miércoles, 1 de junio de 2022

BEATRIZ DE MAJO: TAREAS PARA EL NUEVO INQUILINO DE NARIÑO. DESDE ESPAÑA

Hacer una lista de los temas que deberá acometer el nuevo presidente de Colombia a partir de agosto no es una tarea compleja: los problemas son muy visibles. Lo que sí es un importante interrogante es la prioridad que se dará a la solución de cada uno de ellos y, sobre todo, el esquema de gobierno que será el marco para su puesta en marcha.

La desigualdad, la pobreza, el desempleo, la desaceleración económica, entran dentro de la categoría de temas que deberán recibir atención inmediata del nuevo gobernante. Ni el campo, ni la industria manufacturera ni los sectores mineros extractivos pueden ser desatendidos en el momento en que el mundo entero enfrenta severos problemas de distorsión de las cadenas de suministro de insumos, de materias primas y de bienes terminados. Es preciso ser minuciosos en la atención a las presiones inflacionarias globales que afectarán a estos sectores productivos básicos y a la población.

Su alivio o resolución debe ir de la mano con la consecución de un alto grado de gobernabilidad y de control territorial que es una tarea concomitante y no menos urgente. En el caso de Colombia ello no es posible sin el destierro del narcotráfico, el control de la violencia terrorista relacionada con la insurgencia armada y la provocada por bandas criminales y clanes de la droga. La ansiada paz de los colombianos no se circunscribe a la consecución de las metas incluidas en el acuerdo suscrito con las FARC en La Habana y con el cual no comulga la mitad de la ciudadanía. La desactivación de otros grupos violentos es imprescindible para cualquier plan de desarrollo que se emprenda.

La incorporación de inmensas masas poblacionales al desarrollo del país requerirá, al mismo tiempo, de programas de ayuda en lo social, además de un vasto plan de educación y formación técnica para otorgar herramientas de progreso a las clases más desposeídas e iletradas.

Si entramos en el detalle de cada uno de las acciones necesarias para producir resultados en todos los terrenos citados, hablamos casi de la refundación de un país que es necesario acometer contando con el soporte de las clases trabajadoras y del empresariado al igual que los jóvenes del país. Por fortuna, Colombia se encuentra bien equipada para hacerle frente a estas necesidades inmediatas.

Las turbulencias en el espectro global son solo las económicas que derivan de las distorsiones ligadas al covid o de los estragos provocados por la guerra en el campo del desabastecimiento y del encarecimiento de los bienes que se transan en el planeta. Todo el reacomodo planetario que abarca cada área de actividad exige de cada nación una buena dosis de sacrificio, de adaptabilidad y de resiliencia para salvaguardar a sus poblaciones y para ofrecerles nuevas oportunidades de crecimiento.

Pero al mismo tiempo implica fraguarse alianzas útiles a los objetivos de desarrollo internos. Envuelve igualmente impedir el acceso de factores de distorsión que dificulten o que pongan trabas a la consecución de las metas. Las relaciones externas de Colombia con Estados Unidos y con Venezuela – en direcciones completamente contrarias- van a ser, entonces, determinantes del futuro. Excluirlas o apuntalarlas, según sea el caso, pasa a ser un importante paso de avance en la dirección concreta.

No he hablado deliberadamente de aspectos de la geopolítica como los ambientales, el militar, los relacionados con el desarrollo de destrezas tecnológicas ni de otros tantos que intervienen en el recorrido adecuado de un país, por solo limitarme a los que intuyo que son determinantes de logros tempranos

Cualquier que sea el gobernante colombiano tendrá el plato repleto de dificultades que resolver y de proyectos de desarrollo a emprender. Lo más vital será escoger el modelo de gobierno que es el apropiado para poner en marcha las iniciativas y conseguir concitar a la población y a las fuerzas vivas a sumarse a ellas, a la vez que despertar en el medio internacional interés por el acompañamiento de los procesos y por la explotación de las potencialidades. Solo dentro de un esquema de libertades, de respeto por los derechos de los individuos y de democracia es posible adentrarse en el complejo sendero de hacer viable una economía, de hacer que el bienestar percole a los individuos y de crearle oportunidades a los gobernados.

El destierro absoluto de la autocracia, del totalitarismo y de otras formas perversas de limitar el libre accionar de los ciudadanos configuran el escenario correcto para ponerle el pecho a las dificultades que encontrará el inquilino de la Casa de Nariño.

Beatriz De Majo
@BeatrizdeMajo1
Venezuela – España

CARLOS ALBERTO MONTANER: LA ENCRUCIJADA COLOMBIANA. DESDE USA

Leo en una investigación sobre Colombia que la pobreza y la falta de oportunidades aumentan las posibilidades de Petro entre los jóvenes. Hay que decirles a los colombianos que por el camino elegido por Petro no hay redención posible, salvo emigrar, como han hecho seis millones de venezolanos, dos millones de cubanos y un millón de nicaragüenses.

No hay un tema más delicado en América Latina que Colombia. Es la única gran nación de Sudamérica que tiene acceso a los océanos Atlántico y Pacífico. Posee una población, más o menos similar, en números, a la española: Colombia 52 millones, España 48. Pero duplica el territorio español: Colombia, un millón cien mil kilómetros cuadrados, incluidas las paradisiacas islas del archipiélago San Andrés; España, medio millón, sin exceptuar las Baleares, las Canarias y las ciudades Ceuta y Melilla, vinculadas por la geografía (y no por la historia) al reino marroquí.

Colombia es un país de desarrollo medio con todos los climas y todos los ambientes. Tiene decenas de universidades, pero sólo dos están incluidas en los informes de los tres “rankings” más prestigiosos de cuantos existen: La Universidad de los Andes y La Universidad Nacional. El resto gradúa profesionales muy competentes, pero hacen poca investigación. Colombia elabora unos 60,000 objetos de los que el país consume habitualmente. Desde palillos de dientes y desodorantes, hasta las vacunas muy complejas, conseguidas por el inmunólogo Manuel Elkin Patarrollo, como las que ha desarrollado contra las variantes del Covid 19 y su ya antigua (y controvertida) vacuna contra la malaria.

¿Se expandirá la izquierda, como sueñan los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua? Incluso, los gobiernos de México (AMLO) y Argentina (Cristina Fernández, la VP, pero es quien allí manda porque tiene los votos). No lo creo. La izquierda debe conformarse con Chile, donde reina Gabriel Boric. Pero no creo que el país que eligió a Uribe, cuando estaba a punto de tirar la toalla, porque no podía transitar por carretera entre las ciudades y debía depender del avión.

En esa época se pensaba que Santos iba a ser una especie de Uribe 2.0, pero le salió la criada respondona, y luego regresó el uribismo con Iván Duque. No creo -insisto- en que la mayoría seleccionaría a Petro. La pregunta que se hace el New York Times (“¿Está lista Colombia para elegir a un gobernante de izquierda?¨) tendrá una respuesta contundente. Será alguien de la centroderecha como Fico Gutiérrez, Sergio Fajardo o Rodolfo Hernández, siempre que no se maten entre ellos.

Habrá que esperar al ballotage, a la “segunda vuelta”, para decidir, finalmente, quién será el ganador. Yo apuesto por Fico. Estuvo muy bien en los debates. Fue brillante. No acudir a ese ejercicio es un grave pecado. No quiere decir que el hecho de que un candidato no haya participado de los debates no sabrá cómo gobernar, pero es evidente que existe una limitación mayúscula en no poder verbalizar los planes de gobierno y el ataque a las otras opciones.

Eso acaso quiere decir que no se ha pensado lo suficiente en los demás. Las personas que no pueden anticipar los problemas tienen una tremenda falta de imaginación. La imaginación es necesaria para gobernar bien. Los romanos creían que la facultad de expresarse bien era sinónimo de talento. Por lo menos esa era la postura de Quintiliano, el gran pedagogo de Roma, maestro de Retórica, nacido en el siglo uno de nuestra era. Hoy sabemos que no necesariamente es así, pero existe un vínculo entre los dos rasgos.

¿Qué es gobernar bien en la Colombia actual? Sin duda, ceñirse a la ley. Si se jura la Constitución es porque se piensa cumplir. Eso es fundamental. Además, hay que cobrar pocos impuestos, atraer cuantiosas inversiones y ser muy cuidadoso con el gasto público. Las economías abiertas, y Colombia lo es, no dejan mucho espacio para la planificación. Por eso es importante que al frente del Estado y del Gobierno no quede un “planificador”, sino una persona que sea capaz de ver las cosas positivas que se ofrecen y las asuma. Es el momento de la imaginación y de convertirlo todo en oportunidades.

Incluso, es una oportunidad de reducir la inmensa corrupción que existe en Colombia a todos los niveles de gobierno. ¿Cómo se combate la corrupción? Sin duda, con el código penal en la mano. Hay que meter en la cárcel a los corruptos, pero evitando que los actos de gobierno se conviertan en una vendetta. Tal vez recuperando parte del dinero mal habido sea suficiente. Es decir, el ganador de la “segunda vuelta” debe pensar en el futuro y no dedicarse como un obseso a salvar el pasado, que ya sabemos que es insalvable.

Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
Cuba- Estados Unidos-España

ARIEL PEÑA: CON PETRO: “TODO DENTRO DEL ESTADO Y NADA FUERA DE ÉL. DESDE COLOMBIA

” En un gobierno marxista de Gustavo Petro, indudablemente se materializará la cita fascista de Benito Mussolini, que proclamaba: “Todo dentro del estado, nada fuera del estado, nada contra el estado”, debido a que tanto en el fascismo, como en el comunismo y en el nazismo, por tener la misma matriz hegeliana, al estado se le dan potestades omnímodas, lo que representa la eliminación de las libertades individuales, convirtiendo al emprendimiento y a la autogestión en anatemas, puesto que la calamidad económica es la ecuación que necesita el totalitarismo en este caso el comunista, para volver más dúctil a la ciudadanía, y es ahí precisamente donde el libertario Mijaíl Bakunin, avergonzó a Karl Marx, por sus entelequias estatistas en el siglo XlX, expresando Bakunin: “Donde comienza el estado termina la libertad del individuo, y viceversa. 

El estado moderno debe tomar solamente como base de su existencia a los tres derechos fundamentales, que enseña el artículo tercero de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, que dice: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, en atención a lo cual, darle al estado poderes absolutos y exagerados, como puede ocurrir a partir del 7 de agosto en Colombia con un régimen comunista dirigido Gustavo Petro, determinaría un sometimiento absoluto de la sociedad, especialmente en el plano económico, mediante un hegemonismo despótico que perpetuaría al régimen por siempre, sin salvación posible para la democracia y la libertad. 

En la actual campaña electoral colombiana las tesis económicas de algunos candidatos son simples lugares comunes, como ocurre con el aspirante del Foro de Sao Paulo Gustavo Petro, quien hace una serie de promesas que necesitarían unos recursos gigantescos que el país no tendría en décadas, además en un eventual gobierno del mencionado candidato no habría confianza inversionista ni interna ni externa, con lo que su programa económico se convertiría en un fiasco, frustrando las ilusiones de muchos despistados. 

A lo anterior se agrega que el candidato del Pacto Histórico, es respaldo por movimientos y partidos que no han renegado del engendro marxista leninista, y quieren llevar a Colombia al “socialismo”, a las buenas o las malas, utilizando unas etapas predeterminadas como ocurre con los acuerdos de La Habana; sin que nos digan ¿cuál socialismo? Pues ese término en la historia ha tenido varias acepciones, comenzando por Hitler quien aparte de haber sido admirador de Marx (así lo hizo saber en su libro “Mi Lucha”) fue el líder máximo del partido obrero nacional socialista (Nazi), también en su demagogia proclamaba la lucha por los pobres y los humildes. 

El “socialismo” que quieren aplicar los camaradas de Petro debe de ser el de Cuba, Corea del Norte o Venezuela. Ese esquematismo entre socialismo y capitalismo es absolutamente anacrónico y, para vivir al ritmo de los tiempos se debe impulsar un sistema de economía múltiple, pero no entendido como una tercera vía, sino como el conjunto de medidas pragmáticas e inteligentes, que lleven calidad de vida a los pueblos sin dogmatismos ni avaricias desmedidas. 

De ninguna manera se puede tomar a los seres humanos como zombis, para aplicarles recetas metafísicas, debido a que la libertad individual como condición suprema de la humanidad está por encima de la manipulación política; entonces reducir el destino de los pueblos al capitalismo o al socialismo, es producto del interés mezquino de quienes siguiendo los sofismas marxistas consideran que la conquista del poder es como su dios, ya que el discurso miserabilista que proclama el truco de la emancipación del proletariado, no solo lo ha manejado el marxismo sino sus hermanitos el fascismo y el nazismo. 

Para superar esa especie de entropía se debe plantear el sistema de economía múltiple, que recoja las iniciativas privadas y colectivas, para buscar el bienestar de los ciudadanos, en donde la democracia económica no permita caer en los monopolios abusivos, pero también rechazando al marxismo que exalta el estatismo burocrático e idiotizador, que toma como condición necesaria la miseria de las masas para consolidar la esclavitud política. 

El sistema de economía múltiple recoge las experiencias positivas del capitalismo industrial y comercial, la social democracia y la autogestión libre y creativa que busca principalmente la independencia económica de las personas, especialmente en el agro, reprobando al extremismo comunista y a la acumulación desmedida del capital que lleva a las recesiones económicas mundiales, en donde el manejo del dinero es parecido al de una casa de juegos, porque sus grandes masas se vuelven especulativas por no tener un destino productivo. 

En Latinoamérica algunos países cuyas aventuras políticas, los han empujado a gobiernos marxistas con el socialismo del siglo XXl, que recicló los desechos del marxismo leninismo de Europa oriental después de la caída del muro de Berlín, para imponerlos en nuestro suelo; esos países se deben liberar de las asimetrías conceptuales entre capitalismo y socialismo que es un manoseo político, que lleva a situaciones como la de Venezuela en donde el castrochavismo ha traído una gran ruina, cayendo definitivamente en el comunismo totalitario, conduciendo a ese país a un estado de postración, para que la camarilla se perpetué en el poder, aplastando la protesta popular y avasallando a las masas. 

Con un sistema de economía múltiple se desarrolla el conocimiento que trae prosperidad, repudiando sin ambages al esquematismo marxista de escoger únicamente entre socialismo o capitalismo, dado que la consigna “todo dentro del estado y nada fuera del estado”, corresponde en esencia al totalitarismo comunista.  

Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia

JOSÉ RAFAEL HERRERA: FREE TIME. DESDE VENEZUELA

“El infierno está vacío. Todos los demonios están aquí” W. Shakespeare 

Frases edificantes, propositivas, esperanzadoras, plenas de creación y de la más auténtica de las libertades individuales, según las nuevas formas de expresión propias del lenguaje de estos tiempos de inclusiva positividad y exclusivo desgarramiento. 

Esas que, con tanto fervor, la psicología instrumental contemporánea y los mass media -las redes- avalan, divulgan con frenético entusiasmo y habitúan recomendar, a fin de poder lograr la mayor de las felicidades posibles para la gran cadena -de montajedel ser social. 

Nunca una época fue más feliz con sus memes y, en consecuencia, con su pobreza de Espíritu. Además, tómese en cuenta que existe nada menos que el “Megaverso”, el “Tic-Toc”, el “Onlyfans” o el mayor de los géneros musicales de todos los tiempos, esa maravilla de la que Bach, Mozart, Beethoven o Paganini, sin duda, llegarían a sentirse avergonzados: ¡el insuperable Reggaeton! 

¿Y cómo no sentirla, frente a ese posverdadero gigante llamado Bad Bunny, por ejemplo? ¿O cómo podría justificarse el pobre Mahler frente al mega-universal virtuosismo y la retorsión de esos titanes de la música actual como Ozuna o Don Omar? 

Y eso -a propósito de la toxicidad- para no hablar de esa otra auténtica revelación musical -digna representación de la más exquisita decadencia- como la Bachata de Prince Royce y de Romeo Santos, ese Shakespeare de la era de la porverdad. Una joya que sobresale en medio de tanta mediocridad. 

Habrá que olvidarse de los Boomers definitivamente, enterrar de una vez por todas el recuerdo de esos “muertos vivientes”, Pink Floyd, Genesis, Yes, Emerson, Lake & Palmer, Doors o Ten Years After, entre otros, y asumir esos grandes valores del presente y repetir con alegría: “¡Venezuela se arregló!”. 

El gran problema que, sin duda, enfrentaría hoy Karl Marx consigo mismo es que no solo no sería marxista -como, de hecho, en algún momento se vio en la necesidad de afirmar-, sino que, además, consideraría que ni el proletariado ni -¡mucho menos!- el lumpen, podrían llegar a ser el vehículo adecuado -dialéctico- para poder salir de la prehistoria humana y conformar una sociedad de ciudadanos, justa y auténticamente libre. 

Todo parece indicar que ya no. Como el de los Beatles, el tiempo de Marx parece haber concluido, por lo menos desde el punto de vista característico de una sociedad que ha logrado prefabricar el orden social a la luz de las lámparas “led”, las luces de neón, las pantallas de los móviles y de los procesadores. 

Aquiles Nazoa afirmó en su momento que los fantasmas decimonónicos huyeron de las ciudades cuando llegó la electricidad. Nunca se imaginó el poeta que la excesiva luminosidad que hoy se exhibe los traería de regreso, desde las lúgubres miserias de una menesterosidad espectral. 

Para Marx, la lucha por una jornada laboral de ocho horas y la conquista de un período de tiempo de ocio, indispensable para el descanso y la expansión del espíritu del trabajador, representaba una de las grandes conquistas del movimiento revolucionario de su tiempo. 

A menos que se hable de los despotismos orientales, en las más diversas sociedades del presente la jornada laboral es, en términos generales, de ocho horas y el tiempo de ocio se ha ido transformando en la gran industria del Free time. 

Todos tienen, en términos generales, pleno derecho de disfrutarla. Es verdad que quien haya prestado algo de atención al funcionamiento de la cotidianidad propia de la sociedad contemporánea - especialmente de las que presentan mayor desarrollo de sus fuerzas productivas, aunque no exclusivamente-, tendrá que confirmar la autenticidad de aquellas líneas introductorias del Manifiesto de Marx en las que, históricamente, la sociedad burguesa alineara sobre su gran cadena de montaje, con sorprendente precisión, las más diversas actividades profesionales, al punto de transformar “al médico, al jurista, al sacerdote, al poeta, al hombre de ciencia, en sus obreros asalariados”. 

Pero, a diferencia de lo que ocurría en el siglo XIX, el proletariado del presente -de nuevo, en términos generales- vive en condiciones muy distintas y muestra una holgura que el propio Marx -¡oh, sorpresa!- consideraría no sin estupor. 

Y, por supuesto, su tiempo libre está debidamente garantizado para su merecido ocio. Decía Marx que el tiempo de ocio era propicio para dedicárselo a la pesca, la pintura, la lectura, la música o la poesía. Es el privilegio de una vida desahogada para enriquecer al Espíritu, a fin de cuentas. 

La pregunta que surge inevitablemente con el Free time del ser genérico -del proletariado- del mundo contemporáneo es para qué sirve, en una sociedad mundial que ha terminado por imponer patrones de comportamiento regulados y modelos de vida preconcebidos que trastocan el tiempo libre en sobretiempo laboral. En una expresión, el hastío laboral del cual los individuos anhelan liberarse en las horas no laborables termina por convertirse en una prolongación de tal hastío. 

La pesca, la pintura, la lectura -si la hay-, etc., se transforman en actividades reguladas y sistemáticamente prestablecidas, en una gran industria que perfectamente puede llegar a producir, incluso, mucho más ganancias que las del tiempo laboral. De modo que el llamado tiempo libre ha devenido no solo una extensión inconsciente de la actividad laboral, sino la redundante conversión de los individuos en seres condenados, profundamente rotos en su interioridad, limitados en sus auténticos deseos, capacidades e iniciativas creativas, objetos y no sujetos de su propio destino. 

La liquidez registrada por Bauman va en sentido contrario a la del río de Heráclito. En el caso venezolano, las cosas han llegado al punto de que al régimen le interesa más mantener el mayor Free time posible de los trabajadores públicos que su tiempo de trabajo necesario, pues a mayor enajenación mayores son las ganancias. 

Es evidente, bajo tales circunstancias, que para la gran masa resulte un tanto turbia la diferencia, por ejemplo, entre Romeo y Julieta, de Shakespeare, y Romeo Santos. O que se llegue a la convicción de que exista un gran compositor llamado Ludwig van Badbunny. En el fondo, todo se repite, una y otra vez, indeteniblemente. Los “hilos” del meta-versado Instagram o del Tik-Tok se han vuelto tan tediosos y previsibles como el viejo Nihil sub sole novum. Valdría la pena preguntarse por el fin de este “agujero negro” que ha empobrecido tanto al Espíritu del tiempo. Quizá como nunca antes en la historia.


José Rafael Herrera,
jrherreraucv2000@gmail.com
@jrherreraucv
Venezuela

PEDRO ELÍAS HERNÁNDEZ: EL CENTRO POLÍTICO. DESDE VENEZUELA

En Venezuela, nadando a contracorriente, luce como auspiciosa una opción de centro político, que por ahora no tiene una figura que la lidere de manera clara, pero que empieza a perfilarse como atractiva en el marco de la extrema confrontación vivida por los venezolanos desde hace dos décadas.

El centro político ha venido quebrantando su fuerza en el mundo. En las preferencias electorales la tendencia internacional apunta hacia los extremos, tanto de derecha como de izquierda. Casos emblemáticos son los de EEUU, Colombia y Francia recientemente. Tres países bastante diferentes, pero con el mismo fenómeno.

En Francia, la centro derecha de Emmanuel Macron se impuso en la segunda vuelta, pero en la primera vuelta el 50% del electorado votó por Marine Le Pen y Jean Luc Mélenchon, representantes de la extrema derecha e izquierda respectivamente. En EE.UU ha venido consolidándose nuevamente el liderazgo supremacista y conservador de Donald Trump en el partido republicano y en Colombia, el centro político, representado por Sergio Fajardo, que parecía prometedor, se desinfló ante opciones más radicales como la de Gustavo Petro, Federico Gutiérrez y Rodolfo Hernández, este último de mucho ascenso en las últimas encuestas y que por su mensaje populista y derechista se le ha dado en llamar el Trump colombiano.

Así también pasó en Chile y Perú, en donde las opciones presidenciales más moderadas y centradas dieron paso a expresiones políticas situadas cada una en las antípodas de la otra. Son los casos de Gabriel Boric y José Antonio Kast en el país austral y de Pedro Castillo y Keiko Fufimori en la nación andina, situados todos a los extremos del espectro político.

Sin embargo, en Venezuela, nadando a contracorriente, luce como auspiciosa una opción de centro político, que por ahora no tiene una figura que la lidere de manera clara, pero que empieza a perfilarse como atractiva en el marco de la extrema confrontación vivida por los venezolanos desde hace dos décadas.

Prefiero por el momento no mencionar nombres en particular, pero sí referirme al fenómeno. Durante años las fuerzas pro gubernamentales chavistas y opositoras han levantado un mensaje de enorme pugnacidad. Entre el “no volverán” chavista y el “Chávez y Maduro vete ya” opositor, se dividieron las simpatías populares en más de un 90%. Esto ha dejado de ser así y los sondeos de opinión dan cuenta de la aparición de una enorme porción de votantes que no se identifica con ninguna de estas dos fuerzas políticas venezolanas y que aspiran una opción con un mensaje de menos confrontación y que busque el encuentro para salir del pantano económico existente.

La posición de la Casa Blanca frente a nuestro país sigue siendo de reconocimiento al gobierno interino de Juan Guiadó. La exclusión de Nicolás Maduro como invitado a la próxima Cumbre de Las Américas lo deja claro. Además, es obvio que en esta materia, la política exterior de EE.UU es de carácter bipartidista.

Pienso que el gobierno de Joe Biden, no levanta ni flexibiliza sanciones económicas generales hacia Venezuela-que por cierto son bastante rechazadas por los ciudadanos- sino que otorga discrecionalmente algunas licencias especiales a tal o cual operadora petrolera, por ahora muy parciales, para que pueda realizar actividades en este sector. Algo parecido hizo de forma muy puntual con empresas energéticas europeas de España y Francia a los efectos de no verse afectadas por alguna medida por parte de las autoridades del Tesoro norteamericano.

Seguramente en los próximos meses se pondrán en escena distintas precandidaturas presidenciales de centro político en Venezuela. Es decir, que desafían a la clásica confrontación entre el chavismo y los sectores que tradicionalmente han liderado la oposición. Pero lo importante será que ese centro político logre articular una propuesta de país popularmente atractiva que motive y movilice a los electores. Es decir, que logre sintonizarse con los damnificados del desastre económico socialista y las víctimas de la exclusión que irá generando el mercantilismo de amigotes que se estimula desde el alto gobierno.

Pedro Elías Hernández
pedroeliashb@gmail.com
@pedroeliashb
Venezuela

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: ¿CON O SIN PARTIDOS?. DESDE VENEZUELA

Un tema controversial, los partidos políticos. Es cierto que una sociedad puede sobrevivir sin partidos, pero las naturalezas de sus luchas pueden ser mucho más complicadas, pues en democracia, estas organizaciones son el musculo de la política y de ella depende en grado superlativo su funcionabilidad. 

No es casual, cuando nuestra nación atraviesa su peor momento histórico los partidos políticos han sucumbido ante la apatía y el rechazo. Prácticamente, quien no recibe alguna retribución directa por formar parte de una organización de éstas sencillamente no vota, más del 80% de los venezolanos señalan no pertenecer ni simpatizar con alguno. 

El Psuv mantiene cautiva una población a través de una relación de neo esclavitud, a través del voto coercitivo asigna alguna recompensa como bonos, bolsas Clap, entre otros estipendios o amenazas como el despido. 

La apatía/rechazo que lacera los partidos venezolanos tiene su génesis en no haber podido fungir como mediadores efectivos entre las necesidades del país y quienes toman las decisiones, además de ser señalados (sus cúpulas) de haber traicionado a sus militantes aceptando diálogos y procesos electorales al margen de la ley justo después de coyunturas específicas, cuando el régimen se encontraba acorralado y los venezolanos habían sudado, sangrado, entregado vidas. 

La “venta” de algunas figuras partidistas, febles posturas y cohabitación con el régimen son principales causas del hoy eclipsado mundo partidista. Otro factor reductor de los partidos venezolanos es la ausencia de democracia, de constitucionalidad y la perdida de los valores del voto (no premia, no castiga ni genera cambios), éstos se hacen poco atractivos. 

Los venezolanos se preguntan ¿Para qué votar sí el chavismo gana aún cuando pierde? Reflexión derivada a la devastación por parte del chavismo de los espacios que pierde a través del voto, quita recursos, competencias e impone poderes paralelos, amén de otras estratagemas antidemocráticas. 

De este modo, en un sistema castrista por imposición, el único partido sobreviviente es el del gobierno, pero su perdurabilidad es ficticia y débil, dependiente de factores que, en su mayoría, no puede controlar perennemente. 

A todas estas, la democracia sobrevivirá mientras haya demócratas y los venezolanos lo estamos demostrando, ya una vez lo hicimos en medio de cruentas dictaduras. Se avecina una fecha supremamente importante, que puede significar el giro que todos hemos esperado, las primarias de la oposición. 

Con todo lo ocurrido en estos luengos 22 años, los habitantes de este desnaturalizado país sabemos identificar quienes son los aliados del régimen, escudados tras una falsa/ominosa oposición. 

Aprovechemos como ciudadanos este evento a fin de deslastrar estas organizaciones políticas y permitir destranquen el juego democrático. 

Desde luego, es imposible hablar de elecciones sí se mantienen las condiciones absurdas, pero para poder presionar es necesario organizar la lucha y, precisamente, para hacerlo son requeridos los partidos políticos. 

Nuestro país ha sido abandonado a su suerte por parte de una comunidad internacional lerda y con intereses propios. La lucha debe ser nuestra, para protagonizarla la legitimidad de sus figuras es determinante. 

Hay que rescatar la fe en los partidos políticos, son insustituibles. Para nuestra fortuna esa revalidación no depende de ellos sino de nosotros (los ciudadanos) sabiendo escoger entre sus figuras, preponiendo la preparación, la experiencia, sus niveles de honradez. Finalmente, llegó la hora de luchar, pero luchar bien e inteligentemente ante un enemigo que solo usa la fuerza.

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

AQUÍ TITULARES DE HOY MIÉRCOLES 01/06/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR EN ROJO

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES - 01/06/2022 

AURORA LACUEVA: UNA ESCUELA MÁS DEMOCRÁTICA. DESDE VENEZUELA


VÍCTOR A. BOLÍVAR: EL ESPÍRITU DE MÉXICO. DESDE VENEZUELA




AURORA LACUEVA: UNA ESCUELA MÁS DEMOCRÁTICA. DESDE VENEZUELA

El esfuerzo por ir construyendo una escuela más democrática vale la pena. Ella es el contexto grato y amable donde mejor se puede estudiar: respetando y siendo respetado, escuchando y siendo escuchado, ayudando y siendo ayudado. No es que allí no haya dificultades ni conflictos, sino que los mismos tienen espacios y canales para atenderse a tiempo, entre todas y todos y de manera sensata. Es un lugar para aprender a ser ciudadanas y ciudadanos: convivir, participar, tomar decisiones, evaluar críticamente lo hecho… Resulta necesario avanzar hacia una escuela con esos rasgos, alejándonos del autoritarismo, la imposición, y los colectivos estudiantiles escasamente integrados o, peor, donde impere la ley del más fuerte y la discriminación.

Un primer paso hacia una escuela democrática se da al progresar de la disciplina autoritaria hacia la llamada disciplina inductiva. La disciplina autoritaria es la que se ejerce sin más, mediante órdenes indiscutibles y no razonadas. Por el contrario, la disciplina inductiva, aunque se ejerza “de arriba abajo”, se basa en la explicación y el convencimiento. En la disciplina inductiva la sanción (de ser requerida) consiste, siempre que sea posible, en alguna reparación del daño causado. Investigaciones en el área del desarrollo moral indican que el uso frecuente de la disciplina inductiva por parte de los mayores favorece en niños y niñas una conducta moral de ayuda y de consideración hacia los demás. Dijo Simón Rodríguez, con su peculiar estilo de escritura: “Enseñen los Niños a ser PREGUNTONES! Para que, pidiendo el PORQUÉ de lo que se les mande hacer, se acostumbren a obedecer… a la RAZÓN! No a la AUTORIDAD, como los LIMITADOS ni a la costumbre, como los ESTÚPIDOS”.

Otra faceta hacia la escuela democrática es la existencia de vías abiertas de comunicación: vías diversas para expresar opiniones, inquietudes, reclamos y propuestas. Nunca anónimamente, sino dando la cara. Así, carteleras de aula y pasillo, periódico escolar, radio-periódico, el uso inteligente de las redes sociales… Y, ya a otro nivel, las propias instancias de cogobierno. Son algunas de las posibilidades que contribuyen a garantizar a las y los estudiantes el derecho a “decir su palabra” (Freire) en forma libre y responsable. Seguiremos.

Aurora Lacueva
lacuevat@hotmail.com
@AuroraLacueva
Venezuela

VÍCTOR A. BOLÍVAR: EL ESPÍRITU DE MÉXICO. DESDE VENEZUELA

Indigna constatar a diario que aquello del debido proceso y el derecho a la defensa es toda una entelequia constitucional; tal cual, la alternabilidad, el pluralismo político y la preeminencia de los derechos humanos, la libertad y el derecho a la vida, entre ellos. Si la constitución es letra muerta, todo el resto de la pirámide jurídica es un relajo.

El régimen se ha esmerado en mantener ese relajo mediante una laxa discrecionalidad para la resolución de cualquier caso que atente contra su hegemonía. Una discrecionalidad que se riñe con los postulados jurídicos y la institucionalidad, que es fáctica y no de derecho, pero que también es avasallante y coercitiva. Así se manifiesta, de hecho, con el palpable ejemplo de nuestros presos y perseguidos políticos, quienes son constreñidos a la prueba diabólica de tener que demostrar su inocencia, muchos desde las mazmorras donde están recluidos, cambiando aquella máxima contenida en nuestra constitución de que toda persona se presume inocente mientras no se demuestre lo contrario y por supuesto contraviniendo que el debido proceso ha de aplicarse en todas las actuaciones judiciales.

En ese contexto, y por ese característico proceder arbitrario y vejatorio, manda al cipote al pluralismo político y al respeto y garantías que se les debe a los ciudadanos por quienes rigen al país. Tal es el caso con la reanudación del diálogo, cuando el régimen con esa laxa discrecionalidad, pone nuevamente sobre la mesa (para luego patearla) unas condiciones imposibles de cumplir, La pateó ayer con la frustrante condición de hacer partícipe a Alex Saab, y ahora cabe suponer que lo hará otra vez con su ratificación como delegado pleno, así como con la reciente objeción a la mediación de Noruega y la participación más determinante de Rusia, ahora como facilitadora y no en plan de acompañante en el nuevo diálogo.

Esa forma extorsiva de proponer e imponer condiciones imposibles de cumplir, dice mucho de su poco interés en resultas nuevas en el diálogo y del poco respeto a los interlocutores de la endogámica y excluyente Plataforma Unitaria Democrática (PUD), quienes por cierto siguen vendiéndole falsamente al país la pócima mágica de las elecciones libres antes del 2024 y del acuerdo integral.

De forma tal, que aquel “rescate del espíritu de México” solo aplica para mantener reeditables a Rusia y a Alex Saab, así como el planteamiento de la suspensión de sanciones, el reconocimiento de Maduro desde el 2018 y por vía de consecuencia, elecciones para el 2024 con su CNE y su Sala Electoral del TSJ; pero no aplica para que siga la mediación de Noruega ni para las elecciones libres antes de ese año. Los hechos indican que el régimen va avanzando en paralelo, con agendas propias, “bypaseando” a los delegados de esa oposición, con planteamientos directos con los dueños del circo. Concedemos el mérito a John Magdaleno de poner el acento en este aspecto cuando señala que “los verdaderos negociadores” son Estados Unidos y el oficialismo, mientras que el G4 sigue siendo solo un interlocutor más. Entretanto, continúa la mora con el pueblo que espera y desea el levantamiento de sanciones económicas que le ayude a su supervivencia. Los actores solo muestran hasta ahora un “guiño” a Chevron y el levantamiento de una sanción personal a Malpica Flores.

Estamos claros que la PUD, no quebrará lanzas por elecciones libres antes del 2024, pero la propuesta primordial de condicionar el levantamiento de sanciones a la devolución de las tarjetas judicializadas a las “genuinas autoridades” de esos partidos los deja mal parados pues se supone que deben estar movidos por el objetivo supremo del bienestar del pueblo venezolano. Por eso es bueno recordar que esas “genuinas autoridades”, que ahora piden la devolución de las tarjetas, convirtieron por décadas a sus respectivos partidos en franquicias personales por tiempo indefinido, verdaderos cascarones vacíos en los que no hay alternabilidad y los tienen como instrumentos de perpetuación política. ¡Son los mismos, por dios¡ ¿Y ahora quieren someter el levantamiento de sanciones a la devolución de las tarjetas a esas “genuinas autoridades”?. No realizan elecciones libres en sus partidos durante décadas y las proponen en la mesa como una panacea para el país. Les importa un comino manejar esas propuestas de levantamiento de sanciones y de elecciones libres como fichas de cambio por unas tarjetas para participar en el 2024, sin que les importe de verdad el bienestar colectivo. Carajo, que triste.

En un cuadro como este, coincidimos con Magdaleno en que es necesario que se construya un movimiento social que no dependa solo de los partidos políticos. Los recientes resultados de Datincorp revelan la cruda realidad de que la mayoría de los venezolanos nada quiere saber de los bandos que representan y pretenden mantener el status quo en la política nacional, hoy listos para “negociar” en México. La primera vuelta en Colombia es aleccionadora en el caos de los partidos políticos tradicionales.

Víctor Antonio Bolívar Castillo
vabolivar@gmail.com
@vabolivar
Venezuela

VLADIMIRO MUJICA: LA EMBOSCADA DEL CAPITALISMO DESBOCADO. DESDE VENEZUELA

Un artículo reciente en el diario español El País con el sugestivo título “El capitalismo desbocado se abre paso en Venezuela” ha terminado de convencerme de que es necesario abrir un espacio de reflexión sobre lo que significa la aparente recuperación de la economía venezolana, y las consecuencias que ello tiene para la recuperación de la nación en su conjunto. Vale aquí una aclaratoria importante: recuperar la economía es, sin duda, un paso esencial para la recuperación de la nación, pero, y aquí hay un elemento vital en estas consideraciones al vuelo, no es ni de lejos el elemento único. El recobrar el espíritu libertario de nuestra gente, poder otra vez respirar espacios de democracia, creatividad y espiritualidad no controlados por el Big Brother chavista, tener nuevamente universidades pujantes, recuperar el respeto por el conocimiento frente a la improvisación prepotente del autoritarismo, y poder participar en el ejercicio ciudadano garantizado por nuestra Constitución, sin temer a la represalias del poder.

Cito una frase del artículo que recoge una opinión atribuida a Luis Vicente León:

La economía —explica Luis Vicente León, economista y presidente de la encuestadora Datanálisis— se rebela contra el orden establecido más rápido que las propias sociedades. Lo que ocurre en Venezuela, como antes en China o Rusia, es que la gente ha buscado soluciones imaginativas al control y al intervencionismo del Estado. Cuando el gobierno ha tenido problemas por las sanciones y el aislamiento ha empezado a entender que montarse en esta tabla de surf que había construido la sociedad era más una solución que un problema. Y se montó”. Eso ocurrió exactamente con el dólar, que pasó de estar perseguido y demonizado a ser un garante de cierta estabilidad.

León es uno de los principales exponentes de una opinión que ha ido ganando espacio en Venezuela y que podría resumirse en la siguiente frase “es necesario separar la economía de la política”. Con ello se alude a que la aparentemente insoluble polarización del país, y el fracaso de la oposición en llevar al gobierno de facto a una legítima confrontación electoral, no ofrecen ninguna esperanza de aliviar la profunda crisis económica y de servicios de la nación. Se arguye entonces que es necesario transitar los espacios de algún nivel de coexistencia con el régimen que le dé una traducción sostenible a la eventual mejora que se avizora con la suspensión de las sanciones internacionales sobre Venezuela, la aparente liberalización de controles y algunas iniciativas muy promocionadas del régimen, como por ejemplo estimular el emprendimiento.

La separación conceptual y pragmática de la economía de la política, bajo el control de un gobierno populista autoritario, es una peligrosa ficción que juega a favor de la permanencia indefinida del chavismo en el poder. La permisividad y aparente liberalización del gobierno de facto, que solamente llega a un sector minoritario de la población, no incluye participar en política, un espacio reservado al chavismo. Ello se traduce, de una manera muy profunda, en que se está aceptando que para que mejore la situación económica del país es necesario deponer, en la práctica, cualquier iniciativa seria de recuperar la democracia y la libertad en Venezuela. Un episodio reciente que ilustra patéticamente los riesgos de la cohabitación ingenua con el régimen fue el nombramiento de los magistrados del TSJ. Se lo hizo de la manera más arbitraria posible y sin ninguna concesión a las fuerzas que están detrás del presunto intento de reconciliación del país y que abogan por reducir el espacio de enfrentamiento con el régimen.

Al margen de las decisiones de algunos grupos del liderazgo político y empresarial venezolano está la posición de desencanto y frustración de la gente respecto a las debilidades estratégicas y la profunda desunión de la oposición. Un ejemplo dramático de esa desunión fue la decisión reciente de un grupo de la oposición de avanzar un proceso de primarias. Algo que debería ser sopesado y discutido a fondo, para que no hayan exclusiones y garantizar que quien salga electo candidato, a unas elecciones que todavía tienen solamente existencia virtual, sea reconocido y respaldado por todos los sectores de oposición, fue avanzado en un espacio no inclusivo, por decir lo menos. En este contexto, la idea de incluir una doble vuelta, si en algún momento se produce el esquivo consenso, no parece desacertada.

Únase a toda esta compleja situación la guerra en Ucrania que ha llevado a Estados Unidos a deponer muchas de las sanciones contra el régimen de Maduro, hasta el punto de que ya está en plena negociación una autorización a Chevron para restablecer relaciones comerciales y de explotación de crudo venezolano. El objetivo es muy simple: se trata de restarle un aliado importante, Venezuela, a Putin en el escenario internacional. Qué precio paga el anhelo de los venezolanos por recuperar su nación es materia de otras consideraciones, todo ello con independencia de que se mantenga un apoyo formal y declarativo al interinato.

Término por preguntarme: ¿Cómo serían las cosas de diferente si se articulara una narrativa clara de no a la cohabitación, a la par que se estimulan los espacios de reconciliación entre los venezolanos y de verdadera recuperación de la economía? Cohabitar ingenuamente puede terminar por traducirse en que el astuto Maduro gane nuevamente unas elecciones, en el momento que él decida, sin que el chavismo tenga que recurrir a ninguna trampa, que ya no se haya cometido, como por ejemplo excluir la posibilidad de que voten más de 10 millones de venezolanos, en la diáspora y en el país, como lo ha denunciado recientemente Súmate. El régimen no tiene ninguna razón para entregar absolutamente nada en las “negociaciones” de México. Esa es la verdad pura, simple y dura y una que nos debería llevar a reflexionar y actuar para no hundirnos en el pantano sin fondo de la desesperanza y la ficción de una recuperación económica, que no resuelve ni la pobreza, ni la exclusión social, ni el caos de los servicios públicos ni los costos pornográficos de la asistencia médica. Demasiadas cosas adversas para ser ignoradas en beneficio de un arreglo que lleva migajas a la población como un todo y constituye un bocato di cardenale para los privilegiados, dentro y fuera del régimen. No se trata de defender la absurda posición de que los venezolanos debemos ser pobres para rebelarnos contra el régimen. No. Es responsabilidad de quienes nos hicieron pobres reparar el daño causado. A esa causa es necesario contribuir, sin sacrificar la democracia y la libertad en el camino.

Vladimiro Mujica
vmujica54@gmail.com
@MujicaVladimiro
Venezuela - Usa
https://www.costadelsolfm.org/2022/05/30/vladimiro-mujica-la-emboscada-del-capitalismo-desbocado/

EDGAR BENARROCH: VENEZUELA, OBSOLETA, PERICLITADA Y CON SICOFANTES.DESDE VENEZUELA

La obsolescencia es la caída por desuso ocasionada por mal mantenimiento y funcionamiento de los equipos y también por insuficiente desempeño de sus funciones en comparación con las nuevas tecnologías. Así está nuestro país por culpa de este oprobioso régimen totalitario, somos muy lamentablemente un país que se quedó atrás, somos obsoleto, la tecnología moderna nos rebasó y hoy, después de muchos años de cambio para mejor, volvemos al río para lavar la ropa, buscar la leña para cocinar y a la lámpara de carburo para alumbrarnos. Este régimen no ha sido capaz, por ineficacia y carencia de voluntad, de ir al ritmo de la modernidad y, al contrario, ha dañado y daña todo lo bueno existente y nos retrotrae a etapas que considerábamos superadas. 

Periclitar es perder fuerza o intensidad, es decaer, declinar o peligrar. Estar periclitado es entonces correr un gran riesgo o peligro, es estar en decaimiento, después de haber llegado al apogeo caer en la decadencia. En este estado, obsoleto y periclitado, nos mantenemos después de ser el país más rico y próspero de Latinoamérica que llamaba la atención favorable de todo el mundo, ahora somos de los pobres del mundo con un salario mínimo mensual equivalente al 5% del monto de la cesta básica alimentaria, con el agravante que todo lo que funcionaba bien lo destrozaron. 

Para llevar a PDVSA al estado deplorable en que hoy se encuentra, hay que disponerse y actuar con mucha fuerza criminal como efectivamente lo hicieron, para destruir tienen fuerza ,para construir ,no. PDVSA producía 3 millones 500 mil.barriles de petróleo todos los días, ahora solo 400 mil y sus equipos e instalaciones están en ruina sin mantenimiento ni repuestos. Acabaron también con el complejo siderúrgico de Guayana que lucia muy promisor para el país. Todo lo que tocaron lo destrozaron. Nuestra economía , más o menos estable, con sus altibajos, ahora es un verdadero y descomunal desastre; que con el horroroso manejo financiero, provocó la inflación más alta del mundo que aún sufrimos, con la concebida perdida del poder adquisitivo de nuestra moneda. Los servicio públicos que funcionaban de manera regular, ahora son intermitente cuando operan.

Periclitaron este hermoso país, que estaba con sus problemas, en vías de desarrollo y lo llevaron a lo que somos: con pobreza generalizada y todos pasamos por miles de calamidades y penurias para conseguir los alimentos diarios que nos permitan subsistir, el ingenio e inventiva del venezolano,se somete a prueba diariamente en la consecución de los alimentos.

Todas las tierras fértiles y fecundas fueron expropiadas o invadidas y saqueadas, las transformaron en maleza y piedras. Todo lo que expropiaron, que cuando lo hicieron estaba próspero, ahora son ruinas y cascajos.

Todo lo anterior en medio de una inseguridad pública, personal y de bienes no conocida ni en las peores épocas. La existencia de sicofantes del hamponato que se pavonean en las calles del país como macho de barrio, porque creen que el dinero mal habido les da poder, abundan en nuestras poblaciones, es una nueva casta que se mueve alrededor del régimen, especialmente donde hay real.

La delincuencia campea en cualquier lugar y hora, ella es de calle o uniformada con carnet. Ya está bien ya. UNÁMONOS para salir de este horror cuanto antes e iniciar el camino que nos conduce al país que tanto queremos.}

Nuestro deber insoslayable e impostergable es transformar la Venezuela periclitada y obsoleta, en próspera y con pleno desarrollo y ello supone salir de lo que tenemos lo antes posible. Sabemos cómo hacerlo, solo falta voluntad y decisión.

Los términos: Obsoleto, Periclitado y sicofantes del hamponato, fueron tomados del léxico betancouriano, que tanto aporte hizo a nuestra lengua.

Venezuela

CARLOS E. AGUILERA A.: A 192 AÑOS DEL VIL ASESINATO DE ANTONIO JOSÉ DE SUCRE.DESDE VENEZUELA

El  sábado 4 de junio se cumplen 192 años del vil y cruel asesinato de Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho, alevoso crimen perpetrado en las montañas colombianas de Berruecos, por pérfidos individuos que lo emboscaron cuando se dirigía a la ciudad de Quito, para reencontrarse con su esposa la quiteña Mariana Carcelén, Marquesa de Solanda.

Sucre salió de Bogotá a principios de junio de 1830. Nada en su indumentaria identificaba su condición de militar, lo cual era lógico porque afirmaba ir a vivir apaciblemente con su esposa en la hacienda. No lo creían los liberales colombianos y ciertamente tenían razón, iba en misión dirigida a salvar a Colombia y ejecutar el plan de Bolívar, misión secreta.

Su abominable asesinato ha sido un tema, que distintos historiadores lo enfocan de acuerdo a informaciones que se tejieron tras el doloroso suceso, y que se ha especulado por años.

Sin embargo, transcribimos el texto de un periódico de Bogotá de la época llamado El Demócrata, que había inserto un artículo titulado Sedición criminal, que dice:

"Acabamos de saber con asombro, por cartas que he­mos recibido por el correo del Sur, que el General A. José de Sucre ha salido de Bogotá ejecutando fielmente las órdenes de su amo, cuando no para elevarlo otra vez, a lo menos para su propia exaltación sobre las ruinas de nuestro nuevo Gobierno. Antes de salir del Departa­mento de Cundinamarca empieza a manchar su huella con ese humor pestífero, corrompido y ponzoñoso de la disociación. Cual otro Leocadio, lleva el proditorio intento de minar la autoridad del Gobierno en su cuna, ridiculizándole y burlándose aún de su misma generosidad. Bien cono­cíamos su desenfrenada ambición, después de haberle visto gobernar a Bolivia con poder inviolable; y bien previmos el objeto de su marcha acelerada, cuando di­jimos en nuestro número anterior, hablando de las últi­mas perfidias de Bolívar, que éste había movido todos los resortes para revolucionar el Sur de la República. Pero hablemos de lo que actualmente sucede.

Va haciendo alarde su profundo saber… Se lisonjea de observar una política doble y deslumbradora. Afirma que los liberales y pueblo de Bogotá, es lo más risible, o más ridículo que ha visto. En fin, osa decir, denun­ciando sus aleves intentos, que, si todos los pueblos son así, está seguro de cantar victoria en todos ellos. Dice además contra el Gobierno, que el actual Excmo. Vice­presidente de la República sólo tiene capacidad para oír demandas verbales; que carece de talentos para inter­venir en el Gobierno, pues actualmente no sabe lo que deba hacerse; niega la aptitud de todos los Ministros y tiene el descaro de asegurar que en toda la Nueva Gra­nada no hay quien pueda desempeñar esos destinos. Se burla de que se piense en la restauración del orden, y manifiesta su conato, su decisión por separar los pue­blos del Sur.

Sería difícil marcar cuál de estas dos aserciones es más fatua, más atrevida, más subversiva, más calumniosa, más llena de esa voraz ambición que le destroza las en­trañas y que en vano procura cubrir con una risa falaz y maligna. ¡Ved, colombianos, el más digno de los Gene­rales de Colombia! Pero él tiene razón cuando dice que en vano se procura restablecer el orden; él está al cabo de todos los planes para insurreccionar las tropas, él mismo es un agente de la intriga, él ve en la generosidad de nuestro gobierno apenas debilidad e ineptitud. Ya empiezan a germinar las consecuencias de no haberse permitido al pueblo, el 7 del corriente, amarrar a todos los factores descubiertos del motín que dio ocasión a la alarma de aquel día, para juzgarlos y castigarlos, pro­bados que hubieran sido sus crímenes. El 7 de mayo pudo haberse hecho célebre en nuestros anales destru­yendo del todo las esperanzas de Bolívar y asegurando la estabilidad de Colombia. Bolívar es hoy un Vesubio apagado, pronto a romper su cráter vomitando llamas de odio, de destrucción y de venganza… Su explosión es temible y puede lanzar al Gobierno republicano y a la libertad al caos del olvido. Sucre, Carreño, Luque, Portocarrero y otros pérfidos mariscales, son bocas que verterán la sangre, terror y espanto de que está hirviendo el fondo de aquel volcán"

Salta a la vista, tras leer el contenido del injurioso artículo,
que el atentado contra el glorioso cumanes, se estaba urdiendo abiertamente, y más aún si se lee la parte final de su contenido,que reza textualmente:

"Los pueblos del interior, que sirven obedientes al Go­bierno y sin peligro, no tendrían motivo de armarse, pero afortunadamente se levantan batallones con qué auxiliar, si fuese preciso, a nuestros compatriotas del Sur, bien oprimidos aún por el General Flores. Las car­tas del Sur aseguran también que este General marcha­ba sobre la provincia de Pasto para atacarla; pero el va­leroso General José María Obando, amigo y sostenedor firme del Gobierno y de la libertad, corría igualmente al encuentro de aquel caudillo y en auxilio de los invenci­bles pastusos. Puede ser que Obando haga con Sucre, lo que no hicimos con Bolívar».

Tenía razón el redactor del malvado artículo, de que era cierto que el mariscal de Ayacucho no iba en retirada del mundanal ruido político. Lleva a pensar así su trayectoria en el Sur en la que visita a José Hilario López, uno de los conspiradores para matarlo, al doctor Mosquera, que acababa de ser electo presidente de Colombia por el Congreso hostil a Bolívar y a José Erazo, puestero en cuya casa se repartió el dinero a los que iban a asesinar y durmió su última noche el hijo ilustre de Cumaná.

Antonio José de Sucre, era considerado uno de los militares más completos entre los próceres de Latinoamérica. Bolívar al conocer su muerte dijo: "Se ha derramado, Dios excelso, la sangre del inocente Abel. Lo han matado porque era mi sucesor".

Carlos E. Aguilera A.
@toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela

ENRIQUE PRIETO SILVA: ¿HASTA CUANDO LA MENTIRA?. DESDE VENEZUELA

Antes publicamos un artículo intitulado “El triunfo de la mentira”, entendiendo la perfidia surgida de esta triste “revolución socialista” impulsada por el “comandante eterno”, mentira que pudiéramos llamar inocente, si entendemos que el nefasto personaje, realmente no tenía ni personalidad ni pensamiento racional, y fue seguido por una jauría que nunca entendió a la figura del infausto “loco de carretera”, que un día tuvo la osadía, después de embaucar a otros militares, de hacerlos creer en la “inteligencia osmótica” y los “pajaritos preñados”, ¡una fábula y un cuento de fantasía!

Lo cierto es, que desde el vaho del “por ahora” y la credulidad que acompañó a la mayoría de los venezolanos después del 4F, que con el fulgurante espíritu revolucionario, surgió entonces, muchos de sus adoradores siguen creyendo en la voz mesiánica, ya que a pesar de su ausencia física, el mito se mantiene, pero lamentablemente, todo no es más que eso, un mito que confunde y atosiga sin cesar valiéndose de la mentira, mas no del engaño; todos saben que no volverá, pero piensan que solo promoviendo el cambio usando la fuerza y siguiendo a los cansados líderes que lo promueven, muchos de ellos en el exterior, algún día lo lograremos.

No somos, ni presumimos ser premonitores, pero ya estamos hartos de apagar la luz de la razón encendida por muchos muchas veces, siempre con la falsa creencia de que no nos permitan ser alumbrados, es decir, se ha enquistado el pesimismo en muchos intelectos pensantes, y la mayoría de ellos, acosados por la perversa mentira los transforma en irracionales pesimistas, alabarderos, con su juego: ¡No quiero saber nada de política!

Posteriormente publicamos “La mentira del presagio”, donde dijimos que después de casi veinte años de luchas contra este monstruo adefésico, debimos reconocer que caímos en una inopia mental atosigante, al extremo de llevarnos por el camino del desespero y el desencanto, sin mirar atrás para ver quién o qué nos persigue. Sin dudas, era y es una situación mordaz que solo podemos desechar o remover con un sano criterio inteligente, que nos aparte de la ruindad que se ha apoderado del venezolano pensante. No podemos continuar con el estribillo de que ¡No hay nada que hacer y necesitamos que el mundo externo nos meta la mano para cambiar de gobierno, porque con esta autoridades, este CNE y en aquel entonces la ANC, no se puede y no lo lograremos!.

Dijimos lo que hoy repetimos: “si revisáramos la conducta de los venezolanos que se autoubican en la llamada oposición, no podemos entender cómo es que la mayoría dice que: ¡La oposición está vendida, todos son unos colaboracionistas y no hacen nada!; otros, para la gran mayoría, ¡Ni el gobierno ni la oposición sirven, hay que comenzar a estructurar una verdadera oposición!, ¡Es increíble lo que ocurre, pareciera que solo a la deriva es la forma de navegar en este mar tormentoso! Sin dudas, hay que hacer milagros de sindéresis, pero ¡Todo se puede!

Pero lo más grave es que casi la generalidad de los opositores se enfrasca en una creencia ciega a las presunciones, desechando la acción real, aunque esta sea clara y precisa. Fue lo que ocurrió con motivo del proceso electoral del 20M, cuando hoy, a pesar de la realidad y las consecuencias de la abstención, se sigue dando validez a esa decisión infausta y sin sentido, ¿Cómo podemos lograr un resultado positivo con inacción presagiada?, sin dudas, es posible presumir que lo inesperado es factible, pero lograr positividad de lo negativo choca hasta con las leyes de las matemáticas, que es la graficación de la lógica: ¡Nada se hace no haciendo!, lo contrario sería una paradoja, porque el virtuosismo real no nos permite prever y suponer, pero es imposible que podamos dar fuerza a un resultado posible pero incierto. ¡Es esto, un futuro incierto, es la base y el fundamento de la mentira!

Lo advertimos ante la insistencia incrédula de no participar en el proceso electoral de aquel mayo: ¡Venderán los lamentos o el llanto entumecido para no reconocer el error, pero será una decepción triste e inoportuna! Advino el proceso electoral de marras, donde no hubo ningún interés político opositor, salvo el conocido preacuerdo hecho por los cuatro venezolanos que se auto postularon para el proceso malévolamente preparado para que la oposición no tuviera tiempo de postular candidato, volviendo a caer en la trampa puesta antes en las de gobernadores y de alcaldes, donde el fracasado gobierno programó su apoderamiento de estos cargos para montar la trampa presidencial.

Parece una mentira, poder repetir lo que dijimos en aquel momento: “Ante este inédito proceso y la mala precisión política de la MUD, que no supo lograr la unidad de partidos ante la adversidad ya repetida con los dos procesos electorales anteriores, se durmió en la nebulosa y le surgió la duda de que hacer: participar o no, pero los laureles le crecieron y como en “rugidos de ratón”, dejó morir el tiempo hasta lo que sobrevino: la postulación de los candidatos Falcón, Bertuchi y otros, quienes hubieran sido los bastiones de una nueva realidad, apoyándolos al no tener candidatos del incomprendido y falaz G-4, que se transformó en la caja de pandora de la MUD y de muchos opositores. Cometieron el mismo error que cuando llamaron a la abstención en las regionales de gobernadores y alcaldes, con el resultado que conocemos y esperamos la sensatez contra su torpeza. El retiro de la MUD de AD, más que disturbio llamó a la reflexión de los partidos. Hoy, en esta hora menguada de la locura chavista fenecida y en decadencia, hay que poner freno a los intereses partidistas y unir todas las voluntades para terminar con este régimen que no trae más que oprobio y vergüenza. Sin dudas, los cambios democráticos vendrán y la justicia aparecerá; pero es necesaria la sindéresis para traer de nuevo la democracia y la república.” ¡Sin dudas, siempre pudo más el poder y la fuerza de la mentira!

No obstante, hay que tener siempre fe en la esperanza, ¡Basta ya de insistir en que es necesaria la fuerza para acabar con el régimen, y que no se puede negociar con él, cambiemos el esquema del presagio y la mentira y propongamos una idealización de la realidad en la Venezuela de hoy, esa que espera que todos tengamos fe en conseguir el cambio, ya que con ese cambio haremos que cambien también los traidores! ¿Hasta cuándo la mentira?

Enrique Prieto Silva
enriqueprietosilva@yahoo.com
@Enriqueprietos
Venezuela