viernes, 18 de febrero de 2022

ACTUALIZACIÓN EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, 18/02/2022,


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GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS: SINDICATOS Y SINDICALISTAS, UN TEMA OLVIDADO

El año 2022 abrió de manera trágica para el movimiento sindical venezolano, sin que hayamos observado de la ciudadanía y menos aún de quienes se dicen líderes, una reacción proporcional a la gravedad de los hechos. Por una parte, Ángel Jonás Espinoza, secretario general del sindicato Unión Bolivariana de Trabajadores (UBT) en el estado Bolívar, fue asesinado el 13 de enero a plena luz del día cuando conducía por las calles de Puerto Ordaz. Dos días más tarde, Jean Mendoza, secretario general del sindicato de la transnacional chilena Masisa, fue arrestado por reclamar a la empresa el incumplimiento del contrato colectivo de los trabajadores, sin que valiera la inmunidad sindical garantizada en las leyes.

No son casos aislados. En 2011, un informe de Provea reveló que desde 2005 hasta ese año, hubo al menos 273 asesinatos a sindicalistas y trabajadores en todo el país. A su vez, la Coalición Sindical de Venezuela informó en julio de 2021 que en los últimos 10 años ha habido 151 detenciones inconstitucionales a líderes sindicales en el país.

Desde que en 2000 el entonces presidente expresara su decisión de «demoler a la CTV» se aplica una política de estado antisindical en Venezuela que desdice de su pretendida calificación como «gobierno obrerista». En estos 22 años de régimen «revolucionario», la política antisindical ha avanzado hacia formas más hostiles contra quienes reclaman sus derechos: obstáculos al registro de organizaciones sindicales, despidos, procesos judiciales viciados y encarcelamiento, juzgamiento en tribunales militares…

Ante esto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estimó oportuno en marzo de 2018 activar la Comisión de Encuesta para Venezuela, el procedimiento de investigación de más alto nivel de la OIT, que en cien años solo se había activado 12 veces.

Entre otras precisiones, el informe de la Comisión de Encuesta de la OIT apunta que «en Venezuela se configuró en los últimos 20 años una política de Estado antisindical con el propósito de debilitar y acabar con el sindicalismo […] desde el Ejecutivo Nacional, con el respaldo del Poder Judicial y el Ministerio Público y la complicidad de la Defensoría del Pueblo, en un marco jurídico restrictivo a la movilización, concentración y huelga». Queda claro para la OIT que «ejercer la libertad sindical en Venezuela implica un riesgo a la libertad» ya que «el gobierno no respeta ni las normas nacionales ni los convenios de la OIT que garantizan la libertad sindical». Tales afirmaciones son respaldadas por la Alta Comisionada de Derechos Humanos Michelle Bachelet cuando en la actualización de su informe, en marzo de 2020, expresó que «también persisten restricciones a la libertad sindical a través de desalojos y la detención arbitraria de líderes sindicales».

Mientras tanto, el régimen no solo ha creado sindicatos paralelos pro gobierno (un oxímoron) sino que ha enfrentado los movimientos sindicales con «consejos de trabajadores» para el control obrero (Ley Orgánica del Trabajo, de los Trabajadores y Trabajadoras), «cuerpos de combatientes» y «milicias obreras» (Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana), para ejercer un control vertical y militarista de las relaciones de trabajo, y «patriotas cooperantes» (Sistema de Protección Popular para la Paz), instancia promovida por el Ejecutivo Nacional para convertir a los ciudadanos en delatores. El control anticonstitucional impuesto desde el Consejo Nacional Electoral (CNE) contra el ejercicio libre electoral de sindicatos y asociaciones es una piedra más en el propósito expreso de debilitar las asociaciones profesionales y obreras.

Todo esto ha producido un decaimiento del movimiento sindical venezolano que abarca no solo a los sectores tradicionales ferrominero, petrolero y similares sino también al mundo académico, a los universitarios y a las instituciones de investigación científica, dependientes financieramente del estado. Ejemplo de esto es la convención colectiva única de trabajadores del sector universitario, firmada en 2011 con un único interlocutor: la Federación de Trabajadores y Trabajadoras Universitarios de Venezuela (FTUV), organización al margen de las legítimas asociaciones y sindicatos que históricamente han defendido a sus representados en las discusiones de contrataciones colectivas universitarias en el pasado.

Como lo menciona Provea en su informe 2021, todavía hay una fuerza sindical que, aunque débil, resiste. Por tanto, tiene «el reto de unir fuerzas para […] el logro de la restitución de la democracia y la vigencia de los derechos humanos laborales». No podrán hacerlo solos. Hará falta también que los líderes de la oposición venezolana aporten su decidido apoyo a la causa sindical.

Gioconda San-Blas
sanblas@gmail.com
@DiarioTalCual
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Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales,
Individuo de Número, Sillón XX
Caracas, Venezuela
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"Allí donde se niega el conocimiento científico, se difunden las teorías de la conspiración y la agitación". Angela Merkel, discurso de despedida como Canciller de Alemania. 02/12/2021

“El castigo por rehusarte a participar en política es ser gobernado por personas inferiores a ti”. Platón

TRINO MÁRQUEZ: SIN SERVICIOS PÚBLICOS DE CALIDAD NO HAY DEMOCRACIA

El chavismo, y su versión más degradada, el madurismo, acabaron con la democracia en todas las esferas. Levantaron un sistema fundado en la arbitrariedad jurídica, el autoritarismo político y la ineptitud operativa. Este último componente se manifiesta en el colapso generalizado de los servicios públicos en todo el territorio nacional, fenómeno demostrado con meridiana claridad en diferentes investigaciones.

La visión actual de la democracia en el planeta incluye –como es tradicional– la libertad de información, pensamiento, expresión, desplazamiento dentro del territorio nacional, disensión, ejercicio de la crítica y protesta de forma pacífica, entre muchas otras expresiones. También incorpora la separación de los poderes públicos, la igualdad ante la ley –preeminencia del Estado de derecho-, concepto a partir del que se consagra el respeto a los derechos humanos y a las minorías, el predominio del principio ‘un ciudadano un voto’, fundamento de la elección de gobiernos asentados en el voto popular, universal y secreto; además de un amplio conjunto de conquistas obtenidas a lo largo de la lucha tenaz de los pueblos contra los factores que aspiran a engraparse al poder, desconociendo la libertad, la igualdad y los derechos fundamentales del ser humano.

Desde finales del siglo XIX, pero especialmente luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, tomó cuerpo la visión que incorporó la equidad y homogeneidad en la calidad de vida de las mayorías, como parte sustancial de la democracia. Los partidos políticos, los sindicatos y otros agentes de la sociedad civil, se dieron cuenta de la imposibilidad de hablar de libertad e igualdad, es decir, de democracia, si los gobiernos y las élites no mejoraban las condiciones de vida de la población mediante la provisión de servicios públicos que hicieran más confortable, sencilla y amable la vida de los ciudadanos. Las fuerzas progresistas tuvieron un papel clave en el proyecto de universalizar el bienestar a través de la inversión en electricidad, transporte público, vías de comunicación, suministro de agua, construcción de viviendas, educación y salud. Los partidos y organizaciones asumieron que la democracia no podía sustentarse solo en la igualdad jurídica y política, sino que también debía construir una plataforma objetiva, que le permitiese a la gente sentirse libre e igual.

Las democracias liberales comprendieron que las sociedades no pueden igualarse de forma compulsiva –tal cual plantean los comunistas y otras doctrinas colectivistas-, acabando con la propiedad privada y fijando salarios similares para todo los trabajadores. Las medidas coercitivas introducen desestímulos que conspiran contra la producción, la productividad y la eficiencia de la sociedad. La igualdad, y por la tanto la democracia, deben afincarse en la homogeneidad de las condiciones materiales básicas de vida.

El régimen actual representa un evidente retroceso con relación a los logros alcanzados durante los cuarenta años de vida democrática. La mayoría de la población, hasta 1999, llegó a disfrutar de servicios de calidad. En Caracas, el Metro y el Metrobús fueron medios de transporte que unieron a los ciudadanos de Este a Oeste y de Norte a Sur, reduciendo los contrastes sociales. En el Metro podía verse desde el alto ejecutivo hasta el modesto trabajador de una empresa pública o privada. Para contar con electricidad, no había que vivir en un lujoso edificio cuyos propietarios estuviesen en capacidad de gastar miles de dólares en la compra de una planta eléctrica. Para surtirse de agua a diario y de forma permanente, no había que contratar una empresa que perforara el suelo para llegar a pozos profundos. Para conectarse a internet y disponer de ese servicio con regularidad, no había que buscar una compañía privada y pagarle a precios internacionales, en un país con un ingreso promedio mensual miserable. La Cantv, aunque estaba en manos particulares, proveía la conexión a cifras módicas. Las universidades autónomas nacionales, a pesar de que se quejaban de los presupuestos anuales por deficitarios, funcionaban con holgura, satisfacían las demandas básicas de los docentes, estudiantes y empleados, y servían como mecanismo de ascenso social.

Los estudios más recientes que conozco –destaco los del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) y los de Consultores 21- muestran un país desvencijado, en el cual la gente reciente que su calidad de vida se ha envilecido porque ninguno de los servicios requeridos en su vida cotidiana funciona de forma regular y eficaz. Aunque existen algunas diferencias regionales según el servicio que se considere, siendo las zonas más castigadas el estado Zulia y la Región Oriental, la nación se encuentra, en general, arruinada. Más de 70% de la población, en promedio, se queja de la baja calidad de la educación que reciben los niños y jóvenes, del deterioro de los centros de salud públicos, la electricidad, el agua, la recolección de basura, el transporte colectivo, las vías de comunicación y la conectividad a internet, indispensable para atenuar los efectos letales del coronavirus en el sistema escolar. Venezuela se ha empobrecido de forma uniforme e integral. Este fenómeno ocurre, aunque existan los grupos minoritarios con acceso a dólares de forma regular y suficiente, que pueden financiar esos servicios sin mayores dificultades.

El viejo proyecto democrático –universal, inclusivo e igualitario- se fue a pique con el gobierno de Nicolás Maduro. Del Estado Social de Derecho –diseñado en la Constitución de 1961 y reafirmado en la Carta de 1999- no queda sino una caricatura, que se ve en las irrisorias ayudas económicas que ocasionalmente otorga el gobierno y en las cajas CLAP, que de vez en cuando reciben algunos sectores.

Entre los grandes desafíos planteados por la reconstrucción nacional, se encuentra volver a convertir los servicios públicos en un mecanismo para asentar la democracia. Millones de venezolanos están pasándola muy mal

Trino Márquez
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: INSOLENTE Y CON PODER

La educación es una cualidad en quienes asumen con conciencia los desafíos de la vida. Quien así no encara al mundo, tiende a confundir sus acciones al concebirse desde una perspectiva profundamente ensimismada.

Es decir, desde una posición egoísta y, por tanto, egocéntrica lo cual refleja un cierto abandono al hecho de actuar con ética, ecuanimidad, ponderación y equilibrio social.

Si bien actitudes así tienden a desordenar la vida a cualquier persona que busque encauzar su ideología entre otros con iguales apetencias o proyectos, el problema es mayor en el caso de quien ha sido delegado por una sociedad para responsabilizarse por la conducción de procesos sociales que comprometen su devenir .

A este respecto, sobran ejemplos. Sobre todo, de quienes tienen sobre sus hombros el difícil deber de cumplir y hacer cumplir las leyes. Asimismo, de dirigir la acción de gobierno. Aparte de otras atribuciones que son demostrativas del desproporcionado y acentuado poder que descansa en múltiples normativas.

La temperamental conducta de personajes enteramente cuestionados, sobre todo luego de reconocer el comienzo de su declive político, determina un proceder reprochable al conjugarse en actitudes reprochables, comportamientos injuriosos. Y que sumados a decisiones que vulneran el respeto a los derechos trascendentales del hombre exhortados por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, dan cuenta de la equivocada concepción que tiene del mundo y de la vida.

La desconsiderada visión de las realidades, sumada al abuso de poder mediante el cual agobia el libre albedrío de la población cuando decide ufanarse de su poder al vociferar melodramáticos discursos, no tiene parangón.

El poder mezclado con las características de que provee la malcriadez, hacen quedar mal a Venezuela ante los ojos del mundo.

Pero especialmente, ante quienes apoyaron a tales personajes. Sin advertir a tiempo, que las bravatas de esos personajes, aderezadas de insolencias, groserías y arbitrariedades, configuran el típico cuadro de quienes no deben ni pueden ostentar un cargo público cuya representación, en el mejor de los casos, representa un país.

Sin embargo, las realidades son inexorables en este sentido pues evidencian una persona malcriada usurpando un improcedente poder político. De esa forma, le resulta expedito tomar decisiones que fracturan condiciones democráticas y sociales de Derecho y de Justicia.

Más, cuando hace casi dos siglos, objetivos de libertad, derechos y garantías, se trazaron precursores y libertadores para que Venezuela alcanzara el bienestar y el progreso que se corresponde con la naturaleza de sus habitantes. Es lo que se esconde detrás de actitudes propias de cualquier personaje insolente y con poder.

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

JUAN GUERRERO: LEER PARA SER LIBRES


Ya lo indicaba el profesor, Daniel Pennac en su libro Como una novela: “El verbo leer no soporta el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo ‘amar’…, el verbo ‘soñar’…” Y esto es cierto, por eso los procesos lectoescriturales deben desarrollarse, más que en ámbitos democráticos, en verdaderos espacios donde el sentido de la libertad, de la amorosidad y la felicidad sean el centro de toda experiencia de lectura significativa.

Por ello los libros más trascendentales de la humanidad, como Don Quijote, la Biblia, El Popol Vuh, La Divina Comedia, La Odisea, El señor de las moscas, La montaña mágica, La metamorfosis, La hoja que no había caído en su otoño, Hamlet, El señor de los anillos, o aquellos de estos tiempos, como Harry Potter, Crepúsculo o Juego de tronos, contienen algo altamente explosivo en sus relatos: lo mágico, esotérico y misterioso.

Ese esoterismo es la marca que trasciende y hace que tanto el libro como el lector, sea este iniciado o fluente, se muevan en universos de experiencias más allá de su ruta de vida cotidiana. Porque un libro tan mágico y esotérico como la Biblia no es propiedad de ninguna religión, ni tiene que ver con iglesia alguna. Es, sí, referencia cultural de pueblos antiguos que cuentan sus historias, mitos, fábulas y hasta actos amorosos, como en el “Cantar de los cantares”, texto de absoluto erotismo o aquel pasaje de alta magia y hechicería donde el profeta y maestro místico Moisés, frente al faraón quien hace aparecer una serpiente, extiende su cayado y hace aparecer otra de mayor tamaño. Son estos como otros, actos de alta alquimia, brujeriles (en términos esotéricos), de experiencias y hechos mistéricos que construyen procesos de complejidad en la mente humana y hacen del libro una verdadera y significativa experiencia de lectura.

También en libros, como Don Quijote o Harry Potter, donde lo mágico es parte esencial en la narración. Es en estos extremos donde el lector encuentra sentido, correspondencia y vive la experiencia de la libertad como hecho cierto, donde no existen impedimentos para trascender y trascenderse e instalarse en otros mundos. Donde lo ‘imposible’ no tiene razón de ser. Toda realización, todo acto de creación está ofrecido merced a la intrincada, laboriosa y compleja red de relatos que son expuestos en total y absoluta libertad.

Por eso es tan necesario atreverse a leer, y leer libros significativos, trascendentes, que permitan acercar la experiencia de la libertad del ser. Entender que la lectura de estos y otros libros, donde la magia de la vida se aprecia como esencia que impulsa hacia la libertad como plenitud, como vivencia y como hecho cotidiano, son el resumen de culturas que afirman la esencialidad de esa otra razón de existencia: la vida mística, amorosa, esotérica expresada en sus misterios como hechos cotidianos.

La libertad se vive, tanto en los hechos cotidianos de la vida como en la búsqueda de ella mientras construimos nuestras historias. Eso lo encontramos también en la lectura de libros que son sagrados, que resumen parte de una cultura.

No creo prudente que un neo lector inicie su experiencia de lectura con textos complejos, como El libro de Urantia o el enigmático Codex Gigas (Biblia del Diablo). En esto siempre he deseado, al menos, tener entre mis manos para acariciarlo, el misterioso, enigmático e imposible de traducir (hasta ahora) Manuscrito Voynich. Texto o codex crípticoque no ha podido ser descifrado, apenas se comprende parte de su complejo e intrincado sistema de dibujos y lenguaje imposibles de entender para los eruditos.

Sí sería grato iniciar la experiencia de la libertad con un relato corto, como La hoja que no había caído en su otoño, del escritor Julio Garmendia. Un cuento que en su sencillez muestra lo más complejo de la naturaleza, a partir de la historia de una hoja adherida a la rama de una ceiba que no quiere desprenderse y ve pasar su tiempo hasta que le llega su otoño y es tomada en el pico de un pájaro que en su vuelo responde el trino de un ave enamorada y ella, la hoja, va ‘cayendo’ eternamente al infinito.

Relatos como estos muestran el infinito de mundos que reflejan los misterios que encierran las lecturas de libros esplendorosos, como estos que citamos. Son ejemplos de libertad amorosa, construcción de universos donde la lectura es plenitud y certeza de vida eterna.

Juan Guerrero

camilodeasis@hotmail.com    

@camilodeasis  

@camilodeasis1

Venezuela

LEANDRO RODRIGUEZ: ¿SE RECONECTARÁ LA OPOSICIÓN?

Uno de los principales errores de la oposición (la reconocida, la de Guidó) es que enfrasca su discurso en lo electoral, y muy lamentablemente, todo el espectro del voto en el país es rechazado fehacientemente por los venezolanos desde 2017, fecha en que el sufragio se convirtió formalmente en un acto del régimen, pues impone partidos, sus directivas, candidatos, electores y votos.

De ese modo, insistir en el sufragio solo generará procesos electorales ilegales e ilegítimos, con anémica participación donde, dicho sea de paso, la mayoría de los asistentes lo hacen bajo coerción, por temor a perder una determinada dádiva del régimen.

Barinas dejó muy claro (por enésima vez) que mientras las instituciones públicas se encuentren bajo control absolutista del chavismo, el régimen preserva todas las facultades, competencias y recursos de los espacios que los venezolanos le arrebatan por la vía del voto, es decir, votar en estas condiciones absurdas de nada vale, solamente para fingir una democracia inexistente e inflar falsos e inútiles discursos esperanzadores.

Por otro lado, se mantiene una total desconexión con la Venezuela real, mientras Guaidó habla solo de elecciones libres y justas, los habitantes del país solo se ocupan de su realidad personal/familiar, de la búsqueda de los alimentos, los pasajes, medicinas, agua, algún servicio de salud, tratando de encontrar gasolina, gas, entre un sinfín de indignidades más.

Bueno sería para la organización opositora que, en lugar de velar solo por sus propios intereses, atendieran las necesidades reales de los venezolanos desde los municipios, los estados. Una de las formas más efectivas es coordinar la presión social ante las autoridades correspondientes, por ejemplo, para exigir la solución definitiva del servicio de gas, de electricidad, agua, para exigir se detenga la inflación, para que se mejoren los servicios públicos de salud, para contener la inseguridad, entre tantas otras acciones.

Pudo haber sido un buen momento exigir, ante la embajada de Trinidad y Tobago, castigo al asesino del bebé venezolano, además de exigir se detenga el apartheid que padecen nuestros coterráneos en esa nación cuyos nativos siempre fueron bienvenidos en esta otrora tierra llena de gracia. También es oportuno señalar que esa misma presión se pueda ejercer ante el régimen chavista, por su indolente inacción en este trágico caso.

Otra oportuna acción sería ejercer presión social (avaladas por nuestra CRBV) para que el régimen “ni se le ocurra” formar parte en un posible conflicto bélico en Europa oriental, totalmente ajeno al país, donde solo se beneficiarían las sociedades políticas de ambas naciones, Rusia y Venezuela. Pagaríamos un innecesario y elevadísimo costo en momentos donde nuestro país padece su peor crisis humanitaria en toda su historia.

Nunca es suficiente alertar que desde 2002 la oposición en Venezuela comete el mismo error, seguir la agenda del régimen, donde sus tretas estrellas son los presuntos diálogos y elecciones ilegales e ilegítimas. Es prudente resaltar que en los momentos que el chavismo ha flaqueado es cuando la política sale de su agenda y ha sido la presión social la que lo ha hecho temblar.

Para reconectarse, la oposición debe escuchar el “grito de dolor” de la sociedad venezolana, acudir a él, atenderlo, tenderle la mano y orquestar acciones tendentes a la resolución de los problemas. Mientras la prédica sea política y no de la real realidad la oposición del país continuará en solitario. Para que Venezuela recobre su senda constitucional y democrática lo partidista debe quedar a un lado, debiéndose amalgamar todos los sectores nacionales, sus intereses, en acciones que reflejen lo que realmente necesita el país.

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela

JESÚS ELORZA GARRIDO: RENOVACIÓN OLÍMPICA

El año 2021, dio paso a un intenso movimiento de renovación en el movimiento olímpico venezolano. Los atletas, entrenadores y dirigentes deportivos fueron testigos de discusiones y confrontaciones en materia electoral para la escogencia de los dirigentes de las organizaciones olímpicas del país. Destacaban, en esas polémicas, sectores que solo buscaban perpetuarse en el poder, otros que solo pretendían sustituirlos y otros que buscaban darle un viraje a la conducción personalista, autocrática y de lucro personal de la dirigencia enquistada en el movimiento olímpico.

Cerramos el año, con decisiones de la Sala Electoral del TSJ señalando violaciones a los derechos electorales de los representantes federativos y sentencias que declaraban “irritas” a las asambleas convocadas para la escogencia de comisiones electorales en el Comité Olímpico Venezolano. Acciones judiciales que dieron paso a discusiones sobre nuevos procesos electorales y a la presentación de nuevas planchas para las directivas olímpicas. Es importante señalar, que en las discusiones siguen estando presentes personas o grupos que solo buscan mantener el “status quo” del continuismo hablando o proponiendo planchas integradas. pero sin la participación en las discusiones de las Federaciones Deportivas. Solo hablan de mantener o integrar a personas representativas del régimen o personas, dirigentes o no, afectas al gobierno.

También, se observó que el sector deportivo para personas discapacitadas estuvo envuelto en agitados procesos electorales. El pasado 6 de diciembre, directivos de las Federaciones Paralímpica de Ciegos, personas con Discapacidad Intelectual, deporte sobre Sillas de Ruedas, deporte para Personas con Parálisis Cerebral, Tiro con Arco, Canotaje, Bádminton, Tenis de Mesa y Ciclismo en su condición de miembros del Comité Paralímpico de Venezuela COPAVEN convocaron a una Asamblea Extraordinaria para el día 17 de diciembre 2021 para designar a la Comisión Electoral que se encargara de regir el proceso para la relegitimación de las autoridades del Comité Paralímpico Venezolano para el periodo 2021-2024. Denunciaron estos dirigentes que las autoridades actuales de COPAVEN tienen más de dos años sin convocar a asambleas y sin presentar los informes de gestión y memoria y cuenta de la organización.

El día viernes 17 de diciembre, en horas de la tarde, en el Salón Francisco "Morochito" Rodríguez del Instituto Nacional de Deporte, se llevó a cabo la Asamblea Extraordinaria Convocada. Sin embargo, los puntos de la agenda no fueron desarrollados, debido a que la mayoría de los miembros de La Junta Directiva Presentes en la Asamblea presentaron sus RENUNCIAS IRREVOCABLES a los cargos que ostentaban en la Actual Junta, manifestando su descontento, exclusión y molestias debido a que la actual presidenta toma las decisiones de manera unilateral y autoritaria sin consultar con los miembros. Estas renuncias masivas a la Junta Directiva, reorientaron el rumbo de la Asamblea, lo que obligó a la revisión de los estatutos dando pie a la DECLARACIÓN DE LA ACEFALIA DE LA ACTUAL JUNTA DIRECTIVA ELEGIDA EN EL 2018, y a la convocatoria a una nueva asamblea en los primeros meses del 2022.

En los días por venir, los temas a discutir en torno a COPAVEN, serán los relativos a la selección de los miembros de la Comisión reorganizadora, los integrantes de la Comisión electoral y los integrantes de la plancha que va a regir los destinos del Comité Paralímpico de Venezuela en el periodo 2022-2025. Dejando muy en claro, que en el proceso de renovacion, las autoridades directivas del COPAVEN deben preservar la autonomía de la organización.

Jesús Elorza Garrido
jesuselorza@hotmail.com
@jesuselorza
Venezuela