domingo, 28 de febrero de 2021

VIDEO, ATAHUALPA YUPANQUI - LOS HERMANOS



 Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar 

y una novia muy hermosa que llama libertad:.

Atahualpa Yupanqui, nombre artístico de Héctor Roberto Chavero ​ (Juan A. de la Peña, Pergamino, 31 de enero de 1908 - Nîmes, Francia; 23 de mayo de 1992), fue un cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino. Ampliamente considerado como el músico argentino más importante de la historia del folklore. ​ En 1986 Francia lo condecoró como Caballero de la Orden de las Artes y Letras.ublicanoliberalii.blogspot.com/

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ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ DOMINGO 28/02/2021


MIBELIS ACEVEDO DONÍS, MÁS POSIBILISMO, MENOS ÉPICA

La discusión sobre la pertinencia de las sanciones internacionales y sus inciertos aportes a favor de la democratización de países atenazados por el autoritarismo, vuelve a ocupar nuestra atención. Sabiendo que las vapuleadas oposiciones a estos regímenes podrían beneficiarse de una idónea, efectiva presión diplomática, no pocas veces los resultados de tales políticas acaban generando desazón. En especial cuando, lejos de solucionar problemas, parecieran sumar inopinados peñones al camino del cambio político. 

Los casos de Cuba, Corea del norte, Siria, Libia o Irán ya resultan emblemáticos. A contrapelo de lo esperado, son regímenes que sorteando la restricción impuesta por EEUU, UE y ONU hacen gala de anti-fragilidad, mantienen niveles de represión altos y no emiten señales de liberalización política. Igual ocurre con Bielorrusia, donde un Lukashenko cercado por la UE sigue amenazando con “romper el cuello” a los desestabilizadores. La creación y vigorización de redes de cooperación entre gobiernos autoritarios, además, aparece acá como otra ingrata faceta del autogol. 

La investigación académica, de hecho, abunda en hallazgos relevantes al respecto. Wood (2008), Peksen y Drury (2010), observan que los países autoritarios se vuelven menos democráticos cuando son objeto de sanciones. Y que, en respuesta a ellas, los gobiernos optan invariablemente por recrudecer la represión y la cooptación de la disidencia. 

En atención a esos datos y dada la mencionada restricción del menú diplomático, se insiste en barajar otros enfoques. Ante la necesidad de buscarle la vuelta “virtuosa” a estas políticas de intervención de procesos foráneos, las sanciones “inteligentes”, selectivas, tienden a verse como mejor alternativa que las dramáticas sanciones sectoriales, por ejemplo. Otros, como Eric Farnsworth, indican que usadas como medio para lograr reformas puntuales y objetivos alcanzables y no como fin en sí mismas, no como estrategia para forzar rupturas -esto es, lo opuesto al plan de “máxima presión” de Trump para Venezuela- pudiesen arrojar algunos saldos aprovechables. 

En el caso venezolano, no obstante, nada indica todavía que la mala reputación de las sanciones pueda ser conjurada. Tampoco hay indicios de que estas operaciones hayan reagrupado y fortalecido al anémico campo democrático, cada vez con menos pertrechos para plantear exigencias. O que hayan optimizado las gestiones de OEA, Estados Unidos, la UE, el Grupo de Lima, el Grupo Internacional de Contacto, la ONU o el Vaticano para evitar el atornillamiento del gobierno madurista. 

Sin entrar a sopesar la potencialidad -aún no evidente- del incentivo democratizador asociado a sanciones, conviene recordar nuevamente algunas experiencias que dan fe de esa esquiva, casi inasible intervención virtuosa. Que orientarían, por cierto, a ese buen deseo que acá deambula dando palos de ciego. Es el caso de la Centroamérica de los años 80, cuando descuellan las diligencias de Contadora a favor de la resolución de conflictos en una región asolada por la violencia. 

En tiempos marcados por las tensiones de la Guerra Fría, lo primero fue separar la paja del grano. Preconcepciones en torno al abordaje de conflictos como el nicaragüense (visto por EEUU como mera expansión local del conflicto Este-Oeste) fueron puestas a un lado. El intento por reconocer la identidad, posiciones e intereses de las partes involucradas, de interceptar la escalada gracias a una mediación que no robase protagonismo a los actores internos, fue crucial. También lo fue comprender que era necesario impactar condiciones socio-económicas que sólo fomentaban el éxodo caótico y los flujos de refugiados. Más posibilismo y menos épica, en fin. Una aproximación respetuosa que contribuyó a reducir actitudes defensivas, restó fuelle a la relación agónica, allanó obstáculos que antes anularon el alcance de otras iniciativas. 

Las negociaciones confiadas por ONU a países latinoamericanos (y que no excluían la cooperación de otros Estados) fueron una innovación diplomática en su momento. En 1983, los cancilleres de México, Colombia, Panamá y Venezuela llegan a un acuerdo sobre la necesidad de explorar “posibles nuevas acciones” compatibles con principios de no injerencia, y de eliminar a “los factores externos” que agudizaban los conflictos en la región. 

La multilateralidad fue esgrimida con tenacidad, empatía y prudencia. El mecanismo sentó bases para la paz y la democratización que coronan con el Acuerdo de Esquipulas; influyó en la moderación de posturas duras como la de Ortega en Nicaragua, o en la contención de la agresiva política de intervención que el gobierno norteamericano desplegaba con su sostén a la “Contra”. 

La preocupación que entonces movió a los artífices de Contadora se conecta con esta sospecha de que la ayuda externa, torpe e inoportunamente administrada, agravaría las dolencias políticas que pretende remediar. Y que, por contraste, un abordaje orientado a evitar atrincheramientos de los extremos anti-democráticos y debilitar su influjo, sería más útil a la hora de deshacer un apretado nudo como el venezolano. 

Lo ideal, por supuesto, es que la acción interna ofrezca una base de trabajo a los aliados. Que la oposición, en lugar de ceder a la molienda del locus de control externo, procure identificar el método que garantice y promueva la anhelada acumulación de fuerzas, la rehabilitación de la autonomía perdida. 

Eso no se logrará si la tentación abstencionista reaparece para agusanar renovados impulsos. Entonces, si se quiere ayudar a Venezuela, la “phronesis” será necesaria, esa sabiduría práctica que convoque a todos los actores. Habrá que poner redoblada atención a las nuevas realidades y expectativas, y facilitar caminos -no llenarlos de minas- para que los pequeños o grandes avances sean posibles.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal

RAFAEL GARCÍA MARVEZ, DOS O TRES COSAS ENTRE TANTAS MÁS

Ya cabalgamos sobre la Semana Santa; y a pesar de que se han logrado algunos avances en pro de la democracia venezolana, estos no son lo suficientemente consistentes como para forzar al régimen de Nicolás Maduro tener que acceder e ir a elecciones presidenciales libres y paritarias. Estos avances de las últimas semanas provienen de países extranjeros, no así de nuestra oposición. Muy poco o nada se ha logrado adelantar en este sentido. Sin embargo, es importante resaltar el apoyo del nuevo gobierno de los Estados Unidos y de su presidente Joe Biden. Durante una entrevista el asesor de seguridad nacional para el hemisferio occidental de los Estados Unidos, Juan González, dijo que desde el gobierno de Biden buscan redoblar los esfuerzos humanitarios no solo dentro del país, sino también en otros países como Colombia, por ejemplo. Además, hizo énfasis en la necesidad que tiene el gobierno de Biden de abordar la crisis que atraviesa Venezuela desde una perspectiva bipartidista que les permita tomar decisiones en los diferentes puntos de vista de los sectores políticos que hacen vida en los Estados Unidos y que están interesados en encontrar una salida al drama que sufre el país por culpa del régimen de Maduro. 

Por otra parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España reiteró el viernes de la semana pasada que no reconoce ni el régimen de Nicolás Maduro ni las elecciones parlamentarias realizadas el 6 de diciembre por no garantizar principios básicos democráticos. Ratificó que la voluntad del gobierno español es la promoción de la democracia y el trabajar con unos y otros para que haya una solución política dialogada entre los venezolanos, pero que resulte en la celebración de elecciones legislativas y presidenciales, elecciones justas y democráticas. Estos apoyos recibidos por la oposición que lidera Juan Guaidó borran cualquier duda que se haya presentado tanto con el nuevo gobierno norteamericano como con la presidencia del gobierno español que preside Pedro Sánchez, quien, como sabemos, pactó con el partido Podemos y su secretario general Pablo Iglesias. Quería antes de pasar a otro punto, dejar claro que la solidaridad de estos dos países: EEUU y España, además de la Unión Europea, son de suma importancia para nosotros y así debe asumirlo con confianza tanto el pueblo venezolano como su dirigencia política. 

Mientras esto ocurre en un ambiente favorable en el exterior, no sucede lo mismo en los espacios de la unidad y entendimiento entre las diferentes fuerzas democráticas. Aquí prevalecen las descalificaciones, la puja por el liderazgo y la descalificación del “compañero”. Es de tal magnitud la pugna que se da interiormente que se me ocurre que el prestigio de la Conferencia Episcopal Venezolana para que esta sirva de mediadora y buscar la fórmula, la manera de solventar esos problemas envueltos en una terquedad por encima de cualquier cosa. 

Finalmente, algo comenté en mi última nota, la mayoría opositora debe abrir las puertas de la unidad a estos grupos minoritarios para que se incorporen a este forcejeo en conjunto, pero aceptando que lo natural es que las minorías se agreguen a las mayorías, nunca a la inversa. A los que están insistiendo en ir a las elecciones regionales a como dé lugar, les aseguro que los venezolanos no acudirán a votar si no hay garantías de respeto a la voluntad del elector. No habrá fórmula fantástica que consiga meterles en la cabeza lo contrario. Están recientes las elecciones parlamentarias del pasado mes de diciembre, cuando nuestros compatriotas se resistieron a ir a votar. Solo que consideraron preferible actuar con mayor dignidad y abstenerse de ser cómplices de un gobierno ilegítimo que sería triunfador de todas… ¡todas!

Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RgarciaMarvez
Venezuela

VICENTE BRITO, NO SE OBSERVA DISPOSICIÓN DE MODIFICACIÓN AL SOCIALISMO SIGLO XXI

En los últimos meses hemos venido escuchando a diversos voceros oficiales, manifestando que se van a llevar adelante propuestas y consultas con distintos sectores que componen la vida nacional, para alcanzar acuerdos y mejorar la complejidad en el cual se encuentra la nación Venezolana, rectificando y llevando adelante los cambios necesarios para superar las dificultades por las cuales atraviesa la nación.

Las expectativas creadas no han sido correspondidas por los responsables de llevar adelante estas decisiones, ya que en sus manos se ha venido ejerciendo el poder del estado con decisiones que han resultado antagónicas al interés nacional, las cuales nos han conducido a la serie de limitantes y calamidades que están afectando al país en: lo social, económico y político. Bajo el modelo denominado Socialismo Siglo XXI. 

Las decisiones públicas tomadas durante estos 21 años han sido en su mayoría contrarias a lo esperado por la mayoría de los venezolanos, vamos a realizar un sumario considerando las de mayor trascendencia e impacto en nuestra forma y calidad de vida. 

EN LO SOCIAL. Podemos determinar las actuales desmejoras en nuestra calidad de vida al comparar sus cambios tenidos en los últimos 76 años desde el año 1945, desde esa fecha se lleva buena parte de la base estadística de los distintos niveles de ingresos, costo de vida, pobreza y consumo de las familias Venezolanas. Para lo cual hemos tomado como referencia los datos recogidos por organismos públicos nacionales, organizaciones internacionales y asociaciones civiles. Es necesario resaltar que los ingresos salariales de los trabajadores Venezolanos alcanzaron niveles que los llegaron a ubicar dentro de los 10 mejores pagados del mundo. El consumo también alcanzó el segundo del continente, con un costo de vida muy bajo al no estar estos afectados por ningún proceso inflacionario y haber sostenido por varias décadas un dígito, en algunas ocasiones pasaron varios años sin aumento significativo de precio de los productos, los niveles de pobreza fueron bajos al los ingresos familiares estar dentro de los más altos del continente y el mundo. Si hubo en algunas circunstancias desmejoras pero de carácter temporal que fueron corregidas en su momento por los distintos gobiernos de turno. Al analizar el ingreso per cápita este se mantuvo también en casi todo ese tiempo de los más altos del mundo. Cuando analizamos las razones de las desmejoras actuales están relacionadas al poco resultado obtenido en los distintos programas públicos aplicados a pesar de que se utilizaron para ello grandes recursos, cuyos bajos resultados han causado desmejoras en la calidad de vida de la población, lo podemos observar en cada uno de los planes efectuados y sus consecuencias sociales. 

ECONÓMICO. El modelo denominado Socialismo Siglo XXI, el cual al ser aplicado en la toma de empresas y tierras privadas, redujo el sector productivo nacional en niveles de toneladas producidas en 6 años a un 20% de los que se obtenía en el año 1998, Sus resultados fueron negativos en cada uno de los distintos programas implementados, el de mayores caída fue en la producción de alimentos denominado Agro Venezuela, al cual se le otorgaron grandes recursos, lo logrado en 10 años fue una disminución de su capacidad productiva a nivel de las tierras y empresas donde se implementaron, desmejorando con una caída entre un 75% y 90% de los volúmenes producidos de cuando estas empresas y tierras estaban en manos privadas. El monto es casi similar al que se invirtió en el campo Argentino por el sector privado entre 2010 y 2018, con la diferencia que Argentina es hoy el noveno exportador mundial de alimentos y nosotros somos importadores… 

Lo logrado fue una preocupante caída de la producción nacional, lo cual nos ha conducido a una alta dependencia de las importaciones la cual alcanza hasta un 85% del consumo nacional. Esto ha causado que la paralización de buena parte de la actividad productiva cause elevados niveles de informalidad y desempleo, sobretodo en las zonas rurales del país. La política estatizadora que condujo a la expropiación y toma de buena parte de las empresas y tierras privadas, nos condujo a esta situación de paralización parcial o total de este conglomerado empresarial. Que a la vez es responsable del proceso hiperinflacionario que nos afecta ya que las pérdidas y sostenimiento de este conjunto de empresas del estado, deben ser cubiertas con recursos provenientes del Banco Central. Buena parte de nuestro endeudamiento externo se utilizó en financiar estos proyectos, igualmente los reclamos de las empresas internacionales expropiadas nos ha creado una elevada deuda externa adicional. 

POLÍTICO. No se vislumbra ningún tipo de acuerdo entre los distintos actores políticos que conforman el acontecer nacional. Preocupa que no se ven decisiones de parte de los que tienen el control de las instituciones del estado, para lograr alguna disposición que promueva alternativas a esta confrontación que desgasta al país y lo priva cada día que pasa de los acuerdos necesarios, que permitan una salida conveniente al interés de todos los Venezolanos. Lo observado son decisiones que limitan más aun a los voceros opositores y a los partidos que conforman sus organizaciones política. Indicando que no existe la disposición a ceder espacios que no le sean favorables a los que ejercen el poder. 

Todo lo observado, es que no existe disposición a modificar el modelo político ideológico denominado Socialismo Siglo XXI, a pesar de los negativos resultados obtenido en su aplicación. Los números siguen demostrando una caída continua en nuestra calidad de vida, lo cual afecta a un 90% de las familias Venezolanas. 

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución Vicente Brito
Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, ¿SOCIALISMO? !!!ZAPE GATO¡¡¡

Por todas partes se lee “socialismo” pero a la hora de la chiquita, nadie sabe lo que significa. O mejor dicho, lo que envuelve o esconde. Sobre todo, si el susodicho término luce ornamentado con el remoquete de “siglo XXI”. Aunque en lo básico parece que no es ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. 
 
Sin embargo, por los vientos que soplan desde las instancias gubernamentales, el revolucionario disparate además de valerse del nombre de Bolívar para imponerle mayor contundencia o mejor dicho, colocarle la guinda que faltaba a la torta que ha puesto el gobierno desde que dejó ver sus costuras con fondo, medias y todo lo demás, sólo le ha valido para ocultar sus inanición antes de nacer. Particularmente, por la razón de proceder de un proyecto que carece de fundamentos de historia política contemporánea, teoría económica, teoría social y de teoría política. O sea, vacío aunque con agallas por el hambre que ha desarrollado en diez años de prematura existencia. 
 
Entonces, ¿qué puede decirse del tan mentado socialismo que engrosa discursos, referencias, presentaciones y declaraciones? Aunque también y hasta con más gañote, adorna amenazas y ofensas provenientes de los más conspicuos dirigentes del mundo gubernamental usurpado. Pero lo peor de todo es que sin saber siquiera lo que encubre o exalta esto del “socialismo del siglo XXI”, mucha gente se rasga las vestiduras para decir que ahora, de la noche a la mañana, son “socialistas”. Como si tan hueco calificativo fuera credencial para cometer cualquier tipo de atropello o abuso, valiéndose del disfraz de “diablo rojo” que les da por ostentar. 
 
Aunque lo que más deja ver el papelote que hacen quienes se arrogan la condición de “socialistas”, comenzando por los propios comandantes o dirigentes del oficialismo, no se han leído los gruesos tomos que dan forma a la obra central de Karl Marx: El Capital. Mucho menos, los axiomas que sientan los argumentos de filosofía política que esgrime Engels. O lo que vivió Rusia a principio del siglo XX, con su sangrienta revolución liderada por Lenin. 
 
Pese a tan graves contradicciones, estas personas que presumen de revolucionarios, viven dándose golpes de pecho cada vez que hablan de valores y principios. Sobre todo, cada vez que exclaman términos como “solidaridad”, “igualdad”, “democracia”, “participación”, “cooperación”. Pero hasta ahí llega todo. Lo expresado queda en sólo pronunciamientos al vacío que, naturalmente, en suelen corresponderse con actuaciones que engendran odio, discriminación, injusticia y engaño. Habida cuenta, a esto se suman conductas asociadas con corrupción, prepotencia, usurpación y pare de contar. 
 
El lenguaje socialista, como es harto conocido, es ramplón, vulgar y tétrico. Utiliza las mismas frases y palabras que sirven a la arenga del alto poder para hacer terrorismo de Estado y terrorismo de gobierno. Descalifica, atemoriza, maltrata, ridiculiza, humilla, insulta, denigra. Pero sobre todo, hace ver al régimen tal como es. O sea, cuadros formados por incapacitados militaristas con ínfulas de omnímodos, patriotas y santurrones “patriotas”. O mejor dicho, “patrioteros”. 
 
Ese es el pedestre  y mal concebido socialismo que pretendido ser instaurado, pues así llevaría a Venezuela a la realidad de pesadillas donde cada sociallista se imagina ser “Bolívar”. O al menos, su compadre. Y además que este Bolívar no es el oligarca de fina estampa que fue el propio. Ni tampoco el Bolívar ungido de la capacidad de convocatoria, del conocimiento de la realidad social y política, del arte para escribir con la gracia del poeta y la sensibilidad del humanista. 
 
El Bolívar de las pesadillas de estos socialistas de marras, es grosero, tirante, cínico, huraño, déspota y tirano. Sólo hace valer su opinión pues las de otros no la reconoce. Por el contrario, se burlan de las ideas de otros, lo cual no es digno de alguien que se precie de ejercer la política. No saben que la política, exhorta la humildad como condición ineludible. Entonces, frente a tanto sarcasmo, no cabe ninguna comunión con quienes piensen y actuén de tan equivocada manera. No han entendido que en socialismo, no tiene cabida la democracia. Por eso, ¿socialismo? !!!zape gato¡¡¡

Antonio José Monagas  
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

LUIS FUENMAYOR TORO, FUNDAYACUCHO SE BURLA DE JÓVENES BECARIOS Y DEL PRESIDENTE MADURO

En junio del año pasado (2020), un grupo de jóvenes profesionales y bachilleres fueron convocados por la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, para competir por una beca de estudios respaldada en un convenio entre la Federación Rusa y la República Bolivariana de Venezuela. De acuerdo a lo estipulado por el calendario académico ruso, los becarios deberían haber iniciado sus actividades de formación en septiembre de 2020, lo cual no sólo no ocurrió, sino que al parecer no ocurrirá por la negligencia e indolencia de la fundación mencionada y del Ministerio de Educación. 

A los becarios escogidos se les dio un lineamiento preciso de la Presidencia de Venezuela: “Cursarán estudios en las mejores universidades rusas en diferentes áreas del conocimiento, con el objeto de sustituir el modelo económico rentista por un modelo económico-productivo para el desarrollo del país”. Se añadía que “Este grupo de venezolanos se formará en la Federación Rusa para fortalecer la economía nacional, a través de los 15 Motores Productivos que conforman la Agenda Económica Bolivariana, puestos en marcha ante la guerra económica que la oligarquía nacional e internacional ha desatado contra el pueblo”. Más de 6 mil jóvenes acudieron al llamado que se les hizo. 

Con posterioridad el Presidente pregunta al Ministro de Educación, quien también preside la Fundación, sobre cuantos aspirantes fueron aceptados en el programa que se iniciaba. Fueron 60 responde el Ministro, “como 60 fueron los hombres que, comandados por Cipriano Castro, en octubre de 1899 llegaron victoriosos a Caracas. Los 60 becarios aceptados, llenos de la emoción y esperanza que invade a todo becario, que se siente a punto de alcanzar uno de sus mayores sueños, corrieron a cumplir las exigencias administrativas: obtención del pasaporte, certificación de títulos y notas, además de un curso online con tutores designados por las universidades rusas. 

Luego de sortear todas las dificultades administrativas, incluyendo las de la pandemia, se someten al peor de los dramas, comunicarse online con los tutores rusos. Sin electricidad por largos y numerosos períodos, sin señal de Internet, sin equipos adecuados. Pero al igual que Cipriano, estos 60 jóvenes se sobre ponen al drama del país y concluyen las primeras etapas de nivelación, un esfuerzo si se quiere sobrehumano, pero siempre con la esperanza de marchar a ese gran imperio, que, para el presidente Maduro, es un imperio bueno. 

Tras un escollo administrativo aquí y otro allá, cuando todo parece estar listo, la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho prácticamente desaparece de la vida de estos becarios. No da respuesta a los sueños prometidos por el presidente Maduro. Ya febrero termina, y hace ocho meses del anuncio presidencial sin que el mismo se haya cumplido. Mientras que aspirantes del resto del mundo, convocados por la Federación Rusa, ya están en suelo ruso, en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades, los 60 de Cipriano ni siquiera saben si les  cumplirán la promesa que les hicieron. Sus tutores rusos muestran una gran preocupación por la tardanza de la llegada de los 60 venezolanos. 

La Embajada Rusa guarda un total hermetismo. Los jóvenes y sus familias se hunden en el desespero y aunado a ello, el Presidente, posiblemente creyendo que su anuncio de junio 2020 se ha cumplido, hace un llamado a otro grupo de jóvenes para que opten por la Beca 2021. No sé qué dirá Aristóbulo de esto, ni siquiera si lo considera importante y parte de sus responsabilidades. Es una burla macabra que se le ha hecho a estos jóvenes y un engaño al país. 

Me gustaría que alguien le llevara este escrito a Nicolás Maduro, para que vea como se cumplen y de qué manera sus instrucciones. Esperaría que algún diputado opositor, le dedique unos minutos de su precioso tiempo para darle esta información a Jorge Rodríguez. Es insólito que se trate de esa manera los sueños de unos jóvenes que, a pesar del desastre existente, han dicho “presente” ante el llamado a prepararse. Se está a tiempo corregir un exabrupto contra un sector vital para el país: su juventud.

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Venezuela

LUIS ALFREDO RAPOZO, ¡SEÑOR MADURO, RENUNCIE, POR FAVOR!

Resulta que esta última semana de Febrero, se dio un hecho interesante, el cual ha pasado desapercibido para mucha gente, aunque seguramente no lo ha sido, para los entes de inteligencia del Estado venezolano. Un grupo de militares de alto rango en situación de retiro, se ha pronunciado , manifestando que “…ante la grave situación que presenta el país …debería considerarse la renuncia de Maduro…”-palabras más, palabras menos-.

En lo que a mi respecta, semejante pronunciamiento es pertinente a considerar y lo interesante, es que descubre a un sector de las FANB que está pensando claramente, que este gobierno no va por buen camino y no puede solucionar la gravedad de distorsiones que afectan la vida del venezolano. Así de sencillo.

I

No puedo hablar por el sector militar, pues no tengo conexiones ni información detallada y profunda, pero en otros tiempos de democracia representativa, un pronunciamiento como este, era considerado de 40 grados de temperatura. Desde el punto de vista sociológico, es una roncha que brota de repente en la piel y que anteriormente ocultaban, dando a entender que dentro de las FANB existe un mundo monolítico, pero no es así. Hay descontentos y no puede ser de otra manera. El rechazo a la gestión de Maduro, no puede ocultarse tapándose los ojos, como el tercer monito o como el avestruz que esconde la cabeza en un hueco.

II

Solamente, los últimos acontecimientos xenofóbicos dados en Perú, deberían ocasionar una gestión del Ejecutivo, con alguna propuesta de repatriación- ayuda económica y social a esos compatriotas en situación difícil de subsistencia. No se puede ser sordo, mudo y ciego ante ese problema, que afecta la propia de vida de congéneres.

Igualmente, los distintos asuntos de la agenda productiva, requieren un giro completo, con otra visión de la economía política, que permita la oxigenación de Venezuela y la coloque en caminos reales de avance.

III

La pobreza no deja de crecer. Es el principal indicativo del mal funcionamiento de la economía. Ustedes saben, que los seguidores del gobierno, manifiestan cada día hasta la saciedad, que somos víctimas del bloqueo imperialista y el pato y la guacharaca. Nunca reconocen, que la economía venezolana, ya venía con la proa apuntando hacia el fondo del mar. Los revolucionarios, no quieren reconocer el fracaso. La culpa la tienen otros. En los distintos tiempos del proceso, le han echado la culpa a Bush, a Obama, a Trump y pronto, muy pronto se la echarán a BIden. La culpa de su desastre.

IV

Afortunadamente, con este pronunciamiento de militares en situación de retiro, suena una campanada diferente que nos pone a pensar…si tanto sufrimiento de un pueblo, debe soportar el sostenimiento de un hombre incapacitado para enrumbar al país hacia el desarrollo, el progreso, el crecimiento y el avance con las mejores relaciones económicas, políticas y diplomáticas con el mundo libre.

Solicitarle la renuncia a Maduro, es un acto elemental, inteligente y puede abrir las puertas para solucionar nuestros diversos problemas, en el corto plazo.

Luis Alfredo Rapozo
luisalfredorapozo@gmail.com
@luisrapozo
Venezuela