domingo, 25 de octubre de 2015

CARLOS BLANCO, LA ATLÁNTIDA SE HUNDE, HAZ PESO, EN PRENSA

En 16 años de chavismo se ha constituido un sistema orgánico. Un todo entrelazado en el que se articulan el Estado y el sector privado; se engranan críticos y criticados; gobernantes y opositores; bachaqueros y bachaqueados; policías y ladrones; herejes y creyentes; como si los dioses se hubiesen propuesto enloquecer el país para facilitar su perdición.

Antes de seguir, aclaro: no me refiero a supuestos entendimientos por trascorrales para compartir la manguangua o el poder, sino que después de tanto tiempo de despotismo es muy poco lo que queda al margen de su contaminación. El aliento ponzoñoso del poder intoxica y envuelve al que le llega, con escasas excepciones. 

Un empresario puede tener la posición política que le provoque, pero de algún modo posee zonas de conexión con el sistema del cual forma parte, el epítome de lo cual es la trabazón con la maquinita distribuidora de dólares que el gobierno controla. El tejido que hila el poder, atrapa, le guste a usted o no.

Ocurre también con figuras opositoras que forman parte de la administración pública, especialmente gobernadores y alcaldes, cuyos recursos ya no se rigen por la ley sino por las maniobras destinadas a condicionar políticamente su uso. Esta restricción no la tienen los parlamentarios, porque no administran salvo que su desatino los lleve a entendimientos non-sanctos.

Muchos pueden ser los ejemplos citados para mostrar cómo se ha constituido un sistema, un gigantesco aparato entrelazado que le da estabilidad al régimen pero que, en una crisis terminal como la presente, amenaza con arrasar no solo con este sino con todo. El sistema es como la Atlántida, que no tuvo la delicadeza de hundirse por partes sino que se hundió completa, tragada por el océano en algún punto arcano.

Cuando el régimen actual desaparezca –ojalá que en forma pacífica y constitucional–, no será el desplome de “ellos”, sino el de “ellos” y de “nosotros”, en el sentido de que el existente sistema de relaciones sociales, políticas, económicas, institucionales y culturales se derrumbará como dicen que ocurrió con el territorio de los atlantes.

Surgirá una nueva estructura social. Será un terremoto donde muchos de los que son primeras figuras no lo serán y muchos que no lo son, sí lo serán. En el cual las referencias existentes serán inútiles y nuevos ideales, aspiraciones y quimeras emergerán. No todo desaparecerá: el Ávila y el Roraima seguirán en su sitio, pero no mucho más. Hay que prepararse para el cambio porque el cambio duele aunque se desee y se necesite.

Carlos Blanco G.
@carlosblancog .

www.tiempodepalabra.com

ELECCIONES AMERICA DEL SUR 2015, TRIUNFAN AIRES DE CAMBIO, ARGENTINA SEGUNDA VUELTA, COLOMBIA INDEPENDIENTES, GUATEMALA LIBRE MERCADO


SUSANA MORFFE, LA SALIDA INTELIGENTE (ENTRE CIELO Y TIERRA)

No es exagerado reconocer que a ciertos políticos les molesta que los critiquen o se diga de ellos que no son líderes. En honor a la verdad sí hay líderes y también hay otros por los que no se puede apostar ni un bolívar devaluado. En nuestro país, caído, exilado, golpeado y desmembrado, quedan figuras a través de sus planteamientos, con un alto sentido de responsabilidad y arraigo social del sentir ciudadano y el país.

Contamos con políticos que a lo largo de necrófilos años de revolución dictatorial, han dejado plasmado en pensamientos, palabras y obras, el objetivo de replantear una nueva Venezuela desde sus bases.
El objetivo del carcomido difunto fue concebir un plan destructor para “aplastar” (su palabra favorita) mayorías en contra de minorías y viceversa. Finalmente, terminó “aplastando” lo que era de provecho para ambos lados, es decir, arrasó con la producción. Lo sabía el grupo que, hoy arrepentidos, muestran al país lo absurdo que era el mentor, pero se sirvieron de la olla para ellos comer bien durante años y luego montados en el error manifiestan ahora la podredumbre.
Adondequiera que vaya el destino de Venezuela, tenemos un grueso número de personalidades, con aguda inteligencia, visión y sabiduría, (otros desaparecidos del mundo dejaron un interesante aporte) con sólidas salidas para la actual crisis que enfrentamos los venezolanos.
Los notables de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, en un comunicado manifestaron que “el régimen ha despilfarrado y destruido la capacidad productiva doméstica, alimentado la inflación, y aumentado nuestra dependencia del ingreso petrolero y de proveedores foráneos”.
El grupo de venezolanos especialistas, con gran capacidad, asumen como parte de las alternativas que se deben hacer, de forma imperativa, para enrumbar a Venezuela, “la liberación de las fuerzas productivas para aliviar la escasez, generar fuentes de ingreso que complementen progresivamente al petróleo en la provisión de divisas y proveer empleo productivo y bien remunerado. Venezuela tiene los recursos con los cuales superar la presente situación”. Así se lee en el documento expuesto recientemente a la opinión pública.
Cuando el anterior punto de vista viene sustentado por venezolanos pensantes, preparados en las mejores universidades del país, podemos sentirnos a salvo, ya que aún queda material humano en la empobrecida Venezuela. Son especialmente capaces de lograr un consenso nacional para cumplir esa formidable tarea de recomponer al menor costo posible lo que va quedando de país. Sería un plan en el que los sectores más vulnerables jugarían un papel importante para sacarlos del desnutrido confort, abriéndoles oportunidades de vida productiva.
Los notables de la academia, además informan que para este año se vislumbra una caída significativa de la producción doméstica –estimada por el Fondo Monetario Internacional en 10%-, que se acumula con la contracción del 4% ocurrida en 2014.
Qué de malo tiene que un venezolano competente e inteligente aspire a ser presidente  de Venezuela. Sino aspira y hay sospechas de que sí aspira, al menos la gente sensata que aún queda en nuestro país lo ve en Miraflores al reconocer que nos ha suministrado alimentos toda una vida, con eficiencia. Al profesor de Harvard lo visualizan preparando un monumental y moderno plan de la nación con el cual se desaten los nudos económicos de Venezuela.
Les daría un voto a esos dos venezolanos, -sin tener seguridad de que ellos pudieran dejar al descubierto todo lo relacionado con los “guisos”- no, no, de comida no, me refiero caso Andorra, Pdvsa, CNE, entre otros.
Ambos son profesionales, criollos y no reencauchados. Pero lejos de esa “nimiedad”, sí, porque después de haber puesto en práctica la presidencia de Venezuela ubicada en la zona fronteriza, cómodo solio por legados conuqueros, eso no tendría mayor importancia; mejor aún si un intelectual, con una asentada empresa productiva de mayor existencia en el país que la edad del mandatario actual, gobierne en Venezuela.
Con tanto empobrecimiento creado por el régimen en todas las áreas, no habría que insistir, votaría por él, ¿y tú?
Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe

www.susanamorffe.blogspot.com

CLAUDIO FERMÍN, MANDA EL TERROR

Amas de casa viven a diario sentadas en una acera, recostadas de un muro, en larga y tediosa cola para comprar un paquete de arroz, o aceite, o lo que vendan.

La muerte aguarda en cualquier esquina, la pobreza es extendida,como los apagones y pésimos servicios públicos. El autoritarismo brota de cualquier funcionario por modesto que sea su rol.

El gobierno desconoce  a los ciudadanos. No debate con gremios ni sindicatos, menos con académicos, soluciones a aplicar a los graves problemas que consumen la sociedad. Eso sería conciliar con enemigos, para quienes el tratamiento ha de ser frontal y ejemplar.

A los supuestos  enemigos se les cierran emisoras radiales y de televisión. Se les pone a la orden de tribunales de justicia. Se instruye ajueces para que difieran audiencias, para que mantengan políticos presos por años sin abrirles juicio alguno, o para que los sentencien a veinte, treinta años, por lo que sea.

Se niega la posibilidad de manifestar o reclamar reivindicaciones  establecidas en una Constitución que contiene decenas de artículos sobre Derechos Humanos.

Se detiene arbitrariamente a periodistas o se les secuestra institucionalmente por medio de medidas cautelares, al igual que a miles de opositores, sin haber cometido delito alguno.

Colectivos armados siembran el terror entre quienes  promueven la necesidad de cambio del gobierno.

Quienes recibían armamento de todo tipo y delinquían impunemente de repente son perseguidos, pero no uno por uno, selectivamente, para someterlos a juicios, sino acosados en operaciones de exterminio en barriadas populares. Abiertas ejecuciones extrajudiciales que ya sobrepasan las quinientas este año 2015.

Ese país de las colas es también el de los secuestros, sicarios e impune tráfico de drogas. El de  bandas con armamento de guerra, el de cárceles donde cualquier recluso carga encima una sentencia de muerte por tan sólo estar allí.

Ese país violento y con miedo es el de un presidente que insulta a sus críticos, que llama vagos a los empresarios, que gasta en lo que le da la gana el tesoro público, que amenaza con miles de celdas para quienes protesten el resultado electoral. Pareciera un retrato de una sociedad primitiva en manos de caporales de tercera. Pareciera ficción. 

Lamentablemente es verdad.


Claudio Fermin
claudioefm@gmail.com
@claudioefermin

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ, NO HAY SECRETOS ETERNOS

Todo se sabe, más tarde o más temprano. Progresivamente conocemos las denuncias y declaraciones de personeros civiles y militares del régimen agonizante.

Se multiplican los residuos de un esquema de gobierno basado en el disimulo y la mentira. Casi todo es una farsa que llega a su final. No me refiero exclusivamente a las elecciones parlamentarias del 6D, aunque también. 

En esta oportunidad la sociedad venezolana ha sido estremecida con las declaraciones del Fiscal Franklin Nieves, quien parece haber llevado la carga mayor en contra de Leopoldo López quien fue condenado a casi catorce años de prisión. Entre otras cosas, dijo textualmente: 

“Decidí salir con mi familia de Venezuela en virtud de la presión que estaba ejerciendo el ejecutivo nacional y mis superiores jerárquicos para que continuara defendiendo las pruebas falsas con que se había condenado al ciudadano Leopoldo López”. 

Esto no excluye la responsabilidad que tuvo en el proceso, pero leídas integralmente sus declaraciones, se impone la anulación total de ese juicio y la inmediata liberación de Leopoldo.

Tengo la certeza de que todos los presos políticos han padecido el mismo calvario. Fiscales al servicio del Ministerio Público y jueces tarifados bajo la presión del dinero o de las ordenes “superiores”, han logrado destruir la confianza en la justicia agregando mayores elementos a la convicción de estar en un país institucionalmente destruido por un régimen que actúa al margen y en contra de la Constitución. Parece mentira, pero nada funciona bien. Todo camina hacia peor creciendo, no ya sólo el mundo opositor sino la decepción y tristeza en la mayoría de ciudadanos comunes que tuvieron esperanza de vivir mejor bajo el régimen inaugurado por Chávez hace casi diecisiete años ya. Frustración, rabia y anhelo de cambio se unen frente a los responsables de la tragedia.

Se acerca la inevitable rendición de cuentas. El próximo paso, sin ser definitivo, será trascendente. Venezuela necesita una Asamblea Nacional verdaderamente democrática que protagonice las tareas que el cambio exige. No hay manera legal ni legítima que permita al gobierno retener el control de este importante organismo. Ya no confían ni en ellos mismos. Las contradicciones e intrigas en el oficialismo crecen geométricamente. Se percibe una especie de “sálvese quien pueda” en la mayoría de las actividades de la nación. Esto incluye, por supuesto, al convulsionado mundo militar. La erosión avanza.

Oswaldo Álvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com

@osalpaz

CARLOTA SALAZAR CALDERÓN, MAS - LÓPEZ – MENDOZA Y LA DEMOCRACIA.

Como sigo por estos lados del charco le hice seguimiento a los independendistas  catalanes, pero sin dejar de revisar las noticias de mi terruño. Por ello necesito hacer la odiosa comparación, por abismal, entre los casos: Mas - López y Mendoza. Resulta que entre todos los intentos que ha hecho el Presidente de la Generalidad, Artur Mas, para que los catalanes decidan acerca de su futuro, está un llamado a referéndum, que era inconstitucional, por resolución del Tribunal Constitucional. Por ello, la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha decidido allanar el camino para que  se tramiten las denuncias contra Mas, una por organizar la consulta, delito de desacato, y otras por prevaricación, usurpación de funciones y malversación de fondos. Hace un tiempo Mas enfrentó una serie de denuncias que llamaron el 3% porque era la comisión, que supuestamente, cobraban por contratos. Es decir, nada que con lo que no estemos familiarizados.
Lo que quiero significar es que Mas está enfrentando un juicio político y de propio la sentencia lo es. Sin embargo, está en la calle haciendo su trabajo, buscando y recibiendo respaldos, para que no lo condenen o para que esa condena no cuente con apoyo popular. Es decir, está haciendo política y sus  opositores están buscando por todos los medios legales y políticos de destruirlo, por debajo le darán puntapiés, pero abiertamente están en la arena de la lucha cada uno con sus armas, ya veremos quién gana.  El Estado español no entra en este juego directamente.
En Venezuela no. En Venezuela no son los actores los que se enfrentan, es el Estado. Leopoldo López hizo un llamado a unas protestas pacíficas “la salida”, y está preso e incomunicado. Porque ahora todas las muertes por efecto de las “guarimbas”, son responsabilidad de él, según la inefable sentencia que lo condena, sin pruebas. Independientemente de estar de acuerdo con “la salida” o no, que no lo estuvimos nunca, es el hecho, el acto antidemocrático por medio del cual un líder político está preso, sin defensa alguna porque todo el peso del Estado está sobe él y sobre su familia. Leopoldo López no puede hacer política como Mas, no puede buscar aliados, no puede convencer a nadie, no. Esta condenado por el Gobierno.
Lorenzo Mendoza en un acto normal y cotidiano de conversar con un amigo expresa una opinión “creo que Venezuela debe pedir dinero al FMI”, palabras más palabras menos, el gobierno se entera porque había grabado la conversación, lo cual es ilegal y abusivo, se arma el zafarrancho, amenaza con cárcel, adelantando que tiene muchas celdas libres, para todos los que osen opinar igual.  Quiere decir, que el presidente decretó el delito de “pensar diferente”.
Acciones diametralmente opuestas, la institucionalidad española donde los poderes públicos son independientes, permiten el juego democrático de los consensos y disensos. En Venezuela es el Estado el que hace política y quien no esté de acuerdo lo aplasta. Urge en Venezuela recobrar el juego democrático, restablecer la pluralidad, diversidad de opiniones y recobrar la política de manos de la intolerancia y la mediocridad que nos gobierna, para ello un buen escenario el 6D, cuando debemos votar por los candidatos de la Unidad Democrática. NO TE EQUIVOQUES, que lo que pasa es muy grave.
Carlota Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar


VICENTE BRITO, VENEZUELA ES EL MEJOR EJEMPLO DEL FRACASO DEL ESTADO EMPRESARIO,

VENEZUELA ES EL MEJOR EJEMPLO DEL FRACASO DEL ESTADO EMPRESARIO, 

RED POR LA DEFENSA AL TRABAJO, LA PROPIEDAD Y LA CONSTITUCIÓN

Venezuela es uno de los pocos países del mundo, donde el estado tiene el control de la casi totalidad de la actividad económica, no solo de los medios de producción, también importación, distribución y comercialización de la mayor parte de lo que consumimos los Venezolanos.

Están en manos del estado, miles de propiedades y empresas que anteriormente eran privadas y el gobierno en su política económica denominada "SOCIALISMO DEL SIGLO XXI" se apoderó de tierras rurales y urbanas, así como empresas de todos los sectores de la vida económica nacional. Si bien el gobierno negoció y pagó a parte a las transnacionales la adquisición de sus empresas, a otras simplemente las tomó, lo cual ocasionó grandes reclamos por indemnización en los centros de arbitraje donde a pesar de algunos arreglos efectuados, todavía tenemos pendientes pagos por miles de millones de dólares.

Lo preocupante es que la mayor cantidad de empresas y tierras quitadas a los privados, se tomaron sin ningún tipo de pago o indemnización como establece la constitución, llevando a la ruina a miles de familias que habían adquiridos estas de sus antepasados y otros por la vía de la compra a sus legítimos propietarios según documentos debidamente inscritos en los registros públicos y muchas veces con financiamientos bancarios o de los propietarios vendedores.

Nunca en nuestra historia Republicana se había cometido tal despojo y desconocimiento de los derechos de propiedad y ocupación por parte de gobierno alguno. Se aplicaron interpretaciones legales para "justificar" las acciones tomadas. Pretendiendo convertir estos atropellos en actos de justicia social y de que se rescataban tierras de campesinos o indígenas, que había sido usurpadas por los privados. Se tomó proclamas de la Guerra Federal entre 1859 a 1865 como la base política de estas acciones. Lo que en realidad se hizo fue un desconocimiento de los derechos humanos y constitucionales de los propietarios privados, poniendo a un lado la carta de las Naciones Unidas donde se reconoce la propiedad como un derecho fundamental, así como las garantías y derechos de propiedad establecidos en la actual Constitución.

Esto condujo a que tengamos un "Estado Empresario" que produce desde cemento hasta leche. Que es propietario de más del 80% del patrimonio empresarial de la nación, controla: la explotación del petróleo, parte del sistema financiero, telecomunicaciones, todo el sistema eléctrico nacional, el 80% de las mejores tierras para la producción agropecuaria, emisoras de radio y televisión, hoteles, ferry, líneas aéreas, acero, aluminio, cemento, agroindustria, industrias, tractores, carros, autobuses, complejo pesquero, la mayor red de distribución y venta de alimentos etc.

Lamentablemente la mayor parte de estas tierras y empresas que pasaron de privadas a públicas hoy se han convertido en una calamidad para los venezolanos al tener desmejoras evidentes en su rentabilidad, así como caídas de producción y productividad que han causado desabastecimiento con sus consecuencias en el aumento de costo de vida.

No hay forma de ocultar el fracaso del estado empresario y su responsabilidad en la desmejora de nuestra calidad de vida así como sus efectos en la capacidad de consumo de las familias, las cuales han sido afectadas por el deterioro del poder adquisitivo y la disminución de la existencia de productos y mercancías diversas en los distintos medios de producción, distribución y comercialización.

Hoy es evidente que las pérdidas económicas de buena parte de estas empresas son sostenidas con crecientes recursos de la nación con sus efectos en nuestro presupuesto ya que cada vez es mayor la proporción asignada para cubrir sus gastos operativos, financieros y pérdidas crecientes. Creando limitaciones para incrementar recursos a sectores con alta prioridad como: salud, educación, regiones, infraestructura, los cuales son vitales para mejorar las condiciones de vida de los venezolanos.

Hoy Venezuela es el mejor ejemplo del Estado Empresario que ha fracasado, responsable de la caída de la producción y desmejora en la casi totalidad de las áreas económicas que controla o donde tiene la mayor participación, los resultados obtenidos por las empresas publicas así lo demuestran, lo mismo observamos en las limitaciones que tienen para resolver las dificultades que tenemos para adquirir productos esenciales.


Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
redporladefensaaltrabajo@gmail.com
@vicentejbrito
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, EL COLMO DE LO ABSURDO, PIDO LA PALABRA, VENTANA DE PAPEL,

El analfabetismo de estos gobernantes en materia de economía, obvia que el precio de un producto del mercado está determinado por el equilibrio entre la oferta y la demanda.

EL COLMO DE LO ABSURDO

En medio de las arbitrariedades y equivocaciones propias de un régimen dirigido por la ineptitud convertida en decisiones virulentas, la supervivencia del venezolano se ha tornado incierta dado el nivel de carestía y tragedia que caracteriza la apesadumbrada dinámica económica vigente. Esto ha llevado al rechazo de las medidas machacadamente adoptadas por el alto gobierno. Sobre todo, por cuanto son órdenes dictadas al margen del concepto y praxis de la economía. Quienes tienen la responsabilidad de conducir el país en función de la movilidad que se establece entre la oferta y la demanda, en tanto que variables fundamentales a partir de las cuales se define la formación de precios de mercado de los bienes que requiere todo venezolano para su diaria subsistencia, desconocen las exigencias que establece un modelo de economía basado en la relación ecuánime entre el precio de un bien y las ventas del mismo.

Peor aún, estos mismos gobernantes no tiene idea alguna del hecho de considerar que en un mercado de competencia, el precio de mercado lo establece el llamado “punto de equilibrio” el cual sirve para fijar estrategias capaces de ordenar la funcionalidad de la economía. Pero su analfabetismo en materia de economía, obvia que el precio de un producto del mercado está determinado por el equilibrio entre la oferta y la demanda. No como ahora se pretende: instaurando dos nuevas formas que presumen establecer el cálculo del “precio justo” lo habrá de traducirse en más controles que sólo apuntarán a embotar más la economía y entumecer más aún la política.

La primera de ellas, llamada “Precio Máximo de Venta al Público”, aplicable a todos los productos y servicios, pautada de acuerdo a nueva metodología seguramente elaborada a instancia de condicionantes demagógicas. La segunda, denominada “Precio Justo”, estará destinada para aquellos productos protegidos por la absurda “Ley de Precios Justos”. Encima de tan extrañas maneras de comprender la economía, todavía se insiste en la creación de un “Comando Nacional de Precios Justos” con el objetivo de apalear toda actitud que se revele ante ello.

Con esto, el régimen se arroga atribuciones para gravar nuevas sanciones que elevarán las penas de cárcel por aquello de que “en tiempos de guerra económica las leyes tienen que volverse implacables”. Así lo expresó el presidente de la República, desde Barinas, al momento de anunciar tan desatinadas medidas supuestamente “para la defensa de los ingresos del pueblo”. Ello, para no decir que todo terminará siendo una radicalización fracasada del retardatario y anormal “control de precios”.

En medio de estos dictámenes, cuya aberración evidencia el carácter tiránico del régimen, además de la torpeza que exhibe en el  manejo de la economía, no es difícil inferir que el régimen no está intentando, para nada, cambiar el modelo económico asumido de cara a su ambiguo socialismo. Con ello, sólo acentúa las erradas decisiones que ha venido tomando en perjuicio del país económico lo cual habrá de redundar en mayores angustias para los venezolanos.

La teoría económica explica que si el precio de un bien está demasiado bajo y los consumidores demandan más de lo que los productores pueden colocar en el mercado, se produce una situación de escasez, lo que lleva a que los consumidores se dispongan a pagar más. Entonces, los productores subirán los precios hasta alcanzar el nivel al cual los consumidores no estén dispuestos a comprar más si el precio sigue subiendo. En la situación inversa, si el precio de un bien es demasiado alto y los consumidores no están dispuestos a pagarlo, la tendencia será a que baje el precio, hasta llegar al nivel al cual los consumidores acepten el precio y pueda venderse todo lo que se produce. Pero estos gobernantes se resisten a entender que la economía sólo puede ser impulsada por las fuerzas del mercado.

Nunca, las imposiciones de un autoritarismo violento o de un despotismo desfachatado. En consecuencia, deberá reconocerse que de continuar el régimen contraviniendo la dinámica propia de la economía, la situación del país se verá tan deplorable como improbable. Tanto, que podría considerarse como el colmo de lo absurdo.

VENTANA DE PAPEL

¿CUÁNTO VALE EL SHOW?

El accionamiento gubernamental, es lo más parecido a un show de pésimo gusto. Desde el mismo momento en que el actual régimen comenzó a demostrar su apenado populismo, también salió a lucir sus bufonadas, extravagancias, exabruptos e incongruencias. Lejos de exhibir alguna disposición para dejar ver una gestión en respuesta a la oferta electoral aducida en 1998, mostró una portentosa capacidad de comediante de “medio pelo”.

Así se tiene que el show montado por el régimen, se ha caracterizado por varias actos, en distintas locaciones y con diferentes dramatizaciones. Desde haber acentuado la escasez, el desabastecimiento, la inseguridad ciudadana, jurídica, económica, de salud, alimenticia, de transporte, la exclusión, el nepotismo, la improvisación y el despotismo, hasta cuanto sufrimiento existe que haya podido asfixiarle la vida al venezolano.

El show, aunque siempre de “mala muerte”, ha tenido sus seguidores. Quizás por ignorancia, por necesidad o interés. Algunos, han vendido su dignidad por entrar a cada función del show con el malsano propósito de aplaudir cada final de presentación. Otros, se han aprovechado del espectáculo para integrarse a las comparsas. De esa manera, poder halagar al presentador del show con la única intención de rogar la limosna que brinda a tan rastreras actitudes. Sobre todo, después que tanta adulación aviva el ego de quien guía la carrera profesional de los artistas de tan irritante show.

Es de notar que la principal responsabilidad del conductor del show, es también permitir oscuros negocios de los artistas; aconsejarlos y asesorarlos en temas profesionales de corrupción, violencia, humillación, exfoliación y demás encubiertas intenciones que lleven adelante como planes a corto e inmediato plazo. Ese mismo personaje, se encarga además de alcahuetear acciones vandálicas que tiendan a mejorar el desenvolvimiento del espectáculo. Ha habido shows que han marcado el recuerdo de venezolanos.

Vale hacer memoria para traer a colación el montado con las firmas obligadas para Obama exigiéndole que retirara la orden judicial contra ciertos corruptos venezolanos. Otro celebrado, fue el show montado con la anuencia del CNE por causa de los diputados del Parlatino y de las elecciones eliminadas por mandato del todopoderoso ayudante del presentador.

Sin embargo, ese show sigue repitiéndose a manera de comedia bufa pues cada vez que hay elecciones nacionales, regionales o locales, son distintos los actos de magia que parecen convencer. Aunque en el fondo, nada de eso se produce. Es el carácter extraordinario de la función pues se vende toda la boletería. Y quien no pueda comprarla, es invitado a la fuerza ya que con ellos los actores se permiten cambiar oro cochano por espejitos de pacotilla.

Debe observarse que el show comienza con bombos y platillos, pero luego se convierte en una desvergonzada anarquía donde, ni siquiera, la voz del presentador es tomada en cuenta pues hace de fachoso comediante. Es precisamente cuando las realidades empiezan a tornarse crudas. Es cuando los payasos hacen de la suyas intentando que el público logre dominar la rabia manifiesta dado lo horrible del espectáculo. Sucede todo lo contrario. La molestia se exacerba. Pero un momento así, no merece ni “medio real”. Aunque vale preguntar, ¿cuánto vale el show?

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com

@ajmonagas

BERNARD HORANDE, MIEDO PAREJO

Estamos a escasas semanas de las elecciones parlamentarias del 6 de Diciembre. Las cifras de apoyo que las encuestas más creíbles muestran hacia las dos opciones principales - Gobierno y Oposición - van indicando que, no solamente la acentuada desventaja del oficialismo se mantiene, sino que va agigantándose cada día que pasa.

Nada de esto puede ser visto como algo extraño, porque a cada hora y a cada minuto, los problemas más graves que sufre diariamente el venezolano no hacen sino empeorar.

Vamos por primera vez en 17 años hacia unas elecciones en las cuales la oposición muestra una imagen de ganadora. La gente en la calle da por seguro que el chavismo va a perder las elecciones.

La realidad es que esto no lo sabremos con certeza sino el 6 (...o el 7... o el 8...) de Diciembre. Además, hay varias formas de triunfo en estas elecciones, pero una sola es la que le puede funcionar apropiadamente a Venezuela para salir de este atolladero: que el oficialismo actualmente gobernante quede en minoría clara y definitiva en la próxima Asamblea Nacional en cuanto a número de Diputados electos. Sólo esta.

Hace unos días Maduro expresó públicamente que "las elecciones del 6 de diciembre pudieran ser las más difíciles que ha enfrentado la revolución". ¿A quién le hablaba? No era al país en su totalidad, sino a sus propios seguidores, que cada vez son menos. Les está dando una alerta, les está enviando un mensaje previniendo lo que pronto puede suceder. Algo así como que "en guerra avisada no mueren soldados".

¿Y para qué? Quizá para anticiparse e irse protegiendo de la profunda ira y rabia que una pérdida de las elecciones podría provocar en la militancia roja.

No es para menos, porque según la última encuesta de Venebarometro, 87% % de los entrevistados quiere un cambio en la conducción política del país. Eso significa que casi 9 de cada 10 venezolanos no quieren seguir siendo gobernados por el chavismo.

Los venezolanos decentes, que somos la mayoría en este país, hemos vivido con creciente miedo a medida que van pasando estos años. No por nada, uno de las frases que mucho se ha usado en las marchas ha sido "¡No tenemos miedo!". Una suerte de mantra o de grito grupal para reforzar la confianza individual.

Una de las estrategias aprendidas de la escuela cubana castro-comunista por nuestros criollos aprendices de dictador, es aplicar el terrorismo de Estado. Infundir miedo a toda la población a fin de inmovilizarla. Hacerle sentir que ya nada es recuperable. Que lo instaurado es "irreversible" (¿verdad, Tibi...?). Que se han perdido todas las esperanzas.

Siempre se asegura sobre el miedo que el punto clave no es no tener miedo, sino cómo manejar el miedo que se tiene. Para una enorme proporción de venezolanos, el miedo ya es algo que es familiar, diario, común. En buena medida lo hemos logrado dominar y domesticar.

Sin embargo, quienes saben poco de miedo son los que han controlado a Venezuela durante los últimos 17 años. Han hecho y deshecho a su libre entender y parecer. Inclusive pasando por encima de los más elementales derechos de los ciudadanos. Su excesiva audacia y atrevimiento no les ha hecho conocer el miedo. Hasta ahora.

Para ellos, el miedo es una novedad. Y lo evidente es que están comenzando a sentirlo, dados los pronósticos que se avecinan para las próximas elecciones. Están comenzando a sentir mucho miedo. Al anunciar lo "difíciles que pueden ser estas elecciones", algunos dirigentes chavistas intentan curarse en salud.

Los que han controlado y controlan aun este Estado totalitario saben perfectamente el desastre que han hecho en Venezuela. El desfalco de los bienes del país, el saqueo de las arcas, el robo masivo de miles de millones de dólares, el abuso indiscriminado en contra de los venezolanos en base a argucias legales de dudosa ejecutoria, la destrucción general del país, y pare de contar.

El profundo miedo que están sintiendo los lleva a proferir amenazas muy graves, como la de Maduro el pasado 12 de Octubre según la cual "ganarán las elecciones como sea", recalcando varias veces el "como sea", y preguntando a los asistentes si "lo entendieron". No son sino intentos de creación de miedo que veremos in crescendo de aquí hasta las elecciones.

Perder el poder para ellos es perder todo. Absolutamente todo.

Sin duda, como para que sientan miedo parejo.

Bernard Horande
bhorande@gmail.com
@bhorande

@APlumazoLimpio

LA CARTA DE ALMAGRO, SECRETARIO GENERAL OEA , A ELIAS JAUA

Ninguna revolución, Elías, puede dejar a la gente con menos derechos de los que tenía, más pobre en valores y en principios, más desiguales en las instancias de la justicia y la representación, más discriminada dependiendo de dónde está su pensamiento o su norte político. Toda revolución significa más derechos para más gente, para más personas.
La Democracia es el gobierno de las mayorías, pero también lo es garantizar los derechos de las minorías. No hay democracia sin garantías para las minorías. Y en ese sentido, he repetido en varias ocasiones que mi deber es recibir a gobiernos y a oposición, y así lo he hecho, con varios países, y sí, con el opositor Henrique Capriles o Manuel Zelaya, pero también oposición de Jamaica, Belize o Guatemala, por nombrar dos opositores pertenecientes a familias ideológicas diferentes.

Y en el mismo sentido saludé la liberación de opositores, fue un saludo a las garantías para las minorías, pero quien me critica por esto, parece no comprender la importancia del respeto a las minorías y lo importante que es que un gobierno le dé garantías a esas minorías. “Quizás esté equivocado, porque yo me equivoco mucho; pero lo digo como lo pienso”, como dijo José Mujica, y lo seguiré haciendo, pues no se puede entender el respeto a la Democracia por parte de un Secretario General que sólo se reúne con los representantes del gobierno de un país y le da la espalda a la oposición, a las minorías.

Los principios, primero siempre

Hay algo que está por encima de cualquier comunidad ideológica, son los valores republicanos esenciales, de los cuales no podemos prescindir en ningún pensamiento, porque hacen al derecho de los pueblos y hacen a las garantías que les debemos a cada uno de los ciudadanos y ciudadanas. Ojalá pudiéramos repetir esta carta de un revolucionario uruguayo de 1904 juntos, algo que es esencial en mi pensamiento:

“Es por eso, hermano, que estoy en donde estoy, y aquí estaré al morir. En el bando de los administradores de buena fe; en el partido de las probidades presidenciales, junto a aquellos que suben y bajan pobres del poder. La patria es algo más de lo que tú supones; la patria es el poder que se hace respetar por el prestigio de sus honradeces y por la religión de las instituciones no mancilladas; la patria es el conjunto de todos los partidos en el amplio y pleno uso de sus derechos; La patria es la dignidad arriba y el regocijo abajo.”

Esto tiene que valer para todo partido político, para toda posición ideológica.

Observación electoral el 6/12

Por eso, también pedí la oportunidad de hacer una observación electoral en Venezuela, porque las garantías son para todos y no para algunos. Está muy bien que el Gobierno y el Partido de Gobierno confíen en el sistema electoral venezolano, pero la oposición también está pidiendo una garantía más para el día de la elección y es nuestra participación.

Y cuando te piden una garantía más y no se la das, se la quedas debiendo. Y si yo no la ofrezco, estoy en falta. Y si no les das esa garantía y hay un fondo político para no hacerlo, eso es además injusto.

De buena fe he ofrecido quizás uno de los servicios de mayor calidad que tiene la OEA, que es la observación electoral, para así brindar seguridades a todos los sectores del país sobre el proceso del 6 de diciembre. Yo sé que Venezuela tiene uno de los procesos electorales de mejor calidad, pero entiendo que nuestra presencia puede ayudar a que las minorías políticas de hoy en Venezuela lo comprendan asimismo. Nuestro ofrecimiento de apoyo, coordinado con las autoridades electorales venezolanas, se unía así al esfuerzo de UNASUR, y de hecho favorecería a todos los sectores del espectro político y al gobierno, ya que se ubica por encima de intereses partidarios; favorecería al pueblo de Venezuela, porque el pueblo es Gobierno y es oposición, es el que tiene y el que no tiene, es de cualquier edad, sexo, religión, raza. Porque las elecciones son para todos, para que todos en igualdad ante la ley puedan elegir o puedan ser candidatos, porque sólo al pueblo le corresponde decidir si determinado político no va más.

El día que fui electo Secretario General dije esto, parafraseando a Raúl Sendic: “Si nos ponemos a discutir sobre las cosas que vemos diferentes, vamos a pasar una vida discutiendo; si trabajamos en lo que estamos de acuerdo, vamos a pasar una vida trabajando”.

No soy como el árbitro que cobra cuando le grita la tribuna

Mi visita a Cúcuta no se trató de apoyar a colombianos, venezolanos, o colombo-venezolanos, se trató de ver de cerca la realidad de compatriotas latinoamericanos humildes, que atraviesan una situación penosa.

Y luego de estar allí, hablando con quienes no mienten, los niños, trabajadoras y trabajadores humildes, no comparto la expresión “crisis humanitaria” que se ha acuñado por diferentes actores a nivel internacional, pero sí es una situación penosa que están atravesando unos miles de personas y cientos de niños que requieren en forma urgente la reunificación familiar. Y de unos cuantos miles que perdieron todas sus humildes posesiones. Y quien se cree de izquierda y no es sensible a esta penosa realidad humanitaria no merece llamarse de izquierda, ni tiene autoridad moral para criticarme.

Hace poco alguien me recriminó porque no hablé en el reciente Consejo Permanente de la OEA que abordó el tema, pero es que yo no soy como el árbitro que cobra al grito que viene de la tribuna, tengo que verlo con mis propios ojos. Cuando lo vi, hablé claro y dije lo que había que decir. He visto que algunas cosas las han empezado a hacer, como el asegurar derechos a los niños (principalmente la educación) o la reunificación familiar. Tan mal no estarían entonces estas observaciones. Quizás vos mismo te has emocionado al ver las escenas de reencuentro familiar.

Y en el mismo sentido, y para no cobrar al grito, pedí también la sentencia de Leopoldo López, para documentarme, para saber exactamente de qué se trata y qué pasó. Para no tener dudas al respecto. O la menor cantidad posible.

“Vengo del sur, y como tal, cargo inequívocamente con los millones de compatriotas pobres de América Latina, patria común”, dice José Mujica, y yo soy un simple militante de ese pensamiento.

Hoy en nuestra América, la América en la que reina tanta injusticia, donde las oportunidades siguen sesgadas y aún en buena medida dependen del lugar donde uno haya nacido, o el género, la raza, o la cuna social, quienes bregamos para que el progreso sea compartido por todos deberíamos poder tener un diálogo sin descalificadores epítetos.

Aspiramos a una nueva OEA, una OEA que esté cerca de la gente, que sea un bastión de la democracia y los Derechos Humanos, una OEA que rompa con lo más oscuro de su tradición, y en ese sentido no tuve ninguna duda en pedir una disculpa al pueblo de República Dominicana por la barbarie histórica que cometió la OEA al validar la intervención militar norteamericana de 1965.

Siempre del lado de los débiles, ahí estaré

Quienes me llevaron a la Secretaria General, incluyendo a Venezuela, lo hicieron por esa razón.

“Nuestro mundo necesita menos organismos mundiales…, y más humanidad y ciencia”, suele decir Mujica, y en el tiempo que me queda en este cargo intentaré que la humanidad, los derechos humanos, el trabajo con, por y para los más débiles, sea mi razón de trabajo.

Como lo hice en cada uno de los casos a los que te referís en tu carta, porque lo que es para vos motivo de ataque es para mí motivo de orgullo. Es de todas formas un elogio a mí como hombre de acción y de pensamiento.

Y ya lo hemos discutido. Con cada acción que he llevado adelante he procurado garantizar los derechos de todos, eso no me hace menos bolivariano ni menos de izquierda. Al contrario.

No voy a hacerte una casuística de lo que estamos haciendo o de lo que vamos a hacer, pero consta que queda mucha injusticia por derribar, queda mucha discriminación por terminar, queda mucha pobreza por resolver y quedan muchas inequidades por destruir. Y no voy a transar nunca. Estaré siempre del lado del más débil, del más discriminado y del más pobre. Algunas de ellas aparecen en mi carta, otras en la tuya.

La justicia que debemos construir tiene que sostenerse en la ley, y debemos sostener las leyes en la dimensión ética de los principios que surgen de la acción moral. “Todos los que están agobiados por la injusticia deben ser nuestros protegidos”. Y no habrá ninguna razón para que nos callemos ante eso, cuando falten garantías del debido proceso, cuando haya denegación de justicia o cuando existan condiciones infamantes.

Hace poco, la reconocida jueza uruguaya Mariana Mota decía: “Pero las democracias no aseguran por sí solas que estas discriminaciones se superen sino que solamente habilitan ámbitos para que se puedan abordar esas inequidades y trabajar para superarlas. Las segregaciones y vulneraciones de derechos se verifican también en democracia, y aun dentro de los programas que pretenden superarlas.” Debemos trabajar permanentemente para hacer las cosas mejores. Debe construirse permanentemente sobre nuestras acciones.

“Lo que involucra a los derechos humanos no es neutro, no puede serlo, porque parte de analizar determinada realidad y decidirse a modificarla, identificándose y eligiendo estar del lado de la víctima (o del débil, o del sufriente), optando por un modelo que enfrente la desigualdad, que se proponga construir una sociedad sin discriminaciones, sin excluidos, participativa, valorando las diferencias como elementos esenciales para la conformación de una comunidad. “

Cuando quieras discutimos de izquierda, derechos humanos, socialismo, liberación nacional, imperialismo. Porque estoy tranquilo de haber defendido fuertemente los principios que hacen a valores esenciales de mi vida política.

Un abrazo,
Almagro
http://www.efe.com/efe/america/politica/almagro-lanza-duras-criticas-a-venezuela-en-una-inusual-carta-elias-jaua/20000035-2715474Información



http://felixjtapia.org/blog/2015/09/23/carta-abierta-de-luis-almagro-secretario-general-de-la-oea-a-elias-jaua/#sthash.vuC1osgt.dpuf

FERNANDO MIRES – ANGELA MERKEL, NI “BUENISTA” NI “MALISTA”, DESDE ALEMANIA

Desde que Angela Merkel ordenó abrir las fronteras a las multitudes árabes, predominantemente sirias, ha sido objeto de múltiples críticas. La mayoría provienen del ultraderechismo y del nacional-populismo (son términos diferentes), tendencias que han hecho de la xenofobia su bandera de lucha. A esas críticas se han sumado los conservadores socialcristianos y, naturalmente, la CSU de Baviera.

Los representantes intelectuales de la extrema derecha fuera de Alemania (no solo europea) han acuñado un término para caracterizar a la política de Merkel: “buenismo”. Así intentan ridiculizar a todos los que no participan de la histeria colectiva desatada en contra de los refugiados.
El “buenismo” sería la ideología de los blandos de corazón, de los que no piensan en las consecuencias, de los que se dejan llevar por sentimientos humanistas. Frente a ellos, los publicistas de la ultraderecha se entienden a sí mismos como personajes realistas, duros pero visionarios.
No han faltado tampoco las críticas de los izquierdistas arcaicos. Para estos, Merkel actúa de acuerdo a los dictados del gran capital y no persigue otro objetivo sino incrementar “el ejercito proletario de reserva” y así reducir los salarios de los trabajadores “nativos”. Otros, más moderados, aducen que Merkel intenta llenar –con la adquisición de fuerza de trabajo barata- el hueco laboral producido por la disminución de  trabajadores activos en la industria tradicional. No faltan por supuesto los “demógrafos” que asignan a  las “migraciones” el rol de mecanismo destinado a suplir la disminución de la población joven. Según todas esas versiones Merkel no sería “buenista” sino “malista”: una nueva Margaret Thatcher puesta al servicio del Euro.
Pero entender a la política de Angela Merkel frente a los refugiados no es difícil. La propia canciller ha mostrado sus objetivos. De todas sus declaraciones podemos deducir que sus decisiones obedecen a tres razones. Y las tres son muy políticas.

La primera es que Alemania forma parte de la gran coalición internacional en contra de los ejércitos del ISIS y si bien no participa directamente en acciones militares como Francia, debe asumir responsabilidades en otros planos. A esos planos pertenece la recepción de fugitivos. Si los demás países no cumplen con ese compromiso, no es culpa de Merkel.
La segunda razón es que al recibir a los perseguidos, Merkel ha trazado una línea demarcatoria. Si se lee su notable discurso del 6-10-2015 en el Parlamento Europeo, no cabe duda que ella está decidida a declarar una guerra política al nacional-populismo, versión post-moderna del fascismo del siglo XX. Y en buena hora.
El nacional-populismo, como el antiguo fascismo, es expresión de lo peor que anida en cada ser humano. Basta ver a sus militantes en las calles cuando destilan su odio por todos los poros de sus cabezas rapadas. En las concentraciones masivas esos seres solitarios articulan sus miedos entre sí, adquiriendo una sensación de poderío que en la vida diaria nunca podrán experimentar.
Los nacional-populistas no son -como creen los conservadores, a veces de buena fe- una reacción espontánea surgida como consecuencia de la llegada masiva de extranjeros. Por el contrario: siempre han estado ahí, mascullando sus resentimientos, pero sin encontrar canales políticos donde expresarse.
En la gran concentración de Dresden organizada por los neonazis de Pegida (18.10) uno de los oradores, para colmo de origen turco, lamentó que ya no existieran los campos de concentración. Es cierto; locos hay en todas partes. Pero el problema es que una multitud (15.000 personas) aplaudió enfervorizada a ese supuesto loco. ¿Se convirtieron esas turbas en fascistas desatados de la noche a la mañana? Por supuesto que no. Siempre lo habían sido. La diferencia es que hoy aparecen bajo la luz pública.
No obstante, las turbas no actúan por su cuenta. Detrás, ocultos en bambalinas, incluso en las de los propios partidos oficiales, están los autores “intelectuales”. Son los que escriben las consignas, las columnas de prensa y los discursos políticos. Son también los mismos que tratan a Merkel de “buenista”. En ese punto hay que dar razón a Hannah Arendt. El fascismo representa la alianza entre determinadas elites y la “chusma”.
Sin embargo, a diferencias de lo que ocurrió con el antiguo fascismo al que ingenuos políticos minimizaron e incluso imaginaron que podían neutralizar con concesiones, Merkel ha reconocido de inmediato el peligro. A los neo-fascistas no hay que hacer ninguna concesión. ¿Y si buscan el enfrentamiento? Pues, lo tendrán.
La tercera razón es que el peligro del nacional-populismo no solo se expresa en movimientos sociales plebeyos sino, además, en gobiernos, sobre todo en países que ayer formaron parte de la Europa comunista. Seguramente no escapa a Merkel que la Rusia de Putin, con su culto a la patria, a la virilidad, a las religiones e incluso a la raza, busca erigirse en vanguardia de los movimientos y gobiernos nacional-populistas europeos.
Según Merkel ha llegado la hora de defender los valores de la política, de los derechos humanos y de la inteligencia humana.
Una de las seguidoras de la línea Merkel, la candidata independiente por la ciudad de Colonia, Henriette Reker, fue acuchillada por un neonazi un día antes de las elecciones. Yaciendo en el hospital en estado de coma fue elegida alcaldesa  (18.10. 2015) con un 51% de la votación. De este modo la ciudadanía de Colonia demostró que en Alemania existen todavía grandes reservas de coraje cívico.
Ese mismo día, sin embargo, hubo elecciones en Suiza. Allí, en un país que recibe muchísimos menos fugitivos que Alemania, se impuso la opción electoral de los xenófobos (UDC-SVP) con un 30% de la votación.
¿Por qué en Colonia venció la democracia y en Suiza la xenofobia? La respuesta es evidente: En Suiza faltó la voz de una Angela Merkel, vale decir, de alguien que hubiera hablado desde el poder con claridad, decisión y firmeza, marcando la línea  que separa a los demócratas de los que no lo son.
La actitud frente a los refugiados de guerra es solo una parte del proyecto Merkel. Ese proyecto no es “buenista” ni es “malista”. Es simplemente la consecuencia de lo que ella es y representa en la política: la democracia sin apellidos.
Fernando Mires
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GABRIEL S. BORAGINA, PRIVACIDAD E INTIMIDAD, PENSAMIENTO LIBERAL. DESDE ARGENTINA

"Seguramente el tema central del siglo XXI será el derecho a la intimidad. Es de trascendental importancia definir y redefinir derechos de propiedad para proteger la privacidad en vista de la alta tecnología que, entre otras cosas, permite vulnerarla. Pero nuevamente "no es culpa" de la tecnología sino de la forma en que se la emplee. La alta tecnología igual que el martillo y el mercado puede emplearse para fines morales o inmorales. Nos brindan extraordinarias posibilidades pero de nosotros depende su buen uso."[1]

La alta tecnología es particularmente peligrosa en manos de los gobiernos. Esto, se puede decir, es una constante y puede sentarse como una regla general. El gobierno es el mecanismo de compulsión y coerción por excelencia, y sus fines se concentran fundamentalmente en dichas tareas, por ello que los gobiernos dispongan de medios tecnológicos refinados confiere un serio riesgo al resto de la sociedad civil. Pero, como bien dice el autor citado, no solamente el gobierno se torna amenazante mediante el empleo de tecnología sofisticada, sino que en numerosísimos casos, son los mismos particulares quienes se ponen en riesgo mediante el uso que ellos mismos dan a ciertas herramientas tecnológicas, sobre todo en materia informática, exhibiéndose de manera imprudente en sitios tales como las redes sociales que, con su auge, han puesto en evidencia asimismo la necesidad compulsiva de mucha gente a desnudar literalmente toda su privacidad e intimidad. Por supuesto, el uso que se le da a la tecnología tiene un soporte de corte teórico tras de sí:

"Hoy día observamos tres corrientes de pensamiento que aparecen en escena con alguna contundencia: el socialismo aplicado al medio ambiente que abarca hasta los más mínimos resquicios de la intimidad, el "political correctness" que proclama el relativismo cultural y el llamado socialismo de mercado que pretende simultáneamente tener la torta y comerla. Este trípode resulta sumamente prolífico y cala cada vez más hondo en el espíritu de numerosas personas."[2]

El socialismo medioambiental -como podría perfectamente denominársele-, pretende, como bien se apunta en la cita, a interferir en la vida privada de las personas de muchísimas maneras diferentes, pero –fundamentalmente- tratando de dictar y de regular "qué es" lo que las personas "deben" consumir o no, o de qué modo emplear sus respectivas propiedades, al punto de disminuir precisamente sus derechos de propiedad al regular su uso, con pretexto de los efectos "potenciales" o "efectivamente contaminantes" que el uso de la propiedad privada "podría" causar en el entorno ambiental. La gran mayoría de los "argumentos" del socialismo ambiental no son más que meras excusas, para lograr el objetivo de siempre del socialismo en su más pura expresión: el control y final supresión de la propiedad privada. Pero también el tema tiene otras aristas a explorar:

"Estamos tan acostumbrados a que los gobiernos se infiltren en la intimidad de las personas que tiende a rechazarse la propuesta de abrogar el matrimonio civil. En verdad, constituye un atropello que el gobierno case o "descase". Este campo debería librarse a las partes. Arreglos contractuales libres y voluntarios deberían acordar temas patrimoniales, uso de apellidos, custodia de los hijos, eventuales condiciones de separación, etc. El debate divorcio-antidivorcio es estéril y surge como consecuencia de la intervención estatal."[3]

El matrimonio -como la mayoría de los temas que involucran a la familia- resulta claro para nosotros que se trata de una cuestión estrictamente privada y dentro de la órbita total de la intimidad de las personas. Los estados no tienen (no deberían tener en rigor) ningún rol a cumplir en estos asuntos. Sin embargo, es una de las zonas donde el intervencionismo estatal es mas aceptado que en ninguna otra, lo cual da cuenta de hasta qué punto nuestras sociedades llevan implícitas en su pensamiento y han incorporado en todos sus aspectos el más amplio intervencionismo estatal, incluso en esferas que son de índole privativa familiar como el matrimonio, y demás aspectos que bien se mencionan en la cita precedente.

"Claro que usar y disponer de lo propio no significa que se puedan violentar iguales derechos de terceros. De ahí es que debe resguardarse la intimidad de cada uno. Los actos privados que se hacen de modo tal que pretenden sustraerse del dominio público deben ser respetados. De lo contrario, la consideración a los distintos proyectos de vida se convertiría en pura declamación."

Es que lo propio involucra, con total claridad, también a lo íntimo y a lo privado, por eso el derecho de propiedad privada se extiende y comprende naturalmente lo íntimo y privado, en una palabra intimidad y privacidad son campos a los que pertenece la propiedad privada de cada persona. Estas zonas de privacidad no deben ser vulneradas por ninguna persona, ni "en nombre" de los estados, ni en nombre propio, caso contrario, no podría hablarse de un efectivo derecho de propiedad, sino de todo lo contrario a ello.
"Claro que si la gente anda desnuda por las playas y conversa en voz alta delante de los demás sobre sus intimidades, resulta claro que la intención no es resguardar nada sino más bien ventilarlo todo. De lo que se trata es de preservar la intimidad de quienes desean mantener su vida privada fuera de los alcances de los demás. Este derecho se desprende del derecho de propiedad sin interferencia de extraños. Esta es la razón por la que una Constitución que se precie de tal incluye la prohibición de entrometerse en los papeles, las conversaciones y los lugares privados, a menos de que se trate de un delincuente en cuyo caso se requiere de una orden judicial debidamente justificada. La preservación de la intimidad resulta indispensable además para la creatividad: Goethe subrayaba que "El talento germina en la intimidad"."

En un régimen liberal, entonces, el respeto a la intimidad y privacidad del vecino es un derecho fundamental que debe cumplirse y hacerse cumplir por todos y cada uno. Y, por supuesto, el gobierno ha de ser el primero en cumplirlo, ya que normalmente es el primero en violarlo, cosa que hace con frecuencia y con gusto.

[1] Alberto Benegas Lynch (h). El juicio crítico como progreso. Editorial Sudamericana. Pág. 109
[2] A. Benegas Lynch (h) El juicio....ob. cit. pág. 177
[3] A. Benegas Lynch (h) El juicio....ob. cit. pág. 126/127

Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina

Buenos Aires- Argentina