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martes, 5 de enero de 2021
ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MARTES 05/01/2021
LINDA D'AMBROSIO, LA TAPA DE LA BARRIGA
Era
una persona discretísima, que no sentía la necesidad de comunicar continuamente
sus opiniones. Por ello, precisamente, despertaba gran interés cuando expresaba
su punto de vista, cosa que no era frecuente. En esas ocasiones, sus palabras
cobraban el peso de sentencias, normalmente asistidas por la razón, y ponían en
luz una inteligencia privilegiada.
No
le era ajena, sin embargo, la cultura popular, y, así como comprendía
perfectamente el papiamento (se había educado en un internado holandés en
Curazao), estaba permeada por las más gráficas expresiones de la maracuchidad,
que afluían inesperadamente a su boca para refrendar algunos de sus juicios.
Fue así como escuché por primera vez la expresión “hablar por la tapa de la
barriga”.
Infinidad
de imágenes acudía a mi mente. ¿Cómo sería aquello de hablar por la tapa de la
barriga? ¿Tendría algo que ver con la ventriloquía, arte que yo conocía gracias
a la para entonces popular Maricarmen y sus muñecos?
Hoy,
inmersa en la segunda mitad de mi vida, percibo con mayor contundencia la carga
expresiva de la frase: hablar por la tapa de la barriga tiene que ver con
hablar sin que las palabras te pasen por la cabeza. Y traigo esta frase a
colación, porque me maravilla la seguridad con la que algunas personas,
pretendidamente brillantes, hacen afirmaciones que, además, llevan implícita
una descalificación del punto de vista de los otros. Basta darse un paseo por
esa miniexpresión del mundo que es el Facebook para comprobar a lo que quiero
referirme.
Toda
persona, con un mediano coeficiente intelectual, es capaz de hilar ciertas
premisas y de arribar a conclusiones lógicas. El asunto es que esas
conclusiones no están necesariamente reñidas con otras, emanadas de otras
cabezas que tienen otras historias. Es simple: a veces se nos escapan variables
que inciden en una situación y que, al incorporarlas, cambian sustancialmente
la comprensión de la misma. Es por eso que tenemos que juzgar con la conciencia
de que nuestro parecer es apenas una aproximación a la realidad, susceptible de
sufrir modificaciones, a) porque es incompleto, pues siempre hay factores que
no están incluidos en nuestro juicio; y b) porque la realidad en sí misma es
cambiante.
Eso,
en lenguaje común, se llama prudencia y humildad: estar abiertos a que nuestro
punto de vista se pueda ver enriquecido por los factores que incorporen otras
personas. Se llama, asimismo, respeto, cuando se trata de las preferencias o
las elecciones del otro, porque nada es gratuito: todo comportamiento tiene una
razón de ser, que quizá no conozcamos, derivada de otros aprendizajes y otra
historia personal.
Por
eso, independientemente de lo razonable de su contenido, toda aseveración que
se realice en un tono incuestionable pierde validez para mí. Es sospechosa,
además, toda actitud que intente “ganarle” al otro. Cuando buscamos entender,
no es importante tener la razón: se agradece cada aporte que nos ponga sobre la
pista de qué es en realidad lo que está ocurriendo. Finalmente, es presuntuoso
asumir que podemos dar lecciones a los demás.
No
transijo con la arrogancia que, lejos hacernos más iguales, más bondadosos, más
humanos, nos conduce a machacar al otro en un alarde de competitividad,
revelando rigidez mental y poca empatía.
CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ, LA BOCA Y EL PEZ
Toma dos enormes
piedras, blande sus improvisadas armas e increpa al criminal: “¡ Ud.es el que
se come los sesos de la gente!”- “Siiiiiiiii, se oye el gruñido de la siniestra
figura-, y te los voy a arrancar ya”. El aterrado turista hace de tripas
corazón y responde -“pues no crea que la va a tener muy fácil conmigo. Se los
va a comer bien mallugaditos” y pasa a golpearse salvajemente el cráneo con las
rocas, hasta que el relleno queda esparcido por el asfalto.
Es la metáfora de la
Asamblea Nacional instalada triunfalmente el 5E16 con mayoría de los partidos
contrarios “al proceso”. Desde 2006, en medio de un debate que nunca se detuvo
con el radicalismo desaforado, la oposición se había decidido por una
estrategia gramsciana, aunque ellos no lo supieran, como el personaje de
Moliere que hablaba en prosa y tampoco lo sabía.
Por sus primeras
acciones, quedó claro que los “dirigentes” aunque les había sonado la flauta,
no tenían idea de qué se metieron en el bolsillo. Conquistaron una
importantísima cuota, pero el adversario conservaba el Poder Judicial e
institucionalmente el aparato coercitivo del Estado. La AN se instala contra la
opinión de desmelenados del PSUV que querían bronca y se impone una línea
moderada, la fracción del gobierno se incorpora y Maduro la reconoce y visita.
La flauta mágica
Los cabecillas de la
oposición, cegados por su impericia, comienzan la cadena de burradas que no se
ha detenido ni siquiera hasta ahora. Con menos rebuznos y un gramo de criterio,
se hubieran afincado en el paso siguiente, obvio: ganar una importante cantidad
de gobernaciones y alcaldías para avanzar a las presidenciales 2018, pero los
“dirigentes”, y varios “asesores”, se burlaron de eso: “¡queremos el poder y no
estamos para pendejadas”.
“¡Vamos a referéndum
revocatorio!”, aunque el detalle es que este dependía… ¡de la buena voluntad el
gobierno para suicidarse! En cinco años pasaron como una horda que no dejó
piedra sobre piedra ni choza sin incendiar, acabaron con la AN que habían
ganado, los municipios, las gobernaciones y demás mecanismos para defender a la
ciudadanía. Tierra arrasada.
Un tradicional
visigodo, hoy en cargo diplomático de autoalivio, declaró hace tres semanas con
candor que induce al llanto que trabajaron en un estado de sitio con las
sanciones, para profundizar la depauperación general y así mover el tierno
corazón de gobierno ante el sufrimiento humano... El nunca se caracterizó por
un gran talento, pero esto es un exceso.
La lengua, castigo del
cuerpo
Su anuncio de que
vendría “guerra de cuarta generación” puso de punta a los cuerpos de seguridad
tras pistas para desarticular cualquier eventual plan del tipo Gedeón. Por la
boca muere el pez. Hay que alejarse del papagenismo político y los juegos de
patio de recreo, para reconstruir la vía democrática tal como en 2006 después
de la cretinada abstencionista de 2005, repetida en 2018 y 2020.
Entre la estatización socialista y las sanciones económicas, la opereta revolucionaria hizo metástasis sin cambio de régimen porque la alternativa se autoeliminó. El gobierno comprendió la necesidad dramática de clausurar el colectivismo destructivo y atraer inversiones internacionales, como evidencia la Ley antibloqueo, pero sabe también que si no cesan las sanciones, solo ingresaran capitales de sus países aliados, que no visten, diría Pierre Cardin.
En el plano interno,
muchos grupos empresariales negocian sistemáticamente con el gobierno para
trabajar. Pero no parece posible levantar la actividad productiva, el empleo y
generar riqueza, sin flujo abundante de capital privado y el concurso del Fondo
Monetario Internacional con el apoyo de EEUU, y la UE. Eso juega en llave con
la reinstitucionalización política, regresar al libre juego de poderes y
partidos y al Estado de Derecho.
Noruega mon amour
Se hace imperativo
regresar a Oslo o República Dominicana sin trampas, precondiciones ni
exclusiones, con negociadores no teledirigidos desde ningún centro de poder. Se
necesita un entorno favorable a los acuerdos que penalice a quien vaya a la
mesa con ases en la manga.
Para ello es necesario
el respaldo de las macro organizaciones, comenzando por la más importante, la
Iglesia También los empresarios, la academia, medios de comunicación. Pronto
serán las nuevas elecciones locales en medio de un espíritu abstencionista que
permitió al gobierno aplastar el 6D pasado.
El primer paso es
recuperar la importancia del voto ante los ojos de la mayoría y deberían ser
los que llamaron a abstenerse quienes lo hagan ahora a votar. Empresarios,
políticos, curas, comunicadores tienen que ser parte de ese esfuerzo titánico
para recuperar la confianza en el único recurso con que contamos los
ciudadanos. Que nunca más oigamos “votas, pero no eliges” o “intervención
militar democrática”
carlosraulhernandez@gmail.com
@CarlosRaulHer
@ElUniversal
Venezuela
FREDDY MARCANO, VERDUGOS DEL CONTROL EMOCIONAL
Una
guerra psicológica, pues, al fin y al cabo, no hay otra conclusión en torno a
la depresión colectiva que padece a diario el ciudadano venezolano. A todo esto
es esencial sumar la actual realidad mundial que se generó con la pandemia de
2020 y que mantendrá en vilo a toda una población en el recién llegado 2021. En
Venezuela, de forma demencial, la situación es manejada por unos verdugos del
control emocional, que no asoman ni un mínimo rastro de misericordia en el
mensaje y metamensaje oficial, oficialista y oficioso. Al contrario,
profundizan en el esfuerzo de imponernos la resignación, el pesimismo y la
sensación radical de zozobra, que desde los tiempos de Chávez fue sembrada y
cultivada con éxito.
Hoy
día, aquellas celebraciones y alegrías de un año nuevo, como los que se vivían
en nuestro país antes de la llegada del régimen, hacia el final de la década de
los años noventa, pertenecen solo a un nuevo sector que ha renacido gracias a
la construcción de ese nuevo modelo político; para el resto quedan solo esas
campañas que buscan amilanar, psicológicamente, al más pintado. Han
desarrollado un estado de descomposición psicológica que le permite al tuerto
ejercer su reinado por encima de los millones a los que han enceguecido o
buscan enceguecer.
Peor
que la pólvora contante y sonante es el manejo deliberado de una población, que
no come ni se médica, ni le alcanza lo poco, en su mayoría, o lo mucho que
puede generar en un trabajo honesto. Los verdugos del control emocional
maniobran y manipulan hasta el cansancio la buena fe de las personas. De ese
control oscuro se sabe, desde hace mucho tiempo, en Cuba y en otros países
cuyos regímenes se valen de las autocracias para dirigir y gobernar.
Este
2021 será de retos y cambios para el venezolano. Un año de pisar tierra, tanto
en lo social como en lo político; un año para aprender a gestionar nuestras
emociones, superando el miedo que nos han sembrado y buscando el equilibrio
mental. Hay que entender que todos somos parte del problema y que todos somos
la solución; que cada quien aportará desde su ámbito, para lograr, más temprano
que tarde, un cambio en esta situación que nos agobia; y que si no construimos
una unidad real y sincera, todo el esfuerzo podría ser en vano. El 2021 será el
año de la familia y Venezuela es una familia bajo estrés, que ha resistido,
persistido y existido bajo ese fatídico control psicológico. Solo en la unidad,
la comprensión, la aceptación y el perdón podremos encontrar una salida.
freddyamarcano@gmail.com
@freddyamarcano
JOSÉ LOMBARDI, VENEZUELA EN EL 2021
En
este contexto nos ubicamos en Venezuela, un país de riquezas despreciadas por
sus habitantes, no porque no les agrade sino porque entre el despilfarro y la
corrupción estas se han esfumado como el mago que desaparece sus cartas, en
Venezuela esos magos han sido un reducido grupo de habitantes a quienes
llamaremos “la elite gobernante o influyente” debo exonerar de responsabilidad
a los gobernados o el conocido “pueblo” porque este realmente ha sido ausente o
neutralizado, si revisamos la corta historia republicana de Venezuela nos
daremos cuenta en una simple ojeada que este nunca ha decidido nada, ha sido
manipulado y ultrajado por estas élites mafiosas, constituidas por militares,
empresarios y políticos, ampliando la calificación de “políticos “no solo
aquellos quienes militan en un partido político, aquí el término también caben
los líderes que hacen o hicieron vida en otras instituciones como son la
iglesia, sindicatos, universidades, etc.
La
razón de esta afirmación es muy simple y es que en Venezuela hay ausencia de
sociedad, esta exige ciudadanos y ante la carencia de estos se impone el
“gendarme necesario” el hombre fuerte que resuelve todos los problemas,
pesadilla recurrente en la historia venezolana que además nos ha marcado como
país, a pesar de estar en el siglo 21 seguimos soñando con ese caudillo
poderoso que hará el trabajo por nosotros y nos premiará con infinitas riquezas
y felicidad eterna, esto me recuerda al “país potencia” de Chávez o el “Make
American great again” de Trump, no es casual que la diáspora mayoritaria
venezolana en los Estados Unidos haya votado por él, este les afloro la nostalgia y el recuerdo
de la cultura del gendarme necesario que dejaron atrás, gracias a Dios en
Estados Unidos hay una sociedad institucionalizada que los salvó del salto
atrás, salto este que hubiese comprometido gravemente a la Democracia mundial,
pero este es otro tema del que hoy no hablaremos, el tema que nos ocupa es el
de los caudillos como figura y las elites influyente que los alimentan para
saquear a través de este.
La
solución a esta pesadilla requiere de un gran movimiento de voluntades
comprometidas con la nación que trascienda los intereses personales por los
colectivos impulsados por el noble sentimiento del amor, conseguir esto no es
sencillo pero tampoco imposible, la base de este movimiento debe sustentarse en
la educación para que a través de esta se edifiquen ciudadanos, la filósofa
norteamericana Marta Nussbaum lo propone como un programa obligatorio de
servicio civil nacional juvenil, algo similar a una cátedra de educación
cívica, ciudadana y derechos humanos.
Hacer
realidad tan ambicioso proyecto requiere de un pacto nacional a largo plazo en
donde los factores influyentes estén de acuerdo, este requisito es
indispensable lo contrario sería seguir alimentando la pesadilla, hay muchos
otros temas por desarrollar, pero lo iré haciendo progresivamente en mis
próximos escritos, lo importante es entender como venezolanos que la única
manera de progreso y desarrollo de un país está en manos de sus habitantes pero
para ser una nación democrática moderna se debe renunciar a ser habitantes y
comprometerse a ser ciudadanos sobre un pacto social centrado en la educación
principalmente de valores que le dé sentido al Estado democrático. La
diferencia entre un habitante y un ciudadano es que el primero no tiene
compromisos con la tierra que habita mientras que el segundo sí. No se trata de
ponerse la camisa vino tinto o la gorra tricolor, ni siquiera cantar el himno
nacional, se trata de algo muy superior, es sentirla como el amor de padre,
madre o hijo, estar dispuesta a darlo todo por ella.
Jose
Lombardi
jjlombardiboscan@gmail.com
@lombardijose
Venezuela
OMAR ÁVILA, PACTO MULTILATERAL PARA VENEZUELA
Con la responsabilidad que siempre nos ha caracterizado, quiero comenzar diciendo que nuestra Venezuela, para salir de su crisis, requiere un pacto multilateral, porque de seguir como estamos, iremos rumbo a la quiebra del Estado venezolano.
Nuestra
primera preocupación tiene que ver con la salud. Para nadie es un secreto que
el sistema sanitario no ha mejorado en lo más mínimo, que a la fecha tenemos
más casos activos que en marzo de 2019 en el país, pero además en este momento
hay mayor probabilidad de contagio, al punto que en días recientes se ha batido
récords de casos y de muertes diarias a nivel mundial.
Al
momento de escribir este artículo comienza una nueva semana radical, sin
embargo nuestra invitación es a que nos cuidemos, y por ende, nuestra recomendación
va dirigida, por un lado a respetar las normas sanitarias, el distanciamiento
social y el uso de mascarillas correctamente, y por otro lado al Estado a ser
más responsable y tener claro que el primer instrumento para combatir el virus,
es la verdad. Urge desarrollar una campaña de concientización. La bioseguridad
no es un juego ni un esnobismo, constituye la diferencia entre vivir o morir.
Es
preciso recalcar, que para vacunar a todos los venezolanos, el costo es tres
veces más de lo que representa el presupuesto de todo el año del Ministerio de
la Salud.
La
vicepresidenta Delcy Rodríguez, recién anunció que suscribieron un contrato con
Rusia para comprar 10 millones de dosis de la vacuna Sputnik V, eso alcanza
apenas para 5 millones de venezolanos.
Nosotros
queremos ratificar desde Unidad Visión Venezuela nuestra disposición a que nos
reciban en el Consejo de Estado y poder hacerle nuestras propuestas en los
distintos ámbitos; el gobierno debe escuchar y dejarse ayudar, ya que este es
un tema de interés nacional, no político. Es urgente poder darle respuesta a la
mayoría de los venezolanos, a ese clamor de tener mejores servicios, seguridad
social y alimentaria, en fin, mejor calidad de vida, y eso solo es posible
mediante un gran acuerdo nacional.
Es
perentorio atajar la crisis en todos los aspectos; hay escasez aguda de gasoil
en el Occidente del país, con lo que se pudiera paralizar la flota de camiones
de carga, de autogeneración eléctrica privada y de la maquinaria agrícola.
La
crisis de gasoil es infinitamente más trascendente que la de la gasolina. Ya
que del gasoil depende casi la totalidad de la maquinaria agrícola, así como el
90% del transporte de carga, la autogeneración eléctrica, las actividades
industriales y de procesamiento, así como el transporte público.
En
resumen, sin gasoil no hay actividad económica. Así se lo hicimos saber al
vicepresidente del área económica, Tareck El Aissami, por quien esperamos
también poder ser recibidos a la brevedad.
Para
nosotros, la gente es lo primero, por ello hemos dejado a un lado las
diferencias políticas y presentado ante las distintas autoridades que tienen
los recursos y el poder para llevar a cabo nuestras propuestas, que hemos
venido estudiando y formulando con total desprendimiento por el bien de nuestro
pueblo y de esa Venezuela que quiere crecer, desarrollarse, mejorar su calidad
de vida, que quiere innovar. Ese país que está trabajando en producir valor, en
generar bienestar, que se cansó de esperar soluciones políticas mágicas, y por
el que nosotros apostamos sea la Venezuela del futuro. Lamentablemente hasta
ahora, el gobierno no nos ha escuchado, obviando soluciones para sacar al país
adelante.
Omar A. Ávila H.
dip.omaravila@gmail.com
@OmarAvilaVzla
www.unidadvisionvzla.blogspot.com
JOSÉ L. ZAMBRANO P., MIS PROPÓSITOS PARA ESTE AÑO
Es
un modo definitivo de esperanza. Ser optimista hasta las últimas consecuencias.
Esta vez casi le abrimos la puerta a empellones a 2020 para que se fuese sin
más escándalos. Rematamos su presencia con el mismo conteo anual, como si
despegáramos el último cohete de nuestras vidas desde la Nasa.
En
esta ocasión quisimos que se fuera sin sonrisas, cerrero, ineludible, sin
parafernalias, pues nos hizo llorar a mares y nos encerró por meses en nuestra
indignación delirante. Un granuja sin remordimientos y severo para cumplir con
su dictamen endemoniado. Un año enfermo en todos los sentidos.
No
quisimos hacer las anotaciones de lo cumplido. No valdría el esfuerzo. Fue un
año perdido para la gran mayoría y nos mantuvo en un luto interminable.
Comprendimos que la tristeza puede compartirse masivamente y hasta logró tener
sello mundial. Las guerras más agresivas pueden entablarse sin una sola bala y
contra un enemigo invisible, minúsculo y reservado. Capaz de perderse en
nuestras propias negaciones.
Esta
vez aspiramos algo distinto. Queremos un año voluminoso, remozado de fe, con
resultados instantáneos para las soluciones de nuestros quebrantos y que nos
demuestre con hechos, el retorno de la capacidad de triunfo para los
propósitos. Que sea fascinante y justo, para no caer en la primera semana, en
ese abismo angustioso de no saber el rumbo.
Asisto
con fe a este bautizo. Ha nacido 2021 y lo llamaremos el de la recuperación
real; el sanador de heridas. Tampoco debemos ser abusivos y sobrecargarlo de
expectativas. Pero confío en que será mejor. Una oda balsámica para calmar los
resuellos de preocupación.
Tal
vez en los primeros compases nos azotará la misma puerta revoltosa, pues el
virus sigue teniendo tentáculos y hasta sustituye su atuendo. Pero este año
será diferente. No podemos ensombrecerlo desde este momento, pues debe de
irradiar luz para los cambios necesarios.
Tengo
mi lista presta a ser cumplida. Está llena de razones justas. Mis peticiones
son sencillas. La primera es dejar la crisis moral de lado. Ya sabemos que
nuestro descuido puede traer consecuencias. Que el vecino tiene la misma
necesidad de libertad y de contar con una buena salud. Debemos protegernos de
nuestro egoísmo y no ser cordero iracundo que aspira compartir el matadero. Una
buena actitud puede salvarle la vida al prójimo.
Deseo
que la recuperación sea una consigna emblemática. Que la conciencia del planeta
esté rebosante de solidaridad y la unión nos permita salir bien librados de las
malas conductas. Soy pertinaz de que podemos ser mejores. Que puedo estar bien,
si todos lo estamos.
Para
Venezuela aspiro una transformación inmediata. Que dejemos de ser los nuevos
balseros del continente. Que las excusas para la miseria no sean el plato del
día. Que el poder cambie de manos y sea utilizado para recuperarle las virtudes
a una nación valerosa. Que los países de la región se integren a nuestros
planes de libertad.
No
hay nada definido. Este primer mes podría convertirse en algo paradigmático y
complicado. Lo sabemos de sobra. Estados Unidos definirá su conflicto político
y sus rumbos verdaderos. Nuestro territorio tendrá dos asambleas para legislar
y no podemos abandonar la real, para no diluir la lucha. Y sobrarán los
resquemores por el coronavirus. Pero las siguientes semanas no sobrepondremos
de todo lo negativo. Hay que ser empecinado para alcanzar el éxito.
Deseo
para todos un venturoso 2021. Lo hice visión desde su primera campanada. Que
logremos convertir las heridas marchitas de un año desconcertante, en
cicatrices de crecimiento y la humanidad sepa entender su propio concepto. Un
fuerte abrazo de esperanza, que nos permita entender con sencillez, las buenas
noticias que vendrán. Mi brindis sincero por el futuro…
José Luis Zambrano Padauy
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
Exdirector de la Biblioteca Virtual de Maracaibo “Randa Richani”