miércoles, 2 de marzo de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY MIERCOLES 02/03/2022, DIARIO DE OPINIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, PARA LEER PULSA SOBRE EL TITULAR

 

MIBELIS ACEVEDO: EL RETO DE LA COMPLEJIDAD

En momentos en que la amenaza de guerra adquiere fisonomía precisa, pareciera que librarse de la lógica belicista resulta difícil para la humanidad. La concepción del amigo-enemigo, el nosotros-ellos schmittiano no da tregua; pulsión que regresa para desdibujar lo político. Una evolución genuina de la consciencia que conduzca hacia la superación de los problemas comunes, esa luminosa expectativa que dejaba colar Fukuyama al hablar del fin de la historia, luce otra vez esquiva. Y de hecho, miradas pesimistas como la de Walter Benjamin en pleno vértigo del siglo XX, quien creyó entrever en la Europa de su tiempo los rasgos inconfundibles de la autodestrucción, tienden a reavivarse. Una fatigada democracia, hoy especialmente amenazada por autócratas de disímil calaña, nostálgicos imperiales y conservadores ultranacionalistas, podría también acabar sofocada por el extravío, la falta de imaginación de los demócratas.

Geográficamente distante -no culturalmente exenta- de estas muestras de reflujo histórico, sobre una Venezuela víctima de sus propios desvíos también ha pesado el descrédito global de la democracia. Van 16 años consecutivos de declive, registra Freedom House. En un mundo que parece cada vez más propenso a despreciar las mediaciones y privilegiar la ilusión de la gestión “directa” y rápida de demandas, posicionar el discurso de la participación, de la construcción progresiva y conjunta de soluciones tropieza con incontables obstáculos. La dilación democrática llega incluso a hermanarse con impotencia. La deliberación, por ejemplo, es medio eficaz para dirimir conflictos, pero demanda un tiempo que no todos creen tener ni están dispuestos a dar. Disonancia entre ser y deber ser no falta, en fin. Por esa grieta, malversando la identidad de lo democrático, el populismo autoritario se cuela cómodamente.

A merced de la lógica del reemplazo compulsivo -lógica de la moda, observa Daniel Innerarity- la política podría ser percibida como algo irrelevante. Un camino “aparatoso”; no siempre propicio, por tanto. He allí el peligro. Y es que, acuciada por una era que no deja respirar entre un instante potencialmente caduco y su sustitución, la percepción de idoneidad de las instituciones tiene poco que ver con la que operó en otros siglos.

Los partidos, en tanto instrumentos para la conducción social, la interlocución Estado-ciudadanía, la agregación de voluntades y construcción de identidades políticas, no se libran de la fatiga que genera esa dinámica de cambio incesante. Una incertidumbre llevada a su máxima expresión no deja distinguir con claridad lo que ocurrirá en los próximos meses, mucho menos lo que puede pasar dentro de 2, 3 años… ¿cómo anticiparse a lo invisible, entonces; cómo diseñar programas de gobierno más o menos perdurables y que satisfagan a la vez a muchos ejes? ¿Cómo mantener viva la conexión con una sociedad cuyos intereses mutan a gran velocidad, que se licúan y rehacen permanentemente? ¿Cómo seguir luciendo joven, innovador y relevante en medio de un contexto tan volátil y, a la vez, inspirar algo de esa auctoritas que distinguió a los sólidos referentes del pasado?

Paradójicamente, la pelea contra la simplificación ha generado más simplificación. Un giro suicida, si se considera que las sociedades hoy nadan en la multiplicidad de visiones, en una tendencia a la diferenciación y la subjetivización que complica la idea de la integración coherente y ordenada. ¿Cómo concebir la “unidad” en ese casi inasible contexto? ¿Cómo acoplar la imagen del elefante, cuando cada ciego palpa y da fe aislada de apenas una de sus partes?

Para no ahogarse en esa liquidez de los tiempos que disloca formas y fondos de la política, quizás lo justo es armarse de plasticidad estratégica; ejercitar una mentalidad ampliada. Sensibilidad ante lo particular, afina Arendt. Distinto a esas modelizaciones que, a tono con lo que aconsejaba Clauzewitz, entrañan rotunda sujeción al plan de origen, lo prudente será fluir con la circunstancia. Esto es, ir ajustando enfoques e incidencias sin que ello se traduzca en renuncia a los valores de un ethos democrático de base.

Una renovación de los partidos en Venezuela -lo cual remite tanto a estructuras, procedimientos y reglas de juego como a abordajes discursivos y prácticos, las aproximaciones reflexivas a la sociedad- implicará lidiar con dicha complejidad. Aceptar que ya no se tiene control exclusivo del espacio público, compartir responsabilidades, configurar un “nuevo” sentido común, redimensionar el rol de mediación: espacios donde no cabe el ánimo salvacionista. En ausencia de presión electoral, ese es el tránsito que hoy desafía a instituciones que lucen tan anémicas, rotas y disociadas que no pocas veces se juzgan como innecesarias. No lo son, lo sabemos. Sin representatividad es difícil pensar la democracia. La acción de partidos resultará vital para aproximar a individuos que, a expensas de referentes sin durabilidad, acabarían convencidos de que reducir la política a una suerte de guerra ritualizada es lo que procede.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela

CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ: ANTÍGONA, EL BIEN, EL MAL, EL PODER

Para mi admirado amigo Eduardo Jorge Prats

Una revelación para mí volver a Antígona de Sófocles, leída la última vez hace muchos años por su belleza literaria, sin captar entonces parte de la profundidad ética, política y la exaltación al “acto in jus concepta” del poder, vigentes aún transcurridos 2500 años. La tragedia ática, Esquilo, Sófocles y Eurípides, resplandece en el siglo V a. C en la Atenas de Pericles. Hoy mera diversión previa a cenar con apego a unos vinos, para los griegos el teatro era actividad esencial en su formación ciudadana, política. 
Para comprenderlo, basta un dato. De los lugares más sagrados de Grecia era el santuario de Delfos, un complejo formado por el stadium, los templos de Apolo y Dionisio, el espacio para la Asamblea… y el theátron.

La tragedia (y la comedia) era de las más importantes instituciones de la polis, que promovía debates y respuestas sobre el ser y el deber ser, orientaba críticamente la opinión pública. Era la catarsis, término médico, para librar al alma de pasiones dañinas al analizar la vida de los hombres, el destino, tiké, las conflictivas relaciones entre ellos y con los dioses. Antígona decide enterrar a su hermano Polinices, contra una decisión brutal de su tío, el rey Creonte, quién ordena dejar pudrir el cadáver a la intemperie, como castigo por levantarse al mando de tropas extranjeras, argivas, contra Tebas, su propia ciudad. Tal cosa ocurre porque Teocles, el hermano de Polinices, incumplió el acuerdo de alternabilidad entre ambos y usurpa el poder. Se matan mutuamente en combate, asume Creonte el trono, y en siniestra venganza por la apatridia, dictamina que al cadáver del sobrino sea alimento de perros y zopilotes. Y a quien ose sepultarlo, lo sentencia a muerte.

Capturada luego de violar el mandato real, comparece Antígona ante Creonte, quien la condena a que la entierren viva, pese a ser su sobrina y novia de su hijo Hemón. Valerosa al extremo, Antígona responde altivamente al rey: “lo hice, no niego nada. Tus edictos no pueden estar por encima de las leyes no escritas de los dioses, que son para la eternidad”. Se lamenta de que a su edad (14 o 15 años) no conoció el amor. “Puedo enfrentar la muerte, pero no dejaría a mi hermano sin sepultura” y comienza una secuela de horror y sufrimiento para Creonte, los suicidios terribles de Antígona, luego de Eurídice y Hemón, esposa e hijo de Creonte. Incontables debates filosóficos, jurídicos y morales, algunos muy necios, giran en la modernidad sobre la acción de los protagonistas.

Unos resaltan la condición tiránica y torpe de Creonte, y otros lo justifican “porque el día siguiente de una invasión extranjera no podía mostrar debilidades”. Otros culpan a Antígona de temeraria al enfrentar inútilmente el poder, aunque en defensa de leyes trascendentes que ni los reyes podían desconocer, como le señala su hermana Ismenia. Enterrar los cadáveres era requisito para que sus almas pudieran ingresar al Hades, el mundo subterráneo, y de no hacerlo quedarían vagando eternamente. Además, las aves de rapiña trasladaban pedazos de carne putrefacta a los altares, y los dioses airados rechazaban los sacrificios, como le grita el visionario Tiresias. La profanación del cadáver era un arranque de odio y no de justicia, porque enterrarlo no ponía en peligro a la ciudad.

Otros acusan a Creonte de hibris, soberbia, desmesura del poder por irrespetar la ley no escrita de los dioses, pérdida autocontrol, “salirse de sus casillas”. La heroína defiende derechos que según la tradición iusnaturalista, están por encima de otras leyes y más aún, de las disposiciones tiránicas. Para no controvertir sobre iusnaturalismo y iuspositivismo, los consagran la Declaración de Derechos de Virginia (1776, la Constitución norteamericana (1787); y la Declaración de los Derechos del hombre y del Ciudadano (1789) decreta que… “La finalidad de cualquier asociación política es la protección de los derechos naturales e imprescriptibles del Hombre… la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión”. Kant les da un fundamento no metafísico, pragmático cuando prescribe que hay que proceder como si cada acto de nuestras vidas fuera a convertirse en ley para toda la Humanidad.

Antígona defiende la constitución por encima de la eventual sevicia de un déspota contra leyes no escritas. Sófocles deja enfáticamente claro que Creonte es un político rígido e imbécil. Sus asesores insistieron sobre lo grave del crimen contra Antígona, y su hijo Hemón suplica por ella con argumentos políticos sobre los efectos públicos de violar la ley divina. El pueblo tebano estaba en favor del perdón y Tiresias lo advierte estremecedoramente de la desgracia que lo aguarda. Sófocles no deja espacio para dudas, porque Creonte se retracta de su torpeza, pero ya la siniestra maquinaria de muerte se había desatado. Y la catarsis, la reflexión deja claro que la brutalidad de Creonte causo la orgía de sangre, sus propias, terribles, destrucción y desgracia. Al final, arroja la corona y sale solitario de la ciudad. Por eso cuesta entender el rebuscamiento de algunos críticos o hipercríticos, para concederle “razón de Estado” a un déspota criminal y fracasado, azotado como merecía por el máximo poder.

Carlos Raul Hernandez
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
@ElUniversal
Venezuela

LUIS LAGUADO PORRAS: EL PUTINAZO

El putinazo en Ucrania tiene en vilo a la humanidad por los riesgos que se ciernen sobre todos los habitantes del planeta que han visto en vivo y en directo la llegada de las tropas rusas a Kiev y el ataque y toma simultánea de muchas sitios e instalaciones públicas ucranianas, en menos de 48 horas de la campaña relámpago penetrando por múltiples sitios, contando con la ayuda de la topografía que le facilita el accionar a los rusos por su superioridad en blindados y el dominio aéreo que le facilita el uso de tropas aerotransportadas de forma rápida no solo lanzando paracaidistas sino siendo aerotransportadas en helicópteros, estas tropas además del control de los sectores claves, incluso aislando y cercando a los soldados ucranianos que prefieren abstenerse de atacar a los invasores dada la inferioridad de equipos y poder de fuego. Los comandos rusos llevan listas de personas a eliminar o apresar de los dirigentes ucranianos con antecedentes de antirusos, despejando la instalación de un gobierno títere proruso.

Putin como aventajado alumno de la KGB, planificó al detalle la operación y rompió con los tratados que había firmado en Minsk, se tomó Crimea y ahora la usa como punta de lanza del ataque por el sur de Ucrania, siente que elevó la moral de los viejos nostálgicos del sistema soviético y se enorgullece de presentarse como lo que es, un verdadero fascista y dictador al viejo estilo estalinista, piensa que engañó y comprometió a China en su temeraria aventura y hasta obtuvo elogios de Donald Trump por su astucia, presentando a Rusia como una futura gran potencia global.

Pero las cosas han cambiado, en las grandes ciudades rusas hay protestas porque sus detractores internos saben que va directo al fracaso, que lo que traerá son mayores desgracias para los rusos con las medidas que Europa y América tomarán, que a pesar de las diferencias de intereses privará la sensatez de unificar las democracias occidentales y saben que mantener la libertad tiene un alto precio. Al comienzo del conflicto más del 20% de los ucranianos creían que Rusia tenía razón al defender sus supuestos intereses, pero al haber sufrido bajo los regímenes prorusos, hoy sólo 5% guardan fidelidad a Rusia y no se sienten ucranianos, por lo tanto, es imposible mantener esa dictadura que instale Putin por largo tiempo.

Al hacer una prognosis de las consecuencias de la invasión estimamos que serán:

1.- Se reforzará la unidad de las democracias y la conversión de la OTAN en un organismo global o ejército protector de los pueblos y de los gobiernos democráticos en todo el mundo y no solo del norte de Europa. Se construirá un ejército único europeo para su defensa que disuadirá o bloqueará cualquier futuro asalto ruso.

2.- Se establecerá un baremo para medir la calidad de las democracias y dar estímulos y ayudas a quienes logren mejorar los DD.HH. de su población y sancionar a quienes se alejen o degraden la calidad de las instituciones democráticas.

3.- Asumir paulatinamente los objetivos de la nueva democracia social que garantice y amplíe los DD.HH. en todos los países democráticos; en especial, garantizando a todos los ciudadanos el acceso a un hogar, a la educación y a servicios médicos y de salud universales de igual calidad para todos los ciudadanos estableciendo tarifas diferencias de acuerdo al estrato de ingresos de cada familia y garantizando un portafolio familiar de ingresos suficiente para lograr el bienestar de todos en el siglo XXI.

El uso de las redes y el acceso a Internet a escala global hace que cada día haya menos ingenuos que brinden espacio a los delincuentes políticos disfrazados de populistas, oportunistas y clientelistas en su camino a convertirse en dictadores de cualquier signo o disfraz ideológico.

En estos momentos de reflexión, es importante que los venezolanos comprendan que la democracia es una forma de vida y que todos los ciudadanos tienen que participar y actuar activamente en su defensa y enseñar a las nuevas generaciones que el ejercicio de la libertad y la democracia requiere valores como responsabilidad, integridad, honestidad y transparencia en el servicio ciudadano y llegado el momento de asumir el compromiso supremo de ofrendar la vida para detener a los tiranos y no perder la libertad.


Prof. Luis Laguado
llaguado@hotmail.com
Luis Laguado Porras
@llaguadop
Venezuela
CLUB INMORTAL

NOEL ÁLVAREZ: JUEGOS DE GUERRA

Albert Einstein dijo «No sé con qué armas se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles se hará en la Cuarta: palos y mazas».

as guerras siempre han sido parte de la historia humana, esta última siempre plagada de ambigüedades. La humanidad, a lo largo del tiempo, ha logrado hitos increíbles: la construcción de las pirámides egipcias, la formación de civilizaciones tan complejas como la griega y vencer la barrera espacial, poniendo pie en nuestro satélite natural. La otra cara es la de las decisiones irracionales, los conflictos en masa que solo cambian la distribución política de los países en un planisferio, pero que, irremediablemente atraen más confrontaciones. 

El tema de los conflictos bélicos da para tanto que, incluso se han elaborado diversas teorías para intentar explicar el porqué los seres humanos somos tan propensos a propiciar conflictos armados. Algunas de ellas pueden estar mas o menos adaptadas, actualmente, al panorama geopolítico mundial. 

La teoría del “Macho Guerrero”, propugna que los hombres se convirtieron en violentos para asegurarse el acceso a los recursos y a las mujeres. Para aumentar su poder los hombres aprendieron a formar coaliciones; cuanto más poderosa era la unión, más posibilidades tenían sus miembros de transferir sus genes a las futuras generaciones, que a su vez heredaron la predilección por la violencia y la formación de ejércitos. 

La teoría de los “Halcones Persuasivos” expone que, cuando surgen conflictos hay partidarios de las acciones militares ('halcones') y de las negociaciones ('palomas'). Normalmente ganan los 'halcones' porque la gente es propensa a las ilusiones, lo que le lleva a aceptar los argumentos de los halcones. 

La teoría de la “Guerra como Depredación” explica que la raíz del comportamiento bélico está en el miedo de nuestros antepasados ante animales que eran depredadores más hábiles. Con la evolución, los humanos aprendimos a construir instrumentos de guerra y celebramos la victoria sobre el mundo animal con brutales rituales de caza, los cuales con el correr del tiempo, se convirtieron en rituales bélicos contra nuestros congéneres. 

La hipótesis del “Pensamiento de Grupo”, combina dos teorías, la del macho guerrero y la de los halcones, supone que, en tiempos de crisis, cuando una sociedad se siente amenazada, puede fácilmente llegar a pensar en términos de, 'nosotros contra ellos' y desarrollar un plan unánime de acciones. Creo que esta premisa puede estar en mente de la comunidad internacional para evaluar el caso de la invasión rusa a Ucrania. 

“La guerra como técnica de negociación” señala que las guerras no son algo innato o aprendido, sino un instrumento político al que recurren los dirigentes cuando no tienen otras maneras de resolver una disputa.

Este modelo no considera la guerra como el fracaso de la diplomacia, sino su continuación, ya que las negociaciones continúan durante la guerra, la cual acaba, cuando se llega a un acuerdo. 

“La guerra como gestión del miedo”, los integrantes de cualquier cultura necesitan creer en algo que sobrevivirá tras su muerte. La fe no permite aliviar el miedo a nuestra propia muerte. En cambio, las amenazas a un país o a un grupo provocan que sus miembros deseen proteger su cultura pagando el precio de su propia muerte, porque al fin y al cabo nuestra cultura puede sobrevivir cuando no estemos. 

“La tecnología como motor de la agresividad” esta teoría explica que la agresión es un instinto que permite sobrevivir tanto a los humanos como a los animales. Sin embargo, en el caso de los humanos, las armas y la agresión comunal aumentan no solo nuestra capacidad de defendernos, sino también los instintos de violencia. 

La hipótesis de “La guerra como fenómeno social que se puede olvidar” esta supone que la guerra no es una consecuencia inevitable de nuestra naturaleza, sino una invención social de la cual uno puede desprenderse.

Si la guerra es una respuesta social a nuestro entorno, poner fin a las guerras también puede ser un acto social. 

Para finalizar, cito al escritor británico John Keegan, quien en su libro Historia de la guerra, relata que, no ha habido período del pasado, libre de luchas encarnizadas y enfrentamientos entre tribus, pueblos o civilizaciones, a consecuencia de que, la guerra representa un hábito arraigado en la cultura de los pueblos, tanto como las tradiciones y costumbres matrimoniales, alimentarias y religiosas. 

Noel Álvarez
Noelalvarez10@gmail.com
@alvareznv Noel Álvarez
Noelalvarez10@gmail.com
@alvareznv
Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE
Venezuela