sábado, 7 de mayo de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY SABADO 07/05/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR EN ROJO

 

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES - * 07/05/2022 

SOLEDAD MORILLO BELLOSO: ¿POR QUÉ VENEZUELA VA A SALIR DEL HUECO? , DESDE VENEZUELA


 LUIS MANUEL AGUANA: LOS BURROS DE TROYA. DESDE VENEZUELA




SOLEDAD MORILLO BELLOSO: ¿POR QUÉ VENEZUELA VA A SALIR DEL HUECO? , DESDE VENEZUELA

El día que murió Chelique Sarabia sentí que el corazón se me partía en mil pedazos. Nos conocíamos de muchos años atrás. No puedo decir que éramos grandes amigos. Pero él representaba para mí el amor bueno, bonito, auténtico, sabroso y sagrado por Venezuela. El amor quitapesares.

Se preguntará usted a qué viene la alusión a Chelique en conjunción con el título de este artículo. Tiene todo que ver.

Chelique de veras conoció las pasiones. Y les puso música y verso. El amor, la rabia, la tristeza, la desilusión, el entusiasmo. Y, mucho, la ansiedad.

Hace años, tal vez diez o doce, me llamó. Estaba furiosamente triste. "La peor de las estupideces es la que desencadena la mengua del alma", me dijo.

Una pomposa estupidez nos ha conducido a estos años menguados. Ha generado en algunos un estado idiota de conformismo sin orillas. Y ha hecho algo mucho peor: nos ha convertido en cazadores de culpables. Nos miramos al espejo y nos creemos inocentes. No lo somos.

Pero precisamente porque estamos hartos de todo y de todos, porque llegamos finalmente al punto de entender que repartir culpas es absolutamente inútil y extremadamente aburrido, por eso mismo estamos parados frente al barranco y decidiendo que no vamos a caer.

En Venezuela y en el exterior hay montones de venezolanos que le están echando un camión de ganas. Mientras algunos políticos se pelean entre ellos con sus colmillos rotos y muelas con caries y desprecian a los ciudadanos, esos venezolanos -la mayoría de ellos sin nombre fulgurante- están construyendo una nueva Venezuela. Lo hacen sin faramalla, sin gastarse escribiendo cartas solemnes ni creando comités con títulos casi nobiliarios. Esos venezolanos trabajan catorce o dieciséis horas diarias. No están zambullidos en el pozo de la quejadera y mucho menos están afanados en el "resuelve". No están tapareando huecos con mastique vencido, ni vendiendo regaderas sin huecos. Están creando, trabajando, produciendo. Se van a la cama agotados, molidos, pero con el cuerpo lleno del aliento de la pasión. Ya entienden la abismal diferencia entre el éxito y el triunfo. No se parecen ni en el blanco del ojo a los bolichicos y enchufados que se pavonean con sus plumas plásticas por las calles de grandes ciudades del mundo, esparciendo el hedor del dinero mal habido y desplegando su rastacuerismo insolente.

Por esos venezolanos que no son cujíes llorando de dolor, que usan el telescopio, el microscopio y el periscopio, por ellos y con ellos, Venezuela va a salir del hueco. Nada los va a detener. Harán bien los políticos en entender eso. O verán su liderazgo cocerse en baño de María. No habrán entendido por quién y cómo doblan las campanas.

Y yo, mi Venezuela querida, estoy ansiosa. Tengo "ansiedad, de tenerte en mis brazos". Quiero musitarte palabras de amor.

Soledad Morillo Belloso
soledadmorillobelloso@gmail.com
@solmorillob
Venezuela

LUIS MANUEL AGUANA: LOS BURROS DE TROYA. DESDE VENEZUELA

La histórica estratagema, que relatara el clásico de Homero titulado Odisea, donde los griegos obsequiaron a los troyanos, como ofrenda a Atenea en el sitio de la amurallada ciudad de Troya, un caballo gigantesco donde Odiseo escondiera a sus mejores guerreros para desde adentro abrir las puertas de la ciudad, ha servido como un ejemplo en todos los tiempos para describir cómo se engaña y destruye al enemigo desde adentro por su ingenuidad.

Sin embargo, a veces cuando se hace referencia a esa estratagema, algunos no la explican en el sentido correcto, ya bien sea por malicia o desconocimiento de la realidad. Tal es el caso del reciente análisis político publicado de la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, a cargo del profesor Benigno Alarcón, titulado justamente “Los Caballos de Troya”, que expresa, entre otras cosas, lo siguiente:

“Aunque existe un importante nivel de consenso en torno a la conveniencia de que una candidatura única sea electa en una primaria, es importante comprender que la unidad perfecta a la que aspiramos nunca se logrará porque no todas “las oposiciones” son oposiciones. La realidad es que entre las oposiciones hay actores que juegan fuera de la unidad porque no creen en ella, lo cual puede ser legítimo. Pero hay otros que juegan contra la oposición y a favor del gobierno porque se han constituido en los Caballos de Troya del régimen para dividir a la unidad opositora y dispersar el voto de sus electores para convertirlos en minorías electorales irrelevantes. Mientras que las oposiciones que se han separado de la unidad porque no creen en ella, o por las adversidades entre liderazgos, que aunque es un fenómeno común nunca debería estar sobre el objetivo de lograr el cambio político, no debería ser motivo de preocupación porque son verdaderas oposiciones democráticas que necesitan de la unidad tanto como los partidos que conforman a la Mesa de la Unidad Democrática, por lo que no tengo dudas que serán los primeros interesados en demostrar su liderazgo en una primaria, como ya lo manifestase, por ejemplo, María Corina Machado, a quien podemos considerar una fiel representante de la oposición que no forma parte de la MUD…” (resaltado nuestro) (ver Podcast “Análisis Político”: Los Caballos de Troya 3/05/2022, en https://youtu.be/lLCx8-r4Wyc, min 6:29).

Aquí cabría preguntarse de quién es ese importante nivel de consenso. Claramente, no será de los venezolanos quienes mayoritariamente no estamos de acuerdo en esperar dos años más de suplicio del régimen para resolver con elecciones este grave conflicto político, sino más bien de aquellos que paradójicamente acusan a otros de hacer lo que ellos mismos hacen de actuar a favor del régimen, haciendo lo que este justamente desea para perpetuarse en el poder: unas elecciones controladas por ellos.

Unas primarias opositoras, con todo lo que eso implica, ya está metiendo al país en esa “normalización” que tanto desea Maduro para impulsar el circo electoral que ya hemos repetido tantas veces y que necesita esa oposición oficial de los partidos de la MUD/FA. Entonces, ¿quiénes son los que juegan contra la oposición, entendiendo como oposición el verdadero sentimiento de los venezolanos de salir de esta pesadilla interminable? ¿Aquellos que se dicen representantes del pueblo opositor venezolano? Porque, ¿quiénes son los que se han constituido como verdaderos burros de Troya para que no se pueda vencer al régimen, haciéndoles el juego electoral con dos años de anticipación? Y los llamo así porque si Odiseo en lugar de usar un caballo hubiera utilizado un burro, insultando a Atenea, por supuesto que no hubiera conseguido que le abrieran las puertas al obsequio para conquistar la ciudad de Troya.

Pero lo que más me llamó la atención fue que aparte acusar a otro de actuar a favor del régimen, una responsabilidad que solo le corresponde a la llamada “unidad democrática” electoralista, meten en el saco de sus primarias, nada menos que a María Corina Machado, que casi un mes antes de este podcast de la UCAB, había establecido claramente su posición con relación a ese circo electoral que está organizando la MUD/FA con la ayuda de ese tanque de pensamiento político:

“No cuenten con nosotros para aceptar migajas y vender la idea de que el régimen piensa hacer una elección limpia y libre en el 2024, ¡por favor! ¿Tú crees que el régimen está pensando hacer una elección limpia, libre que produzca un cambio en el 2024? ¿O están montando una nueva farsa electoral para una vez más elegir ellos el candidato opositor? De esto ya tenemos una larguísima cuerda los venezolanos con más de 30 elecciones y con cada vez menos democracia. Por eso, lo que más le conviene al régimen es ver este gentío metiéndose en una feria electoral con pitos y banderas promoviendo candidatos en un país de fantasía porque está controlado por la tiranía. Señores: primero lo primero. Para que un candidato sea útil tiene que haber una elección real. Y para que aquí en Venezuela haya una elección de verdad, primero tenemos que elegir una nueva dirección política...” (ver Posición de María Corina Machado sobre el tema electoral, 6/04/2022, en https://twitter.com/MariaCorinaYA/status/1511826085448626181, min 1:17).

¿Qué parte de este contundente “no cuenten con nosotros” a esas prácticas electoralistas con el régimen, y rechazadas por la mayoría de los venezolanos, no entendieron los analistas políticos de la UCAB?

Como miembro de la comunidad universitaria que soy tengo el mayor de los respetos por la investigación, el conocimiento, la tecnología y las luces que de una manera objetiva salen de las universidades, para aclarar el camino que debemos seguir, para recatar la libertad y la democracia destruidas por esta tiranía. De allí que me cueste entender que no una universidad en particular, sino cualquier universidad, en lugar de profundizar sobre las causas y las razones que nos han llevado a este desastre político jamás visto en la historia del país, proponiendo nuevos caminos y estudios a favor de una solución que nos incluya a todos, haya tomado partido a favor de una parte que se dice opositora, no para favorecer a la población sino a actores políticos específicos que han demostrado una actitud de cohabitación abierta y comprobada con el régimen para que las cosas continúen como están, constituyéndose en un factor político más, en lugar de una referencia orientadora. A juicio de muchos, ese no debería ser el rol la universidad venezolana en la solución de la tragedia que vive el país.

Y no digo que cualquier grupo o persona, perteneciente a la academia o de cualquier otro sector, no apoye la opción política de su preferencia, sino que se use abiertamente la imagen institucional de una universidad de prestigio para convencer a la población de seguir un camino político particular. El país se encuentra dividido entre aquellos que NO CREEMOS en la ruta electoralista de los partidos de la MUD/FA, que nos ha hecho un daño terrible y amenaza con continuar haciéndolo, al entrar en la danza de los millones que significan unas primarias cuando el país se cae a pedazos, y aquellos que creemos en la necesidad de elegir, no un candidato para unas elecciones en primarias, sino UNA NUEVA DIRECCIÓN POLÍTICA que nos lleve verdaderamente a la expulsión de un régimen que controla el aparato electoral del país. Eso no es un cuento de caminos y debe debatirse con la seriedad y la magnitud que el problema tiene.

En esos términos está planteado el debate político de Venezuela, y no a través de una interpretación maniquea que señala buenos y malos en la partida opositora. Dejemos que el país decida quien está y quien no está a favor de salir del régimen inmediatamente. Dejemos que los venezolanos decidan quienes son los burros de Troya.

Luis Manuel Aguana
http://ticsddhh.blogspot.com/
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Venezuela



ANTONIO JOSÉ MONAGAS: ¿INSULTAR, HUMILLAR O ATROPELLAR?.DESDE VENEZUELA

Hay discursos, opiniones o expresiones que no cuidan el sentido de lo expresado Es aventurado y hasta riesgoso, lanzar o liberar palabras e intenciones que no se corresponden con el momento. Tampoco con las circunstancias. Menos, cuando son dominadas por la tragedia o la ausencia de humanitarismo.

Ante la ira o cualquier sentimiento de disgusto o desagrado hacia alguien, o por causa de alguna afrenta o crítica recibida en palabras o hechos, no es propio arrojar la primera piedra que dispone el camino. Aunque en el ejercicio de la política, es un tanto común asomar esa desagradable emoción que emana del odio, del resentimiento o rencor.

En el fragor de la política, muchas veces es fácil toparse con sentimientos que pueden ser adaptativos, como cualquier emoción humana. Sólo que cuando quedan atrapados en el subconsciente de la persona, se convierten en conflictos que buscan endilgar a otros. Es ahí, cuando la política pareciera un abismo sin fondo del cual es difícil salir.

Es lo que sucede cuando la política (de calle) se practica apoyándose en criterios de vida groseramente confundidos con postulados políticos diseminados precariamente por razones electorales. Es lo que ha sucedido en la Venezuela del siglo XXI. Peor aún, por efecto del mal llamado “chavismo”.

Esto da cuenta de una tesis que viene explicando el desastre que, la injerencia del absurdo y resabiado “chavismo”, asumido como política gubernamental, ha causado a nivel nacional, regional y local. Ningún contexto en que tan repelida política haya sido causa y efecto del desacomodo y crisis padecida en lo que va del siglo XXI venezolano, particularmente, se ha librado de problemas de todo orden, magnitud y medida.

Ejemplo de infinitud dictatorial

Es imprescindible saber que la política no se aprende en la calle, entre los resquicios de una habitación embadurnada de basura populista. O aplaudiendo cualquier discurso de precaria inspiración, o verborrea de esquina. Mucho menos, se aprende a gobernar. Es el problema que padecen muchos dirigentes de partidos políticos al presumir que el sólo hecho de detentar el poder, le otorga la capacidad necesaria para disponer lo que su ignorancia y soberbia determinen.

Tristemente, vale reconocer que la universidad venezolana, contrariamente a lo que debería ser, produce profesionales ciegos a la política. Asimismo, políticos sordos a la economía. En fin, cabe alegar que las realidades nacionales crean venezolanos que poco o nada se inquietan por la incomunicación que se da entre la economía y la política. O entre lo social y lo cultural.

Con ofensivas declaraciones de altos funcionarios del régimen venezolano, se evidencia un problema de cultura política. El verbo no advierte que en política, un mismo sentido cambia según las palabras expresadas. Sobre todo, en medio del espantoso laberinto formado por la fatídica sucesión de precariedades, improvisaciones y equivocaciones. Propio del populismo rampante. Es calamitoso el estado de descomposición al cual se ha llegado. Más por exceso de capacidades, que por defecto de las pocas acciones emprendidas.

Nada más acusa la extremada flaqueza ideológica que reviste cada discurso de estos dirigentes políticos militaristas y fascistas, que el hecho de no reconocer el tamaño de su incompetencia. Tanto como la desfachatez para denigrar lo que a bien es propio de demandar y exigir.

Nada más pusilánime que dárselas de jactancioso. Es el caso de muchos gobernantes que se revisten del poder de una autoridad sin concienciar que la misma está cuestionada por represiva e irreverente. Más, ante libertades y derechos humanos.

Ejercer la política. Pero sin conocimiento de causa

En política, las palabras tienen un alto vuelo. Pero tan alto como suben, asimismo caen y generan los problemas de todo ser vivo apegado a vivir arrastrado. Para este género de personajes recostados al ejercicio de la política, la tierra constituye el ámbito más expedito para demostrar su calaña de esquiroles, usurpadores y eunucos políticos. Donde ni siquiera pueden juntar lo necesario con lo suficiente.

La vida en la política, es meramente un tránsito que conduce a comprender que lo que la política deja vivir, no es más que “un mientras tanto”. Así que no hay razón alguna que contradiga la fuerza de la naturaleza cuando es dominada por las libertades.

Cuánta desgracia concentra un mensaje formulado sobre estructuras dialécticas que redundan en el desconocimiento de las realidades. Sin embargo, en lo que va de siglo XXI, Venezuela ha sido el teatro “negro” de una realidad que se contradice frente a otra por verdadera que parezca. Sobre todo, cuando el país -acicalado por medios gubernamentales- se utiliza como burda excusa para proyectar una imagen disfrazada de democracia. Y así ha venido ocurriendo con el consentimiento del ejercicio de la usurpación perpetrada en menoscabo del desarrollo nacional. Para que al final, se tenga una república desprendida del mapa geopolítico latinoamericano toda vez que esa misma república ya no existiría.

El fundamento ideológico de la acusada “revolución bolivariana” ha incitado a actuar según la paradoja que argumenta: “la destrucción es una forma de creación”. Quizás, eso explica la ocasión que deja ver cuando un gobernante recurre a la amenaza, la humillación o al sarcasmo, como recurso para imponer un proyecto de país retrógrado. Eso permite inferir que todo lo sucedido en esta Venezuela del siglo XXI, sobre todo ahora, es representativo de una especie de espasmo que resulta de razones como:

El quiebre de la legitimidad para gobernar.
El apoyo popular comienza a debilitarse.
La falta de responsabilidad ante lo que comprometen las funciones de gobierno.
Síntomas de ingobernabilidad que ven venirse.
Fracturas a lo interno del partido de gobierno.
Desconocimiento de los procesos de gobernar. Y más aún, en democracia.

Son todos síntomas inequívocos de cuando un gobierno comienza a preocuparse porque su gestión política está bamboleándose a causa de la desesperación y el miedo que vive el gobernante. Particularmente, cuando el curso normal de los tiempos se encoge apresuradamente hasta que las realidades se convierten en un espantoso enredo. O será que gobernar, en su esencia etimológica, social y política, se ha confundido con acciones tan ruines y violatorias de libertades y derechos, como ¿insultar, humillar o atropellar?

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

LUIS FUENMAYOR TORO: SOBRE EL ESCENARIO POLÍTICO VENEZOLANO.DESDE VENEZUELA

· Tres políticas se desarrollan principalmente en el país y todas tienen sus expresiones partidistas y grupales, así como sus liderazgos, propuestas y seguidores. Sus influencias electorales son aproximadamente de la misma magnitud y sumadas no alcanzan a ser la mitad del padrón electoral. Dos de estas políticas son declarativamente opositoras al gobierno de Nicolás Maduro, mientras la tercera es la desplegada por las fuerzas partidistas y grupos pro gubernamentales. Las distintas expresiones orgánicas, que sustentan estas tres políticas, son muy heterogéneas en relación a sus fortalezas: organizativas, financieras e inserción ciudadana.

· La política gubernamental tiene al PSUV como única expresión importante orgánica y con capacidad de movilizar a la población. No se trata de una organización monolítica, ni fundamentada en motivaciones ideológicas ni principistas, independientemente que una parte minoritaria de sus instancias partidistas y populares sí lo sea en alguna forma. El estímulo que los motoriza es el mantenimiento del poder político a toda costa, pues éste provee lo que la organización y los individuos necesitan para estar en las mejores condiciones posibles. Si bien están disminuidos en relación al pasado, superan ampliamente en organización y financiamiento a todos los grupos opositores actuales, aún si se unieran.

· Una de las dos políticas opositora ha sido violenta, aliada a factores políticos y gobiernos extranjeros, inconstitucional, sectaria y antidemocrática. Dispone de grandes recursos financieros, pero carece de inserción social más allá de grupos reducidos muy beligerantes. Su casi única fortaleza es el apoyo que aún tienen del gobierno gringo, que les garantiza recursos, pero perdieron el apoyo popular tenido entre 2015 y 2019, que los llevó a su último triunfo electoral. Tampoco son monolíticos, pues están enfrentados internamente en aspectos como el de la participación electoral, pero se mantienen cercanos por su odio patológico al gobierno de Maduro y a la oposición que representa la otra política. Voluntad Popular (López-Guaidó), Vente Venezuela (Machado), Primero Justicia (Borges-Capriles), Un Nuevo Tiempo (Rosales), AD (Ramos Allup) y La Causa R, son sus más nombrados integrantes.

· La otra política opositora se caracteriza por ser nacional, pacífica, electoral y constitucional. Se desarrolló enfrentando las propuestas violentas de invasión extranjera, insurrección armada, golpe militar y abstención electoral, llevadas adelante desde 2015 por la oposición violenta. Sus integrantes, con contadas excepciones, son partidos y grupos muy numerosos, pero pequeños, poco o nada organizados y sin recursos financieros. Muy heterogéneos, pues incluye desde desprendimientos del chavecismo gobernante hasta divisiones de partidos golpistas impulsores de invasiones extranjeras. Todo lo cual hace muy difícil la concertación de voluntades y acciones para el cambio necesario. Y, sobre todo, para ganar la confianza necesaria del electorado. Su reto, además de unitario, es no transformarse en una oposición complaciente.

· Al lado, pero al margen, de estas tres opciones políticas, se mueve la población venezolana preñada de necesidades ingentes, golpeada fuertemente por los ya varios años de crisis económica, desesperanzada al no ver opciones concretas, ni de partidos ni de liderazgos, que les garantice si quiera alguna posibilidad de cambio en 2024. Ni que hablar de la inexistencia de un programa o por lo menos una lista de propuestas, que pueda ser asumida por la gente y motivarla a participar electoralmente.

· Algunos grupos sociales y laborales han iniciado movilizaciones serias con peticiones concretas claves, llenando un vacío alarmante en el país. Jubilados y pensionados, sobre el monto ridículo de sus ingresos y la estafa con sus prestaciones; los vecinos, con sus exigencias en relación a las desesperantes interrupciones eléctricas y de agua; los trabajadores de la salud y sus denuncias del pésimo estado de hospitales y ambulatorios, y las miserables condiciones laborales en que deben desempeñarse; los maestros y profesores, recalcando el abandono y la desidia del gobierno con la educación en general y las instituciones educativas en particular.

· No es un escenario muy esperanzador hacia el futuro, pero conocerlo debería ayudar a enfrentarlo de la mejor forma posible. Ojalá y así sea.

Enviado a nuestros correos por
Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Venezuela

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: ¿Y TÚ AGENDA PROPIA?. DESDE VENEZUELA.

Es muy difícil salir adelante cuando la oposición venezolana no cuenta con una agenda propia, viéndose sometida a una impuesta por el régimen. En consecuencia, es sumamente importante que poder contar con una oposición real, que transite un camino propio en aras del rescate de nuestra nación.

No es sencillo, pero los resultados bien valdrán la pena. No olvidemos, cuando el régimen afronta escenarios que no preestablece se ha visto acorralado, obligado a negociaciones desesperadas, sin embargo, estos topetazos a la postre han sido traicionados por una dirigencia que cede finalmente a las pretensiones del castrismo venezolano.

Posterior a cada crisis a la que el chavismo se ha visto seriamente comprometido, han seguido presuntos diálogos y elecciones amañadas, por desgracia, estos eventos han favorecido con carácter de exclusividad a los rojos, en detrimento del país. Las elecciones consumadas después de cada diálogo han sido sumergidas en un oscurantismo que solo genera lúgubres resultados claramente preestablecidos.

Hoy el camino no es distinto, observamos cómo el régimen continúa aplicando mismas fórmulas en virtud de la gran cosecha resultante, por tal motivo, ha edificado sin empacho alguno una falsa oposición que secunda todos estos escenarios, repetimos, previamente definidos. La oposición reconocida, la de Juan Guaidó, se ha visto imposibilitada para evitar que estos falsos eventos se consuman, fingiendo institucionalidad, normalidad ¡Falso!

Venezuela se encuentra en su peor momento histórico, con una población que difícilmente puede sobrevivir. Unos pocos gozan de ciertas comodidades, especialmente el círculo cercano a los denominados enchufados. Otros tantos viven cada vez más apretados de las remesas enviadas y la mayoría afronta la crisis reinventándose diariamente… es la dura realidad.

Por otro lado, el deterioro de nuestra calidad de vida se acelera, los problemas tradicionales arrastrados de la cuarta República se han agravado a la enésima potencia y, por sí fuera poco, el chavismo ha creado nuevas patologías políticas y sociales muchísimo más dantescas. Cuando se supone la presión social debiera estar en su máximo histórico, se ha visto reducida casi a su extinción a través de la violencia institucionalizada y por complicidad de los actores políticos, solo unos pocos hoy desafían al régimen en el único escenario dónde se ha podido doblegar: En la presión social, estos son nuestros maltratados jubilados y pensionados.

De este modo, es absolutamente desfachatado creer en una dirigencia política presta a repetir una y otra vez mismos escenarios predeterminados qué propone el régimen. Es burlista crear expectativas en diálogos cuando el chavismo hoy día no tiene nada qué perder a lo interno del país y burla las sanciones internacionales. En pleno control de las armas, recursos e instituciones del Estado, no cederá ni cambiará su modus operandi, continuará imponiendo el castrismo apoyado en sus cómplices.

Para que el chavismo ceda debe sentir la presión interna y externa, en 2002, en 2014 y 2017 fue doblegado, pero, repetimos, Venezuela fue traicionada en furtivas negociaciones (diálogos) a la que sucumbieron sus dirigentes aceptando elecciones en condiciones absurdas, ridículas.

Conclusión, la oposición venezolana requerida pasa en primer lugar por un proceso de relegitimación verdadero al margen de instituciones psuvizadas y colaboracionistas, que luego permita la construcción de un liderazgo que escape a las fórmulas prefabricadas del chavismo e imponga una agenda propia tendente a constitucionalizar y redemocratizar la nación. La sociedad civil también debe relegitimar sus organizaciones.

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

JUAN GUERRERO: DESPACITO SE VIVE MEJOR. DESDE VENEZUELA

Siempre he estado opuesto a esa tendencia a ‘la rapidez', realizar las actividades de la cotidianidad con premura y ‘a gran velocidad’, como si el mundo y la vida se terminaran a la vuelta de la esquina.

Vivir atropelladamente es de gente atolondrada, que a la final termina insatisfecha de todo y por todo. Seres que desde que nacen van directo en busca de una perfección, de un cumplimiento de objetivos de vida y de responsabilidades solo por el simple hecho de ser cumplidos y en una torpe manera de entender que ser competitivos no supone, ni debe entenderse, como pasar por encima de quien sea y como sea.

Esa manera de estar en medio de la vida buscando vivirla a mil kilómetros por día solo trae insatisfacciones, traumas y a la larga, mucha incomprensión y soledad. Porque el propio mundo y cada sociedad se mueven a velocidades específicas. Ocurre, por ejemplo, cuando nos desplazamos de una ciudad a cualquier pueblo o caserío, y queremos imponer nuestros propios tiempos, nuestro propio horario y terminamos siendo unos verdaderos seres ajenos a la dinámica de vida de esa población.

En estos tiempos de tanta corredera e incertidumbre lo mejor que uno puede hacer es tomarse el tiempo para detenerse en medio de estas locas carreras por llegar ‘a ninguna parte’ en específico, respirar hondo, aquietarse y pensar en uno, en la magia de seguir vivo y maravillarse por el entorno y el continuo fluir de la existencia. Nos damos cuanto que todo lo que existe en nuestro alrededor tiene una armonía, una lógica y un reposo para estarse en medio del mundo y lo mundano.

Nunca he compartido las voces disonantes y ruidosas que invitan al frenesí de la vida. Esa especie de ‘trabajar’ alocadamente cinco días para entregarse al desenfreno de un fin de semana como si ya acabase la vida y no existiera más que hacer. Creo que el gusto por la vida parte del reposo que lleva a entenderla, al tiempo necesario para reflexionar sobre nuestra misma existencia, darnos el tiempo necesario para pensar, para lograr ese ‘ocio’ previo a la lucidez de crear, construir la ilusión que después veremos plasmados en partitura musical, en colores de una pintura, en hechos tecnológicos y científicos, en la amorosidad de una versificación para una canción.

El gusto de vivir a plenitud parte del reposo, de estar menos en el neg-ocio (negación del ocio creativo) y más en la lucidez de un cultivo del ser, en re-conocernos más como seres que existimos para el placer del tiempo en reposo, donde el ser se aquieta y trasciende en su fluir como humanidad.

No, de las carreras en la vida solo queda el cansancio, reza un dicho popular. Y esto es verdad. Sobre todo, si esa carrera la hacemos para ‘complacer’ a otros, para cumplir con las responsabilidades socialmente aceptadas. Para que el Otro nos acepte como quiere que seamos y jamás como nosotros quisiéramos ser aceptados.

Es necesario reivindicar el derecho al ocio, la exigencia humana al reposo, darnos el tiempo largo de cruzar la vida a la velocidad que nuestro cuerpo y nuestros pensamientos lo quieran. Porque no existe mejor sensación de satisfacción que aquella que sentimos cuando nos ‘echamos en nuestro charco’ por muy puerco, hediondo o perfumado que esté, y sentir el placer del reposo. Allí no importan recompensas ni trofeos. Solo sentir cómo transcurre el tiempo mientras disfrutamos la absoluta informalidad, la dicha de estar vivos, respirar mientras posiblemente el mundo cae a pedazos. Porque hay realidades en la vida que jamás podremos cambiar, que no dependen de nuestras decisiones. Entonces nos damos cuenta que no somos irresponsables ni tampoco seres inconscientes. Que necesitamos reposo, tranquilidad, caminar despacio, detenernos en el sitio menos esperado, alzar la mirada y encontrar entre las nubes los rostros de quienes ya nunca jamás volverán.

La tranquilidad, el reposo y el ocio son dones de la vida. Practicarlos nos acerca a la ruta de algún dios oculto en nosotros, alguna divinidad que siempre hemos deseado visitar. La quietud en quien la cultiva transforma, deviene ser trascendente, de plenitud y mirada luminosa.

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com
@camilodeasis
Venezuela