viernes, 27 de marzo de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, SÁBADO 28/03/2020

BEATRIZ DE MAJO: INCERTIDUMBRE EN EL SECTOR DEL LUJO, CHINA HOY

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 12 minutos
Las empresas propietarias de grandes marcas del lujo han ido más lejos que poner sus barbas en remojo. Están planificando una reducción sustantiva de sus actividades industriales y comerciales y tienen sus ojos puestos en China, más que en ningún otro país, por la significación de ese mercado para sus ventas. Dos elementos se dan de la mano: el recorte de gasto del individuo de la calle en el gigante de Asia es de enorme talla. Es la actitud más generalizada en el mundo de cara a una crisis como la actual, pero lo es mucho más dentro del colectivo chino. El segundo elemento es que,... más »

JOSÉ A. GIL YEPES: ¿Y QUÉ ES PEOR…?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 15 minutos
Las respuestas al coronavirus son frenar la expansión por cuarentena, el tratamiento, la vacuna y minimizar el daño económico que supone el aislamiento. En cuanto a frenar la difusión, se observan tres patrones: Cuarentena Temprana, No Cuarentena y Cuarentena Tardía. Venezuela optó por la Temprana (con buenos resultados; el bajo potencial de tratamiento no permite hacer otra cosa); Gran Bretaña pasó de No Cuarentena a Cuarentena Tardía y Brasil se mantiene en Baja Cuarentena. Minimizar el daño económico depende de políticas gubernamentales y las opciones han sido No Hacer Nada, Apo... más »

OSCAR ARNAL: VIOLACIONES A LA CONSTITUCIÓN Y AL ESTADO DE EXEPCIÓN

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 21 minutos
El Estado de Excepción regulado en la Constitución ha sido violentado por el régimen en múltiples oportunidades. La declaratoria de alarma con ocasión del coronavirus tenía que haberse enviado al parlamento. La Constitución y la doctrina Constitucional exigen un doble control: el de la Asamblea Nacional y el del Tribunal Supremo de Justicia. El primero, tiene el objetivo político de garantizar la oportunidad y razones para declararlo. El TSJ tiene el control jurídico para que las formas legales se sigan a cabalidad. Lamentablemente, se deja sin efecto a la Constitución cuando el r... más »

SIXTO MEDINA: EL MIEDO Y LA AMENAZA GLOBAL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 43 minutos
Corren tiempos duros para una humanidad acorralada por el Covid-19. La vida cotidiana desarticulada. Aislamiento, cuarentena, distancia social y esa sensación casi distópica que tenemos al ver las noticias de cada día. Demasiados muertos. Demasiados infectados. Poblaciones con miedo.“El siglo del miedo”. Así designo Albert Camus al siglo XX. Pero bien valen sus palabras para lo que va del actual. El nuestro sigue siendo un mundo en manos del miedo. Fue también Albert Camus quien supo brindarnos en su novela La peste, un escenario de conflictos en los que podemos reconocer la atmósf... más »

LUIS FUENMAYOR TORO: INCREDULIDAD, NEGLIGENCIA E INDOLENCIA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 53 minutos
Muy difícil la situación en el país en torno a estar seguros de lo que sucede con la epidemia generada por el virus COVID-19, enfermedad hasta ahora sin nombre propio, pese a lo importante que se ha vuelto en la vida de toda la humanidad. En todo acto de conocer, en todo análisis, en todo juicio, por más imparcial, ecuánime y justo que se pretenda ser, hay una carga subjetiva presente imposible de erradicar. En mi caso, esta limitante tiene que ver con mi profundo deseo de que la epidemia sea controlada lo más rápidamente posible. Que podamos de nuevo salir a las calles y realizar ... más »

JUAN GUERRERO: LA PESTE VENEZOLANA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
La mal llamada gripe española, que se inició en las barracas de los soldados norteamericanos que esperaban embarcar a Europa para la Gran Guerra, llegó a Venezuela a finales de septiembre de 1918. La devastación que dejó esa pandemia en nuestro país no fue tanto por la enfermedad como por las deplorables condiciones socio sanitarias y de una frágil infraestructura médico asistencial que existía en una palúdica nación sometida por la dictadura de Juan Vicente Gómez. Pero en realidad la inmensa cantidad de muertes (más de 80 mil fallecidos) que ocasionó la gripe española se debió a l... más »

BEATRIZ DE MAJO: INCERTIDUMBRE EN EL SECTOR DEL LUJO, CHINA HOY

Las empresas propietarias de grandes marcas del lujo han ido más lejos que poner sus barbas en remojo. Están planificando una reducción sustantiva de sus actividades industriales y comerciales y tienen sus ojos puestos en China, más que en ningún otro país, por la significación de ese mercado para sus ventas.

Dos elementos se dan de la mano: el recorte de gasto del individuo de la calle en el gigante de Asia es de enorme talla. Es la actitud más generalizada en el mundo de cara a una crisis como la actual, pero lo es mucho más dentro del colectivo chino. El segundo elemento es que, por ejemplo, en el subsector específico de bebidas espirituosas y del vino, el descalabro del negocio será aún mayor, ya que desde hacen más de tres meses sus cargas con destino a las ciudades de la geografía china permanecen detenidas en los puertos del gigante.

Las cosas no venían bien para este mercado de bienes suntuarios desde hace un tiempo. Pero, a pesar de todo, el año pasado el consumo global del lujo había crecido un 4%. Lo relevante es que el mercado chino de estos artículos se expandió en ese mismo año un 26 % hasta ubicarse en las inmediaciones de los 1.300 millones de dólares. Esto había jalonado el total y se esperaban muy buenas noticias para el 2020. Es bueno saber que la tajada china de esta cifra en relación al resto del orbe quita la respiración: cada chino ha estado consumiendo en artículos de lujo 3,8 dólares de cada 10 que son vendidos a escala planetaria. Para el año 2020 las estimaciones del volumen del mercado global del lujo se ubicaban en 4.400 millones de dólares de los cuales 1.700 corresponderían a China.

Dentro de estos, uno de los sectores muy duramente impactados es el del negocio vinícola europeo, dedicado en buena medida, a producir para ese mercado de Asia convertido desde el año 2014 en el mayor consumidor de vino tinto del mundo. Aseguran algunos estudios que hay un vínculo psicológico de los chinos con el consumo de vinos tintos por la relación cultural de la buena suerte con el rojo. En todo caso, es un hecho conocido que los negocios en China de LVMH asi como Diageo and Pernod Ricard les reportan el 30% and 10% de sus ingresos.

El resto está por venir y la incertidumbre se siente en el ambiente del inversionista que ha paralizado cualquier movimiento en relación a ese mercado. Es solo lógico pensar que tras la suspensión de todos los Shows y ferias vinícolas programadas para 2020 el panorama no luce prometedor. Diageo, por solo citar uno de los afectados, ha advertido que la contaminación del CoronaVirus en China y en la región del Pacífico Asiático representará un golpe a sus beneficios en el orden de los 260 milllones de dólares ocasionado por el cierre de bares y restaurantes.

Hay buenas noticias para la colectividad, sin embargo, entre las empresas que nutren el mercado asiático de este tipo de artículos. Algunas están usando su músculo para hacer un significativo aporte social en favor de los países en donde operan. Para muestra un botón: el Grupo multinacional líder del lujo en el planeta, LVMH (Louis Viutton, Möet et Hennessy) está donando a 39 hospitales franceses de atención pública miles de litros de gel hidro-alcohólico producido en tres de sus plantas industriales sobre suelo galo. Las instalaciones reconvertidas son las que se utilizan para la producción lo los perfumes y cosméticos de las marcas Christian Dior, Guerlain et Givenchy,

Beatriz de Majo
beatriz@demajo.net.ve
@beatrizdemajo1

JOSÉ A. GIL YEPES: ¿Y QUÉ ES PEOR…?

Las respuestas al coronavirus son frenar la expansión por cuarentena, el tratamiento, la vacuna y minimizar el daño económico que supone el aislamiento. En cuanto a frenar la difusión, se observan tres patrones: Cuarentena Temprana, No Cuarentena y Cuarentena Tardía. Venezuela optó por la Temprana (con buenos resultados; el bajo potencial de tratamiento no permite hacer otra cosa); Gran Bretaña pasó de No Cuarentena a Cuarentena Tardía y Brasil se mantiene en Baja Cuarentena.

Minimizar el daño económico depende de políticas gubernamentales y las opciones han sido No Hacer Nada, Apoyar el Consumo y Apoyar la Inversión Privada. Venezuela se inició en No Hacer Nada; pero está hablando de Apoyar el Consumo. Estados Unidos,

China y los países europeos Apoyan el Consumo y la Inversión Privada.

Las políticas de apoyo al consumo son el pago de sueldos a los empleados de las empresas privadas, congelamiento de alquileres de viviendas y reducción del IVA. Las políticas para recuperar la producción son exoneraciones fiscales, créditos blandos y reducción de aranceles de insumos para inversionistas.

Si Venezuela es el país con las peores políticas y resultados económicos del mundo, es de Perogrullo que, para responder a la tragedia económica que se avecina, debería ofrecer grandes incentivos a la producción privada. Pero el gobierno más bien insiste en pagos puntuales y adelantados de impuestos y subió la Unidad Tributaria. ¿Por qué lo hace, si la recuperación del crédito a la producción no le costaría nada, sólo necesita reducir el Encaje Bancario? Bajar aranceles a insumos no sería gran sacrificio si ya lo hizo para importar chucherías. Reactivar las empresas estatales entregando acciones a los deudores le ahorraría pagar sus deudas. Recuperar las empresas privadas que fueron expropiadas sólo le costaría ofrecer exoneraciones fiscales por unos años.

Pero entiéndase bien, las enfermedades y muertes por hambre y niños creciendo con taras mentales por desnutrición desde 2014 son pálidas para lo que viene si el gobierno continúa su plan ideológico de minimizar la empresa y mantener la cuarentena. ¡Escoja!

José Antonio Gil Yepes
prensayradio9@gmail.com
@joseagilyepes
Directivo Datanalisis
Contacto: 0424.9909099

OSCAR ARNAL: VIOLACIONES A LA CONSTITUCIÓN Y AL ESTADO DE EXEPCIÓN

El Estado de Excepción regulado en la Constitución ha sido violentado por el régimen en múltiples oportunidades. La declaratoria de alarma con ocasión del coronavirus tenía que haberse enviado al parlamento. La Constitución y la doctrina Constitucional exigen un doble control: el de la Asamblea Nacional y el del Tribunal Supremo de Justicia. 

El primero, tiene el objetivo político de garantizar la oportunidad y razones para declararlo. El TSJ tiene el control jurídico para que las formas legales se sigan a cabalidad. Lamentablemente, se deja sin efecto a la Constitución cuando el régimen omite al legislativo y deja todo en manos de un poder judicial, apéndice
del ejecutivo nacional.

Cuando vamos al derecho constitucional comparado, notamos que en la mayoría de los países del mundo existe la misma figura del estado de alarma. Esta se complementa con las de estado de emergencia económica y conmoción interna o
externa.

En el único país donde se deja de lado el control político parlamentario es en Venezuela. Es una pena que no se aproveche la coyuntura para tratar de unir al país. En ningún caso el parlamento habría negado la declaración de alarma, debido a que todos tenemos conciencia de que para enfrentar la grave pandemia mundial hacen falta medidas extraordinarias, que ameritan la activación de la figura constitucional.

Es más, entendimos como positiva la declaratoria de Juan Guaidó cuando ofreció el voto de la Asamblea Nacional para tratar de lograr el préstamo del FMI, que exige la autorización del parlamento y el reconocimiento internacional de los gobiernos que no reconocen a Maduro.

En los últimos años, se ha prolongado la declaratoria de emergencia económica, sin que haya servido para componer nada, sino todo lo contrario. 

La Constitución no permite que se restrinjan las garantías más importantes o derechos humanos intangibles cuando se decretan los estados de excepción. Está obligado a respetar el derecho a la vida, la prohibición de incomunicar o torturar, el derecho al debido proceso, el derecho a la información…

Tenemos que estar vigilantes. No podemos permitir que se aproveche una figura constitucional para que se siga desconociendo al parlamento y a la oposición. La grave crisis por la pandemia que encuentra a Venezuela en su peor momento histórico exige un gobierno de unidad y salvación nacional. Debería comenzar con una ley de amnistía liberando los presos políticos…

Oscar Arnal
oscar.arnaln@gmail.com
@OscarArnal 

SIXTO MEDINA: EL MIEDO Y LA AMENAZA GLOBAL

Corren tiempos duros para una humanidad acorralada por el Covid-19. La vida cotidiana desarticulada. Aislamiento, cuarentena, distancia social y esa sensación casi distópica que tenemos al ver las noticias de cada día.

Demasiados muertos. Demasiados infectados. Poblaciones con miedo.“El siglo del miedo”. Así designo Albert Camus al siglo XX. Pero bien valen sus palabras para lo que va del actual. El nuestro sigue siendo un mundo en manos del miedo.

Fue también Albert Camus quien supo brindarnos en su novela La peste, un escenario de conflictos en los que podemos reconocer la atmósfera agobiante de estas horas. 

El asalto imprevisto y devastador que sufre nuestra especie por parte del coronavirus prueba que el miedo no se origina únicamente en los males desencadenados por el hombre. Somos criaturas subordinadas a más leyes que las establecidas por la razón y las pasiones. Estamos expuestos a riesgos y formas de exterminio que no sólo provienen de imposiciones y del desprecio por la convivencia pacífica y los derechos humanos. Unos y otras se derivan también de nuestra fragilidad orgánica. De las enfermedades a las que somos propensos y que se suceden a lo largo de la historia con una misma intención aniquiladora. 

A muchas el ingenio humano ya ha sabido vencerlas tras pagar el alto precio de muertes incontables. A otras, aún no.

Entre ellas está la pandemia actual. Su paso entre nosotros sigue siendo el de los Jinetes del Apocalipsis. ¿Qué la detendrá? ¿Hasta cuándo el miedo tendrá la última palabra?

Todos confiamos en que esto pasará. En algún momento la vida se volverá a normalizar y tendremos que luchar contra los efectos de todo esto. Porque ya nada será igual, ni la economía ni la política ni muchos de nuestros hábitos. Tenemos mucho por hacer. Para enfrentarnos a lo que nos está cayendo encima. Y también para prepararnos para el día después.

La ciencia aún nos ofrece amparo. No sólo estamos ante una peste inédita. Estamos también, y ante todo, frente a una peste que se muestra por el momento invulnerable a una derrota. Ensañada básicamente, con la población de más edad, ataca sin embargo indiscriminadamente. El coronavirus es también infanticida. Enferma indistintamente y mata selectivamente. La aparente precisión del nombre que lo designa, Covid 19, no lo transparenta. Como el virus es invisible a simple vista, el miedo que despierta recae sobre sus posibles portadores. Reales o virtuales, lo somos todos. Y todos hemos pasado a ser sospechosos para todos. 

Los gestos más afables pueden ser los portadores del mal más profundo. Ya nadie puede asegurar que sabe con quién está. Ni siquiera cuando se refiere a sí mismo. Así, el otro, incierto desde siempre, se convierte en una nueva amenaza. Peligrosidad ya no es ideológica ni étnica ni religiosa.

El otro es ahora un organismo peligroso. Su proximidad compromete nuestra subsistencia. El miedo paraliza la relaciones que hasta ayer fueron espontaneas. La vida cotidiana se disuelve en la incertidumbre.

No obstante las circunstancias exigen que actuemos solidariamente. Nada asegura que lo hagamos pero todo lo reclama. La peste no deja margen para más. Es ella o nosotros. 

Sixto Medina
sxmed@hotmail.com
@medinasixto

LUIS FUENMAYOR TORO: INCREDULIDAD, NEGLIGENCIA E INDOLENCIA

Muy difícil la situación en el país en torno a estar seguros de lo que sucede con la epidemia generada por el virus COVID-19, enfermedad hasta ahora sin nombre propio, pese a lo importante que se ha vuelto en la vida de toda la humanidad. En todo acto de conocer, en todo análisis, en todo juicio, por más imparcial, ecuánime y justo que se pretenda ser, hay una carga subjetiva presente imposible de erradicar. En mi caso, esta limitante tiene que ver con mi profundo deseo de que la epidemia sea controlada lo más rápidamente posible. Que podamos de nuevo salir a las calles y realizar nuestras actividades con la mayor normalidad en las circunstancias actuales. Estoy muy lejos de quienes quieren, aunque no lo acepten y mucho menos lo digan, que el gobierno fracase en su lucha contra esta infección viral pulmonar. He allí mí limitante, de la cual estoy orgulloso.

Aunque esta subjetividad está siempre presente en todos los actos que signifiquen conocer, en Venezuela su magnitud está seriamente afectada dada la lucha política a muerte existente entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición hoy representada por Juan Guaidó. Esta polarización extrema les impide a los combatientes siquiera acercarse a posiciones más objetivas, sensatas, imparciales, justas, neutrales, serenas, con el añadido de que no aceptan ni siquiera la existencia de esta perjudicial limitación. La realidad parece haber desaparecido de sus campos sensoriales, para dar paso a las

emociones y a los sentimientos más primitivos, menos cerebrales, los cuales se traducen en posiciones claramente inhumanas y destructivas, en las que sólo satisface la desaparición del contrario por cualquier medio.

Esto lleva a la incredulidad total de todas las informaciones dadas por el gobierno sobre el curso de la epidemia. No se quiere que los casos sean los informados oficialmente; tienen a juro que ser muchos más y deben ocurrir muertes. Hay terror en que el gobierno llegue a controlar la epidemia, pues pudiera significar una importante ganancia política ante una población en total minusvalía y seriamente aterrorizada por la pandemia. Las últimas afirmaciones de Juan Guaidó lo reflejan, pues habla irresponsable y negligentemente de la existencia de 200 enfermos, número fantasioso que dice proviene de “un ministerio” como fórmula de darle alguna credibilidad. Cualquiera en su sano juicio lo contrastaría con el hecho de que ninguno de los gobernadores ni de los alcaldes de oposición ha objetado las cifras oficiales dadas en sus regiones.

Ya esta dirección opositora nos demostró a todos su indolencia ante el sufrimiento de los venezolanos con la quema de la “ayuda humanitaria”. Recordemos también que no aprobó el crédito ofrecido por la CAF para la recuperación del sector eléctrico nacional, pese a que el gobierno ya había aceptado que los recursos los administrara el PNUD. No le importaron los zulianos, ni los merideños ni neoespartanos y caraqueños, que se hubieran beneficiado. Sus perversas mentes estaban puestas en que ese bienestar

generado podría ser utilizado por Maduro, para hacer proselitismo o podría significar menor descontento de la gente. Y ellos quieren que la gente siga sufriendo para que vote por ellos o apoye sus planes violentos contra el gobierno. Es exactamente la misma lógica que los hace apoyar las sanciones contra la República. Sin duda una política cruel, retorcida y malévola.

Pero no estaría completo el análisis si no vemos la otra cara de la moneda. La incredulidad hacia el gobierno no es tampoco una actitud gratuita y sólo producto de mentes perversas. Este gobierno ha hecho muchísimas promesas falsas, ha mentido miles de veces, ha engañado y calumniado. Afirma que las sanciones son las responsables de la crisis, cuando ésta comenzó varios años antes y fue causada por su incompetencia, negligencia y corrupción. Ha sido un gran manipulador de hechos y situaciones durante años. Destruyó el aparato productivo venezolano, acabó con PDVSA, la CVG, la CANTV, las empresas eléctricas, el Metro de Caracas… Dilapidó 1,3 billones de dólares y ha violado la Constitución y las leyes cada vez que ha querido, soportado por el régimen militar represivo y violador de los DDHH instaurado.

No invento nada. Allí está la hiperinflación existente, una de las peores de todos los tiempos; la criminal devaluación de la moneda hasta su virtual desaparición, los increíblemente bajos salarios de 3 o 4 dólares mensuales, el extendido deterioro escolar y hospitalario, las cifras de pobreza general (80%) y extrema (60%), las elevadas tasas de mortalidad materna, infantil, neonatal y de menores de 5 años; la reaparición de enfermedades controladas  en el pasado: malaria, sarampión, fiebre amarilla; la informalidad laboral que afecta a más del 50 por ciento de la población económicamente activa, la escasez de gas y gasolina, los apagones, el caos del transporte colectivo y el grave déficit en el suministro de agua potable. Y todo ello ahora agravado con las sanciones criminales de EEUU y la epidemia por coronavirus.

Ante la epidemia, el gobierno ha desatado toda una campaña propagandística no sólo sanitaria y ha informado a la población de sus acciones de contención del virus. Ésta se basa en la cuarentena casi total y extendida nacionalmente, la encuesta de millones de personas a través del Portal Patria, la búsqueda domiciliaria de los contactos de los contagiados, el uso de las pruebas diagnósticas existentes y acciones urgentes de rehabilitación de hospitales y centros de salud, así como el uso de hoteles, para aumentar la disponibilidad de camas generales y de terapia intensiva. Esta política parece correcta y algunas de sus concreciones son más que evidentes, otras lo son menos y no es fácil saber su grado de veracidad. Tiene publicadas además unas pautas terapéuticas, que se basan en el uso de cloroquina (antimalárico conocido desde hace 80 años) sola o junto con antibióticos, antivirales (remdesivir y favipiravir) e interferón alfa 2.

El manejo de la emergencia lo ha hecho con la desviación militarista que lo caracteriza y haciéndose propaganda. No es el ministro de salud quien está al frente. Se apoya casi exclusivamente en la ayuda china, cubana y rusa, lo cual no tiene por qué desmerecerla, que contrasta totalmente con la agresión  despiadada e indolente del Departamento de Estado, apoyada por el extremismo antinacional de Juan Guaidó y su claque. Es así, aunque le duela a algunos amigos y a otros no tanto. Ellos han tomado partido y se han alejado entonces enormemente de la objetividad que se necesita en estos difíciles momentos. Si el interés estuviera en el país y no en el poder, ambos harían un alto en las hostilidades y se enfrascarían en enfrentar al enemigo común: el nuevo coronavirus.

Se ha asomado la posibilidad de un préstamo especial del FMI por la emergencia sanitaria, que fue apoyado por Europa. El gobierno parece que decidió “caer en sus garras”. Sus adversarios ya públicamente han negado esta posibilidad, demostrando con ello su calaña. Otros, no sin razón, dicen que entregarle dinero al gobierno es perderlo en corrupción. Si éste es el problema, se puede buscar que los fondos de préstamo los administre una agencia internacional incuestionable como el PNUD. Ésta efectuaría las compras, recibiría lo comprado y supervisaría su uso. El gobierno estoy seguro que aceptaría esta administración de los fondos, pues ya la aceptó en el caso del préstamo frustrado ofrecido por la CAF. Faltaría ver si AD, UNT, PJ-Capriles van a continuar siguiendo y apoyando las mezquindades asesinas de Leopoldo López y de Julio Borges. Sería una gran decisión que la AN dirigida por Guaidó aprobara esta solicitud. Tienen la palabra.

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro

JUAN GUERRERO: LA PESTE VENEZOLANA

La mal llamada gripe española, que se inició en las barracas de los soldados norteamericanos que esperaban embarcar a Europa para la Gran Guerra, llegó a Venezuela a finales de septiembre de 1918.

La devastación que dejó esa pandemia en nuestro país no fue tanto por la enfermedad como por las deplorables condiciones socio sanitarias y de una frágil infraestructura médico asistencial que existía en una palúdica nación sometida por la dictadura de Juan Vicente Gómez.

Pero en realidad la inmensa cantidad de muertes (más de 80 mil fallecidos) que ocasionó la gripe española se debió a las condiciones nutricionales de una población subalimentada, desnutrida y que estaba expuesta a las continuas epidemias de malaria, difteria, y sobre todo tuberculosis.

Las reseñas indican que los muertos se contaban por centenares, en las calles de las ciudades y a la vera de los caminos. Muchos de ellos debieron ser incinerados o sepultados en fosas comunes, como el caso de un espacio que fue habilitado en el cementerio municipal de Caracas, conocido como La Peste.

La censura impuesta por la dictadura desde su inicio ocultó la realidad de la epidemia y no fue sino después que se registraron los primeros casos, cuando designó una junta de médicos para hacerle frente a tan devastadora enfermedad.

Traemos esta historia a colación porque lo que está ocurriendo en la Venezuela del siglo XXI, es, prácticamente, una especie de dejavú tropical, pero recubierto con la sofisticada realidad virtual globalizada de los medios de alta tecnología.

En las pocas ocasiones que he salido de mi casa para hacer colas en procura de gasolina para mi vehículo (que ya no es posible obtener) los comentarios que escuché son insólitos. La gente teme más ir a un hospital que contraer el virus chino del coronavirus. –Y eso por qué?, preguntaba. La respuesta siempre era casi igual. Las precarias condiciones de los hospitales, ambulatorios, dispensarios y los destartalados centros de atención integral (CDI), aunado a la ausencia de medicinas, equipos médicos y hasta útiles para la limpieza, presentan un verdadero cuadro dantesco en todos esos centros sanitarios que los convierten en verdaderos antros donde el riesgo de morir por las llamadas bacterias hospitalarias son una constante realidad.

-No sólo es el riesgo de contraer una bacteria hospitalaria. Me comentaba la doctora en la última cola para la gasolina, que hice la semana pasada (20 de marzo, desde las 3:30 am., hasta la 1:45 pm.) en medio de un sol sofocante que muy posiblemente desintegró –si es que andaba por ahí- al coronavirus. -También son las condiciones nutricionales –continuaba comentando la doctora- por las que atraviesa la población venezolana. La sub alimentación, desnutrición, y sobre todo la proliferación de enfermedades vinculadas con el hambre, como la tuberculosis, o por las condiciones de insalubridad por falta de agua potable en todos los estados del país y que se agrava en las zonas populares, donde los brotes de cólera son constantes. Además, la presencia de la malaria en Venezuela es algo ya endémico y no sólo se observa en las zonas selváticas de sur del país, sino también en ciudades, como Caracas y Maracay.

-Pero dentro de toda esta terrible realidad que padecemos, algo bueno nos ocurre, -me comenta. -La población venezolana, en general, al estar expuesta al ambiente por tener que pasar largo tiempo en colas para buscar comida, agua, gas, o leña para cocinar, a la vez adquiere anticuerpos que le permiten tener defensas naturales.

En Venezuela no es posible obtener cifras certeras por la pandemia del virus chino porque la información oficial está politizada, sesgada y no se corresponde con las tendencias estadísticas del comportamiento mundial de la pandemia.

Por las calles observo que la casi totalidad de quienes estamos fuera de la casa, llevamos mascarilla y respetamos la distancia de un poco más de un metro para evitar la contaminación. La población de los estratos más bajos acata las indicaciones y se mantiene informada por el llamado “comentario vecinal” de quienes traen y llevan chismes de última hora.

Pero es casi imposible que el venezolano esté encerrado en su casa. Lo primordial: más del 85% de la población vive del día a día. Si no sale a la calle a trabajar no puede comer. Así de simple. Además, la urgencia para obtener agua potable para tomar –antes que lavarse las manos- es de vida o muerte. También debe buscar gas o leña para cocinar.

Pero mientras transcurren las horas y los días se acortan los espacios y el virus chino se siente más y más cerca. Poco a poco vienen los comentarios, las noticias sin confirmar pero que dicen que cerca, ya hay dos casos confirmados. Por las redes sociales, -que es lo más creíble- informan que un vecino dio positivo.

Uno siente el virus muy cerca. Se potencia por la incertidumbre, por la censura del régimen, por el temor a quedarte sin gasolina y no poder salir a comprar víveres. Por la arbitrariedad de los paramilitares (colectivos) que ahora están haciendo de las suyas y te matan si te ven por la calle.

En Venezuela las estadísticas oficiales no son confiables. No es posible creer en esos números rojos-rojitos. Tampoco confiar en la medicina cubana que trae un llamado medicamento (interferón) como panacea que lo cura todo. Ya los investigadores lo han refutado e indican que fue desarrollado en Europa en los años ’50. Pero los jerarcas del régimen siguen insistiendo que están preparados y suman miles de camas para primeros auxilios, otras más con equipos de ventilación. Pero el venezolano, en general, prefiere creer en su vecino, quedarse en su casa, atenderse con los remedios de la abuela, de la tradición, como el hacer inhalaciones (vaporizaciones) con agua hirviendo (más de 56 grados) y desintegrar ese bicho.

En Venezuela la realidad es muy particular. Por las condiciones socio sanitarias tan desastrosas, y por el régimen totalitario imperante, que desde hace años nos mantiene encerrados, censurados. Aunque la población sabe que debe respetar las medidas sanitarias –y lo acata- le es muy cuesta arriba cumplirlas. Además, es preferible quedarse en casa y morir dignamente antes de quedar expuesto a la insalubridad, humillación y degradación humana que significa caer en las garras de inescrupulosos jerarcas de un régimen criminal que todo lo politiza y usa a su favor para seguir en el poder a costa de la vida de los más vulnerables.

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com
@camilodeasis