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domingo, 13 de diciembre de 2020
ACTUALIZACIÓN MATUTINA, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ LUNES 14/12/2020 ,
BEATRIZ DE MAJO, SE APAGA EL TALISMÁN DE XI, CHINA HOY
En lo externo, la Iniciativa de La Nueva Ruta de la Seda, conocida por sus siglas en inglés como BRI quiso enfocarse, desde sus inicios, en aportar recursos de financiamiento a terceros países, como una forma eficiente para ganar influencia a escala global. Un reciente estudio de un importante centro de pensamiento político inglés deja claro que lo que la BRI está recogiendo luego de largos meses de funcionamiento es un daño enorme a la reputación de China en los sitios donde ha iniciado operaciones con proyectos que se inscriben dentro de esta iniciativa.
Ello tiene que ver, justamente, con este cambio de orientación en su estrategia de cooperación con terceros países en vías de desarrollo sustentada principalmente por el financiamiento de grandes proyectos de infraestructura como carreteras, puertos y vías férreas o industrias extractivas .
Los bancos chinos de financiamiento de infraestructura – Banco Chino de Desarrollo y el Banco de Importaciones y Exportaciones - llegaron a competir en montos globales anuales con el Banco Mundial en este terreno del aporte de recursos de financiamiento en condiciones beneficiosas a países en crecimiento. Entre 2013 y 2017 sus préstamos fueron superiores en monto a los del Banco Mundial y, entre los años 2008 y 2019, estos financiaron obras en el exterior por 426 billones de dólares mientras la Institución con sede en Washington aportó recursos por 467 billones.
Sin embargo los pobres resultados mostrados por muchos de estos proyectos y la ácida crítica mundial en torno a las ejecutorias de la BRI han puesto a pensar dos veces a los estrategas en Pekín sobre si es esta la mejor manera de invertir sus recursos y si lo seguirá siendo en los tiempos inciertos que se avizoran. Algunos de los macro proyectos iniciados en el extranjero con dineros chinos se contaminaron de corrupción, otros no contaron con contrapartes regionales sólidas para impulsarlos o su desarrollo se politizó en países con gobiernos débiles o controvertidos. El caso de Venezuela es patético. Los monto invertidos por China en proyectos de todos tipo fueron muy significativos, su administración muy pobre, su repago muy precario, su legalidad muy dudosa y con un impacto muy severo a la imagen china por su compenetración con un régimen cuestionado a escala internacional. Todo ello ha contribuido a minar la solidez argumental del gobierno de Xi en torno a la estrategia externa estrella del Presidente frente a terceros países, la de la BRI.
El caso es que de unos tres años a esta parte los centros de formulación de las políticas oficiales del coloso asiático vienen de regreso. Esta Diplomacia de la Deuda tampoco tiene felices a los analistas de política macroeconómica en suelo chino. Son muchos los que opinan que el gobierno necesita invertir más en servicios de salud al interior de China que degastar su imagen a través de proyectos perniciosos que le hacen más daño a la imagen del país que lo que realmente aportan en materia de influencia.
El talismán de Xi, su mejor amuleto, su Diplomacia de Deuda parece estarle cobrando un alto precio
CARLOS ALBERTO MONTANER, LA CORTE SUPREMA OTRA VEZ A PRUEBA
GABRIEL BORAGINA, SOCIALISMO FISCAL
Todo este debate sería inútil si se eliminaran los impuestos y se dejara actuar al mercado en este ámbito también, porque el pobre está más amparado dentro del orden del mercado que dentro del orden jurídico, donde en este último -al contrario- cada vez se lo desampara más.
Pero los autores estudiados no tienen en cuenta que esos servicios son -en origen- servicios privados que el gobierno -previa expoliación a esos privados- se arroga el derecho de explotarlos por sí mismo y que le sirven de pretexto para arrancarles recursos a quienes antes prestaban el servicio y precedentemente eran sus usuarios. Si esos servicios lo son merced a la previa expoliación de los recursos de unos pocos a los que el mercado les había encargado que los prestaran, no es justo que se le pretendan cobrar impuestos a todos por esa expoliación.
"Pero corno no se puede sostener, prosigue Stuart Mili, que la existencia del gobierno tiene otro objeto que la defensa de la propiedad, algunos partidarios consecuentes de este extraño principio destacan que las personas tienen necesidad de protección tan bien como las propiedades, y cada persona se halla igualmente protegida, un impuesto fijado por cabeza es un equivalente conveniente para esta parte de los servicios del gobierno, mientras que el resto de estos servicios que se aportan a la protección de las propiedades, deben ser adquiridos por cada uno en relación con las propiedades que él posee. Hay en este arreglo una apariencia de exactitud, de distribución que complace a ciertos espíritus. Pero, en primer lugar, no es exacto que el gobierno no debe servir más que a la protección de personas y de propiedades. El gobierno no existe para otros fines que la sociedad misma: él debe hacer todo el bien y prevenir todo el mal que la existencia de un gobierno puede hacer y prevenir."[1]
Lo que se pretende defender en este punto es lo que hemos denominado el paternalismo estatal. Se nos dice que "El gobierno no existe para otros fines que la sociedad misma: él debe hacer todo el bien y prevenir todo el mal que la existencia de un gobierno puede hacer y prevenir." Esto, modernamente, se ha conocido como el "estado benefactor" o "estado de bienestar", teoría que propicia que el gobierno nace y tiene su razón de existir para cubrir todas las necesidades humanas de por vida. Es el principal argumento de los socialistas modernos y el más falaz de todos. Sostiene que la razón de existir del gobierno es proveer de felicidad a todos, solucionándoles todos sus problemas personales a cada cual, lo que implica -en los hechos- la estatización total de la economía. Postula que todos los bienes y servicios que produce y ofrece el mercado -que por definición están destinados al bienestar humano- pasen al dominio del gobierno y que este reemplace a la incitativa privada en cuanto a su provisión.
Si bien con un enfoque filosófico algo diferente, no se aprecia diferencia alguna entre esta propuesta de Stuart Mill y la que formulara Karl Marx. Este último deseaba lo mismo, con la salvedad de su contradicción al tratar de aplicar como se llegaría a ese estado, ya que en sus primeros trabajos propicia la revolución y en sus otros escritos se contradecía diciendo que el socialismo se llegaría por evolución.
No decimos que Mill esté proponiendo el comunismo, pero sí que, posiblemente sin saberlo le estaba abriendo camino al socialismo que se terminaría imponiendo en la mayor parte del planeta a partir de los principios del siglo XX.
Es un grave error, por último, confundir los fines de la sociedad con los del gobierno, porque equivaldría a decir que la sociedad es exactamente lo mismo que el gobierno, lo cual es un absurdo completo.
"Después, si se atribuye un valor definido a las cosas esencialmente indefinidas y si se extrae de allí conclusiones prácticas, uno se expone a incurrir en errores, cuando se trata de cuestiones sociales. No se puede decir que un particular esté diez veces más protegido que otro porque se le garante la propiedad de los bienes diez veces más considerables. Que se tome por términos de cooperación el trabajo y los gastos de la protección a los sentimientos de la persona protegida, o toda otra persona determinada y no se encontrará ni la proporción indicada ni ninguna otra proporción regular."[2]
Parece querer expresar que no pueden definirse los servicios del gobierno por cuanto -como ha afirmado antes- el gobierno "debe servir para todo lo que requiera la sociedad", y que estas necesidades son "indefinidas". No podría, entonces, atribuírseles un valor definido. Otra posible interpretación sería la de que sería imposible definirse o medirse cuanta es la protección que el gobierno brinda a alguien que posea algo. Pero sigue sin estar claro de si habla de una persona que posee diez propiedades que otra, o se refiere a una misma persona que posee una propiedad, pero estaría diez veces más protegida (hipotéticamente porque estaría pagando diez veces más). Realmente la redacción es enredada y confusa, porque seguidamente alude a los sentimientos de la persona protegida (sin que se advierta cual es el nexo de causalidad entre lo dicho antes y este agregado).
[1] Mateo Goldstein. Voz "IMPUESTOS" en Enciclopedia Jurídica OMEBA, TOMO 15, letra I, Grupo 05.
[2] Goldstein, M. ibidem.
RICARDO VALENZUELA, EL TERCER GOLPE DE ESTADO
Quienes hemos estado en la primera fila de la rebelión, hemos visto de cerca esa bestia enseñando sus afilados colmillos a punto de devorar el país y, aceptar la derrota para cobardemente abandonar el campo de batalla, no es una opción para los hombres comprometidos y libres. Porque también hemos visto operando esa vasta red que ha penetrado todo lo que para nosotros es valioso y, a través de sus maniobras chavistas, cubrir de pudrición todas las ramas del gobierno provocando se archiven valores como la ética, la moral, el patriotismo, y hacer de la mentira, la traición, el marco de esos nuevos valores que han dictado la conducta de una enorme burocracia controlada por ellos mismos, y transformada en una mafia de aspirantes a escalar esa cima de la vergüenza.
El gobierno de los EU, el más poderoso del mundo, ha sido secuestrado y está siendo utilizado para, traicionando al presidente y, sobre todo, a los 75 millones de americanos que le dieron su voto, operar el fraude más grande de la historia en una acción que supera la gravedad de una traición. Pero, lo más insultante es que los criminales han asumido una actitud similar a la de los aduanales mexicanos que, después de saquearnos, con su actitud nos dicen; “si, esto ha sido un robo y no hay nada que puedas hacer”. Esta es una nueva maquinaria que, sin lugar a dudas, eclipsaría al PRI mexicano es su fatal era de carro completo y, donde, además, teníamos que pagar la gasolina.
A mi agresivamente han tratado de silenciarme de muchas formas, pero, cuando abandoné mi país por su falta de libertad, no lo hice cargando la cobarde actitud que de forma genial definiera el papa de la política mexicana, Fidel Velazquez, cuando afirmara: “El que se mueve no sale en la foto y todos con el partido”. Y, aun cuando ese grupo de piratas operando de misma forma con la que el PRI le robó la elección a Cuauhtémoc Cárdenas, el permitirlo es premiarlos y enviar el mensaje que la política del futuro será más redituable si se destruyen esos obstáculos de valores primitivos, y será más efectivo y productivo activar los que ahora ellos han demostrado funcionan como reloj bien aceitado; la mentira, la traición, la deshonestidad, puesto que, para ellos, ese estilo les ha dado el triunfo.
Pero, además, Trump no es Cuauhtémoc Cárdenas ni EU ha llegado al punto de aquel México de la supremacía de la opresión, del sistema judicial vendido, y de todos los políticos que, además de corruptos, acorralados y temerosos, son asesinos. Pero, ni siquiera ante un panorama como el que vive EU en estos momentos, la resolución del presidente para enfrentar esa plaga destructora ha estado en duda. Estábamos seguros qué él defendería hasta el final la integridad del mandato de la gente, porque en su naturaleza no está el abandonar la batalla, aunque ante los ojos de muchos se vea perdida, porque su naturaleza es de guerrero. Y, después de unas semanas de silencio y reflexión para tener claro el panorama y, sobre todo, las armas requeridas para combatir esta agresión, emergería con el valor, el compromiso y la resolución para no fallarle a esa gente que le obsequiaran millones de votos.
El presidente ha emergido y ha hablado. Y lo ha hecho con la fuerza que solo la verdad, la justicia, y la razón pueden proporcionar y ha pintado su raya. Y esta no será como la de Obama que se desvaneció por su cobardía, su falta de honestidad y no respetara su palabra. El presidente acaba de tener una conferencia de prensa para, entre otras cosas, mostrar gran cantidad de evidencias del burdo fraude que se pretende cometer señalando fechas, lugares, métodos para ejecutarlo, participantes y, en especial, documentación que incluye declaraciones juradas de miles de ciudadanos que fueran testigos de esta acción sin precedentes. Pero el mundo permanece ignorante porque, además de que esos mercenarios son dueños de CNN, NBC, ABC, sus cadenas de radio, controlan los principales diarios como el New York Times, el Washington Post, todas la tecnológicas de Silicon Valley y, al estilo Unión Soviética, tienen amenazados a los más chicos y todos callan.
En mi caso, están saboteando todos mis artículos que subo a las redes sociales, no me los rechazan, sería demasiado obvio. Pero, al publicarlos, con su magia digital, aunque aparecen en mi página evitan que alguien más tenga acceso y los pueda leer. Y solo me di cuenta porque algunos amigos me contactaron. Y, algo que ya lo sé y lo espero, infinidad de gente me sigue insistiendo que es hora de detener mi locura, que son patadas de ahogado de Trump que pretende aferrarse al poder. Pero les repito que yo si he visto la bestia y es muy real. Ya no lo hago por mí ni por Trump, lo hago por mis ocho nietos porque me aterra pensar que ellos tengan que vivir en un país que cada día se parece más a México. Porque pareciera que, en más de 200 años como vecinos independientes, EU no pudo contagiar a México con lo bueno que tenía y, por el contrario, finalmente nosotros si pudimos contagiarlos a ellos
Esto no es más que la ejecución de un golpe de estado y, definitivamente, no sería el primero que operara esta mafia. El primero fue activado contra el presidente Nixon organizado y ejecutado por Henry Kissinger. El segundo, operado y ejecutado por la CIA con su política de usar acciones sin límites y con gran prejuicio, fue contra el presidente Kennedy al asesinarlo. Este sería el tercero, pero, el primero ejecutado con la arrogancia para robarse una elección ante el escaparate mundial.
Y aun cuando en la lucha de Trump no se alcanzara la victoria, pues de estos piratas se puede esperar hasta lo impensable, él no se retiraría sin antes haber clavado una estaca roja señalando donde están amogotados estos asesinos de sueños, de futuros, que ya tienen el compromiso para entregar el país a sus amos. Y utilizando las palabras de, Zbigniew Brzezinski. “Un evento como este en un futuro no muy lejano, nos pasará facturas muy dolorosas y será recordado como la más grande aberración económica, política, social y moral de la historia”, al haber permitido que fallecieran los EU de los padres fundadores a manos de la nueva mafia mundial.
El mercado libre no ofrece garantías, privilegios especiales, favores, monopolios, oligopolios, subvenciones, ventajas, protecciones, subsidios, apoyos, tratamientos especiales, distinciones, dádivas, cancelación de deudas, en pocas palabras, como lo afirmara Milton Freedman, no hay free lunch. Por eso es tan impopular y por muchos odiado.
ARIEL PEÑA, ¿CUÁLES FUERZAS PROGRESISTAS?
Otra estrategia que usan algunos bandos del marxismo concatenados con sus idiotas útiles, es el de afirmar que el comunismo ya no existe, lo que despista a muchos ilusos, sobre las verdaderas intenciones de los seguidores de una secta que por su perversidad no se para en pelos para llevar a cabo sus torvos fines, debido a lo cual se debe discernir las verdaderas intenciones de esa falacia, resaltando que el poeta francés del siglo XlX, Charles Baudelaire, decía: “El mejor truco que el diablo inventó fue convencer al mundo de que no existía”
Y en Latinoamérica la trampa comunista del marxismo leninismo en las últimas décadas, ha encontrado el terreno abonado para timar a los pueblos, utilizando diferentes nombres y aprovechándose de la democracia, que para el totalitarismo es un simple medio cuyo fin es la dictadura; con esa patraña cayó Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua, Brasil y otros países, aunque algunos de ellos se han liberado, sin embargo todavía el peligro sigue latente, por ejemplo para Colombia en donde se realizarán elecciones en el 2022, y candidatos de coaliciones marxista tienen importantes apoyos de sectores desinformados.
El comunismo al ser irracional, por sus componentes mitológicos y supersticiosos, dentro de sus rituales para dominar a los pueblos ha utilizado diferentes máscaras, durante su criminal y burocrática existencia, comenzando por Lenin que se puso como careta la de bolchevique dentro del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, para posteriormente crear el Partido Comunista, después de la revolución de Octubre de 1917.
Desde luego que Latinoamérica por su atraso ideológico, también ha sido víctima de las marrullas marxistas, resaltando que el sátrapa de Fidel Castro, se declaró comunista cuando ya estaba en el poder en Cuba, porque antes tenía como coartada al Movimiento 26 de Julio, cuya ideología supuestamente era nacionalista, con el grupo mencionado fue que hizo la revolución en la isla, para ulteriormente declarar como partido único al comunista en 1965.
La camarilla comunista cubana es en realidad un sustitutivo de la religión, en donde condena a las masas de ese pueblo por toda la eternidad a vivir bajo la férula de la maldición marxista, pero la cosa no se queda ahí, porque los países de la región según la receta del comunismo totalitario, deben seguir ese camino usando diferentes disfraces que como ya lo hemos denunciado en otras oportunidades, son: el progresismo, socialismo del siglo XXl, el indigenismo, el bolivarianismo; todos esos dislates son para copiar a Hugo Chávez que de manera vulgar trajo los desechos del marxismo, repudiados en Europa con la caída del muro de Berlín y la debacle de la URSS para implementarlos en Venezuela, convirtiendo a ese país en una cloaca comunista, recordando que ese vesánico de Chávez también antes de tomarse el poder ocultó su comunismo.
Al carecer de la razón los seguidores del marxismo, van en contra de su conciencia y, su actuación se circunscribe dentro de lo más primitivo de la política, por ello tienen un comportamiento rústico que desecha la ética, al querer convertir a las masas en una manada, lo cual demuestra que los miembros de esa secta saben que están equivocados y en ocasiones son vergonzantes, porque muchos de ellos no permiten que los llamen comunistas o como lo dijimos antes aseguran que el comunismo no existe, dado que reconocerse como marxistas va en contraposición de sus intenciones abyectas, por lo cual se cambian de máscara para engañar a los pueblos, que de manera ingenua se dejan envolver de sus artificios.
Los marxistas también han utilizado disfraces timando a las naciones en Asia, recordando que el genocida de Kim Il Sung en Norcorea abuelo del actual dictador, para esconder su marxismo impulsó la idea Juche, la cual significaba: “ que el comunismo se construiría de acuerdo a las peculiaridades de esa nación” entendiéndose esto como una mezcolanza entre el marxismo y la cultura tradicional coreana, de igual manera en Vietnam se ocultó el comunismo con la fundación del Partido de los Trabajadores de Vietnam en 1951, pero con la reunificación de ese país en 1976, tomó el nombre de Partido Comunista de Vietnam, siendo eso demostrativo de la superchería marxista que se acondiciona para hacer caer a los pueblos ingenuos.
La falacia comunista con la cual han engañado naciones, demuestra que lo dicho por Lenin no es tan alejado de la realidad, cuando afirmaba: “nosotros somos una iglesia” de ahí precisamente se desprende que la superstición y el mito son inherentes al marxismo y por ello aprovechando, la religiosidad en Latinoamérica y su cultura, crearon la Teología de la Liberación impulsada en los años 60 del siglo pasado como un producto comunista traído a Latinoamérica por la KGB, agencia secreta de la URSS, evidenciándose que el marxismo se mimetiza hasta en la religión, para lograr satisfacer sus instintos malsanos que buscan degradar a los demás.
Las tales fuerzas progresistas en Colombia, principalmente, están constituidas por el Polo Democrático, la Alianza Verde y la Colombia Humana de Gustavo Petro, al cual lo acompañan el Partido Comunista y la Unión Patriótica, y evidentemente son mascarones de proa del marxismo, igual a lo ocurrido en otras naciones que han sido tomadas por el comunismo, engañando a una parte de la ciudadanía con el sofisma del “cambio”, que como se observa en Venezuela y Cuba fue para empobrecer y envilecer absolutamente a esos dos pueblos, entonces la palabra “ cambio” la han usado los demagogos para deteriorar las condiciones políticas, sociales y económicas de las masas.
ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO, "VOY DE FRACASO EN FRACASO"
La falsa opción entre salud y economía, que nos planteó el cínico y falsario Presidente cuando decretó la "cuareterna" para ocultar las nuevas trapisondas de su mandante, mostró su peor cara: la OCDE determinó que la Argentina es el país cuyo PBI más cayó este año, el doble que nuestros vecinos. El fracaso de todas las medidas sanitarias -el nulo control de las fronteras, tanto como la ausencia de tests y de seguimiento de los contagiados-, queda probada porque ya somos cuartos en fallecimientos por millón de habitantes, y estamos próximos a alcanzar los 40.000 muertos (¿recuerda cuando Alberto Fernández dijo que, si hubiera gobernado Mauricio Macri, tendríamos 10.000?) después de compararse -usando falsas filminas con otros países- y generando los conflictos diplomáticos del caso.
Si el Gobierno no pudo siquiera planificar el extraño funeral de Diego Maradona y fracasó en su tentativa de adquirir un nuevo "vestidito negro", como aquél del que se colgó Cristina Fernández en 2010 para obtener el 54% de los votos un año después, ¿cómo creer que podrá organizar la complicadísima logística de la vacunación masiva que promete para 2021?
Y el costo de esos monumentales fracasos puede medirse en los niveles de pobreza (44,2%, y 64,1% en la infancia), indigencia y hambre negado, la destrucción de la educación y el adoctrinamiento escolar, el cierre del Congreso y los tribunales, la devaluación por la escandalosa emisión (el dólar multiplicó su cotización por tres desde las PASO de 2019), el creciente endeudamiento (US$ 20.000.= desde el 10 de diciembre), el derrumbe de las inversiones, el saqueo al Fondo de Sustentabilidad Previsional y al Banco Central, la incesante creación de nuevos y locos impuestos, el cierre definitivo de centenares de miles de Pyme's y la fuga de las grandes empresas, la emigración de nuestros jóvenes más preparados, el aumento del desempleo (14,2% que, si todos buscaran trabajo, llegaría al 30%), la proliferación del narcotráfico y la violencia, el extendido aumento de la corrupción y, por supuesto, las enormes desinteligencias que cada día muestra la gestión del Gobierno, provocada por el loteo de cada ministerio y la preponderancia de la PresidenteVice en la toma de decisiones.
Una de esas diferencias quedó patentizado el miércoles, cuando el H° Aguantadero, que ella conduce con mano de hierro, frustró al Presidente Pinocho su proyecto de presupuesto para ajustar aún más a los jubilados, algo que el FMI le exige como parte de su programa de ajuste fiscal para alcanzar sus facilidades extendidas y regularizar el pago de la deuda. Que ello se produjera en medio de una dura negociación, claramente, dejó al Ministro Martín Guzmán sin banquito y colgado de un pincel en Washington, algo que ya se veía venir luego del confuso episodio que generaron los dichos del Canciller Felipe Solá sobre la conversación entre su jefe y Joe Biden.
Cristina Fernández tampoco puede vanagloriarse de logros en su primigenia y principal necesidad, la impunidad para todos los delitos que ha cometido desde sus lejanos días en Santa Cruz, como jefa de una asociación ilícita. Lo prueba la ratificación por Casación de la "ley del arrepentido" y la consecuente validez de las declaraciones de funcionarios y empresarios que la incriminan, que se suma al penoso y salomónico fallo de la Corte con respecto a los jueces que pretende desplazar. Dos de los más emblemáticos actores del kirchnerismo, Amado Boudou y Lázaro Báez, serán los primeros de la larga fila de testaferros y otros corruptos que volverán a la cárcel.
Pero hay otros movimientos del Instituto Patria que siguen a toda velocidad. Además de sus reiterados ataques para controlar al Procurador General y a los fiscales, y tal como sucediera con el opositor Alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, durante los mandatos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, el kirchnerismo está recortando fondos y competencias a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para pauperizarla. Comenzó con un decreto que redujo la coparticipación para solucionar el tema salarial de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, continuó con una ley -votada por los diputados del Frente de Todos que traicionaron vilmente a sus representados porteños (recuerde: Mara Brawer, Gabriela Cerruti, Carlos Heller, Eduardo Valdez, Gisella Marziotta y Paula Penacca)- apretó aún más esas clavijas (ya llega a $ 65.000 millones la quita) y está estudiando retirar la financiación del Hospital Garraham y retrotraer la cesión de predios nacionales.
Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno, ya no tiene margen para continuar siendo una "paloma" y debe ponerse las plumas de "halcón". En la medida en que los actos inconstitucionales del Presidente Pinocho -¿cuándo se dignará la Corte decidir el tema?- lo obligan a aumentar aún más los impuestos a los habitantes de la Ciudad, que financian la salud, la seguridad y la educación que utilizan tantos ciudadanos del Conurbano y de muchas provincias, además de países vecinos, ¿no será hora de comenzar a cobrarles por ello? Los dirigentes cristinistas despotrican contra la opulencia de la Ciudad, pero no dicen que, si en el Conurbano se pretende vivir como sus vecinos porteños, se debe votar como éstos y sacarse de encima a los eternos ladrones que los mantienen en la pobreza para obtener su sumisión.
Para concluir, y dada la extrema gravedad presente y las consecuencias futuras del tema, le recomiendo enfáticamente leer una editorial de La Nación (https://tinyurl.com/y39cspxb), ya que se refiere al peor entre los enormes crímenes que los Kirchner cometieron contra la Argentina; disiento con su autor solamente en que, para mí, no hubo errores sino planificado saqueo, que continuará cuando los juicios de New York concluyan.
MIBELIS ACEVEDO DONÍS, CUERPO ROTO
Ese cuerpo social está profundamente malherido en Venezuela. Ya no es posible lastimarlo más, ni desestabilizarlo más, ni humillarlo. La cabeza responsable de mantenerlo en pie parece estar del todo descosida de sus urgencias. Un Estado (¿fallido? ¿frágil?) que actúa al margen de tales sufrimientos cuando debía revelarse como justa proyección de la soberanía social y política, ha dado la espalda a su primera tarea: la de garantizar la salud, la productividad, el bienestar, el acoplamiento no traumático de las partes que dan forma y sentido al gran todo.
Pero el daño no sólo afecta al cuerpo físico, no sólo colapsa el paso de sangre entre órganos que se van apagando por falta de combustible y asistencia. Una psique intensamente afectada por el deterioro estructural, por la mengua generalizada, también está dando cuenta de los desequilibrios. Vivir a expensas del miedo, de la incertidumbre y su veleidad no ha sido lo más grave; al fin y al cabo, la incertidumbre es prácticamente “nuestra única certeza”, como decía Zygmunt Bauman. Lo amargo también ha sido constatar cómo los nexos entre individuos y sociedad se han ido licuando gracias a una dinámica que, desde todos los flancos, cancela la participación, atenta contra ese bios polítikos que prefigura la razón del ser social, la autoconsciencia y la consciencia de la alteridad.
La disección del estado del ánimo colectivo ayuda a ilustrar el punto. La más reciente encuesta de Datanálisis muestra lo que ya parece perfilar una tendencia, la de la caída en una cuneta emocional cuando el fin del año se aproxima y la promesa de “comer hallacas sin Maduro” sigue pendiente. Al tope de ese inventario de “pasiones tristes” que hoy nos acogotan, la tristeza (31%) y la rabia (13%) copan el espíritu de los venezolanos. Allí la ira -“precipicio del alma”, afirmaba Séneca; o por el contrario, matriz de héroes cuando el envión del thymos se organiza para atajar la injusticia, según Sloterdijk- sucumbe frente a la tiranía desmovilizadora del dolor psíquico. Es la melancolía que apabulla cuando el deseo se sabe irrealizable.
A la tristeza, emoción que domina ese mapa del alma, no basta con verla aparecer y desaparecer cada vez que el contexto la estimula o inhibe. A la tristeza hay que descifrarla para que no crezca y se instale como una espina que a duras penas deja respirar, que roba todo interés por cambiar de condición, que invita a la no-existencia. “Estamos en un punto de una gran herida, donde todos están parados y mirando dentro de sí mismos”, ha dicho la poeta norteamericana Joy Harjo al referirse a la crisis que ha dislocado a su país. Salvando las distancias, sus palabras bien podrían aplicar a nuestra historia, a nuestro propio cuerpo roto.
La indiferencia que hoy genera el hecho electoral sin duda tiene que ver con esa misma tristeza-rabia, un síntoma de desarreglos mayores. A la quiebra evidente de las instituciones, la disfuncionalidad del afuera y la exclusión que promueve la privación material, se suman los rasgos de una desintegración social gestada desde lo íntimo. El auto-extrañamiento, la decisión de cortar el lazo social, como lo llama Durkheim, la pérdida del interés por las bregas del espacio público, esta suerte de des-ciudadanización escogida: todas señales que alarman, pues hablan de la renuncia a esas fortalezas que permiten oponer resistencia a los autoritarismos.
Una desafección cívica que hoy exhibe señas tan claras compromete la posibilidad de impulsar procesos que demandan, necesariamente, el involucramiento ciudadano. ¿Cómo aspirar a cambios con una sociedad despolitizada, desarticulada, des-animada, sin referentes comunes ni apetitos de pertenencia: un regalo a la medida de un régimen opresivo y sin respaldo popular, por cierto? Las encuestas no dejan de hablar de esa fatiga: según sondeos de Datincorp (noviembre 2020) 88% de los venezolanos dice tener poca o ninguna confianza en el liderazgo. El costo de los errores de cálculo, la falta de autocrítica por parte de una oposición cada vez más fragmentada, la desconexión respecto a una población que pide ser vista, agregan plomo a la expectativa.
Pero ante la dificultad de recomponer el liderazgo en el corto plazo, la necesidad de que este cuerpo se reponga del caos físico y mental y habilitar, como dice Arendt, “la infinita improbabilidad” de un recomienzo, sigue azuzándonos. Aquí y allá, y a pesar de un gobierno que promete extremar su hegemonía, sectores de la adelgazada sociedad civil persisten en su afán de explorar alternativas. Sin pretender suplantar la indispensable conducción política, la clave desde esos predios parece apuntar más al logro y menos al gesto, más al resultado parcial y menos a la huera epopeya. Para sortear el erial que se nos viene será preciso presionar por la cooperación, juntar brazos, pies, manos, ojos, médulas, ideas. E intentar restaurar el conatus arrebatado, esa “voluntad de sobrevivir”, el alma cuyo fuelle nos garantiza ser más tenaces que las llagas que, seguramente, seguirá abriendo la realidad.
JOSÉ RAFAEL HERRERA. GRANJA ANIMAL O EL CRIMEN COMO RESULTADO
Las alegorías no sólo poseen un sentido simbólico. Más bien, poseen un sentido simbólico porque son la expresión de juicios universales y necesarios, que la voluntad humana va configurando, y que van concreciendo -es decir, que se van concretando- a la largo del desarrollo de la historia. No son, pues, buenos deseos literarios, en consecuencia. Como tampoco las anima la abstracción del deber ser. Son, como ya se ha sugerido, juicios. Y los juicios propiamente dichos -cabe decir, universales y necesarios-, muy a pesar de Hume, no son ni analíticos a priori ni sintéticos a posteriori, sino, como dice Kant, sintéticos a priori. Solo que todo a priori es, en realidad, un a posteriori, un resultado. Enjuiciar, en consecuencia, quiere decir objetar, y la objetivación es producto del hacer, de la actio mentis, de la actividad sensitiva humana.
No es lo mismo la Imaginación productiva que la imaginación a secas. En este sentido, Animal Farm, a fairy story, de Georg Orwell, ha creado una alegoría que recoge -sintetiza- la experiencia de la conciencia del calvario del espíritu de la sociedad contemporánea, del cual rebosa, por cierto, la confirmación universal y necesaria del juicio (Ius–Ios).
No puede existir un todo sin partes que la constituyan. Un todo sin partes es, en realidad, una parte. Para que una totalidad sea efectivamente una totalidad histórica concreta, tiene que estar plenada por sus determinaciones. Lo que en ella predomine será lo que haga posible la característica de su composición. El estudio de la especificidad de sus determinaciones es lo que permite comprender el concepto general que la conforma y, a la vez, la idea de conjunto -siempre complejo y no pocas veces contradictorio- tiene que remitirse de nuevo a los elementos que le son característicos, porque son ellos los que dan concreción a su autenticidad.
Muy a pesar del empirismo que predomina en el presente, lo verdadero y lo cierto no son “la misma cosa”. Pero no hay verdad sin certeza ni certeza sin verdad. Verum ipsum factum. Una sociedad en la que predomina el quehacer de lo político puede ser que albergue algunos criminales. Pero, en estricto sentido ontológico, su característica esencial no será la criminalidad, sino la praxis política propiamente dicha, como expresión preponderante, esencial, de su existencia. Se podrá decir que siempre han habido criminales dentro del quehacer político. Pero se trata de elementos sueltos, aislados, no determinantes, y para los cuales, la misma sociedad encontrará los medios necesarios de castigo y corrección en función de preservar la totalidad.
Pero, ¿qué sucede cuando la sociedad, en nombre de una ficción, de una falsa representación del humanismo, comienza a dejar hacer y dejar pasar los casos particulares de criminalidad, una y otra vez, haciéndose de “la vista gorda” o volteando la mirada en otra dirección? Sucederá que las manzanas podridas terminarán corrompiendo el saco entero, y la relación entre política y crimen terminará por invertirse, quedando el cuerpo político postrado, a merced de la criminalidad. La política termina, de este modo, trastocándose en gansterato.
En efecto, el destino -la bestimmung– de todo totalitarismo es la gansterilidad. Rebelión en la granja es, en este sentido, una advertencia. La obra fue publicada en 1945, es decir, en la línea fronteriza entre la rendición nazi-fascista, la finalización de la guerra -o más bien, de “la política por otros medios”- y la definitiva consolidación del estalinismo en la Unión Soviética. Era, sin duda, su modo de advertir lo que inevitablemente seguiría a continuación, una vez que la insaciable ambición de la bestia totalitaria se pusiera en movimiento.
Como pocos intelectuales de su época, Orwell pudo advertir que la corrupción es inmanente al poder omnímodo y tiránico, ese poder tan propio de los regímenes totalitarios. Más bien, conviene decir que el totalitarismo es el necesario caldo de cultivo -el huevo de la serpiente- del sistema gansteril que hoy amenaza con destruir las bases mismas de la cultura occidental. Y, de hecho, su granja es, alegóricamente, la concreta e histórica simbolización del paso de la Rusia zarista, primero, a la revolución bolchevique y, más tarde, a la purga interior que terminaría en uno de los más espantosos, crueles y cruentos totalitarismos. Porque, con los años, el insaciable ancestro nómada, el lobo estepario transmutado en cerdo, termina mostrando su rostro, más allá de los aparatos de propaganda, del derrumbe de los muros y de las banderas rojas o de los llamados a la confrontación en nombre de los más humildes y desposeídos.
Todo pareciera indicar que la sociedad del presente -eclipsada por el sueño dogmático de la ratio virtual y la narcodependencia- se dirige frenéticamente a la granga solariega de Howard Jones, para expulsarlo, expropiarlo y dar cabida a la instauración de un régimen gansteril, la “fase superior” del totalitarismo.
Nadie ponga en duda las extraordinarias habilidades de los cerdos, sobre todo en aquellos casos en los que se pretende canjear un voto por un pedazo de pernil. Napoleón -el despreciable cerdo regordete y chillón que dirige la narcogranja, siempre rodeado por sus perros de paja, ya lo había advertido: “el que no vota no come”. O no tendrá “veinte o treinta días con gas”. El gansterato es, después de todo, una forma de nombrar a la miseria humana.
Los veinte años que van de siglo XXI parecen convalidar el argumento según el cual la historia vuelve a repetirse. Sólo que, esta vez, no como comedia, sino más bien como tragicomedia, como una tragedia cómica y a todas luces vergonzosa. El trabajo de la razón crítica e histórica consiste no sólo en denunciarla -en sacudir las flores que recubren las cadenas-, sino en demostrar que ha llegado la hora del juicio, a fin de terminar con la insana bacanal del crimen, especialmente en nombre de los hijos y de los nietos de un mundo que merece ser decente, próspero y auténticamente libre. Un mundo que tiene la obligación ética de recuperar la totalidad del quehacer auténticamente político.