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jueves, 15 de julio de 2021
AQUÍ TITULARES DE HOY JUEVES 15/07/2021 PULSA SOBRE EL TÍTULO PARA LEER
LINDA D'AMBROSIO: SER GATO
Pocos
autores venezolanos tan prolíficos y respetados como Edgar Borges. Su obra
cosecha un reconocimiento que va en aumento internacionalmente, tras ser
traducidos sus libros a varios idiomas, lo cual, de por sí, denota la solidez
que han visto en su trabajo quienes han apostado por su firma. Además, con
rasgos que aparecen de manera recurrente en su escritura, Borges ha penetrado
realidades que conciernen a otros seres humanos, como el Alzheimer, el presidio
o la violencia de género. Se trata, siempre, de contemplar la realidad con
otros ojos, y Ser gato no es la excepción: el protagonista ve a través de la
mirada del gato. Es lo que Borges denomina mirada trastocada: “Escribo, desde
la mirada, el espacio en el que yo presumo que el gato está”. Se trata de una
batalla entre la memoria y la imaginación; de situaciones vividas o no vividas,
o vividas parcialmente; de anteponer a lo ordinario otra posibilidad.
El gato es, particularmente en esta obra, una metáfora de la libertad. Borges opina que, mientras los perros se adaptan rápidamente a las costumbres de los humanos, los gatos conservan indefinidamente su independencia, resultando de alguna manera ingobernables.
El personaje,
por su parte, se reconoce cautivo, probablemente, de sí mismo: “Uno no puede
desasirse de las propias obsesiones cultivadas a lo largo de toda la vida, de
las propias referencias”, afirma el autor, mientras el personaje reconoce:
“Muchas veces deseé romper filas y correr; nada visible me lo prohibía”. O en
otro punto: “Muy tarde el prisionero se da cuenta de que la celda no tenía
barrotes”.
Por eso desea ser gato. Él sabe que los gatos pueden saltar.
Saltar,
otro de los temas recurrentes de Borges, es la posibilidad de desplazarse de un
sitio a otro, ergo, de un estadio a otro. Ya en 2018 Edgar había publicado La
niña del salto, la historia de una pequeña que, en lugar de caminar, salta, y
de su madre, Antonia, una mujer que quiere dar un salto hacia el espacio en
donde ha dejado sus sueños.
Ser gato, pues, es un texto combativo, un discurso que versa sobre la lucha contra las cadenas.
Autor e
ilustrador pretenden también conferir al lector libertad para interpretar, para
cerrar el texto: “El libro es un estímulo, una invitación al lector a que
termine la historia como quiera”.
En cuanto
al desarrollo de la obra, Borges explica que en este caso intentaba romper su
propio paradigma: solo disfrutar. Más allá del significado, tenían importancia
para él la poética, la sonoridad, las imágenes. “Cuando escribo, pienso en
imágenes. Visualizo el decorado”, dice. “Las palabras, las frases, son lo que
los planos a la cinematografía. Y el narrador es como una cámara que hace el
recorrido y lleva al lector con él”.
Las
bellísimas ilustraciones que se alternan con los textos, ocho, en total, son
obra de Fría Aguilar, y explica Borges que no responden al texto, que cuentan
una historia autónoma. Enriquecen la bellísima edición de la colección de
Tascabili (literalmente, embolsillables, en italiano) de Altamarea, un sello
que se distingue por sus publicaciones fuera de lo común.
No es de
extrañar, pues, que Ser gato haya irrumpido con fuerza en el mercado español,
vista la trayectoria de su autor y la esmerada edición que alberga imágenes y
textos.
linda.dambrosiom@gmail.com
@ldambrosiom
@ElUniversal
Venezuela-España
CARLOS BLANCO: “SON LA MISMA COSA”
TRINO MÁRQUEZ: LA GUERRA REVOLUCIONARIA DEL KOKI
Esta mezcla e inversión de papeles ha
ido produciendo engendros y creando áreas dominadas por pequeños ejércitos
irregulares. El Tren de Aragua es una megabanda que ha adquirido notoriedad
internacional, después de haberse asentado en el centro de la nación. Su
presencia, al parecer, ha sido detectada en Perú y Ecuador. Figuras como el
‘Willy’, y ahora el Koki, se han convertido en vedettes que declaran territorios liberados, asaltan
comandos de la Guaria Nacional y la
Policía Nacional, y alardean de su
capacidad de fuego junto a sus lugartenientes.
Mientras esto ha ocurrido en presencia de todo el mundo, el
país se ha preguntado durante años dónde se encuentra el Estado, dónde los
aparatos de seguridad, dónde las Fuerzas Armadas. La respuesta es evidente:
espiando, hostigando y persiguiendo a la oposición, convertida en la pesadilla
de Hugo Chávez, primero, y de Nicolás Maduro, después.
El lugar de las FAN y la policía
dentro del Estado cambió a partir de los sucesos de abril de 2002.
Probablemente, antes de esos episodios el comandante Chávez ya acariciaba la
idea de deformarlas. Sin embargo, lo cierto es que a partir de esas jornadas,
esas instituciones ya no tuvieron nunca más las funciones de guardianes del
orden democrático, liberal y republicano que habían desempeñado durante los cuarenta
años previos. Fueron desvirtuadas, corrompidas, ideologizadas y fanatizadas con
el propósito de convertirlas en el brazo armado del proceso bolivariano. Chávez, guiado por su eterno mentor Fidel
Castro, se propuso evitar que ambos cuerpos
volviesen a formar parte de una conjura tramada para sacarlo de
Miraflores. Esa línea fue mantenida por Maduro
El envilecimiento las Fuerzas
Armadas estuvo acompañado del fortalecimiento de los grupos paramilitares, los
colectivos, la creación de organismos policiales ceñidos a los dictámenes del
presidente de la República y la indiferencia frente al auge de las pandillas
delictivas. Este complejo movimiento de piezas debía articularse para cumplir
con el propósito de desincentivar la organización popular y las protestas.
Entonces se empoderó a colectivos como La Piedrita y Alexis Vive, se creó la
Fuerza de Acciones Especiales (FAES) y se permitió que zonas populares como los
barrios alrededor de la Cota 905 pasaran a ser feudos del Koki.
En un clima
dominado por el caos, la inseguridad y la violencia, donde el Estado ha cedido
los espacios que le corresponde administrar, resulta demasiado arriesgado
protestar o aspirar a cambiar el orden existente.
El Koki es
hijo legítimo de eso que se llama la ‘revolución bolivariana’, no solo porque
toda su vida ha transcurrido bajo el dominio rojo, sino porque su surgimiento y
consolidación solo puede explicarse por la política de un Estado que decidió
renunciar a sus obligaciones constitucionales. Que se convirtió en Estado
fallido, tanto por su incapacidad
suministrar electricidad, agua, gasolina y vacunas para combatir la Covid-19,
como porque no es capaz de resguardar la vida de los venezolanos.
Solo cuando
el Koki retó al poder y se convirtió en un problema político significativo, fue
que la cúpula gobernante se sintió obligada a actuar para frenarlo. El hombre evidenció no haber entendido que el
régimen le había asignado un territorio y unas funciones que no podía
traspasar.
Esta
interpretación de los hechos jamás será aceptada por la cúpula gobernante. Lo
más fácil para Maduro y su gente es recurrir a la manida tesis de que los
culpables son los sospechosos de siempre: Estados Unidos, Iván Duque y, desde
luego, la oposición, en cuyo centro se
encuentra el partido responsable de todos
los males: Voluntad Popular, con Leopoldo López y Freddy Guevara al
frente.
Ver a Jorge
Rodríguez manipulando los hechos alrededor del Koki de forma descarada, no
sorprende. El cinismo y el uso de neolenguas forman parte consustancial del
estilo del régimen. Al referirse a
ensayos monstruosos como la Operación de Liberación del Pueblo (OLP), dicen que
fueron inspirados por el afán de paz y
amor que los mueve. Saquen ustedes la
cuenta.
Trino Márquez
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Venezuela
JUAN GUERRERO: ARMANDO, EN BLANCO Y NEGRO
Es un salón
donde se le ve sentado en una poltrona estilo Luis XV y al fondo un gran espejo
donde se refleja la imagen de una figura femenina luciendo unas zapatillas que
me hicieron observarla un largo tiempo. Armando Rojas Guardia (1949-2020) está
sentado en esa poltrona y su rostro de niño mira con gratitud, con dulzura. Esa
misma expresión fue la que sentí cuando nos presentó, en la recién creada
Dirección de Cultura del Instituto de Previsión y Asistencia Social del
Ministerio de Educación, en Caracas, nuestro amigo, cineasta y pintor, Freddy
Aguirre.
En la oficina dialogamos, reímos, comentamos y reflexionamos largo rato. Su amor por su maestro, Ernesto Cardenal. Su devoción por Solentiname, sus pobladores y las madrugadas al natural en las aguas dulces del lago con sus pobladores, sus hermanos de oración, y meditaciones. También de su libro, Del mismo amor ardiendo, (1979), apenas editado hacía un par de años. El recuerdo en mi memoria lo muestra inquieto, acaso demasiado parlanchín asus 32 años, nervioso y de discurso fervoroso, curioso y sentencioso. Después ocurrió la despedida. Bajando por el ascensor, ya al final de la mañana, a un costado del corredor,un abrazo, una franca mirada y unas secretas palabras amorosas sellaron la hermandad para siempre, aunque después, nunca más volvimos a encontrarnos.
Siempre supe
de Armando y discretamente, entrelazados por amigos cercanos, y entre los
versos y su íntima musicalidad, siguió ocurriendo el milagro que siempre he
sentido por su amistad verdadera, tan humana, tan cercana. Ahora, mientras sigo
observando la fotografía que tan luminosamente realizó, Vasco Szinetar, el
abrazo y las secretas palabras del poeta vuelven a abrazar mi alma.
-Dios fue el
centro de nuestro diálogo, pienso. El sentimiento de vivirlo de la mejor
manera, en la cotidianidad de la cordial sencillez, sin mayor espectacularidad.
Más queen la intimidad del yo, en el otro-semejante y diferente. Ese tú que es
revelación de su mismo nombre y es luminosidad, brillo y esplendor. –Quizás
ahora asistimos a la revelación de una nueva divinidad, ese Tríos del que habla
el duque de La Balta. Pero mientras eso no ocurra, la luminosa mirada de Rojas
Guardia, sigue mostrando en su obra, la plenitud de un tesoro, que, a través de
su esplendoroso lenguaje, nos revela y devuelve al origen de nuestro ser, de
nuestra cultura y de nuestra historia.
Desde entonces
fueron ocurriendo las apariciones de sus otros libros y también, sus
reflexiones filosóficas en sus ensayos, como en El Dios de la intemperie,
(1985), dondereflexiona, de manera magnífica y esplendorosa, sobre este tema y
sigue ahondando en la idea de una divinidad más cercana, donde la herida humana
sane y el alma encuentre su reposo y celebre su reencuentro. Porque si existe
algo realmente esplendoroso en la obra poética de Armando Rojas Guardia, es su
plenitud en la palabra que llega a decantarla hasta hacerla brillar como un
talismán. Allí se abre al mundo y canta en sus largos versos que se estrofan y
resultan musicales, vívidamente sonoros, rítmicos.
Miro, observo
de nuevo a Armando en esa notable fotografía de Vasco, y sonrío, paso mi mano
suavemente sobre su rostro, como deseando regresar a ese momento, ese tiempo
del nunca jamás, cuando lidiaba con sus deseos de cambio, querer ser auténtico,
sincerarse consigo mismo y sacudir el tiempo aletargado y sacar a la calle la
poesía. Era, fue ese tiempo con su año mágico, 1981, y su grupo Calicanto, en
casa de Antonia Palacios, y su Tráfico y su Manifiesto, tan de él y de sus
otros compañeros
Por las redes
sociales seguía su trazo, sus oraciones, reflexiones y comentarios. Alguna vez
nos escribimos. Leí de sus quebrantos, sus reclamos para rescatar el espacio
nacional, la civilidad, la heredad de una nación dolida y a la intemperie, como
su dios.
Por esos días
publiqué un texto sin percatarme de su gravedad. Un amigo común celebró el
poema y me sugirió que se lo enviara. –Sé que lo apreciará, me escribió.
–Trataré de enviárselo, le indiqué. Sin embargo, no pudo llegar a manos de
Armando. Hoy es tiempo de hacerlo, y sé que entre abrazos su mirada de gratitud
y dulzura, sabrá apreciarlo.
(https://papelesagua.blogspot.com/2021/07/cuando-vuelvas-de-isreal.html?m=1)
Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com
@camilodeasis
@camilodeasis1
Venezuela
ORLANDO VIERA-BLANCO: ¡ORDEN EN LA HAYA!
JESÚS ELORZA: UNA BALA DEPORTIVA CONTRA LOS INCAPACES
Pero, todas las dudas lejos de despejarse se acrecentaron al ver que la joven sacaba de su bolso unas grandes bolas de hierro y, en un círculo dibujado en el polvoriento campo de juego, comenzaba a lanzarlas. ¿Qué esta haciendo? se preguntaban los allí presentes.
Era Ahymara Espinoza, atleta que compite en la especialidad de Impulso de Bala y que ha representado al estado en eventos nacionales y al país incompetencias internacionales.
Al ser identificada la joven atleta, la confusión en la población de San José, se hizo más grande. Ya que esa muchacha, era una digna representante del deporte venezolano y nadie entendía el por que estaba entrenando en esa precaria instalación que era para el béisbol y no para el atletismo, además, desasistida de todo tipo de ayuda para el mantenimiento y desarrollo de sus planes de entrenamiento.
No se entendía, como una atleta que nos representó en
los Juegos Olímpicos de Río 2016,que fue medallista de Oro en los Juegos
Deportivos Bolivarianos 2013 y medalla de Plata en los Juegos Suramericanos
2018 y que cumplía su plan de entrenamiento en
la Republica de Eslovenia con miras a los Juegos Olímpicos de Tokio
2021, estuviera confrontando un total abandono por parte de la dirigencia
deportiva del país.
A través de una serie de entrevistas, se pudo
conocer que tuvo que regresarse de
Eslovenia, desde hace aproximadamente nueve meses por que dejaron de pagarle a
su entrenador y dejó de recibir la beca
asignada que le permitía cubrir su estadía en ese país europeo.
Sin embargo, por encima de las dificultades, Ahymara
continuó con sus entrenamientos en precarias condiciones, con la mirada puesta
en la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio. Día a día y centímetro
a centímetro, impulsaba la bala en busca
de los 18 metros con 50 centímetros que era la distancia minima requerida para
la participación en los juegos. Mientras tanto, los incapaces dirigentes
deportivos brillaban por su ausencia y seguían con oídos sordos frente a los
justos reclamos de la atleta.
El premio a la constancia, se hizo presente: Ahymara
Espinoza, la joven de Barlovento “logró alcanzar la clasificación para los
Juegos Olímpicos de Tokio 2021” por estar incluida en las “35 mejores atletas
del Ranking Mundial en Impulso de Bala” al haber obtenido 1.122 puntos producto
de su actuación en los cinco eventos validos para el periodo 2020-2021.
Al conocerse ese anuncio, los incapaces dirigentes salieron al aire para llenarse la boca con sus falsos y demagógicos anuncios de la Generación de Oro o la de Somos Potencia. Además, no debe sorprendernos que lleven a la atleta al Palacio de Miraflores para la típica foto.
Mientras tanto, Ahymara sigue, con
supremo esfuerzo e integral constancia,
lanzando su bala contra los incapaces dirigentes gubernamentales y
deportivos.