jueves, 7 de mayo de 2020

ACTUALIZACIÓN, NACIONALES, EL REPUBLICANO LIBERAL II, VIERNES 08/05/2020

GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS, ESTA EQUIVOCACIÓN DE LA HISTORIA, AL COMPÁS DE LA CIENCIA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 4 minutos
Corría el año 1979. José Ignacio Cabrujas, esa notable figura de nuestro mundo cultural, inauguraba su obra teatral “El día que me quieras”, en la que una vez más analizaba con ironía cortante el país que le tocó vivir. Pío Miranda, personaje de la trama, fracasado comunista de salón, machacón de consignas vacías (como casi todos ellos), declara que ejercerá su ideología en la URSS, en un futuro siempre pospuesto, cuando se irá de Venezuela, ese país que define con la frase que titula mi gacetilla de hoy. ¿Qué pasaba en ese tiempo que justificara el duro reclamo de Cabrujas? Luis H... más »

JOSÉ L. ZAMBRANO P., UN MENÚ DE PRECIOS Y UN ENGAÑO MÁS EN LA MESA, SAINETE EN CÁPSULAS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 11 minutos
Un menú de precios y un engaño más en la mesa. Afirmar que en Venezuela nada tiene sentido, resulta una sentencia inevitable. Desde hace mucho sabemos que nuestra realidad ha perdido lógica y humanismo. Ni para Hollywood podría servir de argumento, que las decisiones del régimen -todas para un supuesto beneficio del colectivo-, terminen siendo la esquela de la propia tumba que genera el hambre. Han anunciado un aumento del salario mínimo tan ridículo como cruel. Precisar 800 mil bolívares para todo un mes constituye la mayor ofensa para los derechos humanos. No solo porque las em... más »

NOEL ÁLVAREZ, LA MALDICIÓN DE LOS COMMODITIES

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 38 minutos
Los antiguos griegos usaban las tragedias para narrar el auge y caída de un personaje heroico y solían terminar con una enseñanza como moraleja. El cuento que les relataré en esta oportunidad no tiene nada que ver con la mitología helena, creo que, más bien se asemeja a la trágica historia vivida por Venezuela en los últimos 21 años. Es el caso real de una pequeña nación, de 20 mil habitantes que, con el guano de murciélago o fosfato, llegó a estar ubicada entre las más ricas del mundo, pero que hoy, solo sobrevive a duras penas. Se trata de la República de Nauru, situada en la isl... más »

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ, ¿QUIEN ES EL ENEMIGO?, DESDE EL PUENTE

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Hay que ponerle punto final a esta situación creada por un régimen basado en el disimulo, la mentira, la corrupción y la incompetencia generalizada. Ya basta de desviar la responsabilidad de la trágica situación que vive la nación venezolana. Hay que hablar con claridad y ratificar las convicciones existentes sobre este desastre. Para el mundo entero Venezuela está convertida en un verdadero narco-estado. A eso no se llega por casualidad. Tampoco por influencia o acciones externas de terceros, salvo las complicidades existentes con estructuras del crimen organizado en el planeta y ... más »

REINALDO AGUILERA, CON PETRÓLEO Y SIN UN MEDIO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
El espectáculo de observar como un tanque de almacenamiento, en un campo de la estatal petrolera PDVSA, se desbordaba cual fuente de Plaza Venezuela, mientras los trabajadores decían entre risas, que el llamado “Oro Negro”, vale un medio o 0,25 céntimos del actual bolívar, hace que para los entendedores de la materia se dibuje con absoluta claridad, la magnitud del desastre y deterioro de la empresa que fue catalogada como la tercera a nivel mundial y que sirve de sustento e ingresos a nuestro país. No existe drama mayor, que pasar 24 horas en una cola de estación de servicio para ... más »

JUAN GUERRERO, EL RIESGO INMINENTE

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Lo diré de entrada. En Venezuela el verdadero y real riesgo es que termine, por decisión de las tres grandes potencias mundiales, Rusia, EEUU y China, dividida en varias zonas de protección, con la aprobación de los países que conforman el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.Ya ha habido experiencias dolorosas sobre esto. Korea y Alemania son ejemplos tristes de estas decisiones de soluciones parciales de conflictos con heridas casi eternas. Veamos. A la fecha, Venezuela se encuentra entre las cinco (está de número cuatro) naciones en el mundo, con mayor riesgo aliment... más »

GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS, ESTA EQUIVOCACIÓN DE LA HISTORIA, AL COMPÁS DE LA CIENCIA

Corría el año 1979. José Ignacio Cabrujas, esa notable figura de nuestro mundo cultural, inauguraba su obra teatral “El día que me quieras”, en la que una vez más analizaba con ironía cortante el país que le tocó vivir. Pío Miranda, personaje de la trama, fracasado comunista de salón, machacón de consignas vacías (como casi todos ellos), declara que ejercerá su ideología en la URSS, en un futuro siempre pospuesto, cuando se irá de Venezuela, ese país que define con la frase que titula mi gacetilla de hoy.

¿Qué pasaba en ese tiempo que justificara el duro reclamo de Cabrujas? Luis Herrera Campins recibía la Presidencia de la República para el período 1979-1984 de manos de Carlos Andrés Pérez, con un discurso en el que declaraba recibir una Venezuela hipotecada, con una economía desajustada y grandes desequilibrios, un país que él conduciría hacia un bienestar saneado y pulcro, con una estabilidad monetaria en Bs. 4,30 por dólar y una reducción de la pobreza, que por esas fechas rondaba 40%. De nada valió su juramento: cinco años más tarde, en trance de concluir su período presidencial, Herrera se vio obligado a devaluar la moneda en 75%. A partir de entonces la caída fue incesante, apurándose al abrir este siglo y exponencialmente desde 2013, cuando el régimen implantó descabelladas políticas económicas que han conducido a devaluación, reconversión e hiperinflación sin par de nuestro signo monetario.

Enredada entre cifras, le pido a Humberto García Larralde, ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, que me ayude a calcular cuánto vale un bolívar de hoy en comparación con su valor en los años setenta. «El cálculo que pides incluye la inflación desde los 70, empalmando los índices referentes a los años base 1968, 1984, 1997 y 2007». Ahorraré al lector los detalles del cálculo del eminente economista, para reducirlo a esta frase final: «Un bolívar de 1975 tiene un poder de compra 220.700.914.344 veces superior al que tendría a finales de marzo de 2020, esto es, 22 con 10 ceros a su derecha. Eso, si se usan los datos oficiales del Banco Central de Venezuela. Si utilizas los datos de inflación elaborados por la Comisión Permanente de Economía y Finanzas de la AN, el alucinante número anterior tendrías que multiplicarlo por 48, y recalar por ahora en 10,56 con 12 ceros a la derecha. Los intentos de esconder esta pulverización del valor de la moneda por parte del régimen, inventando los bolívares “Fuerte” y “Soberano” que quitaron 8 ceros a la unidad monetaria no pueden ocultar esta realidad». 

Este es el tamaño de nuestra equivocación ante la historia, que no pudo percibir Cabrujas, fallecido prematuramente en 1995. Una cifra inimaginable que nos ha conducido a todos a la pobreza; que ha reducido ahorros, sueldos, salarios y pensiones de jubilación a un chiste; que ha convertido en polvo el valor de las viviendas y otras posesiones; que ha disuelto cualquier reivindicación laboral ganada a pulso en años de trabajo, a través de convenios colectivos hoy ignorados; que desconoce cualquier esfuerzo de superación intelectual que uno haga en aras de un merecido ascenso social.  

En enero de 1979, el salario mínimo mensual equivalía a US$ 917; veinte años más tarde, Hugo Chávez recibía un país cuyo salario mínimo se reducía a US$ 252, que a su vez contrajo a US$ 51 al momento de su muerte. Hemos llegado ahora a mayo de 2020, en tiempos del madurismo, a la ridícula cantidad de US$ 2,30 (dos dólares con 30 centavos) como salario mínimo mensual para los trabajadores, en una caída precipitada hacia la nada.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha definido a los pobres como aquellos que están por debajo del umbral de US$ 1,90 diarios, es decir, US$ 57 mensuales. ¿Cómo designar a quienes solo ganan dos dólares al mes? Dice la ONU que en todo el mundo unos 783 millones de personas viven por debajo de ese umbral, dentro de los cuales queda incluida 87% de la población venezolana, 61% de los cuales en pobreza extrema, según los estudios del proyecto Encovi.

“Si quieres destruir un país, destruye su moneda”, decía Lenin. Ese y no otro es el legado de este régimen ante la historia. Hoy en día, una vez disuelta la URSS y documentado el infinito infortunio que la ideología comunista trajo al pueblo soviético (y al cubano, dicho sea de paso), el drama de Cabrujas robustece su vigencia, inmersos como estamos los venezolanos en “esta equivocación de la historia”. Ya no caben sueños absurdos ni teorías vetustas para justificar la ruina económica, educativa, cultural, científica y moral en la que estamos sumergidos.

Cuando esta trágica época termine (nada es para siempre), los venezolanos deberemos valorar más lo que significa ser ciudadano de un país, y trabajar juntos para el crecimiento de la nación, que será también el nuestro personal.

Gioconda San-Blas 
gsanblas@gmail.com>
http://giocondasanblas.blogspot.com 
@daVinci1412

JOSÉ L. ZAMBRANO P., UN MENÚ DE PRECIOS Y UN ENGAÑO MÁS EN LA MESA, SAINETE EN CÁPSULAS

Un menú de precios y un engaño más en la mesa.  

Afirmar que en Venezuela nada tiene sentido, resulta una sentencia inevitable. Desde hace mucho sabemos que nuestra realidad ha perdido lógica y humanismo. Ni para Hollywood podría servir de argumento, que las decisiones del régimen -todas para un supuesto beneficio del colectivo-, terminen siendo la esquela de la propia tumba que genera el hambre.

Han anunciado un aumento del salario mínimo tan ridículo como cruel. Precisar 800 mil bolívares para todo un mes constituye la mayor ofensa para los derechos humanos. No solo porque las empresas e instituciones no saben cómo cuadrar sus cajas con la lógica de una economía rentable, sino porque el país yace sumergido en una dolarización sin compromisos con el pueblo.

Para colmo, ahora nos han echado otro cuento de terror. Se inventaron una lista de precios “acordados” para desmayar a las cabezas de familia. Acceder a los bienes y servicios se vuelve casi una quimera extraviada, con lo cual no es difícil repudiar a la dictadura y su alharaca pavorosa.

Dicen que supervisarán las ventas de los productos con esos falsos “precios justos”. Solo terminarán dándole fuelle al desabastecimiento (pues no son valores amoldados a la realidad del mercado) o creando los mismos conflictos deplorables con los cuales han alimentado la intranquilidad del venezolano.

Nos han enseñado con clases magistrales que se puede actuar sin piedad. Los 27 artículos son una risotada en el lomo. Una burla sin noción de la moralidad. Saben que nadie les cree esta farsa. Un kilo de leche en polvo, por ejemplo, sobrepasa al salario mínimo recién estrenado, costando 885.778,40. Con lo devengado un mes, no podremos adquirir ni dos kilos de mortadela.

Todos son anuncios formales. En el pasado a la comunidad internacional le hubiese costado creer este esquema de infortunio. Se habría preguntado sobre qué clase de economía no alcanza ni para un día de comida sustentable. Pero hoy se conoce a conciencia que nuestro país es un barco hundido al que debe rescatarse con urgencia.

Lo incomprensible es que el Estado es el mayor pagador de este salario decadente. Por lo menos alrededor de ocho millones de venezolanos laboran en el sector público. Las empresas privadas tratan de darle mejores ingresos a sus trabajadores, pero a veces les resulta cuesta arriba. Así que esta lucha de supervivencia tiende a ser la paradoja con la que siempre nos pretenden entretener para dejarnos como estatuas de plazas despobladas.

Lo diré sin temor a equívocos: son sus últimos desatinos. El núcleo de mando anda a tientas, repitiendo las mismas estructuras de sus estrategias sin sentido. Confundir al ciudadano recluido por la pandemia, sin combustible y sin conocer el rumbo de su propio destino, ya no los librará de un desenlace ya previsto.

El gobierno de Donald Trump ha adelantado que en un tiempo corto abrirá su embajada en Caracas. Su anuncio es muy evidente. No lo hará con Maduro en el poder. Es un mensaje implacable para desatornillarlo de la silla presidencial.

También Washington emitió un nuevo decreto: activó sus reservas militares para reforzar la operación antinarcóticos al norte de Venezuela. Lo hará con el apoyo y participación de 21 países. Por eso el sistema de recursos se estrecha. La canasta petrolera en su precio más bajo en el mercado, las sanciones, las amenazas, los carteles de búsqueda y el cercenar el financiamiento ilícito a través del narcotráfico, tiene a los de Miraflores olisqueando en la demencia.

Las incautaciones se vienen suscitando. Se hablan de por lo menos diez y de ocho toneladas de droga. La cifra supera los 165 millones de dólares. La vigilancia es extrema. Es un objetivo clave. Han neutralizado también a aviones que salen del país y reconocen sus objetivos, al capturarlos a su arribo con estas substancias.

Existe un despliegue militar en el Caribe. Eso es innegable. El Comando Sur tiene su plan bien concebido. Por lo menos un centenar de reservistas norteamericanos acompañarán a los miles de guardacostas, soldados de infantería y marinos estadounidenses que ya están localizados y trabajando para acortar los tentáculos del tráfico de estupefacientes en la zona.

No sabemos si habrá intervención militar. Si entrarán a sacar al usurpador por la solapa. A los chinos y rusos solo les interesa sus intereses económicos y sus inversiones desventuradas. Es cierto que los aviones iraníes se han visto con mayor frecuencia en territorio venezolano y han sido avistados por los por el propio Estado norteamericano. Pero en una decisión de esta magnitud no se meterán.

Pese a todo, los insomnios del régimen y la propia estela de carencias de la gente pueden ser el detonante de una futura liberación nacional. Las traiciones brillarán en el entorno y sobrará más de uno que querrá huir antes de tiempo. Será una dura y engorrosa transición, pero estamos más cerca de ella, aunque para muchos les parezca inalcanzable. Como también es cuesta arriba lograr que un salario mínimo de alrededor de cuatro dólares pueda sustentar nuestra canasta básica. Pero para Dios no existen imposibles.

José Luis Zambrano Padauy
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
Ex director de la Biblioteca Virtual de Maracaibo “Randa Richani”

NOEL ÁLVAREZ, LA MALDICIÓN DE LOS COMMODITIES

Los antiguos griegos usaban las tragedias para narrar el auge y caída de un personaje heroico y solían terminar con una enseñanza como moraleja. El cuento que les relataré en esta oportunidad no tiene nada que ver con la mitología helena, creo que, más bien se asemeja a la trágica historia vivida por Venezuela en los últimos 21 años. Es el caso real de una pequeña nación, de 20 mil habitantes que, con el guano de murciélago o fosfato, llegó a estar ubicada entre las más ricas del mundo, pero que hoy, solo sobrevive a duras penas.

Se trata de la República de Nauru, situada en la isla Nauru. Es un estado de Micronesia, situado en el Océano Pacífico Central, que comprende una sola isla justo al sur de la línea del ecuador. Es una pequeña isla de fosfato. Al sur están las islas Marshall y al norte las islas Salomón. Era una de tres grandes islas de este mineral en el Océano. Las demás son Banaba en Kiribati y Makatea en la Polinesia Francesa; sin embargo, las reservas de fosfato casi están agotadas después de devastar el 80 % de la isla, dejando un terreno estéril de pináculos de caliza dentados de hasta 15 metros de altitud. Era la joya de la corona del Pacifico, en disputa hoy entre Australia y Estados Unidos. Vivía del excremento del murciélago que vendía a las potencias del mundo.

En 1886, tras la firma de la declaración anglo-germana que delimitaba las esferas de influencia de ambos imperios, la Isla quedó integrada dentro del protectorado de Nueva Guinea, parte del Imperio alemán. A principios del siglo XX, se descubrieron fosfatos en la Isla y se comenzaron a explotar. Después de milenios como parada obligatoria de millones de aves, durante sus procesos migratorios, Nauru se convirtió en un territorio muy rico en guano.

El guano y los fosfatos convirtieron a sus habitantes en personas ricas, muy ricas. En renta per cápita, en la década de los 70s, Nauru superó a los Estados Unidos y a la Unión Soviética. Ellos podían permitirse lujos como construir rascacielos en Australia y tener una pequeña aerolínea. Todos vivían como reyes. Nadie trabajaba. Los impuestos y los servicios sociales eran totalmente gratuitos. En 1975 alcanzó su pico al llegar a los 363 millones de dólares y una renta per cápita de 50.000 dólares. Pero los líderes isleños no pensaron en el futuro y eso le ha pasado factura, a las generaciones futuras.

Los malos manejos financieros y la corrupción en los años noventa los llevaron a la ruina. Los grandes ingresos obtenidos por la extracción de fosfatos se desperdiciaron. En noviembre de 2004, en un esfuerzo por pagar a los acreedores de Nauru, se vendieron los activos que la nación poseía en Melbourne. La minería también impactó la vida marítima, que se vio reducida. El lucrativo negocio del que los isleños se habían beneficiado durante un siglo cayó estrepitosamente al pasar de generar más de mil millones de dólares australianos en 1991 a 138 millones en 2002. Además, la mayor parte del suelo de Nauru quedó demasiado acidificado como para intentar salir de la crisis con explotaciones agrícolas.

De la noche a la mañana, el antaño orgulloso país de los doce clanes, se convirtió en una nación en crisis, sin un plan de desarrollo a largo plazo y, donde el pollo frito y el refresco de cola, sustituyeron a los productos de la pesca como platos típicos. La isla necesitaba dinero y no había manera de producirlo. Lo primero que hicieron fue deshacerse de sus posesiones en Australia, hoteles, la Torre Nauru, y otras propiedades y vendieron su único avión. Como esto no era suficiente, la República se vio obligada a sacar provecho de su posición como Estado miembro de las Naciones Unidas.

En el año 2002 Nauru reconoció a la República Popular China como la única China a cambio de un equivalente a 90 millones de euros. Pero la cosa no quedó así: un año más tarde, Yaren, la capital de facto de Nauru, cerró su embajada en Pekín para abrir otra en 2005 en Taipéi, lo que ofuscó a los líderes comunistas.

Desde entonces, el Gobierno de Taiwán se convirtió en uno de los principales socios comerciales de Nauru. A pesar de que la ayuda taiwanesa aligeraba la situación económica, no era suficiente para alejar la bancarrota. En 2002 llegaron los cortes de electricidad, porque no había dinero para pagarla. Tras unos coqueteos con el lavado de dinero, a principios del nuevo siglo y, con una tasa de desempleo por las nubes, Nauru optó por conseguir dinero de mejor forma y aceptó ser parte de una política de inmigración formulada por Australia, llamada Solución Pacífico.

A partir de 2001, Australia permitió trasladar a aquellos que demandaran derecho de asilo a centros de internamiento fuera de sus fronteras. Así, los inmigrantes ilegales provenientes en barco del archipiélago indonesio o del sudeste asiático, fueron redirigidos a la isla de Nauru. Desde que el país firmó el convenio con Australia, sus finanzas mejoraron notablemente porque recibió mil dólares mensuales por asilado.

La historia de Nauru, es un relato de codicia y orgullo en medio del Océano Pacífico. Hoy en día, como si del final de una tragedia clásica griega se tratara, la pequeña República ve cómo sus ingresos han caído en picada, sus ciudadanos tienen graves problemas de salud y, lo que es peor, sus valiosos recursos naturales, y su explotación a pequeña escala, están muy próximos a agotarse. Cuando estaba investigando acerca de Nauru, por momentos, creí estar experimentan un “déjà vu”

Noel Álvarez
Noelalvarez10@gmail.com 
@alvareznv 
Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ, ¿QUIEN ES EL ENEMIGO?, DESDE EL PUENTE

Hay que ponerle punto final a esta situación creada por un régimen basado en el disimulo, la mentira, la corrupción y la incompetencia generalizada. Ya basta de desviar la responsabilidad de la trágica situación que vive la nación venezolana. Hay que hablar con claridad y ratificar las convicciones existentes sobre este desastre.

Para el mundo entero Venezuela está convertida en un verdadero narco-estado. A eso no se llega por casualidad. Tampoco por influencia o acciones externas de terceros, salvo las complicidades existentes con estructuras del crimen organizado en el planeta y de aquellos gobiernos con influencia determinante sobre el régimen venezolano. Todo está a la vista. No hay secretos ocultos que puedan mantenerse indefinidamente. Más tarde o más temprano todo se sabe. El tiempo se agota y la capacidad operativa del régimen también.

Los más calificados voceros del régimen profundizan en declaraciones y pronunciamientos públicos, la línea de responsabilizar a Estados Unidos y a Colombia de todo lo negativo. Tratan de destruir el inmenso respeto y admiración del ciudadano común de nuestro país con relación a ambas naciones. 

Estados Unidos no es el responsable de la falta de gasolina, de alimentos y medicinas entre otras carencias básicas. Es una falacia decir que quieren apoderarse de nuestro petróleo y de otras riquezas básicas, cuando lo que está quedando es entregado a conocidas estructuras narcoterroristas con soporte abierto o encubierto de socios del régimen. Por otra parte, desde una posición exclusivamente personal, Colombia y Venezuela somos una misma nación aunque contenida en dos repúblicas. Los vecinos tampoco son el enemigo.

Estados Unidos es un país muy rico y autosuficiente. No necesita de nuestro petróleo gracias a sus enormes reservas operativas y alta productividad diaria. Por otra parte, Colombia produce mucho más que Venezuela en este tiempo de abierta caída en todos los renglones de crudo y de gas en nuestro territorio.

También hay que ponerle punto final a la fábula creada sobre conspiraciones y atentados utilizados para justificar y aumentar la represión y la violencia física e institucional contra el pueblo.

Ningún oficialista da explicación sobre la matanza de presos y heridos, en la cárcel de Guanare. De las masacres en puntos concretos del país y de la Capital y, por supuesto de las múltiples protestas de la gente en medio de una lucha desesperada por la supervivencia. No exageramos al decir que el verdadero enemigo, el responsable de cuanto sucede, es este régimen penetrado y controlado por el crimen organizado con orientación narcoterrorista.

Desde que el régimen expulsó a la DEA del país, creo que en 2005, y le quitó a gobernadores y alcaldes el control de puertos, aeropuertos, vialidad interurbana y otras competencias alcanzadas gracias a las luchas por la descentralización y autonomía de Estados y Municipios, se fueron concretando las sospechas sobre su verdadera naturaleza. Ya basta. 

Oswaldo Álvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com
@osalpaz

REINALDO AGUILERA, CON PETRÓLEO Y SIN UN MEDIO

El espectáculo de observar como un tanque de almacenamiento, en un campo de la estatal petrolera PDVSA, se desbordaba cual fuente de Plaza Venezuela, mientras los trabajadores decían entre risas, que el llamado “Oro Negro”, vale un medio o 0,25 céntimos del actual bolívar, hace que para los entendedores de la materia se dibuje con absoluta claridad, la magnitud del desastre y deterioro de la empresa que fue catalogada como la tercera a nivel mundial y que sirve de sustento e ingresos a nuestro país.

No existe drama mayor, que pasar 24 horas en una cola de estación de servicio para surtir 2 litros de gasolina, en una Venezuela que era potencia hemisférica en cuanto a hidrocarburos respecta, pero que luego de 21 largos años de mal manejo, regaladera y corrupción campante, ejecutado y apadrinado por el Chavismo/Madurismo está en lo que pueden llamarse los estertores de la muerte de un conjunto de empresas que fueron exitosas.

Respecto al asunto de la gasolina, se dice que, para éste momento desde el puerto de La Guaira, están subiendo a Caracas gandolas con el necesitado combustible para tratar de solventar, pero para el interior del país ni agua, así literal, ni agua.

Hablando de la Guaira, estado gobernado regionalmente por un ex General de suma confianza del fallecido Hugo Chávez, me refiero a  Jorge Luís García Carneiro, actual Gobernador y dirigente del partido del régimen, muy cercano al círculo de poder del Chavismo; pues en días pasados no pudo vaticinar lo que el mal gobierno ha bautizado como la “Invasión de Macuto”, una “Invasión” que se frustró según ellos y estaba compuesta de 8 personas, tal como lo leen, en mí caso como en el de muchos, el asunto no es más que un capítulo en la largometraje de mentiras y potes de humo que activan desde la cúpula chavista para tapar otras cosas evidentes por demás.  

Observamos con aturdimiento y hasta tristeza, la indiferencia o complicidad del mal gobierno de Nicolás en relación a lo que ocurre en la zona de Petare, municipio perteneciente al Estado Bolivariano de Miranda, cuyo gobernador al igual que la Guaira pertenece al círculo de gobierno, me refiero a Héctor Rodríguez, pues en ese sitio llevan 72 horas bandas de delincuentes enfrentadas, utilizando armas de alto calibre, teniendo sumida en el pánico a toda una población y para colmo los organismos policiales, por orden del mismo gobierno no tienen permitido acceder a la llamada zona de guerra, ¿qué tal?, así son las cosas en tiempos de la revolución!

Y como guinda en un pastel, está lo sucedido en el Centro Penitenciario de los Llanos, ubicado en Guanare estado Portuguesa, 40 reclusos masacrados a causa de motín por las condiciones del penal, que son malandros sí, que no merecen vivir, quizás también, pero no nos toca a nosotros juzgarlos, no somos jueces, el estado apenas menciona el asunto, en fin, todo muy sospechoso.

Finalmente, volviendo sobre lo escrito, nunca olviden que a los criminales que tienen secuestrado el país, les importa poco lo que, a la gente, sin distinción de raza o clase social le suceda, podrá haber millones de barriles de petróleo en el subsuelo de Venezuela, pero la realidad es que hay hambre y mucha.

Esa misma gente que sufre, es la que en este momento dice, que la supuesta invasión de Macuto huele mucho a los films de la Metro-Goldwyn-Mayer Studios, con todo y su león incluido, a lo que hay que sumar los muchos dólares para los protagonistas de la película, fieles revolucionarios sin duda; agregaría yo, muchos pero muchos dólares también, para el supuesto “mercenario” norteamericano director de la genial obra de acción; “Cosas Veredes, Sancho, que farán fablar las piedras”, así de simple y sencillo.

Reinaldo J. Aguilera R.
reinaldoaguilera1968@gmail.com
@raguilera68  

JUAN GUERRERO, EL RIESGO INMINENTE

  Lo diré de entrada. En Venezuela el verdadero y real riesgo es que termine, por decisión de las tres grandes potencias mundiales, Rusia, EEUU y China, dividida en varias zonas de protección, con la aprobación de los países que conforman el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.Ya ha habido experiencias dolorosas sobre esto. Korea y Alemania son ejemplos tristes de estas decisiones de soluciones parciales de conflictos con heridas casi eternas. 

  Veamos. A la fecha, Venezuela se encuentra entre las cinco (está de número cuatro) naciones en el mundo, con mayor riesgo alimentario en su población. Cerca de nueve millones y medio de personas sufren de hambre, malnutrición, desnutrición o desnutrición severa. Lo indica un informe del Programa Alimentario Mundial, agencia adscrita a las Naciones Unidas.

  Poco más de cinco millones y medio de venezolanos han debido huir del país, por razones socioeconómicas, básicamente, y otro más por persecución política. Es la primera vez en la historia latinoamericana que se experimenta este fenómeno de emigración, éxodo o exiliomasivo en la población de un solo país. 

  La industria energética, agropecuaria, las organizaciones financieras, la industria automotriz y de autopartes, los medios de comunicación, entre otras organizaciones y entes del desarrollo económico, han sido destruidos o funcionan con muy poca capacidad de producción y en constante riesgo de paralización. 

  Es la primera vez en la historia de la humanidad que un país, su Estado e instituciones, son copados, asaltados por los grupos de la delincuencia organizada, organizaciones criminales del narcotráfico y el terrorismo internacional. Como resultado, otro Estado democrático y países aliados, han ejecutado decisiones legales para capturar al presidente, declarado ilegítimo, de Venezuela y demás colaboradores inmediatos, indicando precio por su captura, por ser jefes de bandas de narcotraficantes y del terrorismo internacional.

 Entre 2014 y 2019, denominado como el quinquenio de las “guarimbas”, las masivas manifestaciones, protestas, plantones, refriegas (indicado por las organizaciones de derechos humanos) calculan un promedio de 100 mil personas víctimas de la violencia del Estado, entre asesinados, desaparecidos, torturados, secuestrados o reprimidos, bien por acción directa de las fuerzas militares-policiales, o paramilitares. Por otra parte, indirectamente, por omisión o desidia del régimen totalitario, más de 500 mil venezolanos han muerto, al no dotar a los centros de atención médica y proteger a la población, sometiéndola a una planificada escalada de restricciones alimentarias y de servicios públicos: agua potable, electricidad, gas doméstico, gasolina y otros combustibles.

  Oficialmente el venezolano devenga un sueldo mínimo, mensual, de 2,2$ siendo que el sueldo base mundial es de 2,3$ al día. Semejante distorsión de la realidad ha aumentado la brecha de una población, que sobrepasa ya el 88$ que vive por debajo de la pobreza.

  La población venezolana, a la fecha, se encuentra en más del 75% conformada por personas mayores de 50 años. Por lo tanto, una población malnutrida, envejecida, donde el Estado de Derecho en la práctica no existe, sometida diariamente a la planificada incertidumbre alimentaria y médico-sanitaria, golpeada psicológica y sistemáticamente por la propaganda del régimen totalitario en la violencia, represión, odio y brutalidad aprendidas. Que está total y absolutamente desarmada y sin orientación ni organización política para su defensa colectiva. Está en estos momentos en una fase de sobrevivencia, de resistencia pasiva frente al inmenso y colosal aparato represivo de un régimen totalitario y criminal. 
  Creo, dolorosamente, que los eventos de protestas que puedan darse en estas condiciones, son de naturaleza anárquica, por desesperación de una población que progresivamente ha sido sometida a su aniquilación.

  Como ya ha sido una y otra vez denunciado, la invasión de fuerzas militares extranjeras en territorio venezolano ha sido una larga planificación, tanto del crimen organizado, las bandas del narcotráfico y las organizaciones del terrorismo internacional, básicamente del medioriente, que se han infiltrado en todas las instituciones del Estado, incluyendo en la seguridad, militares y entes policiales.

  En las actuales circunstancias no es posible continuar arengando a la población malnutrida venezolana con más sacrificio. Ya ha sido suficiente en más de 20 años de sometimiento planificado para controlarla, saquearla y destruirle hasta su memoria histórica y cultural.

  Internamente los únicos capacitados para enfrentar a estas bandas y megabandas posicionadas en el Estado, son las fuerzas armadas nacionales quienes poseen la formación y las armas de guerra para lograr un cambio real. 

    Ellos y el liderazgo político opositor deberían estar al frente para formular las estrategias, los acuerdos, a corto, mediano y largo plazo. Tanto unos como otros, tienen, necesariamente que contar con la ayuda externa militar que garantice la unidad de la nación como un todo. De otro modo, alargar la agonía de la población venezolana, que muere diariamente, es apostar por el riesgo inminente de la anarquía generalizada y la real posibilidad de las decisiones que se darían en acuerdos de potencias mundiales, bajo el pretexto de la paz internacional, que sometería al territorio a una, dos o más divisiones y el tutelaje de fuerzas extranjeras.

  En la agudizada y prolongada agonía nacional de sobrevivencia, los únicos que pueden detener la avalancha de la anarquía generalizada y la muy posible división de la nación, son los militares probos y apegados a la constitución y las leyes, junto con el liderazgo político honesto de la oposición, por muchos desaciertos que unos y otros hayan cometido. En esta hora de extremo riesgo nacional, preservar la unidad nacional todavía es posible.

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com  
@camilodeasis