jueves, 12 de mayo de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY JUEVES 12/05/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR EN ROJO

  

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES - 11/05/2022 

GIOCONDA SAN-BLAS: YO SOY AFRODESCENDIENTE...Y TÚ TAMBIÉN. DESDE VENEZUELA


JOSÉ RAFAEL HERRERA: DEL LUMPEN. DESDE VENEZUELA




GIOCONDA SAN-BLAS: YO SOY AFRODESCENDIENTE...Y TÚ TAMBIÉN. DESDE VENEZUELA

Fue en 1871 cuando Charles Darwin publicó su libro «El Origen del Hombre», en el que finalmente dio el paso irreversible de afirmar que humanos y simios compartimos un antepasado común, como conclusión lógica de su teoría de la evolución, expuesta en «El Origen de las Especies» doce años antes, casi simultáneamente con ideas similares presentadas por Alfred Wallace. En palabras que retumbaron por doquier, Darwin sacudía las creencias religiosas de muchas sociedades en cuanto a la creación del ser humano por vía de un acto único de la divinidad, como se ha sostenido en variados mitos milenarios. Decía Darwin: “Quien no se conforma con mirar a los fenómenos de la naturaleza como eventos desconectados, no puede ya creer que el ser humano es producto de un acto separado de creación […] sino descendiente de un progenitor común a todos los demás mamíferos”.

Desde entonces, mucho hemos ratificado y otro tanto incorporado a la teoría darwiniana, no solo por vía de la evidencia científica paleoantropológica a partir de descubrimientos fósiles en los últimos tres siglos, sino en los tiempos actuales por datos provenientes de la genética evolutiva. Homo sapiens (hombre / humano sabio, nada menos, nombre científico de la especie biológica que nos agrupa) es efectivamente un eslabón en una larga cadena que se hunde en las brumas del tiempo.

En ese proceso evolutivo, contado a través de una historia paleontológica todavía incompleta en hallazgos, nos debemos remontar a unos 6 millones de años atrás cuando los primates (Orden biológico que comprende los prosimios, monos y simios) se desdoblaron en homínidos (homininos) y chimpancés, al abandonar aquellos la locomoción cuadrúpeda de los mamíferos, para erguirse en dos piernas, marcha bipedal de todos los homininos desde entonces.

Tres a cuatro millones de años atrás, surge el género Australopithecus, claramente perteneciente a los homininos. “Lucy”, una grácil australopicetina descubierta en Etiopía en 1974 y preservada en el Museo Nacional de ese país, es evidencia ósea de la especie A. afarensis. Pero todavía habrá que andar otro par de millones de años para que surjan por evolución los primeros especímenes del género Homo (H. ergastus, H. erectus, H. neanderthalensis) al cual pertenecemos. Es apenas hace unos 300 mil años cuando aparece H. sapiens, nuestra especie, la única del género Homo en sobrevivir y extenderse por todo el mundo.

Antes de extinguirse hace unos 25 mil años, H. neanderthalensis y algunas otras especies de Homo se habían establecido en Europa y Asia entre 230 mil y 40 mil años antes del presente y coexistieron con H. sapiens cuando éste salió de África unos 60 a 80 mil años atrás, para extenderse por todo el mundo. Entró en Europa por dos rutas probables: Turquía y el corredor del Danubio y a lo largo de la costa mediterránea. El encuentro entre H. sapiens y H. neanderthalensis produjo descendencia, como lo demuestran los restos (1 a 3 %) de DNA de neandertales encontrados en el genoma de humanos modernos, sobre todo europeos, y viceversa, trazas de DNA de humanos localizados en el genoma de neandertales. En migraciones sucesivas, H. sapiens llegó a Indonesia, Papua Nueva Guinea y Australia hace unos 45 mil años. El último continente en ser colonizado por nuestra especie fue América, unos 15 a 20 mil años atrás.

La frecuencia de fósiles pertenecientes al género Homo hallados en África hizo ubicar desde muy temprano a ese continente como posible cuna de la humanidad. Pero son los estudios genéticos de las últimas décadas los que han dado firmeza a esa posibilidad. Publicado a finales de febrero de este año, el más reciente e impactante resultado es el proveniente de un trabajo conjunto entre el Broad Institute de MIT y Harvard, Estados Unidos, y el Big Data Institute de la Universidad de Oxford, Inglaterra. En él, los autores (Anthony Wilder Wohn y colaboradores) dan cuenta de la obtención de un árbol genealógico formado por 27 millones de ancestros de unas 70.000 generaciones, equivalentes en el tiempo a casi 2 millones de años, por lo que se remonta a los inicios del género Homo, construyendo una genealogía unificada de genomas modernos y antiguos.

Para llegar a ese resultado, los investigadores utilizaron 3.609 genomas modernos de 215 poblaciones diferentes y muestras de varios individuos antiguos, incluidos neandertales y un denisovano (pariente extinto de los humanos modernos que vivieron en Siberia y el este de Asia). Con datos tomados de información genética proveniente de varios consorcios de grandes datos genómicos, escogidos primeramente del cromosoma 20, los investigadores pudieron estimar las fechas aproximadas de aparición de las diversas especies del género Homo. Al mismo tiempo, un programa de ubicación geográfica aplicado a los datos permitió hacer inferencias aproximadas a ese respecto en tales antepasados.

Una genealogía unificada de genomas modernos y antiguos. Tomado de: A. W. Wohn y colaboradores. https://www.science.org/doi/10.1126/science.abi8264, 25/02/2022. Video suplementario 1 https://vimeo.com/user167027958

José Luis Ramírez, científico venezolano especialista en el tema y reciente ganador del Premio Lorenzo Mendoza Fleury (mejor conocido como Premio Polar) en su edición 2022, nos explica que el trabajo en comento es un tour de force en bioinformática y estadística aplicada a la genética de poblaciones, un campo que si bien no es ajeno a las controversias, analiza datos por métodos masivos que permiten al final conectar con genomas ancestrales todos los genomas publicados hasta la fecha. Los resultados obtenidos por esos autores están en línea con investigaciones previas, tales como estudios genéticos en mitocondrias, organelos celulares que generan la mayor parte de la energía química necesaria para activar las reacciones bioquímicas de la célula y que son heredados exclusivamente por línea materna; o estudios en el cromosoma Y, heredado exclusivamente por línea paterna. En ambos casos, el origen de H. sapiens se ubica en el continente africano, como también se deduce del trabajo de Wohn y colaboradores, quienes además añaden cien mil años a la línea genealógica humana, para ubicar su aparición hace trescientos mil años.

Es llamativo el comentario de José Luis Ramírez en cuanto a la alta frecuencia de variantes alélicas y haplotipos humanos (un haplotipo es un conjunto de variaciones del ADN, o polimorfismos, que tienden a ser heredados juntos) existentes en las poblaciones actuales, según lo reportado por Wohn y colaboradores, lo cual constituye una fotografía de la gran adaptabilidad de Homo sapiens a cambios geográficos y ambientales, en suma, a la adaptación al cambio climático.

En conclusión: somos una única especie; tenemos el mismo repertorio genético, por lo cual no existen razas de H. sapiens; provenimos de África, somos todos afrodescendientes.

No deja de tener un toque poético la determinación posible del punto inicial de migración de Homo sapiens a partir de un programa de ubicación geográfica aplicado a los datos obtenidos por Wohn y colaboradores. El bíblico Jardín del Edén, si acaso existió, habría estado localizado en Sudán, coordenadas 19.4°N, 33.7°E, según tal algoritmo. De allí habría partido el ser humano a poblar el globo terráqueo, según el mandamiento divino. «Tomó, pues, Yahveh Dios al hombre y le dejó en el jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase» (Génesis 2:15). «Y les dijo Dios: Sed fecundos y multiplicaos; henchid la tierra y sometedla» (Génesis 1:28). No hemos hecho otra cosa desde entonces.

Gioconda San-Blas
gsanblas@gmail.com
@daVinci1412
http://giocondasanblas.blogspot.com
Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales,
Individuo de Número, Sillón XX
Caracas, Venezuela
acfiman.org
@daVinci1412
Venezuela

"Allí donde se niega el conocimiento científico, se difunden las teorías de la conspiración y la agitación". Angela Merkel, discurso de despedida como Canciller de Alemania. 02/12/2021.
“El castigo por rehusarte a participar en política es ser gobernado por personas inferiores a ti”. Platón

JOSÉ RAFAEL HERRERA: DEL LUMPEN. DESDE VENEZUELA

“Those who do not remember the past are condemmed to repeat it”. 
George Santayana, Life and Reason ("Los que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo")

La palabra “lumpen” tiene su origen en la voz alemana Lumpenproletariat. Su traducción literal al español es “proletariado en harapos”. Se trata de un término acuñado por Karl Marx, primero, en la Ideología alemana y, más tarde, en el Dieciocho de Brumario de Luis Napoleón Bonaparte. El lumpen es definido por Marx como ese grupo social que, aunque proviene del campo, vive en los márgenes de la ciudad, en las que intenta mejorar su suerte. Y en ellas va formando los llamados “cinturones de miseria” que las circundan. 

De hecho, son individuos socialmente degradados, carentes de formación, que viven del día a día, a la espera de un afortunado zarpazo. Su subsistencia depende o de la caridad, pública o privada, o de labores genéricas puntuales o de la prostitución o del crimen. 

Carentes de medios de producción e incapacitados para asumir los requerimientos técnico-instrumentales que impone el mercado laboral, su conciencia social, ciudadana, resulta inexistente. Ha sido reducido al instinto primitivo de sobrevivencia. Sus móviles son el resentimiento y la venganza. 

Estas son las palabras de Marx: “vástagos degenerados y aventureros, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, caldereros, mendigos”. Fueron ellos los que marcaron la pauta durante el mandato de “el sobrino del tío”, Luis Napoleón Bonaparte. Y son quienes hoy hacen las delicias del “ahijado de Il Padrino”, Nicolás Maduro.

La cuestión de la educación estética no es cosa de “segundo plano”, aunque muchos no lo comprendan y, por eso mismo, le resten importancia. Como dicen las Escrituras, “conocimiento implica dolor”, porque mientras más se sabe más se sufre. Es bien conocido el papel preponderante del Pathos en la teoría platónica del conocimiento. Hegel, pensador de la libre voluntad como resultado de la historia, retoma las pulsaciones del mundo clásico antiguo cuando sostiene que “las cosas vivas tienen, respecto de las no vivas, el privilegio del dolor”. De ahí proviene el hecho de que el saber implique responsabilidad. La condición adulta del saber es propia del compromiso de todo ciudadano libre. El saber se identifica con la libertad. Pero la libertad es el resultado de una ardua y dolorosa conquista, que implica la necesidad de asumir un alto grado de responsabilidad, del estar consciente y en plena posesión de la necesaria madurez que, no obstante, muchos nunca llegan a alcanzar, precisamente a consecuencia de la ignorancia que, no pocas veces, es inducida por quienes sustentan el poder. 

Y así como ocurre con los individuos ocurre con las sociedades. Es por eso que el populismo prende tan fácilmente entre quienes no han sabido cultivar su espíritu. Y a medida que aumenta la pobreza espiritual el lumpen gana terreno y se va sintiendo a sus anchas.

La pretensión de sustituir el saber por las meras representaciones es sinónimo de osadía pueril, de volubilidad y maleabilidad, pero, sobre todo, de servil heteronomía. Son esos los infantes, sargentones cuarteleros, dispuestos -al modo de Eichman- a obedecer “cumpliendo instrucciones”, sin razón que los asista, a no ser la exclusiva “razón” que dan los billetes verdes manchados de sangre. Son los que “se las saben todas”: los sabihondos sin estudio ni formación, los repetidores de frases hechas sin causa ni fundamento; o los que lanzan políticos al vacío y disparan a discreción con macabra frialdad, con absoluta indiferencia. Son los que llegan a creer que “el pueblo” son los cuatro o cinco compinches del barrio, los mal-andros (hombres de mal), alegres cómplices de sus felonías. 

La ignorancia es cándida, “feliz”, precisamente porque no sabe. Poner el destino de lo que fue un país en manos de los “más alegres”, los más indiferentes ante el dolor, los “milicianos” del régimen -¡oh, vergüenza!-, para formar el “coro de vicios” al que pomposamente osan llamar “Estado”, produce, más que preocupación, un profundo dolor, una profunda indignación.

Las mamarrachadas no pueden ser fundamento más que de la ridiculez. Venezuela no merece seguir en manos de semejantes bufones impíos. Si es verdad que “se saca el pasajero por la maleta”, bastará con soportar alguna de las insufribles alocuciones de Maduro o de Cabello para caer en cuenta de la estrecha relación que existe entre conocimiento y dolor. Hace algunos años, un tal “Cara'e Mango” -salido de las inmarcesibles filas del lumpanato- se ofrecía como ministro para recomponer “los motores” de la economía. Su “logos” consistía en que llegasen completas al barrio las trescientas bolsas “clap” que el régimen enviaba y no las ciento cincuenta que, al final, terminaban llegando. Nel mezzo del camin, Dante dixit, misteriosamente se desaparecía la mitad de la carga. Pero gracias a las gestiones “anti-robo” de las bolsas de alimentos que “Cara'e Mango” ofrecía, no sin conocimiento de causa, el barrio superaría “todos” sus problemas. “Barriga llena, corazón contento”. Primum vivere, deinde philosophari. Después de conocer tales argumentos, se comienza a sospechar que el grave problema que padece Venezuela es, esencialmente, de pobreza espiritual. ¡¿Y Quién sabe?! Tal vez “Cara'e Mango”, en virtud de tan arduas gestiones macroeconómicas, pudiese llegar a ser postulado por el gansterato madurista como candidato al premio Nobel de Economía.

Claro que, además de los “Cara'e Mango” y los “Cara'e Tabla” que pululan en las filas del narco-régimen, hay muchos otros de similar tenor y valía, que se proponen decretar el cese de la “guerra económica” y, con ella, de la astronómica estanflación que, como se sabe, provocaron los dueños de los abastos y panaderías -¡esos “grandes burgueses” vinculados con las transnacionales imperialistas!-, con el fin de destruir el “aparato productivo”, el comercio y la banca. El régimen nada tuvo que ver con eso. 

Un día, Venezuela amaneció sin papel higiénico, sin que todavía se tenga noticia de lo que pasó. Y de ahí en adelante los productos de consumo comenzaron a ser devoradas por algún hoyo negro, tal vez puesto sobre la geografía venezolana por el imperialismo. No fue Chávez, ni Maduro, ni sus secuaces. Simplemente, “alguien” -el “enemigo externo”- destruyó la economía del país. Y menos lo son de la más escalofriante y aterradora corrupción que haya tenido el ex-país en toda su historia. 

¡No señor!, fueron los tenderos, los panaderos, los fruteros, los ferreteros, los farmacéuticos, para no decir de los mecánicos, entre otros, quienes, junto con “el Pelucón”, y su macabro plan terrorista de desabastecimiento, crearon toda esa “sensación de crisis” inflacionaria que, en realidad, muy en el fondo, nunca existió. Y menos ahora que “Venezuela se arregló”. Porque la verdad es que la hubo, pero, en realidad, nunca la hubo. Y si la hubo, a consecuencia de la “guerra económica”, ¿cuál es el problema? ¿Cuántos países se pueden dar el lujo de tener como presidente a “Superbigote”? 

A la larga, todo se resolverá, desde los problemas del robo de los cables del “ferro”, pasando por “el tema” de la gasolina, las comunicaciones y la interconexión, el “sabotaje eléctrico”, el suministro de agua, la aprobación del “salario único”, la industria del secuestro, la definitiva desaparición de esa chocante meritocracia y de la autonomía universitaria, la dotación de medicamentos para los hospitales, la repartición de lo que queda de propiedad, la recolección de la basura en todas las ciudades y pueblos, el transporte público, la potabilización del río Güaire, el golpismo mediático que aún persiste, los cráteres en calles y aceras, el olor a orine. O sea, todo, “hasta el infinito y más allá”. Y, por supuesto, finalmente tendrá lugar el fin de la historia, el último gran episodio de la última y definitiva satrapía de la historia patria. Parafraseando Kant: “del lumpanato que nos libre Dios, que del populismo me libro yo”.

José Rafael Herrera,
jrherreraucv2000@gmail.com
@jrherreraucv
Venezuela

TRINO MÁRQUEZ: VENEZUELA NO SE ARREGLÓ, PERO NO HAY QUE ALEGRARSE POR ESO. DESDE VENEZUELA

Venezuela no se arregló ni en el plano económico ni en ningún otro.

Lo sucedido con el nombramiento del nuevo TSJ, la imposibilidad de restablecer las negociaciones en México, la violación continua de los derechos humanos, entre los que debe contarse los del periodista Roland Carreño, o la situación de desamparo en la que se encuentra la etnia Yanomami, acosada por la Guardia Nacional, representan solo algunas muestras de la precariedad institucional existente. El colapso de los servicios públicos, especialmente de la electricidad en esta temporada de lluvia que apenas comienza, muestra la infinita incompetencia del gobierno para resolver problemas elementales de la vida cotidiana. La paradoja resulta tan insólita, que han aumentado las precipitaciones, pero la gente se queja porque en los hogares el agua llega por el techo y el piso, pero no por las tuberías. El trajín diario de los venezolanos es un vía crucis.

En el terreno económico, es verdad que han repuntado algunas actividades. Se han incrementado las importaciones de alimentos, bebidas alcohólicas, electrodomésticos, línea blanca, productos electrónicos y otros bienes manufacturados. Los puertos han alcanzado un moderado dinamismo. En varios sectores de Caracas, han proliferado los restaurantes y los sitios de encuentros casuales. En la capital, el tráfico automotor se ha intensificado porque la producción doméstica de gasolina se ha elevado y, en consecuencia, la distribución se ha extendido.

Sin embargo, los ‘motores de la economía’ –expresión de la cual el gobierno abusa- están apagados o marchan a cámara lenta. Las grandes construcciones se encuentran paralizadas. Incluso las iniciadas cuando Hugo Chávez vivía. El metro hacia Guarenas, la renovación del tendido eléctrico, la red ferroviaria nacional, la

continuación de la autopista desde Caracas hacia el oriente del país. Nada de eso ha continuado. Las vías de penetración agrícola, la edificación de nuevos silos y hasta el tercer puente sobre el río Orinoco, forman parte de los proyectos inconclusos, pero en los cuales el gobierno invirtió enormes fortunas que fueron a parar en los bolsillos de los enchufados. En Venezuela, desde hace muchos años no se construyen nuevas autopistas, largas carreteras u otras vías de comunicación, ni se les hace mantenimiento preventivo a las existentes. La época en la que el Gobierno levantaba más de cien mil casas por año forman parte del pasado democrático. La industria automotriz –encadenada a numerosas actividades que generan abundante empleo, entre ellas la industria del vidrio- se pasmó. Apenas unos cuantos vehículos de paseo y de carga se ensamblaron el año pasado. Este año va por el mismo camino.

La nación se encuentra a años luz de volver a contar con un cinturón industrial como el que recorría Aragua y Carabobo, en la zona centro norte costera. O en Guayana, polo de desarrollo, donde la CVG actuaba como bujía del crecimiento de toda la región. Ni siquiera la industria petrolera, de la cual vive el gobierno de Maduro, muestra signos de recuperación sostenida. En la actualidad, la producción de crudo es menos de la tercera parte de cuando Chávez asumió la presidencia de la República.

La economía bajo el mandato de Nicolás Maduro se arruinó. De esta calamidad la oposición no debe alegrarse. Constituye una tragedia que el país se haya empobrecido, que la depauperación de amplios sectores de la población continúe, que el éxodo de venezolanos jóvenes y en plena capacidad productiva no se detenga, y que el entorno que rodea a la inmensa mayoría de los ciudadanos se caracterice por la degradación y la desesperanza.

El cuadro de miseria generalizado hay que modificarlo. La oposición no debe temerle a que durante los dos últimos años, después de una prolongada caída, se haya producido un rebote

que ha permitido crear la burbuja de crecimiento económico que ahora se aprecia.

Nicolás Maduro alardea con ese modesto repunte. Pide para sí el Premio Nobel de Economía. En realidad, habría que entregarle el de Química por haber convertido el bolívar en materia fecal. Después de pasar años ignorando los consejos de los economistas más sensatos y de haber cometido todas las torpezas y desatinos que se le ocurrieron, comenzó a abandonar el socialismo del siglo XXI y a dejar que la actividad económica fluyera de acuerdo con su propia dinámica, sin controles de precios ni de cambio, sometida a la ley de la oferta y la demanda, y en un marco de relativa libertad. Maduro se ha dado cuenta de que la economía de mercado no es tan mala como los cubanos le dijeron y que para exhibir algunos logros frente a propios y extraños, debía liberar un poco las amarras que sujetaban el aparato productivo a un ancla tan pesada como el estatismo y el intervencionismo desmedidos.

Estas muestras de pragmatismo y sensatez le han proporcionado cierto alivio a Maduro y a la gente. La oposición tendrá que comportarse al igual que las fuerzas opositoras en todos los países del mundo: deberá fortalecer su organización y el contacto con los intereses ciudadanos, y dotarse de propuestas atractivas que cautiven a la gente. Aquí residen los retos.

Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Venezuela

TEÓDULO LÓPEZ MELÉNDEZ: LUGAR-COMUNISMO. DESDE VENEZUELA

“Un fantasma recorre Venezuela- el fantasma del lugarcomunismo”. En el texto en cursivas y sin guion intermedio, para respetar, en el título, el alegato de algunos medios de que no pueden usar cursivas. También a ellos se les reverencia la catalepsia.

En cualquier caso, el lugarcomunismo -ahora sin guiones atravesados y sin cursivas-, es un manto que procura “igualar”, uno que se extiende melodioso en las ondas radioeléctricas y de redes, uno que pretende conceder sentido de nacionalidad.

Clichés se ha dicho, para evadir todo esfuerzo de pensamiento. Así, se enumeran los problemas que arrastramos, pero con una condición, la de evadir repuestas de fondo sobre cómo resolverlos o, si los lugarcomunistas andan en onda expansiva, encontraremos sesudas afirmaciones de que hay que salir del gobierno y convocar elecciones, mientras la realidad muestra que tan epopéyica gesta sólo será librada en el 2024.

Los lugarcomunistas no tienen tiempo para programar, para dar respuestas en lo social, en lo económico y en lo político, son incapaces de ir más allá de la mera manipulación que les permite convertir a los ciudadanos en productos idiotizados. La oferta de las respuestas, salidas del análisis y del estudio, una que conforme un planteamiento, no es admisible para cerebros con falta de lecturas y de método. Deben repetir, una y otra vez, lugares comunes, construir fantasías pegajosas que enganchen, crear ficciones que se adhieran a las mentes cual prodigios capaces de resolver a un país.

Asistimos a un re-encantamiento, al de la repetición vacua, al de la fraseología que detiene, pero los contestarios parecemos no entender. El re-encantamiento nos dice de la mengua, siendo él mismo otra mengua. El lugarcomunismo describe sistemas de no-producción de ideas, el lugarcomunismo se recrea en palabras desprovistas de sentido, el lugarcomunismo es una ficción maltrecha.

Una indignación debería recorrer a este nuestro pequeño mundo desechando este ejercicio “político” inútil. Una nueva historia nacional necesariamente pasa por desechar pasado y hurgarle la miseria al lenguaje y al comportamiento lugarcomunista. Debemos aprender a domeñar estas fuerzas líquidas que se evaporan y aprender a diseñar un futuro sin lugarcomunistas.

Teódulo López Meléndez
teodulolopezm@outlook.com
@tlopezmelendez 
Venezuela

ORLANDO VIERA BLANCO: LEER NOS HACE LIBRES.... DESDE VENEZUELA

La cultura es la ruptura con el deterioro inducido del tejido social, el odio y la mentira cizañera, que nos conduce a la anomia, el populismo y el caos.

Culminando una trilogía de ensayos sobre cultura, ciudadanía y política [Huérfanos de Cultura y Moral, Los maestros están en casa y Leer nos hace libres], quiero referirme hoy a la cultura como muro de contención de la pobreza, la polarización y la propaganda, que es liberación…Una historia [viva] dice mal que mil palabras. Comparto entonces la experiencia de una venezolana que salió de su barrio al mundo, gracias a una acción cultivadora fundamental: leer.

LOS LIBROS EXPANDEN LA VIDA

Ana Teresa Torres en su trabajo “La cultura como marca fundamental de lo humano”, comparte la historia de una venezolana que vio en los libros, la luz y el camino, que le dio una vida diferente “a las otras muchachas del barrio en el que nació”. ¿Cuál era la razón para que su vida fuese distinta? Los libros. “Cuenta que un vecino trabajaba en una biblioteca y a veces llevaba libros a su casa, y se los prestaba. Los libros me cambiaron la vida[…] Esto era precisamente lo que yo estaba buscando, que alguien me confirmara lo que siempre he pensado: que un libro puede cambiar una vida…” Destaca Las aventuras de Tom Sawyer… En ese libro encontró “que la vida puede ser de muchas maneras […] Con seguridad comenta Torres, “Mark Twain, cuando escribió las aventuras de Tom Sawyer y HuckleBerry Finn en el Mississippi [1870], no podía suponer que una niña venezolana, en un barrio pobre de Caracas, ciudad de la que probablemente nunca había escuchado nada, un siglo después leyó sus libros prestados por un empleado de una biblioteca pública, y eso cambió su existencia para siempre”. El mensaje: la vida es una aventura, un reto, entre “ríos, casas embrujadas, amores, biblias y cuevas”. Y hay que ir por ella.

Me gusta mucho esta reflexión de Torres: “Los libros son para la vida, para ayudar a mejorarla, a cambiarla, a expandirla. La literatura es una ventana que abre el mundo porque en el lenguaje, nos constituimos en las palabras. Y la palabra escrita es la posibilidad de que unos signos-arbitrarios y diferentes según las lenguas y las culturas-contengan eso que llamamos el mundo: lo que existe, pero también lo que imaginamos que existe”. Y agregaría: la palabra escrita también nos ayuda a ver lo que NO existe o al menos, no debemos creer...

Las novelas son maravillosas. Los poemas son expansiones de una realidad que, aún siendo ficción o romanticismo, el hecho de imaginarlo, inspira. Federico García Lorca en su discurso inaugural de la Biblioteca de Fuente Vaqueros [1.931, 5 años antes de su fusilamiento, escribió: «Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro». Vivimos-gracias a la lengua-lo que no vivimos en la calle, creando una visión de la vida donde lo imposible cobra razón y el dolor se alivia. Y se expande la vida… se ilumina la verdad. Sin duda Tom Sawyer es expresión de lo que normalmente nadie hace que es salir de la rutina. Y HuckleBerry Finn es el gran cómplice de esa irreverencia mágica…

LA RUPTURA

Otro tema es esa lectura que viene acompañada de distorsiones históricas y sociales. ¿Cómo identificar esas contradicciones propias de la dialéctica? Cotejando los hechos con la información. Una mente educada, instruida, informada, es una mente previsiva y en efecto, menos vulnerable. Un ser humano que lee y alcanza conocimiento, es una persona menos manipulable. Las masas son manipulables porque reducen su acción colectiva a las emociones. El tejido social se fragmenta o se fortalece en la medida que convertimos la cultura en un factor identitario, que es la verdad.

La polarización, el populismo y la post verdad [Dixit Moisés Naim] son el resultado de un sistemático proceso de transculturización, que es el desmantelamiento de la memoria histórica, nuestros símbolos, héroes y referentes culturales. Desaparece el espíritu libre de Sawyer y aparece “la exclusión sistémica, ideologizante, de los bienes y servicios culturales. De ahí a la anomia y la pobreza, hay un salto. “La privación cultural limita drásticamente las posibilidades del desarrollo humano de las personas y las comunidades” [Torres, Ana Teresa] Es la ruptura del ser costumbrista, ciudadano, del sentido de pertenencia, de nuestra identidad y nuestra historia, que nos libera y nos permite atrevernos, osar, ¡aventurar!

Los libros constituyen un campo ideal para distinguir lo bueno de lo malo. Comprender la libertad como derecho y como deber comporta un ejercicio de inmensas posibilidades y comprobaciones. La narrativa igualitaria de la izquierda de caviar habla de favorecer la educación, el trasporte, la salud pública; que ser rico es malo, atesorar es codicia y ser propietario es egoísta y explotador, cuando quienes lo proclaman son los primeros escuderos del capitalismo puro y duro, que educan a sus hijos en “boarding Schools” entre Europa, US o Canadá, usan clínicas privadas, les encanta Disney. Dubai o Hawaii y se ufanan de tener chofer, escoltas y coches blindados. De una simple lectura sobre la banalización del mal, las aventuras de Tom Sawyer o la prosa de García Lorca, el alma renuncia a la pobreza y fortalece su dignidad, misma que prefiere morir por un trozo de paz que por un trozo de pan.

La cultura es la ruptura con el deterioro inducido del tejido social, el odio y la mentira cizañera, que nos conduce a la anomia, el populismo y el caos. Él cultura derrota la fragmentación, la propaganda y la polarización, haciendo de la necrofilia política [cuentos socialistas retóricos generadores de hambrunas, muertes y pasados miserables] una antípoda perniciosa y desechable. La cultura en definitiva nos permite comprender nuestro derecho y nuestro deber a ser libres, porque al decir de Voltaire, somos libres desde el momento que deseamos serlo, y mal podemos quererlo ni no lo sabemos, si no leemos…

Orlando Viera-Blanco
ovierablanco@vierablanco.com
@ovierablanco
Caracas - Venezuela
Embajador designado de Venezuela en Canadá

JESÚS ELORZA: REDADA OLÍMPICA. DESDE VENEZUELA

El tema de conversación-discusión obligado, en el sector deportivo, está relacionado con el proceso de elecciones de las nuevas autoridades del Comité Olímpico Venezolano (COV) periodo 2022-2026. En todas las instalaciones deportivas, el tema es recurrente y en los diferentes grupos es común escuchar, en los diálogos, de los atletas, entrenadores, dirigentes, padres y representantes inquietudes relacionadas con el caso.

-Pensaba que todo estaba resuelto, con la designación de la Comisión Electoral avalada por los observadores internacionales, el COV y los aspirantes a ser electos señaló un atleta.

-Permíteme aclararte la situación, dijo un dirigente deportivo. Todo iba de maravilla, hasta que la Comisión Electoral tomó las decisiones pertinentes en torno a las federaciones impugnadas y el Padrón Electoral definitivo para la elección.

¿Qué pasó?

-Bueno, ¡¡¡No dejaron entrar a la sede del COV a la presidente de la Comisión Electoral que iba a entregar el Informe!!!.

-No te lo puedo creer. Como es eso posible si esa comisión era reconocida por las partes.

-Claro que no la iban a dejar entrar, porque el Informe no le era favorable a la corriente de Eduardo Álvarez, expresó un Entrenador deportivo.

Explícate mejor, por favor.

-La Comisión Electoral en su informe señala que 13 Federaciones Deportivas sobre las cuales cursan impugnaciones, una vez analizadas la situación de cada una de ellas, se tomó la decisión de excluirlas del proceso electoral por no cumplir con los requisitos establecidos en la Ley Orgánica de la Actividades Físicas, el Deporte y la Educación Física. En ese lote de federaciones están las siguientes; Remo, Motociclismo, Hockey sobre Cesped, Tenis de Campo, Vela, Deportes Electrónicos, Netball, Surf, Esgrima, Wushu, Automovilismo y Boxeo.

-Me llama la atención, que en ese lote hay unas “Federaciones Fantasmas”. Que vaina es esa de “Netball” o la “Federación de deportes electrónicos (¿?)” exclamó un padre que llevaba a su hijo a una clase de natación.

Está bien, pero sigo sin entender porque no le permitieron la entrada a la presidente de la Comisión Electoral, insistió el atleta.

-Te la voy a poner más fácil. A buen entendedor sobran las palabras. Ese lote de federaciones son el apoyo fundamental de Eduardo Álvarez en su aspiración de reelección, expresó el dirigente.

-Ahora si te entiendo, Eduardo pretende ser electo con los votos de federaciones de maletín que no cumplen con los requisitos de ley. Los fantasmas no votan.

-Disculpen, me pueden explicar cuál era el motivo de la Asamblea convocada por Eduardo para el lunes pasado 2 de mayo que generó esa fuerte polémica reseñada por los medios de comunicación, preguntó una madre que salía del gimnasio con su hija.

-Bueno señora, el presidente del COV pretendía sin fundamento alguno designar una nueva Comisión Electoral, lo cual fue rechazado por la mayoría de la Federaciones Presentes y por lo tanto siguen en sus funciones los miembros de la comisión y se mantiene vigente el Cronograma Electoral que fija como fecha de elección el próximo 18 de mayo, señaló el dirigente.

-Muchas gracias señor dirigente, por su aclaratoria. Discúlpeme nuevamente, podría explicarme, el porqué de la presencia de autoridades del Ministerio Publico llevando una citación judicial. ¿Para quién era esa citación?

-Estaban buscando al Tesorero del COV, por la denuncia formulada en su contra por la presidente de la Comisión Electoral alegando que esa persona la había agredido verbalmente.

-Ese personaje, no es el mismo que en una conversación telefónica con Eduardo manifestó “tener una pistola en su oficina pa caerle a tiros a los federativos que estuvieran en contra de ellos”

-Si señora ese mismo es.
Bueno, que se puede esperar de esos personajes, dijo finalmente la señora.

-Señora no se vaya. Permítame, señalarle dos nuevos elementos en esta olímpica historia sin fin:

 1) La comisión Electoral decidió desestimar la participación de la Plancha de Eduardo porque la mayoría federaciones que lo postulaban no reunían los requisitos de ley para dicho propósito. 2) Este miércoles el Ministerio Público abrió una investigación contra el Presidente del Comité Olímpico Venezolano, Eduardo Álvarez Camacho por los delitos de Peculado doloso propio, Evasión de Procedimiento Licitatorio y Malversación Agravada. Solicitando sea acordada una MEDIDA CAUTELAR DE PROHIBICION DE SALIDA DEL PAIS.

Al escuchar aquello, la señora exclamó “¡¡¡No puedo creerlo!!! En otras circunstancias, me atrevería a pensar que lo procedente de resultar culpable de los delitos allí señalados, lo que procedería en una redada olímpica, dijo la señora al momento de retirarse.

Una frase del fallecido periodista José Campos Suarez recorre al movimiento olímpico “El Crimen no paga”. A esta historia sin fin hay que ponerle termino y rescatar la transparencia en los manejos de los fondos públicos es una tarea impostergable para el desarrollo del deporte. El control totalitario de la estructura deportiva (todo controlado por el gobierno) solo da paso a la corrupción y al secuestro de las organizaciones deportivas lo que hoy ocurre en el olimpismo es la mejor muestra de ello.

Jesús Elorza Garrido
jesuselorza@hotmail.com
@jesuselorza
Venezuela