martes, 15 de diciembre de 2020

ACTUALIZACIÓN VESPERTINA, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MARTES 15/12/2020




 

MARYCLEN STELLING, ¿EL FIN DE LA ÉPICA?

El post 6D nos obliga a un descarnado proceso reflexivo, evitando las polarizadas trincheras políticas en las que nos protegemos del “fuego enemigo”, disparamos e interpretamos los resultados electorales. 

En general, los análisis surgidos al calor de los resultados están permeados por la inmediatez de los mismos; la sorpresa y la afectividad que se confrontan con la intención de objetividad;  el doloroso mea culpa y una suerte de “victimismo crónico” que nos exime de responsabilidad alguna… Si se pensaba que, cual panacea, los resultados electorales iluminarían, aclararían, desatarían, despejarían dudas y allanarían el camino… no ha sido así.  Cual examen médico, las parlamentarias ofrecen un diagnóstico político altamente preocupante en especial para el “chavismo”, aun cuando vuelve a dominar el Parlamento.  Los resultados denuncian un  profundo desgaste, relacionado con un  creciente proceso de alejamiento y desconfianza de la política que abarca el voto.   Fenómeno que hemos venido  denunciando desde este espacio, aun cuando  el liderazgo político, enfocado en eliminar al otro, no le ha prestado la atención que amerita.  Desafección que,  sin duda alguna, jugó papel importante en las recientes parlamentarias expresándose en una histórica y altísima abstención del voto chavista.  En el caso específico de la oposición,  la abstención obedece a un intencionado lineamiento político-electoral con miras a deslegitimar interna y externamente las parlamentarias y los resultados, la AN y al Gobierno en general.

La grave crisis multidimensional y la sensación de desamparo de importantes sectores poblacionales, sin duda  han incidido en la percepción negativa que se tiene de la conducción política y económica. Enfrentar la cotidianidad deviene en una aventura en la que no se tiene control de nada y una ciudadanía inerme, a merced de fuerzas ajenas que dominan y someten. Día a día se fortalece la distancia de la política, la desconfianza, el descontento  y la desesperanza.  Componentes de la desafección política que gradualmente han comenzado a afectar el comportamiento político electoral, deviniendo la abstención en  denuncia y protesta ciudadana…

Proceso  de distanciamiento de la política que, dada nuestra historia electoral,  podríamos denominar “de lo épico a la desafección política”.

Maryclen Stelling
maryclenstelling@gmail.com
@maryclens
@UNoticias

JUAN GUERRERO, LIBERTAD, SOBREVIVENCIA Y ABSTENCIÓN, LECTURAS DE PAPEL

Ya en varios escritos he afirmado que Venezuela es, posiblemente, el único país en el mundo donde el narcotráfico y la mentalidad marginal, terminaron apoderándose de todas las instituciones del Estado. 
 
 Bajo una estrategia bien diseñada, desde mediados de la década de los sesenta, se fueron infiltrando en las estructuras del Estado venezolano, miembros de organizaciones de la izquierda radical, bajo un programa a largo plazo que fue monitoreado, año tras año, desde La Habana, y posteriormente, con enclaves en los grupos políticos de izquierda que fueron legalizados en la llamada IV república.
 
  El ascenso del radicalismo de izquierda en Venezuela llega al poder real, con la victoria de Hugo Chávez, en 1998, de la mano de banqueros, financistas, poderosos medios de comunicación y figuras intelectuales y del mundo académico, nucleados en el famoso Manifiesto de bienvenida que firmaron en ocasión de la visita de Fidel Castro para apadrinar a Chávez.
 
  Son ellos, fundamentalmente, y no los millones de venezolanos desamparados, ayer y hoy, los responsables históricos del advenimiento del más grande desastre humanitario que ha experimentado la sociedad venezolana, en poco más de un siglo. Porque los actos contra los derechos humanos cometidos en los años 60 y 70, del siglo pasado, a más de las corrupciones, robos y enriquecimientos ilícitos, sea contra ciudadanos y la república, son tan graves y deleznables como estos que se llevan a cabo en estos 20 años de vida socialista.
 
  Resulta irónico que se llegue al colmo de la hipocresía y el desconocimiento de los procesos sociopolíticos en Venezuela, cuando leemos y escuchamos a ciertos personajes afirmar que estas han sido unas elecciones, bien fraudulentas, viciadas, o, por el contrario, legítimas y legales.
 
  Hay que afirmar tajantemente que en Venezuela hacetiempo se ha perdido la validez del concepto mismo del voto, su fuerza moral y de transformación social, y su sentido de cambio de la realidad, a partir de su ejercicio. Esto es lo más doloroso y trágico. Porque la llamada abstención o votar, en sí mismo, y sin orientación en el liderazgo político de ningún bando claro y comprometido, y en un régimen totalitario, no tiene mayor sentido, salvo esto que presenciamos hace varios días: el hartazgo, desánimo,desinformación e incertidumbre de millones de venezolanos que se encuentran sobreviviendo en los basureros de ciudades, pueblos y olvidados caseríos de la república. Nadie, ningún grupo, partido político ni líder alguno, puede afirmar que ha triunfado el abstencionismo. La abstención, en absolutamente todas las partes del espectro de votantes, ocurrió porque la población, hastiada, humillada, vejada, y harta del manoseo partidista, simplemente hizo lo que hace todos los días desde hace años: sobrevivir, buscar comida, agua, alimentos, medicinas, implorar a los jefes comunales, unos, otros a los ‘enchufados’ opositores, para resolver su día a día. Por eso afirmamos que la sociedad venezolana, como la francesa, italiana, alemana, en los días de la Segunda Guerra Mundial, ha cambiado libertad por sobrevivencia. Esta es la realidad del hoy, de este momento, y que cada hora (no cada seis meses) se agrava para millones de niños hambrientos, enfermos crónicos, madres e hijas que, ya sin más nada en sus haberes para llevar el pan a sus hijos, se despojan de sus harapos y entregan sus esqueléticos cuerpos al mejor postor. Se prostituyen como lo hicieron muchas europeas en la guerra, por una barra de chocolate o unas medias panty, pero acá lo están haciendo por un kilo de harina de maíz precocida, un kilo de arroz, o por un blíster de antivirales. Otros venden su sangre, a razón de 10$ el litro. 
 
Poco más del 70% (-yo afirmo que está sobre el 90%) se abstuvo de acudir a votar por lo que anteriormente he descrito, y eso sin nombrar los poco más de entre 500-700 venezolanos que cruzan, todos los días, por caminos ilegales, las fronteras de Venezuela, sea para Colombia, Brasil, e incluso, a costa de los inhumanos tratos que saben que recibirán en Trinidad-Tobago, por el racista gobierno imperante.
 
Ya no se trata de valentía, de tener ‘agallas’ para enfrentar a estos pandilleros instalados en Miraflores y sostenidos, como cada día es más evidente, sea por los militares de las cuatro fuerzas, como el resto de paramilitares, bandas y megabandas de narcotraficantes y grupos del terrorismo internacional, junto con fuerzas militares extranjeras acantonadas e infiltradas en calidad de ‘asesores’ en absolutamente toda la estructura del Estado. Tampoco se trata de resistir, persistir hasta vencer, porque hasta finales de 2019, Venezuela vivió, año tras año, de manera evidente, pública, notoria y comunicacional, movimientos de protestas multitudinarias, con un costo de miles de vidas, entre asesinados, heridos, mutilados, minusválidos, desaparecidos, secuestrados, torturados (hasta varios perros se encuentran todavía detenidos por razones políticas). Sin mencionar los millones de niños y ancianos desnutridos, malnutridos y abandonados, sea por sus familiares como por el Estado.
 
  La sociedad venezolana, hoy, desamparada por el liderazgo político, se enfrenta sola a su destino incierto. Asumiendo lo fuerte y terrible que pueda significar, debo afirmar, que con una pérdida de masa muscular (en promedio oscila entre 12-14 kilos), totalmente desarmada, con una altísima incertidumbre y agudos procesos psicológicos que alteran su mente; la gran mayoría de los venezolanos, en la práctica, hemos progresivamente cambiado las prioridades para superar esta crisis humanitaria. La prioridad básica, vital, es la sobrevivencia. Amanecer vivo porque no sabemos si mañana podremos abrir los ojos. Comer. Encontrar las medicinas. 
 
La libertad, la democracia son, hoy, un sueño que cada vez se aleja y se desdibuja y se va convirtiendo en un ‘tal vez’que posiblemente alcanzaremos. Muchos ya sienten, porque lo están viviendo, que no lo lograrán. Otros, niños y preadolescentes, se malacostumbran a una vida de miserias, al espacio mental y físico de la marginalidad. 
 
Me niego a asumir esta verdad. Pero la realidad, tan lacerante y obvia, me restriega en el rostro su lapidariaverdad; ‘como un paseo burlón de un líder populista concamioneta blindada’.
 
Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com   
@camilodeasis  
Venezuela 

JOSE LUIS ZAMBRANO, CONSULTADOS PARA ACTUAR CON LA VERDAD POPULAR

Es tan hermosa la palabra libertad. No es un mito encerrado entre cuatro paredes o una consigna vacía para la motivación. No puede usarse para la discreción ni distingue el peso de los bolsillos. Es un canto con eco, un verso esgrimido con soltura. Una verdad que calla a los fortachones y arrincona al tirano. Es poder soñar con la almohada limpia y te enseña a vivir con la respiración profunda. La reconozco con certeza, en las metas formidables que ansío para Venezuela.

La consulta popular sobrepasó lo esperado. Pese a las incógnitas y al ronroneo detestable de los pesimistas, se hizo realidad en todas sus posibilidades. El pueblo no se resistió a votar y poco le importó el sufragio inservible que se inventó la usurpación días antes. La misma comunidad internacional dio la espalda a las petulancias de Miraflores y mostró al mismo tiempo, una postura firme a este manifiesto sincero y favorable para las siguientes etapas.

¿Vale la pena creer en quienes la atisban como herramienta para los acontecimientos venideros? Nuestro país es una cárcel de papel, constituido por el quebranto de solo acatar los caprichos del dictador e incapaz de reaccionar ante la tortura.

La consulta es un camino. Con todo y sus dudas congénitas, heredadas de tantos fracasos anteriores. Nunca es demasiado tarde y más, cuando pese a tener el suelo anegadizo, pesado para las ideas y difícil para andar en la política, no se ha abandonado la posibilidad de recobrar el sentido de lucha y las esperanzas que se hallaban silenciadas.

El mundo sabe de nuestro padecimiento. Cerca de 50 naciones desconocieron los resultados de la caricatura electora del seis de diciembre, por falta de legitimidad. El Consejo Permanente de la OEA aprobó a su vez una resolución, rechazando las elecciones parlamentarias, pues solo consolidan a la nación como dictadura. Asimismo, Reino Unido no se lo pensó mucho para sancionar a tres jefes militares venezolanos por violaciones a los derechos humanos.

No podemos repudiar los intentos. No creo en talismanes, promesas esotéricas o en cartas que determinen un futuro infalible. Es verdad que nos han acostumbrado a la misma valija temeraria, que nos ofrece la solución inquebrantable y terminamos con la misma desilusión amarga.

Estos tiempos son distintos. Lo presiento en el movimiento del planeta y en la convicción determinante a no hacerse secuaz de los malhechores del poder. Los países tienen mayor compromiso en nuestros propios intentos por quitarnos las cadenas oxidadas. Se ha andado, tomado decisiones precisas y hasta hemos logrado que una elección parlamentaria sea rechazada sin contemplaciones por el ámbito mundial.

Ahora toca resolver con la consulta y erigir un manifiesto poco convencional. Es la irreverencia para no dejarnos amilanar en el intento de devolver el Estado de Derecho a nuestro territorio. Sabemos de los cómplices insufribles. Muchos ya se quitaron la corbata y se sentaron al lado del tirano. Otros la tienen puesta como un disfraz, camuflados en su traición y capaces de emitir el discurso más estremecedor a favor de la oposición. Todo se descubrirá formalmente a su tiempo. Los sacaremos de su trinchera falsa y los haremos pagar con la ley, su deslealtad descomunal.

Hoy estoy convencido que podemos hacer algo distinto. Resulta peor, desgastarnos en descalificar la iniciativa, a procurar que se haga valer como una operación fabulosa para encaminar los cambios. Seamos reformistas de vista amplia. La intensión del régimen es que nos hagamos de la vista gorda a estas propuestas. Resistirnos es perder antes de empezar. Instaurar una nueva república es tarea de todos.

 La libertad sigue primera en mi lista. La justicia le secunda, sin arrebatos ni poses endiabladas, sino como medida para hacer prevalecer la ley. Después vendrá la reconciliación, los buenos deseos y la instauración de los valores fundamentales para generar una democracia veraz y duradera. Queda un sendero todavía de mucho trecho, pero necesita de nuestra osadía, tenacidad y empeño para no quebrar la meta. Depende de nosotros no ceder, para restituirle la sonrisa al país más hermoso del mundo.

José Luis Zambrano Padauy
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
Ex director de la Biblioteca Virtual de Maracaibo “Randa Richani”
Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, LA PARADOJA DEL “SÁNDWICH SOCIAL”

Desde que el hombre comprendió la necesidad de proveerse una alimentación que advirtiera la relación entre los recursos culinarios que dispone, el entorno del cual los obtiene y los aspectos socioculturales que le confieren sentido a dicha relación, surgió la gastronomía. Es así que se estima como el arte de la preparación de una buena comida. 
 
Y según el ámbito geográfico en la que dicha relación adquiere forma, difiere la Gastronomía. Por supuesto, siempre apegada a las técnicas, recetas e ingredientes que la evolución histórica de cada sociedad, determina.
 
Hablar de gastronomía, no es sólo referir la relación entre el ser humano y su alimentación. Es también reseñar las tendencias que cada sociedad establece a objeto de exaltar sus tradiciones y de disfrutarlas. Siempre, exhortando su historia. Aunque las mismas se hayan visto vapuleadas por las realidades políticas, económicas y sociales que han comprometido situaciones propias de la vida del hombre.
 
En su devenir, el desarrollo de la sociedad luce de por medio. Además no es exagerado afirmar que cada proceso de desarrollo presenta su cuota de obstinación. Por haber vivido algo así como el naufragio de su propia identidad. Y estas sacudidas generan cambios en el entorno de toda realidad. 
 
Así como la política o la economía han sido objeto de consecutivos reacomodos conceptuales y prácticos, el resto de las realidades también. Por ejemplo, la Gastronomía ha adquirido distintas manifestaciones. Así es propio hablar de cómo la Química, u otras ciencias, ha incidido en su avance. De forma tal que si bien se habla de Gastronomía “molecular”, es posible hablar de Gastronomía “política”. No sólo para explicar cómo los gobiernos son capaces de incidir en la alimentación de una población. Tanto como para motivar buenos hábitos alimenticios. E igualmente,  para manipular el respaldo necesario al proyecto político en boga. O para idiotizar el discurrir de la sociedad. Sólo así, podría explicarse la paradoja del “sándwich social”. 
 
Todos saben que un sándwich es una reunión de pan, queso y jamón. O sea el sándwich habitual cuya demanda invade hogares y cafés de medio mundo. Es de consumo casi fijo en desayunos y cenas. En casi todas las mesas. Ese sándwich, bien portar el calificativo de “social” dado que su consumo le merece tan fiel adjetivo. 
 
Justamente, la presente  disertación busca comparar su esencia y consistencia, con lo que las características del “sándwich usual” permite interpretar. De ahí que se acude a prescribir la paradoja del “sándwich social” para así desnudar el concepto de “mediocracia” desde sus acepciones más significativas.
 
La primera, tiene el sentido que proviene de la mediocridad (primera mitad del pan del sándwich). De la mediocridad entendida como recurso engañador sirviéndose de argumentos falaces para alcanzar sus propósitos.
 
La segunda acepción, surge de la injerencia y manipulación de los medios de comunicación y las redes sociales sobre asuntos que se corresponden con sus funciones. Así buscan enmarañar la información y sesgarla, según los intereses que convienen a juicio de los medios  y redes sociales (segunda mitad del pan del sándwich). 
 
Mientras que el papel del queso y del jamón, lo asume la población maltratada. Siempre, a consecuencia de la locuacidad proferida desde la perversidad de la “mediocracia”. Indistintamente del juego político en que incursiona.
 
Cualquiera de las acepciones de “mediocracia”, dejan ver la fragilidad democrática que se padece. Ya sea de este lado del globo o en cualquier otro lado. Más, toda vez que, como recurrentes crisis, son el resultado de la acumulación de problemas políticos. Casi siempre causados por la desnaturalización de mecanismos políticos relacionados por la excesiva concentración de poder. Así como por la desconfianza entre poderes públicos y la reducción de capacidades del sistema político.
 
Desde cualquier banda o borde que corresponda en alguna de las mitades del “sándwich social”, siempre será la ciudadanía la aporreada. No sólo por estar en la mitad. Sino también, por ser el objeto de ataque de la “mediocracia”. Además que sobre la sociedad recaen los efectos que los discursos, informaciones, decisiones elaboradas o políticas mal formuladas por los apremios de la “mediocracia”, generan.
 
Y es la razón por la que se habla de “paradoja”. Toda vez que por ella se entiende “una idea de aparente contradicción lógica”. Y aunque encarna algún sentido y cierta coherencia, implica una forma de verdad que tiene lugar en una parte de la realidad.
 
Lo que refiere el titular de esta disertación, quizás pudiera sonar extraño. Pero en lógica política, las circunstancias adquieren el sentido que resulta propio de cuando las realidades demuestran que en “política”, todo vale. Por eso las paradojas son habituales. Particularmente, cuando las realidades se implican entre sí. De manera que la existencia de una, bien evidencia e involucra la coexistencia del resto. Es una situación propia del zarandeo que produce el discurrir de la política. Especialmente, cuando se tienen realidades que pueden contener diferentes acepciones. Como la “mediocracia”. Y es porque sus interpretaciones se prestan para jugar a las oportunidades aprovechándose de coyunturas y argucias posibles. 
 
Es así como la política se convierte en un acto de equilibrio entre conjeturas, inferencias o conceptos análogos o solapados. He ahí la razón para hablar del efecto producido al superponerse o sobreponerse a acepciones distintas de una misma palabra. Típico caso de “polisemia”, según la gramática castellana . Y en el ámbito de la política, adquiere sentido la paradoja del “sándwich social”.

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ, ¿SAN BIDEN PARA EL CHAVISMO O LOS VENEZOLANOS?

La interrogante ¿Quiénes validarán las parlamentarias? El gran problema para el régimen es que los protagonistas, las instituciones psuvizadas y la “oposición electorera”, carecen de legalidad/legitimidad. Para el mundo, fue otra simulación electoral como las que se han perpetrado desde 2017 y son las razones de las sanciones internacionales.

Ahora, post 6D el discurso de Maduro y sus colaboradores es la recuperación económica y el diálogo ¿Serán posibles?, veamos:

En primer lugar, las inversiones que requiere Venezuela, las de gran escala, son sumamente rigurosas, exigen seguridad jurídica, política, económica, social, servicios públicos y todo eso fue destruido en el país. Las que tienen lugar desde hace tiempo, relacionadas con la venta o concesiones a capitales foráneos de empresas públicas o que habían sido expropiadas, son puntuales, solo benefician a pocos, a los involucrados directamente, aún así, son inversiones riesgosas.

El país de hoy, carente de todo lo que busca un inversionista, solo atrae determinados intereses, cuya relación con el chavismo es de afinidad ideológica-mercantil, es decir, regímenes del mismo corte antidemocrático que solo buscan cómo hacerse de nuestras riquezas a precio de gallina flaca. Nadie se atreve invertir sumas grandes de recursos a mediano o largo plazo, saben de la ruptura del hilo constitucional/democrático que padece Venezuela, en este lado del mundo ello trae severas consecuencias.

Justamente, el 6D lo que hizo fue afianzar nuestra crisis. La democracia está extinta y los únicos actores políticos que conducen al país, el chavismo y la “oposición electorera”, lo hacen a la fuerza, quedó en evidencia su estruendoso rechazo popular, por si fuera poco, fuera de nuestras fronteras las naciones democráticas también los condenan, sancionan y no le brindan ningún tipo de reconocimiento legal.

Tan es así, y llegamos al segundo punto, que Maduro, su régimen y sus colaboradores prefabricados, dejan entrever que la única/desesperada esperanza posible para ellos es que Biden asuma y elimine o flexibilice las sanciones, algo que parece ilógico por cuanto las elecciones antidemocráticas como las del 6D fueron el origen de las sanciones. Además, aunque Trump pareciera un enemigo más real para el chavismo, no se conoce a ciencia cierta cuál es la postura oficial de Biden con el régimen, aunque ha dejado claro el talante dictatorial de Maduro en sus intervenciones como candidato.

Es muy curioso, el régimen hace hoy mismas promesas panaceánicas que con la ANC en 2017, la cual autoconfirió poderes supraconstitucionales, la hizo todopoderosa y omnipresente, a pesar de ello, el país aceleró vertiginosamente su caotización ¿Cómo va materializar esas promesas sí la nueva AN tiene menos poder que la ANC y es igual de desconocida internacionalmente? Imaginamos está rezando para que “San Biden” los indulte... es la única explicación.

Sí Biden llegase a eliminar o flexibilizar las sanciones, el chavismo se habrá anotado un gran triunfo, podrá continuar financiando su proyecto cubanoide, tendremos Clap y Carnet de la Patria por más tiempo, pero si no es así, los venezolanos continuaremos aferrados a aquella esperanza refranera de “no hay mal que dure 100 años”. 

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango   
Venezuela

ENRIQUE PRIETO SILVA, ¡EL EFECTO ABSTENCIONISTA!

Sinceramente, da tristeza ver lo que ocurre con la “oposición superficial”, esa que es oposición pero que no está de acuerdo con ella. Personas que sienten satisfacción orgásmica cuando alguien escribe una estupidez concordada, que no entiende ni sabe lo que es, pero que lo propone un reconocido líder, de quien se dice lo sabe todo y ha estado en el juego. En verdad, un verdadero opositor que conoció al autor de la quinta sinfonía de Beethoven y fue capaz de escribir en contra de sus preludios.

Así se ha manejado la lucha opositora, especialmente después de Chávez, cuando los vivianes y vivianas que chuparon de su mandarina, se dieron cuenta que éste fue todo un fracaso. ¡No se la calan más! y decidieron soplar la lámpara para ver si aparece el mago. Efectivamente, apareció el mago el 6D y soplando como adivino, se apoderó de la nueva Asamblea Nacional, nada más ni nada menos que con el 60% de los diputados.

Ahora vuelven las mismas esperanzas: ¡las elecciones no serán reconocidas por la Unión Europea y muchos otros países!, como si ese fuera un cuento nuevo. Tenemos ya muchos años esperando la invasión militar o el fraude del 187.11 de un grupo de diputados. Hay que convencerse que una pelea se gana dando palos, no llevándolos o esquivándolos. Eso lo saben los militares, pero muchos lo han olvidado y esperan que otros vengan con la capa y la espada a apartarnos el enemigo.

Ojalá y la consulta llene las expectativas de los millones de votos, para que en el exterior reconozcan que es verdad que existe una clara oposición en Venezuela y no crean que es solo cuento chino; sin embargo, creemos que se comenten muchos errores al descartar pruebas que pudieran servirnos para salir del marasmo. Vendrán muchas más elecciones: para gobernadores, alcaldes, concejales, y tal vez también pronto un referendo revocatorio, a las cuales no debemos insistir en la manida abstención. Esta que fue la causa del retardo en el cambio y que debe servir de ejemplo de los que no debe volver a ocurrir; a menos que esta vez, sí vengan a liberarnos del régimen. Mejor aún, que en el exterior se consuma la propuesta, pero que no sea de atacarnos a quienes vivimos aquí con medidas supuestamente gubernamentales.

El 6D ocurrió lo que tenía que ocurrir; los derrotados del chavismo light y hasta los duros superderrotados, ganaron escalones y escaños en la Asamblea Nacional, y ya amenazan con legalizar los adefesios de la ANC. Ya se preparan para la ley comunal y para los otros reparos de la legislación que les estuvo vetados durante estos cinco años, mientras que nada dicen del TSJ, que no ha

dicho ni esta boca es mía, pero todos sabemos que se empatarán en la diatriba apaciguada con la valentía del presidente encargado, pero ahora no sabemos qué va a pasar, ni cuál será la reacción del Judicial, cuando tenga que enfrentar las protestas que irremediablemente surgirán del legislativo y de la férrea oposición, que ahora tendrá que tomar la calle como lucha, por haberse abstenido a votar para mantener la mayoría en la Asamblea Nacional.

Pero insistimos, que no es contradictorio participar en la consulta preparada por la sociedad civil, con las tres preguntas a las que debemos votar ¡SI!, ¡SI! ¡SI!. La segunda pregunta, si es que tiene el peso que se le quiere dar en el exterior, pudiera permitir conocer el pensar de los opositores o no, sobre la validez de las elecciones del 6D. Veremos qué pasará, y es posible que se rompa el mito de esta odisea ciudadana, también prevista en la Constitución.

Pero no basta con este pensar consultivo; se debe ir pensando en la necesidad de volver a reconstruir la Unidad Opositora, porque la lucha ahora será peor con una Asamblea Nacional aventajada con el manido Polo Patriótico.

Enrique Prieto Silva 
enriqueprietosilva@yahoo.com
@Enriqueprietos
Venezuela

ACTUALIZACIÓN MATUTINA, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MARTES 15/12/2020





 

BEATRIZ DE MAJO, CUBA ANTE SU DEBACLE, SOBREDOSIS

“Tarea ordenamiento” es el nombre que tomó, en boca del sector oficial cubano, la reforma iniciada por Raul Castro hacen 10 años y continuada por Miguel Diaz-Canel desde su acceso a la magistratura del Estado.

El proyecto contempla en este momento, principalmente, un lento reacomodo de la economía de la Isla e incluye, entre otras medidas, la unificación cambiaria entre el peso cubano y el peso convertible y el establecimiento de una tasa cambiaria única. Este movimiento – piensan los jerarcas revolucionarios- es clave para ordenar la dinámica económica nacional, muy impactada por un régimen de tasas múltiples que no permiten ver con transparencia la salud de las cuentas estatales. La hora 0 para la puesta en marcha de estas reformas coincide con el 1 de enero del 2021.

Otras medidas paralelas vienen siendo anunciadas con mucha fanfarria desde el pasado mes de octubre con la idea de lograr el propósito de generar confianza hacia sus gobernantes en la población insular. Para nadie es un secreto que la crisis económica mundial y los efectos económicos del Covid-19 – entre los que se cuenta la contracción del turismo planetario- aunados al embargo norteamericano que pesa sobre el país caribeño, tienen al país en serias dificultades. Su actividad productiva ya se venía desacelerando desde 2016. El crecimiento del PIB se redujo a la mitad entre 2016 y 2020 en comparación con el periodo 2010-2015.

Venezuela, país que ha fungido como tabla de salvación de la economía insular al haber generado cuantiosos ingresos a través de vías poco ortodoxas y de una ayuda muy significativa en el suministro de hidrocarburos, está atravesando por una etapa de estrecheces de muy difícil superación que impiden materializar una ayuda más sustantiva. Nada en el horizonte venezolano permite avizorar una etapa de expansión y de crecimiento y ello impactará a Cuba de manera decisiva.

Todo lo anterior ha llevado al gobierno revolucionario cubano a poner el pie sobre el acelerador para imaginar vías eficientes para generar mayores ingresos y provocar alivio en sus ciudadanos. Pero el malestar y la incertidumbre se comienzan a manifestar de manera más violenta. El desabastecimiento creciente de productos de primera necesidad castiga a los hogares, al tiempo que la especulación y los altos precios provocan descontentos en la población de a pie que, además, ve las remesas del exterior reducirse de manera dramática. Este año cayeron por encima del 55%.

Como si lo anterior fuera poco a la administración Diaz-Canel le ha tocado usar la represión en contra de los defensores de los derechos a la libre expresión y de los derechos humanos en general, lo que viene a estimular aún más el deseo de cambio que impulsan los movimientos de disidentes como el novel Movimiento San Isidro.

La vía de la reforma económica parcial y la de la unificación cambiaria no pasará de ser un pañito caliente que no resolverá temas de carácter estructural. Cualquier intento de revitalización tiene que considerar las debilidades preexistentes en el modelo productivo de la isla junto con las que han hecho aparición en la coyuntura actual.

Esa visión integral no existe en el seno del gobierno. Se ha pensado en una reforma salarial, una nueva política de pensiones y la retirada de subsidios, con la idea de liberalizar progresivamente la economía. La propuesta incluye el mantenimiento de precios centralizados para un grupo importante de productos y servicios básicos, entre ellos el combustible, la electricidad y la leche infantil que deberían desmontarse progresivamente.

La situación de desaceleración de la economía global en el año 2021 dejará a Cuba muy desasistida de ayuda externa para relanzar la actividad económica insular. Sus principales socios, España y Venezuela, estarán bien ocupados con sus propias debilidades interna. Para China, Cuba no es un socio vital y, por ello, no será el coloso de Asia, tampoco, quien le saque las castañas del fuego.

Las inversiones y créditos foráneos que siempre constituyen una alternativa válida requieren de un ambiente estable y proclive a los negocios, de un gobierno sólido, de instituciones sanas y eficientes y ninguna de estas condiciones puede ofrecerse en un país en el que el malestar social promete, como en Venezuela, convertirse en una bomba de tiempo.

Se pregunta uno, pues, si les toca a los hermanos cubanos enfrentar, en estas hora de debacle, otro “período especial”.

Beatriz de Majo
beatrizdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo1
España-Venezuela

GABRIEL BORAGINA, IGUALDAD Y DESIGUALDAD FISCAL

De una manera o de otra, "las reglas de juego" las imponen en las democracias las mayorías y, de la misma forma que los derechos deberían ser iguales para todos, las obligaciones también deberían serlo. Y si la mayoría entiende que el impuesto debería ser o es una obligación, también debería ser igualitario para todos. ¿Lo es? La respuesta es no. No lo es. Por cuanto los miembros del gobierno -que son personas humanas como nosotros- no tributan, solamente recaudan de lo ajeno.

Hay que estar prevenidos a los juegos que se suelen hacer con la palabrita "igualdad", juegos a que los juristas son especialmente afectos en jugar. En dicho sentido, es correcto decir que todos somos iguales en cuanto a que todos pagamos impuestos. Pero no es igual de cierto decir que todos pagamos impuestos por igual, ni tampoco todos pagamos los mismos impuestos, y -mucho menos- que todos pagamos la misma cantidad por cada impuesto que pagamos.

Entonces, se difumina la idea de "igualdad" que todos enuncian en abstracto, pero se niegan a concretizar y particularizar. Cuando empezamos a ver el asunto a fondo nos empezamos a dar cuenta que la cacareada igualdad, de la cual tan orgullosos se muestran los juristas, políticos y demás demagogos, no existe.

Sentado esto, digamos que, en materia fiscal, los burócratas no son iguales a nosotros los del llano. Aquí deberemos retomar lo que ya explicamos sobre el "contribuyente" (expoliado, en rigor) de hecho y de derecho.

Podría quizá haber una ley (decreto, resolución etc.) que dijera que los empleados estatales deben pagar impuestos como "todo el mundo". Lo que sucede es que, ese régimen legal por el cual se les quisiera hacer pagar impuestos a los empleados estatales (incluimos en este rótulo empleados llanos, funcionarios de todas las jerarquías, desde el presidente nacional hasta el portero de la casa de gobierno) no podrían cumplir, ni, aunque quisieran. En tal sentido, nunca serian iguales a los privados.

Por ejemplo, supongamos el empleado estatal Juan que trabaja en cualquier puesto de cualquier ministerio, repartición, etc. y que recibe un "salario" de $ 1000.-

Juan puede cobrar $ 1000.- de "salario" porque esos $ 1000.- provienen de impuestos que han pagado -por caso- Pedro, José, Luis y Carlos que trabajan en el sector privado, a razón de $ 250 cada uno.

Si, eventualmente, se le quisiera hacer "pagar" impuestos y -figurativamente- debiera sufragar $ 100.- va de suyo que esos $ 100.- solo podrían salir de los $ 1000.- (los ingresos de Juan). Pero esos $ 100 que se dice "ingresa" Juan por impuestos, en realidad, los están costeando o -mejor dicho- ya los adelantaron, Pedro, José, Luis y Carlos cuando oblaron los impuestos con los cuales se le pagó el "sueldo" a Juan.

Conclusión: los burócratas no pagan impuestos en su condición de burócratas, porque si lo hicieran no estarían más que reingresando al fisco el producido de los impuestos previamente oblados e incorporados al fisco por el sector privado. Esto aplica a todos los burócratas de los tres niveles (nacional, provincial y municipal). En consecuencia, es falso que el impuesto sea igual para "todos" y que "todos" los paguen. Los burócratas están exentos, si no de derecho si, de hecho.

Pero ¿cómo conciliaríamos esto con lo que dijimos que todos pagamos impuestos? Porque nos estamos refiriendo a los "contribuyentes" de hecho; estos siempre pagan impuestos, aunque no tengan que desembolsar ninguna suma de dinero.

Juan -como burócrata- podría tener su "sueldo" gravado de derecho, pero de hecho no está pagando nada que antes no lo hubiera pagado un particular vía impuestos, dado que los únicos que generan riqueza son los particulares, nunca los burócratas.

Pero, como las leyes de la economía no pueden ser violadas por las leyes jurídicas que, frente a las económicas son irrelevantes, de todos modos, Juan, si bien está exento de hecho como burócrata no lo está como consumidor, ya que su condición de burócrata no impide que mantenga la de consumidor. Es más, Juan podría dejar de sur un burócrata, lo que nunca podrá es dejar de ser un consumidor de hecho. O sea, si bien como burócrata Juan no produce absolutamente nada, como consumidor continúa consumiendo como cualquier otro ser humano.

Así, en cuanto a consumidor, Juan "pagará" el impuesto dejando forzosamente de consumir aquellos productos que -"gracias" a los impuestos con los cuales se le paga (entre otros destinos) su "salario"- el sector privado dejará de producir y -por lo tanto- de comerciar.

En este sentido, nuestro empleado estatal se verá también perjudicado por el mismo impuesto merced al cual cobra su "salario". Lo que recibe por un lado lo pierde por el otro. Ninguna ley jurídica pudo jamás cambiar este hecho, porque las leyes jurídicas nunca pudieron ni pueden violar las leyes económicas, ya que estas no dependen de la voluntad de ninguna persona en particular.

"Hay gente, sin embargo, continúa su razonamiento el eminente economista inglés, que no acepta un principio general de justicia como una base sobre la cual sea posible establecer una teoría de. las finanzas y que requieren alguna cosa más especial, como ellos dicen. Ellos prefieren mejor considerar el impuesto pagado por cada miembro de la sociedad como el equivalente del valor que él recibe a título de servicio del gobierno: ellos prefieren mejor sostener que es justo que cada uno contribuya a las cargas públicas en razón de sus facultades, porque el que tiene dos veces más bienes para defender que otro, recibe —conforme a todo cálculo— una suma doble de protección y debe, de acuerdo a los principios de la mercancía y de la venta, pagar doblemente por esta protección."[1]

Se insiste en lo que podríamos llamar la "teoría del servicio" y, en un sentido más realista, no se habla del "servicio del estado" sino del "gobierno". Pero, ya hemos refutado este punto anteriormente, cuando expusimos que los posibles "servicios" que "prestan" los burócratas no son más que los mismos servicios que -en mejores condiciones de precio, costo y calidad- suministraban antes los particulares, y que el gobierno puede "ofrecerlos" porque ha privado a esos particulares de los medios y los recursos para que pudieran hacerlo como lo hacían antes de la expoliación "legal".

Gabriel Boragina  
gabriel.boragina@gmail.com 
@GBoragina  
Argentina 

http://www.accionhumana.com/2020/10/igualdad-y-desigualdad-fiscal.html