lunes, 1 de marzo de 2021

MARÍA GABRIELA MATA CARNEVALI, VENEZUELA SIN DERECHOS,

El fortalecimiento del Estado de derecho es un objetivo importante en todo el mundo. Para que sea efectivo se requiere claridad sobre las características fundamentales que lo definen, así como una base adecuada para su evaluación.
 
El Índice de Estado de derecho presenta un panorama de la situación en 128 países, mediante puntajes y jerarquías en ocho factores: 1) límites al poder gubernamental, 2) ausencia de corrupción, 3) gobierno abierto, 4) derechos fundamentales, 5) orden y seguridad, 6) sometimiento a las reglas, 7) justicia civil y 8) justicia penal. La evaluación se basa en las percepciones de las poblaciones nacionales y expertos en justicia de todo del mundo (World Justice Project, 2020).
 
Venezuela, que alguna vez fuera una de las democracias más estables y prósperas de América Latina, ocupa la última posición. De hecho, ha estado en el último lugar por tres años consecutivos. El informe de este año destaca que, en el ámbito regional, es la última de la lista en los ocho factores estudiados. En el ámbito mundial repite la última posición en las categorías 1 (límites al poder), 6 (sometimiento a las reglas) y 8 (justicia penal); además, se ubica entre las últimas cinco en el resto de ellas, a excepción del factor 2 (corrupción), en el cual aparece en la posición 117 de 128. La puntuación general es un vergonzoso 0,27 sobre 1, que implica un descenso estadísticamente significativo en derechos humanos de -0,02 (World Justice Project, 2020).
 
Incluso para quienes no creen en los índices, esta es una clara señal de que Venezuela está lejos de garantizar que «todas las personas y organizaciones dentro del Estado, ya sean públicas o privadas, están sometidas —o tienen el derecho a beneficiarse de— leyes promulgadas prospectivamente y administradas públicamente en los tribunales», según la comprensión general del concepto de Estado de derecho (Bingham 2010: 48). En pocas palabras, en Venezuela no hay derecho que valga, porque prevalece un uso instrumental de la ley como herramienta del poder político (Waldron, 2020).
 
La situación ha empeorado en todos los frentes a un ritmo vertiginoso, después de años de negligencia y mala administración de ingentes recursos, por parte de los regímenes autocráticos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Bajo la llamada revolución socialista del PSUV, la economía de Venezuela se ha derrumbado, las libertades políticas y civiles han sido groseramente conculcadas y la corrupción ha invadido la administración pública (McCain Institution, 2019).
 
Esto ha sido posible debido a la inexistente separación de poderes. El gobierno y una Corte Suprema sumisa a sus dictámenes despojaron efectivamente a la Asamblea Nacional de la mayoría de los poderes, sin dejar «ningún espacio para el debate» (International Comission on Justice, 2019).
 
La Asamblea Nacional Constituyente convocada por Maduro, mediante Decreto No. 2.830, el 1 de mayo de 2017, en un clima de extrema polarización política, actuó hasta su reciente disolución como un parlamento de facto, desconociendo su naturaleza, lo que la coloca más allá del imperio de la ley. Entre otras cosas, rescindió la inmunidad parlamentaria de los representantes de la Asamblea Nacional, destituyó al fiscal general y aprobó medidas electorales, administrativas y legislativas en apoyo de la agenda del Ejecutivo (CIJ, 2019).
 
Ahora la ilegitima nueva Asamblea Nacional, producto de unas elecciones cuestionadas internacionalmente, se prepara para secundar abiertamente el ejercicio de Maduro con «reformas urgentes a un grupo de leyes para hacerlas más simples y funcionales» (El Nacional, 22 de enero de 2020). Como si esto fuera poco, existe una evidente presión política sobre el poder judicial, que se ha visto privado de su independencia e imparcialidad, lo que se traduce en falta de acceso a la justicia para las víctimas de violaciones graves y generalizadas de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad (CIJ, 2019). Según la ONU, estas violaciones «equivalen a crímenes de lesa humanidad» (UN News, 2020).
 
La misión internacional independiente de determinación de los hechos, en sus conclusiones publicadas en septiembre del año pasado, citó pruebas de ejecuciones ilegales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas en el país desde 2014. «Es probable que altas personalidades militares y ministeriales estuvieran al tanto de los crímenes», dijeron los investigadores, lo que abre la puerta a la justicia internacional (UN News, 2020).
 
La covid-19 le está dando a Maduro un pretexto para silenciar a los críticos y consolidarse en el poder. Según Casal y Morales (2020), el estado de alarma decretado el 13 de marzo de 2020 no solo contradice las disposiciones constitucionales para los estados de excepción, sino que se emplea para imponer limitaciones abusivas a los derechos humanos, agravar la represión política y la persecución, desdibujar la gravedad de ciertos problemas socioeconómicos y contener las protestas sociales.
 
Como afirma Bulmer (2018), las disposiciones de emergencia son necesarias porque permiten al Estado responder de manera efectiva a las crisis. Sin embargo, muchos gobiernos han abusado traspasando los límites democráticos. En su opinión: Si están bien diseñadas y se aplican correctamente, las disposiciones de emergencia son un mecanismo de autodefensa, una forma de garantizar la resiliencia democrática al proporcionar el poder necesario para hacer frente a amenazas y desafíos graves en el marco de la ley. Pero, muchos gobiernos las han utilizado de manera inapropiada, no para restaurar la normalidad democrática sino para eludir cualquier canal de responsabilidad, hostigar a los disidentes, manipular elecciones, censurar a la prensa y, en última instancia, dejar de lado una constitución nominalmente democrática e imponer un régimen abiertamente dictatorial (Bulmer, 2018: 6). 
 
Tal es el caso de Venezuela. La ausencia de controles judiciales y parlamentarios que pudieran contrarrestar estos excesos de poder ha dado lugar a un giro autocrático, en un contexto que ya era autoritario. Si bien en varias regiones del mundo se han intensificado los esfuerzos para recuperar cierta «normalidad», interrumpida por la pandemia, en Venezuela es necesario restablecer la normalidad democrática para recuperar el Estado de derecho. 

María Gabriela Mata Carnevali
matacarnevali@gmail.com
@mariagab2016
Venezuela 
http://www.debatesiesa.com/venezuela-sin-derechos/

JOISE MORILLO, NESTOR SUAREZ. ANÁLISIS DE LA ENTREVISTA EN EL VENEZOLANO DE COLOMBIA.

Queridos lectores con este artículo no quiero apologizar, ni encomiar la personalidad del individuo, en este caso a Néstor Suárez, y menos aspirar a ganar alguna clase de  indulgencia, sino exponer y dar fe mediante sus postulados de politologia economica lo que desde hace varios años, no tanto como muchos, sino bastantes, he venido denunciando y afirmando como la causa del problema antropológico de Venezuela respecto a conseguir su independencia económica. Por ende, social, cultural, científica, tecnológica y de toda índole que refleje lo que ha evolucionado la civilización en nuestro planeta en lo cual vamos desacelerando en la retaguardia. 

Néstor Suárez, fue diputado al Congreso de la República a los 21 años. Fui Decano de la Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales de la Universidad Rafael Urdaneta (URU) y Profesor de economía política y Macroeconomía en la Universidad del Zulia (LUZ). Fundador de la cátedra de Supply Side Economy (Economía de la Oferta) . Fue Profesor Visitante en la Universidad de Connecticut en USA . Es Articulista en reconocidos diarios como El Venezolano Colombia entre otros medios digitales nacionales e internacionales. No obstante, además de esas titularidades, su don de gente, su amor a la nación venezolana, su apego al gentilicio y su discurso preclaro, preciso y veras en pro de las soluciones que podrían dar esa libertad que tanto añoramos muchos intelectuales, profesionales y el resto de la venezuela heroica, que trabaja de diferentes formas para esta independencia; es su verdadera virtud. 

Conozco a Néstor, aunque hubo un lapso de tiempo por mi trabajo internacional que no tuve mucha noticia de él, desde los años 60, cuando estudiabamos en el Colegio Carmelita Morales, junto a él, a Dora Gonzales Baquerizo, a Esperanza y Nerio Borges, a los Hemanos Molina, excelentes cantantes y cuatristas a la edad de 11 años, al travieso Cirito, a la maestra Isolina Yanez, al profesor de actividades complementarias Sandrea, a su hermano amado e inseparable (difunto) Nerio Suarez.  Luego, mediante la prensa y los medios me fui dando cuenta de su trayectoria política, de lo cual me siento halagado de saber. 

Néstor Suárez, en su discurso en el Venezolano plantea, una verdad que ya los sabios de nuestra historia intelectual sabían y denunciaban. No es casualidad que Simón Rodríguez dijera en “sociedades americanas” Inventamos o erramos. Más aún en la literatura estadista de nuestro libertador denunciando la ignorancia como el arma que autodestruye naciones, máxime si es de todo conocimiento civil y político que es la endemia perniciosa que atañe a nuestra maltratada, políticamente, nación. 

El discurso de Néstor advierte que: la Salida en Venezuela, no es por el aeropuerto, sino quedándose en el país y luchar por la construcción de una Sociedad libre y de primer mundo. Propone derogar las leyes “malas”, que entorpecen el desenvolvimiento acelerado de la economía de la nación (deben desaparecer),  haciendo leyes que favorezcan la construcción de una economía de Libre Mercado y la propiedad privada. Haciendo estos cambios que para él son urgentes, se producirá un enjambre -shock- de ofertas con deflación que contribuirá a bajar los precios. (...) eso, se traducirá en prosperidad para el país. 

Para Nestor, el socialismo, confisca y empobrece, manifiesta que  es contrario a lo que Adam Smith llama la mano invisible que enriquece a los pueblos, al capitalismo, no crea riqueza, de eso se dieron cuenta los chinos y, también de que la propiedad privada, es SAGRADA. 

Para el, en Venezuela, se necesita un Programa o Proyecto económico práctico: 

“(...) LIBERAL, racionalmente distinto y un MENSAJERO ENTRENADO EN ESE RELATO….con Coraje y Visión moderna de la Prosperidad y del Primer mundo, y, un Partido o Instrumento partidario DIFERENTE a los que existen y sin complejos, 100% Descontaminado de Socialismo y decididamente: PRO LIBRE MERCADO.” 

No obstante, lo relevante, lo emblemático del discurso de Nestor es una verdad insoslayable como  se plantea al principio, la denuncia de un paternalismo político inspirado en el bodrio socialistas de lo comunistas románticos de los años 40-50 y oriundo de la zaga Marxista del siglo XIX, que se desarrolló y ha entorpecido la cotidianidad y el progreso de nuestro país con más intensidad después de la dictadura de Perez Jimenes en los años 60 hasta finales de los 90 durante la democracia imperfecta como la llama Angel Lombardi que vivió Venezuela y, que se hizo superlativo y empeoró hasta nuestros tiempos S. XXI, de lo cual cito lo siguiente: 

“Que Venezuela jamás conoció el Sistema de libre mercado, llamado  “Capitalista” por sus detractores. Lo más cerca fue con las garantías económicas con la Constitución de 1961, de inmediato suspendidas indefinidamente. 

Que Venezuela vivió siempre en un sistema estatista e intervencionista, y cada vez más socialista desde 1958, y sobretodo desde 1998. 

Que todos los partidos políticos venezolanos han sido y son estatistas, populistas y socialistas, de izquierda o centroizquierda. Por eso el país está como está!! 

Que la democracia no es lo más importante, aunque así el menos malo de los sistemas políticos. Que más importante es la libertad. Que no hay democracia sin partidos. Pero que los partidos deben ser completos: con principios y doctrinas, con ideas y programas. 

El problema de fondo ha sido la pobreza del discurso, la cual ha puesto de manifiesto la dramática ausencia de alternativas políticas para salir de la crisis. 

A esto denunciado por Nestor lo llamo paternalismo político caso que minimiza el libre desenvolvimiento, tanto del individuo como del colectivo, porque priva de independencia al genio, a la iniciativa, de quien tiene en su haber la voluntad de producir que es como lo plantean los sabios de la genética y la psicología una condición natural del individuo, a continuación explico algo que se relaciona aun cuando es de un sesgo de las ciencias naturales pero que ecológicamente entra en la economía de progreso del individuo como forjador de naciones. 

Cuando Darwin y Spencer una vez afirmaron y emblematizararon en sus teorías Bio-genéticas, que no solo los más fuertes eran aptos para la sobrevivencia de las especies, sino también aquellos que tienen condiciones para adaptarse a los cambios en su ámbito ecológico. Se debía o debíamos haber concebido que: estos cambios tienen como principio fundamental o características, motivar al individuo a batallar por su libertad de desenvolvimiento ante las adversidades del clima, la intemperie y de salvaguardarse de depredadores en su entorno, con ello confrontar incluso contiendas con individuos de la misma especie. La lucha por la sobrevivencia tiene en su haber un elemento primordial, la autonomía. Tal autonomía, en el caso humano sugiere conocer en grosso modo que tan grande es el potencial, tanto intelectual como físico del individuo por sí mismo. De este modo conocer alcances y limitaciones de desenvolvimiento. Por ende, utilizar estrategias precisas en función de lograr objetivos y con estos tener más posibilidad de sobrevivir. 

Por otro lado volviendo a lo que plantea anteriormente Nestor, tenemos los postulados de dos maestros de la crítica política, el Fallecido periodista Carlos Rangel, y el cubano Carlos Alberto Montaner quienes correlacionando la teoría político-económica de Néstor, dan evidencia de una afinidad enorme. En la idea de estos, prevalece la orfandad de autonomía y la manipulación de la ignorancia civil y política que ha padecido nuestra nación. 

La propaganda Marxista, elemento que denuncia Néstor, ha allanado el camino a los gobiernos socialistas para obstruir la capacidad de desenvolverse libremente al inversor en Venezuela, por cuanto a creado lo que Carlos Rangel en su obra literaria denominó “victimismo”. Nestor, plantea eso mismo en contra del victimismo de la gleba marxista que ha proliferado en los cimientos de las civilizaciones y/o sociedades subdesarrolladas, principalmente, de los siglos XIX-XXI, con el estigma inducido y enajenante que los profetas del llamado socialismo han diseminado y conceptualizado plusvalía. 

Tal victimismo contempla, ratificado por Carlos A. Montaner en un foro celebrado en los EEUU llamado el legado de Carlos Rangel en el instituto Interamericano de la democracia 21-04-2016 para rendir Homenaje al autor.  De cómo la propaganda izquierdista ha inducido a las masas populares a concebirse víctimas del capitalismo, mediante el abuso de la propaganda. Donde han llevado un proceso de proliferación de la desinformación impugnado al capitalismo como culpable de la desposesión de riquezas de algunos sectores de las sociedades y las naciones, catalogando a la economía de mercado como  un proceso de explotación del hombre por el hombre. 

Correlacionado con esto anterior Néstor afirma: 

“Las instituciones en Venezuela están muy débiles y poco creíbles. La democracia cuando es ilimitada como lo es actualmente en Venezuela  se convierte en enemiga de la desestatización y la construcción de una economía Libre y conduce justamente al Socialismo y estatización  y termina acabando con la democracia misma. Una cosa es creación de riqueza y prosperidad, y otra democracia. En Singapur , por ejemplo, que es un caso de éxito ejemplar , al principio para poner orden en la casa , no hubo democracia. Para crear riqueza y prosperidad , lo que se requiere son leyes y tribunales sabios y justos, además de carreteras, puentes, infraestructura de obras públicas de primer mundo, y pocos impuestos y cargas públicas.” 

La salida al Socialismo y al Estatismo colectivista es el Capitalismo de Libre Mercado o Liberal. La salida a la Centralización del poder es las Autonomías Regionales y Liberal.

La salida al pensamiento marxista predominante es el Liberalismo Clásico. La salida a la Confusión de las emociones y sentimientos es la razón. 

De lo  cual Afirma Montaner, que los gobiernos venezolanos desde la época de la colonia hasta nuestros tiempos se han dado a la tarea de obstruir el buen desenvolvimiento de la economía del país mediante todo tipo de argucias y controles en contra de la empresa privada, caso que ha llevado al traste el desarrollo económico, social y político de Venezuela todo este tiempo y peor en los actuales. 

El discurso de Néstor refleja además del  espíritu de progreso, el ideario de nuestros ancestros arcaicos que por mucho tiempo han hecho unas civilizaciones con sus propias culturas más grandes que otras, formular  la autonomía política y socioeconómica, tanto individual como colectiva en nuestro país. Conceptos  que han deteriorado los izquierdista o derechistas marxistas  con su tendencia al despotismo y las teorías utópicas de eliminar el Estado pero con el Estado en sus manos. Lo que florece en este tipo de  desarrollo político es el tráfico de influencias y el control desmedido del estado contra la iniciativa privada y, por supuesto, el nepotismo y la corrupción denunciado por Rangel en su obra “Marx y los socialismos reales”.  Sus planteamientos son como las pictografías de la prehistoria, enfocan el espíritu del deseo de la autosuficiencia y la lucha por acabar con la dependencia y la victimización del individuo. Trasladando tal voluntad hasta nuestra vida cotidiana. 

En conclusión, el discurso de Néstor es la voluntad, no la promoción de un  mesías, que ha venido representando la democracia imperfecta que hemos padecido y disfrutado, sino de incorporar un mecanismo racional de reinicie el crecimiento y posterior desarrollo económico que ha faltado al aparato político que ha habido en venezuela y que ha maltratado tanto a nuestro gentilicio. Dando cuenta del modelo que necesitamos para ir a la par de las demás naciones con desarrollo y progreso civilizado maxime de la gran cantidad de recursos que posee el país geográfico venezolano de lo cual han hecho -por decirlo así- “fiesta” a quienes nada les ha costado, sino solamente haberse del poder (por centurias) para infortunio del pueblo Venezolano. 

Joise Morillo
Kaojoise@gmail.com
@kao_joi_lin
Venezuela-EEUU.

CARLOS E. AGUILERA A., MADURO AISLÓ A VENEZUELA

 “Es preciso vengar la patria cuantas veces intenten los pérfidos sepultarla en la anarquía y arruinarla; y no debemos desmayar jamás, aún en medio de las mayores dificultades” / Simón Bolívar

A juicio de los más calificados y eruditos expertos en estudios internacionales, la ruptura de relaciones diplomáticas es una de las más graves patologías que pueden pasar las relaciones entre dos Estados soberanos, únicamente superada por el enfrentamiento bélico, al que en muchas ocasiones, no siempre procede..

Uno de estos autores Martinez Lage destaca que se trata de “una decisión unilateral de un Estado (u otro sujeto de Derecho Internacional) de poner fin a las relaciones diplomáticas que mantiene un país con otro. Lo mismo que el establecimiento, la ruptura de relaciones es una libre facultad de cada Estado, aunque, naturalmente obedece a razones muy graves y es consecuencia de una aguda crisis en las relaciones entre los Estados. A diferencia del establecimiento, la ruptura es un acto unilateral, que no exige el consentimiento del otro Estado y sus causas pueden ser diversas, y por su propia naturaleza esencialmente casuística, difíciles de clasificar.

Otro autor en esta materia como Rosetto señala que las injerencias, reales o imaginarias en los asuntos internos del Estado receptor, así como las acusaciones de desestabilización del régimen político existente, son las causas que con mayor frecuencia dan lugar a la ruptura de relaciones diplomáticas, en tanto que Vilariño, calificado internacionalista, considera que las ruptura de relaciones diplomáticas pueden ser consecuencia de tres situaciones distintas: El deterioro de las relaciones bilaterales; actos de un Estado considerados como “odiosos” por otro, y finalmente, por una decisión colectiva  de una organización internacional.

Este último supuesto es relativamente menos frecuente que los dos primeros. El artículo 41 de la Carta de las Naciones Unidas (ONU) , contempla, por ejemplo, la ruptura de relaciones diplomáticas dentro de las posibles decisiones en caso de amenazas a la paz, quebrantamiento de la paz, o actos de agresión. Pero es cierto que, por lo general, son otras las medidas que acostumbran a adoptarse con más frecuencia dentro del marco del Capítulo VII de la mencionada carta de la ONU, la cual puede recomendar por las mismas razones, la ruptura de relaciones diplomáticas, como ocurrió con el caso de España en el año 1946, cundo mediante la aplicación de la Resolución  39 se condenó al régimen del General Francisco Franco.

También, en otras ocasiones, se ha producido la ruptura de relaciones diplomáticas por acuerdo de un grupo de Estados, como consecuencia de ciertas afinidades, así ocurrió en 1967, cuando los Estados comunistas del llamado “bloque soviético” rompieron relaciones diplomáticas con Israel, a ráíz de la guerra de los “seis días”. Poco antes, en 1965, siete Estados africanos hicieron lo propio con el Reino Unido, como protesta por la forma en que Londres había manejado la declaración  de independencia unilateral e ilegal de Rhodesia.

Por lo general, la ruptura de relaciones diplomáticas, es la culminación de un proceso de deterioro de las relaciones bilaterales entre dos países, que acostumbra, aunque no siempre, a responder a un crescendo de gestos perfectamente identificables en la práctica diplomática.

La expulsión del territorio venezolano de la embajadora de la Unión Europea en Venezuela, Isabel Brihante Pedrosa, por instrucciones de Nicolás Maduro, quien con lenguaje poco diplomático y cual guapo de barrio increpó la medida adoptada por el bloque comunitario europeo que sancionó  al diputado Luis Parra, y a ocho miembros de la Asamblea Nacional oficialista, por narcotráfico, .

La torpe reacción de Maduro en procura de imitar burdamente a su padre putativo Hugo Chávez, quien durante sus ocho años al frente de los destinos del país hizo cuanto le dio su real gana en el tema diplomático, generó una inmediata reacción de la Comunidad Europea, que a 24 horas de la medida anunciada por Jorge Arreaza decidió adoptar la misma medida expulsando a la representante del régimen venezolano.  

Esta visto y comprobado la improvisación del régimen venezolano en materia de políticas públicas, y concretamente en Derecho Internacional, como el caso que nos ocupa, pues los pasos previos a una expulsión de un representante diplomático, lo primero que se hace en caso de existir un conflicto entre dos países, es convocar al embajador de turno para protestar, pues se trata de un acto diplomático frecuentemente, y en las escalada de medidas, seguidamente plantear la salida de funcionarios de rango subalterno del embajador.

Esta situación ha sido severamente cuestionada  por distintos países, que critican la actuación poco diplomática del régimen venezolano, lo cual se traduce en que estamos en presencia de un gobierno no solo dictatorial, además de impostor, sino que demuestra no tener interés en la mediación que había ofrecido la comunidad europea para procurar resolver la crisis. Es decir, Maduro demuestra poco interés en un proceso de mediación, y por el contrario acrecenta obsesivamente su interés en mantenerse a como dé lugar en el poder.

Carlos Aguilera
careduagui@gmail.com
@toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela

ALICIA FREILICH, MILIZUELA

Erase una vez en Venezuela, Venezuela es nombre poético. Proviene de la afectuosa exclamación diminutiva del explorador italiano Américo Vespucio cuando al divisar los palafitos sobre el lago de Maracaibo evocó a la grande Venecia. Esta, la pequeña, población laboriosa de antigua data que prosperó a su manera durante el esplendor de la Menecracia y la decadencia de Menelandia durante el siglo XX, acabó como gigantesco pantano deshabitado por falsas promesas del castrochavismo usurpador. Lo muestra en metáfora el docufilme Érase una vez en Venezuela Congo Mirador, ya en plataforma digital.

Admirar esta obra de la cineasta venezolana Anabel Rodríguez Ríos abre el memorioso espejo retrovisor y conduce hacia La herencia de la tribu. Del mito de la Independencia a la Revolución Bolivariana (2009), honda investigación de la escritora Ana Teresa Torres que penetra los cimientos del militarismo venezolano combinando el  punto de vista histórico con el  psicológico en acucioso análisis desde el  tiempo de auténticos militares heroicos, aquellos que sacrificaron sus vidas y futuros con propósitos firmes: derrotar el colonialismo del imperio español para sembrar naciones de firme soberanía. 

En el caso venezolano las sucesivas batallas devastaron su verde territorio hasta convertirlo en desierto, el único  legado material  que el general Simón Bolívar pudo entregar a sus meritorios colegas, paisanos sobrevivientes de cruentas y triunfales campañas bélicas que liberaron a gran parte del surcontinente. Militares y sus proles, convertidos en terratenientes durante varias décadas que fusionaron la   prosperidad agropecuaria  y el  empoderamiento político, deformaron el  proceso  hacia un militarismo incrustado en la cotidianidad social. Fenómeno relativamente benigno, pues dirigido por civiles, pudo  reaccionar a tiempo contra intentos subversivos de la izquierda guerrillera fidelista  y las  propias derechas cuartelarías. Su previa actuación clandestina antiperezjimenista fue factor determinante en la democratización del país a partir de 1958, eso por la sabia conducción presidencial del estadista Rómulo Betancourt, su constructor ideológico junto al original partido Acción Democrática, tarea muy difícil pues el militarismo criollo es elemento primordial de su ADN. Y supo detenerlo por su claro conocimiento del monstruo  fascista de dos idénticas cabezas totalitarias que lucen opuestas pero se complementan: militarismo y comunismo, ahora unidos bajo la frase Revolución del siglo XXI.

Una interesante novela de doliente tono humorístico, en gran parte dialogada y casi un catálogo de vocablos y giros del habla criolla, Demoliendo la casa de los sueños (Penguin Random House, Grupo Editorial, España 2020) del narrador Américo Ramírez. Retrato literario de ese lapso transicional desde un cuerpo pretoriano, escolta de mandamás y tiranos, que bajo una democracia representativa se convierte en “militarismo civilista” por llamarlo de algún modo. Y cómo de institución básicamente reglamentada en fusión con la cotidianidad y sus vicios costumbristas –tráfico de influencias familiares, alcoholismo, bochinche, sectarismos clasistas– pasó a narco mafia bolivarista que contiene el motivo  de su ilegítima, larga permanencia en el poder absoluto.

Pues  fue precisamente  la nueva norma constitucional de 1999 vigente y en diaria violación, concebida  bajo el mando del resentido golpista camarada Hugo Chávez, la que le otorgó a todo soldado el derecho electoral sin permiso a militancia partidista, redacción de  tramposo gato encerrado  por su evidente contradicción porque si  a un país de genética tradición militarista  traducida en bandolerismos caudillistas, dictaduras netas y  presidencias autoritarias – salvo la  breve de  Don Rómulo Gallegos- se  concede a sus armados ese privilegio civil del voto, de inmediato lo transforma en partido político  de culto personalista extirpador de la civilidad.

Nada que ver, por ejemplo, con Estados Unidos, primera potencia armada cuya constitución fundacional civil rige al poder militar, ni el de Israel con servicio militar obligatorio por causas obvias donde los uniformados pueden votar pero su elección nunca ha sido decisiva. Sí lo es en Cubazuela, calco del modelo castrosoviético, a su vez legado por la KGB –Stalin– de actual versión en la Rusia Putinzarista

Junto a otras acepciones Milizuela es. Y a pesar de los pesares Venezuela fue. Para recobrar su lírico nombre de pila tendrá que renacer libre, imperfecta y modificable como toda democracia en república constitucional civilizada.

Alicia Freilich
alifrei@hotmail.com
@aliciafreilich
@ElNacionalWeb

ROMÁN IBARRA, NEGOCIAR LA PAZ

Todos en Venezuela sabemos con exactitud quienes son los responsables de la crisis que asfixia a nuestro país.

El Socialismo del Siglo XXI, es el mismo fracaso de siempre, ahora con nuevo ¨apellido¨ para lavar la cara de sus malos gobiernos.

Bajo su dirección el país no ha hecho otra cosa que retroceder, pero la oposición tampoco ha sido capaz de convertirse en alternativa confiable para el ciudadano.

Recurriendo a la historia, vale la pena recordar que mientras los bandos combatían a muerte en territorio de Vietnam, en París había una mesa de negociación política para tratar de ponerle fin a la guerra. Ergo, las negociaciones son siempre útiles y necesarias.

La crónica de la Guerra de Vietnam, 1988; Editorial Planeta-De Agostini-Barcelona, nos narra las dificultades que había hasta para escoger que tipo de mesa usar en las reuniones: ¨Vietnam quería mesa cuadrada al estilo de la conferencia de Ginebra; EEUU quería una mesa redonda donde no hubiera bandos. Finalmente se pusieron de acuerdo en una mesa ovalada¨.

También fue motivo de disputa la forma de entrar al salón de reuniones, y qué delegación debía esperar a las demás, indicando que había perdido. Luego de varios días, ¨se llegó al acuerdo de usar una sala con cuatro entradas, de tal modo que todas las delegaciones entraran a la vez¨. Como se ve, negociar es esencial para avanzar.

La oposición venezolana no ha sido capaz de negociar con el gobierno, ni sacar provecho. Por el contrario, permitieron que el adversario ganara tiempo, y luego sabotearon la propuesta hecha por el gobierno de Noruega.

El diseño concebido por la oposición luego de los dislates golpistas, y abstencionistas de los primeros años de gobierno de Chávez, devolvía la esperanza a la racionalidad.

El carácter cívico, pacífico; constitucional, y electoral de ese diseño empezó a dar resultados parcialmente favorables, como ocurrió con la candidatura presidencial de 2006, el proyecto de reforma constitucional de 2007, y la participación en los procesos electorales convocados en 2010; 2012; 2013 hasta alcanzar el triunfo más significativo de la oposición el 6/D-2015 cuando la oposición obtuvo 2/3 de la representación parlamentaria.

A pesar de ese triunfo espectacular, algunos dirigentes con poca inteligencia y ambición extemporánea, cambiaron el rumbo hacia salidas radicales y de fuerza para tumbar a un gobierno astuto, con asesoría internacional y el apoyo total de la cúpula de la FAN, un gobierno sostenido por los cañones de la fuerza militar.

Esos errores y torpezas minaron la confianza de la gente en esa dirigencia, y por supuesto se generó una respuesta despiadada del gobierno en materia de persecución, hostigamiento y cárcel para un número importante de venezolanos, e incluso la muerte de gente inocente que creyó equivocadamente en esa forma de hacer oposición.

Pero, aparte de los errores señalados, quizás el más importante de todos ha sido el abandono del esquema electoral, dejando en manos de los más perversos, el control institucional del Estado.

La oposición decidió abstenerse de participar en las elecciones de 2018, y 2020, alegando con razón el ventajismo y atropello del gobierno. No obstante, creemos que había que luchar y convertir la adversidad en oportunidad para derrotar al gobierno.

La oposición no supo conectar el clamor de la gente, con la necesidad de la participación electoral, y a cambio prefirieron confiar en salidas de fuerza e invasiones, que fracasaron o no ocurrieron.

Hoy urge buscar soluciones a la crisis, y presionar para negociar una salida democrática, evitando sanciones que afectan a la gente que sufre la carencia de servicios.

Actuar sin complejos, y negociar la participación electoral en todos los procesos. Es la única manera de acumular fuerzas hasta derrotarlos definitivamente.

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

CARLOS PADILLA, ¿UNIDAD PARA QUÉ, CON QUIÉNES, DÓNDE Y CUANDO?

¿Unidad para qué? 

La respuesta parece ser de Perogrullo hay que unirse para intentar devolverle a Venezuela una democracia hoy conculcada por la oligarquía madurista evidentemente de tendencia totalitaria.

¿Unidad con quienes?

Las últimas encuestas empatan en un 80% de rechazo tanto al “gobierno madurismo” como a la “oposición Asamblea 2015” pues ambas son consideradas ineficientes para alcanzar los objetivos que proclaman perseguir. Parece obvio que por allí no van los tiros, aunque debería balancearse lo cuantitativo con lo cualitativo, Una unidad que presenta un 20% de apoyo no ganaría ninguna elección holgadamente.

Salvo el caso de los datos de los Focus Groups que presenta el El Frente de Entendimiento Nacional que coordina el economista Jesús Cabezas Castro en los cuales la oposición ganaría en todos los espacios de gobernaciones, alcaldías, concejales y asambleas legislativas; pero en elecciones limpias y vigiadas por la comunidad internacional.

Hay quienes afirman que las minorías debieran adosarse a las mayorías con un criterio cuantitativo inexacto ya que en nuestro país todos los partidos políticos existentes, alacranados o no, son solo vanguardias minoritarias de activistas con escasos  seguidores activos. Es decir que todos son minoritarios como lo indica la realidad.

Lo que si hay que procurar es la unidad entre quienes tengan pensamientos y/o   ideologías similares tales como marxistas populistas, socialdemócratas partidarios del estado de bienestar, progresistas y liberales partidarios de la sociedad de bienestar y de la descentralización. Así se comprobaría quienes son mayoría y quienes minoría.

¿Dónde?

En todos los espacios geográficos y/o políticos en que esta fraccionado el país.

¿Cuándo?

En los eventos electorales convocados que sean absolutamente constitucionales, limpios, democráticos, comprobables y con suficiente e imparcial observación internacional. 

Carlos Padilla
carpa1301@gnail.com
carpa.carpa@outlook.es
@carpa1301

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ LUNES 01/03/2021

 



BEATRIZ DE MAJO, DE CANCILLER A CANCILLER. COLOMBIA EN CAPSULAS

La visita de la Ministra de Relaciones Exteriores de España, Arancha Gonzales Laya, a la frontera colombo-venezolana se está dando en un momento muy álgido del posicionamiento internacional del régimen de Nicolás Maduro.

La Canciller, que funge además como Ministra para la Unión Europea, llegó hace un par de días en visita oficial a Colombia con la intención tratar temas bilaterales entre España y Colombia. Dentro de su agenda, además de los tópicos usuales que tienen que ver con comercio y cooperación, el gran tema a abordar es el de las migraciones venezolanas a suelo neogranadino.  González Laya lleva el encargo de mirar de cerca el recién promulgado Estatuto de Protección Temporal a los Migrantes emanado del ejecutivo colombiano y de observar con ojos propios la situación fronteriza entre los dos países dado el importante rol que España ha jugado y desea jugar dentro de la bi-nacionalidad.

El telón de fondo de esta visita es el drama que le toca enfrentar al país vecino originado por un flujo descontrolado de más de millón y medio de migrantes desde  Venezuela, situación que  agrava la comprometida circunstancia económica y social colombiana, impactada duramente, además, por el desarrollo de la pandemia dentro de sus fronteras.

Le está tocando a Claudia Blum evidenciar ante la Ministra española y sobre el propio terreno colombiano, el tenor de las maltrechas relaciones colombo venezolanas y sus consecuencias.  Ya sabemos lo que el Palacio de Nariño piensa del régimen de Nicolás Maduro.  El Tiempo de Bogotá, hace pocos días entrecomilló la opinión de Blum- que es la de su país- cuando afirmó que: “estamos frente a una dictadura criminal que no merece concesiones", y cuando señaló que la Corte Penal Internacional debe “ asumir investigaciones formales sobre esos crímenes, para evitar la impunidad".

Hoy, después de día y medio de intenso trabajo introductorio en la capital entre las dos jefas de la diplomacia colombiana y española, se acercaron a la frontera de Cúcuta con el fin de permitirle a la funcionaria española pulsar el ambiente en lo atinente a la avalancha de refugiados que a diario siguen atravesando la línea divisoria entre los dos países, para escapar de las condiciones de vida y la ausencia de libertades que imperan del otro lado.  

El desastroso ambiente dentro del cual tienen lugar esas inhumanas y masivas migraciones, por sí solo, será capaz de prender las alarmas de una funcionaria que aunque se encuentra bien informada sobre el descalabro venezolano, le toca mirar nuestros asuntos desde la distancia y con la benevolencia y permisividad con que los rodea el gobierno socialista de Pedro Sánchez. 

Otro elemento viene a completar el cuadro. Como Ministra española de la Unión Europea le ha tocado a González Laya empaparse del atrabiliario episodio que está en pleno desarrollo, de la expulsión de Venezuela por parte del Nicolás Maduro, de la Embajadora de la Unión Europea en suelo venezolano, Isabel Brilhante Pedrosa. Esta es una acción encaminada a vengar las sanciones impuestas por Bruselas a un conjunto de 19 altos personeros del régimen por "violación de derechos fundamentales". Entre ellos hay jueces, políticos, miembros del Consejo Nacional Electoral y militares de alta gradación, implicados en el proceso electoral del pasado 6 de diciembre el cual es desconocido por los europeos. Con ello acaba de engrosar hasta 55 la lista de individuos sancionados por la Unión, que manejan responsabilidades claves en el régimen.

Más allá de ponerse en contacto con la descomposición que impera en las relaciones entre los dos países y de los dramas envueltos en las migraciones, toda esta visita será una muy oportuna ocasión para ilustrar con detalle a un alto funcionario del gobierno español y de la Europa de los 27, sobre cada uno de los elementos de la presencia del régimen madurista en este importante eje regional y lo mucho que el crimen , el narcotráfico y el terrorismo están involucrados en esta flagrante realidad.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Venezuela – España

CARLOS ALBERTO MONTANER, EL SENTIDO DE LA VIDA, PARA GUSTAVO CORONEL

En 1950 Ray Bradbury publicó sus Crónicas marcianas. Era un libro de cuentos que el autor unió en una especie de novela sobre la colonización de Marte. Fue una concesión a las finanzas. Los cuentos no se vendían, pero sí las novelas. Seguramente la leyó Wernher von Braun, un alemán que estaba gratamente refugiado en Estados Unidos, gran experto en cohetería, como dolorosamente sabían los británicos y los holandeses. Von Braun y otros 1500 sabios y técnicos habían sido rescatados de Alemania por los servicios de inteligencia de Estados Unidos al final de la Segunda Guerra mundial, en una operación que tenía el inocente nombre de “Paperclip”, organizada por Allen Dulles. Los soviéticos les pisaban los talones. 

En 1952 Von Braun, ex oficial de las SS del ejército alemán y ex jefe del departamento de cohetería, le envió un proyecto muy detallado a Harry Truman, entonces “su” presidente, sobre cómo debía ser la colonización de Marte. Él fabricaría unos enormes cohetes capaces de transportar una expedición de 10 naves espaciales que pudieran llevar 700 personas a bordo, más tres aviones de pasajeros que servirían para “amartizar” en el planeta rojo. Por cierto, en la narración de Bradbury Marte estaba habitado por unos marcianos propensos a enfermarse de los virus que infectaban a los expedicionarios, como había sucedido en las colonizaciones en la Tierra. En esa época se pensaba que entre los millares de planetas semejantes a la Tierra habría vida como la que se encuentra en nuestro mundillo. Hoy la visión es otra. 

Esta historia se origina en varias crónicas absolutamente terrícolas. La de Gustavo Coronel, un excelente escritor venezolano, publicada en su blog (Las armas del Coronel) también titulada como “El sentido de la vida”, y las vicisitudes de “Perseverance”, el vehículo que en estos días explora la superficie de Marte en busca de alguna forma de vida presente o pasada, y, además, evalúa si es un sitio colonizable, dado que, aparentemente, contiene agua líquida, requisito (por ahora) indispensable para la aventura de vivir. 

En mi adolescencia, en los años cincuenta, había perdido irremisiblemente la fe en el cristianismo, como cuento en mis memorias “Sin ir más lejos”, pero no a buscarle un sentido a mi vida. Recuerdo que busqué una respuesta en Unamuno (El sentido trágico de la vida), pero fue infructuoso. Don Miguel sólo aportaba dudas y gritos filosóficos. Seguí con Víktor Frankl (El hombre en busca de sentido), mas no encontré nada que me devolviera la fe. Sólo hallé alguna coherencia en El fenómeno humano de Pierre Teilhard de Chardin, un jesuita francés, paleontólogo, que estudiaba la evolución, y llegaba a la conclusión de que algún día todos coincidiremos en el Punto Omega. A partir de ese estadio de la conciencia universal comparece el hombre de fe y el autor propone la segunda venida de Cristo etc. etc. con lo cual, al menos para mi, dejó de ser interesante. 

¿Y qué tal si el sentido de la vida está en la lenta colonización del espacio sideral? En 1957 fue la primera vez que los seres humanos lograron escapar de la atracción de la Tierra. Le llamaron Sputnik a ese objeto cilíndrico lanzado por los soviéticos. En 1969 el astronauta Neil Armstrong, norteamericano, a bordo del Apolo 11, puso su pie en la luna por primera vez, a 300,000 kilómetros de la Tierra. Hoy estamos viendo las nítidas imágenes de Marte, nada menos que a 55 millones de kilómetros, gracias a las cámaras instaladas en “Perseverance”. 

Al llegar a este punto siempre cuento la historia de mi abuela María Altagracia (dominicana, claro ¿qué otra cosa podía ser  con ese segundo nombre?).“Maricusa” para sus familiares y amigos, culta lectora de Spencer. Su niñez transcurrió a lomo de caballo a fines del siglo XIX. Pero, como vivió casi cien años, pudo ver, asombrada, a “los americanos” caminando en la Luna. Un siglo no es nada para las hazañas científicas o para el tiempo sideral. El Sol continuará dándole luz y calor a la Tierra por varios miles de millones años más, hasta que se apague como resultado del principio o ley de la entropía. 

Naturalmente que podemos conquistar y colonizar Marte, e incluso escaparnos del sistema solar y hasta de nuestra galaxia. No importa si sólo hay vida en la Tierra. Mejor. Nuestra misión es llevarla hasta los confines del Universo. Tal vez ése es el sentido de nuestra vida.

Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
España-Estados Unidos

ARIEL PEÑA, EL PADRE DEL NEOLIBERALISMO Y EL COVID-19

Hay que reiterar que el régimen comunista chino, le ha hecho demasiado daño a la humanidad, con su dictadura totalitaria, especialmente por el manejo que le dio al Covid-19, al no haberle dado al mundo la información oportuna desde el comienzo de la pandemia, lo que ha ocasionado hasta la fecha 112,046,054 personas contagiadas y 2,479,504 personas fallecidas, quedando demostrado la catadura genocida del marxismo en su aplicación práctica, ello no admite ninguna discusión, a lo que hay que agregar que otro de los males que le ha “regalado” el Partido Comunista de China a los pobres del mundo ha sido el neoliberalismo del que es su padre. 

La izquierda especialmente la marxista leninista ha metido alaridos culpando de todos los males habidos y por haber al Consenso de Washington, que es un conjunto de formulaciones económicas del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro, para países en vía de desarrollo ante las crisis económicas cíclicas que pueden sobrevenir(como la que se está viviendo con el Covid-19); sin embargo dentro de la óptica totalitaria marxista se considera que dichas propuestas realizadas a finales de la década de los ochenta del siglo pasado fueron el origen del neoliberalismo. 

El neoliberalismo surge de un contubernio, entre la camarilla del partido comunista chino y el capital financiero internacional representado en las transnacionales en la década de los setenta del siglo pasado, para explotar a los trabajadores del país asiático y repartiesen la plusvalía, de ahí irrumpió la flexibilización laboral que afecta a los trabajadores en todo el mundo, quedando claro que para las burocracias parasitarias marxistas lo importante es conservar el poder político, y si tienen que abandonar sus principios económicos, no interesa, porque no solo en la China se ha desarrolla la economía del capitalismo salvaje con un régimen político totalitario marxista, también eso sucede en Vietnam. 

Los comunistas totalitarios así como le atribuyen unos falsos poderes omnímodos al Consenso de Washington, cuyo término fue acuñado por John Williamson en 1989, le hicieron un terrible mal a Latinoamérica cuando crearon en 1990 el foro de Sao Paulo para reeditar al marxismo leninismo repudiado en Europa oriental con la caída del muro de Berlín, los autores de semejante engendro que han buscado tomarse el poder en todos los países de la región para crear la Unión Soviética latinoamericana como quería Hugo Chávez, fueron el sátrapa de Fidel Castro(1926-2016) y Luiz Inácio Lula da Silva del Brasil, amparados en el atraso ideológico de los pueblos de esta parte del mundo. 

Los grupos de las Farc y el Eln que hacen parte del foro de Sao Paulo, y además continúan con la estrategia de la combinación de todas las formas de lucha para la toma del poder, como miembros de la secta marxista siguen las enseñanzas del genocida de Lenin quien consideraba la toma del poder como lo único importante  para los “revolucionarios”, con lo cual se demuestra que el marxismo expresado en el foro de Sao Paulo, no le importa la forma cómo actúan los terroristas que han cometido crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad en Colombia, porque lo que le interesa es cumplir con sus fines. 

El Consenso de Washington que propone 10 formulas económicas, para que los Estados promuevan la austeridad con reformas tributarias, privatización de empresas, seguridad jurídica, reducción del gasto público, entre otros, no fue un acuerdo entre EEUU y los países al sur del río Grande que se debía cumplir a rajatabla, sino condiciones para empréstitos internacionales, igual a cuando un cliente va al banco a pedir un préstamo y le colocan requisitos para hacérselo; pero en cambio el foro de Sao Paulo es un acuerdo de partidos marxista leninista junto a grupos terroristas como los que han existido en Colombia, para conspirar en contra de la democracia liberal y llevar a la región a la esclavitud política, como está sucediendo en Venezuela, Cuba y Nicaragua. 

Por lo tanto en Latinoamérica se debe crear un frente anticomunista para enfrentar a la estafa del marxismo leninismo en sus diferentes formas, debido a que ha sido una manía del comunismo totalitario cambiar de disfraz de acuerdo a las condiciones para engañar incautos y tomarse el poder buscando perpetuarse en él, porque en nuestros países tenemos el ejemplo del socialismo del siglo XXl que es el mismo toxico marxista con diferente etiqueta, además se ultraja a la memoria del libertador cuando se usa el apelativo de bolivariano por parte de los comunistas para hacer efectivos sus aviesos planes. 

Además es una mentira absoluta, decir que el neoliberalismo se originó en Chile con la dictadura de Augusto Pinochet siguiendo a los Chicago Boys que abrazaban las ideas de Milton Friedman, puesto que la única verdad fue el maridaje que montaron el partido comunista chino (responsable de la propagación del Covid-19 por el planeta) y las grandes corporaciones internacionales, y de ahí surge una esclavitud económica que le han traído consecuencias catastróficas a la humanidad. Demostrándose que el marxismo o comunismo totalitario es una maldición para la tierra mírese por donde se mire, quedando patentado que así como el régimen comunista de China es el culpable de las calamidades de la peste del Covid-19, también es el padre del neoliberalismo. 

Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia

LAURA CHINCHILLA, CENTROAMÉRICA Y ESTADOS UNIDOS HACIA UNA RELACIÓN DE FRUCTÍFERA VECINDAD

La crudeza con que cotidianamente se nos manifiesta la dimensión trágica de la migración centroamericana parece no tener límites. A las imágenes de las caravanas de niños migrantes, se suman las de los dramáticos enfrentamientos entre quienes se desplazan y las fuerzas de seguridad de los países de tránsito, o las macabras escenas como las de los 19 migrantes calcinados, en el municipio mexicano de Camargo, Tamaulipas; “Remain in México” se llamó la política que les dejó para siempre en ese país.  Si bien la pandemia redujo temporalmente estos flujos migratorios, se calcula que, entre diciembre y enero pasados, llegaron en promedio a la frontera entre México y Estados Unidos cerca de 1.000 personas al día procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador. 

En gran medida, este es el resultado de un fenómeno inédito de violencia, marginación y deterioro tanto de las condiciones de vida como del cambio climático que azota a algunos de los países centroamericanos. Para dimensionar apropiadamente la alarmante combinación de retos en materia de desarrollo económico, migración, inseguridad y escasez de oportunidades que golpean a estas naciones, tómense en cuenta los siguientes datos. Cuatro de los seis países más pobres de América Latina son centroamericanos, lo mismo que cuatro de los cinco países del hemisferio con los más altos niveles de informalidad y dos de los tres países más violentos del mundo. En esos mismos 4 países, 60% (5,4 millones) de los niños y adolescentes en edad de estudiar no tienen acceso al sistema educativo y los costos asociados al crimen, se calculan en alrededor del 8% del PIB regional superando los gastos en salud y seguridad social. Lo anterior se mezcla a la disfuncionalidad de gobiernos con una rampante corrupción pública y una recaudación notoriamente insuficiente –equivalente al 14% del PIB regional- que han limitado seriamente la capacidad de ofrecer servicios públicos de calidad y con adecuada cobertura. 

Si bien las élites locales no tienen excusa alguna de la grave situación de estos países, es justo decir que los problemas asociados a la migración centroamericana son también la consecuencia de políticas y enfoques inadecuados para abordarlo, de manera integral, por parte de prácticamente todos los países involucrados, entre ellos el país de destino. En un contexto caracterizado por la ausencia tanto de un acuerdo bipartidista alrededor de una reforma a la política migratoria o un enfoque para la gestión de la frontera sur, las decisiones de la Casa Blanca en los últimos años han dejado mucho que desear en materia humanitaria y no han articulado una propuesta de desarrollo integral para la región. Desde que la administración del expresidente Obama deportó a migrantes en cantidades récord, hasta las brutales políticas del expresidente Trump que separaron a decenas de miles de familias migrantes, obligaron a los países centroamericanos y a México a contener los flujos migratorios mediante acuerdos de tercer país seguro y que violaron el derecho de asilo y refugio, Estados Unidos no ha logrado sostener una política que responda a las razones últimas del desarraigo de las poblaciones centroamericanas. 

No obstante, el contexto del cambio de administración en Estados Unidos parece propicio para relanzar un esfuerzo de interlocución con el gobierno del presidente Biden que ha lanzado un “Plan para fortalecer la seguridad y la prosperidad con los pueblos de Centroamérica” que contempla 4.000 millones de dólares en asistencia, y que ha sido incorporada en algunos de sus elementos a la reforma migratoria recientemente enviada al Congreso, conocida como el the U.S. Citizenship Act of 2021. 

Esta es una oportunidad que las naciones del istmo centroamericano no deben desperdiciar y frente a la cual un grupo de ciudadanos de la región, hemos formulado algunas recomendaciones con el objetivo de complementar y robustecer la eficacia y el impacto de las políticas de la administración Biden hacia Centroamérica. 

En el documento intitulado “Centroamérica y Estados Unidos: hacia una relación de fructífera vecindad” advertimos de tres importantes elementos a tomar en consideración. En primer término, la necesidad de ir más allá de los países del llamado Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), y considerar a la región en su conjunto. Los efectos de las grandes amenazas que pesan sobre la región como el crimen organizado, el cambio climático, y el deterioro democrático se hacen sentir en otros de los países. Las operaciones de las bandas criminales alcanzan a toda la región, los huracanes y las sequías golpean corredores transfronterizos, los desplazamientos de población no son sólo hacia el norte, también se dirigen hacia el sur, y la deriva dictatorial en Nicaragua hace palidecer los faltantes democráticos de sus vecinos del norte. No sólo los retos son compartidos, también las respuestas tienen un fuerte condicionamiento regional, considerando los instrumentos que estos países han diseñado para gestionar procesos comerciales, energéticos, aduanales, de seguridad, migración y otros. 

El segundo elemento que recomendamos, es ampliar la interlocución con actores no gubernamentales. La región tiene una asignatura pendiente para presentarse unida y con una voz común frente a los grandes temas que conciernen a sus habitantes, entre otras razones por las divergencias entre los liderazgos políticos de quienes gobiernan estos país. Adicionalmente, algunas de las élites han fallado en sostener esfuerzos significativos de reforma institucional como lo demuestran la finalización de las misiones contra la corrupción en Guatemala (CICIGI) y en Honduras (MACCIH) y la aún limitada capacidad técnica y cuestionada independencia de la CICIES en El Salvador.  Un mayor protagonismo y participación de la sociedad civil en los procesos de reforma institucional que la región urgentemente necesita, podría blindar los avances frente a presiones políticas y corporativas. 

Finalmente, para evitar que una estrategia de cooperación no termine en el reduccionismo de la agenda migratoria de los Estados Unidos, se deberán integrar diversos componentes que atiendan problemas de fondo como la acción climática, la integración económica y comercial, la apuesta por la educación, la innovación y el uso de la tecnología como medios para combatir la desigualdad y la inclusión, el apoyo a las respuestas a las emergencias de salud y el fortalecimiento al combate de la inseguridad alimentaria y la desnutrición. En este orden de cosas, resulta inevitable el llamado que hemos hecho a las nuevas autoridades de la administración Biden, a dar un paso decidido para replantear la estrategia de guerra contra las drogas que ha prevalecido en los últimos veinticinco años. El reciente informe de la Western Hemisphere Drug Policy Commission, reconoce el “fracaso colectivo” de los esfuerzos por controlar el uso indebido y el tráfico de drogas en el Hemisferio, que han generado un destructivo saldo humano e institucional, especialmente para Centroamérica. 

Tenemos la oportunidad de hacer de nuestra vecindad y amistad con los Estados Unidos de América, una fortaleza que abone a la realización de las aspiraciones de prosperidad, seguridad, paz y estabilidad de los ciudadanos centroamericanos, y que prevenga las trágicas caravanas de migrantes que todos los días cubren de luto a estas pequeñas naciones.

Laura Chinchilla
@lchinchilla
Presidenta Costa Rica 2010-2014
@CLUBdeMADRID
Costa Rica. México. Washington