martes, 22 de diciembre de 2020

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ Miércoles 23/12/2020





LINDA D'AMBROSIO, MALENA Y CAUPOLICÁN EN LOS GOYA

En la mañana del 4 de junio de 1830, a 80 kilómetros de Pasto, en Colombia, cuatro disparos segaron la vida de Antonio José de Sucre. Diez años más tarde el Mayor Alejandro Godoy, arriesgando su propia vida, se adentraría en una investigación que acaba por develar el complot que había dado origen al asesinato. 

Tal es el argumento de Muerte en Berruecos, la cinta de Caupolicán Ovalles que representa a Ecuador para optar al Premio Goya en la categoría de Mejor Película Iberoamericana. 

En el elenco del film, que ya se ha hecho acreedor a diversos reconocimientos, juegan un papel preponderante varios actores venezolanos, entre los que destacan Luis Gerónimo Abreu, en el papel de Godoy, y Malena González, quien encarna a Desideria Meléndez, una mujer de Pasto, región especialmente castigada por el ejército independentista por mantenerse fiel a la monarquía española. 

Malena, quien presentó al público la película este martes, en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, explica que el aporte de este proyecto radica en ofrecer un enfoque diferente sobre el episodio de la muerte de Sucre: está narrada a partir de lo que cada uno de los sospechosos recuerda que sucedió, lo que permite poner en luz los entresijos políticos de la época. Básicamente, era un personaje poderoso, inconveniente para quienes adversaban el proyecto de la Gran Colombia y argüían que Bolívar estaba imbuido de fuertes ambiciones personalistas. 

No es de extrañar, señala Malena, que el film represente a Ecuador, dado el rol que desempeñó Sucre para lograr la independencia de ese país. En efecto: la Batalla de Pichincha, que tuvo lugar el 24 de mayo de 1822, aseguraría la libertad de Quito, ciudad en la que hoy reposan los restos del Gran Mariscal de Ayacucho. En realidad se trata de una coproducción de Ecuador, Panamá y Venezuela. 

Desideria Meléndez, que ya le había valido a Malena la nominación como mejor actriz en los Premios Platino 2019, traduce el deseo de reflejar los sentimientos de la gente común, de quienes sufrieron en carne propia las consecuencias de oponerse al movimiento independentista. Esta visión plural es uno de los rasgos distintivos que imprime al filme Caupolicán Ovalles, quien aborda el tema con un tratamiento similar al que ya había empleado en Archivo Criminal, la exitosa serie transmitida por Radio Caracas Televisión a finales de los años 80, de la que fuera productor y director.

Este año ha sido pródigo en reconocimientos para Malena González. En agosto recibió, el premio Jorge Jellinek a la mejor actriz por su actuación en la película Conejo, y culmina el 2020 con la firme candidatura de Muerte en Berruecos para el Goya. No es, sin embargo, su primera aproximación al galardón, pues formaba parte del elenco de La distancia más larga, también nominada en 2015. 

Es previsible que siga cosechando los laureles a los que la hace acreedora una trayectoria signada por la participación en más de 70 obras de teatro, largometrajes, cortos, series de televisión y telenovelas en diferentes países. Puede expresarse fluidamente en inglés, español, italiano y francés, y su formación incluye una licenciatura en Bellas Artes, otorgada por la Universidad de Boston, de la que egresó con la mención Magna Cum Laude. 

A pesar de que podrían ser presa de la arrogancia por el nivel de sus carreras, Malena y Caupolicán se distinguen por su calidad humana y buenos modales en toda circunstancia. Son personas así las que nos infunden esperanza como venezolanos, y las que nos demuestran el valor de la perseverancia y el trabajo. 


Linda D´ambrosio
linda.dambrosiom@gmail.com
@ldambrosiom
@ElUniversal
España-Venezuela

ENRIQUE PRIETO SILVA, ¡JOSÉ VICENTE AYER!

Hemos seguido con interés los avatares políticos desarrollados en la Venezuela pujante, desde reiniciado el sistema democrático el 23 de enero de 1958, luego de los amargos sinsabores del “gomecismo” y sus secuelas de mediados del siglo XX. Toda una tradición dictatorial, que creíamos muerta con los movimientos del 45, 48 y 52. Una tortura militarista, que creímos alejada, confiando en demócratas de entonces, entre ellos, José Vicente Rangel, periodista que conocimos en momentos políticos, cuando nos la jugamos para deslastrar a la patria de los ataques de los caribeños mercaderes de la muerte: Fidel y El “Che”, de quien hoy debemos rememorar algunos actos de su vida, considerando que quien actúa en política nacional, hace historia. 

Pero, como en las historias de traición y terror, apreciamos a José Vicente imbuido en capítulos escatológicos de la maldad “revolucionaria”, mientras nosotros buscábamos el freno con el “ni un paso atrás”. 

En una oportunidad recapitulamos para ver al salvador del también difunto Chávez, y así vimos a José Vicente Rangel Vale, quien en su régimen fuera vicepresidente, canciller, MD; y el más férreo estratega de la política y la cabeza más visible del 11 de Abril. Bien lo recordamos, los defensores de los generales sometidos al antejuicio de merito acusados de rebelión militar. Si, reconocemos a José Vicente, nos enteramos y seguimos de cerca su actuación política, porque desde siempre estuvo involucrada en ella, para bien o para mal. 

José Vicente nació en Caracas, el 10 de julio de 1929, estudió en Barquisimeto, comenzando la carrera de Derecho en la Universidad de los Andes, continuó sus estudios en la Universidad Central de Venezuela, pero fue arrestado por sus actividades políticas y expulsado del país se asiló en Chile donde prosiguió sus estudios Derecho y después en España, en la Universidad de Salamanca, donde acabó graduándose en la Universidad Santiago de Compostela. 

Comenzó su actividad política a los 16 años, en Unión Republicana Democrática (URD), identificándose con su oposición activa al golpe militar que derrocó al presidente Rómulo Gallegos en 1948. En 1958 regresó a Venezuela después de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, y fue elegido diputado en el Congreso durante cinco legislaturas consecutivas, en representación de los partidos de izquierda Movimiento al Socialismo (MAS), Partido Comunista de Venezuela (PCV) y Movimiento Electoral del Pueblo (MEP). 

Se presentó tres veces, sin éxito, como candidato a presidente de la República en las elecciones efectuadas en 1973, 1978 (ambas por el partido MAS) y 1983 (por el MEP, PCV, entre otras organizaciones). Junto con su actividad política también ejerció la abogacía. 

En la década de los noventa ejerció el periodismo en espacios radiales, televisivos e impresos hasta que fue llamado a integrar el Gabinete del primer Gobierno del presidente Hugo Chávez a partir de febrero de 1999. 

En 2001 pasó a dirigir el Ministerio de la Defensa y se convirtió en el primer civil en ejercer ese cargo en Venezuela, hasta mayo de 2002, cuando fue nombrado vicepresidente de la República, en sustitución de Diosdado Cabello. Durante el golpe de Estado de abril de 2002, fue figuran fulgurante en defensa del presidente defenestrado y repuesto dos días después. 

El 8 de enero de 2007 dejó la vicepresidencia del país y recibió una réplica de la espada del Libertador Simón Bolívar como reconocimiento a sus cincos años en esa responsabilidad. En marzo de ese año retomó su programa televisivo "José Vicente Hoy" y su primer invitado fue el propio Hugo Chávez. 

Rangel fue dos veces ganador del Premio Nacional de Periodismo de Venezuela.

Sin quitarle el mérito a su campaña y proceder político desde siempre, fuimos críticos acérrimos de su proceder, luego de su incorporación al chavismo, ya que no podíamos entender su procacidad, aunque si entendíamos que actuaba como un verdadero cínico. Por ello, en una oportunidad le preguntamos: “¿Cuáles fueron ‘los tensos momentos vividos durante el domingo 14 de abril’, que ameritaban ‘reaccionar’ con responsabilidad? ¿Es que acaso ‘el clima de polarización en el cual vivimos los venezolanos’, no es culpa de la insidiosa política que ustedes irresponsablemente le hicieron creer a Chávez, que era una virtuosa ‘revolución’?

Entonces le dijimos: “No José Vicente, tu formas parte del factor político y social, que desde hace 14 años se ha valido del ventajismo, la trácala y la perversión, que tan buenos resultados les dio, y esa ‘realidad insoslayable, redonda, contundente, que sería necio negar’, forma parte de la sociedad venezolana dividida, que ustedes lograron conformar a fuerza de mentiras y engaños. ¿Es que acaso la muerte de Franklin Brito, el injusto e ilegal encarcelamiento de los comisarios y de la jueza Afiuni, y la huida y exilio de muchos venezolanos, ante el miedo a las viles acciones policiales del “chavismo” no forman parte de la malignidad de tu asesorado y protegido Hugo Chávez? Es cierto, ‘el carácter de nuestro pueblo’, pero con énfasis en la Oposición, no ha permitido que la sangre llegue al río, y ahora, ante la derrota y muerte del ‘chavismo’ y de la ‘revolución bolivariana’, el futuro pareciera trágico. 

Ya no existe el escudo ‘necio’ de quien se creyó divinizado y permitió que ustedes hicieran y deshicieran del país sin límites. Es verdad que los muertos no responden por sus hechuras, pero no cargan con los juicios de quienes lo auparon y ayudaron en sus desmanes. No es la historia quien los juzgará, son sus propios engañados, que hoy ven frustradas las aspiraciones que ustedes les crearon, usándolos como marionetas vivientes.” 

En ese momento, completamos el exordio al hoy difunto José Vicente Rangel así: “Amigo y amigos, se acabó el ‘por ahora’, y harías un buen trabajo de expiación, si lograras decirle a este ‘hijo de Chávez’, que la situación ‘bonita’ pasó y que ‘hay un nuevo camino’. La engañifa del ‘socialismo del siglo XXI’ no tiene vida, aunque coreen ‘Chávez vive y la lucha sigue’. Solo Cristo resucitó, como redentor por todos nosotros”. 

Hoy decimos como cristiano y con fe católica: ¡José Vicente descansa en paz, solo Dios perdona! 


Enrique Prieto Silva
enriqueprietosilva@yahoo.com
@Enriqueprietos
Venezuela 

OMAR ÁVILA, ENTRE VOTOS, CONSULTA Y NAUFRAGIO

La tragedia de Güiria se une a la larga cadena de desgracias que azota al país. Urge buscar soluciones reales y aplicables a la emergencia humanitaria compleja que impulsa a los venezolanos a escapar como sea del país.

Es propicia la ocasión para recordar que el estado Sucre siempre ha sido una de las regiones más deprimidas del país. Tuvo un impulso económico por allá en los años 70 - 80 por la política de exención de impuestos a empresas afincadas en la zona y mejoras en infraestructura.

En Güiria funcionaba una planta de congelamiento de pescado que recogía el excedente de los pescadores y lo ponía en el mercado sin pérdida para ellos. En el 2006 el chavismo la tomó, y con su “magia” revolucionaria no solo la desmanteló y vendió como chatarra, sino que prácticamente la dejó sin posibilidad de que vuelva a funcionar.

Una región llena de potencialidades, pero olvidada por las dificultades geográficas para la comunicación, en fin el estado Sucre ha sido la cenicienta del país.

Desde Unidad Visión Venezuela siempre pensaremos en positivo, por ende hay que enfocarse en el desarrollo que este gobierno –por ahora- truncó, para volver a tener esa Zona Industrial El Peñón, fábricas como Bacci, de cerámicas e instalaciones sanitarias, las empresas metalmecánicas, la ensambladora de Toyota, en fin recuperar y promover un polo industrial que pueda surtir a todo el Oriente de nuestra Venezuela.

Causa nostalgia recordar que una obra de más de 400 toneladas de acero, como los tubos de aspiración de Caruachi, las compuertas del aliviadero de Macagua se fabricaron en Cumaná. Debemos ir nuevamente a la reconquista de la Región Oriental, por el cual vuelvan a transitar todo tipo de bienes.

Reactivar ese plan que se construyó y venía funcionando en la mal llamada cuarta República, en el que también se encuentra Puerto Sucre –hoy llamado por la “revolución” Pescalba- que estacionaba la flota atunera más grande de Suramérica, y esos muelles secos que se construyeron para que las embarcaciones atuneras pudieran hacer allí el carenado de los buques, dándole empleo a un montón de gente.

Luego de una política de Estado que se encargó de perjudicar a los empresarios que invirtieron, el resultado real es una playa con cadáveres de personas que huyeron desesperadas buscando un alivio a la miseria.

Nadie huye de donde siente esperanzas. La tragedia de Güiria no es un hecho aislado. Sucede día a día de diferentes maneras. No siempre termina en la muerte física, sino en otros tipos de decesos. Los responsables no son sensibles a ello. No tienen esa capacidad. Y es que cuando se tienen los bolsillos llenos y la barriga llena, es difícil tener empatía por quienes sufren. Por ello, ninguno de los dos extremos se ocupa.

En resumen, la tragedia de un país cuyos ciudadanos prefieren enfrentar la muerte antes que continuar padeciendo la agonía cotidiana de una vida miserable y sin futuro. Lo ocurrido en Güiria nos rompe el alma. Dolor de país, naufragio de nación.

Lo sucedido en Güiria es clave asumirlo como una tragedia de los venezolanos quienes destruyeron este país y acabaron con los sueños de todos, son ellos los responsables. Los coterráneos de Güiria huían de ese horror llamado chavismo. No podemos permitir que esta situación se normalice en nuestro país.

Todo lo que ha venido pasando es el reflejo de una profunda crisis social, económica y política; por ende, debemos buscar soluciones reales para ayudar a la gente en su día a día, desde la autoridad más cercana: el Alcalde, hasta el Ejecutivo Nacional.

 

Para finalizar, el estado Sucre debería ser declarado en emergencia nacional, una de las regiones con más potencial económico del país con pesca, turismo y gas; y que hoy se encuentra a merced de distintas bandas delincuenciales. Es hora de actuar con firmeza.

Urge que nuestra indignación se convierta en acción y promovamos un entendimiento nacional para evitar más sufrimientos. Ha llegado la hora de que la ciudadanía sea partícipe de la resolución del conflicto.

Debemos de unirnos todos, y entender que todos somos venezolanos, porque mientras el país siga dividido, será tarea imposible empujar el entendimiento nacional que necesitamos para sacar a nuestra Venezuela adelante.       

             

Omar A. Ávila H.
dip.omaravila@gmail.com
@OmarAvilaVzla
Diputado a la Asamblea Nacional

CARLOS AGUILERA, MADURO UN MENTIROSO COMPULSIVO

 El país confronta como nunca antes el flagelo de una corrupción sistemática. En todos los niveles y estratos de la estructura social se encuentra esta antítesis de los paradigmas axiológicos, con los que el protohombre con visión ideal, anhela conformar la humanidad del "mañana", que nunca llega, pero que la Historia en pinceladas mostró su "probablidad". 

Quienes con el rostro de piedra mienten y engañan todos los días, parecen perseguir la vieja creencia de que por repetición, se pueda convertir un enunciado falso en verdadero, hecho que para la lógica es imposible; pero para los humanos desesperados, la "ilusión de una posibilidad", les convierte en receptores de mensajes falsos y víctimas de su propio destino frente a una "posibilidad de cambio", que con el pasar de los días se derrumba. El populismo y la demagogia medra en la humanidad de quienes detentan el poder desde hace veintiun años, pues a base del engaño, la mentira y ofrecimientos que nunca se cumplen, pretenden a estas alturas seguir empalagando a hombres y mujeres que cifran esperanzas de que algún día se les cumpla, aprovechándose de la naturaleza cognitiva de quienes se han convertido en sus clientes políticos, y escudados en una falsa revolución que pletóricamente la denominaron socialista y bolivariana, para aprovecharse de la candorosa ignorancia de sus huestes. 

En un régimen donde unos ven a otros ataviados con trajes de marca, engullir manjares, poseer lujosos automóviles y vivir en mansiones, en tanto que en cada esquina aparece un niño o un anciano hurgando en basureros en busca de desperdicios, como símbolos de un pueblo pobre y disperso, en ciudades y lugares, donde a veces no llegan ni los servicios básicos. Es comprensible entonces la existencia de seres que se revelan y toman decisiones a veces buenas para la mayoría, y fatales para algunos. Es pues, la consecuencia de un gobierno corrupto e impune, carente de políticas sociales. 

Los hechos, se vienen sucediendo desde hace años y el régimen le ha dado la espalda y negado todos sus derechos con una actitud de reproche, a lo que se suma no solo la corrupción, inseguridad, impunidad, desempleo, escasez de alimentos y medicinas, expropiaciones, nepotismo, narcotráfico, atropello a la dignidad de ciudadanos, insultos, vejación de estudiantes, invasión de predios universitarios, colectivos con patente de corzo para sus fechorías y crímenes, que obliga a la población a protestar y a realizar marchas y manifestaciones, que la propia Constitución Nacional prevé en su Art. 350 

Maduro invoca a diestra y siniestra ser amante de la paz, p ero se contradice porque en sus encendidas diatribas lanza denuestos contra sus opositores y clama por el diálogo. ¿A que diálogo se refiere?. No puede haber diálogo con las personas cuya honorabilidad, moral y dignidad se les ha pisoteado y expuesto al escarnio público en tediosas cadenas televisas que realiza a diario. En cualquier diccionario etimológico se puede leer que política es "El arte (habilidad) de gobernar un Estado"; podemos decir que está incluido el asunto del destino, interés y conducción del pueblo. Desde el punto de vista ético el político tiene, necesariamente, que poseer una amplia cultura, pues sin educación e instrucción nadie puede ser buen político, por cuanto la manera de actuar de un estadista se encuentra en estrecha relación con su preparación y dominio de las ideas claras y ordenadas. 

Mauricio Duverger, sociólogo neopositivista francés, en sus obras "Los partidos políticos" e "Introducción a la política", expresa que política es: "En toda comunidad el poder organizado, las instituciones de mando y de coerción". Talcott Parsons, sociólogo estadounidense, principal teórico del fundamentalismo, en sus obras "La estructura de la acción social" y "El sistema social", observa en la política el aspecto instrumental de la organización social, la creación intencional de estructuras sociales que responden a un objetivo. 

¿Cómo levantar una democracia (¿), en la que los jueces acatan órdenes de quien se enseñorea dejando de lado los principios éticos? ¿Cómo podemos hablar en los actuales momentos de democracia, en una sociedad que perdió la confianza y la fe en quienes gobiernan la nación? 

Quienes aceptaron en el círculo vicioso del entorno oficial, "promulgar leyes" dirigidas a intereses específicos (ley de bancos y otras tantas) y no para protección y mejora de la sociedad, son cómplices y responsables de la corrupción creciente. Si hay corrupción en las instituciones estatales, es porque a ellas ingresan individuos cercanos a quienes controlan los resortes del poder. 

El país confronta una dictadura comunicacional, que el régimen aplica través del denominado Sistema Nacional de Medios Públicos, el cual utiliza perversamente para mentirles a los venezolanos, al mismo tiempo que pretende asfixiar y por ende sacar de circulación a medios como lo hizo con El Nacional, El Impulso, por solo nombrar a dos. Por fortuna, la solidaridad de la prensa internacional con Venezuela, es emotiva e histórica, como lo demostró el diario El Tiempo, cuando pasó por la frontera 52 toneladas de papel periódico enviado por medios impresos colombianos. 

Estos revolucionarios de nuevo cuño que se dicen bolivarianos, olvidan entre otras cosas que Bolívar fue para muchos el precursor del moderno periodismo, por cuanto su ejemplo, acción, pensamiento y lecciones, se encuentran más vigentes que nunca. Actuó, sintió, reflexionó y escribió, no sólo para su época sino para la posteridad. 

Claro está que Maduro y su entorno desconocen totalmente la historia y vida del Libertador, y solo utilizan su nombre para lograr sus perversos propósitos populistas y demagógicos, por lo que ignoran que Bolívar se destacó no solo como militar sino también como orador y escritor, y por ello se percibe en todas sus intervenciones, en su epistolario, prensa, discursos y proclamas, su pasión por la libertad, esa misma libertad que este oprobioso régimen la conculcó, desde que por desgracia y en plena democracia tomó el poder, gracias al indulto que inmerecidamente recibió el hijo de…..Sabaneta, padre de esta desgraciada tragedia que vivimos millones de venezolanos. 

 

Carlos E. Aguilera A.
careduagui@yahoo.com   
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY, SI JESÚS HUBIESE NACIDO EN ESTE TIEMPO

Dios siempre ha tomado las decisiones perfectas. Sabes de nuestras complicaciones constantes y de las actitudes irredimibles que nos caracteriza. Pero ha creído siempre en nosotros. Por eso reitera su amor con cada acto celestial. Aunque seamos los subversivos de la creación e inconformes a destajo.

Pero si el Señor hubiese considerado cambiar la historia. Asumido la determinación lúdica de enviar a su hijo en esta época. Sí, Él lo tiene todo medido y contamos con un sinnúmero de profetas que alertaron su venida. Pero si solo nos liáramos con sus designios y me dejara llevar por mis sandeces; si se hubiese retrasado dos siglos y el nuevo testamento se escribiese en este milenio.

Quizá el imaginarme su presencia con esta modernidad salvaje sería una falta espiritual letal. O posiblemente quiero que estrene nuevas palabras gloriosas para aleccionarnos a todos. A lo mejor no lo reconocería como el rey de mi alma. Tal vez se escondería en sus frases inmaculadas y no entendería que me está llamando. Que llegó para doblegar mi orgullo y enseñarme cómo utilizar el amor.

La estrella de Belén sería estudiada por la Nasa, que levantaría teorías inservibles sobre el fenómeno. El pesebre se establecería quizá en una casucha de lata ubicada en alguna barriada recóndita. Vendría con su humildad candente, con su discreción sencilla. No buscará los titulares encendidos ni ser célebre por aclamación popular.   

No lo veo andando entre rascacielos rutilantes ni encarando a políticos enigmáticos. Caminaría entre los pobres como uno más, con una camisa de lana gastada y unos zapatos mal zurcidos. Pero su esplendor nos haría seguirlo. Brillaría desde lo lejos. Es el hijo de Dios. No quiero su autógrafo, aunque temo ser fanático por instantes. Prefiero coleccionar sus enseñanzas, su proclama firme. Que mis oídos lo escuchasen. Tener el privilegio de estar ahí, aunque sea por pocos instantes y a unos tantos metros de su halo de paz.

Nos diría que no somos relleno de la humanidad. Que cada uno tiene un valor trascendental para el Padre. Que los países tienen a su propio césar en la moneda y poco importa el dinero en los amaneceres. No ha venido para avalar nuestros fallos, sino para perdonarlos.

Poco le importaría quién desea visitar la luna o aspira recorrer todo el universo por caprichos de poder. Nos enseñaría que el talento es un don bajado del cielo a diario para inspirarnos y no debe usarse para nuestras petulancias o para creernos mejor que los demás.

También quiero que le guste el pop de los ochenta o siga al Real Madrid por el albo de su vestimenta. Que se enternezca por alguna película o lea alguna novela polvorienta de mis preferidas. En todo caso, que me enseñe a bajar la cabeza, a iluminar mis sombras y a lograr atar mis cabos sueltos.

Seguramente propinaría latigazos en muchos templos, por fabricar incontables religiones en su nombre. Unas criticando a otras. No se ha entendido que cada oveja en el rebaño tiene manchas distintas. La meta es unir fuerzas verdaderas para alcanzar el cielo. El auténtico festín del alma.

Aparecería en las reseñas televisivas. Lo harían noticia para vender el día. No como el Dios de carne y huesos. O como el hombre que estaría cambiando al mundo. Sino como un personaje más, revelado ante las incongruencias y la maldad desatada. No lo reconocerían. No es tarea fácil identificar al salvador. A un hombre con arrestos para decir la verdad a un planeta infestado de dudas.

Fuera implacable en su discurso. El pecado no puede ser ley para complacer a unos pocos. Lo diría sin reparos. Pero no estaría en congresos ofuscados ni en debates vacíos. Él sabría cómo no caer en la trampa.

Pero muchos lo descalificarían. Sería pasto cruel en las redes sociales. Hasta un orfebre le estaría edificando una corona de espinas. No queremos oír que el infierno existe y el Paraíso no es posible, sino aceptamos las pruebas o entregamos el sufrimiento como ofrenda de amor a Dios.

No ha venido a recibir honores, a complacer presidentes o a decir lo que queremos escuchar. Su buena noticia es que siempre nos amará, pese a las trastadas que le hacemos todos los días. De ser esta su primera visita, nos entregaría el mismo mandamiento inminente: amar a nuestro Padre sin descanso y amarnos entre nosotros, comenzando por nuestros enemigos. Ver en el necesitado los ojos de Dios y que es un privilegio inmenso el ser sus hijos.

Lo maravilloso de todo es que ya estuvo entre nosotros. Sus huellas están en la biblia. Su palabra es tan perfecta como Él. No hace falta volverlo a crucificar en este tiempo. No sé si retornará de nuevo o si el apocalipsis lo refiere al dedillo. Solo sé que nunca se ha ido y anhelo que su natividad se recree en el corazón de todos.    

José Luis Zambrano Padauy

zambranopadauy@hotmail.com
    @Joseluis5571
    Exdirector de la Biblioteca Virtual de Maracaibo “Randa Richani”

LUIS MARIN, SIN DIOS Y SIN FRONTERA

 Cotidianamente se nos repite que el Presidente de los Estados Unidos es “el hombre más poderoso del planeta”. Ese hombre declaró urbi et orbi que ganó abrumadoramente las elecciones del 3 de noviembre; pero le intentan robar la victoria mediante un masivo fraude electoral. Pero ningún tribunal admite sus demandas, los Estados acreditan a los electores presidenciales, los Colegios Electorales se reúnen y votan por otro candidato. 

Es forzoso concluir que éste no puede ser “el hombre más poderoso del mundo”; debe haber otro u otros que tienen más poder, que pueden permitirse tratarlo como perro muerto. Trump advierte que se enfrenta al Deep State, una sustancia viscosa en que se mezcla el Pentágono, la Agencia de Seguridad Nacional, la CIA, el FBI, la rancia burocracia de Washington, que se convirtieron en un Estado dentro del Estado. 

Es fama que el primero en denunciar al complejo militar-industrial como una amenaza para la democracia americana fue el Presidente Eisenhower en su discurso de despedida, en 1961; como que el sucesor, Kennedy, fue asesinado por ese Estado Profundo, en 1963. Es notoria su conexión con el Washington Post y el New York Times, que les permitió urdir la conspiración que llevó a la caída de Nixon, en 1974. Con DT optaron por un vasto proceso revolucionario para echarlo de la Casa Blanca. 

Hay muchos candidatos a ser ese hombre más poderoso del mundo, desde George Soros, Bill Gates, Jack Dorsey, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, etcétera; pero también están los medios de manipulación, que no son transmisores de noticias sino de propaganda, los creadores del mainstream que embota a la opinión pública. Hay que añadir a los Big Tech, Google, Twitter, Facebook, YouTube y otro largo etcétera asociado con aquellos hombres. 
La pregunta es: ¿Qué los une? ¿Cuál es la base de esta coalición? ¿Qué les permite, a pesar de tener intereses tan diversos e incluso contradictorios, aliarse en un frente común para derrocar al gobierno de DT? 

La respuesta más usual los asocia al globalismo, entendido como aquellas tendencias que alzan las banderas de la ecología, calentamiento global, agenda verde,  racismo, ideología de género, aborto, maltusianismo, neomarxismo, deconstrucción, ateísmo, etcétera, cada una de las cuales da para una disertación aparte; como la injerencia china, rusa, iraní, et al. 

DT declaró en su discurso en la ONU que el futuro es de los patriotas, no de los globalistas; pero no hay nada mezquino en esto: cree que cada quien debe querer a su país como él quiere al suyo. EEUU nunca será socialista, no lo permitirá, es más, lo erradicará del hemisferio, en Cuba, Nicaragua, Venezuela. Se declara pro vida y contra el aborto. Cree que el cambio climático es una leyenda urbana. Invoca la bendición de Dios para América. 

Algunos lo toman como una declaración de guerra; pero no se concentran en los puntos contrapuestos para generar un sano debate, sino que, sabiéndolo perdido, optan por la vía fácil de agredir a la persona con toda clase de insultos, injurias, descalificaciones, con base en defectos reales y supuestos, para destruir el mensaje aniquilando al mensajero.
 
Se puede preguntar a cualquier detractor furibundo de Trump qué ve de bueno en Biden sin recibir respuesta alguna. Luego, están movidos por el odio, que es mal consejero y se sabe que daña en primer lugar a quién lo abriga. Tenemos experiencia en esto: en Cuba decían “cualquier cosa con tal de salir del negro”, refiriéndose a Batista; en Venezuela, “lo que sea por salir del gocho”; en EEUU, “como sea para sacar al catire”. Sabemos cuáles son las consecuencias y ahora no es la excepción. 

Biden anuncia que su primer paso sería reinsertar a EEUU en los acuerdos de París sobre medio ambiente; que volvería a la política de apertura hacia Cuba; reasumiría el suicida tratado nuclear con Irán; no necesita decir que promovería el aborto sin restricción pagado con fondos públicos, ni combatiría el racismo sistémico de la sociedad americana porque de eso se ocupa su Vicepresidente. 

Y este es un buen punto de partida para desmadejar un ovillo de mentiras. Kemala Harris, “la primera persona negra que ocupará el cargo de Vicepresidenta de los EEUU”, dice la DW, el 14 de diciembre, con motivo de la votación de los Colegios Electorales. Otros la llaman “afrodescendiente”; pero su perfil dice que su padre es jamaiquino emparentado con el dueño de una plantación de esclavos, su madre es natural de la India.

Para la BBC es “carismática”, quien se postuló a la candidatura presidencial demócrata y no llegó al 4% de apoyo, frente a 16 de Sanders y 21 de Biden; para Efecto Naím es la primera mujer que llega a Vicepresidenta “por su política inclusiva”; ninguno destaca que sea abortista, haya legalizado el uso de la marihuana y el matrimonio gay en su Estado o sea una cuota de la extrema izquierda californiana a cambio de apoyar a Biden. 

Ella declara que “soy negra y estoy orgullosa de ello”, lo que además de falaz la revela como racista porque, ¿qué se pensaría de un ario que dijera lo propio? Quizás no sea inútil aclarar que no se dice “Vicepresidenta”, porque presidente es el participio activo del verbo presidir, así como no se dice la Bella Durmienta o que todos estén en capilla ardienta. 

Esta no es una cuestión baladí, porque los medios destruyen el idioma, inventan palabras y cambian el contenido de los conceptos, con lo cual desmontan las estructuras no solo del pensamiento sino de las instituciones. Por ejemplo, todos titularon que “el colegio lectoral confirma la victoria de Biden”, cuando en verdad el Colegio Electoral no “confirma” sino que vota por los candidatos, votos que envían al Congreso que debe contarlos en sesión conjunta el 6 de enero del próximo año y “la persona que obtenga el mayor número de votos para Presidente será Presidente, siempre que dicho número represente la mayoría de todos los electores nombrados”, solo entonces habrá un Presidente electo. 

Los medios convirtieron una elección indirecta en directa, de hecho, violando la voluntad expresa del constituyente originario. Hillary Clinton votó en el Colegio de New York bajo protesta porque no está de acuerdo con esa institución que debe ser abolida a favor del voto popular directo con el cual supone que hubiera llegado a la presidencia en 2016. 

En EEUU hay una auténtica revolución socialdemócrata, a la que sólo le importa el nudo poder no la pulcritud de las elecciones; el Presidente Trump vale menos que en su momento Nicolás II en Rusia o mucho antes Luis XVI en Francia, ya no tiene ningún poder real ni es digno de ningún miramiento. 

El próximo paso que anuncian, al lograr el control de ambas Cámaras del Congreso, es aumentar el número de magistrados de la Corte Suprema de Justicia de nueve a quince para garantizar los cambios revolucionarios subsiguientes y con los tres poderes, pues, “tomar el cielo por asalto”. 

Cuba disfrutará de un remozado neocastrismo, Venezuela tendrá su birmanización, puede predecirse la presidencia de Gustavo Petro en Colombia para 2022, el retorno de Correa al Ecuador, el desmantelamiento de Chile y paremos de contar para no llorar. 

Existe la posibilidad de revertir la revolución con una elección contingente del Congreso el 6 de enero; pero es lo más parecido a un milagro que pueda concebirse. 
Como imaginar a Trump aferrado a las columnas del Templo clamando: “¡Mueran conmigo los filisteos!”

Luis Marin
lumarinre@gmail.com
@lumarinre
Venezuela