miércoles, 30 de junio de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com MIÉRCOLES 30/06/2021

 







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TITULARES DE HOY
30/06/2021

OFELIA AVELLA: ESPERANZA Y LIBERTAD

Gabriel Marcel, el filósofo de la esperanza, ahonda en esta virtud tan difícil de saber bien en qué se funda, en momentos en que su país está ocupado por fuerzas extranjeras. “Se espera” en aquello que no se tiene y que apunta, por lo mismo, hacia un destino, una finalidad. Dice Marcel: “La esperanza, evidentemente, no alcanza solo a lo que está en mí, lo que pertenece al terreno de mi vida interior, sino a aquello que se presenta como independiente de mi posible acción, y particularmente de mi acción sobre mí mismo: yo espero la vuelta del ausente, la derrota del enemigo, la paz que devolverá a mi país las libertades de las que el desastre le ha despojado” (Homo viator). Sabemos bien que ese ausente puede no regresar; que el enfermo puede morir y que una guerra puede durar mucho más de lo previsto. ¿En qué esperar, entonces? ¿En dónde asirnos?
 
Es interesante que Marcel asocie la esperanza a la paciencia, al pudor de un corazón limpio, capaz de creer que un presente difícil puede cambiar. El desespero, la impaciencia, por el contrario, ensombrecen el horizonte por forzar unos cambios que ameritan de mayor reflexión o de un cierto estado de paz interior que ayude a enfrentar las situaciones más atinadamente. El esfuerzo cotidiano, el estudio, la reflexión sobre lo que es la libertad (de movimientos y de conciencia), el sincero cambio interior por esmerarnos en ser mejores, será lo único que puede ir estructurando, desde “dentro” hacia “afuera”, una realidad tan desestructurada. Los cambios profundos son lentos y a veces imperceptibles, pero así como la semilla va creciendo bajo tierra sin que nadie lo advierta, asimismo sucederá en el país si los que hacemos lo que podemos, lo que está en nuestras manos, con tenacidad y constancia (con la mejor voluntad de la que seamos capaces), seguimos sembrando aunque parezca que no hacemos nada.
 
Marcel dice que por esperarse algo que no se tiene, este bien ausente por los momentos será, al hacerse presente, una gracia, un don, un regalo. En parte no dependerá de nosotros, pues a veces las circunstancias no se adecuarán en absoluto a lo que teníamos en mente. A veces, en cambio, resultarán más parecidas a lo que esperábamos. Por eso la verdadera esperanza debe afianzarse en el ser de las cosas; no en el tener, pues poner condiciones a priori a lo real solo generará una gran decepción cuando las cosas no resulten como queremos. La realidad es como es y, lejos de invitarnos a la pasividad, la esperanza necesita de nuestra parte una apertura que sea capaz de desprenderse de los resultados inmediatos o de los esquemas que tenemos (pues todo puede exigirnos virajes que, de no estar abiertos, no advertiríamos como necesarios). Se trata de confiar en los procesos y, es la lucha diaria, cotidiana, en lo concreto de cada instante, como los hombres vamos fortaleciéndonos y adecuándonos a lo real y a la novedad de los tiempos.
 
Esta apertura a lo real no es fácil, pero es ella la que nos ayuda a experimentarnos más libres, pues desprendidos del resultado que puede tardar en llegar, y derivar, además, en algo distinto a eso que esperábamos, los hombres vamos descubriendo un “paraíso” interior en el que anidan las fuerzas que nos impulsan a luchar y a trascender lo difícil. Si todos fuésemos esmerándonos en ser cada vez mejores; cada vez más humanos y profundos, el ambiente que nos rodea, el de nuestros seres queridos más cercanos, irá estructurando lo desestructurado y desmontando lo falso: lo debilitado ya por una vida agotada por este régimen que oprime.
 
Vivimos tiempos de fragmentación. Ya el país es grande y sus regiones, distantes unas de otras. Esto hace que integrarnos sea difícil. Si a esto añadimos las injusticias y el desorden que vivimos; la corrupción y la arbitrariedad de los que gobiernan; sabemos bien que el panorama se torna ensombrecido. Yo no veo otra salida que la de que cada uno sea mejor persona, sabiendo, de antemano, que por libres, unos querrán cambiar y otros no. Esto implica abrirse a todo el que sinceramente apueste a un cambio por un país distinto. La esperanza, extrañamente, se asocia también al misterio del mal, pues la piedra de tranca que amenaza siempre con frustrarnos es lo que duele, lo que hace sufrir, y resulta difícil de asimilar. Cuando uno se siente incapaz de superar lo adverso, la desesperanza asoma con fuerza. Por eso no es lo mismo ser creyente que no serlo, como bien dice Marcel, pues una progresiva apertura a lo real y a los demás conduce como de la mano a Dios. La fe en que Él viene en nuestra ayuda en todo momento, pero con mayor razón cuando todo nos sobrepasa, constituye una fuerza que brota de Su propia intimidad. Si no fuese por Él, a veces, sencillamente, no podríamos con las pruebas de la vida.
 
Así como la muerte no viene a diluirnos en la nada, así los hombres estamos llamados a rebelarnos contra las injusticias y a procurar enfrentar lo que va mal. A veces tocará resistir en silencio, no dejando que impere en nosotros la injusticia que advertimos fuera. A veces se nos exigirá un enfrentamiento más directo con las circunstancias (aunque aquella otra vía es la base de toda lucha), según cada uno vea que pueda hacerlo en concreto.
 
El camino es siempre tratar de ser mejores. Como dijo Rafael Tomás Caldera en algún artículo de hace algunos meses, la “receta” para tiempos como los nuestros es tan antigua como la historia de la humanidad: vida interior; profundidad de sentido; apertura a la naturaleza y a Dios. De allí nace la fuerza para luchar y reconstruir una sociedad desestructurada.
 
La esperanza camina hacia la luz si nos abrimos al futuro. El desespero ensombrece el horizonte y genera frustración. La apuesta por la apertura es la apuesta por la claridad que podrá abrirnos nuevas rutas de reencuentro entre los que queremos otro país.
 
Ofelia Avella
ofeliavella@gmail.com
@ofeliavella
Venezuela

CARLOS BLANCO: EL CORRAL ELECTORAL

1.-     Ya el régimen y el sector asimilado de la oposición culminan los arreglos preelectorales. Esas elecciones regionales van a ocurrir porque ambos sectores las necesitan. Ha sido claro el mensaje de quienes en la oposición las promueven abiertamente: es una rendijita que hay que aprovechar porque todo lo demás fracasó; es una oportunidad de ganar “espacios”; permite la acumulación de fuerzas; y es un hacer, diferente a quienes despanzurrados en su casa, con un vaso de cerveza en la mano y el control de la televisión en la otra, optarían por “no hacer nada”.

2.-     Ese cuento tiene algunas troneras. La idea de que todo lo demás fracasó es absolutamente estática porque supone que se experimentó todo y ante tal desastre, solo queda esa ratonera en la cual refugiarse. Curioso argumento porque dice que todo lo demás fracasó menos aquello que se proponen que también ha fracasado múltiples veces: las más recientes son la elección de gobernadores de 2017, la elección fraudulenta de Maduro en 2018 y la de Asamblea Nacional el pasado diciembre. Si todas las vías intentadas han fracasado es porque, una de dos: no hay forma de derrotar al régimen o, en segundo término, a algunas de esas vías les faltó o sobró algo. Tema a discutir oportunamente porque quienes han contribuido decisivamente a hacer fracasar otras vías, son quienes hoy enuncian ese fracaso como si fuese un fenómeno cósmico inexplicable.

3.-    El tema de los espacios es otro fantasma que recorre el espinazo de la oposición asimilada. Allí hay dos temas. El primero consiste en que hay una observación estática interesada: se ganan unos espacios para ser perdidos casi inmediatamente, el caso más relevante es el de la Asamblea Nacional ganada clamorosamente el 2015 y anulada progresivamente, para no hablar del fraude con los gobernadores electos obligados a postrarse ante la AN de Maduro. El segundo aspecto se refiere a quién “gana espacios”. Se enuncia que quien los gana es el pueblo, las masas, los ciudadanos; en realidad son los partidos, aunque tampoco. Son fragmentos de partidos que avenidos con el régimen se les permite unos gobernadores o alcaldes. Siempre se escapa uno, el cual luego es sometido por las huestes rojas.

 4,-    El otro capítulo es el de la acumulación de fuerzas. Este concepto es hijo del progresismo marxista, según el cual la historia es una carreta cargada de futuro, que tiene trabada la palanca del retroceso o simplemente no la tiene. Cada paso sería, de acuerdo con esta historieta, un paso hacia la emancipación, la libertad, el hombre nuevo o alguna variante recientemente descubierta del Cromañón. Lo cierto es que puede haber acumulación de fuerzas y desacumulación de fuerzas; se puede ir hacia arriba y también hacia abajo, hacia delante y hacia atrás. No hay nada garantizado. Lo que ha hecho la oposición desde los primeros meses de 2019, época prometedora y gloriosa, ha sido perder fuerza. La historia reculó sin ninguna vergüenza.

5.-     El tema según el cual ir a votar es “hacer” y el no acudir a “la fiesta cívica” es “no hacer” es tramposo. Suponiendo que ir a votar sea un acto que requiera un esfuerzo fenomenal (para los flojos y trasnochados sin duda lo es), es una conducta tan electoral, pero tan electoral, como abstenerse. Ambas son conductas electorales: se refieren al mismo asunto de manera diferente, como es el caso de votar por unos candidatos o votar nulo o en blanco. Pero, aparte de esa precisión, conviene otra: el acto de abstenerse cuando las máquinas del régimen y de la oposición asimilada te dicen a cada minuto que si no concurres a las urnas dejas de cumplir con tu deber y te conviertes en un bichito cómodo que no te ocupas de la civitas, hay que tener presente que se requiere una actitud de firmeza y convicción, y una actitud de resistencia que ya querrían para sí los promotores del espectáculo.

6.- Resulta curioso que la oposición asimilada se dedique a denostar a los que no van a participar, a los que frecuentemente abominan como minoría ruidosa, promotora de invasiones que no vendrían y de conductas esquizoides, en vez de convencer con la lógica suave de sus argumentos a los ciudadanos. Si son dirigentes, convenzan. ¿O no pueden porque la minoría no los deja?

7.-    Lo que es claro es que el niño expósito del “cese de la usurpación”, abandonado a las puertas de la MUD, ha sido transado inexplicablemente por el gnomo siniestro de las elecciones medianamente transparentes, con “habilitaciones” políticas pactadas y con garantías. ¿Dije garantías? Sí, para la continuidad del régimen.

8.-    Una de las cosas que menos se asume y es más clara es la función de las elecciones para Maduro. Hay quienes creen que es algo a lo que Maduro llega por la presión internacional y por tal razón –los de buena fe- caen en sus trampas. El proceso es como sigue: un sector de la oposición, la asimilada, lanza una campaña según la cual el único camino serio son las elecciones, estas u otras; convencen aquí a unos, más allá a otros, que se marean con el asunto de la participación y lentamente se meten en el corral. Una vez metidos allí los resultados a gran escala se saben (el régimen gana aunque las encuestas decían que la oposición tendría 18 gobernaciones, mínimo); los opositores logran 4 gobernaciones que pueden ser 5 o 6, o 3, dependiendo de los criterios de asignación convenidos. Cuando pasa el jolgorio, se asienta el polvo en el terraplén donde la fiesta ha tenido lugar, viene la más importante victoria del régimen: hundir en la depresión a los ciudadanos demócratas. Si jugaron la única y última salida, y allí fueron derrotados, ese espacio en el alma lo llena la desesperanza, el vacío. Es así como a Maduro le gustan las elecciones; han aprendido.

Carlos Blanco
carlos.blanco@comcast.net
@carlosblancog
Venezuela – Estados Unidos

DOMINGO A. RANGEL: SOLO PARA DIOSDADO

Desconfío de quienes rezongan el nombramiento del ingeniero Diosdado Cabello como encargado de reestructurar el Poder Judicial. Quienes reaccionan negativamente demuestran que el país requiere una oposición seria, creíble y que no se encochine cuando administre dineros públicos. No la hay.
 
¿Querían un juez al frente de esta comisión? ¡Sería la primera vez que le piden a quienes dañaron una institución, que a meses de una elección… reparen lo que ellos han deteriorado al punto de cierre!
 
Al diputado Cabello desde una oposición patriota y seria, se le pueden exigir cosas distintas al título de abogado.
 
Por ejemplo se le debe exigir que no vaya a tomar el camino de aquel “infiltrado”, al que el presidente Chávez le pidió reestructurar Pdvsa y la convirtió en una filial del partido que definió como “roja, rojita”.
 
Los resultados están a la vista. Pero pensando en positivo caben recomendaciones útiles.
 
Una: el Poder Judicial se viene deteriorando desde la huida de Pérez Jiménez… tómese su tiempo diputado.
 
El segundo se refiere a lo que antes sobraba y ahora no hay… recursos.
 
Y es lo que más se requiere… y nunca se menciona… a causa del nominalismo español que le metió en la cabeza a mucha gente… que una ley todo lo resuelve.
 
Si no nos ponemos en mente que en 5 o 10 años… Venezuela como meta tenga tribunales que jamás atiendan más de 4.000 ciudadanos… y que a lo sumo el juez sentencie menos de 300 casos al año… no se hará nada que el mundo admire… y eso cuesta.
 
Dejé de último la carrera judicial… el sueldo y la estabilidad.
 
El salario obvio que debe ser como para que el candidato no se vea en posición… a vender sentencias.
 
Pero la carrera es otra cosa: un abogado generalmente nunca será un buen juez… porque para eso no lo prepara la universidad… y si se quiere tener jueces de primera… el candidato a estudiar derecho… debería antes sacar otra carrera universitaria… y la judicatura sería un post grado.
 
El tema del Sistema Judicial abarca las cárceles… los defensores públicos… la Fiscalía y los Fiscales… y los jueces de paz.
 
 
Si Diosdado está dispuesto puede prestarle un gran servicio a la Nación… no es fácil y cabe desearle éxito… aunque la imbecilidad apueste a lo contrario.
 
Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR
Venezuela

SOLEDAD MORILLO BELLOSO: A DOSCIENTOS AÑOS...

Aunque  parezca insólito, yo fui primero a Nueva York que a Carabobo. Fácil explicación. Vivíamos en Maracaibo. Mis idas a Caracas eran en avión. Todos nuestros  viajes por tierra consistían en recorridos por el Sur del Lago y Los Andes. Cuando mis papás armaron nuestra mudanza familiar a Caracas, mi hermana Mercedes y yo fuimos a Nueva York por razones médicas. Pasamos más de un mes allá y volvimos a Venezuela por barco, en el Santa Paula, en travesía desde el puerto de NY hasta el puerto de La Guaira, previo un toque de unas horas en Curaçao. Ya la familia estaba instalada en una casa alquilada en la urbanización Altamira en el este de Caracas. A mí me tomó mucho tiempo adaptarme al cambio.
 
Tan pronto hubo unos días libres, mi papá organizó viaje por carretera a la finca, La Gloria, en Santa Bárbara de(l) Zulia. En ese viaje, mi papá fue contándonos todos los lugares por donde fuimos pasando. Apenas amanecía cuando llegamos a Carabobo. "Aquí logramos finalmente ser libres", dijo mi papá con esa voz ronca que tenía.
 
Yo fui una niña enamorada de los cuentos. Y Venezuela tenía montones. Quizás porque fui siempre muy buena oyente, Papá sentía que yo era perfecta para llevarme a todas partes. Inauguraciones, desfiles, paseos, visitas, recorridos. En cada lugar que íbamos  había un cuento, una anécdota, un relato.
 
Conozco casi toda Venezuela. Por placer, por estudios y por trabajo la he recorrido casi de punta a punta.  Me faltan dos estados: Amazonas y Delta Amacuro. Y hay lugares donde tengo que ir antes de "estirar la pata".   Canaima, por ejemplo.
 
Claro está, desde aquella primera vez de niña en Carabobo he ido muchas veces. De placer y por trabajo. Y así como me pasa "cuando voy a Maracaibo y empiezo a pasar el puente, siento una emoción tan grande que se me nubla la mente", siento que en cada oportunidad que cualquier venezolano vaya a Carabobo debe tener a flor de labios una palabra: respeto.
 
Este es un país de cuentos y de emociones. Quienes no lo saben y no lo  entienden creen que pueden inventar historias falsas. Eso es no solo tonto, es imposible.
 
El intento de redecorar Carabobo con fastos fatuos no dejará huella en la historia. Porque Carabobo es Carabobo.
 
Soledad Morillo Belloso
soledadmorillobelloso@gmail.com
@solmorillob
Venezuela

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: EL VOTO COMO SUICIDIO

En la Venezuela socialista se han desarrollado 25 procesos electorales, tras cada episodio de estos el país empeora alarmantemente. La única diferencia es que con Chávez, su imposición del Estado Comunal, los estragos de este centralismo ultroso se pudieron disimular amén del boom petrolero, pero con Maduro, al quebrar Pdvsa, todos esos desmanes quedaron inmediatamente al descubierto.
 
Todo ello tiene un por qué: Los procesos electorales han sido innaturales, con candidatos impuestos, irrespetando el desiderátum popular, con la edificación de una institucionalidad forzada que permitió, entre otras desgracias, la imposición de leyes total y absolutamente ajenas a todo lo venezolano.
 
Estos más de 20 años de socialismo ha revolucionado al país ciertamente, pero en lo negativo, pues no solo las problemáticas de la llamada cuarta república se han agravado a la enésima potencia, sino que se han creado otras mucho peores.
 
¿Por qué? Porque el voto en esta revolución no cuenta, no sirve, es ignorado. Muy lamentablemente, las instituciones y las leyes solo figuran como elementos decorativos en los discursos de los voceros del régimen, al final, el chavismo ha manejado al país a sus anchas, sin límites, aún cuando los venezolanos le han quitado electoralmente gobernaciones, alcaldías y el parlamento nacional, en la práctica no los ha perdido porque retuvo inconstitucionalmente sus competencias, recursos y les impuso un poder paralelo… el voto jamás ha importado.
 
El momento cúspide de la desaparición del voto fue cuando en 2007 los venezolanos dijimos no a la reforma constitucional, pero a las pocas semanas Chávez la impuso vía habilitantes y AN del momento. Nacieron los protectores, ciudades comunales y pare de contar.
 
El Estado Comunal entró en pausa forzada porque el expresidente Chávez falleció, él era quien podía obligar a los alcaldes y gobernadores (que él mismo imponía) a “ajustarse” a este Estado. Sin embargo, ante la imposibilidad de realizar elecciones transparentes y ante el castigo de la comunidad internacional ante las farsas electorales, hoy el Estado Comunal es desempolvado y puesto en marcha.
 
Básicamente, el Estado Comunal tiene como objetivo principal someter las estructuras gubernamentales a la hegemonía partidista, desde el control comunitario aguas arriba, como en Cuba, de este modo, la elección directa de gobernantes, en elecciones secretas, universales, quedarían para la historia.
 
Además, el proyecto se desempolva porque los municipios y regiones están devastados, en ruinas, sin situados ni recaudación fiscal, que mejor momento para pactar con la “oposición electorera” para entregárselas para luego responsabilizarlos del caos, así alimentar el discurso en pro del ignominioso Estado Comunal ¡Para este tipo de artificios es para lo único que sirve el voto en revolución!
 
Sí los procesos electorales no son apegados estrictamente a la ley, a los preceptos democráticos, con institucionalidad, se convierten en lo que se han convertido en Venezuela: Un suicidio colectivo.  

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

OMAR AVILA: ES LA ECONOMIA VALE

De seguir como estamos, en escasos cuatro meses pasaremos a ser el país con la hiperinflación más larga de la historia. Con una economía que va para siete años que no crece y un salario que tiene 12 años decayendo.
 
Nosotros, una vez más exhortamos al vicepresidente del área económica Tareck El Aissami y demás responsables del tema económico, a que podamos reunirnos, sentarnos a revisar la política económica en el que podamos incluir objetivos claros que nos permitan empezar a crecer y por ende a recuperarnos de manera equitativa. No hay que ser economista para saber que desde hace años transitamos en dirección contraria en esta materia.
 
Nuestra Venezuela hoy necesita de una revisión en la forma que ha venido siendo gobernada y administrada, al menos en las últimas cuatro décadas. Indudablemente que los últimos 22 años han profundizado aún más el desastre.
 
Actualmente, aunque el país tenga la mayor reserva de petróleo, no hay combustible suficiente para abastecernos normalmente; en el que teniendo una de las más grandes reservas de agua del planeta, el racionamiento del vital líquido es el pan nuestro de cada día, y peor aún, hay sectores que para poder tener agua, deben pagar altas sumas en camiones cisternas; en fin, que muchos venezolanos tengan que vivir como camellos, u otros sectores en los como recientemente me lo han manifestado compañeros del estado Zulia y Cojedes, donde el agua que llega no es apta para su consumo.
 
La energía eléctrica no se queda atrás y es otro dolor de cabeza para nuestro pueblo, en la que a pesar de esa supuesta inversión milmillonaria en este rubro, se redujo la capacidad de generación termoeléctrica a menos de la mitad. Prueba de ello son los constantes apagones y racionamientos a los que somos sometidos.
 
En resumidas cuentas, no hay un área en donde podamos decir que hemos avanzado, y como dice el dicho: “éramos muchos y parió la abuela”. Tenemos las sanciones económicas que no han hecho más que exacerbar la crisis humanitaria, debilitar a los ciudadanos en general, y lo peor de todo, es que estas han permitido atornillar al principal responsable de esta situación, es decir, a Nicolás Maduro.
 
Es hora de que esto llegue a su fin, desde Unidad Visión Venezuela apostamos a que haya un acuerdo en esta dirección y por ello vemos con optimismo las recientes declaraciones de la UE, EEUU y Canadá.
 
Acuerdo que debe generar confianza en la institucionalidad para poder atraer inversión al país tan necesaria para comenzar a recuperar nuestra calidad de vida, y eso por supuesto, comienza con rescatar el poder de compra que le de la fuerza y el impulso necesario al hecho económico.
 
Esto será posible en el corto plazo, si por un lado existe la voluntad de los actores que hoy en día tienen el poder, de darle un viraje a las políticas públicas actuales, de lo contrario toca ir preparándonos, organizándonos e ir logrando recuperar espacios (gobernaciones, alcaldías y cuerpos deliberantes), eligiendo a los mejores.
 
Por esta razón debemos exigirles a los candidatos que aspiran ser electos el próximo 21N a que presenten una propuesta viable de políticas públicas para su localidad en materia económica, energética y ecológica. Que podamos darle esa cuota de poder a quienes entiendan que la situación país en la cual nos encontramos con respecto al debacle económico, energético y ecológico que mantiene al país postrado de cara al futuro, en el que con un plan único podamos ir avanzando y que bien sea en el 2022 (dependiendo de los resultados de las elecciones regionales y municipales), o en su defecto en el 2024 podamos expulsar con millones de votos a los responsables de esta debacle.

Omar Avila
oavila1973@gmail.com
@omaravila2010
Diputado a la AN
Venezuela