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miércoles, 21 de abril de 2021
ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MIÉRCOLES 21/04/2021
BEATRIZ DE MAJO: EL COSTO DE CAER EN DESGRACIA. CHINA HOY
ANDRÉS HOYOS: EL EJERCICIO DE OPINAR
Tendría yo
que ser un iluso de siete suelas si pensara que es posible convencer a la gente
de algo con una columna o incluso con un ensayo más largo. La gente suele tener
opiniones formadas sobre los temas de interés, las cuales son el acumulado de
años de roces, y no se deja mover del pedestal con facilidad. ¿Entonces para
qué sirve el ejercicio de opinar si usted descarta de entrada la posibilidad de
avanzar su punto de vista, estimado columnista? Bueno, sirve para poner a
circular ideas que, así no ganen adeptos de golpe y porrazo, sí exigen al menos
ser tenidas en cuenta, aunque solo sea para después echarlas a la caneca. La
gente con frecuencia vive cómoda en medio de sus contradicciones y no le gusta
que se las sacudan o pongan en evidencia.
Tomemos un
ejemplo. En este espacio yo he sostenido repetidamente que la guerra contra las
drogas, según la ejerce el Estado colombiano sobre todo cuando está en manos de
la derecha, como ahora, es un desatino monumental. Pues bien, la opinión
pública es prohibicionista en su amplia mayoría. Sin embargo, cuando se les
pregunta si no les parece dramático que haya tantos asesinatos de líderes
sociales, lo más normal es que le reviren a uno con mucha fuerza,
considerándolo tibio, si no cómplice. Este es uno de esos territorios de los
círculos cuadrados, porque si alguien quiere que bajen e incluso desaparezcan
los horrendos asesinatos de líderes sociales, es preciso que acompañe su deseo
y ayude a fomentar un cambio en la guerra contra las drogas por la simple razón
de que son los mafiosos de todo tipo los que pagan el sueldo de los sicarios
que asesinan líderes. Solo reduciendo el flujo de dinero disponible para pagar
por matar se puede afectar esta actividad.
Abundan por
ahí las convicciones de base contradictoria. Otro ejemplo: las varias ías no
solo no sirven para combatir la corrupción, sino que al final de cuentas la
fomentan. ¿Por qué? Porque al hacerles la vida a cuadritos a muchos
funcionarios probos los alejan de la función pública, dejando el camino libre a
quienes, por saber manipular incluso a un fiscal o a un procurador, roban y se
lucran con más tranquilidad. Los problemas sí que existen, pero no se
solucionan en las ías. Piénselo, querido lector escéptico, ¿cuál fue el último
exfiscal general, exprocurador o excontralor elegido presidente de Colombia?
Desde que está vigente la Constitución de 1991, ninguno. Esto sin duda
significa que los electores no consideran que las ías sean un trampolín
legítimo para los altos cargos del Ejecutivo, en especial la Presidencia, y les
ahorro los ejemplos porque no tengo espacio.
En 1979 se fundó el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) como heredero de los tribunales Russell-Sartre. El TPP tampoco es una corte internacional que La conciencia de la humanidad y el Tribunal Permanente de los Pueblos en Colombia
En su
examen al Estado colombiano, el Comité contra la Desaparición Forzada enfatizó
en la necesidad de aclarar las cifras, sobre todo referentes a niños.
ONU pidió a
Colombia aclarar cifras sobre la desaparición forzada
En el
ejercicio de opinar, lo que importa no es qué piensa usted —al fin y al cabo
uno encuentra por ahí opiniones para todos los gustos, algunas originales,
muchas gastadas y falsificadas por la experiencia—, sino por qué piensa lo que
piensa, es decir, de qué manera sustenta su opinión y cuál de las muchas
opciones de justificarla escoge, porque suelen ser numerosas, como lo son las
que la contradicen.
En fin, yo
sigo aquí de pararrayos.
HUMBERTO SEIJAS PITTALUGA: EL NACIONAL SOMOS TODOS
Mi relación con ese diario comienza en los años cuarenta del siglo pasado: antes de irme a mis clases de primer grado y posteriores, debía ir hasta el puesto de periódicos a buscar los ejemplares de El Nacional y La Religión que diariamente se leían en casa. Y cuidado si antes: en unos tiempos en los que no abundaban los jardines de infancia en Venezuela, se puede decir que muchos aprendimos a leer antes de llegar a la escuela para poder disfrutar de las comiquitas que los diarios traían insertas en las ediciones de los jueves y domingos.
La rutina
de buscar los periódicos —y leer los titulares cuando iba de regreso a casa—
solo terminó cuando decidí vestir uniforme y tuve que separarme de la
familia. Pero persistió la conexión con
el diario, al leerlo la mayoría de los días entre los periódicos que llegaban a
los casinos de la escuela, primero, y de los cuarteles, después. Y se afirmó aún más cuando, a pedido de
Franklin E. White —editor de El Nacional y natural de Tinaquillo, a pesar del
nombre agringado— comencé a colaborar con ese diario el 4 de agosto de
1987. Me dijo que había leído algunas de
las cosas que yo escribía para El Carabobeño y que quería que yo, por estar
todavía activo en las Fuerzas Armadas escribiera un artículo de ¡media página!,
en honor a la Guardia Nacional que, en ese día cumplía sus primeros cincuenta
años de vida útil para Venezuela.
Después de
2003 no es mucho lo que lo haya hecho para ayudar en el avance del país y sí
mucho, por el contrario, para su deterioro, debo reconocer. Retomo después de esta corta digresión
obligada. Hice el artículo encargado Que
muchos me lo celebraron) y continué colaborando en su página 4 cada dos semanas
por varios años más, hasta que decidí cesar porque ya residía en Valencia y me
era complicado hacer llegar mis escritos hasta la esquina de Puerto
Escondido. Eran tiempos en que todavía
se redactaba en máquina de escribir y, no existiendo Internet, había que mandar
físicamente, con alguien las cuartillas.
Todavía, diariamente, recibo y disfruto de las noticias y los artículos
que llegan en su newsletter electrónica.
O sea, que
tengo motivos de sobra para romper una lanza por ese diario en un momento en
que su incolumidad y cotidianidad corren el peligro de ser interrumpidas por el
inmenso afán del régimen y sus cómplices de mantener el monopolio noticioso, en
persistir en sus intentos de dibujarnos diariamente un país de fantasía, muy
alejado de la horrible inopia que nos abruma, de brutal existencia que debemos
sufrir por la inseguridad, hambre, enfermedad y incuria debidos a la torpeza y
el latrocinio oficiales. No pueden
aceptar que exista un medio que les lleve la contraria, que presente en sus
páginas las noticias que muy pocos otros medios nacionales se atreven a
reproducir y los artículos de opinión con los que su muy reconocida plantilla
de colaboradores contribuye. No ha
variado nada el empeño que se inauguró al mero inicio de la robolución, cuando
el pitecantropus sabanetensis explicó que iba a buscar la hegemonía
comunicacional.
En la
patraña actual —ya que no pudieron comprar a El Nacional con fondos públicos,
ni subyugarlo mediante amenazas y excesos— ahora, con la complicidad de
magistrados rojos-rojitos del Tribunal de la Suprema Injusticia, reintentan la
apropiación encubierta del diario por medio de la avilantez del enano siniestro
del mazo de hacer creer que él puede sufrir “daños morales” y por eso lo
demanda.
El Nacional
solo trascribió una noticia que ya había sacado el madrileño ABC y que después
reprodujo The Wall Street Journal. Para
colmo, la reseña solo informaba lo que había declarado un antiguo espaldero de
“ojitos lindos” y que, según aquel, le constaba. No se le agregó ni una coma a lo que ya había
aparecido en negro sobre blanco en España y los Estados Unidos. E Internet, claro. Y, lo que es más, después se le ofreció
públicamente a Diosdi, varias veces, el derecho de réplica que prevé la norma
venezolana. Nunca lo aceptó. Porque la idea era de ponerse en unos reales,
¡cómo si les hicieran falta!, o ponerle la mano al periódico. Para eso, empleó las rutas de los derechos
civil y penal. Y, presumiblemente, se
aseguró de que los argumentos de los demandados fueran desoídos o
rechazados. Parece que, para eso, el PUS
tiene bastantes jueces y magistrados en la nómina…
Tan
descarada es la sentencia actual que indexa a petros —un artilugio que el
régimen quiere inútilmente convertir en moneda de curso legal— lo que debió ser
en bolívares, que es lo que manda la “mejor Constitución del mundo”. Y en la indexación no pudieron emplear los
informes del BCV porque este, en una muestra de vergüenza poco común en los
entes oficiales, no los publica desde hace años. La malhadada decisión es de una peligrosidad
muy alta para el resto de los venezolanos porque ese exabrupto jurídico, con el
Poder Judicial actual, pudiera ser entendido como jurisprudencia o, peor,
doctrina, y pudiese ser aplicada a cuanto deudor haya en el país.
Ya por lo
anterior, todos los venezolanos debemos apoyar a El Nacional y denunciar la
maniobra. Pero hay más razones. De mucho más peso, moral en este caso. El Nacional es un medio de comunicación que
ha mantenido una continuada y muy reconocida trayectoria dentro y fuera de
Venezuela durante los ochenta y tres años de su existencia. En muy pocos de ellos, ha coincidido con
razonamientos oficialistas. En casi todo
su recorrido, se ha caracterizado por llevarle la contraria a las líneas que
tratan de imponer desde arriba, sean gobiernos de verdad o regímenes como el
actual. Siempre apoyando a la
ciudadanía, diciendo verdades por encima de todo. Alegrándose y celebrando con el pueblo por
los acontecimientos laudables, meritorios.
Pero, también, denunciando los hechos improcedentes, ilegales,
perjudiciales, ilegales o corruptos.
Por eso es
que ¡El Nacional somos todos!
Humberto
Seijas Pittaluga
hacheseijaspe@gmail.com
@seijaspitt
Venezuela
http://www.lanuevanacion.com/index.php/opinion/alfredo-m-cepero-4/954-el-nacional-somos-todos
EDUARDO FERNÁNDEZ: ISMOS
EGILDO LUJÁN: TAPANDO HUECOS EN PLENO DESIERTO. FORMATO DEL FUTURO.
JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ: BASTA DE DAÑAR A VENEZUELA CON MENTIRAS
El Socialismo del Siglo XXI se abraza a la mentira como medio para hacer política “con p minúscula” y a sus cuadros se les obliga a engañar y mentir como medio de tener “tropa para engañar la miseria, pobreza y mal vivir”. El SSXXI usa la TV y Canales del Estado para “insistir” en espejismos socialistas/comunistas que no han logrado bienestar y liberar a ningún pueblo de la pobreza, corrupción, mal gobierno y malos servicios públicos. El resultado es que los que dirigen el PSUV, GPP, TSJ, CNE, Administración Pública “PDVSA, CVG, CANTV, IVSS, Banco Central, METRO, ELECTRICIDAD, GOBERNACIONES, ALCALDIAS, ETC., solo han aprendido a dañar, mal operar, ampliar la corrupción, tener bandas de testaferros, enchufados y familiares posicionados en la corrupción y saqueo. Este germen pervertido a permeado a los opositores y convertido a muchos en “Alacranes, Pillos y Bandidos que sirven de sostén y ayuda a Chávez/Maduro y su SSXXI.
En el SSXXI se ignora que los valores morales se basan
en la honestidad y en hacer el bien. La verdad es un término filosófico de buen
uso humano y político. En Política hace referencia a la realidad, ética y a lo
verídico. Se debe determinar con exactitud qué es lo que sucede o se realiza,
mal utilizar la verdad resulta mal para el pueblo y engañar para seguir mal
gobernando, es lograr malos resultados, pobreza y daño humano. El creer que
confundiendo y engañando al pueblo “electores” lo mantendrá en el Poder,
resulta en ocasiones muy confuso y termina hundiendo su futuro por repetir en
malos resultados. El SSXXI hace
referencia a dos teorías acerca de la verdad. Una de ellas es por
correspondencia a la teoría del mal Socialismo/Comunismo; sin embargo, en este
sentido es primordial que conozcamos la realidad de las cosas y la historia,
para verificar que el
Socialismo/Comunismo es por naturaleza incoherente, no democrático, corrupto,
empobrecedor, destructor y miente al ofrecer y no dar democracia participativa
y protagónica. Sus Gobernantes no saben de Buena Gerencia, Administración y
Operar bien la Administración Pública.
Ya son muchos años de fracaso y nada sirve, el hambre y miseria mata y enferma cada día
más al pueblo.
Para el SSXXI
la mentira tiene una definición un poco más sencilla. La mentira es su
verdad en términos generales del SSXXI y es recurrente a la ausencia de la
verdad en el ver, juzgar y actuar. El
SSXXI no respeta y menos estimula la verdad, la cual se constituía como uno de
los más altos valores morales del venezolano y muy especial en los buenos
políticos y fundadores de la Patria que nos Libertó Simón Bolívar.
Reivindicar la mentira como un valor moral del SSXXI
en ciertas situaciones es congruente con la idea del Comunismo. Hoy necesitamos
reeducar con buenos principios y valores humanos, para poder tener a los espíritus
fuertes y bastante independientes como para reconsiderar los juicios de los
valores opuestos y abrir nuevos caminos para SALVAR A VENEZUELA y poder tener
una DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA, que posibilite COGOBIERNO Y
DESARROLLO SOCIAL DEL PUEBLO para liberarnos de la pobreza y mal gobierno. Se
necesita lograr una filosofía remozada y honesta, con muchos valores
universales, para qué que nos saque de la politiquería y corrupción y nos
permita rectificar y re analizar el mal vivir por mal actuar de los gobernantes
y cuadros políticos gobierneros y populistas. Todo a la luz de nuestra Constitución y realidad
actual, desde un punto de vista científico-tecnológico vigente.
La mentira es simplemente una comunicación falsa,
unida a la intención de engañar (que nos impuso el SSXXI) con la maldad e
intencionalidad de Chávez/Maduro/PSUV. Es hora de castigar a los mentirosos
y obrar contra la mentira, distingue
varios tipos de ellas, las cuales termina dividiendo a la gente, comunidades y
les hacen daño a la sociedad y comunidades y de estas últimas habla de tres
principales, las que ayudan a alguien, las que pueden salvar la vida de alguien
y las que protegen la pureza de alguien.
Desde un punto de vista evolutivo del SSXXI, es el
engaño en las especies sin lenguaje y la mentira en los seres humanos se
encuentran muy extendidos, prácticamente todas las especies hacen uso del
engaño con fines de supervivencia y reproducción. En relación con el hombre, la
mentira tiene una función primordial en cuanto a mala cohesión social y
mantener en el poder al mal habido y desnaturalizado.
La mentira en esencia nace con el lenguaje y mala
ideología, para ellos es solo engaño. Charles-Maurice de Talleyrand decía “El
habla fue dada al hombre para no ocultar sus pensamientos, lo mal hecho o
actuado”. Mentir implica el reconocimiento de estados mentales en los otros.
Somos “lectores de la mente inconscientes” opinaban Krebs-Dawkins. Los niños
que son capaces de mentir de manera exitosa, generalmente son niños con un
desarrollo normal, “los niños que no mienten tal vez no sean niños buenos, sino
niños autistas” y por eso el SSXXI es autista y falsos politiqueros.
En términos neurofisiológicos, la mentira implica la
suficiente inteligencia para mal conceptualizar los estados mentales propios y
de los demás, involucra un mecanismo neuro-conductual muy complejo, como
complejas son las mentiras en el ser humano totalitario y la capacidad para
mentir puede relacionarse con la inteligencia “mal sana” del individuo corrompido
e incluso en su capacidad de socialización de buena fe. Mintiendo y chupando
medias se asciende en el régimen de Maduro.
Por último, uno de los aspectos más comunes en el acto
de mentir es la capacidad de mentirnos a nosotros mismos cuando aceptamos a politiqueros
que nos engañan, arruinen y nos matan de necesidades y malos ingresos. El
autoengaño plantea situaciones filosóficas de la mente que nos remiten al
dualismo cartesiano y a la teoría multi-modular de Freud.
Pero lejos de cuestiones filosóficas o anatómicas que
pudieran explicar la capacidad para mentir a ellos mismos en el SSXXI y esto
está “por ahora” en su función neuropsicológica.
Las personas que son capaces de auto engañarse y
engañar a diario, que pueden y hacen de alguna manera modificar su
interpretación de la realidad, son, en términos generales, personas más
desleales y peligrosas. Su contraparte, las personas que observan la realidad
tal cual es, son individuos con más tendencia a la depresión, en general, son
menos sociales y más fatalistas. Sin mentiras podemos SALVAR A VENEZUELA.
Juan de Dios Rivas
Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
@rvjuandedios
Presidente de Solidaridad
Independiente
Venezuela