viernes, 12 de noviembre de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com VIERNES 12/11/2021

 


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TITULARES DE HOY - INTERNACIONALES Y NACIONALES - 12/11/2021



LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: VIVIR CHAVISTAMENTE


ANTONIO JOSÉ MONAGAS: DE LA DEMOCRACIA A LA DICTADURA


JUAN GUERRERO: PIRATAS, CORSARIOS, BUCANEROS Y FILIBUSTEROS


ESPECIAL DEL DOMINGO: RAUL AMIEL. NO TENEMOS REPÚBLICA


BEATRIZ DE MAJO: CHINA Y LA CATASTROFE CLIMATICA. CHINA HOY

China es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo y su responsabilidad frente a las consecuencias de este hecho tiene que ser correspondiente al daño que le ocasiona al planeta. Sobre ello huelga toda discusión.

Esta es, además, una realidad protuberante constantemente puesta de relieve cuando es necesario endosarle al gran país la responsabilidad de los efectos perversos del desastre climático que atraviesa el mundo. Pero si se examina el per cápita aportado por China y los Estados Unidos a este drama universal, lo primero que se nota es que las emanaciones por persona de la gran potencia asiática representan apenas la mitad de las de los Estados Unidos. Dato de enorme relevancia. Su gigantesca población y su crecimiento económico vertiginoso son los responsables de que esta variable, en términos absolutos, se haya catapultado muy por encima de la de otros países.

Pero si bien es cierto que el contaminante carbón es la primera fuente de energía de China desde hace décadas y que su utilización no ha cesado de crecer, no es menos cierto que el coloso chino está ya a la cabeza de la transición energética mundial y se encuentra activa en el proceso de desplegar tecnologías verdes más económicas sobre su geografía, en primer lugar, y también en los países en los que ejerce influencia. El proceso está en marcha desde hace muchas lunas y para el año 2050 se da por descontado que el 90% de la electricidad necesaria para sus procesos provendrá de lo nuclear y de las energías renovables.

Tampoco es un secreto -pero ello no se explicita en encuentros mundiales como los de COP26- que el país que ostenta el liderazgo mundial de la producción solar tiene su capital en Pekín. Mientras los Estados Unidos tiene una capacidad de producción de 75.572 megavatios de esta fuente, China mas que triplica estos números y quintuplica los de Alemania país que tiene una capacidad de 255.000 megavatios.

En fin, ese país está empeñado en alcanzar la independencia del carbón y ha puesto sus alfiles en conseguir que, en menos de una década a partir de ahora, la porción de su energía producida por fuentes no fósiles sea de 25% del total. No es poca cosa, tampoco, que China haya decidido detener el financiamiento de centrales carboníferas en el exterior como lo ha hecho ya dentro contexto de la Nueva Ruta de la Seda.

Es importante tener en cuenta que no bien terminado el encuentro Cumbre de la semana pasada, el Consejo de Estado en Pekín se pronunció y señaló a través de la agencia oficial Xinhua que aunque existe conciencia plena sobre los escollos del trecho que aún les queda por recorrer, el propio mandatario Xi, en más de una ocasión, ha garantizado que las emisiones dañinas alcanzarán su punto máximo en 2030 y que la neutralidad de carbono se logrará en China para 2060.

David Tyfield, experto profesor del Centro para el Ambiente de Lancaster ha sido terminante: "Si China no se descarboniza, no será posible vencer el cambio climático”. Queda claro, pues, que nada hay más determinante en este terreno para el colectivo mundial que la necesidad de que China sea uno de los países colectivamente comprometidos para que exista una luz al final del túnel de lo ambiental.

El destino del mundo y de sus variables climáticas es un hecho compartido y es imposible labrarse un provenir que sea beneficioso para todos sin que uno de los actores primarios de la economía mundial se comprometa en remar en la misma dirección.

Ese propósito si parece existir y es vital para el resto detenerse a considerar el efecto positivo que tiene una incorporación activa de China a las corrientes que se vienen generando en el entorno planetario.

Los anteriores son detalles significativos para que no sea posible afirmarse que China está ausente del tema.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Venezuela – España

ALFREDO M. CEPERO: EL MUNDO ALUCINANTE DE LA IZQUIERDA FANÁTICA

“El pueblo americano está harto de tanta mentira y de tanta maldad.”

Comencemos por definir los términos de “alucinados” y “fanáticos”. Los “alucinados” se alimentan de esperanzas quiméricas divorciadas de todo contacto con la realidad. El “fanático” añade a la alucinación la calidad de desmedido y de ciego. Cuando ambos males atacan a una persona o grupo de personas al mismo tiempo se convierten en un virus más dañino que el Covid 19 que ha puesto patas arriba a la sociedad americana. 

El ejemplo lo tenemos en una izquierda demócrata atacada por la alucinación y el fanatismo. En un período de tiempo relativamente breve esta gente ha secuestrado al partido y se ha robado elecciones. Ahora se proponen nada menos que perpetuarse en el poder. Por eso actúan como si nada hubiera pasado en las últimas elecciones. Pero según reza el refrán: “Una cosa piensa el borracho y otra el bodeguero”.

La realidad es que los demócratas recibieron una soberana pateadura en las recientes elecciones por el control de los estados. Todos los casos son un presagio ominoso del terremoto político que se les avecina en las parciales del próximo mes de noviembre. Todo indica que podrían perder las mayorías en las dos cámaras legislativas en Washington. Cualquier persona normal daría señales de preocupación y estaría adoptando nuevas medidas para evitar la debacle. Pero no unos fanáticos que se consideran en posesión de la verdad absoluta.

Estas personas no son normales ni viven en un mundo real. La izquierda fanática que se ha apoderado del Partido Demócrata vive en un mundo alucinante hecho a la medida de sus prejuicios, sus metas ideológicas y su filosofía política. Están más interesados en promover su agenda política que en la opinión y el bienestar de los ciudadanos a quienes se supone que sirvan y representen. Siguen atacando a sus adversarios con las mismas cantaletas gastadas de “racismo”, “privilegio blanco”, “teoría crítica de las razas”, “pandemia de los no vacunados”, “insurrección republicana del 6 de enero en el capitolio” y “xenofobia” contra los inmigrantes. De ahí que les vaticino un despertar muy amargo.

Los únicos senadores demócratas exentos de esta negación de la realidad son el senador por Virginia Occidental Joe Manchin y la senadora por el estado de Arizona Kyrsten Sinema. Ambos se han convertido en un muro que cierra el camino hacia el comunismo del senador Bernie Sanders y sus apandilladas del grupo bautizado como “La Escuadra” en la Cámara de Representantes, que lidera la congresista Alexandria Ocasio-Cortés. En el curso de una entrevista con Brett Baird, de la cadena Fox News, Manchin dijo: “Me preocupa que estemos en un país totalmente dividido. Tengo la esperanza de que estas elecciones resulten en un llamado de alerta para todos nosotros.”

Por su parte, el resultado de las elecciones en New Jersey, Virginia y Texas demuestra que los Estados Unidos se encuentran en un momento de grandes peligros. Este parece ser el momento perfecto para que los americanos pasen revista a sus ideas sobre las cuestiones políticas, la forma en que el país es gobernado y la larga lista de mentiras de que han sido víctimas en el último año. Este es el momento. Porque no hay dudas de que éste es un momento de grandes peligros.

Estas últimas elecciones podrían ser resumidas en una sola frase: “El pueblo americano está harto de tanta mentira y de tanta maldad.” Hay un límite de hasta donde una población puede ser abusada antes de que se quite la “camisa de fuerza” a través del voto emitido en las urnas. Y eso es precisamente lo que vimos en estas elecciones. Unos pocos ejemplos confirman lo que digo.
En Texas, el Partido Republicano ganó un distrito mayoritariamente hispano. Un distrito que Biden ganó por 14 puntos hace nada más que un año. Esta vez lo gano el republicano John Lujan con un mensaje que muchos consideran anatema en un distrito con mayoría hispana: seguridad en las fronteras. Un principio aceptado por ciudadanos de todas las filosofías y de todas las razas es que los países tienen fronteras.

Mientras tanto, en Minneapolis--la cuna del liberalismo blanco y el lugar donde nació la idea de quitarle los fondos a la policía—los votantes rechazaron una medida para eliminar el departamento de policía. Resulta que ahora estos ciudadanos se han dado cuenta de que necesitan la protección de la policía. Y tenemos el caso irónico de New Jersey—un estado controlado por los demócratas durante varias décadas--donde un camionero republicano que invirtió solamente 150 dólares en su campaña derrotó al demócrata que presidía el senado del estado.

Al mismo tiempo, el gobernador de ese estado, el auto-designado “rey de New Jersey”, el multimillonario Phil Murphy, estaba seguro de que ganaría las elecciones por un amplio margen. Después de todo, se trataba de New Jersey, un estado controlado por la maquinaria demócrata que Joe Biden ganó por 16 puntos. Pero eso no fue lo que ocurrió. Murphy pasó un tremendo susto cuando ganó por el estrecho margen del 1 por ciento.

Pero la gran historia de esa noche fue la del estado de Virginia. Un novato en política barrió el piso con el “camaleón” y esbirro de la dinastía Clinton: Terry McAuliffe. Este hombre fue gobernador del estado de Virginia durante cuatro años y, en una conducta característica de los Clinton, acusó a su adversario Glenn Youngkin, de ser racista. Pero los americanos ya están cansados de estas acusaciones y no las creen. El resultado fue que los hispanos de Virginia favorecieron a Glenn Youngkin por un margen superior a los 9 puntos.

Y el “jaque mate” fue el discurso elocuente de la compañera de boleta de Glenn Youngkin, la inmigrante jamaiquina de la raza negra Winsome Sears. La nueva teniente gobernadora de Virginia es una veterana de la Infantería de Marina de los Estados Unidos. En su discurso de victoria electoral, la Sears dijo: “Hay algunos que pretenden dividirnos y nosotros no podemos permitírselo. Ellos quisieran que nosotros creyésemos que estamos de regreso en 1963, año en que mi padre vino de Jamaica. Pero todo ha cambiado de manera radical. Podemos vivir donde queramos. Podemos comer lo que nos apetezca. Somos los dueños de la fuente de agua. Hemos tenido un presidente negro que gobernó durante dos períodos. Y yo soy una prueba viviente de estos cambios.” Los presentes la premiaron de pie con una estruendosa ovación.

Winsome Sears es la primera mujer negra que es electa para un cargo a nivel estatal en el estado de Virginia. Cualquiera diría que un acontecimiento de esta importancia política sería cubierto por la prensa de todo el país. Pero su triunfo fue ignorado por una prensa comprometida con la izquierda política cuyo objetivo no es otro que la transformación radical de los Estados Unidos. Afortunadamente, como de costumbre, la izquierda que nos gobierna en estos momentos está consumiendo riqueza pero no es capaz de crearla. Y el pueblo americano está dando muestras de que despierta de su letargo. La salvación de esta nación está sólo a doce meses de distancia cuando hagamos el inaplazable ajuste de cuentas.

Alfredo M. Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Cuba - Estados Unidos
http://www.lanuevanacion.com/index.php/opinion/alfredo-m-cepero/1474-el-mundo-alucinante-de-la-izquierda-fanatica

TRINO MÁRQUEZ: DANIEL EL MALO

El inmenso fraude cometido por Daniel Ortega en las elecciones del 7 de noviembre venía preparándose desde hace bastante tiempo. En cierto modo, representa la culminación del acuerdo firmado el año 2000 entre Ortega y Arnoldo Alemán, acusado de corrupción, quien en aquel momento era Presidente de Nicaragua y jefe del Partido Liberal. Ese pacto les permitió al Frente Sandinista de Liberación Nacional –FSLN- y al Partido Liberal asumir el control de todas las instituciones del Estado, incluido en primer lugar el Consejo Supremo Electoral. 

Las modificaciones introducidas en la ley electoral aseguraron que, en los comicios nacionales de 2001, casi todos los curules de de la Asamblea Nacional fueran a parar a manos de los sandinistas y los liberales. A partir de ese momento comenzó el proceso de degradación de la incipiente democracia nicaragüense, que había tenido su momento estelar en 1990 cuando Violeta Chamorro obtuvo su sorpresiva victoria frente al comandante Daniel Ortega, obligado a medirse en las urnas electorales luego de casi una década de enfrentamientos internos con la llamada Contra.

La derrota del 90 y su permanencia fuera del poder durante quince años, les enseñó a Ortega y a sus camaradas sandinistas que debían dominar las instituciones públicas, además de abrir un poco la economía, si aspiraban a perpetuarse en el poder. El segundo ciclo de la era Ortega comienza en 2006, cuando triunfa en las elecciones presidenciales debido a la fractura de los liberales, la mayoría electoral, quienes se habían dividido en dos sectores: la Alianza Liberal Nicaragüense y el Partido Liberal Nicaragüense. Por esa rendija se coló el antiguo guerrillero para ir luego armando el entramado que le ha permitido eternizarse en el Palacio Presidencial.

El domingo 7 de noviembre no hubo sorpresas. Antes de esa fecha, Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo –una especie de lady Macbeth- habían encarcelado a Cristiana Chamorro, la líder que aparecía punteando en las encuestas. Luego vino la persecución y secuestro de los otros seis aspirantes a disputarles la presidencia. Para asegurar el éxito, la pareja proscribió a los tres partidos opositores más populares; intervino La Prensa, el diario más importante de la nación, propiedad de la familia Chamorro; amenazó a los pocos medios de comunicación independientes; y apresó a varios de los líderes empresariales de mayor jerarquía en el país. De esta escabechina no se salvó ni el escritor Sergio Ramírez, quien vivía en Costa Rica y se vio forzado a emigrar a España. Ramírez acompañó como vicepresidente a Ortega durante varios años en la década de los sesenta.

Para la cita electoral de noviembre, Ortega prohibió la presencia de periodistas extranjeros de medios independientes. Se negó a que asistiesen observadores internacionales pertenecientes a la ONU, a la OEA y al Centro Carter. Se limitó a invitar a sus amigotes rusos, cubanos y bolivianos, quienes rápidamente se apresuraron a señalar que las elecciones habían transcurrido dentro de la más absoluta normalidad y transparencia. Para estos aliados internacionales era ‘normal’ que el régimen hubiese eliminado a los adversarios legítimos acusándolos de ‘terroristas’ y ‘traidores a la patria’; construyese su propia oposición con los ‘zancudos’; presionase a los empleados públicos para que votasen por Ortega; les impidiese sufragar a los más de cien mil nicaragüenses exiliados; y hubiese militarizado la nación con más de treinta mil soldados que custodiaban las calles y amenazaban a los ciudadanos para que acudiesen a los centros electorales.

En medio de este clima de intimidación y terrorismo de Estado, se materializó la victoria de Daniel Ortega y Rosario Murillo: sin rivales de peso, sin competencia real, utilizando la convocatoria electoral como mera coartada para darse un barniz de legitimidad. El órgano electoral anunció, sin ningún rubor, que la asistencia a los centros de votación había sido 65%; una mentira gigantesca, porque los datos extraoficiales hablan de una participación cercana a solo 20%. Ortega obtuvo 75% de los votos, nada que sorprenda, y se quedó con 75 de los 90 diputados de la Asamblea Nacional, lo cual le permitirá seguir mandando sin ningún contrapeso institucional. 

Se entronizó el personalismo y el militarismo impuestos por el dúo Ortega-Murillo. Nicaragua entró al grupo de los regímenes hereditarios, aunque no sea una monarquía clásica. Pasó a formar parte del clan donde se encuentran Corea del Norte y Cuba. Pronto sabremos a quién Ortega designó sucesor, para los próximos comicios tendría ochenta años, si es que no decide permanecer engrapado al poder.

El reto que tienen frente a sí los sectores democráticos nicaragüenses es enorme. Parecido al que tuvo ese país cuando gobernaba la dinastía Somoza. Solo que ahora se trata de una oposición pacífica, que no practica la violencia, ni desea formar guerrillas, ni tomar por asalto el Palacio Nacional. Las posibilidades de coordinación en medio del ambiente de persecución y hostigamiento que vive, dificultan la tarea, pero es inevitable que realicen todos los esfuerzos y sacrificios necesarios para lograrlo, de lo contrario les espera que las sombras sigan extendiéndose. Los aliados internacionales de Ortega son los mismos de Nicolás Maduro: Rusia, Irán, Cuba.

La comunicad internacional democrática no reconoce los resultados electorales, pero solo actuará con firmeza si ve una oposición combativa y unida. De lo contrario, Nicaragua será abandonada. Tienen que sacar lecciones de lo que sucede en Venezuela.

Trino Márquez
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Venezuela

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: VIVIR CHAVISTAMENTE

No hay nada más ajeno a la venezolanidad que el chavismo, suprema explotación de la mentalidad aquella que admira la autodestructiva viveza criolla, es la materialización del “ponme donde hay”. Perdonen nuestra franqueza, pero es que a veces la indignación asalta a la mesura como un furioso caballo de troya.

La Venezuela del siglo XXI es la representación más fidedigna del famoso tango “Cambalache” del cual se desprende el siguiente texto aplicable a nuestro país: “Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, pretencioso estafador. Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor”.

Pero no termina allí, la letra continúa: “No hay aplaza'os, ¿qué va a haber? Ni escalafón, los inmorales nos han iguala'o, sí uno vive en la impostura y otro afana en su ambición. Da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón, qué falta de respeto, qué atropello a la razón. Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón (…)”

Este tango vivencial culmina así: “Si es lo mismo el que labura (trabaja) noche y día como un buey, que el que vive de las minas (mujeres), que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley”. Semejante descripción para ser una predicción de la Venezuela que hoy sobrevivimos.
Los que pudimos disfrutar la Venezuela del Siglo XX padecemos doblemente que aquellos que solo han visto la del Siglo XXI ¡Y si! resaltamos lo de “disfrutar” porque cualquier padecimiento o carencia que existía en la denominada IV República era ínfimo en comparación a los de esta Quinta República, cuya misión histórica ha sido empeorar los padecimientos de la “cuarta” y crear males muchísimos peores… hasta el agua y la gasolina hoy son un lujo, el voto no cambia nada.

Cada día transcurrido comprendemos mejor a quienes han tomado la dura decisión de emigrar, pero la respuesta es sencilla ¡es más duro quedarse! y ser protagonista de “Cambalache”. No enumeraremos los dolorosos problemas consabidos por todos. Nada sirve, todo empeora, no hay autoridad, los políticos distantes como nunca de los problemas reales del país, son parte del problema. Vivimos asediados por la violencia institucionalizada, por racionamientos, controles, bonos por afinidad partidista, hasta pretenden imponernos qué comer a través de bolsas de comida de quinta categoría… todo esto es vivir chavistamente.

Por sí fuera poco, algo también grave. Los medios de comunicación por igual forman parte del problema, prestándose para imponer matrices falsas, una Venezuela irreal donde los destructores aparecen como sus supuestos salvadores, nos referimos a ambos bandos; los del chavismo y las falsas oposiciones, por que no hay solo una. Son contados con los dedos de una mano los líderes opositores en que aún podemos cifrar esperanzas, pero con igual cantidad de dudas.

Toda esta mega conspiración contra los venezolanos, contra todo lo que históricamente es Venezuela, pretende imponer una “normalidad” que no es más que la imposición del modelo cubano, con elecciones absolutamente inconstitucionales, con los candidatos que el chavismo permite. Tratan hacernos creer la proliferación de kioscos de venta de chicha en un indicador de mejoría económica, que la hiperinflación desapareció amén de realizar la tercera conversión y entregarnos a las voraces fauces del dólar paralelo.

Para que Venezuela cambia debe ocurrir exactamente lo contrario a lo que hoy acontece, es decir: ciudadanos activos ejerciendo presión y una oposición real que imponga agenda.

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: DE LA DEMOCRACIA A LA DICTADURA

Referir el problema que trata la controvertida transición entre sistemas políticos enfrentados, es un debate que calificados politólogos han estudiado. No sólo apelando a los conflictos que de ello derivan. Sino también, a las causas que incitan tan aterradora transformación. Discutir tan seria complicación en la brevedad de este espacio periodístico, no sólo es un reto a las implicaciones que la teoría política discierne sobre situaciones de esa naturaleza. Es igualmente, un compromiso con quienes podrían interesarse en tener alguna claridad teórica sobre la magnitud de tan fatídica alteración.

Si bien la lectura del ensayo “De la dictadura a la democracia” (1993), elaborado por el profesor Gene Sharp, docente de Ciencias Políticas en la Universidad de Massachusetts, es un importante referente a dicho respecto, la revisión de la crisis política que arreció en Venezuela desde finales del siglo XX, es también un argumento indicativo de cómo una realidad política puede corromperse. Al extremo, que sus cimientos institucionales son capaces de degradarse por efecto de la mediocridad política de una población para la cual no ha habido razones que induzcan el accionamiento suficiente que pueda revertir el problema en cuestión.

Sería difícil contradecir que la degradación política que adquirió el perfil de una crisis de Estado, haya sido provocada por la forma de hacer política, al mejor estilo chauvinista de los caudillos que alcanzaron la magistratura nacional entrado el siglo XX. El rancio populismo practicado como “convite político”, dirigido a apoyar los procesos electorales que se dieron en Venezuela desde mediados del siglo XX, incitaron actitudes devenidas en hábitos que luego se fundieron en el pensamiento político del venezolano. Así como en sus hábitos de vida.

Incluso, el mismo nacimiento de la República, presumida como fundamento de la Venezuela “heroica” que muchos alabaron, tuvo serias desviaciones. Descarríos estos que incitaron prácticas políticas que terminaron en fatídicos eventos. De los mismos, está atiborrada la historia política del siglo decimonónico venezolano.

Es imposible dudar que Venezuela creció entre querellas, contradicciones y rivalidades surgidas del poder que se arrogaban militares y politiqueros de baja calaña. Pero que el sólo hecho que estuvieran ejerciendo la política desde cargos de dirección, hacía que sus decisiones se impusieran por encima de lo que se esperaba de la justicia, la libertad, y la igualdad. A pesar que dichos valores políticos, eran del uso propio del lenguaje político que servía de atractivo de las masas analfabetas hacia las cuales se dirigían las infundadas órdenes que le imprimían sentido obtuso al discurrir del entonces país.

Cabe afirmar que el siglo XX, fue epicentro de los problemas que gangrenaron al sistema político venezolano que, fundamentalmente, vino construyéndose con sumo esfuerzo desde la década de los cuarenta. No fue fácil por cuanto Venezuela vivió cruentos momentos que dieron a pique muchos de dichos esfuerzos.

La política venezolana a mediados del siglo XX

La política venezolana se batió entre dictaduras y precarias democracias cuyas lecciones poco fueron aprendidas. Otra vez los cuadros populistas que infectaron el ejercicio de la política, daban cuenta de sus intenciones bien ejecutadas.

Entre trancazos y zancadillas, el país logró presumir de un sistema político algo definido según el concepto de democracia emergido del pensamiento griego. El llamado Pacto de Punto Fijo, (Octubre 1958) pretendió ser una declaración de principios cuya exposición de motivos no contó con la fuerza necesaria para que dichos pronunciamientos acordados se convirtieran en políticas nacionales.

La época que siguió, fue suficiente para que comenzara a bombardear dicho acuerdo. Ya con la revolución cubana en la palestra, el país fue siendo instigado por el socialismo de fría ostentación. Sus efectos consiguieron, en una parte importante de la intelectualidad venezolana, el laboratorio necesario que luego incitó y canalizó rutas expeditas para enmarañar movimientos políticos que desvirtuaron el pensamiento y la cultura política de individuos ensañados contra el proyecto democrático que buscaba instituirse.

¿Por qué se estancó la democracia pretendida?

A finales de la década de los sesenta, Venezuela fue campo fértil para que el populismo hiciera de las suyas. La confusión barrió con el sentido de libertad y justicia que ostentaban funcionarios y dirigentes de los partidos que, en principio, se habían declarado protagonistas del Pacto de Punto Fijo.

Total, que el país se volvió un desconcierto político que incitó problemas por doquier. De toda índole y tamaño. El gobierno pareció no haber comprendido su papel de organizador, planificador y administrador del país bajo su responsabilidad. Mucho menos pareció entender lo que implicaba conducir el Estado. La ingobernabilidad cundió progresivamente en todos los estratos de la nación.

Se exageró el ejercicio de la política confundiéndose con el populismo bajo el cual se magnificó el proselitismo como criterio de gobierno. Se implantó un sistema de justicia tan desequilibrado, que se exasperó el papel represivo e intimidatorio hacia quienes discreparan de las medidas adoptadas por el régimen. Surgió la antipolítica como razón para cuestionar la labor política realizada por partidos y facciones políticas nacionales.

El siglo XXI en la política venezolana

Entrado el siglo XXI, fueron creándose las bases de una forjada legalidad mediante la cual comenzaba a actuar en perjuicio de libertades y derechos humanos. Así sucedía sin que dichas disposiciones pudieran ir ajustándose a lo que tipifica el concepto de “Estado democrático y social de Derecho y de Justicia”. Tal como lo aduce la Constitución de la República (1999) en el artículo segundo cuando declara la ruta sobre la cual transitaría el devenir político y jurídico de la nación. Pero ello fue mera “letra muerta”.

Esto permitió que gradualmente fuera fundamentándose la arbitrariedad, en conjunto con la mediocridad, que luego sirvió al régimen, en ejercicio del gobierno, de trinchera para acicalar la senda sobre la cual comenzarían a establecerse imposiciones que dieron “tranco franco” al proceso fraguado en la rivalidad entre sistemas políticos contrapuestos.

En consecuencia, el régimen alcanzó un nefasto ventajismo articulado sobre causales como la desinformación, la improvisación, el triunfalismo, la hegemonía, la arbitrariedad, el maniqueo, el cinismo, entre otras determinaciones, para cruzar la brecha que históricamente se ha tenido con base en modelos políticos, sociales y económicos contradichos. Entre un modelo de libertades y otro de obstrucciones.

En breves términos, todo esto ha llevado a que el país haya venido experimentando y padeciendo el impúdico brinco que ha hecho girar las realidades nacionales de la democracia a la dictadura.
Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

JUAN GUERRERO: PIRATAS, CORSARIOS, BUCANEROS Y FILIBUSTEROS

Por un malintencionado interés de lucro y tal vez por otros misterios, la cinematografía hollywoodense ha trucado la imagen maligna de eso generalizado como piratas, hasta convertirlos en personajes más bien bonachones, carismáticos y hasta bondadosos.

Todo lo contrario. Desde que el pirata, convertido en Sir Henry Morgan, fue reconocido por sus ‘servicios prestados’ a la corona inglesa, el imperio hispánico en América vio amenazada la seguridad de sus súbditos, sus territorios y su comercio. El imperio inglés, muy hábilmente, había declarado la guerra al reino de España, en 1655, enviando una flota de asalto para conquistar la isla La Española, pero con tan mala capacidad táctica, que fracasaron y debieron conformarse con un botín secundario, una isla que mencionaban solo por su madera y agua dulce, Jamaica.
En su momento, Morgan logró del gobernador de Jamaica, Modyford, autorización (patente de corso) para sus ‘travesías oficiales’ contra las naves del imperio hispánico, logrando que su nombre cobrara fama y gloria.

Fue Morgan (detrás de él el propio imperio inglés) quien convirtió a Port Royal, en Jamaica, en la ciudad más corrupta del mundo, guarida de malhechores, rufianes y criminales del siglo XVII. En esa ciudad y la isla Tortuga, se concentraba el mayor ejército de mercenarios al servicio de los imperios que le disputaban los legítimos territorios del Nuevo Mundo al reino español, que, desde los días de Colón, a finales del siglo XV, había descubierto lo que se llamaba, América.

Frente a tal desventaja jurídica los imperios rivales fueron generando estrategias para lograr hacerse con tierras en el Nuevo Mundo. Entre Holanda, Francia, Portugal e Inglaterra, el imperio hispánico fue despojado de gran parte de sus territorios por la participación de estos personajes, piratas, como se les denomina generalmente, que se dedicaron a merodear por todas las islas del Caribe y gran parte de las nuevas ciudades y pueblos de la costa.

Morgan fue el heredero del liderazgo que mantuvo por varios años, Edward Mansfield, y junto con otros piratas, corsarios, filibusteros y bucaneros, formó una compañía en Port Royal, contando con la aprobación del gobernador y, por supuesto, de la corona inglesa.

Así, el pirata Morgan, con patente de corso, se dedicó por años a hostigar, asaltar, saquear, violar, asesinar y sembrar el terror por todo el Caribe. Sus incursiones por centros poblados, como Puerto Príncipe (hoy Camagüey, en Cuba), Portobelo (hoy Panamá) y la costa atlántica de Costa Rica, resultan de una violencia estremecedora. Igual ocurrió con su incursión en la ciudad de Nueva Núremberg de Maracaibo, en 1669, que le llevó incluso, hasta el sur del lago, en Gibraltar. Con cerca de 15 navíos y poco más de 600 piratas, asaltaron la ciudad del sol amada. Los destrozos fueron incalculables. El terror causado, así como las violaciones a mujeres, asesinatos, torturas e incendio de la ciudad, hizo que los pobladores huyeran a los bosques. De esa incursión quedó en el recuerdo una voz, ‘muérgano’, como derivación del apellido de semejante rufián, hijo legítimo del infierno y allegado y protegido del imperio inglés enemigo.

En su libro de memorias, Los piratas de América, el médico y pirata francés, Esquemelin, narra y describe los pormenores de los principales piratas, entre ellos Morgan. Es casi una biografía de quien supo aprovecharse de las circunstancias para terminar sus años, convertido en noble de la corona inglesa y rico terrateniente en la colonia de Jamaica, cultivando caña y mejorando el precario jugo fermentado que usaban sus hermanos bucaneros en las largas travesías por el Caribe, para saciar la sed y evitar ingerir la maloliente agua potable descompuesta, combinada con la salinidad en los barriles de madera. Así, su conocido ‘Killdevil’ (mata diablo), o ‘Rum bullion’, del antiguo destilado africano, llamado ‘tafia’, fue refinándose hasta lograr, en los alambiques de Jamaica, Barbados y otras islas, fama en Europa y entre los hacendados y nuevos potentados en las tierras de esta parte del mundo.

No fue nada hermoso ni menos épico, la vida ni la historia de estos desalmados hombres, criminales y saqueadores, piratas que sometieron a la tortura, empalamiento, y desollaron vivos a miles de pobladores de los pueblos que comenzaban a florecer en las provincias de la Américahispánica.

Los piratas, como ‘sir’ Henry Morgan, nunca fueron nada románticos ni mucho menos benefactores. Eran pura y simplemente criminales de la mar océano.

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com
@camilodeasis
@camilodeasis1
Venezuela