lunes, 18 de enero de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MARTES 19/01/2021



 

ELIZABETH FUENTES, AL MAESTRO ARISTÓBULO, SIN NINGÚN CARIÑO

El Ministro de Educación confiesa sin vergüenza ninguna que la «guerra económica» y las sanciones y la anterior Asamblea Nacional son los culpables de su fracaso como funcionario público. Sin disparar un tiro, asegura que los malos de la película tienen al país en jaque mientras desde Miraflores prefieren observar reverdecer bodegones y comprar armas, algo mucho más útil que pagarle a los maestros lo debido

Con muchos kilos demás – seguramente engordó en Navidad comiendo hallacas y pernil del bueno-,  Aristóbulo Istúriz reaparece para admitir su fracaso estruendoso como doble ministro, dirigente político y eso que llaman revolucionario: las sanciones, la anterior Asamblea Nacional, el «bloqueo criminal»  y  cualquier pamplinada similar, han sido los culpables de que hoy los maestros  ganen 1 miserable dólar diario, bien distinto a lo que él ganaba cuando era maestro en plena democracia, valga el recordatorio. Lo que equivale a decir que sus enemigos ganaron. Que de nada les ha servido estar en el poder por más de 20 años, tener a la cúpula militar a su favor y hacer trampas en cuantas elecciones inventen, porque los malos de la película los superan sin disparar un tiro. Que el monumental fracaso en el área económica ha sido dictada desde el bando adversario y ellos, pobrecitos, no han logrado hacer nada en contra de semejante agresión sino ver desde sus despachos como los maestros y profesores se mueren de hambre, se ponen a vender emanadas -porque les resulta más rentable- o se van del país en busca de un capitalismo más justo y organizado.

Pero ocurre que la mala suerte a veces resucita en Miraflores y más o menos cuando el ministro de Educación Aristóbulo Istúriz contabilizaba las razones de su fracaso, se develó que en las antiguas residencias estudiantiles Livia Gouverneur, donde desalojaron a los estudiantes que allí vivían porque supuestamente iban a transformarlo en un centro para atender enfermos por la COVID-19, acaban de inaugurar  un Bodegón (la palabra preferida de la nueva oligarquía chavista), una heladería y una venta de golfeados de lo más bonitos y arreglados, mientras se ignora si en el resto del edificio albergan a los  enfermos por el virus, lo que sería la descripción perfecta del desastre que somos como país: Un bodegón cohabitando con la miseria.

Y a partir de aquí  surgen las preguntas básicas que este y cualquier  ministro debería responder si hubiese prensa libre en lugar de esa comedia mala que protagonizó el gordo Aristóbulo ante las cámaras de VTV:

-Señor ministro, ¿cómo explica que las sanciones  le pulverizaron el salario a los profesores y maestros, pero permiten que el país se llene de bodegones donde venden productos de Estados Unidos?

-Señor ministro, ¿esos productos que vienen del exterior cómo entran al país si hay un bloqueo criminal?

-Señor ministro, ¿por qué no hay dinero para aumentarle el salario a profesores y maestros pero si hay para aumentarle a los militares?

– Señor ministro, ¿usted sabe cuánto cuesta un cañón, un fusil, las municiones, que ya no son necesarias porque el enemigo del gobierno les ganó la batalla económica?  ¿No será mejor invertir eso en escuelas, liceos y universidades?

Y por supuesto, la mejor pregunta de todas:

-Señor ministro de Educación, ¿Qué ha hecho su despacho para impedir que las universidades en todo el país hayan sido saqueadas, hayan quemado sus bibliotecas, hayan asaltado sus laboratorios? ¿Nada de nada, ministro?

Y así, hasta que Aristóbulo se dé por enterado que todas esas inquietudes (y muchas más) también le corresponde no solo responder sino solucionar en lugar de seguir discutiendo sobre el sexo de los angeles, que es más o menos lo mismo que decir lo que dice.

Da pena Aristóbulo. De aquel hombre que muchos defendimos en la calle cuando ganó la Alcaldía de Caracas – porque Claudio Fermín amenazaba con quitársela, vaya ironía-, a este funcionario público en que se ha convertido, debe haber  pasado mucho dinero, poder  y consignas vagas  bajo los puentes.  Porque hoy uno lo ve y se pregunta: «¿Què hace este señor a diario? ¿El se levanta, se baña,  se viste y a partir de allí a qué se dedica?»

Y aparece la sombra del yate de lujo que supuestamente posee, la única excusa para entender cuándo se  le apagaron las ganas de luchar por una mejor vida para  maestros y profesores, esos que hoy no pueden comprar ni un kilo de azúcar para endulzar tanta rabia.

Elizabeth Fuentes
@fuenteseliz
@El_Cooperante
https://elcooperante.com/al-maestro-aristobulo-sin-ningun-carino/

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ, LATEROS, CONSPIRADORES Y PEDÓFILOS

Una silla de espaldar raleado, pedazos de cable, un pequeño ventilador roto, sobras de restaurant. Una chaqueta raída y una corbata de rayas de los 90. Varias latas de aluminio y otros desechos, componen el tesoro de los lateros. Y también el pensamiento de Trump, si es que existe tal cosa. Ese mismo saco de morrallas, vaciedades, lugares comunes, prejuicios, consejas, mentiras, chauvinismo, errores, racismo, restos de ideologías derogadas

…Paranoias, simulaciones morales que cargaron también los demás populistas que en el mundo han sido, de izquierda o derecha. En esa quincallería ideológica, hay algo muy peligroso: la noción de que la fuerza organizadora de la sociedad es la conspiración, el deep state. Mi amigo Plagam@Albert0Martine2 se interrogaba sobre el magnetismo de Trump.

Es relativo. Nunca ganó en la soberanía popular y su obra fue estupidizar colectivamente algunos sectores, nunca mayoritarios. El cerebro simple tiende a la conspiranoia, a creer que el mundo lo controlan grupúsculos que “mueven hilos”. El nuevo Protocolos de los Sabios de Sión trumpetero denuncia un complot de los “globalistas”, desde multimillonarios como Soros y Bill Gates, hasta los comunistas.

Entra Japón, sale Japón

Participan redes criminales, pedófilos dirigidos por Biden y los Clinton, e iluminatti, rosacruces, reptilianos. El fin es derrotar EEUU para crear un orden mundial centrado en China. La sacralización de Trump a los rednecks es equivalente a la que hacen otros con indígenas, negros, vascos, catalanes o arios, como todo racismo originario o victimización nacional, tal como el llanto demagógico por el “cinturón del óxido”, veneración a improductivas localidades venidas a menos.

A comienzos de los 80, EEUU quebró porque Japón le gana la competencia tecnológica y URSS la militar, consecuencia del modelo económico proteccionista y “endogámico” instalado por Roosevelt. Al impedir la competencia con medidas arancelarias, la industria automotriz gringa se estancó y entró en coma. Los productos de Chrysler, Ford o General Motors eran carcamales de acero con hiperconsumo de combustible. Pero Japón era el enemigo número uno de EEUU para Hollywood.

Toyota inundó el mercado mundial con autos ligeros, de aluminio, plástico y alto rendimiento en Kms. por litro. Reagan y luego Clinton, abren el mercado a los asiáticos. Las automotrices no tienen más que reconvertirse para competir en altas tecnologías, y al poco tiempo dominaron el mercado mundial de nuevo. Las empresas metalmecánicas hoy oxidadas son las que no pudieron reconvertirse y articularse con al plástico y el aluminio.

La invasión a China

Pero muchas si, y entre los “neoliberalismos” Reagan y Clinton crearon 30 millones de empleos y el momento más esplendoroso de la historia económica de EEUU. Clinton además encargó a Gore promover la revolución tecnológica. Venir con la historia triste de los estados del óxido es simple pasadismo, incomprensión del mundo, como quien quisiera escribir en una máquina Remington.

La globalización llevó al mundo desarrollado a invadir la economía china por sus bajos costos y carencia de controles. La producción masiva barata frenó violentamente la inflación mundial y evitó que algunos precios internacionales estuvieran 500% más altos. Un smartphone de punta norteamericano vale $1300 mientras un Huawei equivalente, $250. Un jean chino se importa a un dólar. Después de Clinton,  Estados Unidos descuidaron la revolución tecnológica.

Así China se convirtió en la primera economía mundial. Trump, populista, autoritario e ignorante, en vez de hacer lo de sus predecesores en los 80, decidió como cualquier tercermundista hostilizar a China, presionar la fuga de capitales, lo que creó empleos en EE UU e ilusión de progreso pero provocó la caída del crecimiento económico chino, lo que el muy… interpretó como un “triunfo” sobre el ahora enemigo. Si Clinton hiciera eso, habría acabado con la economía japonesa, y también con la de EEUU y el mundo.

¡Auxilio, se cae el sistema!

Golpear al primer comprador de materias primas de casi todo el planeta, produjo una recesión a global a fiales de 2017 y de una vez estallaron las trompetas de varios que se hacen folklore de tanto anunciar el final del “capitalismo”, como Stiglitz y Piketty. Y de ahí la pirueta más difícil de entender. Activista del acoso a mujeres, bancarrotita profesional, deficitario de moralidad, patán, atropellador.

Por obra de no sabemos que transubstanciación, para sus fanáticos se convierte en adalid de los valores de la civilización contra los imperios del mal. Según Hegel la corriente histórica indetenible hacia la justicia universal, “el espíritu absoluto”, suele esconderse detrás del mal, Hitler o Mao, diríamos contemporáneamente, para empujarlos a su destrucción.

De ese momento del mal, renacerá triunfante el bien que estaba solapado. A eso lo llama “la astucia de la razón” y Donald debe representarla. Pero a otro perro con ese hueso metafísico. La prueba convincente de astucia razonable sería que el establishment democrático de EEUU lo inhabilitara para cualquier cargo público. Los caudillos irresponsables y poderosos son un peligro.

Carlos Raul Hernandez
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
@ElUniversal
Venezuela

AMÉRICO MARTÍN, INCÓGNITAS VIGENTES DEL 23 DE ENERO

19 de abril, 5 de julio, 23 de enero. Son fechas históricas que pudieran recordarse quizá solo por obligación cívica, pero creo que todavía entre quienes las invocan no pocos manifiestan genuinas emociones o, si no fuera del todo así, cuando menos un legítimo interés.

De las tres fechas mencionadas, diría que la última –23 de enero de 1958– es la que sigue produciendo interrogantes. Palpita, quizá con mayor intensidad, posiblemente porque la interpretación de lo ocurrido siga dando lugar a controversias no adormecidas por el tiempo.

Esa más permanente longevidad no es prueba de importancia suprema, pero sí del interés agitado por pluralidad de opiniones, búsquedas aún despiertas y, en definitiva, deseo de rescatar experiencias que puedan ser muy valiosas todavía hoy.

Recordemos que la amplia corriente de los historiadores y autores críticos no cesa de revisar textos consagrados, lo que se ha traducido en actualizaciones y cambios de perspectiva en la ciencia y el arte de la historia. Basta con examinar la notable confluencia de protagonistas cuyo desempeño ha sido con frecuencia revalorizado.

El 23 de enero mismo fue precedido por una crisis electoral muy grave.

Con sangre muy fría, Laureano Vallenilla le presentó a Marcos Pérez Jiménez las fórmulas que cabría aplicar; la primera, la constitucional en estado puro, previa amnistía, regreso de exiliados y plena libertad de prensa. Por supuesto, fue rechazada. Vallenilla, entonces, mencionó el método gomecista de elección indirecta y, por último, el plebiscito. Según el ministro, esta última, la peor para su gusto, fue la mejor para el gusto del dictador.

De seguidas, el dueño de Miraflores le increpó a su ministro: «Usted ha insistido en el diario El Heraldo que los partidos no valen nada, de modo que lo mejor sería prescindir de ellos. Así será, prescindiremos de ellos y llamaremos directamente al consumidor. ¡Hagamos a un lado las organizaciones políticas!»

Se impuso, pues, la opinión de Pérez Jiménez.

Yo sospecho que era lo buscado por Vallenilla, quien aspiraba a que le atribuyeran la primera de las fórmulas que –según expuso supra– le presentó a Pérez Jiménez. ¡Vana pretensión para alguien tan ferozmente asociado a la represión al igual que Pedro Estrada!

En su voluminosa obra ¿Quién derrocó a Pérez Jiménez?, el enjundioso economista Tomás Enrique Carrillo Batalla afirma que, tras el fraude plebiscitario, Pérez Jiménez solo se proponía gobernar cinco años más.

Sostiene Carrillo Batalla que así se lo habría asegurado a su ministro de Justicia “el Fraile” Urbaneja. (T. E. C. B. ¿Quién derrocó a Pérez Jiménez?, Caracas Venezuela 1998. Publicaciones de la Universidad Santa María)

El plebiscito no le gustó a nadie o a casi nadie. Muchos lo percibieron como un signo de derrota y, de hecho, el gobierno cayó en el descrédito. Políticamente había recibido una soberana derrota. El ánimo colectivo cobró inusitada fuerza y la reacción negativa fue universal. Los militares se fraccionaron. Las asonadas bélicas del 1 y 8 de enero iniciaban una marcha sin vuelta atrás y, sin embargo, Pérez Jiménez no admitió que algún uniformado le hubiese conminado a entregar el poder e irse del país. Alguna razón daba cierta verosimilitud a sus palabras, porque tanto el ataque aéreo del día 1 como el levantamiento militar dirigido por Hugo Trejo el 8, exhibieron fallas de liderazgo muy notorias. No obstante, en su conjunto no cabe la menor duda de que aquello había sido una importante insurrección cívico-militar que, con errores y sin ellos, culminó exitosamente.

Hay una coincidencia indudable y reforzada con el tiempo sobre la importancia del liderazgo civil y de los partidos políticos que, en su conjunto, proporcionaron una auténtica dirección en el momento decisivo, pero el factor –con mucho– más favorable al resultado fue la unidad.

En la crónica histórica de nuestra nación los grandes momentos de victoria transcurrieron precisamente cuando se materializaron grandes acuerdos unitarios.

La victoria que culminará el 23 de enero se envolvió desde el principio en un aura de unidad y de fraternidad.

Unidad vasta que no hacía sino crecer y fraternidad en tanto que espíritu de aquella unidad. Esa combinación de fuerza material y espiritual encendió la imaginación de los venezolanos cuya iniciativa se exacerbó proporcionando certezas de victoria.

Hubo momentos en que la unidad trabajó por sí sola, se formaban comités unitarios en forma espontánea y así se descubrió, desde el punto de vista material, que no había manera de detenerla. Es el secreto que explica el renovado interés en esta fecha estelar.

En la actualidad, estamos urgidos de unidad y de entendimiento y en los albores de 1958 tenemos el mejor de los tesoros de la experiencia unitaria venezolana que sería absurdo desestimar. En realidad, aquellos escarceos unitarios que comenzaron con el abrazo de tres grandes líderes en Nueva York y con la fuerte convicción que se corporeizó en la Junta Patriótica, el frente universitario y una miríada de estructuras unitarias espontáneas, son la fuente segura del acierto, del optimismo, de la esperanza.

Américo Martín
amermart@yahoo.com
@AmericoMartin
@DiarioTalCual

CAROLINA ESPADA, UN TIGRE DURO DE MATAR

«Se aplican inyecciones y se escriben cartas de amor», indicaba un cartelito en la puerta de la casa de Pili, pues para eso es para lo único que ella había quedado. Años atrás, había sido una excelentísima escritora de televisión, pero, tal y como suele suceder en la mayoría de los casos, a Pili se le habían fundido casi todos los chips.

Su colega Mili Margarita la llamó un día: «¡Me tienes que ayudar a escribir un guion policial a cuatro manos! ¡Lo quieren para el miércoles a mediodía y estamos a lunes y son las diez!». Y Pili accedió, pese a que las tres neuronas que le quedaban chirriaron absolutamente oxidadas y no sin temor.

«A cuatro manos»… Pili nunca había escrito de esa manera. Así, como dos hermanitas, con sendos lazos en la espalda, tocando piano al unísono y cantando alternativamente:

—Los cujíes lloran de dolor…

—En mi vida mustia de esperar…

Aquello era rarísimo. Pili recordaba su época de libretista con Kiko Olivieri, Salvador Garmendia y José Ignacio Cabrujas.

—Mili Margarita, a mí me asignaban mis escenas y yo las escribía solita.

—Pero aquí no hay tiempo, Pili, esto es una contrarreloj.

«Una contrarreloj» como si estuvieran en bicicletas sin frenos por una bajada. “Una contrarreloj” muy negociada, pues Mili Margarita estaba muy segura de lo que quería y era bien difícil de convencer.

—Coye, Mili Margarita, tus personajes femeninos… tienes una Mariana, una Marina, una Mariela, una Marianela y una Marisela, eso se va a prestar a confusión… ¿y si cambias cuatro de los nombres? Tú sabes, que si Antonieta, Cristina, Diana, Omaira… otra cosa.

—No, Pili. Mi hija se llama Mariana; mi mamá, Marina; mi mejor amiga, Mariela mi ginecóloga, Marianela y mi peluquera, Marisela. A mí me gustan así. Así se van a quedar. Punto.

El miércoles a mediodía, Pili y Mili Margarita estaban en la oficina del señor K. Nuttenberg entregando el libreto esperado. Allí, reunidos para la lectura oficial, estaban: el director, cariñosamente apodado «Farchita»; la preciosa y eficientísima productora Minipop; la señora que hace el café con bastante espumita; la asistente agresiva de mirada felina; y varios desconocidos con muchas ganas de opinar (pues eso sí que te tiene el medio televisivo).

Una vez leído en voz alta el texto –de cabo a fade out– el señor Nutt dijo: «¿Y si ella, en vez de ser alpinista, es una oceanógrafa con hidrofobia, pues perdió a su novio en la Gran Barrera de Coral cuando un tiburón australiano se lo comió?».

Y «Farchita» agregó: «Y entonces la escena de la montaña con el alud y el tiroteo, la hacemos en medio del Pacífico con tormenta y arpones… Eso sí, poniéndole muchísima más tensión sexual, porque esto está muy aguao».

Y Minipop sugirió: «¿Y si en vez de ser oceanógrafa o alpinista, pues eso elevaría demasiado los costos de producción, no hacemos que ella sea una poetisa paralítica, pero no paralítica por accidente, sino por una especie de bloqueo mental y somatización?»

Y la señora del café no se contuvo: «¡Ay, y entonces cuando ella conocía al muchacho –que era rico, pero nadie lo sabía– ella se paraba y caminaba y le decía: te amo, mi amor!».

Y Gatúbela objetó: «Yo pensé que estábamos haciendo una serie policial y no una una telenovela».

Y el coro de los convidados de piedra exclamó yuxtapuesto: «¿Y si..? ¡Era paracaidista y ciega!… ¡O una ornitóloga amnésica!… ¡Con tres meses de embarazo de un extraterrestre!… ¿Y si…? ¡Llevaba una doble vida!… ¡O, mejor, tenía una hermana gemela antropófaga!… ¡O una identidad secreta! ¡O súper poderes!… ¿Y si…? ¡Un tipo siniestro aparece para confrontarla con su pasado!… ¡O que conozca a ese individuo en medio de un cataclismo y lo salve!… ¡Eso sí, el final tiene que ser feliz, pero abierto y con un toque de misterio! ¡Y lo de la tensión sexual!».

Pili y Mili Margarita solo se vieron, se entendieron mucho más allá de las palabras y se fueron a un parque a hacer fotosíntesis. Lo bueno de quedarse mononeuronal en la vida, es que uno puede hacer exactamente lo que le dé la gana con esa única neurona. Algo así como instalarse, igual que una iguana, bajo un rayito de sol.

Carolina Espada  
@carolinaespada
@ElNacionalWeb
Venezuela

CARLOS E. AGUILERA A., EL FASCISMO DE MADURO, EN ESENCIA

Cuando a la oposición se le tilda alegremente y sin empacho alguno de fascista, como suelen hacerlo Maduro y su entorno ministerial y del partido del oficialismo, uno como periodista y observador se ve en la necesidad de aclarar algunos conceptos emitidos por panfletistas del régimen, que pretenden hacer creer a la opinión pública que su revolución socialista, marxista y mal llamada bolivariana , está enmarcada en las necesidades de las políticas sociales que amerita el país nacional.

No debemos ni podemos olvidar que el difunto hijo de….Sabaneta fue un fiel ejecutor de lo que su asesor y mentor en cuestiones ideológicas, el argentino Norberto Ceresole, puso en marcha al inicio de la llamada revolución bolivariana para llevarla a cabo y que hasta ese momento aún no se denominaba Socialista del Siglo XXI. El sociólogo , no cabe duda alguna, tuvo marcada influencia en los inicios del gobierno con su llamada tesis del Caudillo –ejército- pueblo, que por cierto ya había sido esbozada dentro del chavismo por el fallecido J.R. Nuñez Tenorio.

Ceresole sostenía la tesis de que “el modelo venezolano no se parecía a nada de lo conocido”, aunque nos recuerda una historia propia, que generalmente hemos negado por nuestra anterior adscripción y subordinación ante los tabúes del pensamiento occidental-racionalista. Se diferencia del «modelo democrático» -tanto liberal como neo-liberal- porque dentro del orden popular (mandato) está implícita — con claridad meridiana — la idea de que el poder debe permanecer concentrado, unificado y centralizado (el pueblo elige a una persona que es automáticamente proyectada al plano de la metapolítica) y no a una «idea» o «institución»” (sic).

Es justamente lo que ahora pretende poner en ejecución Maduro con el gobierno cívico-militar, con el voto y anuencia de la Asamblea Nacional del pasado 5 de diciembre 2020, y de todos los poderes secuestrados: TSJ, Fiscalía General de la República, Contraloría General de la República y del alto mando militar de las FF.AA, bajo su control absoluto.

Salvo la similitud de los dogmas filosóficos de Ceresole, en los que prevalecía el Estado cívico-militar, que a la larga marcaría una tendencia que hoy día tiene marcada y total influencia en las políticas de Estado, lo cierto es que se observa en el régimen, la marcada presencia de la ideología oficial, al estilo del conocido partido nazi, cuyo fundamento no tuvo excesiva elaboración teórica, apropiándose en gran medida de las ideas fascistas , según las cuales, el Estado para reservar su cohesión y unidad debía ser totalitario..

La admiración por la fuerza bruta y el culto al jefe único fueron otras dos nuevas aportaciones del nazismo. La situación social y económica de Alemania después de la Primera Guerra Mundial y el oportunismo de Hitler hicieron el resto. Hitler y el Partido Nazi lograron un apoyo popular de gran magnitud como para animar a Alemania a lanzarse a la conquista de Europa, y en consecuencia a la Segunda Guerra Mundial. Algo así –salvando las distancias - como la pretensión del chavismo de que con “la espada de Bolívar que camina por América Latina”, ganar adeptos a su causa, en los pueblos favorecidos con las dádivas generadas por los ingentes recursos generados por el petróleo venezolano, que el hijo de…Sabaneta no tuvo empacho alguno en ser dadivoso con su chequera en mano.

Conviene advertir que desde sectores de izquierda el nazismo ha sido denunciado como un producto inevitable del capitalismo y, sobre todo, como fruto de las tendencias imperialistas de los Estados más fuertes. Según estas impresiones, el germen capitalista que impregna la sociedad hace posible expresiones de este tipo amenacen cíclicamente a la humanidad, y quizás por ello escuchamos a diario por boca de los dirigentes del oficialismo, que todos los males que aquejan a los venezolanos, son producto del capitalismo salvaje impuesto por el imperio de los Estados Unidos. Es algo así como si a cada uno de los militantes del PSUV le hubiesen dotado de un “pendrive”, que lo colocan en su cerebro cada vez que necesitan despotricar contra quienes los adversan.

Quienes pretenden hacer creer que la oposición es fascista, están arando en el mar, puesto que el pueblo está totalmente claro con su conciencia nacionalista y piensa en si misma como sujeto de relaciones sociales, institucionales, históricas, políticas, culturales y, en general, de todas las manifestaciones de la convivencia humana. Está consciente además, de su protagonismo en los procesos históricos, sociales, políticos, culturales y otros, en el marco y concepto de soberanía, legitimidad, supervivencia, economía y autodefensa, y por último despojada totalmente de prejuicios étnicos, religiosos y de cualquier otra naturaleza.

En esencia, la oposición no comulga con la teoría fascista de que la desigualdad de clases es natural y provechosa; que las elites dirigentes son las que deben gobernar; que las libertades individuales no son derechos, sino concesiones que hace el Estado, siempre y cuando no sean perjudiciales; que el pacifismo no es sino una muestra de debilidad y que es necesaria la creación de un orden social jerárquico, entre otros puntos.

Así actúo el fascismo y Mussolini fue su más fiel exponente. He allí la diferencia entre una oposición nacionalista y un régimen fascista.

Como solía decir el difunto hijo de….Sabaneta y ahora imitado por su devenido inquilino del Palacio de Miraflores: ¡ El que tenga oídos que oiga y el que tenga ojos que vea”

Carlos Aguilera
careduagui@gmail.com
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela 

DOMINGO A. RANGEL, ASALTAN EL CONGRESO…

Evidente que fue un bochorno el asalto al Congreso yanqui perpetrado por malandros que seguían las órdenes del Presidente en su intento por seguir en el poder… aun sin votos.

Pero no es para que nosotros nos rasguemos las vestiduras: Al menos no cuando en nuestra hoja de vida está el episodio bochornoso contra el Congreso que los Monagas, tan incivilizados como Donald Trump, protagonizaron el siglo XIX.

El punto es entender que en el gran país del norte ha ocurrido una involución desde el apogeo imperial ocurrido luego de la Segunda Gran Guerra… cuando la estupidez europea por segunda vez en un siglo destrozó ese continente… dejando en pie la democracia estadounidense y el comunismo soviético que partía con la desventaja de haber sufrido los horrores de la guerra en su territorio.

Cosa no ocurrida en Estados Unidos… protegidos por 2 océanos.

Pero aunque la economía es importante… también lo son los valores.

Un imperio no solo vive de bombas y cañones, producción y territorio: Para ser grande necesita que la gente crea su historia por más retocada que haya sido.

Y en USA la gente creía en sus instituciones… hecho que explica muchas cosas hoy faltantes.

Por ejemplo: En Estados Unidos los periódicos se vendían solos y la gente colocaba el importe en una bandeja… si sobraba dinero cada quien retiraba el vuelto sin tener un policía vigilando.

En las casas no cerraban las puertas y en caso contrario los llaveros se dejaban bajo el felpudo a la entrada.

Los automóviles no se cerraban y las llaves de encendido no se sacaban del interruptor.

Olvidaba decir que mentir era el peor delito penal y un político mentiroso podía dar por terminada su carrera.

El declive económico acabó con eso y ahora los yanquis conocen la inflación, el tener que trabajar en 2 ocupaciones, etc.

El imperio yanqui declina, la China crece y las instituciones se desmoronan porque el ciudadano piensa que los políticos son corruptos.

Y ante un mundo que se desmorona eligen un malandro, especulador inmobiliario y mentiroso como Presidente… que cual coronel tercermundista intenta un golpe de estado que afortunadamente falla.

Le toca a Biden poner orden y meter preso al tunante… tarea similar que debe llevar a cabo el presidente Maduro… con el sinvergüenza Guaidó.

Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR
@UNoticias
Venezuela