jueves, 28 de mayo de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, VIERNES 29/05/2020

ANA MARÍA MATUTE, MIS AMIGOS DE CANTV

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 6 minutos
Si para algo sirven los jerarcas del régimen es para contar chistes. Chávez era muy bueno en eso. Si alguien lo hubiera llevado para un programa como Sábado Sensacional, hubiera sido un éxito y nos hubiéramos ahorrado demasiadas muertes. El nuevo cuento es que van a poner antenas satelitales para controlar la venta de gasolina iraní en las estaciones de servicio. No hay nada mejor que la risa para conjurar los efectos de la quimioterapia, y por eso estoy gozando a pesar de que el régimen lo que quiere es mantenerme jodida. Pueden poner todas las antenas que quieran, pero que transm... más »

TRINO MÁRQUEZ, 5 SÍMBOLOS DEL FRACASO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 13 minutos
El ingreso de los cinco tanqueros iraníes al país, representa el fracaso rotundo del régimen en la conducción de la industria petrolera desde que asumieron el poder en aquel lejano y trágico febrero de 1999. Nicolás Maduro intenta mostrar el arribo de esos barcos como un éxito de la diplomacia. Tal pretensión constituye un fraude. Venezuela tuvo algunas de las refinerías más grandes y eficientes del planeta. Amuay, Cardón, El Palito y el Complejo Refinador de Paraguaná constituían un modelo de eficiencia. En conjunto, las refinerías producían más de un millón de barriles de gasolin... más »

RICHARD CASANOVA, ¿QUÉ HAY DETRÁS DEL CASO DE VLADIMIR VILLEGAS?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 20 minutos
Después de la salida de Vladimir Villegas de Globovisión se han producido al menos tres reacciones: unos han querido convertirlo en una víctima del gobierno, casi un mártir de la oposición y levantan las banderas de los principios que en otras oportunidades no izaron y más bien mantuvieron un silencio cómplice ante las arbitrariedades del régimen. Otros, en particular la oposición más radical, lo han deshuesado, lo acusan de chavista encapillado, infiltrado, traidor, enchufado, testaferro de Gorrín y más. No sólo justifican la expulsión de Globovisión sino que la aplauden. Sin duda... más »

FERNANDO MIRES, LA ECONOMÍA DEL SACRIFICIO, POLÍTICA Y CULTURA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 28 minutos
1. Prefiero morir de covid-19 que de hambre. Al leer esa pancarta chilena sentí un escalofrío. Fue lema en las demostraciones de La Pintana y Puente Alto, dos comunas con predominio de personas de bajos ingresos. Allí el bicho picó fuerte. No obstante, pasado el efecto del impacto y observando con más detención al video, pude percibir que los manifestantes se expresaban más o menos con el mismo estilo, disposición y griterío de los llamados estallidos de octubre de 1919. La pandemia es la continuación del estallido bajo otras formas habría dicho Clausewitz si hubiese sido chileno.... más »

ALFREDO M. CEPERO, ¿POR QUÉ LOS PUEBLOS COMETEN SUICIDIO?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 32 minutos
En mi opinión, el mejor antídoto contra el suicidio de cualquier pueblo es crear ciudadanos que tengan el coraje de confrontar los mitos, el sentido común de cuestionar las nuevas ideas y la capacidad de pensar por sí mismos. En esto cuento con el aval de aquel iluminado que fue José Martí, quién dijo: "Creen hombres quien quiera pueblos". Una pregunta difícil de contestar pero digna de tomar en consideración porque una respuesta acertada impactaría la felicidad y la prosperidad de muchas personas. Una incógnita que se remonta a los primeros pasos del hombre sobre la Tierra. ¿Por ... más »

GABRIEL BORAGINA, ¿PARA QUÉ SIRVEN LOS IMPUESTOS?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 42 minutos
"…los totalitarismos no tienen mejor instrumento de opresión a su alcance que el régimen tributario, pues al arrancar de manos del que posee algo que es fruto de su sudor y de su esfuerzo, su color de tributo fiscal, introduce la amargura y la violencia que hacen germinar, casi siempre, el áspero fruto de la revolución."[1] Plausible reflexión, ya que, ¿qué otra cosa que el “arrancar de manos del que posee algo que es fruto de su sudor y de su esfuerzo" es el tributo fiscal? El impuesto es eso mismo, y su naturaleza no cambia, sea que se lo aplique en un régimen totalitario o en ot... más »

LUIS BELTRÁN GUERRA: RÓMULO BETANCOURT,

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Alguien se habrá preguntado qué hubiese escrito Tito Livio en lo concerniente a Rómulo, pero no el amamantado por una loba en la mitología griega. Por el contrario, a uno de los luchadores más exitosos en la construcción de la democracia en el continente. La Venezuela que edificó, hoy no existe. Las ejecutorias de este “titán” exhiben preparación, laboriosidad, coraje y una alta dosis de jefatura y pragmatismo. Al convencerme de que el viaje a Tierra Santa sería largo, me propuse conversarles de sus ejecutorias, comenzando con el “compromiso explícito y solemne”, firmado en Barran... más »

LUIS MANUEL AGUANA, DERROCAR ES CONSTITUCIONAL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Con el sugestivo título que encabeza esta nota, la Dra. Carmen Cecilia Pérez, conductora del programa “Políticamente hablando” que se transmite desde Nueva York a través de YouTube por el canal CaracasTVInternacional (ver Caracas TV Internacional, en https://youtu.be/AT6Y6KGcry0), comenzó una importante campaña en las redes sociales que inició con una extraordinaria entrevista a la Dra. Blanca Rosa Mármol de León (ver Políticamente Hablando, 26/mayo/2020, Entrevista a la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, en https://youtu.be/cxx3xk83bg4) que explica en preciso detalle jurídico el por... más »

HUMBERTO J. MARCANO R. PEDRO JOSÉ CAMEJO. TENIENTE DEL ARMA DE CABALLERÍA, REFLEXIONES DEMOCRÁTICAS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
El teniente del arma de caballería Pedro Camejo, históricamente conocido como “El negro primero”, lo cual en realidad no fue un apodo, era un título otorgado por sus compañeros, del cual se sentía orgulloso, ganado en los campos de batalla, ya que en el momento de entrar en combate, no aceptaba que nadie se le pusiera por delante, solía constantemente repetir esta frase, “por delante de mí en combate, solo la cabeza de mi caballo”, Pedro Camejo, fue un humilde soldado de la gesta libertaria independentista, nació esclavo en los llanos venezolanos, esclavo y... más »

ANA MARÍA MATUTE, MIS AMIGOS DE CANTV

Si para algo sirven los jerarcas del régimen es para contar chistes. Chávez era muy bueno en eso. Si alguien lo hubiera llevado para un programa como Sábado Sensacional, hubiera sido un éxito y nos hubiéramos ahorrado demasiadas muertes.

El nuevo cuento es que van a poner antenas satelitales para controlar la venta de gasolina iraní en las estaciones de servicio. No hay nada mejor que la risa para conjurar los efectos de la quimioterapia, y por eso estoy gozando a pesar de que el régimen lo que quiere es mantenerme jodida.

Pueden poner todas las antenas que quieran, pero que transmitan algo es otro asunto. Si dependen del satélite Simón Bolívar, pues ya sabemos lo que puede pasar. Y si pretenden conectarse por Internet, los espero en la bajadita.

II

Todo lo que dicen los jerarcas son idioteces. El detalle es que a veces les salen bien, como el objetivo de mantenernos incomunicados. Y pensar que llegué a quejarme de un servicio de reporte de averías al que uno llamaba y le atendía un operador que lo acompañaba a hacer las pruebas del equipo.

Ahora ni siquiera responden. No hay manera de ponerse en contacto con nadie en Cantv y se hacen los locos si uno hace un reclamo por las redes sociales.

Muchos dirán que no debería quejarme, que tengo más de lo que muchos tienen ahora. Créanme, pienso en eso todo el tiempo y agradezco. Sobre todo a los amigos y allegados que han colaborado conmigo para que yo pueda ponerme mi tratamiento sin angustias y sin esperar que el régimen le dé la gana de dármelo.

Pero igual me siento maniatada. No puedo comunicarme con nadie. No tengo teléfono fijo desde hace un año y ahora no tengo Internet, el único recurso válido que necesito para ganarme la vida. Pero no puedo esperar que @ContactoCantv responda y arregle la avería que me afecta, porque supongo que así hay miles de venezolanos.

III

Así que los que están preocupados por las amenazas que lanzan a diestra y siniestra los jefes del régimen, no les hagan caso. No son capaces de implementar un sistema que limite la compra de gasolina simplemente porque acabaron con las comunicaciones del país.

Pasará como con la temprana cuarentena decretada en marzo para ocultar la falta de combustible. Usarán todo lo que tengan a su alcance para disfrazar su ineptitud y su inequidad a la hora de repartir la poca gasolina que compraron.

Y a mis amigos de @ContactoCantv, no se preocupen, que así sea con señales de humo seguiré escribiendo y exigiendo mis derechos.

Ana María Matute
amatute@el-nacional.com
@anammatute
@ElNacionalWeb

TRINO MÁRQUEZ, 5 SÍMBOLOS DEL FRACASO

El ingreso de los cinco tanqueros iraníes al país, representa el fracaso rotundo del régimen en la conducción de la industria petrolera desde que asumieron el poder en aquel lejano y trágico febrero de 1999. Nicolás Maduro intenta mostrar el arribo de esos barcos como un éxito de la diplomacia. Tal pretensión constituye un fraude. Venezuela tuvo algunas de las refinerías más grandes y eficientes del planeta. Amuay, Cardón, El Palito y el Complejo Refinador de Paraguaná constituían un modelo de eficiencia. En conjunto, las refinerías producían más de un millón de barriles de gasolina al día, suficiente cantidad para abastecer el mercado interno y exportar a los países vecinos. Ese volumen permitía mantener el precio del combustible muy por debajo de los estándares internacionales. 

Ahora, esa gasolina barata que antes se producía con petróleo venezolano en tierras venezolanas, hay que importarla, a un costo sideral, de una nación situada al sur de Asia, entre el mar Caspio y el golfo Pérsico,  a miles de kilómetros de distancia de Venezuela. Maduro argumenta que la escasez se debe a las sanciones norteamericanas. Puras mentiras. Lo más paradójico y trágico de la situación es que Irán carga con sanciones internacionales en el área petrolera, gasífera y petroquímica desde hace más de cuarenta años.  

Luego del triunfo de la Revolución Islámica en 1979, las primeras penalizaciones fueron aplicadas por Estados Unidos, país que acusó a la nación persa de fomentar la formación de grupos terroristas que atentaran contra el Estado de Israel. En 1981, en el marco de los Acuerdos de Argel, suscritos para reducir las tensiones entre ambas naciones, los castigos se suavizaron. Pero, en 1987, con Ronald Reagan en la presidencia, los conflictos volvieron a escalar, al igual que las condenas. Más tarde, cuando se comprobó que los iraníes estaban trabajando en el enriquecimiento de uranio para fabricar armas atómicas, la Unión Europea se sumó al cerco. Los ayatolas dijeron que se trataba de calumnias. Que el gobierno persa solo estaba interesado en piadosos fines civiles como mejorar  la energía eléctrica y fomentar el desarrollo de la medicina.  

Si un país que ha estado asediado durante cuatro décadas por buena para del mundo democrático, posee gasolina y mejoradores para refinar el petróleo, carece de sustento el argumento tan cacareado por el régimen, según el cual la falta de combustible se debe a las recientes sanciones norteamericanas.  

Otro aspecto del tema se relaciona con el giro estratégico dado por la nomenclatura chavista. Nicolás Maduro ha insistido en que de por medio solo existe un acuerdo comercial normal entre dos naciones amigas, una de las cuales posee en abundancia un recurso que la otra necesita. Visto el asunto desde esa perspectiva, da la impresión de que se trata de un simple acto de compra-venta que tiene como escenario el mercado internacional. Una relación entre un oferente y un demandante, en la cual no debe interferir ningún tercero.  Sin embargo, el problema no puede despacharse de forma tan sencilla.  

En este caso no se reduce a una alianza desventajosa con los chulos de la tiranía cubana; o de asociaciones económicas leoninas con los pragmáticos chinos; ni siquiera, de convenios desiguales con el señor Vladimir Putin. Frente a esos escenarios, el gobierno norteamericano no ha pasado de mostrar su enorme desagrado y aplicar unas restricciones que no han provocado los resultados  esperados. Maduro ha sobrevivido serpenteando los obstáculos.  Ahora el conflicto toma un curso diferente. En la actualidad se trata de que el gobierno de Maduro está tejiendo nexos demasiado estrechos con un Estado acusado de fomentar el terrorismo a escala internacional y de apadrinar grupos antinorteamericanos y antisemitas tan agresivos y destructivos como Hezbollah, la Yihad Islámica y Hamas. Esos vínculos con la teocracia iraní, tan ávida de expandirse por el planeta,  coloca el conflicto de Venezuela en una nueva dimensión.     

En Estados Unidos los republicanos y los demócratas difieren en casi todos los puntos que forman parte de la agenda nacional: desde cuál debe ser  la orientación del presupuesto nacional hasta cómo actuar frente a la pandemia del Covid-19. Dentro de la  opinión pública ocurre lo mismo. No existen acuerdos  unánimes, ni siquiera amplios, en torno al matrimonio entre parejas del mismo sexo o a cómo actuar frente al número creciente de emigrantes. No obstante, hay un aspecto en el que todos los norteamericanos están de acuerdo: preservar la seguridad nacional; no tolerar ninguna amenaza que  arriesgue su integridad. Cuando la seguridad nacional se ve en entredicho el país reacciona de forma cohesionada. 

El giro dado por Maduro tensó la cuerda. Cuesta creer que los clérigos fundamentalistas chiitas -en permanente competencia con sus eternos rivales, los clérigos sunitas, para ver cuál de los dos grupos crece más alrededor del globo terráqueo- vean a Venezuela como una simple oportunidad comercial. Hay que observar cómo evoluciona la relación entre el gobierno izquierdista de Caracas y la teocracia de Irán. Conviene estar alertas y muy preocupados. El régimen pasó a jugar en una liga peligrosa. 

Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc

RICHARD CASANOVA, ¿QUÉ HAY DETRÁS DEL CASO DE VLADIMIR VILLEGAS?

Después de la salida de Vladimir Villegas de Globovisión se han producido al menos tres reacciones: unos han querido convertirlo en una víctima del gobierno, casi un mártir de la oposición y levantan las banderas de los principios que en otras oportunidades no izaron y más bien mantuvieron un silencio cómplice ante las arbitrariedades del régimen. Otros, en particular la oposición más radical, lo han deshuesado, lo acusan de chavista encapillado, infiltrado, traidor, enchufado, testaferro de Gorrín y más. No sólo justifican la expulsión de Globovisión sino que la aplauden. Sin duda, ambas posturas son un exceso.

Y finalmente hay un sector muy amplio que ha mantenido la distancia, una actitud prudente. Saben que -como dijo el mismo involucrado- salió "por presiones del gobierno" y aunque no celebran los abusos, sienten que hay algo que no está claro. Además no perciben a la supuesta víctima como un opositor auténtico y comprometido. Sobran las razones para dudar y todo el mundo tiene derecho a ello. Con relación a las verdaderas razones de la salida de Vladimir Villegas circulan en los predios políticos dos hipótesis. Pero antes de exponerlas, conviene delimitar el contexto y responderse a sí mismo varias preguntas. Veamos...

Últimamente a ese programa solo es invitado el chavismo, también una oposición laxa, timorata; y por supuesto, los falsos opositores que todo el mundo conoce y repudia. Por ejemplo, uno de sus últimos entrevistados fue Enrique Ochoa Antich, quien interpuso un recurso ante el TSJ de Maduro en contra de la Asamblea Nacional legítima. Es decir, a favor de asamblea chimba y gobiernera que preside Luis Parra. Y así por el estilo, ha entrevistado a los llamados diputados CLAP y a otros "opositores" brinca-talanqueras. Y claro, no podían faltar algunas figuras prominentes de esa vergüenza nacional que llaman "la mesita". Entonces ¿Qué pudo haber molestado tanto a Maduro como para tomar esa decisión? Nada! El periodista Villegas fue muy cuidadoso y siempre se portó muy bien.

Con ese antecedente, tiene razón la gente en sentir que algo huele mal. Al menos, no se puede comparar la supuesta presión ejercida para sacar a Vladimir Villegas con la larga lista de tropelías y abusos contra la libertad de expresión, cometidas -por cierto- con la participación de su hermano Ernesto Villegas, hasta hace poco Ministro de Comunicaciones del régimen y aun un encumbrado burócrata de la dictadura. ¿Dónde estaban entonces los que hoy levantan su voz contra la injusticia? El silencio de su propio hermano le otorga la razón a esa mayoría opositora que mira de reojo la situación e intuye que hay gato encerrado.

En fin, para terminar con el contexto, vale recordar que Vladimir y Nicolás son amigos y estudiaron juntos bachillerato. Con más razón, surgen dudas en torno a la motivación de esa "decisión". Y las comillas caben porque de verdad, no hubo decisión alguna. Según el propio Villegas, salió "por presiones del gobierno de Maduro". En el peor de los casos, la decisión fue de su amigo Raúl Gorrín, quien cedió a la presión sin pelear. Siendo así, muchos se preguntan ¿por qué yo voy a hacer un alharaca si un empresario abiertamente vinculado al régimen, presuntamente cede a la presión y decide cortarle el cuello a su camarada, amigo, socio, empleado o lo que fuera?

Es aquí donde entra la primera hipótesis, según la cual el episodio es realmente un conflicto interno del chavismo, entre el madurismo y el ala que dirige Raúl Gorrín, quien se ha convertido dentro del oficialismo en un factor, no sólo económico. Algunos le agregan que en este conflicto subyacen intereses crematísticos entre socios incómodos, molestias por un mal reparto o conflictos típicos entre el testaferro y el mandón. Naturalmente, con un gobierno tan corrupto a nadie le extrañaría. Sin embargo, por ahora es mera especulación y no nos hacemos eco de ella. Simplemente se comenta a título de inventario.

En esta hipótesis, Maduro actuó para cerrar un espacio televisivo que estaba siendo utilizado -no a favor de la oposición- sino para fortalecer a grupos internos dentro del chavismo que lo adversan y a otros en la periferia que medran del poder. Si ese fuera el caso, es de suponer que el dueño de Globovisión decidió no jugar duro en esta partida y sacrificar un peón en este borrascoso ajedrez.

La otra hipótesis advierte que la salida de Vladimir Villegas es una jugada fríamente calculada del régimen con varios objetivos: 1) Lavar la cara del periodista para intentar colarlo al CNE como una ficha opositora. 2) Aprovechar la coyuntura compleja de la oposición para introducir un ingrediente de disociación que -no sólo genere controversia- sino que sirva como pote de humo justo cuando la gente responsabiliza al gobierno de la salida de DirecTV y el show de la gasolina iraní no les funcionó como esperaban. Y 3) Intentar fortalecer a un sector que sostiene una retórica opositora pero viene trabajando para dividir a las fuerzas democráticas, debilitar a la legítima Asamblea Nacional y sembrar desaliento con su crítica permanente e infundada. Me refiero a esos sectores que tienen tiempo haciéndole comparsa al régimen y que yo he llamado "la oposición proxeneta".

En conclusión, sea una hipótesis u otra, lo menos que se ve es una violación a la libertad de expresión y en todo caso, aunque no se justifica una actitud caníbal contra el periodista Vladimir Villegas, la gente tiene razón a abrigar dudas sobre la real motivación de la "decisión". Mi recomendación es que pasemos la página y nos ocupemos de lo verdaderamente relevante: la tragedia que sufre la inmensa mayoría del pueblo venezolano y lo que debemos hacer para salir de esta pesadilla.

Richard Casanova
richcasanova@gmail.com
@richcasanova

(*) Dirigente progresista / PJ / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Venezuela,

FERNANDO MIRES, LA ECONOMÍA DEL SACRIFICIO, POLÍTICA Y CULTURA

1.

Prefiero morir de covid-19 que de hambre. Al leer esa pancarta chilena sentí un escalofrío. Fue lema en las demostraciones de La Pintana y Puente Alto, dos comunas con predominio de personas de bajos ingresos. Allí el bicho picó fuerte. No obstante, pasado el efecto del impacto y observando con más detención al video, pude percibir que los manifestantes se expresaban más o menos con el mismo estilo, disposición y griterío de los llamados estallidos de octubre de 1919.

La pandemia es la continuación del estallido bajo otras formas habría dicho Clausewitz si hubiese sido chileno. Fuertes insultos en contra del presidente Piñera, rostros aparentemente iracundos, puños cerrados y en alto, todo en modo comunacho.

La pancarta te ponía entre dos alternativas: o te mueres contaminado o de hambre. En el fondo, nada original. A los chilenos gusta la palabra muerte. No por casualidad somos el país con más alta tasa de suicidios del continente (en algo hay que distinguirse pues). Sobre todo si la muerte anda rondando y no deja otra alternativa que vencer o morir. O tú me das lo que te exijo, o me muero. Dilema muy irreal por lo demás.

Entre morir de hambre o de covid 19 hay una paleta de posibilidades. Por otra parte, no hay seguridad de que todos estén convencidos de que entre morir de modo coronario a de raquitismo hay que elegir lo primero. Porque eso de perecer intubado o agonizar boca abajo es una tortura dantesca, por no decir pinochetista. En esas condiciones quizás algunos prefieran morir de hambre. No había razón entonces para impactarse tanto con la pancarta. Pero de pegar, pega. Y pega duro.

Continuando con el video pude darme cuenta que no todos los manifestantes protestaban por la mala distribución de alimentos. Otros lo hacían en contra del paro de la producción y del comercio, del cierre de fabricas y de los consecuentes despidos ocupacionales. Y por supuesto, no faltaban los que simplemente protestaban en contra de las medidas de protección. En fin, como habría dicho Ernesto Laclau, un compendio de demandas inequivalentes articuladas bajo un significante vacío. El significante vacío es ese odio (sí, odio) que despierta Piñera entre distintos sectores de la sociedad chilena (no sólo entre los más pobres)

No es el lugar para causalizar ese odio. O porque es millonario, o porque todo lo que dice le sale mal (en tono falsete), o porque es pesado de sangre, o qué se yo. El hecho es que ni entre los suyos es querido o por lo menos, respetado. Su autoridad, cuando la ejerce, deviene del cargo, no de su persona. En fin, la manifestación chilena no parecía ser sino una clásica reacción tercermundista donde las adhesiones personales suelen ser más fuertes que las políticas o las ideológicas, en un país también tercermundista que durante un tiempo padeció de ínfulas primermundistas.

¿O no? Tal vez no. Parece que no es todo así.

2.

Una impresión diferente obtuve cuando llegó el momento de observar las reacciones públicas que han despertado en Alemania las medidas de protección recomendadas por el gobierno de Ángela Merkel. Un gobierno que a escala mundial figura como modelo de sabiduría y prudencia, sobre todo si es comparado con el de mandatarios como Johnson en Inglaterra o Sánchez en España. O con Trump, quien al intentar minimizar la grave enfermedad solo puede encontrar su parangón en el irresponsable Jair Bolsonaro.

Cierto es que la mayoría de los ciudadanos alemanes han seguido las instrucciones del gobierno con disciplina. Pero a la vez, aunque parezca sorprendente, en pocos países es posible computar tantas protestas masivas en contra del gobierno. Una paradoja. Aunque la explicación no es tan compleja. En Alemania, los dos extremos, los protofascistas de Afd (Alternativa por Alemania) y Die Linke (la izquierda) han llegado a un acuerdo tácito (no explícito): protestar en conjunto en contra de Merkel.

Las imágenes televisivas hay que tomarlas en serio. En Berlín y otras ciudades los manifestantes suman miles. Difícil es saber quienes son de extrema izquierda y quienes de extrema derecha. Si se diferencian en algo es por la indumentaria. Los de derecha prefieren colores oscuros, los de izquierda, más bien chillones. Pero los gritos son los mismos. Pocas veces la conocida frase “los extremos se tocan” ha alcanzado mayor verosimilitud pues los manifestantes, desafiando a la regla de la distancia física, se “tocan” de verdad.

Algunas pancartas son ingeniosas y hasta sorprendentes: “Devuélvannos la libertad” “Me han robado mi primavera”. Otras son radicales: “Vivimos bajo la dictadura de los virólogos” hasta llegar a las conspirativas: “Covid-19 es una invención de Bill Gates” y otras parecidas. Todo eso podría pasar al ítem de los acontecimientos exóticos que ha originado la pandemia. No obstante, la impresión es que los manifestantes expresan un malestar muy difundido. Esos grupos no han inventado ese malestar, pero sí intentan, a su manera, politizarlo. Y, gracias a la inmensa – y sospechosa- cobertura de la prensa, lo están consiguiendo.

En pocas palabras, lo que ambos extremos de la política alemana han captado, es la dimensión social de la crisis pandémica. Una muy heterogénea. Desde las familias que no se soportan en sus departamentos, pasando por quienes ven sus puestos de trabajo amenazados, hasta llegar a los grandes comerciantes, a la industrias gastronómicas y turísticas y a los cientos de ramas empresariales sometidas a receso temporario.

Dicho sin el patetismo de los manifestantes chilenos, son cada vez más los ciudadanos alemanes que prefieren arriesgar y enfermarse con el virus a tener que soportar la inseguridad de un descenso social, las inevitables desventajas económicas, las desocupaciones masivas, o simplemente, cambiar de modo de vida. La presión ejercida en contra de Merkel es enorme.

Merkel no da su brazo a torcer. Está cien por ciento convencida de que un relajo en las medidas impuestas puede llevar a una segunda ola pandémica. Ha dicho que más vale esperar unas semanas. Pero no puede pasar por alto el carácter federal de la nación. Al fin, confiando en la inteligencia de los ministros presidentes, ha cedido a ellos la toma de iniciativas destinadas a controlar los efectos de la crisis.

Todo parecía marchar bien, hasta que estalló la rebelión de Ramalow, en Turingia

Bodo Ramalow, miembro de la Linke, ministro-presidente gracias a votos socialcristianos, puso la nota alta. Decidió suprimir todas las medidas de protección, conservando solo una, el uso de la mascarilla, vale decir, la que se encuentra en un muy tercero lugar después de la distancia física y del lavado de manos.

El oportunista ministro-presidente pensó seguramente que había llegado su momento de gloria. De hecho, con su desobediencia – no solo a Merkel sino al consenso establecido por los demás ministros-presidentes - perseguía tres propósitos. Primero, conquistar adhesiones en el creciente público que prefiere enfermarse a cambiar su modo de vida (sobre todo las vacaciones que para muchos son sagradas) Segundo, hacer una zancadilla a Merkel y lesionar su imagen de líder europea en contra de la pandemia. Y tercero, el más decisivo, recibir el apoyo de los principales grupos económicos de Turingia ¡Qué mejor!

3.

La gran mayoría de los gobiernos regionales y de los partidos políticos, con excepción de AfD, se pronunció en contra de Ramalow quien hubo de pasar a la defensiva aduciendo haber sido “mal interpretado” (imposible, fue demasiado claro). Sin embargo, Ramalow no puede cantar derrota. Lentamente los gobiernos regionales comienzan a hacer suya, en contra de la opinión de Merkel y de los institutos de virología, la tesis de Ramalow, pero expresada de modo más civilizado. La tesis dice así: la desescalización se irá realizando paso a paso, en tanto no aumente el número de contagiados. Suena bien. Pero hay un detalle: ¿qué quiere decir “no aumente”? Ahí esta el problema: No quiere decir que la curva baje sino que se mantenga “aplanada” y eso a su vez quiere decir, en la medida de que el número de personas contagiadas y muertas, que de hecho es muy alto, no siga subiendo. En claro idioma: la pronta estabilización de la economía pasa por aceptar una cantidad “razonable” de muertos.

Frente a la crisis pandémica hay dos alternativas. Una es la del gobierno Merkel: prolongar las medidas restrictivas hasta que el peligro de contagio sea reducido al mínimo. La otra es la de la economía: mantener un equilibrio entre la curva de ascenso de la mortalidad y la curva de crecimiento económico. Esa es la posición que en estos momentos prevalece. La recuperación inmediata de la economía pasa inevitablemente por el sacrificio de vidas humanas, sobre todo la de personas debilitadas por enfermedades crónicas, no todos ancianos. Como dijo con brutalidad un alcalde del Partido Verde: “Al fin y al cabo. los viejos van a morir pronto”. Su brutalidad le costó el puesto, pero todos sabemos que si bien pocos se atreven a decirlo públicamente, esa es la opinión de gan parte de la ciudadanía.

Entre la pancarta chilena “prefiero morir de covid-19 a morir de hambre” y la tesis predominante en la política y en la economía alemana, “preferimos una determinada cantidad de personas muertas a tener que bajar nuestro nivel de vida”, hay una innegable relación de parentezco. Ambas ponen la razón económica por sobre la razón de la vida. La economía de nuestro tiempo continúa siendo sacrificial.

He escrito “continúa”, y me explico: en estos días pandémicos he estado leyendo los libros de Yubal Harari. En su magnífico Sapiens, Harari hace una detallada descripción de la economía de los pueblos cazadores-recolectores. Tanto en la caza como en la recolección, los seres discapacitados, los viejos y los heridos, eran un obstáculo y por eso mismo debían ser sacrificados. Ahora bien, la crisis pandémica ha demostrado que si bien ya no somos recolectores ni cazadores, la lógica económica de nuestro tiempo no está tan alejada de la de nuestros antepasados más originarios. En situaciones límites la sociedad moderna, pese a todos los adelantos tecnológicos y digitales, vuelve a sus inicios sacrificiales. Probablemente tenía razón Nietzsche cuando afirmó que el humano todavía no ha salido de su pre-historia.

Lo aquí escrito – entiéndase bien – no debe ser tomado como crítica, ni social ni cultural. Es solo una constatación. Nada más.

Fernando Mires
mires.fernando5@gmail.com
@FernandoMires1
Alemania-Chile
https://polisfmires.blogspot.com/2020/05/fernando-mires-la-economia-del.html

ALFREDO M. CEPERO, ¿POR QUÉ LOS PUEBLOS COMETEN SUICIDIO?


En mi opinión, el mejor antídoto contra el suicidio de cualquier pueblo es crear ciudadanos que tengan el coraje de confrontar los mitos, el sentido común de cuestionar las nuevas ideas y la capacidad de pensar por sí mismos. En esto cuento con el aval de aquel iluminado que fue José Martí, quién dijo: "Creen hombres quien quiera pueblos".


Una pregunta difícil de contestar pero digna de tomar en consideración porque una respuesta acertada impactaría la felicidad y la prosperidad de muchas personas. Una incógnita que se remonta a los primeros pasos del hombre sobre la Tierra. ¿Por qué se dejó Eva cautivar por la serpiente para que desobedeciera el mandato divino de no comer la fruta prohibida?  ¿Por qué se dejó Adán seducir por Eva para que comiera la manzana que lo condenó a él y a su descendencia al destierro y al sufrimiento? Dos preguntas para las que nadie, que yo sepa, ha proporcionado una respuesta satisfactoria; pero que demuestran la gigantesca incógnita que es el hombre.

Y, hablando de incógnita, el francés Alexis Carrel, en su muy difundida obra "La Incógnita del Hombre", ensayó una respuesta cuando dijo: " El hombre que conocen los especialistas no es pues el hombre concreto. El hombre real no es más que un esquema compuesto con esquemas construidos por las técnicas de cada ciencia. Es, a la vez, el cadáver disecado por los anatomistas, la conciencia que observan los psicólogos y los amos de la vida espiritual, y la personalidad que la introspección revela en cada uno de nosotros".

Al mismo tiempo, el ser humano no siempre sabe discernir conforme a la razón y por esa causa no aprende de la experiencia y vuelve a equivocarse en una situación semejante. Si a eso sumamos la fatídica mezcla de la ignorancia con la arrogancia nos encontramos con que, combinando dos refranes, podemos decir que: "El hombre es el único animal que no aprende por cabeza ajena y que tropieza dos veces en la misma piedra". En nuestra América hay ejemplos de pueblos que se creyeron inmunes al virus del comunismo y hoy sufren opresión y miseria bajo la bota de la tiranía cubana.

Otro francés, Gustavo LeBon, en su libro "Psicología de las Multitudes", afirma: "La masa es más que la simple adición de los individuos que la componen y es siempre intelectualmente inferior al hombre aislado". Por otra parte, el anonimato del que disfrutan como parte de un grupo numeroso, produce en sus integrantes un sentimiento de impunidad que los impulsa a una conducta belicosa y destructiva.

Por ejemplo, la masa criminal que asesinó, el 14 de julio de 1789, a Launay, gobernador de la Bastilla, estaba compuesta por honrados tenderos, boticarios y artesanos. Lo mismo puede decirse de la noche de San Bartolomé, de los comuneros, de los cubanos que en 1959 pedían "paredón" para los miembros del gobierno anterior y de toda suerte de manifestaciones públicas que terminan en orgías de sangre, saqueos y destrucción.

En tal sentido, podemos decir, sin temor a exagerar, que acontecimientos como estos son motivados por la renuencia de los ciudadanos a asumir la responsabilidad de velar por la honestidad del gobierno y el bienestar de su pueblo. Porque cuando la ciudadanía asume una actitud de indiferencia, el pueblo se convierte en una tribu dispuesta a seguir al primer  líder que le señale cualquier camino por equivocado que éste sea.

Ese fue el caso inaudito de un pueblo supuestamente educado y pragmático como el alemán. Los estudiosos del tema concuerdan en que el régimen de Adolfo Hitler fue el gobierno más popular en la historia alemana. Pero, todos sabemos que, después de la guerra, muy pocos alemanes admitieron haber colaborado con el Partido Nazi. Y esto no era una mentira sino parte del engaño perpetrado por todos los regímenes fascistas sobre sus víctimas.  

Otro ingrediente manipulado por los déspotas para someter a sus víctimas es la creación del mito. El líder valiente, inteligente e infalible que los conducirá a la tierra prometida.  Tales han sido los ejemplos de líderes carismáticos como el propio Adolfo Hitler, Benito Mussolini, Fidel Castro, Mao Tse Tung,  José Stalin, Hugo Chávez y  Juan Domingo Perón.  El Che Guevara fue un fenómeno diferente pero digno de analizar.

Este "atorrante" fue exaltado de la mediocridad a la idolatría por una prensa comprometida con el castro comunismo. No se graduó de médico, no sabía una "papa" de economía, ni tenía habilidad de escritor. Sin embargo, era tratado como médico, fue presidente del Banco Nacional de Cuba y plagió el libro sobre guerrillas escrito por Mao Tse Tung. Pero el error de competir con Fidel Castro en sus proyecciones políticas le costó la vida en el pueblucho de La Higuera, en Bolivia.

Ahora bien, en la región donde el mito adquirió proporciones galácticas fue en la América Latina. El venezolano Carlos Rangel lo describió en forma magistral en su obra "Del buen Salvaje al buen Revolucionario". El principal mito a rebatir por Rangel es lo que él identifica como una versión adaptada del mito del buen salvaje y la Edad de Oro —mitos del Viejo Mundo— en la que los latinoamericanos serían personas buenas pero corrompidas por la sociedad occidental. Esta mitología sería el resultado de un proceso compensatorio ante el fracaso histórico de las naciones hispanoamericanas frente al progreso de la europea y la norteamericana que en algunos casos partieron de iguales o peores condiciones.

Pero, a pesar de todos sus progresos, las naciones desarrolladas no cuentan con un seguro que las proteja contra el suicidio. Tal es el caso de la propia capital del capitalismo en el mundo. El control de los claustros universitarios por la izquierda vitriólica y la ignorancia de la juventud americana sobre la realidad de los regímenes totalitarios de izquierda ponen en peligro a la democracia en los Estados Unidos. Esos jóvenes, ignorantes del fracaso y de la maldad de los regímenes comunistas, creen en la fábula del socialismo idealista y teórico que les venden el obsesivo Bernie Sanders y la alucinada Alexandria Ocasio-Cortez.

Esa juventud desorientada y desarraigada no ha tenido el beneficio de una sólida educación de historia. Y los pueblos sin historia son una macilla moldeable en las manos de demagogos y tiranos. Sus profesores le han ocultado esa historia para llevarlos con mayor facilidad hacia el abismo de un comunismo disfrazado de socialismo democrático. No se han enterado que el socialismo, en cualquiera de sus formas, es un camino que siempre termina en el comunismo.

Si estos jóvenes hubieran escuchado las advertencias de Churchill, o Thatcher sus profesores no habrían podido envenenarles las mentes. Margaret Thatcher describió la doctrina diabólica con muy pocas palabras: "El problema con el socialismo es que fracasa cuando se le acaba el dinero de los demás". Pero fue Winston Churchill, el hombre de hierro que salvó a Inglaterra de la furia destructiva del nazismo, quien lo describió en forma brutal en un discurso pronunciado en la Universidad de Fulton, en los Estados Unidos, el 5 de marzo de 1946. "Por cuanto he visto de nuestros amigos los rusos durante la guerra, estoy convencido de que nada admiran más que la fuerza y nada respetan menos que la debilidad". Después de esto, no es  necesario decir mucho.

Sin embargo, no es posible mantener silencio en cuanto a esta compleja situación de los pueblos que cometen suicidio. Aún cuando no exista una solución total contamos con medios para reducir el riesgo. Dos de ellos me vienen a la mente en este momento. Primero, poner fin a la primacía de una ideología sobre otras en nuestros centros de educación y enseñar a los estudiantes a optar entre varias. Segundo, establecer límites de tiempo en el ejercicio de los cargos de los miembros de los gobiernos a todos los niveles. Dos metas ambiciosas que demandarán tiempo y esfuerzo pero la alternativa es tan devastadora que no puede ser ignorada.

En mi opinión, el mejor antídoto contra el suicidio de cualquier pueblo es crear ciudadanos que tengan el coraje de confrontar los mitos, el sentido común de cuestionar las nuevas ideas y la capacidad de pensar por sí mismos. En esto cuento con el aval de aquel iluminado que fue José Martí, quién dijo: "Creen hombres quien quiera pueblos".

Alfredo M. Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
La Nueva Nación  
Director de www.lanuevanacion.com
Estados Unidos

GABRIEL BORAGINA, ¿PARA QUÉ SIRVEN LOS IMPUESTOS?

"…los totalitarismos no tienen mejor instrumento de opresión a su alcance que el régimen tributario, pues al arrancar de manos del que posee algo que es fruto de su sudor y de su esfuerzo, su color de tributo fiscal, introduce la amargura y la violencia que hacen germinar, casi siempre, el áspero fruto de la revolución."[1]

Plausible reflexión, ya que, ¿qué otra cosa que el “arrancar de manos del que posee algo que es fruto de su sudor y de su esfuerzo" es el tributo fiscal? El impuesto es eso mismo, y su naturaleza no cambia, sea que se lo aplique en un régimen totalitario o en otro no-totalitario, porque en ambos sistemas lo que el impuesto tiene en común es su naturaleza forzosa, precisamente su imposición por sobre la libre determinación del ciudadano a pagarlo o no. Lo que diferencia a un régimen totalitario de otro contrario no es la existencia o no de los impuestos sino su cuantía y alícuota. Cuanto más altas son estas dos variables más totalitario es el régimen que las aumenta. Solo los regímenes anti totalitarios carecerían de impuestos, pero a la fecha no tenemos conocimiento de la existencia de ninguno. Lo único que determina cuando un impuesto es instrumento de opresión es el bolsillo de aquel del cual debe salir, sin importar cual sea el régimen político que impere donde vive.

"Desde el punto de vista político y económico, el economista Wagner admite las dos expresiones del derecho de imposición de los impuestos: la primera, política, nace de la necesidad social de subsistencia por lo cual se ha creado, por "derecho histórico", la coerción para hacer efectivos los ingresos. Las finalidades son netamente financieras, o bien de política social, para reglamentar la repartición y empleo de las rentas y de las fortunas."[2]

"necesidad social de subsistencia" es otra forma de designar aquellas supuestas "necesidades" del "estado" que ya hemos refutado antes. La sociedad provee a su propia subsistencia sin necesidad del impuesto, y no hay registro histórico de que la gente haya necesitado del impuesto para subsistir. Lo ha hecho sin impuestos durante siglos desde la creación del mundo, mediante la caza y la pesca al principio, la agricultura y ganadería después, y el comercio e intercambio de sus productos con sus semejantes hasta hoy.

El impuesto no ha desempeñado ningún papel en ese proceso, excepto el de obstaculizar primero y llegar a impedir después todo ese desenvolvimiento social natural que significó y continúa representando el libre comercio. Por el contrario, el impuesto no contribuye a la subsistencia social, sino que la ataca y entorpece.

Otro despropósito de la cita es el referido a un supuesto "derecho histórico” justificando "la coerción para hacer efectivos los ingresos". No existe ningún "derecho histórico" en tal sentido, porque el derecho ha experimentado una lenta evolución a través de los siglos, y no ha tenido ni tiene un sentido univoco. Bastará recordar que en la antigüedad por "derecho" se consideraba la sola voluntad del líder, jefe, rey, monarca, emperador, y en el siglo XX la del Führer, el Duce o el secretario general del partido comunista soviético. A todo esto -en cada momento histórico- se lo llamó "derecho". ¿a cuál "derecho histórico" de todos estos se refiere Wagner?

Por otra parte, que a lo largo de la historia los gobernantes hayan hecho recurrente uso de la fuerza para cobrar tributos no configura un "derecho" por ese simple motivo. El inicio del uso de la violencia -contra uno o muchos- nunca constituye un "derecho" sino lo contrario a derecho.

Utilizando el mismo "argumento" del autor, podría decirse -sin temor a equivocarse- que crímenes han existido desde Caín y Abel en adelante. Pero con ese "fundamento" no podemos convalidar un "derecho histórico al crimen".

Ninguna "finalidad financiera" y menos aún de "política social" autoriza el uso agresivo de la fuerza contra terceros indefensos llamados irónicamente contribuyentes como si lo pagaran voluntariamente.

Si alguien necesita de la coerción para hacer efectivo el ingreso a sus arcas de dinero propiedad de un tercero, eso -desde que el mundo es mundo- se llama robo, atraco, latrocinio, desfalco, etc. porque, necesariamente, requiere de una imposición, es decir, de un acto de fuerza contra la voluntad del despojado. No cambia la cosa que el ladrón se haga llamar por todos "gobierno", "estado", "nación", si roba será siempre un ladrón, con o sin título "legal". Pero Goldstein no está de acuerdo y dice:

"Abonando estos conceptos expresa el profesor argentino A. Ruzo que, la "democracia tiene una relación esencial con un buen régimen tributario. Cuando el Estado impone al pueblo el sacrificio de una contribución monetaria o cuando el Estado crea un servicio público que él monopoliza y que por eso mismo lo hace obligatorio —como ocurre con el correo o las obras sanitarias, que está vedado explotarse como industria privada— ejercita una actividad propia de su soberanía, y este poder soberano de echar la carga sobre el pueblo, de arrebatar a los particulares una parte de su riqueza —lesionando así el principio de la inviolabilidad de la propiedad privada y que en otras circunstancias se calificaría de confiscatorio— dimana de un mandato de la colectividad ejercitado por medio de sus representantes legales y que importa la decisión colectiva de hacer entrega al Estado de la parte alícuota del patrimonio particular, a fin de que pueda este cumplir con los objetivos para los que ha sido creado como entidad jurídica directiva que representa la sociedad."[3]

Nuevamente aparece la confusión semántica (y conceptual) entre "estado" y gobierno. Es el gobierno y no el "estado" el que crea e impone el impuesto. Nosotros no estamos de acuerdo con que el gobierno establezca monopolios, ni mucho menos que los haga obligatorios, ya que ninguna -de ambas cosas- son "necesarias" o "necesidades" del "estado" (para seguir usando la terminología de los autores que se vienen citando en los pasajes estudiados). Tampoco concordamos con que la creación de monopolios obligatorios sea "una actividad propia de su soberanía", ni aun cuando estuviera determinado en una Constitución política, como ha sido el caso de varias naciones, y la de la Argentina misma con la tristemente recordada "constitución" de 1949. No existe ningún poder soberano "de echar la carga sobre el pueblo, de arrebatar a los particulares una parte de su riqueza—lesionando así el principio de la inviolabilidad de la propiedad privada", porque de admitirse tal dislate no habría límite alguno para tal supuesto "poder soberano", y así como decide arrebatar una parte puede -con el mismo "argumento"- decretar arrebatar el todo, incluyendo las libertades individuales, y no sólo las riquezas que ellas producen.

[1] Mateo Goldstein. Voz "IMPUESTOS" en Enciclopedia Jurídica OMEBA, TOMO 15 letra I Grupo 05.
[2] Goldstein, M. ibidem. Op. Cit.
[3] Goldstein, M. ibidem. Op. Cit.

Gabriel Boragina  
gabriel.boragina@gmail.com 
http://www.accionhumana.com/2020/04/para-que-sirven-los-impuestos.html
@GBoragina  
Argentina