viernes, 12 de julio de 2019

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, SÁBADO 13-07-2019

GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS: BACHELET, DE "PANA" A VILLANA... O AL REVÉS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 11 minutos
Unos cuantos “opositores” ruidosos la crucificaron sin esperar siquiera su llegada al país. Visitar Venezuela por invitación del usurpador, reunirse con los personeros del gobierno, cargar esa filiación socialista, eran motivos suficientes para condenar a Michelle Bachelet de antemano, vaticinando que su informe apuntalaría al régimen. No les importó que su agenda también incluía reuniones con víctimas y familiares de víctimas; que sus dos gobiernos como presidenta de Chile habían sido moderados y cuidadosos de los derechos humanos; que como funcionaria de la ONU (un organismo que... más »

DAVID UZCÁTEGUI: LA PALABRA POLÉMICA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 22 minutos
Cuando vemos las airadas discusiones que se levantan cada vez que se menciona la palabra “diálogo”, no podemos calificar a dicho término de otra forma que no sea polémico. Y no ha sido diferente a propósito del nuevo encuentro entre actores políticos venezolanos, esta vez en Barbados. Hay que comenzar diciendo que por supuesto, el hartazgo y la desconfianza tienen razones de existir. Se nos han ido tres lustros en intentos de diálogos entre los dos polos políticos del país y el empeoramiento de nuestras condiciones de vida son el mejor ejemplo de que tales esfuerzos han sido estér... más »

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES: ¡LA DESPOLARIZACIÓN!

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 32 minutos
La polarización es una enfermedad socio-psicológica cuyo efecto es la exclusión entre las partes, de lo que podría ser un grupo armónico, en dos facciones que desconfían y se agreden. Venezuela es pobre por polarizada, no por falta de recursos. Tan polarizadores han sido nuestros gobiernos excluyentes como los opositores que han jugado a excluirlos –y lo han logrado. La proyección a largo plazo de tal enfermedad es el fracaso del cuerpo social, deslizándose hacia la anarquía o descomposición en grupúsculos que van haciéndose fuertes en sus respectivos espacios a como dé lugar: Un ... más »

EDILIO PEÑA: LA TORTURA Y SUS EFECTOS LA EJECUCIÓN DE LOS ASESINOS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 39 minutos
Lo más terrible que acontece con los muertos de una dictadura, es que los convierten en números, en estadísticas. En informes pormenorizados. La muerte es la abstracción más absoluta. Tanto que los muertos no tienen la posibilidad cómo expresarla. No pueden contarla, referirla ni atestiguarla. Ni siquiera el último aliento de alguien que va a morir, es suficiente para invocar una explicación ante aquello que se le avecina desde lo desconocido. A nadie le importa su último auxilio que ahoga el susurro de la impiedad. Es un umbral que se transita indefectiblemente solo. El mismo Dios... más »

LAUREANO PÉREZ IZQUIERDO: EL PRÓXIMO PASO DE RUSIA EN VENEZUELA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 48 minutos
La incursión de Moscú en tierra venezolana tiene un final anunciado. La experiencia en otras latitudes Durante 26 años Omar Hassan Ahmad Al Bashir hizo y deshizo a su antojo en Sudán. No sólo fue su amo y señor, sino algo más. Aterrador. Fue el verdugo de un genocidio racial que se cobró la vida de alrededor de 400 mil personas. Se convirtió en una de las mayores pesadillas africanas de la historia con un oscuro récord: fue el primer mandatario por quien la Corte Penal Internacional pidió captura por sus crímenes contra la Humanidad en Darfur estando aún en funciones. Cuando ocurr... más »

GABRIEL BORAGINA: LA ECONOMÍA ATACADA POR LEYES ANTIECONÓMICAS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 59 minutos
Generalmente, se culpa al gobierno de turno por los fracasos económicos que acaecen durante su gestión. No cabe duda que un gobierno puede cometer torpezas económicas y -de hecho- la mayoría de ellos (sino todos) lo hacen cada vez que tienen la oportunidad. Nuestra mirada cortoplacista nos hace pensar que la culpa completa de los desastres económicos (grandes o pequeños) son del gobierno al mando del momento. Sin embargo, suele pasarse por alto que cuando un partido llega al poder, pesarán sobre sus espaldas y maniatarán su campo de maniobra de acción todo el peso de las leyes que ... más »

GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS: BACHELET, DE "PANA" A VILLANA... O AL REVÉS

Unos cuantos “opositores” ruidosos la crucificaron sin esperar siquiera su llegada al país. Visitar Venezuela por invitación del usurpador, reunirse con los personeros del gobierno, cargar esa filiación socialista, eran motivos suficientes para condenar a Michelle Bachelet de antemano, vaticinando que su informe apuntalaría al régimen. 

No les importó que su agenda también incluía reuniones con víctimas y familiares de víctimas; que sus dos gobiernos como presidenta de Chile habían sido moderados y cuidadosos de los derechos humanos; que como funcionaria de la ONU (un organismo que no ha reconocido a Juan Guaidó como presidente (e) de Venezuela), su papel debía centrarse en escuchar a todas las partes para que su informe pudiese tener calidad probatoria. 

Tampoco le dieron importancia al informe verbal que dos meses antes ella había presentado, con base en la evaluación in situ emitida por el grupo de expertos de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), lo cual permitía pronosticar un informe similar luego de su visita, si acaso, más abundante en detalles.

Mientras tanto, los personeros del régimen pensaban lo opuesto. Invitar a la camarada, la “pana” Michelle Bachelet, con la pretensión de que su visita sirviera para avalar la gestión de gobierno (¿podemos llamar así a esta destrucción inmisericorde del país?), era una jugada con la que el régimen pensaba limpiarse la cara como gobierno probo, presentar ante el mundo esa imagen impoluta que requiere para cambiar la percepción internacional negativa de la dictadura. En el colmo de la felicidad, los rostros irradiaban prematuras sonrisas de satisfacción.

Pues bien, las alegrías de estos se convirtieron en amargas decepciones, resumidas en 70 objeciones al informe, al que pretenden descalificar por “omitir en su totalidad los logros y avances alcanzados por Venezuela en materia de derechos humanos” ¡nada menos! En tanto, las iras de los prejuiciados criticones de oficio se han disuelto en un muro de silencio, porque salvo honrosas excepciones, no han tenido la gallardía de reconocer su error de juicio.

Así las cosas, el informe de la ACNUDH, signado por Michelle Bachelet y dado a conocer el pasado 4 de julio de 2019, es un apretado compendio de 83 párrafos, cada uno de ellos digno de análisis individual por la cantidad de cifras que dan cuerpo y sustancia a las denuncias. Por allí desfilan las violaciones a los derechos económicos y sociales, alimentación, salud; violaciones de los derechos civiles y políticos, la hegemonía comunicacional, la erosión del estado de derecho, el desmantelamiento de las instituciones democráticas, de todo lo cual somos testigos y víctimas los habitantes de este sufrido país.

Ni qué decir de la triste imagen en que quedan el Fiscal General (el poeta), el Defensor del Pueblo (¿alguien sabe quién es?) y el sistema de justicia, como instituciones responsables de la protección de los derechos humanos. Al primero se le acusa de participar de una retórica pública de estigmatización de la oposición, violando el principio de presunción de inocencia. En cuanto al segundo, se le reclama su silencio ante la reiterada violación de los derechos humanos por parte de las instituciones del Estado.

La criminalización de la oposición es un tema recurrente en el informe, detenciones arbitrarias, torturas, malos tratos, al punto de que entre las múltiples recomendaciones finales se solicita la disolución de las FAES (a quienes las víctimas llaman y así lo expone el informe, “escuadrón de la muerte” y “grupo de exterminio”) y la creación de un mecanismo con apoyo de la comunidad internacional para investigar las ejecuciones extrajudiciales que tan solo en los primeros 6 meses de 2019 suman 2.124 muertes (7.523 en 2018).

Declaraciones ulteriores de Bachelet confirman su comprensión de nuestros problemas: “Este informe no trata de política, geopolítica, relaciones internacionales o cualquier otra cosa que no sean los derechos humanos a los que todo venezolano tiene derecho”. “Exhorto a todas las personas con poder e influencia –tanto en Venezuela como en el resto del mundo—a que colaboren y contraigan los compromisos necesarios para solucionar esta crisis que está arrasándolo todo. Mi Oficina está lista para seguir apoyando. Todos deberíamos estar de acuerdo en que todos los venezolanos merecen una vida mejor”. Gracias, Dra. Bachelet.

TUITEANDO
Bachelet a propósito del asesinato del capitán Acosta Arévalo: “Recuerdo a las autoridades venezolanas que son responsables de la vida y de la integridad física y psicológica de todas las personas privadas de libertad”.
Rufo Chacón: adolescente de 16 años, a quien dejó ciego la barbarie de los organismos de seguridad del Estado. Una vergüenza que merece todo el repudio.
Gioconda San-Blas 
gsanblas@gmail.com
@davinci1412

DAVID UZCÁTEGUI: LA PALABRA POLÉMICA

Cuando vemos las airadas discusiones que se levantan cada vez que se menciona la palabra “diálogo”, no podemos calificar a dicho término de otra forma que no sea polémico. Y no ha sido diferente a propósito del nuevo encuentro entre actores políticos venezolanos, esta vez en Barbados. 

Hay que comenzar diciendo que por supuesto, el hartazgo y la desconfianza tienen razones de existir. Se nos han ido tres lustros en intentos de diálogos entre los dos polos políticos del país y el empeoramiento de nuestras condiciones de vida son el mejor ejemplo de que tales esfuerzos han sido estériles. 

Sin embargo, también hay que decir que las condiciones han cambiado. Justamente el inocultable deterioro de lo que hoy significa vivir en esta tierra ha alertado al mundo sobre la situación excepcional que sucede en Venezuela. 

La cantidad de migrantes que sale de nuestro territorio a como dé lugar es el mejor testimonio de que nuestra situación actual es insoportable.

Organismos internacionales, países vecinos e incluso lejanos, siguen con interés el acelerado deterioro de la nación que alguna vez fuera la joya de la corona en América Latina. 

Este escenario no existía en ninguno de los intentos de diálogo previos. 

Y es justamente por eso que, desde nuestro punto de vista, no se puede desperdiciar ninguna alternativa de encuentro entre las partes en este momento. 

Descartar alguna opción posible para resolver nuestras diferencias sería no entender la dimensión de la crisis y sobretodo lo que hemos vivido en más de veinte años. 

Es la urgencia del sufrimiento de la ciudadanía lo que hace imperativo trabajar por todos los flancos. En un padecimiento tan inédito como el de nuestro país, no se puede descartar ninguna alternativa. No nos podemos permitir que los sentimientos legítimos de ira y frustración nos lleven a lanzar al fondo del mar las llaves de los candados que nos aprisionan. El corazón caliente nada más es útil si se le hace contrapeso con la cabeza fría.

Existe una delegación de las fuerzas alternativas democráticas, la cual está revestida de legitimidad. Podemos no estar de acuerdo en muchas cosas, podemos ver diferentes matices, podemos increparlos, criticarlos, exigirles. Para eso son nuestros servidores públicos. Pero si tras ello no hay una intención de aporte constructivo para salir de esta trampa, entonces es como dispararse en el pie. 

Lo que sería una torpeza enorme es dudar de la legitimidad de un liderazgo que se ha venido construyendo con los años, a fuerza justamente de sangre, sudor y lágrimas, como dijera aquella frase famosa de Winston Churchill. Y, probablemente, al igual que el emblemático líder inglés que logró sobreponerse a la Segunda Guerra Mundial, no podamos ofrecer a nuestra gente mucho más que eso mientras terminamos de atravesar este oscuro túnel que parece no tener final. Un final que tenemos que construir nosotros mismos. 

Con esto queremos decir que lo perfecto es enemigo de lo posible. Que no debemos abrigar esperanzas falsas de soluciones mágicas. Que existen naciones que han logrado superar pruebas similares a la que nosotros enfrentamos hoy, pero que se han debido hacer cesiones de parte y parte. Como también hay principios que no son negociables, y demandamos a nuestros representantes que sean defendidos y preservados, porque es cierto: no tendría sentido ceder las más elementales exigencias y derechos de una colectividad puesta contra la pared por incontables penurias, muy bien detalladas en el contundente informe de la comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. 

Dar el brazo a torcer en lo medular es algo impensable, por cierto. La fuerza está de nuestro lado. No solamente la de la verdad y la de la ética, sino la de todos los que han comprendido en el mundo entero lo que está sucediendo aquí. La de quienes no se han dejado marear por una costosísima propaganda que no ha podido tapar el sol con un dedo. La de quienes están del lado de los venezolanos. 

Quienes juegan al malentendido en la comunidad internacional ya han sido desenmascarados. Ya los lobbys y los cabildeos para ganar voluntades no funcionan. La realidad es estridente y grita. Estamos a punto de entrar a la tercera década del siglo XXI. La tragedia se cuela por todas las rendijas imaginables, en esta era altamente tecnológica. 

Y sí, nos anotamos entre quienes piensan que los rumores que intentan torpedear la unidad de los demócratas venezolanos, provienen de quienes necesitan fracturar con la mayor urgencia posible a esta incuestionable mayoría. 

El diálogo no es traición. Es sensatez, para mantener abiertas todas las puertas posibles a la solución. De monólogos ya hemos tenido suficiente en estos 20 años. 

David Uzcátegui
duzcategui06@gmail.com
@DavidUzcategui

JOSÉ ANTONIO GIL YEPES: ¡LA DESPOLARIZACIÓN!

La polarización es una enfermedad socio-psicológica cuyo efecto es la exclusión entre las partes, de lo que podría ser un grupo armónico, en dos facciones que desconfían y se agreden. Venezuela es pobre por polarizada, no por falta de recursos. 

Tan polarizadores han sido nuestros gobiernos excluyentes como los opositores que han jugado a excluirlos –y lo han logrado. La proyección a largo plazo de tal enfermedad es el fracaso del cuerpo social, deslizándose hacia la anarquía o descomposición en grupúsculos que van haciéndose fuertes en sus respectivos espacios a como dé lugar: Un país fallido o que deja de serlo. 

Las causas de esta enfermedad son psico-sociales: las determinan el tipo de personas que somos. La polarización es un arma de quienes pretenden tener más poder que los demás. La motivación al poder está asociada a la anómia, síndrome cercano a la anarquía, pues consiste en el desacoplamiento entre los fines que propone la sociedad y los medios disponibles para lograrlos. De allí surge un “sálvese quien pueda”. A lo cual se le suma la desconfianza, síndrome que sirve para justificar la concentración del poder porque… “no se sabe qué puede hacer el otro”: hay que controlarlo. 

El exceso de motivación al poder y la polarización son difíciles de curar. Pero hay excepciones: Sudáfrica, Guatemala, Israel y Egipto, Argentina y Chile, negociaron y lo lograron. Veremos que pasa en nuestras negociaciones. Las opciones contra la polarización son, a corto plazo, fortalecerse para obligar al otro a negociar bajo un enfoque de asertividad y respeto mutuo. A largo plazo, la cura es prevenirla con educación. Sin embargo, mundialmente la educación está sesgada hacia la inteligencia racional, pero no se enseña inteligencia emocional o sesgo asociativo en nuestras relaciones.

 Nos enseñan muchas ciencias y pocas artes, pero nadie nos han dado un taller de autoconocimiento, autocontrol, empatía y destrezas sociales, para aprender a escuchar y comunicar, sin ignorar, ofender ni ceder demasiado. Hasta cualquier religión nos enseña más dogmas y ritos que caridad e inclusión. “La inteligencia sin probidad es un azote”. 

José Antonio Gil Yepes
@joseagilyepes

EDILIO PEÑA: LA TORTURA Y SUS EFECTOS LA EJECUCIÓN DE LOS ASESINOS

Lo más terrible que acontece con los muertos de una dictadura, es que los convierten en números, en estadísticas. En informes pormenorizados.

La muerte es la abstracción más absoluta. Tanto que los muertos no tienen la posibilidad cómo expresarla. No pueden contarla, referirla ni atestiguarla. Ni siquiera el último aliento de alguien que va a morir, es suficiente para invocar una explicación ante aquello que se le avecina desde lo desconocido.

A nadie le importa su último auxilio que ahoga el susurro de la impiedad. Es un umbral que se transita indefectiblemente solo. El mismo Dios se ausenta. Porque los muertos no tienen la posibilidad de regresar. Una vez que alguien es asesinado entra en el proceso del definitivo destierro. 

Sólo el espejismo del espanto lo recuerda brevemente, después es progresivamente olvidado. Los vivos comienzan a recordar a los muertos como ajenos, como un objeto que se puede poner y deponer. Sus pertenencias personales se convierten en una poderosa ausencia que se aferra hasta del estorbo, en ese espacio donde existió. Entonces, hay que deshacerse de ellas. Inclusive, de la última fotografía.

Lo más terrible que acontece con los muertos de una dictadura, es que los convierten en números, en estadísticas. En informes pormenorizados. Los únicos que no habrán de impersonalizar al muerto, así le hayan arrancado su preciada vida, son sus deudos, aquellos afectos más cercanos que estarán condenados a vivir el calvario de llevar a cuesta, por toda su existencia, el perturbador y obsesivo recuerdo de una de las formas más crueles de la muerte: la tortura. Esa lenta agonía que desmiembra el cuerpo, la psiquis y el alma de un ser humano, con un devastador dolor que no se puede describir. 

Pero, sí disfrutar hasta el frenesí, por los verdugos. Negociar con los asesinos de los muertos de una dictadura, es más que un desafío ético, es un acto de impudicia existencial. A menos que el negociador político, en una despierta e inesperada estrategia, se presente en la mesa de negociaciones, con el cadáver de ese ser a quien le borraron los mejores recuerdos de la vida, justo antes de partir para siempre.

Entonces, en medio del escándalo de los mediadores y observadores nacionales e internacionales, el negociador político ejecutará, en un acto impredecible, a los asesinos del cadáver.

Edilio Peña
edilio2@yahoo.com
@edilio_p

LAUREANO PÉREZ IZQUIERDO: EL PRÓXIMO PASO DE RUSIA EN VENEZUELA

La incursión de Moscú en tierra venezolana tiene un final anunciado. La experiencia en otras latitudes

Durante 26 años Omar Hassan Ahmad Al Bashir hizo y deshizo a su antojo en Sudán. No sólo fue su amo y señor, sino algo más. Aterrador. Fue el verdugo de un genocidio racial que se cobró la vida de alrededor de 400 mil personas. Se convirtió en una de las mayores pesadillas africanas de la historia con un oscuro récord: fue el primer mandatario por quien la Corte Penal Internacional pidió captura por sus crímenes contra la Humanidad en Darfur estando aún en funciones.

Cuando ocurrió esto en marzo de 2009 el reflejo del autócrata fue expulsar a organizaciones no gubernamentales que hacían llegar ayuda humanitaria al país. ¿Fuente de inspiración de Nicolás Maduro en Venezuela? Desde entonces la crisis se agudizó hasta alcanzar niveles dramáticos. Millones de sudaneses se vieron desplazados. A pesar de ello, Al Bashir se sostenía en lo más alto del poder.

«Como Fiscal de la Corte Penal Internacional tuve que investigar los crímenes cometidos en Darfur y después de revisar nuestra evidencia la Corte Penal Internacional libró órdenes de arresto contra él por genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra», dijo Infobae Luis Moreno Ocampo, quien dirigió la causa contra el sudanés.

Pero Al Bashir no resistió en soledad. Para ello recibió la inestimable asistencia de su socio circunstancial: Vladimir Putin. El máximo jerarca le ofreció su respaldo de todo tipo, sobre todo en la arena internacional, donde más debilitado se encontraba el genocida. Fue tal el «compromiso» que hasta le facilitó los servicios de una compañía –M-Invest, con sede en San Petersburgo– con íntima relación con el Kremlin para distribuir fake news que pudieran dispersar las manifestaciones -cada vez más violentas- que jaqueaban al régimen sudanés y para asesorarlo en materia política y represiva.

Pero ese fue sólo un servicio. El país se vio «invadido» por empresas rusas que llevaban a sus propios ejércitos de contratistas para protegerlas de las amenazas externas. Sobre todo, compañías dedicadas a la minería y la extracción subterránea, de acuerdo a un informe publicado por CNN. La oligarquía amiga de Moscú recogió sus beneficios. El gobierno -claro está- también y podría instalar una base militar estratégica en el Mar Rojo.

Fue tal el vínculo entre el petersburgués y Al-Bashir que éste último fue el primer líder musulmán en visitar a Bashar Al Assad desde el estallido de la guerra civil en Siria en 2011. El vuelo entre Jartum y Damasco se realizó en diciembre último, cuando aún el déspota sudanés resistía. El avión que unió ambas capitales no era oficial, sino ruso: fue provisto por M-Invest, la firma de los múltiples servicios.

Sin embargo, en abril de 2019 finalmente cayó. Fue depuesto por sus propios militares quienes le dieron la espalda. Los uniformados no transpiraban agua bendita, pero vieron en la salida del veterano tirano una posibilidad de restituir el orden en la nación africana. Y, fundamentalmente, su tranquilidad. Ningún actor extranjero se preocupó por impedirlo. Hoy está detenido. El abandono fue total. Ni refugio ofreció su antiguo socio. Ya había recogido suficiente y sentado bases sólidas más allá del veterano dictador. Recién en las últimas horas del viernes militares y civiles sudaneses alcanzaron un acuerdo de alternancia en el poder.

Argelia, otro socio abandonado

Por 20 años Abdelaziz Buteflika regió Argelia a voluntad. Y Moscú jamás olvidó su vínculo con el déspota. Las fotos con Putin eran frecuentes. Y en los últimos tiempos el país africano fue de gran auxilio en la guerra civil siria. El gobierno de Argel se volvió el principal comprador de armamento militar ruso en África -aviones cazas, submarinos, misiles anti tanques y helicópteros de combate- y uno de los mayores adquirientes de materia prima agrícola del gigante. Contratos que se cuentan por miles de millones de dólares a lo largo de unos pocos años.

En marzo pasado Buteflika envió a la capital amiga a su canciller Ramtane Lamamra, a visitar a su par Sergéi Lavrov. Necesitaba un respirador ante las crecientes manifestaciones en su contra por presentarse a un quinto intento de mandato presidencial. «Rusia y Argelia abogan firmemente por la no injerencia en los asuntos internos de otros países, creen en la prioridad del diálogo, en la vía pacífica y diplomática para resolver todas las situaciones de conflicto. Quisiera asegurar que lo que ahora sucede en Argelia es un asunto familiar e interno», señaló el ministro local. Es el discurso que el Kremlin emite cada vez que tiene que cuidar de un déspota allegado. Lo hizo en Sudán; lo hizo en Siria; lo hace -por el momento- en Venezuela.

Tiempo después, sus protegidos colapsan. Irremediablemente.

Con el dominio que se le escurría, el argelino de 82 años incluso ensayó distracciones para ganar tiempo. Convocó a la oposición, le prometió lo usual, una transición ordenada y participación en un gobierno futuro. El militar, en tanto, ordenaba aplastar las protestas que se multiplicaban en todo el país. Un mes después de la promesa de protección rusa, el 2 de abril último, Buteflika cayó. A no preocuparse: los negocios entre ambos estados perpetuarán.

El caos, también. Este viernes se cumplieron 20 marchas ininterrumpidas en las calles de la principal ciudad. La encabezan sobre todo los jóvenes quienes reclaman un cambio radical en la administración, aún bajo el manto del anciano dictador. Las elecciones libres están más cerca, dicen, pero el temor continúa.

Siria, casi propia

En septiembre de 2015 Putin ordenó bombardeos sobre ciudades dominadas por los rebeldes sirios. Eran aquellos que ponían en riesgo la autoridad de Bashar Al-Assad, el heredero de la dinastía que se eterniza en lo más alto de la cadena de mando de la nación desde 1971 cuando su padre Hafez -muerto en 2000- comenzó a comandar.

Los vínculos entre Rusia y Siria datan de los tiempos de la Unión Soviética. La asistencia al país árabe fue permanente y la alianza perdurable en el tiempo. Hafez tejió relaciones que le sirvieron a su hijo, décadas después, para aplastar los focos de conflicto en su país. Las víctimas de la guerra civil iniciada en 2011 se cuentan por cientos de miles.

Pero, otra vez, la presencia de los soldados rusos no fue gratuita. El Kremlin logró importantes acuerdos. Empresas nacionales podrán explorar en busca de petróleo y gas en territorio sirio durante los 25 años venideros. Ganancias plenas. El precio de la sangre de los compatriotas de Al-Assad. La obsesión de Moscú por los recursos naturales se repite una vez más. Pero no sólo eso. Hagiógrafos al servicio del ex agente de la KGB redactaron lo que será la nueva constitución siria. El opresor pudo dictar apenas unas pocas y tímidas líneas para simular autoridad.

Además, los beneficios del apego le generaron al imperio la posibilidad de tener su salida al Mar Mediterráneo asegurada por los próximos 49 años. Será en el puerto de Tartus. Al hacerse el anuncio nadie supo si el viceprimer ministro Yuri Borisov ironizaba: «Espero que en primer lugar beneficie a la economía siria», dijo.

No obstante, el arquitecto del desastre sirio está desnudo en su propia tierra. Luego de masacrar a su propio pueblo no puede confiar totalmente en sus aliados por conveniencia. Es que cuando más necesitó de su ayuda los militares que se suponían lo protegerían, le dieron la espalda. Fue en abril de 2018 cuando los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido bombardearon puntos estratégicos para Damasco. No hubo escudo ruso alguno que los refugiara.

Ocurrió luego de que Al-Assad ordenara un ataque químico contra su propia población en la ciudad de Duma, en las afueras de la capital. En esa ocasión más de 70 civiles murieron, entre ellos niños, como consecuencia del barril bomba que lanzaron desde un helicóptero. La mayoría de las víctimas perecieron por asfixia. El brutal hecho horrorizó a Occidente. No así a sus socios.

Maduro, y la soledad irremediable

Maduro sabe que hoy el tiempo es su principal fuente de oxígeno. Y que depende mucho de la asistencia extranjera para subsistir en el Palacio de Miraflores. Oficiales del Ejército que están a las órdenes de Vladimir Padrino López sospechan que más temprano que tarde sus «amigos» de Moscú los abandonarán a su suerte. Repiquetea en sus cabezas las experiencias de Al-Assad, Buteflika y Bashir a quien Putin les prometió amistad infinita.

Pero Rusia -como quedó en evidencia en los otros tres países- sólo está interesado en sus recursos naturales. Una vez cobradas todas las deudas marchará con los bolsillos llenos. Sobre todo de aquellos productos brillantes que extrae de la Cuenca del Orinoco, donde están empresas bajo la lupa rusa y militares cubriéndole las espaldas. En esta riquísima área pueden encontrarse todo tipo de minerales: petróleo, gas, hierro, aluminio… pero sobre todo diamantes y oro. Mucho oro.

Es extraño el intercambio. Venezuela está inmersa en una gran crisis humanitaria pero los aviones que parten desde bases militares moscovitas no transportan ayuda. Ni alimentaria ni sanitaria. Sólo trasladan personal militar capacitado en tecnología y en custodia de sus intereses. Eso sí: los Antonov-124 retornan súper cargados a su hogar. Es la paga extraída de las entrañas de la tierra y que desangra el futuro del país.

Incluso, los analistas rusos dudan de la capacidad de Maduro para arreglárselas por sí. Saben a la perfección que depende de ellos y la inteligencia cubana para perpetuarse en el poder sobre la base del espionaje interno y la represión a su gente. ¿Cuándo será el momento en que lo abandonen a su suerte?

Otro punto preocupa al Kremlin: cómo será su relación con los demás países de la región si insiste en ayudar al dictador al que nadie -salvo marginales excepciones- quiere en América Latina. ¿Podría hacer negocios o entablar relaciones más fluidas con la Colombia de Iván Duque? ¿Y con el Brasil de Jair Bolsonaro, un mercado más atractivo aún? Estos países son quienes más apoyan a Juan Guaidó, el presidente encargado que reúne el reconocimiento de la mayoría de las naciones del mundo.

Rusia abandonará a Maduro. Cree que ya está preparada para trabajar con otros chavistas renovados y que reúnan consenso dentro del territorio y prometan una transición ordenada -y no sangrienta- hacia elecciones libres. El tiempo del usurpador de Miraflores está ahora, súbitamente, en su contra.

Laureano Pérez Izquierdo
laureano@infobae.com
Toti Pérez Izquierdo
@TotiPI

GABRIEL BORAGINA: LA ECONOMÍA ATACADA POR LEYES ANTIECONÓMICAS

Generalmente, se culpa al gobierno de turno por los fracasos económicos que acaecen durante su gestión. No cabe duda que un gobierno puede cometer torpezas económicas y -de hecho- la mayoría de ellos (sino todos) lo hacen cada vez que tienen la oportunidad.

Nuestra mirada cortoplacista nos hace pensar que la culpa completa de los desastres económicos (grandes o pequeños) son del gobierno al mando del momento. Sin embargo, suele pasarse por alto que cuando un partido llega al poder, pesarán sobre sus espaldas y maniatarán su campo de maniobra de acción todo el peso de las leyes que le precedieron, y que en el país rigen desde décadas atrás.

En el caso argentino -al menos- la gran mayoría de estas leyes no sólo son inconstitucionales, sino que también son antieconómicas, y el partido gobernante (a menos que desee y pueda convertirse en una tiranía al estilo de la Venezuela chavista) está obligado a respetar todas y cada una de esas leyes, siendo el poder ejecutivo, meramente, el encargado de su aplicación.

Además de esto, también se soslaya que, no sólo gobierna el poder ejecutivo, y que este debe limitarse a rol de aplicar las leyes que ya existían y existen antes de la llegada del partido gobernante, sino que también gobierna el poder legislativo, que no para de sancionar leyes que, por lo general, también son cada vez más inconstitucionales y -por consiguiente- más antieconómicas. A pesar del tiempo transcurrido, creo que quien mejor expuso esto, que aquí simplemente delineamos, fue el prócer argentino Juan Bautista Alberdi en su maravillosa obra Sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina según su Constitución de 1853.

Alberdi fue el inspirador más importante de la Constitución de la Nación Argentina, la que pese a las graves mutilaciones sufridas con la reforma del 1994 todavía conserva parte del espíritu de aquella Constitución Fundadora. En la obra señalada antes, el insigne Alberdi detalla cual es el verdadero espíritu de esa Constitución, y que puede resumirse en una sola palabra: libertad.

Podemos decir que, un país es lo que sus leyes expresan y no lo que sus accidentales gobiernos -en suma, pasajeros- dicen que es o quieren demostrar que es.

Es cierto que en el caso argentino la gran mayoría de los gobiernos han querido (y seguramente seguirán queriendo) estar por encima de las leyes (Constitución Nacional incluida) y a veces consiguen ejecutar actos que circunstancialmente les permiten estarlo. Pero hay todo un entramado o tejido social subterráneo al gobierno y que este -por muy grande y poderoso que sea- no puede controlar, y que está construido por la burocracia, las leyes administrativas y un gran armazón de enmarañada y compleja red de reglamentaciones, resoluciones y disposiciones que no hacen más que entorpecer la vida de los usuarios y ciudadanos comunes que son, en definitiva, quienes configuran el motor económico de una nación.

Porque la economía no la hacen los gobiernos ni las leyes, sino los seres humanos que son los únicos que pueden producir o impedírseles de hacerlo, y para esto último están precisamente las leyes, dado que para producir el hombre no necesita de ninguna ley, sino sólo de su esfuerzo y voluntad de trabajar y ofrecer un servicio o bien con el cual será retribuido por alguien que esté dispuesto a pagar por él.

Las leyes -sobre todo cuando son excesivas como en el caso argentino- sólo pueden obstruir e impedir el desenvolvimiento económico y productivo de la nación, jamás al revés. Porque aún sin leyes, el hombre tuvo que descubrir -después de salido de las cavernas- que la única manera de prosperar pacíficamente era intercambiando con sus semejantes bienes o servicios que otros necesitaban para obtener lo que él quería.

Y fue Adam Smith el que reveló que, gracias al egoísmo de los hombres las sociedades salen a flote, aun cuando esos seres egoístas no lo desearan. Simplemente, están naturalmente compelidos a colaborar con la sociedad -aun involuntariamente- proveyéndola de bienes y de servicios como condición sine qua non para poder llevar a su casa lo que él y su familia necesitan para subsistir y progresar. El egoísmo es el motor humano -como dirían los economistas clásicos- que no necesita de ninguna ley del parlamento para que la sociedad adelante por sí misma.

La hiperinflación legislativa es un fenómeno típico del intervencionismo más extremo, creando el síndrome que dimos en llamar de legalitis o legismanía, que podría definirse como pasión por las leyes o por legislar todo lo legislable y también lo no legislable.

Esto no quiere decir que no deberían existir las leyes -lo que sería un contrasentido, más proviniendo de una persona que ejerce la profesión de abogado- sino que, como todas las cosas de la vida, lo que debe evitarse es su exceso, ya que todos los extremos son peligrosos, y no debe haber ni déficit ni superávit de leyes, porque la ley no es un fin en sí mismo, sino un medio para un fin, que es que allí donde se quiebre la convivencia -por cualquier motivo que sea- debe existir una ley que permita reestablecerla y punto. La ley no debe cumplir otro rol que el indicado: ser un correctivo para normalizar una situación anormal, si es que esta no puede solucionarse por sí misma o -mejor dicho- por los interesados e involucrados en la controversia. Y, por supuesto, deben existir las leyes penales, sólo para evitar la justicia por mano propia y no por otras razones más sofisticadas.

Ahora bien, todo lo que exceda lo anterior, sobra, y termina siendo nocivo para la sociedad, porque lejos de aventar los conflictos, los atrae, genera y retroalimenta. Maxime como sucede hoy en día, donde hay -prácticamente- leyes para todos los gustos, grupos y personas, y donde la velocidad con la que el congreso las expide hace que todos quieran tener "su" ley, hecha a su medida e intereses, o para su colectivo preferido, sindical, empresarial, laboral, religioso, docente, LGTB, feminista, abortista, etc. Lo que crea no pocos enfrentamientos entre estos diversos conjuntos y otros no nombrados aquí, que como queda visto demuestran que la proliferación de leyes lejos de traer paz social trae inquietud y tensión social.

En rigor, basta una sola ley. Aquella que simplemente dice: "la propiedad es inviolable".

Gabriel S. Boragina 
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