domingo, 26 de septiembre de 2021

ESPECIAL DEL DOMINGO: CARLOS PADILLA: ¿QUÉ ES IR POR LA CALLE DEL MEDIO?. NUEVA POLITICA VS VIEJA POLITICA


En nuestro país, Venezuela, se ha prefabricado una polarización que tiende a beneficiar políticamente a dos sectores que son como una culebra que muerde su cola y se retroalimentan entre sí; pero los ciudadanos se han dado cuenta de ello en tal medida que más del ochenta por ciento (80%) los rechaza: a unos, al gobierno, por ineficientes y a otros, la falsa oposición, por fracasados.

Una inmensa porción de los ciudadanos venezolanos residentes y en diáspora se alinea en una posición intermedia que hemos denominado “por la calle del medio” en la cual transitamos los que no nos gusta el gobierno ineficiente ni la falsa oposición fracasada, es decir los presuntamente polarizados.

Una Cita extraída del diccionario de la RAE: echar por la calle de en medio del medio nos dice que es adoptar una decisión terminante, superando las vacilaciones.

Si definimos la posición “ideológica” del actual desgobierno no cabe otra que la de comunistas afiliados al Foro de San Pablo, ahora Grupo de Puebla, al que pertenecen los actuales y futuros posibles dictadores que exterminan a sus ciudadanos y a las economías productivas. Son profundamente estatistas y centralizadores y por querer abarcarlo todo se convierten en ineficientes, ineficaces e inefectivos.

La llamada oposición, ubicada en la cola mordida por la cabeza de la misma serpiente, han demostrado ser incapaces de desbancar al actual socialismo comunista en el poder y ellos se autodefinen como progresistas, socialdemócratas, socialcristianos y afiliados en su gran mayoría de sus dirigentes a la llamada internacional socialista. Estos también son estatistas y centralizadores.

Entonces la calle del medio tiene que ser ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. Definirse como partidaria de la descentralización y el federalismo, de una república en la cual sus ciudadanos sean respetados en su individualidad, en su libertad dentro de un estado de derecho justo en el cual todos estemos claros con nuestros deberes y derechos, con absoluta libertad de expresión y libertad para comercializar y emprender.

Debe tenerse un compromiso claro con el voto como instrumento para cambiar la historia y salir del laberinto de país en el cual estamos.

Debemos estar claros que no debemos pactar ni con los integrantes de la cabeza de la serpiente ni con los que están en su cola. Tenemos que presentar candidatos independientes de esos extremos en todos los casos posibles.

Debemos unirnos los que pensemos de esa manera, sin egoísmo, con desprendimiento, sin protagonismos estériles, en aras de lograr el objetivo estratégico que perseguimos que nos es otro que alcanzar una Venezuela que viva en paz, en libertad y con bienestar. Siguiendo el modelo de los paises exitosos.

En fin, debemos desechar el estado centralizado por el estado federal de poder descentralizado.

Carlos Padilla
Carpa1301@gmail.com
@carpa1301
Venezuela

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com DOMINGO 26/09/2021


 




AQUÍ TITULARES DE HOY DOMINGO 26/09/2021, PULSA SOBRE EL TÍTULO PARA LEER

 

TITULARES DE HOY - INTERNACIONACIONALES Y NACIONALES 26/09/2021

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: ¿PREDESTINACIÓN O AUTOENGAÑO?


VICENTE BRITO: ¡PIB, INFLACIÓN Y POBREZA!


ROMÁN IBARRA: ELECCIONES 2021


BEATRIZ DE MAJO: DUQUE: “RESISTENCIA DEMOCRATICA” Y “NARCODICTADURA”. COLOMBIA EN CAPSULAS


LUIS MANUEL AGUANA: EL FACTOR COLOMBIA


ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO: SE CAE DE MADURO


ESPECIAL DEL DOMINGO: CARLOS PADILLA: ¿QUÉ ES IR POR LA CALLE DEL MEDIO?. NUEVA POLITICA VS VIEJA POLITICA


MIBELIS ACEVEDO DONÍS: ¿PREDESTINACIÓN O AUTOENGAÑO?

Ciclos de luces y sombras, unos más tenaces y dilatados que otros. Ese serpenteo pareciera bordar la historia de las sociedades. No es que creamos que haya allí una condena a priori, claro está. Si nos fijamos detenidamente, distinguiremos en esa mecánica a actores de algún modo conscientes de sus perseverancias o sus modorras, de sus embriagueces, sus debilidades, sus cálculos, audacias e improvisaciones. Un fruto de la voluntad -ora domada por la razón, ora convertida en gigante ciego, como la describe Schopenhauer- que consigue con más y menos éxito torcer el rumbo de lo establecido.

La victimización en nada ayuda, entonces, a mitigar la responsabilidad sobre la construcción del propio devenir. Si bien a veces se ciernen sombras tan cerreras que llevan a pensar que las Moiras se ensañaron contra nosotros, lo cierto es que su irrupción apunta directamente a los sujetos políticos, ceñida a la índole de las decisiones que en un momento dado toman o dejan de tomar. La voluntad política -que no voluntarismo estéril, propio del diletante- despliega en este caso un rol dramático.

Pero la idea de la predestinación es seductora, precisamente, porque nos libra en gran medida de esa responsabilidad. Porque manosea esa doble fuente de miedo/esperanza y hace del futuro algo ajeno a nuestra diligencia. Esa es la cuerda que ata las manos de los ciudadanos, que mutila el sentimiento de autoeficacia y deja cancha libre al populista, a los césares ilustrados, los mesías modernos y de sonrisa perfecta, los vulgares cultores de la heteronomía. Caudillos que acaban desespiritualizando a sus seguidores. Autócratas de todo pelaje, dispuestos a “sacrificar” su comodidad por el “bien” de los más, como si así atendiesen a un mandato supremo.

La tradición judeo-cristiana deja ahí su muesca, haciendo de la nación el objeto de una suerte de culto alternativo. La idea de la salvación es clave en este discurso: la de una travesía en pos del paraíso perdido que sólo pueden capitanear los ungidos. Asidos al argumento de devolver al pueblo su protagonismo (“dar al pueblo la ilusión de ser soberano”, como cínicamente ilustró Mussolini), muchos de estos resbalosos personajes acaban expropiando la potencia colectiva, la energía creativa. Y “donde falta voluntad de poder”, a decir del implacable Nietzsche, “hay decadencia".

Nada tan tortuoso como suprimir ese impulso vital en recuperación para volver, por ejemplo, a la caverna de la falta de condiciones: “Venezuela no cumple con los estándares para una Misión de Observación Electoral de la Unión Europea”, lanzan ahora los sobrevivientes del naufragio interino. Como si con esa inspiración de “iluminados” los venezolanos no hubiésemos trajinado ya lo suficiente, convertida en muleta moralista para justificar los espantajos más estrafalarios, la presunta inevitabilidad del fracaso o el marasmo que revive la disfuncionalidad política arrastrada desde los 90. Porque si algo invoca la dinámica pre-electoral es el bucle de finales de siglo, la democracia imperfecta licuándose a merced de la avidez caníbal de partidos y sus representantes. Poco hay allí que dé cuenta de la evolución, de la toma de consciencia respecto a la anomalía que se enfrenta. De la necesidad de imprimir cambios sustanciales a una forma de hacer política que sigue vaciando las posibilidades de la democracia, en tanto praxis e ideal.

Aunque la mayoría de los partidos luce convencida de que la lucha por votos es lo que cabe, lo planteado dista mucho de lo que conviene hacer frente a una autocracia electoral. Acá la pelea a cuchillo remite más a la mezquina puja entre pares. Una carrera de algunos por ver quién preserva la hegemonía opositora y la “legitimidad” de la interlocución internacional. No a la estrategia para ganar influjo interno y reducir costos de tolerancia al cambio, agregar voluntades de forma efectiva y disputar al PSUV espacios y símbolos de poder.

Sí: paradójicamente, los fantasmas de la vieja debacle se reciclan. La sombra del caudillismo y la tiranía de los cogollos, las crisis que auguran cismas, no consensos. La centralización de decisiones y el peso de aparatos y fórmulas burocráticas que aíslan a los partidos de la sociedad y truncan la incorporación de personas idóneas y grupos emergentes. La unidad (que debería ser siempre plural, siempre “impura”, como todas las alianzas anti-autoritarismos) más que un medio para blindar a los liderazgos naturales y aglutinar la potencia diversa frente a un rival común, opera hoy como un concepto sectario e inelástico. Una instancia moralista agenciada por impolutos.

Vaya tiempo desconcertante, en fin. Atraídos por los mismos vicios que sellaron la agonía de la democracia, negados a captar la utilidad puntual del pacto político, dislocados frente una autocracia que, por instantes, hace creer que competir contra ella sin articulación vigorosa será perfectamente factible. Si el 21N el giro trágico se impone, no podrá llamársele "predestinación” al autoengaño.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela

VICENTE BRITO: ¡PIB, INFLACIÓN Y POBREZA!

Nos permitimos demostrar la relación existente entre la caída del producto interno bruto (PIB) en los últimos 7 años, los niveles de inflación alcanzados desde que el Banco Central comenzó hace cuatro años a financiar las pérdidas de las empresas públicas así como cubrir el déficit fiscal, con sus consecuencias en el crecimiento de los niveles de pobreza sobretodo la extrema, la cual pasó de un 20% a casi el 65% de las familias en los últimos 4 años.

PIB. Producto interno bruto en estos 8 años tuvo una caída cercana a un 80%, alcanzando el récord de ser el único país del mundo con tan elevados niveles. Los sectores más afectados son: Industria, construcción, turismo, agricultura, ganadería, petróleo, etc.

Observándose una permanente reducción productiva en estos 8 años, sobre todo en las empresas públicas que fueron las que tuvieron caídas mayores, viendo reducida su capacidad de producir los bienes y servicios que ellas antes suministraban para el consumo del país.

Hoy la producción nacional es menor a un 30% del consumo y son las empresas privadas las que aportan un 85% de ese monto, el resto se importa desde materia prima a productos semi procesados y terminados.

INFLACIÓN. La política monetaria expansiva del Banco Central es la principal responsable de que tengamos la mayor inflación del mundo, al financiar vía PDVSA los recursos en bolívares necesarios para cubrir las pérdidas de las empresas públicas y parte del gasto del gobierno. El crecimiento de la masa monetaria lo demuestra al pasar de 580 billones el 1 de enero del 2021 a un estimado para el 30 de septiembre de 2.600 billones, lo que nos indica que la liquidez aumentó casi cinco veces en 9 meses. Viéndose obligado el Banco Central a imponer un elevado encaje para tratar de restringir la inflación con sus efectos en el crédito y con ello limitando más aun la actividad económica sobre todo la productiva. Se estima que la hiperinflación anualizada ésta alrededor de 1.800%.

POBREZA. Los niveles de pobreza extrema se acercan a un 65% de las familias Venezolanas y son aquellas cuyos ingresos no alcanzan a cubrir la canasta alimentaría, la pobreza crítica alcanza un 20%, lo cual nos indica que solo un poco mas del 15% de la población tiene los ingresos suficiente para cubrir sus necesidades de consumo (cesta básica). Consideramos a las familias en pobreza extrema aquellas con un ingreso familiar mensual por debajo de los 130$ al mes, se estima que tenemos un 30% de las familias con ingresos totales por debajo de los 70$ al mes, lo cual les permite una capacidad de consumo muy limitada y son altamente dependiente de la asistencia social para obtener sus alimentos. La disminución de los niveles de consumo sobre todo de los alimentos esenciales (carne, pollo, pescado, huevos, leche) se hacen evidentes por los efectos de la inflación en sus precios.

Esta relación existente entre la caída del producto interno bruto y la inflación, con sus preocupantes consecuencias en los elevados niveles de pobreza, obliga a los responsables de la conducción pública a tomar las necesarias decisiones que permitan la recuperación de la actividad productiva nacional y llevar adelante los correctivos necesarios para controlar la política monetaria expansiva del Banco Central y reducir la inflación, principales responsables de las limitaciones que afectan la capacidad de consumo y calidad de vida de las familias Venezolanas.

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Venezuela

ROMÁN IBARRA: ELECCIONES 2021

Para el momento de escribir estas líneas, ya ha finalizado la prórroga tanto para la inscripción, como para la sustitución de candidaturas aprobadas por el CNE.

El gobierno inscribió sus candidatos disciplinadamente en la fecha prevista, pero en la oposición, no ha sido posible lograr la unidad. Es decir, una vez más se pone de manifiesto el interés personal, o partidista, por encima del interés general.

El bochorno observado en diversos estados y municipios habla de una lucha intestina que destruye a la muy dividida oposición, y trabaja al servicio del gobierno directa e indirectamente, a pesar de que en el seno del gobierno también hay contradicciones no aprovechadas por la oposición.

Jamás se pusieron de acuerdo para seleccionar un método de escogencia de candidaturas, y por el contrario, los del G4 esperaron hasta última hora para decidir su participación, bajo presión, sin mucha convicción, y sin pedir perdón a la ciudadanía por el daño generado por la recurrente abstención.

Llegaron a imponer sus candidatos, atropellando no solo al sector de la oposición que siempre ha optado por las elecciones, sino incluso a sus propios militantes, como pasó en Caracas con la imposición de Guanipa por encima de Roberto Patiño. En el Táchira han querido atropellar a la gobernadora Laidy Gómez, inventando una candidatura paralela; en Lara lanzaron hasta tres candidaturas fantasmas, sin alma, ni votos, con el único afán de destruir las posibilidades del líder natural de ese estado, como es Henri Falcón. En Aragua tenían un acuerdo aparente en torno a la candidatura, y de repente hasta un amparo introdujeron buscando lanzar la candidatura de uno de los partidos del G4.

En Maracaibo, atropellaron al reconocido periodista independiente Juan Carlos Fernández, para imponer otra candidatura. El único estado en el que ha imperado la sensatez, ha sido Carabobo, en el que los principales candidatos se pusieron de acuerdo y alcanzaron candidatura única y unitaria. Otro tanto ocurre en Miranda donde dos candidatos se enfrentan y desconocen los resultados de las encuestas por ellos aceptadas inicialmente.

De resto, el espectáculo que se vive con el intento de división de candidaturas en casi todos los estados, aseguran un camino fácil para los candidatos del gobierno y una derrota segura para la oposición. Es un pésimo servicio a la ciudadanía que está harta de los malos resultados de los gobiernos oficialistas en sus regiones y municipios.

De otro lado, mientras en Venezuela los candidatos de las distintas fórmulas intentan avanzar en sus respectivas campañas para conquistar el voto, el dueño de uno de los partidos del G4, aboga en Europa para que NO envíen observadores a las elecciones de noviembre, a pesar de que su partido está participando en la campaña. Gran contradicción que se puede confundir con saboteo descarado.

Primero llamaban a la abstención; luego aceptan participar a regañadientes y obligados por los aliados internacionales; participan de la mesa de negociación en México; están en campaña, pero el dueño de una de las franquicias, en este caso VP, dice desde España que no, que así no. Otro tanto, pero en Venezuela, hace el autodenominado interino diciendo que no hay condiciones. Cualquiera puede pensar que lo que no tienen es votos, y de ahí su incoherencia.

El gobierno se ausenta de la mesa de negociaciones, no sabemos si por las declaraciones del enviado norteamericano James Story, o si ello tiene que ver con la detención y eventual extradición del pollo Carvajal, y el colombiano Alex Saab. Contradicciones y errores del gobierno imposibles de potenciar por la atomización de la oposición. Nos espera un desastre electoral en esas condiciones.

Luego no podrán decir que ha sido culpa del gobierno y del CNE. Hay muy poca valoración de los intereses ciudadanos. Pena ajena!

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

BEATRIZ DE MAJO: DUQUE: “RESISTENCIA DEMOCRATICA” Y “NARCODICTADURA”. COLOMBIA EN CAPSULAS

La intervención de Iván Duque esta semana ante la Asamblea General Anual de Naciones Unidas en Nueva York – la que será la última durante su mandato constitucional- no dejó dudas acerca del rumbo que el Presidente de los colombianos desea imprimirle al país, lo que resulta ser el resultado de una estrategia bien diseñada para atender las más urgentes necesidades del colectivo.

Quedó claro en su alocución a los diplomáticos y líderes del mundo que el desarrollo colombiano no es un evento inercial sino la consecuencia de una pieza clave de planificación y de un esfuerzo concertado del país entero por atender sus ingentes necesidades. Casi todos los discursos de los mandatarios que se dirigen a los presentes en el magno evento anual de la comunidad internacional tienden a ser esdrújulos, muchos exagerados, otros excusan a sus gobiernos de no haber acometido tanto como deberían, y la mayoría escuda sus falencias en la devastación de ha sido el legado de una pandemia que ha limitado severamente su gestión al frente de la nación.

Sin ánimo de ser indulgente debo decir que me sorprendió que nada de lo anterior coloreó la alocución de la máxima figura colombiana. Su pieza fue equilibrada, nada altisonante, apegada a realidades prácticas y sin fanfarrias, pero no dejó de subrayar las inmensas dificultades que atraviesa su país y que el gobierno está tratando de resolver en beneficio de los connacionales.

Llamó la atención el acento social que imprimió a su mensaje. Colombia si está golpeada pero el colombiano está recibiendo una atención esmerada de manera de poder revertir los efectos de la inactividad de muchos meses, de la debilidad sanitaria, de la violencia interna que contribuyó a empeorar la situación de los ciudadanos y de las empresas, todo ello sin ocultar ni dejar de hacer referencia a su país como motor del narcotráfico planetario.

Hubo, desde mi punto de vista, dos temas a destacar: el primero es que no calificó negativamente al proceso de paz que su gobierno se vio obligado a instrumentar - un proyecto del gobierno de Juan Manuel Santos sobre el que el mandatario mantenía razonables reservas- . Tampoco lo catalogó como un obstáculo a la tranquilidad de su país y al desarrollo de un ambiente proclive a los negocios y a la vida productiva. De todos es conocido cómo y cuánto el accionar agresivo de las “disidencias” de las FARC – eufemismo para designar algo que no ha cambiado en su esencia y apenas ha recibido un nuevo apelativo- y del ELN, además de otros grupos criminales asociados a ellos, ha mantenido al país en vilo y ni es un secreto tampoco la manera como las izquierdas organizadas han alentado protestas encaminadas a desestabilizar a un país debilitado por el virus del COVID. Duque no se escudó tras esta situación para excusarse del altísimo grado de violencia ciudadana que hoy es ley en Colombia y de cómo el campo y las áreas fronterizas se han desmadrado como consecuencia de los ataques criminales, inclementes y constantes de los facinerosos. Por el contrario, Duque fue generoso al reconocer que algunos de los elementos de la reinserción de los grupos violentos de antaño incluidos en el texto del Convenio de La Habana se están cumpliendo a buen ritmo.

En donde el presidente neogranadino no dejó espacio a interpretaciones ni a indulgencia alguna fue en el tema del retorno a la Democracia en el vecino país venezolano. No se refirió a la manera en que el desastre humanitario vecino afecta la recuperación colombiana ni tampoco a la deliberada y perversa intervención del régimen de Nicolás Maduro en la dinámica colombiana. Venezuela fue el único país mencionado por Iván Duque en su discurso y el llamado a la comunidad internacional fue explícito cuando reclamó acciones inmediatas para defenestrar a un régimen irrespetuoso de los deberes democráticos. Sin atacar frontalmente al Diálogo propiciado por Noruega que está teniendo lugar en México, llamó a los gobernantes de terceros países a dejar la ingenuidad a un lado en cuanto a sus resultados. En pocas palabras y sin pelos en la lengua etiquetó los actores de los dos lados de esas conversaciones como la “resistencia democrática” y la “narcodictadura”. Ello en naciones Unidas, y usando la alta tribuna que corresponde a un Jefe de Estado, es mucho decir.

Duque se tomó en serio aquello de hacer su tarea frente a los países que aun no entienden la relación de causalidad que existe entre los grandes dramas de su país y el gobierno vecino y, sin decirlo, puso de relieve que poco podrá hacer su gobierno en esos terrenos mientras la falta de democracia, la corrupción y el narcoterrorismo estén parqueados a su anchas más allá del Arauca.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Venezuela – España

LUIS MANUEL AGUANA: EL FACTOR COLOMBIA

“El retorno de la democracia a Venezuela es fundamental y cualquier acuerdo que consolide la dictadura será una tragedia continental que solo fomentará el éxodo y la miseria”. Así se expresó el Presidente de Colombia Iván Duque en relación al dialogo que se realiza en México entre la usurpación y la oposición oficial (ver Twit de Iván Duque, en https://twitter.com/IvanDuque/status/1435205148461129729).

¿Y quién es el receptor mayoritario de ese éxodo y miseria? Adivinaron bien: Colombia. Ese mensaje del Presidente Duque hace solo dos semanas puso de relieve la importancia que reviste el problema venezolano para los colombianos, y que a mi juicio adelanto la intención de comprar un ticket para participar como actor interesado en cualquier iniciativa en la dirección que resuelva el problema de los venezolanos.

Y no es que Colombia haya estado políticamente ausente de nuestro problema – todo lo contrario- sino que en la medida que el problema venezolano se ha ido agravando, como apuntan los primeros resultados de esa negociación que reveló que no fue más que una oportunidad que no desperdició el régimen de Maduro para arrodillar a la oposición oficial a reconocer su gobierno ilegítimo, se hace más evidente que actores internacionales directamente afectados por la crisis venezolana deberán tener una presencia cada vez más activa en su solución. La declaración mencionada del Presidente Duque apunta en esa dirección.

Pero si con la declaración mencionada el Presidente Duque dejó claro el interés de los colombianos en una pronta solución del problema venezolano, su discurso en la Asamblea General de la ONU, lo puso en evidencia: “Los diálogos entre el gobierno interino de Venezuela que encarna la resistencia democrática y la narco dictadura, si bien dan algunas esperanzas, no nos permite ser ingenuos pues el único desenlace efectivo de ese encuentro es la convocatoria cuanto antes de una elección Presidencial, libre, transparente y con una minuciosa observación internacional. Cualquier salida que perpetúe el oprobio dictatorial y le permita al régimen ganar tiempo agudizará el mayor desastre humanitario que conozca nuestro continente. El fin de la dictadura es el único camino viable para el bienestar del pueblo venezolano. Debe ser sobre todo el propósito de la acción internacional” (ver Noticiero Digital, intervención del Presidente Iván Duque en la Asamblea General de la ONU, en https://www.instagram.com/reel/CUFuP_6h6fS/?utm_medium=copy_link).

Bien podría decirse que el Presidente Duque habló en representación del sentimiento general del pueblo venezolano en la Asamblea General de la ONU. Sin embargo, el Presidente de Colombia repitió lo que infinidad de veces han dicho en la Comunidad Internacional y se ha repetido como una verdad goebbeliana, una mentira repetida mil veces: que una elección Presidencial libre, transparente y verificable internacionalmente, es una solución al problema venezolano. Desde aquí deseo sacar de su error, no solo al Presidente Duque, sino a todos aquellos factores que nacional e internacionalmente creen que solo sacando a Maduro del poder a través de ese método pacifico, electoral y constitucional resolveremos la gravísima situación política de Venezuela.

Y esto lo hemos repetido mucho desde esta tribuna en la red y desde el seno de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO: la institucionalidad venezolana está completamente destruida, y la cosa deforme y distorsionada que existe en la actualidad debe ser sustituida antes de intentar una nueva elección Presidencial. Todos y cada uno de los Poderes Públicos venezolanos, no solo el Poder Ejecutivo, que se encuentra usurpado por Maduro, y respaldado por un Alto Mando Militar felón, deben ser removidos para iniciar el restablecimiento constitucional de la República.

No se puede hacer una elección presidencial libre, transparente y con una minuciosa observación internacional como lo indicó el Presidente Duque, si no contamos con un Tribunal Supremo de Justicia libre de jueces comprados con dinero del narcotráfico que maneja a su discreción el régimen de Nicolás Maduro Moros, así como no se puede hacer una elección libre, justa y verificable sin antes contar con un Poder Electoral previamente depurado, robusto, transparente y libre de fraude. La Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia legítimo del 13 de junio de 2018 declaró “NULO E INAPLICABLE el uso del sistema automatizado de votación y escrutinio que actualmente existe en Venezuela para la elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos, así como para la celebración de los referendos…”; y asimismo ordenó “…la DEPURACION Y ACTUALIZACION del Registro Nacional Electoral, debiéndose efectuar las debidas correcciones sobre la identidad de cada ciudadano venezolano o extranjero habilitado para ejercer el voto, así como el diseño e implementación de un sistema de votación y escrutinio fundamentalmente manual…” (ver Sentencia en TSJ Legítimo declara Nulo el Uso del Voto Automatizado para Elecciones en Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html). Estas previsiones no se han hecho realidad y ni siquiera se han discutido en el seno de la oposición venezolana que negocia en México, ni es del conocimiento pleno de la Comunidad Internacional. Es hora de cambiar esa ecuación.

De manera que para salir del grave problema que tenemos en Venezuela debemos convocar a la fuente de todos los poderes y la legalidad, que no es otro que el pueblo soberano. Esto está previsto plenamente en nuestro ordenamiento constitucional y se llama Asamblea Nacional Constituyente Originaria. Son los delegados del pueblo de los 4 rincones del país quienes deben ser convocados y electos a través de un proceso libre y transparente con auxilio de la Comunidad Internacional, para disponer de los poderes Públicos y ordenar la realización de unas elecciones Presidenciales y Parlamentarias a los fines de restablecer el orden constitucional del país. Ese sería el cuerpo llamado a destituir a quienes usurpan los Poderes Públicos de manera ilegitima y designar un Gobierno de Transición que organice esas elecciones y se haga cargo del Poder Ejecutivo hasta que esas elecciones se produzcan. Cualquier proceso de negociación planteado desde el exterior debería apuntar a una elección Constituyente, NO a una elección Presidencial.

Esa sería la verdadera ruta para regresar a Venezuela a su cauce legítimo, restableciéndose el orden constitucional. Elegir a medias a un Presidente de la República sin resolver antes el grave problema institucional que padece la República, sería la receta perfecta para un estrepitoso fracaso, porque no solo se constituiría en un suicidio político frente al régimen, sino que agravaría aun más la situación de los venezolanos porque el resto de los poderes corruptos del régimen se encargarían de hacer fracasar cualquier iniciativa de restauración de la República.

Una consecuencia inmediata de un paso tan trascendental como ese, al rehacer el entramado institucional del país, sería examinar a fondo la relación con nuestro principal vecino, Colombia, y todo lo que ello implica en el camino de recobrar nuestra seguridad económica y política. Será necesario abordar una discusión seria y detallada en una Asamblea Nacional Constituyente Originaria nuestra relación política, económica, social y comercial con Colombia, el relanzamiento del comercio binacional destruido por Hugo Chávez Frías al arruinar en el año 2006 la Comunidad Andina de Naciones (CAN) (ver La salida venezolana de la CAN y sus repercusiones sobre la integración regional.

http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/dt28-2006), donde Colombia y Venezuela se llevaban la mayor parte, así como la normalización de la situación de nuestras fronteras frente a los grupos irregulares que protegen el narcotráfico. Todo eso y mucho más hacen que el retraso en resolver la usurpación del régimen de Maduro se haya convertido ahora en un problema de nuestros dos países.

La estrecha relación de hermandad y cercanía de nuestros Estados fronterizos con los Departamentos correspondientes en Colombia, es un activo fundamental que debemos aprovechar quienes hacemos lucha activa frente a la tiranía para el bienestar de ambas naciones. Tenemos demasiadas cosas en común que estamos perdiendo ambos países al no resolverse el problema político de Venezuela, lo que hace a la Colombia democrática nuestro principal aliado en la lucha en contra del régimen de Nicolás Maduro Moros.

Y así como hemos solicitado la presencia de una representación calificada de la sociedad civil venezolana en cualquier proceso de negociación arbitrado por la Comunidad Internacional, creemos que igualmente Colombia tiene un puesto merecido tanto como nosotros, como dolientes de la tiranía de Nicolás Maduro Moros. Las declaraciones del Presidente Duque al abogar por una solución en Venezuela es solo el comienzo para que el factor que significa Colombia pueda cambiar la ecuación política en Venezuela.


Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
https://ticsddhh.blogspot.com/
@laguana
Venezuela

ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO: SE CAE DE MADURO

"Lo disparatado es el mayor crimen contra los dioses". Sófocles

Hace algún tiempo, en las redes se viralizó un video en el cual Delcy Rodríguez, Vicepresidente de la trágica Venezuela, anunciaba que, por un decreto presidencial que ordenaba pausar los contagios, se levantaban todas las restricciones sociales debidas al Covid durante un fin de semana, y otro, del propio Nicolás Maduro, adelantando un mes la Navidad. Pueden haber sido falsificaciones, pero los penosos hitos comunicacionales del "pajarico chiquitico" le otorgan credibilidad. El Gobierno argentino, aún en estado de estupefacción por el feroz cachetazo que le propinaron las urnas en las PASO, se inspiró en su amigo bolivariano para concebir un nuevo disparate e intentar recuperar votos y, por un decreto de necesidad y urgencia del Presidente Nada, levantó de sopetón las medidas de precaución que había instaurado, con mano de hierro, el 23 de marzo de 2020.

Pretende, obviamente, que olvidemos los 115.000 muertos en soledad, el direccionamiento infecto en la compra de las vacunas, el vacunatorio VIP, los negociados con insumos sanitarios y alimentos, las 200.000 empresas huidas o cerradas y la pérdida de puestos de trabajo, la fallida expropiación de Vicentín, la inflación de 50%, el generalizado empobrecimiento y las escuelas y universidades sin clases, la liberación de asesinos y violadores, las fiestas en Olivos, el crecimiento exponencial del narcotráfico y la consecuente inseguridad, la reeditada guerra contra el campo, los argentinos varados en el exterior y tantos otros efectos dañinos de sus malintencionadas políticas.

Además de confirmar embarazos, comenzó a desparramar papelitos de colores (antes eran billetes) en los territorios claves (Conurbano, La Pampa y Chubut), incrementando el gasto hasta el infinito, con el fantasma de la hiperinflación a la vuelta de la esquina. Por si eso fuera poco, muchos caciques peronistas regalan electrodomésticos y bicicletas para comprar los esquivos votos -4 millones- que no acompañaron al oficialismo en las PASO; ¿funcionarán esas coimas para que los ciudadanos revisen sus preferencias? Pero esta vez, la bomba que están cebando sin duda explotará en sus propias manos, ya que restarán dos años de este raro experimento (Fernández²) que, demás está decirlo, "sinceramente" voló por los aires la semana pasada, con la última carta pública de la emperatriz patagónica.

Después de militar activamente contra la reapertura de los colegios que dispuso Horacio Rodríguez Larreta, el Gobernador de la Provincia, Axel Kiciloff, heredero dilecto de Cristina Kirchner y odiado por los intendentes, abrió todas las escuelas y dispuso que se dieran clases los sábados; parece que, muy oportunamente, descubrió que los chicos no se contagiaban. ¿Qué harán, al respecto, Roberto Baradel y sus "trabajadores de la educación", que aúllan en la Ciudad de Buenos Aires para no volver a sus tareas?

Por su parte, el Presidente Nada, en un remarcable acto de heroicidad, despidió a sus más fieles escuderos y aceptó ser intervenido por la PresidenteVice que, recurriendo a un verdadero tren fantasma, colocó en la Jefatura de Gabinete a Juan Manzur, el Gobernador de Tucumán, tan experto en ahogar y luego robar empresas privadas, en fraudes electorales y en sociedades non sanctas con el laboratorio medicinal más sospechado de la historia; y para no andarse con chiquitas, en el Ministerio de Seguridad al renombrado Anímal Fernández, de frondoso prontuario, un nombramiento que complica aún más la relación con la Iglesia Católica y los evangelistas; hubiera debido recordar que la frontal oposición de los religiosos le costó la Gobernación a la que aspiraba, en 2015, este nefasto personaje.

Esas dos movidas, sumadas a las presencias de Eduardo Wado de Pedro (Ministro del Interior), Alejo Ramos Padilla (Juez Electoral de la Provincia de Buenos Aires) y Daniel Bejas (Juez de la Cámara Nacional Electoral), nos deben preocupar, y mucho, en relación a la posibilidad de un fraude masivo en el Conurbano bonaerense, un territorio en el que Cristina Fernández creyó tener el voto cautivo y que, el 12 de septiembre, le demostró que no era así.

Piense qué se juega la PresidenteVice en esta oportunidad: nada menos que el quórum propio en el Senado y hasta la primera minoría en Diputados; hasta ahora ya tenía complicado el camino hacia la impunidad, que pretendía asfaltar con su "democratización" del Poder Judicial, la colonización de juzgados y cámaras con miembros de Justicia Legítima, y con la remoción del Procurador General, Eduardo Casal, el jefe de todos los fiscales federales. Si se repitieran los guarismos de las PASO, ese esencial objetivo abortaría y quedaría expuesta en los múltiples juicios penales que la tienen como procesada. El peronismo también estará apostando mucho en noviembre, porque muchos de sus liderazgos en provincias y municipios han sido puestos en riesgo con la reciente expresión popular, y la probabilidad de perder el control de las legislaturas y concejos deliberantes es enorme.

Todo eso nos obliga a imaginar qué estarán dispuestos a hacer para evitar una derrota que, por ahora, parece inevitable; es decir, si recurrirán a ese fraude masivo o si, directamente, desatarán graves episodios de violencia callejera antes de las elecciones para justificar que el Poder Ejecutivo recurra al estado de sitio y, con esa excusa, al menos diferirlas por algún tiempo. Para generar un caos importante, bastan 500 energúmenos decididos o drogados y, de éstos, cuentan con muchos más: los criminales liberados, los barrabravas, los soldaditos del narco, etc. Los nuevos funcionarios, en especial Anímal y Manzur son expertos en una y otra especialidades; el primero, ahora peligroso jefe de la Gendarmería y de la Policía Federal, fue fundador de Hinchadas Unidas Argentinas, Intendente de Quilmes en el peor momento y gerente general -los dueños, siempre los Kirchner- del narcotráfico y, el segundo, se formó como funcionario político en La Matanza y perfeccionó su profesión de tramposo en el Tucumán del violador José Alperovich, donde todos recuerdan a qué métodos recurrió "Superman-zur" para garantizar su propia entronización como Gobernador.

La sociedad, nuevamente, ha optado por la República y la democracia y, sé que está dispuesta a luchar para conservarlas. Y lo hará, sin duda, ejerciendo, con jóvenes aguerridos para hacerlo en las zonas más calientes, un férreo control sobre los votos y evitar que, como tantas otras veces, se le robe su futuro. Espero que la dirigencia opositora, que debe recuperar la centralidad pública, hoy en manos del Frente para la Victoria por su fractura expuesta, requiera para las elecciones la presencia de veedores internacionales, en especial informáticos.

Enrique Guillermo Avogadro
ega1@avogadro.com.ar
ega1avogadro@gmail.com
www.avogadro.com.ar
@egavogadro
Desde Argentina