domingo, 22 de mayo de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY DOMINGO 22/05/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR EN ROJO

    

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES - 22/05/2022 

MIBELIS ACEVEDO D.: EL CORAJE TRANQUILO. DESDE VENEZUELA


VICENTE BRITO: SANCIONES VS DIÁLOGO. DESDE VENEZUELA




MIBELIS ACEVEDO D.: EL CORAJE TRANQUILO. DESDE VENEZUELA

Conocer a Sócrates nos conduce por caminos tan dispares como la idealizada estampa que dejó Platón -su alumno durante 10 años-, la chusca caricatura de Aristófanes o la limpia crónica de Jenofonte. Sobre su enorme influjo dan fe, eso sí, socráticos “menores” y “mayores”, Fedón, Antístenes, Aristóteles y el propio Platón, naturalmente. Filósofo y maestro de filósofos, piedra fundacional del pensamiento de occidente, fue curiosamente un pensador ágrafo: no dejó obra escrita, así que beber de su fuente pionera ha sido posible, en primera instancia, gracias a los Diálogos platónicos. A través de ellos la humanidad se ha puesto al tanto de su forma de buscar la verdad por medio de la conversación; esto es, la dialéctica. Asimismo, nos familiarizaron con la Ironía socrática y la Mayéutica, ese sutil arte de “asistir en el parto” del conocimiento, de ayudar al alma a resolver problemas por sí misma, orientada por filosas preguntas que conducen al nacimiento de la idea, la iluminación. Un viaje que hace de la duda una brújula imprescindible; que implica no renunciar a ella, por más picosa que sea.

Saber que nada sé, tener consciencia de la propia ignorancia. Reconocer los límites de lo que a veces juzgamos como verdad absoluta pone al maestro, más que como infalible portador del saber, como alguien dispuesto a aprender con otros. Hijo de Fenáreta, una partera, Sócrates impulsa un cambio pedagógico decisivo que, como reacción al sofismo, impacta profundamente a sus seguidores. La sabiduría en este caso se revela como fruto del cuestionamiento permanente, de la auto-interpelación, de la inducción. Enseñanza que, además, concede bellos vuelos a lo político. Y es que aun reacio a inmiscuirse directamente en los asuntos del poder, Sócrates razona sobre el deber ser de la relación de los ciudadanos con la polis, para que esta sea virtuosa y guiada por el bien. Para Sócrates, conocer la virtud y practicarla significaban la misma cosa: “virtud” que atendía, sobre todo, al cumplimiento de la ley.

Tal como recoge Platón en la Apología o el Fedón, la muerte del maestro, incluso de forma más tremenda que su vida, habla del apego a dicha convicción, la consciencia del equilibrio que hace posible la vida en comunidad. Eso que, según Sartori, remite a ideales bien entendidos y mejor empleados, insumos esenciales para construir una democracia. Aun en época convulsa para Atenas, presa de la inestabilidad que dejó la Guerra del Peloponeso y la incursión en el gobierno de los Treinta Tiranos, la defensa de la democracia enfrenta la consabida paradoja: la de la concreción atada a una visión realista, pero que a la vez se nutre de un ideal que demanda fe en nuestros rasgos más sublimes, la habilidad para elegir entre bien y mal y, por tanto, para impartir justicia. También para Sócrates eso suponía moverse entre dos elementos en apariencia irreconciliables: las leyes objetivas, propias de lo colectivo; y los preceptos dictados por la libre conciencia del individuo.

¡Quién diría que un ciudadano tan leal a Atenas, “el mejor hombre, el más inteligente y el más justo” sería víctima de la injusticia que emanó de la decisión de la mayoría! De esa herida no se libró Platón, quien llegó a vislumbrar en la democracia un temible, imperdonable desperfecto. Así que de su adolorida opinión también debemos rescatar a Sócrates, el demócrata decidido a morir en la verdad. Al revisitar a Popper en “La sociedad abierta y sus enemigos”, Enrique Krauze señala que “Sócrates tuvo un papel airoso... Nunca se opuso a la democracia sino a su degeneración demagógica, encarnada en aristócratas inescrupulosos que, habiendo sido sus discípulos, torcieron el sentido de su enseñanza para buscar el éxito usando al pueblo como instrumento de su ambición. Pero la mayor lección democrática de Sócrates fue ajustarse a las leyes de Atenas y defender su causa, que era la causa de la inteligencia. Pudiendo huir, optó por defenderse con su arma única y específica: la razón, la deliberación. Prefirió padecer la injusticia a cometerla. “Jamás había intentado socavar a la democracia -dice Popper-; en realidad, había tratado de darle la fe que le faltaba”.

Sobre los últimos días de quien se veía a sí mismo como canal de su próvido daimon, “tábano” siempre dispuesto a sacar de su modorra al caballo de la Polis, discurre también el telefilm que dirigió Roberto Rossellini en 1970. (En 1966, George Schaefer ya había dirigido “Descalzo en Atenas”, protagonizado por Peter Ustinov). Acusado a sus 71 años de no creer en los dioses de Atenas, de proponer nuevas creencias, de corromper a la juventud, afirma allí Sócrates con una calma que descoloca a discípulos y familiares: “si la democracia quiere mi muerte, tendrá sus razones”. Con la misma calma decide tomar la cicuta y esperar su efecto, no sin recordar a Critón que “le debemos un gallo a Esculapio” (Diálogos: Fedón).

Su afligida esposa, Jantipa -cuyo carácter de trueno ocupó a muchos cronistas- es quien aliña con dulzuras esa despedida. Reflexionando junto a sus hijos sobre la singular heroicidad del padre perdido, les dice: “cuando va por la calle, no es un ruido guerrero el que lo precede, ruido que apenas disimula el pavor de los que agitan lanzas y escudos. Su coraje es tranquilo, y hay que tener corazón para reconocerlo”. Ese mismo coraje tranquilo, pues, que es lo propio de la democracia.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela  

VICENTE BRITO: SANCIONES VS DIÁLOGO. DESDE VENEZUELA

Los recientes anuncios del inicio de conversaciones entre los más destacados sectores de la política nacional, traen sentimientos positivos en la mayoría de los venezolanos. Estimamos que más de tres cuartas partes de la población favorecen este mecanismo como la vía más expedita para lograr soluciones inmediatas, para superar no sólo las diferencias políticas pero también soluciones a la complejidad social y económica que nos afecta.

El anuncio de inicio del diálogo unido al levantamiento gradual de las sanciones ha sido bien recibido por importantes sectores de la vida nacional. Las dos organizaciones representativas con mayor credibilidad popular, como lo son la iglesia y el sector empresarial han emitido sus opiniones favorables a esta iniciativa, con sus respectivos énfasis en que este diálogo de soluciones para mejorar las condiciones de vida de los venezolanos.

La responsabilidad asumida ante el país por quienes han tomado esta iniciativa, los obliga a que se logren resultados satisfactorios no sólo para los sectores oficiales y opositores que participan en él diálogo, también es necesario que tenga la aceptación de la base popular, la cual ya asume su rol y se expresa a través de las acciones cívicas que emprende donde reclama sus derechos y aspiraciones, a través de la vocería de las distintas organizaciones civiles que la conforman.

Existen sectores que manifiestan su desacuerdo en levantar aunque sea parcialmente las sanciones, sin antes lograr acuerdos previos en lo político, lo cual forma parte del debate que se observa y que trasciende a la opinión pública.

La situación del país demanda de soluciones inmediatas, donde este diálogo logre los resultados esperados por el país nacional y la apertura de las sanciones permitan lograr respuestas a las múltiples expectativas creadas en lo político, social y económico. La nación observa y exige soluciones.

Vicente Brito
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución 

Venezuela

OSCAR ARNAL: LOS RETOS LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA. DESDE VENEZUELA

Cuando Platón explicó que el mejor gobierno es el de los filósofos, se refería al que ejercen los sabios, las personas preparadas y los virtuosos. La virtud era sinónimo de excelencia, de los mejores hábitos, los que nos alejan de los vicios que nos esclavizan. 

Interesante es resaltar que puso el énfasis en el gobierno de las leyes, como el mejor gobierno. Leyes justas y estadistas virtuosos conducen a la felicidad de los pueblos. 

Su metáfora de la caverna, esos hombres encerrados y amarrados con cadenas, que solo podían ver lo que se les proyectara en la pared oscura, nos deja ver la importancia que para Platón tenía la libertad. Hasta no ver el sol, quienes permanecían en la cueva eran esclavos de los que tenían el poder, actuaban a sus espaldas y mostraban solo lo que querían. 

Platón fue discípulo de Sócrates, quien no dejó obra escrita sino que se refleja en sus diálogos y la impronta de su sucesor. Entre sus libros, en el “Banquete” por ejemplo, habla del amor, el cual por intereses y bienes materiales no es sostenible. El amor platónico sigue teniendo gran significación. Es ese amor puro que aunque no se consuma, nos inspira, nos da ilusión y es un ideal de belleza y realización. 

Si Platón sigue a Sócrates, el testigo lo toma su alumno Aristóteles. Es de quien viene aquello de que “el hombre es un animal político”. Platón y Aristóteles advirtieron que el ser humano era alma y cuerpo y Aristóteles dejó claro que el alma trasciende la vida carnal. 

Más tarde Santo Tomás, el gran filósofo de la Edad Media, retoma buena parte de la doctrina Aristotélica, esto a pesar de que Aristóteles era un pagano y de que la mayoría de su traducción llegó al medioevo a través de los árabes. Santo Tomás lee a Aristóteles en latín, y lo comenta en su Ética Nicomáquea, el De Anima, la Física y la Metafísica. 

También ejercen una gran influencia los estoicos, cuyas virtudes fueron: sabiduría, coraje, justicia y templanza. Santo Tomás agregó tres virtudes cristianas: fe, esperanza y caridad, para así llegar a las siete virtudes cardinales. 

Cuando uno revisa a los griegos entiende que en ellos está el germen del buen gobierno. Que la democracia era un sistema de gobierno perfectible, siempre que no cayera según el propio Aristóteles en oclocracia, ni en demagogia. Es increíble entender cómo en el tiempo griego, ya se habló de justicia social, de bien común universal, del gobierno de los hombres honrados, de libertades públicas e incluso de alternancia. Hubo épocas de grandes gobernantes como la del maestro Solón. 

Lo que quedó en el tintero en tiempo tan memorable lo desarrolló luego con mayor amplitud la ilustración como por ejemplo el tema de la soberanía popular y los progresivos derechos humanos. Mis críticos dirán pero en la época griega hubo esclavos, y las mujeres y los extranjeros no tuvieron derecho a votar. Lo definitivo es que sembraron las bases para que después llegáramos a todo esto, todavía en pleno desarrollo hoy. 

Uno podría decir que algunos de los filósofos griegos también hicieron teología. Allí en el motor Aristotélico del inicio está Dios y está un creador. Santo Tomás en la Suma Teológica desarrolló la tesis y con sus cinco vías dejó claro que la existencia de Dios es irrefutable. Fe y razón unidas. Siguiendo las lecciones de los grandes filósofos de la antigüedad, es claro que en la Venezuela de hoy, más que nunca, hacen falta líderes preparados, sabios y virtuosos. Que nos devuelvan al camino de las leyes. La felicidad la encontraremos en buena medida cuando recuperemos la senda de la justicia y la libertad. 

Ocar Arnal
oscar.arnal@icloud.com
@OscarArnal
Venezuela

ANDRES OPPENHEIMER: HOLA, BIENVENIDOS A EL GRAN DEBATE. DESDE USA

Hay tres razones probables por las que el Presidente Joe Biden decidió relajar algunas sanciones a Venezuela y Cuba. Son motivos que ayudan a explicar por qué la Casa Blanca tomó estas medidas, pero no son excusa para la forma desastrosa en que fueron articuladas y anunciadas.

Las nuevas medidas, reveladas por funcionarios no identificados el 16 y 17 de mayo, no fueron tan dramáticas como afirman algunos de sus críticos. De hecho, han dejado intactas las sanciones más severas de Estados Unidos contra ambas dictaduras.

“El levantamiento unilateral de las sanciones a Venezuela no va a mejorar la vida de los venezolanos”, dijo el encargado de asuntos latinoamericanos de la Casa Blanca, Juan González el 19 de mayo, rechazando los pedidos de algunos funcionarios latinoamericanos de que se normalicen los lazos de Washington con Venezuela.

Pero las nuevas medidas estadounidenses habían sido anunciadas antes, casi en secreto, con pocas explicaciones, y en algunos casos de manera engañosa.

El 16 de mayo, funcionarios no identificados le dijeron al Miami Herald que Estados Unidos ampliará los vuelos a ciudades cubanas fuera de La Habana, restablecerá un programa de reunificación familiar, levantará los límites a las remesas familiares y permitirá viajes grupales con fines educativos y profesionales.

Estas medidas se implementarán para ayudar al incipiente sector privado de Cuba, y no al régimen, dijeron los funcionarios.

El 17 de mayo, funcionarios anónimos de la administración dijeron a los periodistas que la Casa Blanca aliviará sanciones petroleras menores a Venezuela a cambio del compromiso del dictador Nicolás Maduro de regresar a la mesa de negociaciones con la oposición, y buscar acuerdos para realizar las elecciones presidenciales de 2024.

La propuesta diplomática de Estados Unidos se realizó en estrecha consulta con el líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, dijeron funcionarios estadounidenses. Fuentes venezolanas cercanas a Guaidó me confirmaron que, efectivamente, fueron consultadas.

Pero según me dicen fuentes bien informadas que participaron en las negociaciones, el anuncio de la Casa Blanca dejó suficientemente claro que el alivio de algunas sanciones a Venezuela será temporal, por unos meses, y que será revertido si Maduro no accede en ese plazo a permitir elecciones libres y justas en 2024.

¿Por qué decidió la Casa Blanca hacer estos anuncios?

Primero, hay un gran aumento de la migración de cubanos indocumentados a través de la frontera de México, que está haciendo aumentar significativamente el flujo migratorio desde América Central y México.

En un momento en que los republicanos están agitando el tema migratorio con miras a las elecciones intermedias estadounidenses de noviembre, Biden probablemente decidió aliviar algunas sanciones a Cuba a cambio de mayores esfuerzos de Cuba y México para frenar el flujo migratorio.

En segundo lugar, Biden está bajo una fuerte presión de México para invitar a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua a la Cumbre de las Américas del 6 de junio en Los Ángeles. Ante la perspectiva de un boicot generalizado a la cumbre, Biden probablemente decidió hacer algunos gestos de buena voluntad a Cuba y Venezuela para convencer a los países indecisos de asistir a la cumbre.

En tercer lugar, la invasión rusa de Ucrania ha provocado un gran aumento de los precios de la gasolina, y funcionarios de la Casa Blanca pensaron - quizás ilusamente - que si una nueva ronda de conversaciones entre Maduro y la oposición venezolana llegará a un acuerdo sobre elecciones libres, se podrían levantar las sanciones petroleras a Venezuela, y eso ayudaría a bajar los precios del petróleo.

Estas explicaciones son entendibles, pero la forma en que se manejó todo esto ha sido lamentable. 

Andrés Oppenheimer
www.andresoppenheimer.com
CNN en Español
@oppenheimera
Argentina - Estados Unidos
Columnista del Miami Herald y el Nuevo Herald

MARCELO DUCLOS: EL MARXISMO CULTURAL Y LA FALACIA DEL HOMBRE DE PAJA. DESDE ARGENTINA

En Argentina, Javier Milei es cuestionado por utilizar el término para hacer referencia a la agenda a los voceros del colectivismo. La crítica es porque lo utilizan los “conspiranoicos de la ultra derecha”.

«Como hay neonazis que critican el marxismo cultural, los que hablan de marxismo cultural son nazis». Una de las falacias más repetidas desde el progresismo actual, desesperado por un boom libertario que los supera. (PanAm Post)

Esta mañana, el periodista de Infobae Federico Fahsbender alertó sobre la presencia de un elemento supuestamente polémico y peligroso en el discurso de Javier Milei: la referencia al “marxismo cultural”. Desde su columna, señala con preocupación que en Argentina pasa casi desapercibido algo que en muchos países del mundo genera alarma y preocupación. Un latiguillo de grupos de “extrema derecha”, de los que hasta Donald Trump toma distancia.

En varias oportunidades hemos resaltado lo impreciso que resulta la distinción político ideológica de la dicotomía “izquierda-derecha”. Es que, además de describir por la negativa, sirve para estigmatizar a las personas mediante la asociación de ideas que pueden no ser las suyas. Yendo a lo concreto, si ser de izquierda significa ser socialista (y viceversa), ¿ser de derecha es ser liberal? Aunque muchos liberales se reconozcan como “de derecha”, si hacemos un simple ejercicio de refutación, todo se desmorona: hay mucha gente autodenominada “de derecha” que no quiere saber nada con el liberalismo: conservadores, nacionalistas, fascistas e incluso neonazis. Esos a los que el columnista hace referencia en su artículo de hoy.

Aunque no dice abiertamente que Milei “es nazi”, su artículo tiene similitudes a informe del extinto programa 678, donde aparecíamos los miembros del Partido Liberal Libertario asociados a Alejandro Biondini. Pareciera ser que los periodistas preocupados por el avance de la extrema derecha aprendieron algo del ministro de propaganda del Tercer Reich. La idea de mentir y mentir, porque algo siempre puede quedar. Y los que escribimos y producimos material audiovisual sabemos muy bien que la reiteración de menciones tiradas de los pelos y asociaciones poco éticas desde lo periodístico son, como mínimo, filomentirosas.

Esto tiene una intención clara. De la misma manera que los Beatles armonizaban muchas veces en quintas, para que el acorde se complete en la cabeza y la voz del escucha, desde el periodismo se hacen asociaciones tiradas de los pelos para que algún prejuicio que pueda tener el lector se haga carne. La nota que lleva el nombre del diputado liberal menciona al nacionalsocialismo, al antisemitismo, al racismo a la homofobia y hasta incluye la foto de un terrorista que comulga con la existencia del “marxismo cultural”.

Yo no tengo problema en reconocer que ese marxismo cultural, para mí, existe. Claro que no se trata de algo tangible como una mesa o el sol, así que se trata de algo meramente descriptivo. Curiosamente, muchos autodenominados “de derecha” me han señalado a mí como un “marxista cultural” por estar a favor del matrimonio homosexual, el derecho de adopción por parte de parejas gays, la legalización del consumo de drogas y la eutanasia. Nada que me saque el sueño, claro. Pero lo cierto es que, con respecto a todo este debate (que a veces es poco honesto desde lo intelectual), el “marxismo cultural” existe (pónganle el nombre que quieran) y los neonazis que lo denuncian, también.

Las dos cuestiones están a la luz del día y son de muy fácil corroboración. El que tenga alguna duda, que se dé una vuelta por cualquier carrera de la Universidad de Buenos Aires y le haga un breve cuestionario al cuerpo docente. ¿Alguien duda que el resultado sería el de un altísimo “colectivismo en sangre”? Es que Antonio Gramsci tenía razón. Mientras que el menemismo privatizaba desde el Poder Ejecutivo, los espacios socialistas ya monopolizaban la cultura y la educación: los egresados de esas camadas fueron los adultos que votaron o avalaron las premisas morales del kirchnerismo. Claro que el modelo estatista colapsó (como ha ocurrido desde siempre en la historia) y ahora hay una revolución en el campo de las ideas. Lo positivo es que la tecnología le quitó el monopolio de la educación a los sindicatos y hoy un joven estudiante increpa al cuerpo docente con ideas a las que probablemente sin internet nunca hubiese estado expuesto.

También hay que decir que toda la gente a la que Fahsbender hace mención, existe. No hay más que googlear un rato para conocer autores o “intelectuales” que niegan la existencia del Holocausto porque “no se encontraron los recibos de compra de las cámaras de gas de los campos de concentración”. Yo a esta gente, más cómoda con el mote de “revisionista” que de nacionalsocialista, le digo “nazi”. Es que es lo que son, aunque les de pudor decirlo en público. Igualmente, se les nota la hilacha.

Ahora ¿qué tenemos que ver los liberales con estos elementos? ¿el combate al “marxismo cultural? Si quieren pueden cambiarle el nombre, es lo de menos. Lo que no debe hacerse bajo ningún punto de vista es abandonar la lucha moral contra los principios marxistas que han contaminado la cabeza de generaciones. Cabe destacar que el término “contaminado” no es discutible ni arbitrario, ya que la evidencia empírica en el 100 % de los casos demostró que la implementación de esas ideas no hace más que someter a la gente a procesos de miseria y autoritarismo, no deseados ni por los voceros y muchos de los ejecutores de esas mismas ideas.

Si en lugar de distinguir entre extrema izquierda, izquierda, centro, derecha y extrema derecha, las ideas políticas se ordenaran entre libertad y coerción o individualismo y colectivismo, quedarían muchas cosas más en claro. Probablemente, se incremente la demanda de psicólogos, ya que los que están en la “extrema izquierda” se darían cuenta que son primos hermanos de la “extrema derecha”. Igualmente, no tendrían que preocuparse demasiado, ya que la gran mayoría de los terapeutas están todos quemados por el marxismo cultural. Por ahora…

Marcelo Duclos
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Argentina

ARIEL PEÑA: AMENAZAS Y AUTONOMÍA SINDICAL. DESDE COLOMBIA

Las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia, en un comunicado del 15 de mayo, amenazan a algunos miembros del Comité Ejecutivo de la CGT(Confederación General del Trabajo), pretendiendo una nueva situación de amedrentamiento, puesto que en otras ocasiones lideres de la central obrera han recibido amenazas de grupos paramilitares y de las guerrillas marxistas, por lo que hay que condenar cualquier intimidación venga de donde venga; de modo que el Gobierno Nacional debe de brindar la máxima protección a los dirigentes sindicales, que menciona esa organización al margen de ley.

Durante sus 51 años de existencia, la CGT ha sido una organización de trabajadores democrática, autónoma, solidaria y pluralista, que conserva su independencia frente a los gobiernos, partidos políticos, credos religiosos y patronos, fundamentándose en un sindicalismo de valores, que respeta las posiciones individuales de su militancia, ya sean ideológicas, políticas o de cualquier otra índole, pero sin dejar a un lado el debate fecundo de las ideas, que fortalece dialécticamente el quehacer diario de la central, en busca de las reivindicaciones que beneficien a los trabajadores y al pueblo colombiano en general.

De acuerdo a las anteriores consideraciones, cualquiera que sea el gobierno que se posesione el 7 de agosto, la CGT debido a su talante histórico no va a hipotecar su autonomía, para convertirse en una central gobiernista, porque eso limitaría su capacidad de lucha que es necesaria en la defensa permanente de los trabajadores, además desde que surgió el sindicalismo en el mundo, se ha demostrado que únicamente en las dictaduras es en donde mediante la fuerza bruta desaparece el sindicalismo libre, dando paso a organizaciones dominadas por regímenes tiránicos, como sucede en Cuba, Corea del Norte y China, a lo que se pueden agregar los casos de Venezuela y Nicaragua.

Entonces sin lugar a dudas, la CGT seguirá defendiendo el pluralismo y la autonomía; de modo que no se pueden hacer ni señalamientos ni amenazas en contra de ningún dirigente cegetista, puesto que es norma dentro de la entidad el respeto a la militancia política de cada uno de sus miembros, que para nada compromete a la institución en su conjunto, dado que el Comité Ejecutivo, las diferentes federaciones y los sindicatos que la conforman, tienen absolutamente claro que el pluralismo es la carta de navegación de la central, pues de lo contrario se estaría negando el disenso que permite la unidad en medio de la diversidad.

Además la CGT, en vida del presidente y gran líder, Julio Roberto Gómez(1951-2021), buscó que la organización de tercer grado volviera a las fuentes que enseñaron los trabajadores en las dos Internaciones del siglo XlX y principios del XX, en donde el totalitarismo estatista, burocrático y embrutecedor fue repudiado por los obreros, ya que quería usar a sus organizaciones para llevar a las masas a una esclavitud política sempiterna, en donde el envileciendo de los pueblos era la condición necesaria para consolidar la tiranía; sin embargo esas fuerzas totalitarias no desaparecieron y permanecen agazapadas y latentes, entre los pliegues más oscuros del despotismo, para dominar a las naciones.

Durante toda su existencia la central obrera CGT, ha sido abandera del Dialogo Social y la Concertación, para que de una manera civilizada se tramiten las diferencias y de esa forma se alcancen los objetivos que redunden en beneficio de la población, teniendo también en la movilización social un instrumento de vital trascendencia, para las reivindicaciones inmediatas y de más largo plazo que necesita la ciudadanía, lo que catapulta a la Confederación como una colectividad completamente democrática.

De manera que hay que rechazar sin rodeos, las amenazas proferidas en contra de miembros del Comité Ejecutivo de la CGT, pues es de conocimiento público que desde sus orígenes ha estado al servicio del movimiento de los trabajadores, en atención a lo cual, eso ha sido su razón del ser, y como parte del sindicalismo colombiano ha sufrido los embates de actores armados, que lo han martirizado para destruir su autonomía, que es el activo principal del sindicalismo democrático, especialmente en la CGT.

Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia