lunes, 9 de noviembre de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, MARTES 10/11/2020


 

MARYCLEN STELLING, PACTO CIUDADANO
Unknown, EL REPUBLICANO LIBERAL II - 2 hours ago
La democracia venezolana, frágil e imperfecta, está sometida a una poderosa e interesada narrativa negativa, elaborada y promocionada desde ciertos espacios políticos, analíticos y transmediáticos. Paralelamente a la crisis económica, política e institucional social, psicológica y cultural, se ha ido desarrollando e imponiendo en importantes sectores poblacionales una posición crítica y cuestionadora de la situación país. Se viven tiempos de crisis multidimensional al igual que de insatisfacción y desencanto en la misma magnitud. Se deteriora la confianza y el apoyo a las instituc...

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ, RÁPIDO Y CURIOSO
Unknown, EL REPUBLICANO LIBERAL II - 2 hours ago
Según García Bacca, todos sabemos lo-que-es el vino, lo distinguimos del agua, tenemos noción, aunque no sepamos qué-es el vino, su composición química, peso molecular (150), definición científica (ácido dihidroxibutanodioico), ni podamos escribir su fórmula (C4H606) sin Wikipedia. Hablamos con nociones, pero la teoría está obligada a conceptos, que chocan con lo que la gente piensa. Es muy difícil que un taxista quiera enseñar al médico como se hace cirugía del cerebro, pero Churchill cuenta que uno le explicó qué hacer para ganar la guerra. Todos asumen que saben de política y o...

CARLOS E. AGUILERA A., LA AUTONOMÍA EN UNA DEMOCRACIA
Unknown, EL REPUBLICANO LIBERAL II - 2 hours ago
Cuando diariamente observamos todas las tropelías, abusos y delitos de toda índole que ocurren en el régimen de Nicolás Maduro, comprendemos que quienes detentan el poder Ejecutivo, Legislativo y demás, violan sistemáticamente la Constitución de la República. Y son precisamente los propios actores del oficialismo que representan al soberano en la Asamblea Nacional, quienes hacen caso omiso de los principios fundamentales que contempla el Título I de la carta Magna, en su exposición de motivos. Dicho capítulo refiere entre otras cosas que el patrimonio moral y los valores de libert...

OMAR ÁVILA “LA VIRTUALIDAD DE MADURO Y GUAIDÓ
Unknown, EL REPUBLICANO LIBERAL II - 2 hours ago
Mientras la Venezuela virtual continúa con la atención puesta en el resultado de las elecciones norteamericanas, acá el alto costo de la vida no se detiene, la gente se sigue muriendo de hambre, miles de niños en estado de desnutrición, ancianos hurgando de la basura, más de 300 venezolanos por pensar distinto siguen presos y los servicios públicos son una pesadilla. Maduro sigue acabando con lo que queda de país y millones de venezolanos –lamentablemente- sólo sueñan con irse de Venezuela. Se derrumba una Nación y a los extremistas no les conmueve el sufrimiento del pueblo, conti...

LUIS FUENMAYOR TORO, TRUMP, FRAUDE ELECTORAL Y COLECTIVOS ARMADOS
Unknown, EL REPUBLICANO LIBERAL II - 2 hours ago
En Venezuela hemos sido testigos de muchas situaciones que conocimos en algún momento en el pasado, pero que hoy se nos presentan en forma mayor o incluso cualitativamente diferente a como las conocimos. Ante estas sorpresas usualmente comentamos que “creíamos haberlo visto todo”. Sin embargo, nunca podremos afirmar que lo hemos visto todo. La realidad es cambiante, sea ésta social, política, biológica o sideral. Nuestra práctica diaria nos enseña que el cambio es lo único constante y permanente, de manera que casi todo es novedoso, aunque no nos demos cuenta. Y como de lo que se t...

JUAN GUERRERO, VIVIR EN GERUNDIO, LECTURAS DE PAPEL
Unknown, EL REPUBLICANO LIBERAL II - 2 hours ago
Debo confesar que he perdido la noción del valor de las cosas, no sé a ciencia cierta si un litro de leche de larga duración, con el precio marcado, es caro o barato. No lo sé. Cuando voy a realizar las compras, procuro acercarme a los anaqueles para verificar el precio, trato de buscar esas comas y luego los céntimos, pero eso no existe. En Venezuela hace varios años desaparecieron las monedas, y con ello el término se evaporó, ‘quedó en desuso’, así se dice en lingüística. Algunas veces paso tiempo buscando esa expresión de los céntimos. Ya eso no se refleja en los productos. Me..


MARYCLEN STELLING, PACTO CIUDADANO

La democracia venezolana, frágil e imperfecta, está sometida a una poderosa e interesada narrativa negativa, elaborada y promocionada desde ciertos espacios políticos, analíticos y transmediáticos.

Paralelamente a la crisis económica, política e institucional social, psicológica y cultural, se ha ido desarrollando e imponiendo en importantes sectores poblacionales una posición crítica y cuestionadora de la situación país. Se viven tiempos de crisis multidimensional al igual que de insatisfacción y desencanto en la misma magnitud. Se deteriora la confianza y el apoyo a las instituciones, a la vez que se incrementa en la ciudadanía la indiferencia y la apatía política. Situación que, en ciertos sectores, podría desembocar en una peligrosa desafección democrática, independientemente de la filiación política.

Paralelamente, desde la narrativa de ciertos grupos de la oposición -no necesariamente interpretes legítimos de la situación política- se intensifica tanto la descalificación como el ataque al recién nombrado Consejo Nacional Electoral; se cuestiona la legitimidad de las venideras elecciones parlamentarias y se promueve la duda en torno a validez de los resultados electorales. Concluyéndose que en el pasado habría quedado enterrada tanto la democracia como la legitimidad del sistema electoral. Se promueve la tesis de la pérdida definitiva del rumbo democrático.

En contraste, desde algunos sectores de la ciudadanía, independientemente de la posición política, se comienza a construir una narrativa plural critico-propositiva. Suerte de espontaneo pacto ciudadano, que sin temor evidencia un debilitamiento de los componentes democráticos y destaca una grave disminución de las libertades. Con crudeza y valentía, se denuncia, un profundo proceso de erosión y un peligroso deslizamiento democrático hacia un terreno con visos de autoritarismo. Se hace un llamado a la defensa ciudadana y a la profundización de las conquistas democráticas que tendría como “campo de batalla” el voto y la Asamblea Nacional a ser elegida el próximo 6D. 

Así, en un contexto crítico y en un clima generalizado de pesimismo económico y político, espontáneamente comienzan a emerger las voces plurales de intérpretes legítimos de los sentimientos populares.

Maryclen Stelling
maryclenstelling@gmail.com
@maryclens
@UNoticias

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ, RÁPIDO Y CURIOSO

Según García Bacca, todos sabemos lo-que-es el vino, lo distinguimos del agua, tenemos noción, aunque no sepamos qué-es el vino, su composición química, peso molecular (150), definición científica (ácido dihidroxibutanodioico), ni podamos escribir su fórmula (C4H606) sin Wikipedia. Hablamos con nociones, pero la teoría está obligada a conceptos, que chocan con lo que la gente piensa.

Es muy difícil que un taxista quiera enseñar al médico como se hace cirugía del cerebro, pero Churchill cuenta que uno le explicó qué hacer para ganar la guerra. Todos asumen que saben de política y odian a quien difiere de sus criterios. Entendemos la noción pueblo, pero usada por Hitler y Perón designaban entes muy distintos, aunque ambos la usaban para excluir. Igual Chávez lo distinguía de “los escuálidos”, la oligarquía.

Para Agustín, el pueblo eran “los más”, “los simples”, un indeterminado, y según Rousseau, “la voluntad general”, un criterio cualitativo abstracto, distinto de la mayoría. El marxismo tomó esa idea y los intereses de la sociedad los representa el proletariado, un grupo cualitativamente superior más allá de su número. En Grecia antigua las mujeres, los esclavos y los pobres no eran parte del pueblo. 

Los censitaristas y capacitaristas, dicen que solo los propietarios o ilustrados deben elegir y son el pueblo. Pese a tal enredijo mayéutico, “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” es el referente del gobierno democrático, una categoría ético-filosófica que basa su legitimidad (obligación de acatar) e indica que su origen es consensual y no de facto. 

Trick o treath

Es falso que “el pueblo” gobierne o que pueda gobernar la nación. Lo hacen los cuerpos representativos del Estado y las comunidades pueden ejercerlo localmente. Los demagogos falsean la realidad cuando pretenden que cinco o diez mil personas en asamblea o turba, son “el pueblo”. Medio millón en la Av. Bolívar de Caracas o en la Alameda de Santiago pueden decretar la pena de muerte y eso no tiene valor si la ley no la establece. La soberanía se materializa en la constitución.

Esos quinientos mil ni nadie están por encima de ella. En el siglo XVIII los filósofos dieron al pueblo la condición de soberano, la nación de los franceses, constituyente de todo, madre del destino político. Pero como no hay por donde agarrar un ente tan inmenso y abstracto y lo que se materializa en el mundo son partes del pueblo, la teoría democrática lo transforma en la ciudadanía, personas con derechos y deberes, cuyo rostro político es el electorado. 

No es la omnipotente soberanía, el huracán de la Historia, ni la materialización del espíritu absoluto hegeliano, ni el crimen que ahogaba a Robespierre con la sangre de Dantón. No. El electorado es un cuerpo político sometido a las leyes, gente que se inscribe en un registro, debe hacer cola para votar, ser mayor de edad, presentar su cédula de identidad, portarse ordenadamente en el proceso y no alterar la tranquilidad del recinto. Si no está en lista, no vota.

Reciente fraude revolucionario es un parapeto llamado “constituyente originaria”, para liquidar las bases del Estado Derecho y rehacerlas a volonté, como lo estableció aquí la Dra. Supraconstitucionalidad. Trick o treath, los 160 sujetos se convierten en el inaprehensible pueblo para cambiar el poder, la vida, la propiedad, el pensamiento, la educación, las relaciones familiares. 

El suplente de Dios

Esos 160 señores declararon una vez en Venezuela, en un delirio robespiereano, que “por encima de ellos solo el pueblo y Dios”, dos personas que no asisten a sus curules, pero que ellos suplirían diligentemente. Chile es, sin discusión racional, el país que logró victorias más brillantes contra la pobreza en Latinoamérica, que lo emparentan con los desarrollados, mientras los socialismos fueron un degredo. Y decidieron desacreditar a Chile. 

El año pasado hubo motines de niños malcriados, pirómanos destructores, insatisfechos sexuales, con reclamos surrealistas y excentricidades, consabidas consignas “anticapitalistas”, contra el “neoliberalismo”, y los ideólogos vieron entre las llamas, no turbas ni grupúsculos, sino el rostro del pueblo. Convocan una “constituyente”, engendro incapaz de resolver ningún problema, pero sí de crearlos todos. Como un pique urbano en Rápido y furioso: inútil y temerario.

Operación de alto riesgo si el vandalismo del año pasado decide en la “constituyente” y un paso incierto porque anuncian plebiscitar el proyecto luego de aprobarlo la futura asamblea. En primer lugar, porque el conocimiento y la experiencia indican que si se somete a votación los derechos fundamentales, podrían desaprobarlos (en varios países la sodomía es delito penal). Las constituciones estables deben ser de consenso, aprobadas por minorías y mayorías, y no por mayoría.

Dos grandes, la norteamericana y la venezolana de 1961, se sancionaron por un complejo mecanismo del Congreso, las legislaturas regionales y los concejos municipales, que imponía dos tercios de cada cuerpo para la aprobación. Luego vino el populismo. Solo me tranquiliza sobre Chile que un par de amigos inteligentes confían que habrá sensatez.

Carlos Raul Hernandez
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
@ElUniversal

CARLOS E. AGUILERA A., LA AUTONOMÍA EN UNA DEMOCRACIA

Cuando diariamente observamos todas las tropelías, abusos y delitos de toda índole que ocurren en el régimen de Nicolás Maduro, comprendemos que quienes detentan el poder Ejecutivo, Legislativo y demás, violan sistemáticamente la Constitución de la República. Y son precisamente los propios actores del oficialismo que representan al soberano en la Asamblea Nacional, quienes hacen caso omiso de los principios fundamentales que contempla el Título I de la carta Magna, en su exposición de motivos.

Dicho capítulo refiere entre otras cosas que el patrimonio moral y los valores de libertad, justicia, igualdad y paz internacional están fundamentados en el ideario de Simón Bolívar, el Libertador.

Preguntamos: ¿De cual patrimonio moral podemos sentirnos satisfechos si constantemente se producen hechos reñidos con este principio. La corrupción copa todos los ámbitos y latitudes de los poderes públicos y hasta el militar? Y si hablamos de libertad, preguntamos: ¿Existe realmente una libertad en un país en el que se cierran canales de TV, se cancelan concesiones radioeléctricas, y se sanciona a los medios de comunicación impresos por titulares en sus primeras páginas y se encarcelan a periodistas? Y si hablamos de justicia tendríamos inexorablemente que preguntarles a quienes se enseñorean con el poder: ¿De que justicia hablan o predican, cuando hombres y mujeres y más de un centenar de venezolan@s que adversan al régimen, se encuentran detenidos.?. Son presos políticos simplemente y no políticos presos como sarcásticamente define Maduro y sus camaradas marxistas y mal llamados bolivarianos. Y ni hablar de la paz internacional, pues a menudo Maduro, Cabello y sus conmilitones desafían al “imperio yanqui” y a quienes no comulgan con su doctrina del socialismo del siglo XXI, cuyo autor Dieterich por cierto anunció va de capa caída.

Y Maduro tiene la desfachatez de afirmar que en el país existe una autonomía de poderes. Cosa incierta, pues es manifiesta la descarada adhesión al gobierno de quienes están al frente del TSJ, CNE y otras instituciones, pues tan pronto Maduro hace un señalamiento en particular contra determinadas personas, para que inmediatamente quienes están al frente de dichos cargos emitan sus opiniones, obviamente sesgadas y en favor del régimen, como ya el anunciado enjuiciamiento del periodista Roland Carreño, imputado por una supuesta “participación en delitos contra el orden constitucional”

La Real Academia de la Lengua Española define a la autonomía como la potestad que dentro de un Estado tienen ciertas entidades para regirse mediante normas y órganos de gobierno propios. Justamente es dicha potestad, de "manejo independiente", la que con el debido control denominado contrapeso, sostiene la democracia y la blinda contra los excesos del poder.

La simulación o carencia de autonomía, genera el denominado abuso del poder, que se evidencia al echar la mano a las distintas entidades y funciones del Estado, rompiendo el equilibrio. El control en el poder de decisión en la justicia, organismos electorales, de control ciudadano etc., es la demostración clara del desbalance que produce la carencia del equilibrio y la inexistencia de la autonomía real, como se observa en el régimen socialista marxista y mal llamado bolivariano.

El exceso de poder sumado a la prolongación de su ejercicio produce desgaste e inconformidad en el consciente ciudadano y genera en el que detenta el poder, la sensación de conspiración, tratando de justificar el descontento popular, en lugar de reconocer errores.

En una verdadera democracia, no solo es necesario que el pueblo asista a depositar su voto en las urnas, sino que exista equilibrio en las instituciones, para que se puedan fiscalizar y controlar todas las acciones de los otros poderes del Estado. Si un gobernante

llega al poder por el voto, y acapara las demás funciones, ese sistema deja de ser democrático y se convierte en autocrático.

Y nada más dañino, pues el poder absoluto por largo tiempo, le hace creer al gobernante que ha sido elegido por el destino para regir la vida, conducta y pensamiento de su pueblo, y que su voluntad está por encima del bien y el mal. Estas características son propias de los líderes fascistas como Mussolini, Hitler, Mao, Castro y Chávez, entre otros. En los regímenes en los cuales la institucionalidad desapareció, la democracia es un concepto referencial manipulado y maleable, de acuerdo con la conveniencia del gobernante, porque tiene el poder absoluto en sus manos, como es el caso venezolano.

Preguntamos: ¿Cómo definen los boliburgueses y comunal burgueses la organización jurídico-política que adoptó la Nación – según la Constitución – como un estado democrático y social de Derecho y de Justicia, para procurar el bienestar de los venezolanos creando las condiciones necesarias para su desarrollo social y espiritual y procurando la igualdad de oportunidades para que todos los ciudadanos puedan desarrollar libremente su personalidad, dirigir su destino, disfrutar de los derechos humanos y buscar su felicidad?

He allí los hierros que desnudan la realidad que hoy en día vive y padece el pueblo venezolano, que hace 20 años confió sus destinos en manos de quienes están llevando a la nación al borde un profundo barranco, por el que corren pútridas aguas, en las que ahogan su miseria, hambre, desnutrición, inseguridad y desempleo, millones de venezolanos.

Carlos Aguilera
careduagui@gmail.com 
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)

OMAR ÁVILA “LA VIRTUALIDAD DE MADURO Y GUAIDÓ

Mientras la Venezuela virtual continúa con la atención puesta en el resultado de las elecciones norteamericanas, acá el alto costo de la vida no se detiene, la gente se sigue muriendo de hambre, miles de niños en estado de desnutrición, ancianos hurgando de la basura, más de 300 venezolanos por pensar distinto siguen presos y los servicios públicos son una pesadilla. Maduro sigue acabando con lo que queda de país y millones de venezolanos –lamentablemente- sólo sueñan con irse de Venezuela.

Se derrumba una Nación y a los extremistas no les conmueve el sufrimiento del pueblo, continúan tan alejados y desconectados de la realidad, que Leopoldo López, Juan Guaidó, entre otros, piensan que el problema es Nicolás Maduro y que sacándolo se van a solucionar por arte de magia todos nuestros problemas. De verdad es que no sé en qué planeta viven, si es que sufren de amnesia o no sé qué, pero continúan con la misma narrativa de hace 7 años, cuando afirmaban lo mismo del expresidente Chávez.
En fin, tenemos dos extremos en una burbuja, por un lado unos queriéndonos vender una consulta por Whatsapp y Facebook como una nueva salida, otro aparentando una normalidad inexistente, un país que solo se desarrolla en su mente; donde escuchamos a Nicolasito decir que Venezuela tenía 19 puntos en economía, pero además en esa Nación virtual de la que habla Maduro, hay que preguntarle: cómo es el asunto del béisbol, de las navidades felices con tantas restricciones, pero sobre todo carencias, así cómo es el cuento del DR10 que nadie conoce.

Hacer una consulta por un internet que se ha demostrado -y repetido hasta el cansancio- que no funciona para recibir clases online o trabajar a distancia, además que la mitad de la población no tiene acceso al mismo, pero sí sirve para hacer una consulta "popular". Esas son algunas de las incongruencias de algunos que no conocen la realidad y las condiciones en las que vive su país, ese que dicen gobernar. 

Es urgente una dirección política realista, coherente, que se encamine sin ningún complejo a hablar con el mundo entero llámese Rusia, China, EEUU o cualquier otro país del globo terráqueo, así como a lo interno se sienten a negociar las soluciones para los problemas de los venezolanos. Desde Unidad Visión Venezuela desde hace rato estamos preparados para ello.

Es inaplazable volver a la política. La virtualidad de esta dirigencia y sus abstencionistas es tal, que los vimos hasta votando por las redes por Trump, pero aquí prefieren entregarse, no dejan de sorprendernos. Si pusieran ese mismo empeño y entusiasmo que vimos por las elecciones presidenciales de los EEUU, por las elecciones en nuestro país sin lugar a dudas Maduro y su combo estarían por decir lo menos, preocupados.

Como decía mi amigo Reinaldo Sifuentes (@Reinaldosif): “es hora de que Venezuela deje de ser seducida por la épicas de “héroes” en corceles blancos con espadas vengadoras y comience a fijarse en propuestas políticas sensatas y sobre todo, realizables”.

En resumen, salir de esa “dirigencia” que se guía por el radar del twitter, que ha apostado al inmediatismo, al todo o nada, al simbolismo, algo así como el peor es nada es determinante para poder avanzar, organizarnos y prepararnos para expulsar poco a poco al peor gobierno que hayamos tenido en la historia de nuestra amada Venezuela.

Porque la prioridad debe ser la gente, centrarnos en resolver los problemas que los venezolanos estamos sufriendo sin distingo de color, de raza, clase social, por lo que ratificamos lo que hemos venido diciendo: Un acuerdo nacional para rescatar al venezolano. Soluciones por y para la gente. 

Omar A. Ávila H.
oavila1973@gmail.com
@omaravila2010
@OmarAvilaVzla

LUIS FUENMAYOR TORO, TRUMP, FRAUDE ELECTORAL Y COLECTIVOS ARMADOS

En Venezuela hemos sido testigos de muchas situaciones que conocimos en algún momento en el pasado, pero que hoy se nos presentan en forma mayor o incluso cualitativamente diferente a como las conocimos. Ante estas sorpresas usualmente comentamos que “creíamos haberlo visto todo”. Sin embargo, nunca podremos afirmar que lo hemos visto todo. La realidad es cambiante, sea ésta social, política, biológica o sideral. Nuestra práctica diaria nos enseña que el cambio es lo único constante y permanente, de manera que casi todo es novedoso, aunque no nos demos cuenta. Y como de lo que se trata es de ver, palpar, oír, gustar y oler los acontecimientos, como primera aproximación al conocimiento del objeto de estudio, y como éste está en cambio permanente, nunca tendremos la posibilidad de haberlo visto todo. Y este año 2020 nos lo ratifica en forma muy manifiesta y constante.

Hemos sido testigos presenciales y actores de la pandemia mundial de la Covid-19: un nuevo virus agresor, altamente contagiosos, meses de cuarentena, muertes de amigos y familiares, ausencia de tratamiento específico, colapso de los sistemas de salud, uso de la pandemia como forma de control humano y con motivaciones políticas nacionales e internacionales. Aparece la segunda ola pandémica y nos asombra la susceptibilidad de los países desarrollados. Pero nada de esto significa que ya lo vimos todo al respecto. Aún nos falta… Ahora

es que nos falta por ver. Así mismo, presenciamos unas presidenciales en EEUU particularmente beligerantes, tomadas por muchos como definitorias de lo que políticamente ocurriría en Venezuela. Vimos con asombro el gran fanatismo venezolano que generaron. Nunca creímos que veríamos tanta insensatez visceral ni tanta estupidez humana junta.

Pero nos faltaba por ver y aún nos falta. En la última semana, el asombro nos desbordó. Trump, el Presidente del país más poderoso del mundo, denuncia que le hicieron fraude, lo que significa que en EEUU el fraude se le hace a quien gobierna, algo totalmente contrario a lo que ocurre en el resto del mundo. Al parecer no había condiciones electorales para que Trump participara. Comenzó incluso a decirlo en las últimas semanas, en la medida que las encuestas daban ganador a Biden, cada vez con mayor diferencia de votos. La juntica con Guaidó parece haberlo contagiado, pero no del coronavirus sino de suicidio politiquero. Casi llama a la abstención por falta de condiciones, para luego convocar a una consulta nacional que prorrogue su mandato, mientras se pone orden en el funcionamiento del correo, en las acciones de las grandes empresas de Internet y en la actitud de los gobernadores, todos coludidos para desfavorecerlo.

Ha debido llamar a Almagro para que éste declarara que hubo fraude, como lo ha hecho consuetudinariamente en Venezuela y como lo hizo con desparpajo en Bolivia, y que la OEA desconociera a cualquiera distinto de Trump. Y si todo falla, pues irse a una plaza y auto juramentarse como Presidente de EEUU. Con

seguridad obtendrá de inmediato el reconocimiento de Colombia, Brasil, el grupo de Lima, Su Majestad Elizabeth II, la entidad sionista que llaman Israel, la Casa de Saúd, Corea del Sur, Japón y cuidado si hasta el apoyo de algunos países que muchos no nos imaginamos. Trump es un desquiciado, que pretende ganar sí o sí. Es como aquella ayuda humanitaria que entraría desde Colombia sí o sí. De nuevo: esa juntica con Guaidó le ha hecho mucho mal. Se está quedando sólo con su familia, pues sus acusaciones carecen totalmente de base, pero es un adversario con poder y aparentemente dispuesto a todo.

Trump le ha hecho un gran daño a la credibilidad del sistema electoral gringo, el cual hoy aparece como muy ineficaz, poco oportuno y vulnerable. Y aún estamos por presenciar las acciones de los colectivos de Trump. Sí. Colectivos mucho mejor armados y organizados que los de Maduro y que sólo esperaban la orden de su Comandante en Jefe Donald Trump, para actuar en consecuencia y aplastar cualquier resistencia que pudiera aparecer.
Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro

JUAN GUERRERO, VIVIR EN GERUNDIO, LECTURAS DE PAPEL

Debo confesar que he perdido la noción del valor de las cosas, no sé a ciencia cierta si un litro de leche de larga duración, con el precio marcado, es caro o barato. No lo sé. Cuando voy a realizar las compras, procuro acercarme a los anaqueles para verificar el precio, trato de buscar esas comas y luego los céntimos, pero eso no existe. En Venezuela hace varios años desaparecieron las monedas, y con ello el término se evaporó, ‘quedó en desuso’, así se dice en lingüística.

Algunas veces paso tiempo buscando esa expresión de los céntimos. Ya eso no se refleja en los productos. Me parece tan extraño, tan triste haber perdido esa noción del valor de los productos, de los alimentos de primera necesidad. Aquellos productos adquiridos en 0,25 (cero veinticinco céntimos de bolívares). Ese ‘medio’ que tanto nos rendía, fuente de disputas en el colegio. Ni decir de la emblemáticamoneda de doce céntimos y medio (la locha), así llamada y deseada.

Porque no es tanto perder el uso de las monedas, es quizás lo más trascendente, quedarnos huérfanos de su pronunciación, de su expresión en números o letras. También que ya es tan extraño no cargarlas en nuestros bolsillos, sonarlas mientras conversamos, sacarlas para cancelar un caramelo. Esto que indico se traduce en lenguaje, palabras ya olvidadas, términos que han caído en el olvido, arcaísmos en el tiempo. Un tiempo que nos encierra en su único momento: el eterno presente del aquí y el ahora. Porque en el territorio que habito no existe futuro y el pasado, oficialmente, está siendo alterado, mutilado y sesgado por el poder. 

Este es un tiempo sin movimiento, como casi siempre le indico a mi esposa cuando me pregunta qué día es hoy. –Domingo, le respondo. Todos los días en Venezuela son domingos, no precisamente de descanso. Es que todos los días se repiten y cuesta salir a realizar alguna actividad. 

Los tiempos verbales tienen, obvio, movimiento. Pero existe una sociedad, la venezolana, donde se ha logrado entrar en el ‘no movimiento verbal’, eso que los pensadores del lenguaje, los llamados formalistas rusos, allá por inicios del siglo pasado, llamaron ‘verboides’, una serie de formas verbales sin mayor movimiento, como el gerundio, por ejemplo. 

En Venezuela vivimos ‘pelando’ todo el tiempo. Es decir; su tiempo y acción son continuos, no tienen fin. Y este verbo no se crea que es para ejercer la acción de quitarle la piel a las frutas, como cualquier hablante del español pueda creer. En la Venezuela del siglo XXI, cuando usted indica que ‘está pelando’ queda sobreentendido de inmediato, que está en situación socioeconómica precaria, delicada. 

Pero es que además de estar pelando, la inmensa cantidad de venezolanos andamos, también, ‘ladrando’. No queda de otra, porque ni agua potable tenemos para mitigar la sed. Y esto no es cuento ni un chiste cruel, ni tampoco sarcasmo, ni humor negro. Es la pura y cruel realidad. 

Apenas estas dos palabras nos dicen hasta qué punto nuestras vidas, y nuestro lenguaje, se han erosionado, degradado y paralizado en la incertidumbre de un mínimo movimiento y, por lo tanto, uso de términos que, sin darnos cuenta, nos señalan un tiempo sin destino, sin futuro y con el constante acecho de un pasado mutilado. 

Hace varios años le decía a uno de mis vecinos, Luis, que de seguir encareciéndose la vida llegaría un momento donde nada costaría decena de bolívares (diez bolívares), ni cien, ni mil, ni cien mil, sino de millones en adelante. Bueno, en no más de ocho años llegamos a ese tiempo. 

Tengo varios años sin usar dinero en efectivo. Como lo indiqué, hace cerca de diez-doce años dejó de existir el dinero en monedas. Hace un par de años los billetes de esos llamados ‘bolívares soberanos’ entraron, en la práctica, en desuso. De hecho, en la actualidad, además de escasos, sólo funcionan los de cincuenta mil (50.000,00) y eso, para una propina por estacionar en sitio público. 

Un apreciado amigo, que ahora vive fuera del territorio, de manera genial ha calificado esto que vivimos, diciendo que ‘Venezuela es un llanto en gerundio’ y ahora esa expresión me parece tan certera, tan dolorosamente verdad. Porque uno anda por algún centro de venta de alimentos y evita verse las caras, -quizás el uso de esos bozales ayude-, porque sabe, intuye que el Otro tiene, como uno, los ojos enrojecidos, la piel envejecida, los labios secos, las manos encallecidas, y entonces prefiere hacerse el desprevenido, el ajeno, el solitario. 

Es tan difícil, y a la vez tan fácil decirlo, pero tal vez nos queda todavía un poco de coraje, de valentía para continuar –sin saber por qué- mientras modelamos en nuestra lengua esa necesaria y humana palabra tan solidaria, que da tantapaz y sosiego: piedad.

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com
@camilodeasis