miércoles, 30 de junio de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com MIÉRCOLES 30/06/2021

 







AQUÍ TITULARES DE HOY MARTES 30/06/2021 PULSA SOBRE EL TÍTULO PARA LEER

  

TITULARES DE HOY
30/06/2021

OFELIA AVELLA: ESPERANZA Y LIBERTAD

Gabriel Marcel, el filósofo de la esperanza, ahonda en esta virtud tan difícil de saber bien en qué se funda, en momentos en que su país está ocupado por fuerzas extranjeras. “Se espera” en aquello que no se tiene y que apunta, por lo mismo, hacia un destino, una finalidad. Dice Marcel: “La esperanza, evidentemente, no alcanza solo a lo que está en mí, lo que pertenece al terreno de mi vida interior, sino a aquello que se presenta como independiente de mi posible acción, y particularmente de mi acción sobre mí mismo: yo espero la vuelta del ausente, la derrota del enemigo, la paz que devolverá a mi país las libertades de las que el desastre le ha despojado” (Homo viator). Sabemos bien que ese ausente puede no regresar; que el enfermo puede morir y que una guerra puede durar mucho más de lo previsto. ¿En qué esperar, entonces? ¿En dónde asirnos?
 
Es interesante que Marcel asocie la esperanza a la paciencia, al pudor de un corazón limpio, capaz de creer que un presente difícil puede cambiar. El desespero, la impaciencia, por el contrario, ensombrecen el horizonte por forzar unos cambios que ameritan de mayor reflexión o de un cierto estado de paz interior que ayude a enfrentar las situaciones más atinadamente. El esfuerzo cotidiano, el estudio, la reflexión sobre lo que es la libertad (de movimientos y de conciencia), el sincero cambio interior por esmerarnos en ser mejores, será lo único que puede ir estructurando, desde “dentro” hacia “afuera”, una realidad tan desestructurada. Los cambios profundos son lentos y a veces imperceptibles, pero así como la semilla va creciendo bajo tierra sin que nadie lo advierta, asimismo sucederá en el país si los que hacemos lo que podemos, lo que está en nuestras manos, con tenacidad y constancia (con la mejor voluntad de la que seamos capaces), seguimos sembrando aunque parezca que no hacemos nada.
 
Marcel dice que por esperarse algo que no se tiene, este bien ausente por los momentos será, al hacerse presente, una gracia, un don, un regalo. En parte no dependerá de nosotros, pues a veces las circunstancias no se adecuarán en absoluto a lo que teníamos en mente. A veces, en cambio, resultarán más parecidas a lo que esperábamos. Por eso la verdadera esperanza debe afianzarse en el ser de las cosas; no en el tener, pues poner condiciones a priori a lo real solo generará una gran decepción cuando las cosas no resulten como queremos. La realidad es como es y, lejos de invitarnos a la pasividad, la esperanza necesita de nuestra parte una apertura que sea capaz de desprenderse de los resultados inmediatos o de los esquemas que tenemos (pues todo puede exigirnos virajes que, de no estar abiertos, no advertiríamos como necesarios). Se trata de confiar en los procesos y, es la lucha diaria, cotidiana, en lo concreto de cada instante, como los hombres vamos fortaleciéndonos y adecuándonos a lo real y a la novedad de los tiempos.
 
Esta apertura a lo real no es fácil, pero es ella la que nos ayuda a experimentarnos más libres, pues desprendidos del resultado que puede tardar en llegar, y derivar, además, en algo distinto a eso que esperábamos, los hombres vamos descubriendo un “paraíso” interior en el que anidan las fuerzas que nos impulsan a luchar y a trascender lo difícil. Si todos fuésemos esmerándonos en ser cada vez mejores; cada vez más humanos y profundos, el ambiente que nos rodea, el de nuestros seres queridos más cercanos, irá estructurando lo desestructurado y desmontando lo falso: lo debilitado ya por una vida agotada por este régimen que oprime.
 
Vivimos tiempos de fragmentación. Ya el país es grande y sus regiones, distantes unas de otras. Esto hace que integrarnos sea difícil. Si a esto añadimos las injusticias y el desorden que vivimos; la corrupción y la arbitrariedad de los que gobiernan; sabemos bien que el panorama se torna ensombrecido. Yo no veo otra salida que la de que cada uno sea mejor persona, sabiendo, de antemano, que por libres, unos querrán cambiar y otros no. Esto implica abrirse a todo el que sinceramente apueste a un cambio por un país distinto. La esperanza, extrañamente, se asocia también al misterio del mal, pues la piedra de tranca que amenaza siempre con frustrarnos es lo que duele, lo que hace sufrir, y resulta difícil de asimilar. Cuando uno se siente incapaz de superar lo adverso, la desesperanza asoma con fuerza. Por eso no es lo mismo ser creyente que no serlo, como bien dice Marcel, pues una progresiva apertura a lo real y a los demás conduce como de la mano a Dios. La fe en que Él viene en nuestra ayuda en todo momento, pero con mayor razón cuando todo nos sobrepasa, constituye una fuerza que brota de Su propia intimidad. Si no fuese por Él, a veces, sencillamente, no podríamos con las pruebas de la vida.
 
Así como la muerte no viene a diluirnos en la nada, así los hombres estamos llamados a rebelarnos contra las injusticias y a procurar enfrentar lo que va mal. A veces tocará resistir en silencio, no dejando que impere en nosotros la injusticia que advertimos fuera. A veces se nos exigirá un enfrentamiento más directo con las circunstancias (aunque aquella otra vía es la base de toda lucha), según cada uno vea que pueda hacerlo en concreto.
 
El camino es siempre tratar de ser mejores. Como dijo Rafael Tomás Caldera en algún artículo de hace algunos meses, la “receta” para tiempos como los nuestros es tan antigua como la historia de la humanidad: vida interior; profundidad de sentido; apertura a la naturaleza y a Dios. De allí nace la fuerza para luchar y reconstruir una sociedad desestructurada.
 
La esperanza camina hacia la luz si nos abrimos al futuro. El desespero ensombrece el horizonte y genera frustración. La apuesta por la apertura es la apuesta por la claridad que podrá abrirnos nuevas rutas de reencuentro entre los que queremos otro país.
 
Ofelia Avella
ofeliavella@gmail.com
@ofeliavella
Venezuela

CARLOS BLANCO: EL CORRAL ELECTORAL

1.-     Ya el régimen y el sector asimilado de la oposición culminan los arreglos preelectorales. Esas elecciones regionales van a ocurrir porque ambos sectores las necesitan. Ha sido claro el mensaje de quienes en la oposición las promueven abiertamente: es una rendijita que hay que aprovechar porque todo lo demás fracasó; es una oportunidad de ganar “espacios”; permite la acumulación de fuerzas; y es un hacer, diferente a quienes despanzurrados en su casa, con un vaso de cerveza en la mano y el control de la televisión en la otra, optarían por “no hacer nada”.

2.-     Ese cuento tiene algunas troneras. La idea de que todo lo demás fracasó es absolutamente estática porque supone que se experimentó todo y ante tal desastre, solo queda esa ratonera en la cual refugiarse. Curioso argumento porque dice que todo lo demás fracasó menos aquello que se proponen que también ha fracasado múltiples veces: las más recientes son la elección de gobernadores de 2017, la elección fraudulenta de Maduro en 2018 y la de Asamblea Nacional el pasado diciembre. Si todas las vías intentadas han fracasado es porque, una de dos: no hay forma de derrotar al régimen o, en segundo término, a algunas de esas vías les faltó o sobró algo. Tema a discutir oportunamente porque quienes han contribuido decisivamente a hacer fracasar otras vías, son quienes hoy enuncian ese fracaso como si fuese un fenómeno cósmico inexplicable.

3.-    El tema de los espacios es otro fantasma que recorre el espinazo de la oposición asimilada. Allí hay dos temas. El primero consiste en que hay una observación estática interesada: se ganan unos espacios para ser perdidos casi inmediatamente, el caso más relevante es el de la Asamblea Nacional ganada clamorosamente el 2015 y anulada progresivamente, para no hablar del fraude con los gobernadores electos obligados a postrarse ante la AN de Maduro. El segundo aspecto se refiere a quién “gana espacios”. Se enuncia que quien los gana es el pueblo, las masas, los ciudadanos; en realidad son los partidos, aunque tampoco. Son fragmentos de partidos que avenidos con el régimen se les permite unos gobernadores o alcaldes. Siempre se escapa uno, el cual luego es sometido por las huestes rojas.

 4,-    El otro capítulo es el de la acumulación de fuerzas. Este concepto es hijo del progresismo marxista, según el cual la historia es una carreta cargada de futuro, que tiene trabada la palanca del retroceso o simplemente no la tiene. Cada paso sería, de acuerdo con esta historieta, un paso hacia la emancipación, la libertad, el hombre nuevo o alguna variante recientemente descubierta del Cromañón. Lo cierto es que puede haber acumulación de fuerzas y desacumulación de fuerzas; se puede ir hacia arriba y también hacia abajo, hacia delante y hacia atrás. No hay nada garantizado. Lo que ha hecho la oposición desde los primeros meses de 2019, época prometedora y gloriosa, ha sido perder fuerza. La historia reculó sin ninguna vergüenza.

5.-     El tema según el cual ir a votar es “hacer” y el no acudir a “la fiesta cívica” es “no hacer” es tramposo. Suponiendo que ir a votar sea un acto que requiera un esfuerzo fenomenal (para los flojos y trasnochados sin duda lo es), es una conducta tan electoral, pero tan electoral, como abstenerse. Ambas son conductas electorales: se refieren al mismo asunto de manera diferente, como es el caso de votar por unos candidatos o votar nulo o en blanco. Pero, aparte de esa precisión, conviene otra: el acto de abstenerse cuando las máquinas del régimen y de la oposición asimilada te dicen a cada minuto que si no concurres a las urnas dejas de cumplir con tu deber y te conviertes en un bichito cómodo que no te ocupas de la civitas, hay que tener presente que se requiere una actitud de firmeza y convicción, y una actitud de resistencia que ya querrían para sí los promotores del espectáculo.

6.- Resulta curioso que la oposición asimilada se dedique a denostar a los que no van a participar, a los que frecuentemente abominan como minoría ruidosa, promotora de invasiones que no vendrían y de conductas esquizoides, en vez de convencer con la lógica suave de sus argumentos a los ciudadanos. Si son dirigentes, convenzan. ¿O no pueden porque la minoría no los deja?

7.-    Lo que es claro es que el niño expósito del “cese de la usurpación”, abandonado a las puertas de la MUD, ha sido transado inexplicablemente por el gnomo siniestro de las elecciones medianamente transparentes, con “habilitaciones” políticas pactadas y con garantías. ¿Dije garantías? Sí, para la continuidad del régimen.

8.-    Una de las cosas que menos se asume y es más clara es la función de las elecciones para Maduro. Hay quienes creen que es algo a lo que Maduro llega por la presión internacional y por tal razón –los de buena fe- caen en sus trampas. El proceso es como sigue: un sector de la oposición, la asimilada, lanza una campaña según la cual el único camino serio son las elecciones, estas u otras; convencen aquí a unos, más allá a otros, que se marean con el asunto de la participación y lentamente se meten en el corral. Una vez metidos allí los resultados a gran escala se saben (el régimen gana aunque las encuestas decían que la oposición tendría 18 gobernaciones, mínimo); los opositores logran 4 gobernaciones que pueden ser 5 o 6, o 3, dependiendo de los criterios de asignación convenidos. Cuando pasa el jolgorio, se asienta el polvo en el terraplén donde la fiesta ha tenido lugar, viene la más importante victoria del régimen: hundir en la depresión a los ciudadanos demócratas. Si jugaron la única y última salida, y allí fueron derrotados, ese espacio en el alma lo llena la desesperanza, el vacío. Es así como a Maduro le gustan las elecciones; han aprendido.

Carlos Blanco
carlos.blanco@comcast.net
@carlosblancog
Venezuela – Estados Unidos

DOMINGO A. RANGEL: SOLO PARA DIOSDADO

Desconfío de quienes rezongan el nombramiento del ingeniero Diosdado Cabello como encargado de reestructurar el Poder Judicial. Quienes reaccionan negativamente demuestran que el país requiere una oposición seria, creíble y que no se encochine cuando administre dineros públicos. No la hay.
 
¿Querían un juez al frente de esta comisión? ¡Sería la primera vez que le piden a quienes dañaron una institución, que a meses de una elección… reparen lo que ellos han deteriorado al punto de cierre!
 
Al diputado Cabello desde una oposición patriota y seria, se le pueden exigir cosas distintas al título de abogado.
 
Por ejemplo se le debe exigir que no vaya a tomar el camino de aquel “infiltrado”, al que el presidente Chávez le pidió reestructurar Pdvsa y la convirtió en una filial del partido que definió como “roja, rojita”.
 
Los resultados están a la vista. Pero pensando en positivo caben recomendaciones útiles.
 
Una: el Poder Judicial se viene deteriorando desde la huida de Pérez Jiménez… tómese su tiempo diputado.
 
El segundo se refiere a lo que antes sobraba y ahora no hay… recursos.
 
Y es lo que más se requiere… y nunca se menciona… a causa del nominalismo español que le metió en la cabeza a mucha gente… que una ley todo lo resuelve.
 
Si no nos ponemos en mente que en 5 o 10 años… Venezuela como meta tenga tribunales que jamás atiendan más de 4.000 ciudadanos… y que a lo sumo el juez sentencie menos de 300 casos al año… no se hará nada que el mundo admire… y eso cuesta.
 
Dejé de último la carrera judicial… el sueldo y la estabilidad.
 
El salario obvio que debe ser como para que el candidato no se vea en posición… a vender sentencias.
 
Pero la carrera es otra cosa: un abogado generalmente nunca será un buen juez… porque para eso no lo prepara la universidad… y si se quiere tener jueces de primera… el candidato a estudiar derecho… debería antes sacar otra carrera universitaria… y la judicatura sería un post grado.
 
El tema del Sistema Judicial abarca las cárceles… los defensores públicos… la Fiscalía y los Fiscales… y los jueces de paz.
 
 
Si Diosdado está dispuesto puede prestarle un gran servicio a la Nación… no es fácil y cabe desearle éxito… aunque la imbecilidad apueste a lo contrario.
 
Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR
Venezuela

SOLEDAD MORILLO BELLOSO: A DOSCIENTOS AÑOS...

Aunque  parezca insólito, yo fui primero a Nueva York que a Carabobo. Fácil explicación. Vivíamos en Maracaibo. Mis idas a Caracas eran en avión. Todos nuestros  viajes por tierra consistían en recorridos por el Sur del Lago y Los Andes. Cuando mis papás armaron nuestra mudanza familiar a Caracas, mi hermana Mercedes y yo fuimos a Nueva York por razones médicas. Pasamos más de un mes allá y volvimos a Venezuela por barco, en el Santa Paula, en travesía desde el puerto de NY hasta el puerto de La Guaira, previo un toque de unas horas en Curaçao. Ya la familia estaba instalada en una casa alquilada en la urbanización Altamira en el este de Caracas. A mí me tomó mucho tiempo adaptarme al cambio.
 
Tan pronto hubo unos días libres, mi papá organizó viaje por carretera a la finca, La Gloria, en Santa Bárbara de(l) Zulia. En ese viaje, mi papá fue contándonos todos los lugares por donde fuimos pasando. Apenas amanecía cuando llegamos a Carabobo. "Aquí logramos finalmente ser libres", dijo mi papá con esa voz ronca que tenía.
 
Yo fui una niña enamorada de los cuentos. Y Venezuela tenía montones. Quizás porque fui siempre muy buena oyente, Papá sentía que yo era perfecta para llevarme a todas partes. Inauguraciones, desfiles, paseos, visitas, recorridos. En cada lugar que íbamos  había un cuento, una anécdota, un relato.
 
Conozco casi toda Venezuela. Por placer, por estudios y por trabajo la he recorrido casi de punta a punta.  Me faltan dos estados: Amazonas y Delta Amacuro. Y hay lugares donde tengo que ir antes de "estirar la pata".   Canaima, por ejemplo.
 
Claro está, desde aquella primera vez de niña en Carabobo he ido muchas veces. De placer y por trabajo. Y así como me pasa "cuando voy a Maracaibo y empiezo a pasar el puente, siento una emoción tan grande que se me nubla la mente", siento que en cada oportunidad que cualquier venezolano vaya a Carabobo debe tener a flor de labios una palabra: respeto.
 
Este es un país de cuentos y de emociones. Quienes no lo saben y no lo  entienden creen que pueden inventar historias falsas. Eso es no solo tonto, es imposible.
 
El intento de redecorar Carabobo con fastos fatuos no dejará huella en la historia. Porque Carabobo es Carabobo.
 
Soledad Morillo Belloso
soledadmorillobelloso@gmail.com
@solmorillob
Venezuela

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: EL VOTO COMO SUICIDIO

En la Venezuela socialista se han desarrollado 25 procesos electorales, tras cada episodio de estos el país empeora alarmantemente. La única diferencia es que con Chávez, su imposición del Estado Comunal, los estragos de este centralismo ultroso se pudieron disimular amén del boom petrolero, pero con Maduro, al quebrar Pdvsa, todos esos desmanes quedaron inmediatamente al descubierto.
 
Todo ello tiene un por qué: Los procesos electorales han sido innaturales, con candidatos impuestos, irrespetando el desiderátum popular, con la edificación de una institucionalidad forzada que permitió, entre otras desgracias, la imposición de leyes total y absolutamente ajenas a todo lo venezolano.
 
Estos más de 20 años de socialismo ha revolucionado al país ciertamente, pero en lo negativo, pues no solo las problemáticas de la llamada cuarta república se han agravado a la enésima potencia, sino que se han creado otras mucho peores.
 
¿Por qué? Porque el voto en esta revolución no cuenta, no sirve, es ignorado. Muy lamentablemente, las instituciones y las leyes solo figuran como elementos decorativos en los discursos de los voceros del régimen, al final, el chavismo ha manejado al país a sus anchas, sin límites, aún cuando los venezolanos le han quitado electoralmente gobernaciones, alcaldías y el parlamento nacional, en la práctica no los ha perdido porque retuvo inconstitucionalmente sus competencias, recursos y les impuso un poder paralelo… el voto jamás ha importado.
 
El momento cúspide de la desaparición del voto fue cuando en 2007 los venezolanos dijimos no a la reforma constitucional, pero a las pocas semanas Chávez la impuso vía habilitantes y AN del momento. Nacieron los protectores, ciudades comunales y pare de contar.
 
El Estado Comunal entró en pausa forzada porque el expresidente Chávez falleció, él era quien podía obligar a los alcaldes y gobernadores (que él mismo imponía) a “ajustarse” a este Estado. Sin embargo, ante la imposibilidad de realizar elecciones transparentes y ante el castigo de la comunidad internacional ante las farsas electorales, hoy el Estado Comunal es desempolvado y puesto en marcha.
 
Básicamente, el Estado Comunal tiene como objetivo principal someter las estructuras gubernamentales a la hegemonía partidista, desde el control comunitario aguas arriba, como en Cuba, de este modo, la elección directa de gobernantes, en elecciones secretas, universales, quedarían para la historia.
 
Además, el proyecto se desempolva porque los municipios y regiones están devastados, en ruinas, sin situados ni recaudación fiscal, que mejor momento para pactar con la “oposición electorera” para entregárselas para luego responsabilizarlos del caos, así alimentar el discurso en pro del ignominioso Estado Comunal ¡Para este tipo de artificios es para lo único que sirve el voto en revolución!
 
Sí los procesos electorales no son apegados estrictamente a la ley, a los preceptos democráticos, con institucionalidad, se convierten en lo que se han convertido en Venezuela: Un suicidio colectivo.  

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

OMAR AVILA: ES LA ECONOMIA VALE

De seguir como estamos, en escasos cuatro meses pasaremos a ser el país con la hiperinflación más larga de la historia. Con una economía que va para siete años que no crece y un salario que tiene 12 años decayendo.
 
Nosotros, una vez más exhortamos al vicepresidente del área económica Tareck El Aissami y demás responsables del tema económico, a que podamos reunirnos, sentarnos a revisar la política económica en el que podamos incluir objetivos claros que nos permitan empezar a crecer y por ende a recuperarnos de manera equitativa. No hay que ser economista para saber que desde hace años transitamos en dirección contraria en esta materia.
 
Nuestra Venezuela hoy necesita de una revisión en la forma que ha venido siendo gobernada y administrada, al menos en las últimas cuatro décadas. Indudablemente que los últimos 22 años han profundizado aún más el desastre.
 
Actualmente, aunque el país tenga la mayor reserva de petróleo, no hay combustible suficiente para abastecernos normalmente; en el que teniendo una de las más grandes reservas de agua del planeta, el racionamiento del vital líquido es el pan nuestro de cada día, y peor aún, hay sectores que para poder tener agua, deben pagar altas sumas en camiones cisternas; en fin, que muchos venezolanos tengan que vivir como camellos, u otros sectores en los como recientemente me lo han manifestado compañeros del estado Zulia y Cojedes, donde el agua que llega no es apta para su consumo.
 
La energía eléctrica no se queda atrás y es otro dolor de cabeza para nuestro pueblo, en la que a pesar de esa supuesta inversión milmillonaria en este rubro, se redujo la capacidad de generación termoeléctrica a menos de la mitad. Prueba de ello son los constantes apagones y racionamientos a los que somos sometidos.
 
En resumidas cuentas, no hay un área en donde podamos decir que hemos avanzado, y como dice el dicho: “éramos muchos y parió la abuela”. Tenemos las sanciones económicas que no han hecho más que exacerbar la crisis humanitaria, debilitar a los ciudadanos en general, y lo peor de todo, es que estas han permitido atornillar al principal responsable de esta situación, es decir, a Nicolás Maduro.
 
Es hora de que esto llegue a su fin, desde Unidad Visión Venezuela apostamos a que haya un acuerdo en esta dirección y por ello vemos con optimismo las recientes declaraciones de la UE, EEUU y Canadá.
 
Acuerdo que debe generar confianza en la institucionalidad para poder atraer inversión al país tan necesaria para comenzar a recuperar nuestra calidad de vida, y eso por supuesto, comienza con rescatar el poder de compra que le de la fuerza y el impulso necesario al hecho económico.
 
Esto será posible en el corto plazo, si por un lado existe la voluntad de los actores que hoy en día tienen el poder, de darle un viraje a las políticas públicas actuales, de lo contrario toca ir preparándonos, organizándonos e ir logrando recuperar espacios (gobernaciones, alcaldías y cuerpos deliberantes), eligiendo a los mejores.
 
Por esta razón debemos exigirles a los candidatos que aspiran ser electos el próximo 21N a que presenten una propuesta viable de políticas públicas para su localidad en materia económica, energética y ecológica. Que podamos darle esa cuota de poder a quienes entiendan que la situación país en la cual nos encontramos con respecto al debacle económico, energético y ecológico que mantiene al país postrado de cara al futuro, en el que con un plan único podamos ir avanzando y que bien sea en el 2022 (dependiendo de los resultados de las elecciones regionales y municipales), o en su defecto en el 2024 podamos expulsar con millones de votos a los responsables de esta debacle.

Omar Avila
oavila1973@gmail.com
@omaravila2010
Diputado a la AN
Venezuela

martes, 29 de junio de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com MARTES 29/06/2021

 








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TITULARES DE HOY
29/06/2021

BEATRIZ DE MAJO: DESAPEGO. SOBREDOSIS

Una mirada a las recientes encuestas de opinión del país – Datanalisis y Varianzas- evidencia la profunda transformación que ha ocurrido dentro de nuestra sociedad.
 
Los números dan cuenta de una situación que se caracteriza por el peor momento de penuria económica que afecta transversalmente a todos los segmentos sociales. 91% de los venezolanos ve la situación del país como mala o muy mala y dos tercios de nuestros compatriotas le atribuyen al costo de la vida y al mal manejo de la economía su crítica situación.
 
Al mismo tiempo, paradójicamente se ha estado configurando una desconexión generalizada del país entero de la suerte que nos deparan los meses que vienen. Prevalece la inercia y la resignación frente a un destino que casi todos ven como ineluctable. Como si el desmadre, las carencias y las estrecheces de cada familia nada tuvieran que ver con la conducción del país. Menos de la mitad de la población muestra interés por pronunciarse con un voto en las elecciones regionales de noviembre.
 
La ciudadanía se está deliberadamente colocando al margen de lo público, de lo gubernamental, de las acciones tanto del régimen de oprobio como de la oposición blandengue por cansancio, por agotamiento, por la imperiosa necesidad de dedicar lo mejor del tiempo de cada quien a fraguarse un ingreso mínimo vital, un espacio de supervivencia que cada día se vuelve más exiguo y por tanto más limitante .
 
Una especia de inercia maluca se ha apoderado de los individuos que hoy no pueden más que prestarle atención a sobrevivir. Una bien armada estrategia de esclavización del colectivo ha conseguido surtir el efecto esperado: cuánto mayor la pobreza, más efectiva la mordaza que representan los programas de dádivas sociales, los que ni quitan el hambre ni resuelven las carencias pero que esperanzan al receptor en cuanto a su próxima entrega. Ello unido a la represión consigue inmovilizar a las masas y ponerle sordina al descontento.
 
Ni las tesis del gobierno ni las de la oposición movilizan hoy a la ciudadanía porque ni los adeptos de unos ni los seguidores de los otros encuentran un asidero para justificar entusiasmo frente a la intervención de un cambio en el pavoroso estado de las cosas. Las toldas que adversan al régimen le han fallado al país tanto como las promesas del chavismo. A la gestión catastrófica del gobierno reconocida por los venezolanos - Maduro alcanza apenas a conseguir 11% de simpatizantes- viene a sumarse la desilusión por los objetivos no alcanzados por los líderes de los movimientos prodemocráticos -apenas de 1 de cada cinco le apuestan a la oposición.
 
¿Cómo hacer para mirar el futuro con espíritu y actitud constructiva cuando es necesario moverse dentro de un ambiente donde lo que reina es el desapego? Es preciso, antes que nada, despertar en el ciudadano de la calle el ánimo de recomponer las cosas y terminar con el estado de sumisión que aletarga a la ciudadanía. No vale solo que los eventuales candidatos opositores hagan causa solidaria e irreductible para enfrentar al poder aplastante del régimen. Sin duda que ello es una condición imperativa de cualquier negociación que pueda emprenderse de la mano de actores
 
internacionales. Pero más decisivo es concitar al conglomerado de individuos inquietos y descontentos a acciones proactivas que sean demostrativas de la fortaleza de la determinación al cambio. No en balde, 68,8 % de nuestros compatriotas consideran que Maduro debe irse este año de 2021.
 
La antesala de una lucha electoral es propicia para reposicionar el tema del caótico rumbo económico e institucional que debe lleva el país. La apertura de un procedimiento de referendo revocatorio del mandato presidencial a Nicolás Maduro Moros que ya se encuentra en desarrollo también debe contribuir a crear un ambiente que canalice los descontentos. Tomemos en cuenta que en los estratos C y D más del 80% de sus componentes avalúan como negativa la gestión del mandatario. Las mismas elecciones primarias dentro del PSUV pueden ser útiles para hacer aflorar en las filas oficiales y para ponerle volumen a las múltiples inconformidades que se manifiestan en torno al manejo económico del país y, particularmente, en lo relativo al trato de la pandemia que sigue azotándonos a pesar de que el mundo ya se ordena en torno a una recuperación.
 
En síntesis, una negociación con el gobierno desde una posición de debilidad del liderazgo y de atonía política del conglomerado no conduce a otra cosa que no sea la permanencia del régimen.
 
La hora es nona.
 
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Venezuela – España 

CARLOS ALBERTO MONTANER: DESTINO Y LIMITACIONES DE PEDRO CASTILLO EN PERÚ

El miércoles 28 de julio, el día de la independencia, pudiera comenzar a gobernar Pedro Castillo en Perú. Lógicamente, sentirá "la tentación revolucionaria". Ojalá no sucumba a ella. Fue un final de infarto. Es lo que dice la mayoría de la “Junta Nacional Electoral”, incluido un representante de las universidades privadas. Aparentemente, Castillo le ganó a Keiko Fujimori por unos cuantos miles de votos. En total, más o menos, fueron 16 millones de sufragios. Ocho para Castillo y ocho para Keiko, menos los votos con los que supuestamente ganó Castillo. Ni Keiko ni Castillo cometieron fraude. Hubo, sí, pillerías sueltas, como en todas las elecciones, pero nada que suponga un cambio en los resultados generales. Lo dijo la "Organización Nacional de Procesos Electorales (ONPE), la OEA, Rosa María Palacios y Gustavo Gorriti. Lo ha dicho el sursum corda.
 
 
Pero no es una división únicamente ideológica. Es también geográfica. Casi todos contra Lima. El norte, no. El sur del país está contra Lima, incluso Arequipa, la segunda ciudad de Perú. La capital mira a España, a Francia, al resto de Europa, a EE.UU, a la modernidad. Es cosmopolita. En la capital vive un tercio del país. Un 65% votó contra Castillo. Es la misma gente que hoy está sacando su dinero del país, comprando oro, cuadros internacionalmente valiosos, diamantes. He visto sacar fortunas en espuelas de gallos de pelea, en relojes de marca y en libros impresos. La imaginación es ilimitada cuando peligra el bolsillo. Por lo pronto, han colapsado los organismos que expenden los pasaportes y los departamentos consulares de las embajadas del Primer Mundo. “No hay animal más cobarde que un millón de dólares”, reza el viejo dictum. 
 
También hay una división étnica mucho menos precisa. Los cholos y los indios, grosso modo, están con Castillo acaso porque los pobres lo respaldan y estos suelen ser cholos e indios. A contrario sensu, es difícil encontrar un pituco que no esté con Keiko, pese a tratarse de una candidata no-blanca. Aunque a veces los rasgos y la melanina nos engañan. Los cholos y los indios que han conseguido prosperar y educarse, juegan en primera división –para utilizar una metáfora futbolística- y están también muy preocupados y sacan su dinero del país. En general, la escisión es entre los que luchaban por salvar su futuro y los que estaban empeñados en batallar por los agravios pasados. Ganaron estos últimos.  
 
Obviamente, así no se puede gobernar. Ollanta Humala había sido cooptado para que hiciera la misma “revolución” que tiene Castillo delante, pero se dio cuenta de esa situación y desistió antes de precipitarse al abismo. Naturalmente, Humala no escuchaba los malos consejos de Vladimir Cerrón, que es un  perverso “Pepito Grillo” simpatizante de "Sendero Luminoso", sino la incomprensible jerigonza del “etnocacerismo” que le proponía su padre, también un ultranacionalista entreverado con ciertas concepciones marxistas. Era fácil desechar las tonterías que decía y optar por los consejos de Nadine Heredia, su avispada mujer. 
 
Es muy importante entender que no existe la bala de plata para matar la pobreza. No hay atajos hacia la riqueza. Como dejó dicho Ian Vásquez, un estudioso del Cato Institute, Perú, en los últimos años, ha vivido la más larga era hacia la prosperidad que ha conocido la historia del país.  La única revolución posible ahora mismo en Perú es la honradez administrativa y la decisión de hacer al Estado más eficaz. Si se le poda el amiguismo que impera en las contrataciones, si se invierte sabiamente en educación y sanidad, al cabo de unos años se verán los resultados positivos. 
 
Es muy importante que al frente del Estado haya unas personas decentes que no se dejen tentar por el dinero fácil. Es una vergüenza que Perú sea el país del planeta donde el Covid 19 ha dejado más muertos con relación a la población. “Lo que no  puede ser, no puede ser y, además, es imposible”, decía el torero realista y sabio. Ojalá que Pedro Castillo se dé cuenta de esa verdad incontestable. De lo contrario, durará seis meses en el poder. El Congreso lo depondrá. Lo ha hecho un par de veces. Tiene experiencia. Pero me temo que precipite al país a una guerra civil.
 
Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
Cuba- Estados Unidos-España

ENRIQUE AVOGADRO: ¿GAMBITO DE ARQUITECTA EGIPCIA?

Wilbur Smith: "El Führer se consideraba a sí mismo un arquitecto frustrado".
 
Esta vez voy a plantearle un ejercicio de imaginación raro e improbable, pero posible; lo sabremos dentro de un mes, cuando vencerá el plazo para presentar candidaturas. Las encuestas, aún las propias del Frente para Todos, están mostrando la brutal caída que la imagen de sus kapos ha sufrido desde aquellos días de comienzo de la "cuareterna", allá por marzo de 2020. Ese deterioro, impulsado por la impunidad de los corruptos y la injustificada soberbia del Presidente Clown, se profundizará aún más cuando la Argentina alcance la escalofriante cifra de 100.000 muertos por Covid, para lo cual falta dramáticamente poco por la demencial sumisión a Rusia y China y los negocios con laboratorios amigos del poder, que bloquearon el ingreso de más y mejores vacunas. Esos números adversos preocupan a la PresidenteVice porque, claramente, es quien más arriesga en las mesas de las próximas elecciones legislativas. Veamos a qué me refiero. 
 
Cristina Fernández sabe que, si no obtuviera en la justa electoral la cantidad de diputados (sólo siete) que necesita para adquirir quórum propio y si, además, perdiera algunos de los caracoles que la siguen rastrera y babosamente en el Senado, su suerte estará echada y su tentativa de reformar la Justicia y la Procuración para garantizar la impunidad de los infinitos delitos que ha cometido y la perpetuidad de su proyecto dinástico, habrá abortado definitivamente. Y si hay algo que conoce a la perfección es la velocidad con que las veletas de los Tribunales federales de Comodoro Py giran con los vientos que soplan con furia cuando el poder se pierde. 
 
Desde otro ángulo, y porque ha sido quien inspiró la gran mayoría de las ruinosas medidas económicas con las que pretende retener a sus votantes del pauperizado y hambriento Conurbano bonaerense (intervención en todos los mercados, control de precios y congelamiento de tarifas, cepo y freno al dólar, emisión descontrolada de papelitos de colores, monumental generación de deuda en pesos, multiplicación de subsidios y planes, atraso y default en el pago de la deuda, restricción de las exportaciones e importaciones, etc.), también sabe que sólo significaron barrer debajo de una alfombra que desaparecerá al día siguiente de las elecciones; ya no habrá magia, ni siquiera china -¡qué degradación en la calificación internacional de nuestro país-, y llegará una factura imposible de afrontar para este populismo ladrón, analfabeto, berreta y pobre.
 
Si se sumara la renuncia (o incapacidad) de Alberto Fernández a continuar ejerciendo desde el ridículo su rol de Presidente, ella debería asumirlo (art. 88 de la Constitución), y completar el mandato; si lo hiciera, sin duda acentuará sus rasgos autocráticos y acelerará el conflicto. Además, debería hacerse cargo directo de la catástrofe educacional, sanitaria, social, institucional, económica, laboral y geopolítica que ha generado -dijo Jorge Fernández Díaz, "en la Argentina, quien paga la fiesta organiza su (propio) funeral"- y, aún si llegara al final, tendría asegurada la derrota en 2023, convirtiéndose -a lo sumo dentro de dos años- en un blanco móvil para jueces y fiscales. ¿Qué opción tendría?: en otra jugada, como la que hizo al nominar a Alberto Fernández, renunciar también ella y presentarse como candidata a diputada; si fuera por la Provincia de Buenos Aires, esa decisión serviría, además, para galvanizar a sus fieles. Su elección estaría asegurada, obtendría fueros y podría dormir tranquila algún tiempo más.
 
El art. 1° de la Ley 25.716 establece el orden de quienes, en caso de renuncia o inhabilitación de Presidente y Vice, deben asumir la primera magistratura: el Presidente Provisorio del Senado (Claudia Zamora), de la Cámara de Diputados (Sergio Massa) y de la Corte Suprema (Carlos Rosenkrantz); quien fuera, deberá desempeñarla hasta tanto la Asamblea Legislativa, reunida a las 48 horas, designe a un legislador o gobernador en ejercicio (con los requisitos del art. 89 de la Constitución) para completar el mandato presidencial. Creo que Zamora se apartaría y el siempre Aceitoso aceptaría encantado, para aspirar a la inmediata elección por sus pares. 
 
Dejemos ahora de imaginar. La inoportuna (para Argentina) cita de SS Francisco de "Rerum Novarum" y los dichos de Alberto Fernández en el sentido de considerar a la propiedad privada un derecho "de segunda", que debe ceder ante las necesidades sociales, habilitaron a bandas de mafiosos, muchas importadas pero constituidas por gente con documentos argentinos, a comenzar a tomar nuevas tierras en todo el país para "venderlas" a los más pobres, forjando esta semana conflictos violentos. En esos conglomerados prolifera el narcotráfico, asociado a policías y políticos locales que recaudan para la corona, gran socia y facilitadora del negocio de los cárteles. Esta situación está preanunciando que pronto viviremos aquí el mismo infierno en que ese comercio infame ha sumido a la ciudad de Rosario, donde la luctuosa lista de asesinatos entre bandas competidoras se agiganta día a día. 
 
Si le sumamos que la gigantesca manifestación de las organizaciones del viernes anterior estaba encabezada por las imágenes de Ernesto "Che" Guevara, el fusilador, y Roberto Santucho, el asesino fundador del ERP en los 70's, tenemos en las manos una olla a presión de impredecible pronóstico. La descomposición social, producto del hambre, la desocupación, el cierre de las escuelas, el clientelismo, la marginalidad y la inseguridad, está transformando a nuestro país en algo inviable, cuyo rumbo resulta cada vez más difícil de rectificar mediante esta original democracia que brinda tan obscena indemnidad a los corruptos; en especial porque quienes tienen la responsabilidad directa de comandar el buque -o proponerse como alternativa a esta oficialidad demente y borracha- se dedican sólo a bailar en la cubierta del paria y naufragante Titanic argento en que nos hemos convertido.
 
Enrique Guillermo Avogadro
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Argentina