miércoles, 5 de enero de 2022

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com HOY MIÉRCOLES 05/01/2022

 


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 HOY -  OPINIONES INTERNACIONALES Y NACIONALES - 05/01/2022

BEATRIZ DE MAJO: CHINA DENTRO DEL MUNDO QUE NOS ESPERA. CHINA HOY


JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ: FIN DE LA UNIÓN SOVIÉTICA


RICARDO VALENZUELA: EL FROY, UN HOMBRE FUERA DE SERIE


MARYCLEN STELLING: POLÍTICA Y EL LUGAR DE LOS AFECTOS

JEAN PASQUALI: LA DEFENSA CIVIL DE LA CONSTITUCIÓN.


BEATRIZ DE MAJO: CHINA DENTRO DEL MUNDO QUE NOS ESPERA. CHINA HOY

No hay otra manera de avizorar el devenir mundial que a través del lente de la política. La anticipación de los eventos que ocurrirán dentro de nuestro horizonte temporal depende de analizar la miríada de factores que intervienen en su desarrollo, pero es el político, sin duda, el que termina marcando la pauta. Los hechos económicos son apenas una consecuencia de las decisiones o de la falta de decisiones de orden político.

Por esa única razón, a la hora de intentar detectar el rumbo de nuestro planeta y de sus componentes – China como factor principalísimo-, lo acertado es aproximarse a los análisis de EURASIA GROUP, quien detenta el mejor acerbo de conocimiento sobre las tendencias políticas globales. Este es el ente internacional líder de consultoría e investigación de riesgos políticos en el mundo.

China enfrenta retos monumentales dentro de sus propias fronteras en el momento en que su destino se encuentra entre las manos de un hombre con un personalismo marcado. No es solo el retroceso económico de Occidente que está siendo reforzado por la pandemia del COVID, lo que provocará severas limitaciones en la fortaleza exhibida por China durante los últimos años, sino además, el agotamiento de su propio modelo de crecimiento lo que genera desbalances en la economía doméstica.

Reducir la dependencia del gigante asiático del exterior está siendo el primero de los objetivos de Xi. Ello es una tarea ardua, pero la inspira el gigantesco tamaño de su población. Para revitalizar la economía por este camino deben reducirse drásticamente las desigualdades sociales y mejorar la calidad de vida de 1400 millones de chinos al tiempo que se refuerza la mano dura del Partido Comunista sobre una sociedad que deberá enfrentar nuevas regulaciones y limitaciones en la medida en que se ve a sí misma debilitada por el envejecimiento.

El timonel Xi ve peligros en todas partes y tiene frente a si el mayúsculo reto del XX Congreso del Partido que le aseguraría permanencia hasta el año 2027. Para ser exitoso en alcanzar esa meta deberá manejar con destreza a los que son políticamente poderosos dentro de sus propias filas, a quienes representan riesgos para el sistema y a quienes pueden ser socialmente nocivos. Estos peligros se encuentran no solo al interior del PC sino además, en el empresariado y los inversionistas, en los sectores financieros, en quienes manejan al interior de China los temas de energía, salud, propiedad y ambiente y en los protagonistas de los cambios tecnológicos. La estabilidad política será su norte en los tres primeros trimestres del 2022, lo que deberá darse de la mano con el imperativo de Pekín de mantener la armonía social. Para ello está ya en marcha la política de Zero Covid que es, de todas, la más pesada carga dentro de la planificación gubernamental.

La agenda china está, pues, muy cargada en lo interno, por lo que no es posible asegurarse que la batalla por la preminencia mundial frente al adversario americano siga siendo el norte en todo este ajedrez estratégico que Xi baraja en la hora actual.

En definitiva, tal como lo ha planteado el analista geopolítico Ian Bremmer en su libro “Every Nation for itself” (“Cada Pais a lo suyo”) estamos atravesando una etapa en la que seguirá sin existir un líder mundial absoluto. “Nadie conduce el autobús”, es lo que el autor asegura y lo define como un ambiente G-Zero en el que las dos más grandes potencias están perdiendo parte de su fortaleza, pero siguen compitiendo entre sí.

Ninguna dicta todas las pautas como ocurrió con los Estados Unidos durante décadas y, mientras esto ocurre, el resto del mundo debe poder determinar bien donde encajar, con quien aliarse o bajo cual paraguas guarecerse. Ese es el mundo que nos espera.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Venezuela – España

JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ: FIN DE LA UNIÓN SOVIÉTICA

Uno de los acontecimientos históricos más importantes del siglo XX, con proyecciones sobre el actual, es el fin de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y del gobierno comunista que se impuso a partir de la Revolución de Octubre de 1917.

Habían transcurrido 74 años de un dominio político, económico, social y cultural extendido en los territorios de Rusia, 15 países próximos y Europa oriental y con importante influencia a nivel mundial, conformándose de esa manera frente al modelo capitalista encabezado por Estados Unidos, un sistema de partido único basado en el marxismo que en etapas sucesivas pretendía alcanzar entre otros objetivos la Dictadura del Proletariado.

No obstante su fidelidad y trayectoria en el Partido Comunista, Mijaíl Gorbachov, Secretario General del mismo (1985-1991), encabezó un proceso complejo de reformas que al final no se pudo detener ante la firme aspiración de libertad en lo interno y los deseos de independencia de varios de los países integrantes en lo externo.

La URSS ameritaba cambios y se vislumbraban desde hacía tiempo las dificultades para su sostenimiento. Desde las acciones de: “Normalización” que consideraba Andrópov (1982-1984) para contrarrestar la desmoralización, la desestabilización, la crisis, Gorbachov propuso la: “perestroika o reestructuración, una política tendente a acelerar el desarrollo económico y social del país y a renovar todas las esferas de la vida”.

El planteamiento de una nueva política exterior por parte de la Unión Soviética hacia los países de occidentales democráticos fue un elemento esencial que contribuyó a variar los esquemas de las viejas y peligrosas amenazas y acciones de la Guerra Fría.

El acercamiento entre Gorbachov y Thatcher (1984) abrió la posibilidad de nuevas relaciones entre los bloques. Una frase de entonces: “el hielo empieza a moverse” anunciaba la distensión.

Su estilo era mucho más cercano que el de sus predecesores y auspició un nuevo diálogo social sobre las transformaciones.

Al analizarse a sí misma la sociedad soviética y su sistema se observó la profundidad de sus problemas, la necesidad de superar los controles y la censura de décadas.

Más allá de las batallas ideológicas entre el capitalismo y al socialismo propuso Gorbachov superar la vieja historia: “el choque de intereses sociales y políticos y las hostilidades nacionales, por incompatibilidad ideológica o religiosa” y la necesidad de: “introducir reformas democráticas básicas en todo el sistema de poder y de gobierno” (ONU, 1988).

Gorbachov propuso la: “perestroika o reestructuración, una política tendente a acelerar el desarrollo económico y social del país y a renovar todas las esferas de la vida”...

La URSS se disolvió hace justo 30 años en un mundo que aspiraba ser libre y democrático.

Jose Felix Diaz Bermudez
jfd599@gmail.com
@ElUniversal
@JFDiazBermudez2
Venezuela

RICARDO VALENZUELA: EL FROY, UN HOMBRE FUERA DE SERIE

Hace unos días llevaba a cabo una reflexión que en cierto momento se convertía en un fuerte señalamiento y, de alguna forma, una denuncia de la amenazadora tendencia en la que se han perdido los valores en la política y los negocios en estadios donde la decencia, la moral, la integridad, lejos de ser atributos requeridos, se han convertido en estorbos y quienes todavía los mantienen, son vetados de esas y muchas otras actividades. El hombre bueno, decente, integro, desde hace tiempo ha estado bajo ataque y se ha convertido en una especie en extinción. La gran amenaza para la humanidad.

En medio de esa reflexión me llegaba la devastadora noticia de la muerte de mi primo-hermano, Manuel Torres, el Froy, que me lleva a pensar en la paradoja de mi denuncia, cuando uno de los más buenos se nos ha ido y el ya mermado ejército de los buenos pierde uno de los más grandes. Porque el Froy era una de esas piezas raras que constituyen esos hombres a quienes la palabra intachable, se queda muy corta para describirlos. Un hombre que jamás, y debo repetirlo, jamás, se le escuchó hablar mal de alguien, jamás. Un hombre que nunca trató de sacar ventaja de otros porque era justo.

Y para seguir describiendo al Froy, cito algunas frases de mi reflexión de hace unos días.

“Me tomó mucho tiempo, pero finalmente entiendo el significado de las palabras de Jesucristo en su cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Porque ahora me doy cuenta el mundo está invadido de ese tipo de gente que, en su ceguera, se manejan a base de instintos animales en todos sus niveles, mentales, emocionales, intelectuales, morales, y solamente siguen ese instinto carnívoro para sobrevivir, aun cuando sea aplastando a otros”.

“Ellos tienen sus propios códigos morales, sus convenencieros y deformados valores, sus personales conceptos con los que siempre actúan totalmente inconscientes de que sus conductas son erróneas, no son éticas, y mucho menos morales, para lo cual han encapsulado esa gran molestia llamada conciencia y no escuchar a quien nos pueda decir que estamos haciendo el mal. Y, en estas nuevas sociedades que, no solo no castigan esas conductas, sino que se promueven para luego premiarlas, para ellos es suficiente justificación y continuar por la vida portando esa conveniente ceguera, pues, como afirmaba el Alazán Tostado; “moral es el árbol que da moras”.

“Son, también, aquellos que acuden a la iglesia, comulgan, hablan con los curas, no para llevar a cabo un acto de contrición, sino para fortalecer sus instintos animales, inmorales e injustos, y proceden luego a recibir la conveniente absolución que les proporciona el mismo cura. Son aquellos para quienes el único pecado es la fornicación y todo los demás es permitido. Y todo lo podemos resumir en que muchos viven en esa inconsciencia que Jesucristo pedía perdonar. Pero, hay otros muy conscientes que fabrican sus propios mandamientos, sus propias reglas, sus propios sistemas de justicia divina y terrenal”.

“Y, esa ausencia de moralidad es la que está alimentando este proceso donde ya nada es bueno o malo, o peor, hacer de lo malo bueno, de lo inmoral moral, a los ganadores en perdedores, y los perdedores en ganadores, porque para ellos y, a su conveniencia, todo es relativo, multitudes de ciegos convenientemente cubiertos por su soberbia, por su enfermiza hambre de poder, de riqueza sin límites, pero, sin competir, sin escrúpulos, solo explotando. Son los que caminan por la vida como los ejércitos de Atila, de Alejandro el Grande, de Napoleón o de Hitler, en un veloz galope blandiendo sus cimitarras con golpes mortales de sufrimiento y destrucción”.

Pero, si alguien pudiera recomendar un antídoto para enfrentar esta plaga que es la que verdaderamente está destruyendo el mundo, sin pensarlo yo llamaría ese antídoto; Froy Torres. Porque lo malo se debe combatir con lo bueno, la mentira con la verdad, la opresión con liberación, el abuso con la justicia, la maldad con la bondad, el egoísmo con la generosidad, instintos con la razón y la ética moral. Porque todo eso representaba al Froy y, les aseguro, que yo tengo los hechos para afirmarlo. Lo conocí desde que nos parieron casi juntos, juntos hicimos los primeros estudios, nos hicimos hombres en el rancho de nuestro abuelo Manuel P Torres. Nos fuimos juntos al Tec de Monterrey en donde fuimos compañeros de estudios y de cuarto.

El Froy era quien me acompañaba cuando en una parranda en Paris me gastara $3,000 dólares en besos, y fue él quien me recató y me financiara el resto del viaje, igual que lo hizo en muchas otras ocasiones. Y que mejor descripción del Froy podíamos hacer que citando al Peque, su inseparable hermano, cuando el día de ayer me afirmaba con la voz cortada; “El Froy era mi héroe”, y pienso que lo fue de muchos y debería de seguir siéndolo porque esos hombres íntegros, morales, humildes, generosos, verdaderamente auténticos, cada día son más escasos. Y por eso el mundo en estos momentos se encuentra en una caída sin fin. Porque hay una sequía y una gran ausencia de hombres tan completos como el Froy Torres.

Froy, tu fuiste el mejor ejemplo de que el alma atrae lo que guarda, la tuya guardaba solo lo que amaste, nunca lo que podrías temer y menos odiar. Navega en paz mi querido primo como siempre lo hiciste. Las soleadas playas de tu edén esperan tu arribo, las islas de bendición te están sonriendo, calma es poder, tu coraje moral, tus grandes virtudes nos quedan como ejemplo y al mismo tiempo reclamo de no seguir tus huellas. La paz sea contigo.

Ricardo Valenzuela
elchero@outlook.com
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
Mexico

El mercado libre no ofrece garantías, privilegios especiales, favores, monopolios, oligopolios, subvenciones, ventajas, protecciones, subsidios, apoyos, tratamientos especiales, distinciones, dádivas, cancelación de deudas, en pocas palabras, como lo afirmara Milton Freedman, no hay free lunch. Por eso es tan impopular y por muchos.

MARYCLEN STELLING: POLÍTICA Y EL LUGAR DE LOS AFECTOS

En lo personal y lo público, en la racionalidad y lo afectivo, en la salud y la enfermedad con el 2022 hemos topado. Enfrentamos tormentas, tornados, rayos y centellas; surfeamos las olas de un mar embravecido y sobrevivimos a terremotos en todos los ámbitos de la vida, tanto privada como pública. Confrontamos perdidas de toda índole e intentamos no flaquear. Luchamos, nos sobrepusimos y hemos vencido.

A punto de cerrar el año y con el propósito de ser fieles a la mirada crítica, aquí estamos diciendo presente, casi sin poder deslastrarnos del guion afectivo que acompaña, tiñe, penetra y contamina la observación y la intención que, en circunstancias, cede ante la tentación de la emocionalidad. Las dimensiones éticas y políticas dialogan y, en ocasiones, se confrontan con la afectividad desbordada. Todo se funde y confunde.

Un año en el que hemos debido sobreponernos a circunstancias sobrevenidas, en las que es casi imposible reprimir o esconder los sentimientos y la sensibilidad. Situaciones que nos confirman la imposibilidad de desconocer la relevancia política de la afectividad en la vida pública, en tanto forma de resistencia. Tiempos en los que es un reto separar emocionalidad, sensibilidad y política; conocimiento y análisis crítico. Un desafío mantener una postura política, analizar desde nuestro rol en el espacio público y lidiar con la dimensión afectiva.

Ante las despedidas, atrapados y atrapadas en la dimensión afectiva, personal y amorosa, ¿Cómo no sentir rabia, llorar las perdidas, lidiar con los adioses? Hay que reconocer la relevancia política de los afectos y emociones en la vida pública. No arrepentirse por permitir que esa emocionalidad se nos escape por las rendijas de la frágil racionalidad. En determinadas coyunturas políticas y circunstancias personales el lugar de los afectos arropa el propósito crítico. 

Y como estamos pisando terrenos privados recordaré a un tío que, con un gran sentido del humor, cada fin de año exclamaba “Emplaqué para el…2022”.

La intención crítica y la emocionalidad se funden en un abrazo para despedir el 2021 y recibir el nuevo año. En esta atmosfera critico-afectiva, cuando los sentimientos se despliegan y protegen, me despido hasta el domingo 9 de enero 2022.

Maryclen Stelling
maryclenstelling@gmail.com
@maryclens
@UNoticias
Venezuela

JEAN PASQUALI: LA DEFENSA CIVIL DE LA CONSTITUCIÓN.

La especie humana está compuesta por seres que viven en sociedad. Lo hacen porque esa agrupación le permite y facilita llevar a cabo una vida acorde a sus instintos, sus preferencias, su desarrollo personal y él de los demás miembros. Debido a que cada individuo tiene distintas cualidades e ideas o preferencias, cada sociedad debe lograr un acuerdo entre sus miembros para que cada uno sea respetado, que cada uno respete a los otros, se eviten comportamientos que comprometan la paz y, al mismo tiempo, fomente su buen funcionamiento y estabilidad.

En sociedades con muchos miembros, ese acuerdo toma la forma de un documento que se denomina la Constitución. Éste es de tal importancia que requiere de la aprobación formal de la mayoría de sus miembros. Esta aprobación es la que autoriza al ente que se designa para que vigile y lo haga cumplir —el Gobierno— debe satisfacer el principio básico de las Ciencias Sociales que reza: “La legalidad del uso de la autoridad gubernamental se fundamenta en el consentimiento de los gobernados”. Debe entenderse que ese consentimiento no tiene limitaciones temporales, es decir, los gobernados —en cualquier momento— pueden expresar su consentimiento o su no consentimiento. Una Constitución previsiva debe incluir mecanismos ágiles para que los miembros de la sociedad puedan cambiar su estado de consentimiento, con independencia de los procesos electorales en los que se eligen los funcionarios gubernamentales. Si esos mecanismos no existiesen, el no consentimiento de los gobernados pudiese ser ignorado por años, para desgracia de la ciudadanía y de la sociedad en general.

La Constitución debe ser un reflejo de los principios, acorde a los cuales, ha de determinarse las estructuras gubernamentales indispensables y el contenido de las leyes.

Mientras que las sociedades cambian constantemente, debido a que el número de sus miembros y algunas de sus características (educación, distribución, bienestar, salud etcétera), los avances tecnológicos y científicos son adoptados, se establecen otras costumbres y se desarrollan nuevas condiciones internacionales, los principios de la sociedad, generalmente, se mantienen intactos por muchos años. Este hecho implica que es probable que la Constitución requiera de ajustes cuando se detecte la posibilidad o la necesidad de mejorar el cumplimiento de los principios que debe reflejar.

Una Constitución vigente ha sido redactada y aprobada por los ciudadanos en una determinada fecha. La aprobación no implica perfección. Es decir, con el pasar del tiempo, se descubren situaciones en las que algunas de las leyes derivadas de ella no pueden ser cumplidas, o que contiene artículos que se contradicen, o que pueden ser interpretados de diversas maneras, o que determinen procedimientos que no sean prácticos o imposibles de realizar, o que cualquier principio pueda se logrado de una manera más efectiva que la que está prescrita actualmente. Cuando esto suceda hay que enmendar a la Constitución.

Dicho esto, debería quedar claro que la Constitución responde a los principios de la sociedad y que debe ser cumplida por todos los ciudadanos según el texto que esté vigente. A los efectos de este escrito y de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) el ciudadano es una persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometido a sus leyes. De esta definición se desprende que los que actúan, conocen sus derechos cívicos y tienen conceptos de lo que es legal o ilegal. Si no conocen sus derechos o —en términos generales— lo que puede ser penado, se encuentran en una situación cívica débil o peligrosa. El estudio de la Constitución vigente transforma a los miembros de la sociedad en ciudadanos conscientes y activos.

El hecho de tener una Constitución —vigente y respetada a cabalidad— asegura los derechos de cada ciudadano y el respeto a los principios sobre los que la sociedad se ha establecido. Vale preguntarse: ¿Qué puede suceder o sucede o ha sucedido cuando la Constitución no se cumple?

Naturalmente, las consecuencias de un incumplimiento dependen de la naturaleza y características de cada incumplimiento. Sin embargo, es posible aseverar que, los incumplimientos no penados eficientemente, resultan en el deterioro del orden social, hasta el extremo de la desintegración de la sociedad misma. En términos generales, cuando personas u organizaciones vayan en contra de los principios de la sociedad, el ciudadano deja de ser tal, pierde sus derechos y se transforma en un habitante oprimido por una minoría dominante que ha cometido delito político (DRAE; Delito Político es aquel que establecen los sistemas autoritarios en defensa de su de su propio régimen).

Comúnmente las Constituciones incluyen maneras legales para defender su integridad y funciones. De cualquier manera, la responsabilidad de la defensa de los derechos de los ciudadanos y de la Constitución, recae en los ciudadanos mismos. Para ello cuentan con sus conocimientos, en primer lugar, y con su número, en segundo lugar.

A mi juicio, la manera cívica más poderosa —tanto preventiva, como correctiva— que puede ser utilizada por los ciudadanos para defender la Constitución y sus principios, es conocerlos bien. Ese conocimiento no solo tiene la ventaja de que les guía en sus actuaciones personales, sino que prepara para descubrir y advertir a sus congéneres —tan pronto como sucedan— los actos perpetrados en contra del orden social y de sus intereses. A los ciudadanos les favorece el conocimiento mencionado para intercambiar opiniones, para mejorar su participación política y para idear u organizar estrategias en la corrección de transgresiones.

Para el presente caso venezolano, en donde la Constitución vigente ha dejado de ser cumplida en acciones continuadas y persistentes, es recomendable iniciar un proceso a través del cual la mayoría de los ciudadanos tenga un buen conocimiento de su Constitución. Por las conversaciones qué he tenido o escuchado y por las expresiones públicas que he analizado, me he convencido de qué es prudente y aconsejable iniciar con urgencia un enorme esfuerzo social para que todos tengamos un conocimiento efectivo de la Constitución. Estoy trabajando en la presentación de un conjunto de acciones que pudieran servir para lograr ese propósito, a fin de que sea considerado, criticado, mejorado o substituido por otro más rápido, inclusivo y eficiente.

El enlace siguiente lleva a la Constitución venezolana vigente y a otras Constituciones https://www.constituteproject.org/constitution/Venezuela_2009?lang=es

Jean Pasquali
38jcaj@gmail.com
@JeanPasquali1
Venezuela

AMÉRICO MARTÍN: LAS REPÚBLICAS ESCOLARES

En los progresos de una escuela pública, la Experimental Venezuela, observaba desde mi colegio –privado como tengo dicho– el éxito de las Repúblicas Escolares creadas por los gobiernos de Medina y Betancourt. La Experimental estaba ubicada a unas cuatro cuadras; cinco, a partir de mi casa. Se elegía presidente con el voto directo de los estudiantes. Los aspirantes debían ser de quinto y sexto grado. Vivían la democracia, aprendían el lenguaje institucional, practicaban la política como ejercicio ciudadano.

Mi hermano Luis Antonio estudió en esa escuela, yo hice una brevísima incursión en ella sin llegar a matricularme y mi primo Balboa recorrió todos los grados. En algunos aspectos la Experimental era superior a mi colegio, aparte de que era gratuita, mientras mis padres debían pagar Bs. 20 o 30 mensuales para costear mis estudios.

Supe desde temprano que allí estudiaron también Teodoro Petkoff y sus hermanos Luben y Milko. Notable era la amplia composición social de estas interesantes escuelas.

Con Balboa estudiaba Bastardo, un muchacho limpiabotas que se pichaba con mi primo y eventualmente conmigo dejando escuchar el ruido de sus útiles en el bulto de cuero, que era de uso generalizado por los estudiantes varones de aquellos años. El bulto se llevaba como los actuales morrales, aunque por ser de cuero era un batir de lápices, cuadernos, creyones y reglas.

Si mal no recuerdo, en esa escuela estudiaba Mariela Silva Estrada, hermana menor de Leonardo y de Alfredo Silva Estrada, quienes vivían en El Conde, muy cerca de nosotros. Mariela era encantadora, pelo rubio, buen cuerpo y un atractivo desparpajo. En lugar de usar el maletín, propio de las muchachas de la época, iba a clases portando un bulto de varón. El suyo también bailaba y no era menos ruidoso que el de sus compañeros. A mí me parecía un espectáculo verla correr, sueltos sus cabellos rubios de valkiria. Su hermano Leonardo tampoco pasaba desapercibido. Alto, opulento, de voz recia se graduará de abogado y militará por unos años en el Partido Comunista. Alfredo era más silencioso y tranquilo. Se decía que a esa temprana edad ya era poeta, pero tal vez esa opinión fuera una proyección del futuro al pasado.

Ya en mi segundo matrimonio, Mónica y yo inscribimos a nuestro hijo Iván en esa escuela. Estando en quinto grado no sé quién le metería en la cabeza postularse a la presidencia. Su rival, una muchacha de sexto, lo derrotó, pero Iván se tomó muy en serio su responsabilidad, y yo también. Mi gran amigo Freddy Peña le pintó unas pancartas con el lema: «Iván a la presidencia», no muy distintas a las que adornaron mi campaña a la Presidencia de la República en 1978. Iván nunca me comentó cómo había recibido la derrota. Mi estupendo hijo era poco expresivo de sus emociones. Fallamos otra vez, Freddy. Mejor no sigamos insistiendo.

Los grandes educadores eran Rafael Vegas, integrante destacado de la Generación del 28, y uno de los aventureros antigomecistas de la valiosa tripulación del Falke, Espíritu Santos Mendoza, Gustavo H. Machado, Luis Beltrán Prieto, Rafael Pizani, Humberto García Arocha.

Por cierto, García Arocha fue ministro de Educación de Betancourt. Era un apasionado amigo de la educación y contribuyó a su masificación, pero también metió en líos a Rómulo con su orientación a ratos inflexible. Fue el inspirador del Decreto 321, basado en la tesis del Estado docente, doctrina oficial de AD. Nombrado ministro de Educación —dado que Prieto se había integrado a la Junta Revolucionaria de Gobierno—, le tocó a García Arocha ser el ponente. El decreto fue dictado en mayo de 1946. Consagraba el régimen de calificaciones, promociones y exámenes en primaria, secundaria y normal.

Los educadores católicos emprenden una dura resistencia contra el 321, respondida enfáticamente por el magisterio de izquierda. El asunto va a la calle. Desde la azotea de mi casa de El Conde observo la manifestación de los conservadores en defensa de la libertad de enseñanza, que creen vulnerada por el nuevo instrumento normativo. Desfilan ruidosamente en camiones, carros, a pie. Escucho las emotivas consignas sin entender la esencia del reclamo. Me ocurre lo mismo con la contramanifestación de los amigos del decreto. Las partes en conflicto desfilaron por la hoy llamada avenida Leonardo Ruiz Pineda, al otro lado del Guaire, y a la vista de mi atalaya en El Conde.

¡3-2-1, trescientos veintiuno! ¡1-2-3, ciento veintitrés!

Es una fractura social de contenido ideológico. Primera vez que veía una. Betancourt rehúye la confrontación. Se siente colocado en un terreno frágil. Busca unir a la nación o, cuando menos, silenciar en lo posible las condenas religiosas y conservadoras. El 321 no ayuda a esa política. Renuncia García Arocha, se deja sin efecto el decreto, cantan victoria los conservadores y Betancourt evita un indeseado enfrentamiento. Por puro instinto condeno el repliegue del gobierno. Pero alguien me da una lección política que no olvidaré
.
—Así es la política —me dice—, no siempre en línea recta. A veces se avanza más por los flancos. Lo peor es pelear en el terreno puesto por el adversario; lo mejor, llevarlo al nuestro. Retroceder no siempre es retroceder.

—No es fácil la política —pienso.

Américo Martín
amermart@yahoo.com
@AmericoMartin
@DiarioTalCual
Venezuela