lunes, 10 de enero de 2022

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com HOY LUNES 10/01/2022

 


AQUÍ TITULARES DE HOY LUNES 10/01/2022, DIARIO DE OPINIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR DECIDIDO

  

HOY -  OPINIONES INTERNACIONALES Y NACIONALES - 10/01/2022

GLORIA CUENCA: DE LA NOSTALGIA


CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ: EL CADÁVER A CABALLO


CARLOS E. AGUILERA A.: LA MENTIRA COMO ENFERMEDAD


LUIS MANUEL AGUANA: VENEZUELA GRITA, ¡ES PARA EL 2022, ESTÚPIDOS!

ROMÁN IBARRA: 2022 PARA VENEZUELA


GLORIA CUENCA: DE LA NOSTALGIA

Tengo varias amigas a las que no les gusta el mes de diciembre, tampoco las Navidades, menos el comienzo de la nueva etapa. La nostalgia, nos arropa y resulta difícil para todos aceptar que el lapso transcurrido no volverá y el porvenir no sabemos que traerá. 

Por supuesto, cuando ha sido una época terrible, como esta de las Pandemias, el problema se hace más fuerte y la angustia es, probablemente mayor. Creo que, remite a una cuestión de la edad, por cuanto para niños y jóvenes es la Navidad y estas fiestas, uno de los momentos gloriosos de la vida. Esperan con gran ilusión los regalos, unas vacaciones llenas de colorido y un ambiente, en general, maravilloso y alegre. 

Mientras, nosotros, ancianos, viejos, de la tercera edad, como quieran llamarnos es válido, vemos estas fechas entre tristes y asustados. Tristes por la cantidad de ausencias, algunas definitivas y otras, esperamos que temporales pero ausencia al fin y al cabo; también, asustados por el temor de que, sean estas las últimas fiestas en donde participemos.

Imprescindible, según mi criterio, tener Fe y Esperanza, también Caridad, para lograr mantener el equilibrio entre la vida física y la espiritual. Vi en estos días una sentencia que me impacto mucho, no recuerdo, donde la leí y tampoco quien es el autor, pero la suscribo totalmente, decía: 

Se dice que el humano es un ser biológico con una parte espiritual, sin embargo, no es así, es un ser espiritual que tiene un aspecto biológico. Espero haber recordado lo esencial de la oración, para que los amables, consecuentes, contradictorios lectores y seguidores puedan comprender de que va este artículo. En efecto, existe un libro extraordinario, no recuerdo quien es la autora (era una actriz francesa) que se llamó, La Nostalgia ya no es lo que era. Ocurre, en efecto, que al llegar a cierta edad, la nostalgia no es más la misma. Antes, cuando eras joven y sentías nostalgia, confiabas en que volverías al lugar que recordaste con anhelo o, tal vez, como en los sueños, volver a ver a la persona que tanto anhelabas, con el pasar del tiempo. 

No, no es más así. Por eso la nostalgia a nuestra edad esta tenida de melancolía, que es mucho más profunda y con una tristeza, a veces inexplicable. 

Muchos contemporáneos dejan salir toda esa nostalgia y tristeza, con lo que entorpecen la alegría de los jóvenes. No debemos caer en esa nostalgia melancólica. 

Por supuesto, para mí, la única y formidable formula, para superar cualquier tropiezo, es Dios. Solo confiando plenamente en El, dejando a su cuidado, nuestras dudas y angustias, orando y buscando ser cada día una mejor persona, nos alejamos de esa sensación de tristeza y malestar espiritual y recomenzamos la nueva etapa con alegría y certeza de que hemos hecho lo correcto. 

A la vez, servimos de aliento y esperanza para esos jóvenes que miran con temor este entorno, lleno de preocupaciones, enfermedades y arbitrariedades que deben desafiar y superar para alcanzar una vida mejor. Si, la nostalgia ya no es lo que era, pero siempre podremos mantener viva la esperanza porque el porvenir sea para nosotros venezolanos, mucho más sano y desarrollado. Nos queda la convicción de ser contribuyentes para que las cosas cambien para mejor.

Gloria Cuenca
cuencag1511@gmail.com
@EditorialGloria
Venezuela
https://www.costadelsolfm.org/2022/01/07/gloria-cuenca-de-la-nostalgia/
www.costadelsolfm.org

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ: EL CADÁVER A CABALLO

Leí a Mircea Eliade cuando yo era un sarampionoso estudiante de sociología, experto en todas las corrientes del marxismo imaginario, -las llamaba Federico Riu- y me pareció naturalmente un “teórico burgués”, aunque, con reticencia, noté su profundidad inusual que más tarde, libre de cucarachas en el cerebro, disfruté plenamente. En su obra El mito del eterno retorno, sostiene que el pensamiento mítico concibe la historia como una repetición de ciclos, Genghis Khan sería la recreación del Rey David o Julio César, un estructurador, y a su vez Napoleón, mientras la modernidad la entiende como una línea en marcha, aunque en zig-zag. Aclara Eliade que esa linealidad moderna no es pura, porque el pensamiento sigue inficionado de mitologías, viejas y nuevas, como la marxista-hegeliana de los “modos de producción” y el “fin de la historia”, con el socialismo comunismo.

Pensábamos que el socialismo había terminado con la implosión de URSS, pero misteriosamente retorna en Venezuela en 1989. Vuelve a colapsar en apenas veinte años, pese a los esfuerzos de la reaction de grupos del PSUV, que, como doña Ximena, la mujer del Cid, que amaba incluso su cadáver, pretenden ganar batallas con un muerto a caballo. El socialismo tiene inexorablemente tres desenlaces. El colapso soviético, el enquistamiento de Cuba y Norcorea y la exitosa metamorfosis en economía de mercado de China y Vietnam. ¿Se dirige Venezuela a este último esquema? Cierto que China y Hong Kong conforman el primer receptor mundial de capital extranjero y hay un millón de empresas internacionales, pero Venezuela ha logrado avanzar en el pantano de “las sanciones” y su crítica escasez de capital.

Venezuela es ahora una de las economías más abiertas del mundo. Dolarizada su economía, desaparecidos controles de cambio, de precios y de mercado exterior (algunos empresarios, como en el puntofijismo, piden aranceles a la importación), solo que el mundo está cerrado después de la barbarie económica encomendada a Giordani, quien arruinó una sociedad que recibía cien mil millones de dólares al año, mientras Ramírez repitió la hazaña con la tercera empresa petrolera del mundo, que los producía. En 2021 se aumentó la exportación petrolera y un millón de barriles traspasan todos los días en los mares los zargazos de “las sanciones” y salen al mercado internacional. Ya no es aquel país donde la gente se alegraba de conseguir leche en polvo o harina precocida gracias a “bachaqueros”.

Se expande la economía de servicios en bodegones, restaurantes, automercados, delicatessen, pastelerías, panaderías, boutiques, porque fortunas nueva o viejas, ante el riesgo de medidas confiscatorias con las que presionan a la banca internacional, traen sus divisas para invertirlas en empresas de rápido retorno. Nueva Esparta se convierte en un espacio turístico para los rusos que aprovechará Morel Rodríguez, y en Carabobo, Rafael Lacava, anuncia que Puerto Cabello será un gran centro de esparcimiento en el Caribe. Cientos de miles de jóvenes consiguen empleo y ganan en divisas, la economía crece por primera vez en siete años y tendrá un gran salto el año que vienen, pero la reacción como siempre, es un lagrimeo porque solo “algunos sectores tienen acceso a la burbuja”. Tontos y reaccionarios emprenden la campaña contra “el neoliberalismo, como el limitado economista Escaramuza, (porque no llega a Guerra) y demás como él.


Dudo que pueda definirse de burbuja, porque son inversiones reales en miles de establecimientos formales, mientras una burbuja, es un aumento de precios por obra de manejos torcidos del mercado, como ocurrió en España con los inmuebles. La mentalidad conservadora de predicadores y marxistas de folleto concibió pecaminosos que “la burbuja no llega hasta abajo”, pese al incremento del consumo popular gracias a los trabajadores de la nueva economía o, el caso, del supuesto “Starbuck” –no se diga de casinos- donde quien le diera la gana pagara Z dólares por un café. Hay que estimular este cambio de perspectiva por parte del gobierno, estimular a ciudadanos privados que traen sus capitales y actuar contra las “sanciones” para que pueda darse en el futuro una afluencia masiva con respaldo del FMI.

La era no rentista podría impulsar un modelo de desarrollo normal, basado en el trabajo y no en la renta petrolera. Pero nos persigue el eterno retorno, la necesidad de resetear y empezar de cero. Argentina fue la segunda potencia mundial y vino Perón; en Cuba de 1959, llegó el comandante y mandó a parar, y Chile, un país desarrollado, decidió jugar la ruleta rusa, como Venezuela que crecía a la misma tasa de China y escogió el Socialismo XXI. Pérez intentó salir del pantano de subdesarrollo, pero derrocaron el Gran Viraje. Parece que podríamos comenzar a salir del cuarto mundo, pero si dejamos libre a la estupidez de nuestras élites económicas, políticas, intelectuales (ya se perfilan los nuevos cabrujitas) continuaremos hacia el quinto. Según Samuel Huntington, peligro para la cohesión social son los procesos de cambio y progreso, no la miseria. Si voy en un excelente autobús y me pasa alguien en un deportivo, es posible que me corroa la envidia y piense que “él me está robando” o me escarnezca la “desigualdad”. Y para mover eso están los radicales.

Carlos Raul Hernández
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
@ElUniversal
Venezuela

CARLOS E. AGUILERA A.: LA MENTIRA COMO ENFERMEDAD

“La mitomanía es un trastorno del comportamiento; las personas que lo sufren únicamente saben decir embustes”

La mitomanía es un trastorno del comportamiento. La persona que lo padece es adicta a mentir. El psicólogo español Juan Moisés de la Serna, que ha tratado a varias personas con este problema, considera que "el mitómano busca con sus engaños la aceptación de los demás. Compensar sus bajos niveles de autoestima".

Pero no cualquier embustero es un mitómano. "El mitómano no tiene un plan, no va buscando nada a medio o largo plazo más que la admiración inmediata. La clave para detectarles es descifrar la intencionalidad de sus falsedades", explica de la Serna. Aún no se ha determinado con exactitud el origen de la enfermedad.

"No se ha encontrado ningún gen relacionado con la mentira, por lo tanto, no se puede decir que se nazca con ello. Aunque es cierto que existen condicionantes en la niñez que pueden facilitar su aparición, especialmente la baja autoestima", señala de la Serna.

La mentira también está ligada a varias enfermedades mentales como la demencia, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno antisocial o el trastorno bipolar.

Según el psicólogo, la mitomanía es un trastorno curable. El primer paso es convencer al paciente de que tiene un problema psicológico y que necesita someterse a terapia. "Al igual que sucede con cualquier adicción, si la persona no quiere curarse, sucederá como con el tabaco, que lo dejas durante un tiempo, y luego recaes".

De la Serna reconoce que no todos los profesionales de la salud consideran que la mitomanía tenga solución clínica. Muchos mienten en la propia terapia, haciéndose pasar por sanos, lo que dificulta trabajar con ellos. Muchos también dejan de acudir a las sesiones poniendo excusas a sus parejas o familiares como "el doctor me ha dicho que ya estoy bueno" o "me han dicho que es algo pasajero que se cura con reposo". La terapia más utilizada para este tipo de pacientes es la cognitivo-conductual.

El psicólogo nos refiere cómo funciona. "Se utiliza para trabajar el aspecto de la autoestima, reforzándola y enseñando a la persona a valorarse tal y como es. Busca reducir el número de veces que se miente al día". Por su consulta han pasado mitómanos con circunstancias muy dispares. Pero casi todos eran traídos a la fuerza: o por sus parejas o por sus familiares. Incluso en algunos casos la persona sana llega a chantajear a su cónyuge mitómano, amenazándole con el divorcio si no asiste a terapia. "Es muy difícil que estas personas reconozcan su problema. Incluso cuando es descubierto, hace todo lo posible por evadir la situación", asegura.

En los casos más graves, al mitómano le acaba sucediendo lo que a Don Quijote. Se cree sus mentiras, inventa un mundo alternativo en el que es el héroe, todos le quieren, y aborrece el mundo real, del que se aleja más y más cada día, hasta que se hace casi imposible regresar.

Y esta parece ser la característica del inquilino ilícito de Miraflores, pues desde hace años sus convulsivas mentiras son el plato cotidiano en el ejercicio del poder. De esta manera, desde el año 2015 viene ofreciendo al pueblo venezolano la recuperación de la economía, que cada día lejos de mejorar empeora, al extremo que hoy día enfrentamos una inimaginable hiperinflación.

De tal manera que sus recurrentes mentiras se han convertido en un lugar común, como lo viene demostrando con la aparición del coronavirus hace dos años, cuando comenzó afirmando que era el primer presidente en el mundo en usar tapabocas y promoverlo, cuando fue el presidente chino Xi Jinping, quien el 10 de febrero de 2020 utilizó una mascarilla y calificó el virus como “un demonio”.

Semanas después afirmaría que se logró la recuperación del sistema de salud, lo cual resultó falso, de acuerdo a datos sobre distintas áreas del sistema de salud que indican que esta declaración de Maduro no es cierta. Por si fuera poco, subrayó que Venezuela y Cuba son los únicos países que hacen pruebas PCR gratuitas, lo cual también es falso, pues hay varias naciones del mundo que financian las pruebas para sus habitantes, lo cual lo certificó la agencia internacional de noticias AFP.

Expresó asimismo, que los 58 hospitales centinelas designados por él, están especializados en Covit19, información que fue desmentida por el personal de salud del Hospital José Ignacio Baldó de Caracas y del Hospital Universitario de Maracaibo, que indicaron que no estaban preparados para atender pacientes con el coronavirus.

Como corolario de sus mentiras expresó Maduro que el 80% de los pacientes son asintomáticos o tienen síntomas leves, porque son captados y medicados rápidamente, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo internacional afirmó que el 80% de los pacientes en el mundo, suelen ser asintomáticos, por lo que pueden superar el contagio sin medicación.

Llegamos en consecuencia a la conclusión, de que Nicolás Maduro es un mitómano por excelencia y que el pueblo venezolano ya esté inmunizado y por tal razón sus mentiras son arrojadas en la cesta de la basura. y no causan preocupación alguna, salvo el daño que origina día a día al país.

Lástima no por el susodicho, sino porque un ser humano de bien, cualquiera sea su profesión u oficio, debe tener una imagen impoluta y estar por encima de toda sospecha, como lo refiere la lección que justa o injustamente nos dejó la antigua Roma: ¡ ser y parecer !

Carlos E. Aguilera A
careduagui@gmail.com
@ToquedeDiana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela

LUIS MANUEL AGUANA: VENEZUELA GRITA, ¡ES PARA EL 2022, ESTÚPIDOS!

Es difícil comenzar un año nuevo sin ser optimistas aun cuando todo parezca indicar lo contrario. De acuerdo a la definición comúnmente aceptada, optimista es aquella persona “que propende a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable” (DRAE en su primera acepción de la palabra).

Y estamos obligados a serlo para poder continuar una lucha en la que todo parece indicar que hemos retrocedido desde esta misma fecha exactamente hace un año, cuando se renovó el mandato del Presidente Encargado, respaldado por un Estatuto de la Transición renovado el 26 de Diciembre de 2020.

Con la nueva reforma al Estatuto para la Transición, aprobada en segunda discusión el 4 de enero de 2022, queda claro para todos los venezolanos que el Presidente Encargado es aún más dependiente de las decisiones de los partidos políticos reunidos en el Parlamento renovado el 5 de Enero de 2022.

Esa mayor dependencia del Presidente Encargado a los partidos, aleja las posibilidades de decisiones ejecutivas tendientes a la liberación de los venezolanos, habida cuenta que Venezuela es un país estructuralmente presidencialista, y que esta nueva versión del Estatuto transfiere inconstitucionalmente sus competencias a la Asamblea Nacional.

Visto así, lo que vemos desde afuera son unos partidos entregados con una sola agenda: sobrevivir al régimen a como de lugar para llegar a unas elecciones presidenciales en el año 2024, renovando en el medio el Estatuto de la Transición para el 2023 y comienzos del 2024. El problema de eso está en cómo quedamos el resto de los venezolanos.

Pero en el medio, y para que no nos molestemos, ya que el 2024 está a tres años vista, nos endulzarán la píldora con un referendo revocatorio, que no tienen ni de lejos oportunidad de ganar porque los delincuentes, si les dejan llegar hasta allá, será por la conveniencia de un improbable reconocimiento de la Comunidad Internacional.

Con ese revocatorio se perderá todo el año 2022, otro año más –en el caso improbable de que se haga-, con todo el sufrimiento de escasez, hiperinflación y azote delincuencial de quienes nos desgobiernan, para que después que lo pierdan salgan con la excusa que lo que nos queda es la agenda de unas elecciones presidenciales que ya estaban programadas.

Ese es el panorama previsible del año 2022, si el pueblo venezolano le acepta esa agenda a los políticos de la Asamblea Nacional, y porque no decirlo, también a aquellos países que en la Comunidad Internacional poco les importa el sufrimiento de este pueblo con tal de que en Venezuela se aquieten las aguas y no les afecte su propia seguridad nacional.

Pero estarán equivocados aquellos que creen que esa aparente “normalidad” puede no esconder el germen de una protesta social generalizada. Insistir en unas elecciones sin resolver el grave problema institucional del país que significa que no solo se debe cambiar al Presidente sino toda su base de sustentación, es desconocer lo que pasa en Venezuela.

Si los partidos políticos insisten en seguir ignorando la situación de los venezolanos mientras ofrecen soluciones para el 2024, se estarán cortando cualquier apoyo general que piensen tener para unas elecciones. De hecho nunca llegarán a ellas. El régimen habrá cambiado las reglas de juego antes de que esas elecciones ocurran en el 2024.

Esperar al 2024, con un revocatorio en el 2022 al que el régimen solo accederá si lo va a ganar, le aplica la frase del estratega político James Carville y que aplicó Bill Clinton en su campaña electoral contra George Bush padre, que indicaba “es la economía, estúpido” y que ha sido utilizada para destacar aspectos que se consideran esenciales en la política.

En este caso, el aspecto a destacar es que el problema de los venezolanos es AHORA no el 2024, donde nadie sabe cómo estará el país, y hace que Venezuela grite “¡es para el 2022, estúpidos!”. De hecho ya lo era para mucho antes, tanto que podría decirse que para el 2019, primer año desperdiciado del Gobierno Encargado de Juan Guaidó Márquez.

¿Qué solución nos están dando para el 2022? Ninguna. Un Referendo Revocatorio en peores condiciones que el último, teniendo que levantar el 20% del padrón electoral en circunstancias muy adversas –pandemia incluida-, sin la presencia de los millones de venezolanos que se encontraban en el país en el 2016.

Aunque los partidos políticos sigan sin mencionar o nieguen la solución constituyente, esta resulta en la solución inmediata que aborda el problema de una Presidencia y el resto de las instituciones ilegitimas del país, y que con un acompañamiento adecuado de la Comunidad Internacional, puede implementarse en mínimo 6 meses y máximo un año.

Sustituir al régimen, establecer un Gobierno de Transición, y realizar elecciones de los Poderes Públicos en libertad, es para lo que está hecha la previsión Constitucional de convocar a una Constituyente, con el arbitraje electoral de la Comunidad Internacional, sin contar con la completa Refundación del país. Lo que falta aquí es la voluntad política.

¿Y cómo llegamos a ese punto donde los partidos, la Comunidad Internacional -en especial los EEUU- y el pueblo venezolano se convenzan que Refundar a Venezuela debe pasar por ese proceso profundamente renovador? ¿Cuánto sufrimiento más tendremos que pasar antes de abordar un proceso en el que todos coincidimos se tiene que realizar?

Cuando los venezolanos este mismo año 2022 nos pronunciemos todos, exigiendo que no podemos seguir esperando ni un día más por la solución de este desastre y presionemos donde tengamos que hacerlo, afuera y adentro del país, solo entonces empezará a salir la voluntad política para un proceso constituyente. Entonces depende de nosotros…

Luis Manuel Aguana
https://ticsddhh.blogspot.com/
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Venezuela

ROMÁN IBARRA: 2022 PARA VENEZUELA

Arrancó el 2022, y como es natural, las expectativas existen a pesar del mal gobierno, y con la misma oposición irresoluta, e incapaz de construir alternativa viable, para ilusionar a los ciudadanos.

Comienza con la celebración de elecciones en el Estado Barinas, luego del atraco que el oficialismo implementó en el TSJ, producto de la derrota que recibieran el 21N, intentando convertir a ese estado en un símbolo porque ahí nació el extinto Chávez, responsable de toda la destrucción, no solo de Barinas, sino del país entero. ¨Símbolo de la destrucción total¨, supongo.

Pase lo que pase en Barinas, el gobierno de Maduro con su tropelía en el TSJ para obligar una nueva elección, ya perdió; porque no tiene moral para hacer lo que hizo, aunque entendemos que eso poco importa a un gobierno autoritario con pretensiones de perpetuidad. Ojalá que los barineses salgan masivamente a expresar su opinión.

Por su parte, el sector de la oposición representado por el G4, encabezado por Guaidó, sigue haciendo gala de su estupidez y presunta corrupción, habida cuenta de que se dieron a sí mismos prórroga de un mandato imposible. No acaban de entender que significa una estafa agravada y continuada el hecho de que su período venció en 2021, y en consecuencia no son diputados, y mucho menos pueden conformar un gobierno interino (eterno?), que no existe constitucionalmente. Siguen irresolutos en producción de políticas alternativas, pero muy expeditos en el manejo ilegal de recursos de la nación, y peor aún, destruyendo ese patrimonio como ocurre con Monómeros; Citgo, y la ayuda humanitaria. Solo el gobierno de los EEUU reconoce haber entregado más de 1.200 millones de dólares, de los cuales, se desconoce el paradero, y la forma en que se ha utilizado.

Voceros de esa misma oposición han denunciado la presunta corrupción de quienes han usufructuado esos recursos, y siguen sin rendir cuentas. Algunos advierten que manejan una nómina de empleados al servicio de esa entelequia llamada gobierno interino, de entre 1.600 y 2.000 personas con salarios promedio de 100.000 dólares anuales. Es un atropello a la razón cobrar grandes cantidades de dinero en dólares sin trabajar, y dando declaraciones sin sentido y sin ninguna probabilidad de éxito político; solo hacedores de clichés!

Lo cierto es que este 2022 arranca muy mal para la oposición, y peor aún para la ciudadanía que les confió su voto y su esperanza. Ahora pretenden presionar al gobierno de Maduro, sin tener con qué, para que se siente a negociar salidas políticas que esa oposición destruyó reiteradamente con la imbecilidad de la abstención.

No obstante, si el gobierno accediera a negociar por su interés de que EEUU levante las sanciones, y con ello se logra adelantar algún proceso electoral, como el de la AN, insistimos en que debe hacerse un esfuerzo por lograr la unidad de propósitos con fines electorales y programáticos, con la inclusión de las otras fuerzas resultantes del 21N, que nos permita avanzar en las reformas que el país necesita en materia de políticas públicas.

Por ejemplo, hay que erradicar de la Constitución la ¨bendita¨ asamblea nacional constituyente; el RR, y por supuesto la reelección presidencial de manera absoluta. Así mismo, deben incluirse la segunda vuelta presidencial para darle mayor gobernabilidad al sistema; volver al sistema bicameral (Senado, y Diputados); al sistema de representación proporcional de las minorías; profesionalizar, independizar, y dar autonomía al poder judicial; garantizar la autonomía universitaria. En fin un nuevo pacto social para acometer las grandes reformas que necesitamos para relanzar al país.

Los recursos existen, y además hay disposición de los organismos multilaterales para ayudar en la recuperación de Venezuela. Es una tarea tanto de gobierno, como de oposición. Sindéresis.

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

VICENTE BRITO: A DÓNDE NOS CONDUCE EL 2022

Empezamos un nuevo año donde la vocería oficial habla de recuperación económica, sostenida en los números mostrados por distintos sectores de la economía, destacándose el petrolero, parte del comercial y la actividad turística nacional.

La dolarización de la economía a permitido recuperar el abastecimiento de buena parte del consumo nacional, sostenido principalmente por las importaciones al estás cubrir las desmejoras observadas en buena parte de los sectores productivos nacionales, los cuales a pesar del aumento observado en algunos rubros, siguen en sus mínimos históricos de los últimos 60 años.

Todo crecimiento económico tiene que venir con la creación de fuentes de trabajo y mejoras salariales, con lo cual se impulsa el consumo al obtener las familias mejoras en sus ingresos. Todavía los números no muestran aumento significativo del empleo, salvo el observado con la actividad comercial navideña pero ya pasada esta, la gran mayoría cesa en sus funciones. La informalidad se ha convertido en la principal actividad laboral, ejercida incluso por jubilados y parte de los que tienen empleos formales como medio para obtener ingresos adicionales para cubrir las necesidades del consumo familiar.

El conglomerado empresarial público luce estancado, sobre todo en lograr metas de producción que permitan recuperar la cantidad y calidad de productos esenciales para el consumo nacional. Su caída a niveles de hasta menos del 20 % de los logrados hace 20 años, ejemplo: las empresas básicas, cemento, petroquímica, etc. entre otras. Afecta no solo el consumo nacional sino a parte del sector privado que depende del suministro de sus productos, teniendo que importar las fallas con sus efectos en el empleo y precios.

Lo cual hace evidente que no se lograran metas significativas de crecimiento económico, sino se llevan adelante políticas públicas que permitan el aumento de la producción y el destrabamiento de la actividad privada, al observar a buena parte de ella limitada por el excesivo control oficial, lo cual se demuestra en los requerimientos necesarios para realizar sus actividades así como la creciente voracidad fiscal nacional y municipal. Todo lo cual conduce a que dos terceras partes de la actividad económica es informal, esta no se encuentra dependiente de controles, permisos o cargas impositivas.

Todavía no se respeta la propiedad privada y continúan las invasiones, así como el abandono de las empresas y tierras ocupadas que eran privadas, sin que se observe la disposición de revertir estas propiedades no canceladas a sus legítimos dueños. Lo cual hace evidente que sin rectificar la política de estatización de las empresas privadas no será posible la recuperación económica, aún con el crecimiento del sector petrolero y comercial importador.

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Venezuela