.
 Santa Teresa de Jesús,  de quien se dijo que “pese a ser mujer y monja, se movía por el mundo con la autoridad de un hombre”,  y que llegó a sentar cátedra no solo de misticismo y de doctrina, alcanzó a ser la primera mujer reconocida como “Doctora de la Iglesia",  que es un título que otorga el Papa o un concilio ecuménico a los santos en razón de su erudición, como reconocimiento de ser un eminente  maestro de la fe para los fieles de todos los tiempos. Y que junto, con San Juan de La Cruz,  se le considera como la cumbre de la mística experimental cristiana.  Santa Teresa de Jesús no  dejó de ser hija y hermana consecuente y solidaria con su familia para ser  líder religioso y literario.   Y  que reyes,  nobles y jerarcas eclesiásticos respetaban y quienes no se negaban a recibirla y a consultarla.  Santa Teresa de Jesús, o Teresa de Ávila,  según la escritora Cathleen Medwick,  es “un ícono feminista”,  no solo porque llegó a ser el eslabón perdido entre la sexualidad y espiritualidad femeninas, sino también por su capacidad para funcionar dentro de una sociedad dominada por los hombres.
  Sor Juana Inés de la Cruz, en  quien Amado Nervo veía a todas las mujeres de su país y de su raza,  religiosa de la Orden de San Jerónimo,   se le considera una de las máximas exponentes  del  Siglo de Oro de la literatura en español   y que  por la importancia de su obra,  se le  califica de «el Fénix de América», «la Décima Musa» o «la Décima Musa mexicana». Se iguala su obra religiosa y profana, en la literatura española,  a la de Góngora, Calderón y Quevedo.  Su ensayo “Respuesta a Sor Filotea”, fue  una exigencia, para la época,  por  el derecho a la educación de la mujer,  a su derecho al saber, al conocimiento, a la natural inclinación por el saber que le otorgó Dios.   Y su escrito  “Hombres Necios”,   un reclamo  a la hipocresía moral de los hombres con respecto a las mujeres.  A  ambas obras   se les  considera verdadera literatura de liberación femenina.  Sor Juana,  abogó por la igualdad de los sexos y por el derecho de la mujer a adquirir conocimientos, por lo que se le considera  pionera en la literatura española del movimiento moderno de liberación femenina. Además,  usó  la voz neutra en su poesía.   En su obra lírica,  “Primer Sueño”,  se refiere a lo que llama “fluidos corporales femeninos”  como la  menstruación y la lactancia, para destacar el  papel de la mujer en el ciclo de la vida,  creando una simbiosis entre ambos fluidos que  identificaba con  un  proceso de un don divino.  Por su orientación y la intención de sus obras,  se considera que  en el campo literario Sor Juana Inés de la Cruz  promovía que la mujer reinara por encima de todas las cosas, en  su realidad social y en su momento histórico.

  Se  ha proclamado en la IV Conferencia de Acción  de Beijing que el empoderamiento de las mujeres  es necesario para  lograr la igualdad,  entendido  no como  dominación, sino como  la capacidad  de la mujer de aumentar su autoconfianza para participar e influir individual y colectivamente  en la sociedad y sus cambios y para que logre tomar decisiones como sujetos de derecho no sometidas a los controles culturales,  en los diferentes campos sociales.  En ese orden de ideas,  Santa Teresa de Jesús y Sor Juana Inés de La Cruz,  son ejemplos  de  mujeres empoderadas individualmente y socialmente.  Bien vale rememorarlas en el Día Internacional de la Mujer.

Roman Duque Corredor
duquedeprado@gmail.com
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Miranda – Venezuela

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Miranda - Venezuela

ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN, EL FASCISMO ETERNO

Tradicionalmente, se nos ha tratado de convencer de que el fascismo es exclusivo de la derecha. De hecho, uno de los insultos preferidos de los que se autoproclaman revolucionario y de izquierda, para descalificar y ofender a sus adversarios, es precisamente el de  “fascistas”. 

Por ello llenaron de grafitis las paredes del Capitolio llamando fascistas a los diputados de la oposición.  Por otra parte, varios políticos e intelectuales venezolanos que siempre han militado  en las banderas de la izquierda e incluso  fueron perseguidos por ello,  nos vienen advirtiendo  que los últimos  gobiernos, tanto el de Chávez como el de Maduro,  tienen muy poco de revolucionarios y no dudan en tildarlos de fascistas. 

Por ello, y como un aporte al debate necesario para comprender nuestra realidad política, voy a resumirles un excelente artículo del filósofo y escritor, recientemente fallecido,  Humberto Eco que se titula  “El fascismo eterno”, que aparece en su libro “Cinco escritos morales”. En dicho  artículo,  Eco nos advierte que el fascismo no es cosa del pasado, sino que aparece a cada rato en formas muy inocentes pues  está todos los días junto a nosotros, y en consecuencia “nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo”.

El fascismo es una ideología política fundamentada en un proyecto de unidad monolítica. Por ello, exalta la idea de nación frente al individuo, suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único, asfixia los poderes locales en beneficio del centralismo, y propone como ideal la superación de todos los vicios del pasado para construir  una utópica sociedad perfecta. Para ello, el fascismo inculca y exige la obediencia de las masas o del pueblo  (idealizado como protagonista), y usa y abusa de los medios de comunicación, que se convierten en medios de propaganda para aupar y elevar la figura del caudillo.

El fascismo se caracteriza por su método de análisis o estrategia de difusión de juzgar sistemáticamente  a la gente no por su responsabilidad personal sino por su pertenencia al partido y su fidelidad absoluta al jefe. Aprovecha demagógicamente los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión, las amenazas y la propaganda, y los desplaza contra un enemigo común, real o imaginario, interior o exterior, que si no existe habrá que inventarlo y que se transforma en el chivo expiatorio frente al que volcar  toda la agresividad de manera irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. La desinformación, la manipulación y utilización  del sistema educativo, la apropiación de los medios de comunicación hasta lograr que todos informen lo mismo y no sea posible filtrar noticias que no le convienen al gobierno, desvirtúan la voluntad general  y se convierten en mecanismos para  la legitimación del caudillo. El fascismo es expansionista y militarista. Es ante todo, un nacionalismo exacerbado que identifica tierra, pueblo y estado con el partido y con el líder.

Teniendo siempre como fuente el mencionado artículo de Humberto Eco, vamos a señalar algunas otras características del fascismo, y que cada lector saque sus conclusiones:

a)  El fascismo cultiva un gran culto a la tradición, a los héroes  y padres fundadores y trata de presentarse como continuación de su epopeya  inconclusa que, ahora sí, alcanzará su culminación gloriosa.
b) El fascismo rechaza el pensamiento crítico, y considera el desacuerdo como traición. Le tiene terror a la diversidad y las diferencias y por ello trata de unificar el pensamiento, las costumbres y hasta la forma de vestir y de hablar. 
c) El fascismo hace un llamado a las masas frustradas y marginadas pues busca presentarse como un movimiento de redención y liberación. Por ello, apela con fuerza al sentimiento y a la promesa. 
d) El fascismo cultiva el nacionalismo y la xenofobia y  necesita vivir en un ambiente y clima de guerra permanente, por lo que resulta frontalmente antipacifista.
e) El  fascismo cultiva el  culto a la muerte y abusa del lenguaje épico.
f) El fascismo promueve y alimenta el populismo y busca concentrar en la figura del Jefe todos los poderes. Por eso, necesita instituciones sumisas pues no permite la diversidad ni la divergencia.  

Antonio Pérez Esclarín
pesclarin@gmail.com
@pesclarin    

Zulia - Venezuela      

RAFAEL GARCÍA MARVEZ, “DIOS TE BENDIGA”

Las interpretaciones en general son variadas y por supuesto, libres. Un “Dios te Bendiga” una expresión cristiana puede ser pecado para algunos. Para otros el saludo más legítimo de amor paterno filial, para unos cuantos causantes de denuncias ante la Fiscalía como si fuera una amenaza de muerte.

Pienso que ese “Dios te Bendiga” pudiera ser, no sé ciertamente, asumido como un sarcasmo que suele ser sutil y conducir a confusión. Desde allí se logra ridiculizar, humillar, incluso puede extremarse hasta la crueldad, pero nunca tanto como una amenaza que pueda hacer temer por la vida o víctima de una posible agresión, es una conclusión ampulosa, además, en la boca de Enzo es un ofrenda solemne.

Por ejemplo, el escritor colombiano Gabriel García Márquez en su estilo Kafkiano y realismo mágico, en un fragmento de uno de sus tantos libros comentaba con picardía intelectual que una madrugada cualquiera se encontró un personaje que le pidió un cigarrillo que él brindó de inmediato. Este individuo le dijo en seguida “cuídate mucho” el Gabo decía en su relato que no sabía si interpretar aquella expresión tempranera como una “amenaza velada o un buen deseo”, de modo que esos desconciertos son frecuentes en las inteligencias astutas.

Es común escuchar frases y expresiones de saludos y despedidas que años atrás eran términos insultantes pero hoy día por el contrario son palabras de camaradería, casi que de arrumacos al estilo de  boleristas como los hermanos Cuevas.

Un país arruinado incrementa la hipersensibilidad, es natural que así sea. Me pregunto qué hubiera pasado si en lugar del saludo religioso hubiera sido, pongamos por caso: cuídate mucho como el mismo del ejemplo del Gabo. Saludos a tu familia. Que Dios te dé larga vida. Cuidado con la oscurana cuando vayas al trabajo o regreses de él.

Reza mucho por la tragedia griega que vive Venezuela. O cualquiera puede fallecer en este país porque no se consigue alimentos, ni medicinas. Otro ejemplo más, Dios te premie con un twit del capitán Ameliach. Qué bueno unas vacaciones en Las Tumbas del Sebin. Con la carencia de agua puedes morir de sed como beduinos de Arabia o los pastores mongoles, o comentar, las urnas están carísimas.

Cuídate, el Gobierno cleptómano los apoya, de un ataque fortuito de los misarios de La Piedrita. Asimismo, de los mensajes de Diosdado a quienes preguntan cómo se esfumaron miles de millones de dólares del país que nos tienen al borde de una hambruna colectiva. O que indagan por las ventas indebidas de algunas sustancias no muy santas. O, peor aún, que alguien tenga la feliz idea de denunciarle en un tribunal inquisidor donde sentencian jueces infectos que para lograr la libertad hay que vender la casa y hasta el perro famélico. 

Es que en esta Venezuela devastada y gobernada por esbirros se anda temeroso, mirando hacia los lados, ergo, es humano sobresaltarse por cualquier tontería.

Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez

Carabobo - Venezuela