lunes, 8 de febrero de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ MARTES 09/02/2021


 

GABRIELA CALDERÓN DE BURGOS, ¿ELECCIONES DE VIDA O MUERTE?

El país está profundamente dividido en torno a visiones de contraste marcado. Cada elección se nos presenta como algo de vida o muerte. No son miedos irracionales dado que el Estado ha llegado a tener una envergadura y tamaño que se inmiscuye demasiado en nuestro bolsillo y hasta en las decisiones más íntimas. 

El sistema de “el ganador se lo lleva todo” en lugar de fomentar la paz necesaria para generar confianza, produce odio entre los que piensan distinto o entre las distintas regiones del país. 

La única manera de lograr la reconciliación es descentralizando el poder y recursos del gobierno nacional. Comentando sobre las recientes elecciones de EE.UU., J.D. Tuccille decía que la contienda electoral se percibió como algo que definía el destino del país debido a que “En gran medida la política se ha convertido en un combate, donde los que ganan las elecciones usan su control del gobierno para atormentar a los que pierden”. El economista John Cochrane lamenta “La cada vez menor capacidad de perder una elección y no ser aplastado”. Tuccille agrega: “Ningún pueblo cuerdo aceptaría un sistema político que sirve como un arma en contra del mismo pueblo; tratarían de escapar de su poder”. Eso describe lo que históricamente ha sucedido en Ecuador: si ganamos, aplastamos a los perdedores. Si perdemos, no consideramos legítima la autoridad de los ganadores. 

Para reducir la violencia política que hemos vivido los últimos años, es necesario que quien llegue a Carondelet, independientemente de su visión ideológica, descentralice las competencias y recursos del gobierno nacional. Algunos cantones o regiones socialistas del siglo XXI podrían aumentar los subsidios, las regulaciones e impuestos y otros hacer lo contrario. De esta manera, los ciudadanos se podrían juntar con otros que piensen igual y gozar o sufrir de las consecuencias dentro de su territorio. 

Es muy poco probable que la iniciativa venga del gobierno nacional. Pero lo que sí podría suceder es que este al menos permita procesos de descentralización de competencias y recursos demandados por los municipios. Esto ya sucedió a fines de los noventas cuando Guayaquil lideró una ola de descentralización, logrando mejorar los servicios públicos. La segunda ola podría demandar otras competencias, sobre cuestiones como la seguridad social, salud, educación, regulaciones financiera y laboral, etc. 

Nuestros padres fundadores concibieron al Ecuador como una república federal. José Joaquín de Olmedo lo consideraba una cuestión de justicia y lo contrario un acto de violencia. Siendo prefecto del Departamento de Guayas le envió una carta al Presidente Flores acerca de la propuesta para que Guayaquil financie la construcción de una carretera que conectara a Esmeraldas con el resto del país diciendo: 

“cada Departamento tiene derecho de procurarse cuantas ventajas le brinde su clima y su localidad. Y este derecho debe ser subsistente aun cuando las ventajas que se proponga cada país no sean del todo compatibles con las de los pueblos vecinos; pero la justicia también exige que los trabajos y costos de las mejoras particulares de cada territorio, salgan de sus propios fondos, pues será duro y violento obligar a los pueblos perjudicados a costear las ventajas ajenas, y pagar su propio daño”.

(Carta a Flores, Epistolario, Aurelio Espinosa Polit, p. 566. 21 de abril de 1830)


Gabriela Calderón de Burgos
gcalderon@cato.org
@gabricalderon
@InstitutoCato
Gabriela Calderón de Burgos es editora de ElCato.org, investigadora del Cato

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 5 de febrero de 2021.

JESÚS E. TROCONIS H., UNA ALIANZA PELIGROSA: BORRELL Y ZAPATERO

Conseguir las palabras correctas o “mots justes” para criticar la cerrada defensa de la tiranía de Maduro por José Luis Rodríguez Zapatero y Josep Borrell es una tarea difícil. Extraño y sorprendente empeño en buscar, a toda costa, la derogación de las sanciones individuales impuestas por el gobierno norteamericano solo a aquellos venezolanos que hayan incurrido en delitos contra el Tesoro público.

El denigrante latrocinio en Venezuela, atribuido a los funcionarios de alto rango y algunos particulares, alcanza cifras astronómicas, el más reciente descubrimiento es la bicoca de 10.000 millones de dólares en la banca suiza. Zapatero, el Bambi de acero, como suele llamarlo el antiguo vicepresidente español Alfonso Guerra, no pierde un segundo para clavar sus pezuñas en la escena iberoamericana. Su alianza abarca la Argentina del  presidente  Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner; Brasil, Bolivia y Colombia representados por los expresidentes Lula da Silva, Rousseff, Evo Morales y Ernesto Samper, juzgados por enriquecimiento ilícito los tres primeros y el último, investigado por narcotráfico en los tribunales de Bogotá tras haber recibido dinero de Pablo Escobar Gaviria. 

En la vertiente española destacan las ministras Arancha González Laya, de Asuntos Exteriores, e Irene Montero, de Igualdad; y por México, el canciller Marcelo Ebrard. Venezuela entra en juego a través de los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge, vicepresidenta de la República Bolivariana y flamante presidente de la espuria Asamblea Nacional, respectivamente. 

La estrategia trazada prevé una aproximación al nuevo gobierno de Biden y una fuerte arremetida contra Luis Almagro, el inteligente y activo secretario general de la Organización de Estados Americanos. En definitiva, los planes conjuntos de Zapatero y Borrell son lanzados desde plataformas distintas, el Grupo de Puebla y la Unión Europea, flamean la antorcha del rescate a la democracia venezolana, reducida a polvo por la terrible destrucción del Estado de Derecho, a fin de ocultar el interés de salvaguardar la inversión de España en el continente americano. Aparece así, una vez más, la sombra larga de lo que he denominado maldición en las relaciones internacionales. 

La declaración de la figura máxima de la política exterior de la antigua Comunidad Económica Europea llena el debate de ambigüedad, pues condena la celebración de las elecciones parlamentarias y su resultado írrito, convocada por la tenebrosa dictadura; pero reconoce la legitimidad de la Asamblea Nacional, aunque no hace lo propio con relación a la legitimidad del gobierno presidido por Juan Guaidó Márquez, fundado en la Constitución y leyes de la República Bolivariana de Venezuela. 

Entonces ¿en qué cree el señor Borrell? ¿Acaso es posible dejar un vacío en el orden jurídico? ¿O negar el reconocimiento a la legitimidad de la Asamblea Nacional, elegida en 2015, omitiendo la aplicación del principio de la continuidad constitucional? Responder negativamente a semejantes cuestiones descubre la aviesa pretensión de ambos personajes, convirtiéndolos en sujetos activos de una flagrante transgresión de las normas del Derecho Comunitario y de las  disposiciones contenidas en la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos. 

Tales instrumentos jurídicos  tienden a la preservación y defensa del Estado de Derecho democrático, económico, político y social. De esa manera, el discurso lleva consigo el reconocimiento a la legitimidad del gobierno de Juan Guaidó, un corolario diferente es contra legem, dando lugar a una violación deleznable de la protección de los derechos fundamentales que la comunidad internacional debe a la sociedad, al hombre y al ciudadano. 

En el caso del alto comisionado para los Asuntos Exteriores de la Unión Europea, la equívoca interpretación de las reglas no es inocente sino culpable. Celoso in extremis de la  custodia de los valores principales del sistema de libertades públicas en Europa, relajado en el resguardo de su vigencia en América Latina. 

En virtud del cambio de las circunstancias políticas en Estados Unidos, el avisado catalán solícito intenta aproximarse al gobierno de Biden, esgrimiendo el multilateralismo o pacto transatlántico.  Un  adecuado argumento para escudar los mutuos intereses económicos. 

Es importante señalar, aquí y ahora, el respaldo decidido a la legitimidad de Juan Guaidó  del nuevo secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. De la misma forma ha recibido el  franco apoyo de la mayoría  del Parlamento Europeo en la emocionante oratoria de la diputada polaca Dita Charanzová. 

¿Qué sucede entonces? Muy sencillo, Borrell y Zapatero intentan en la noche oscura de Venezuela sacar inescrupuloso rédito al segundo inversor, en la extensa geografía que va del Río Grande a Cabo de Hornos. Jugar la baraja del hundimiento de la democracia en favor del beneficio político o económico no sería un error sino una estupidez. Finalmente, deseo destacar la actitud concluyente de los 27 Estados miembros de la antigua Comunidad Económica Europea. Salvo Italia y Chipre, que hablan sotto voce de la democracia representativa. 

En estas horas aciagas de nuestra historia patria traigo a colación La noche de la verdad, compilación de los 138 editoriales y 27 artículos de Combat, el periódico de la Resistencia francesa contra el nazismo, escritos por su redactor jefe, el inmenso escritor francés Albert Camus, nacido pied noir, a 18 kilómetros de Bone, segunda ciudad de Argelia. Sus contenidos fascinantes ayudarán a encontrar el camino hacia el retorno de la justicia y la libertad. El postulado esencial otorga la primacía a la moralidad sobre la ideología y el realismo político. 

La evolución espléndida de su pensamiento muestra su primer paso conceptual al proclamar que el socialismo liberal parte de la modestia, no se cree, por tanto, dueño de la verdad como ocurre con el comunismo. Tal postura desató los ataques despiadados del diario l’Humanite y del seminario Action, la trinchera periodística del poderoso partido comunista de la época. Marcados los límites frente a las corrientes nihilistas, fascismo,  nazismo y comunismo, Albert Camus afirma la posibilidad de que no haya un sistema político bueno, pero la democracia es el menos malo. Un adelantado que logra poner en pie,  gracias a sus firmes convicciones democráticas, el hito infranqueable entre el socialismo marxista, seguido por los partidarios de Castro y Chávez y los populistas españoles del “pequeño” Pablo Iglesias y el socialismo democrático de Francia, bajo la égida del gran  presidente Francois Mitterrand, que rinde honores a la libertad en sus obras excelentes La rose au poing y Un socialisme du possible.

Jesús Eduardo Troconis Heredia 
Profesor de Derecho Internacional Público
Universidad Carlos III de Madrid
España – Venezuela

https://pararescatarelporvenir.wordpress.com/2021/02/04/jesus-eduardo-troconis-heredia-una-alianza-peligrosa-borrel-y-zapatero/

@coronilhartmann 

CARLOS A. MONTANER, QANON Y LAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS

Un alto porcentaje de los votantes republicanos piensa que realmente hubo fraudes masivos en las elecciones que el presidente perdió en el 2020 por casi siete millones de votos, 81 contra 74. Si eso fuera cierto, quienes irrumpieron en el capitolio serían patriotas y no unos vulgares violadores de la ley convencidos por Trump de que había que enmendarles la plana a los demócratas. Pero no es verdad.

Veamos. 

Se trataba de una una fauna impresionante. Jacob Chamsley, alias Jake Angeli, penetró en el capitolio norteamericano por una de las ventanas derribadas por la multitud embravecida. Llevaba un curioso casco de piel de coyote del que salían dos enormes cuernos de búfalo. Tenía la cara pintada en son de guerra de rojo, azul y blanco, los colores de la bandera americana. Su disfraz era el más vistoso. Si hubieran dado premios se hubiese llevado el primero. Los cuernos y el casco ocultaban su agresiva calvicie. Se había hecho tatuar en el vientre, creo, una especie de daga enorme. Era el chamán de QAnon. 

Los chamanes son los sacerdotes de las tribus primitivas. Hacen las veces de curanderos y tienen, dicen, poderes sobrenaturales. QAnon es una combinación de una de las más altas gradaciones de los que tienen acceso a los secretos estadounidenses, a quienes les asignan la Q, mientras Anon es una contracción de “Anónimo”. Varias veces una misteriosa letra Q ha firmado algunas de las “teorías conspirativas” que circulan por Internet. 

Curiosamente, el señor Angeli tuvo que desmentir una de las más asombrosas teorías conspirativas puestas en circulación por el trumpismo más rancio: que él era, en realidad, un agente provocador colocado por la gentuza de Antifa o Black Lives Matter entre los patriotas de derecha para sembrar el caos y desorden que se vio en el capitolio el 6 de enero. 

En un twit enviado por el chamán a Lin Wood, abogado de Donald Trump, y experto él mismo en difundir esos rumores, Angeli le explicó que él se había visto obligado a luchar contra esos canallas. Sin dilación, persistió en la huelga de hambre que había montado en la cárcel mientras el juez no le proporcionara alimentos orgánicos que necesitaba su esbelto cuerpo de chamán. El juez, magnánimo y garantista, le otorgó los alimentos que el reo solicitaba. 

La lista de las “teorías conspirativas” es casi infinita. Tienen que ver con la importancia de los protagonistas. Por eso los judíos son una fuente inagotable de rumores. Como el origen del pleito ocurrió en las sinagogas, y Roma era el centro del mundo cuando el emperador Teodosio I en el siglo IV declaró “locos o malvados” a quienes desobedecieran a los obispos cristianos del rito de Nicea, los pobres judíos comenzaron a beber la sangre de los niños, a envenenar los pozos de agua potable, a propagar las pestes y a cualquier perrería que se les ocurriera a sus adversarios. 

Desde entonces circulan esas canalladas. Un Anderson Cooper, presentador y comentarista de CNN (o sea, la definición perfecta del “enemigo del pueblo” en esas mentes calenturientas), le preguntó a Jitarth Jadeja (de origen hindú, pero estadounidense), renegado de QAnon, si de verdad creía que él, Cooper, se alimentaba con la carne de los niños, a quienes antes les había bebido la sangre. Jadeja le dijo que sí y le pidió perdón. Su explicación era que, si se formaba parte de un culto, se corría el riesgo de creer cualquier cosa. 

Creer, por ejemplo, en septiembre 11 del 2001 hubo una secreta pasividad de los militares que no respondieron adecuadamente al ataque a las torres gemelas o al Pentágono. O sostener que ese día, ¡oh casualidad!, no fue ningún judío a trabajar a las Torres Gemelas. Pero la palma se la lleva la negación de que un avión de los secuestrados se estrelló contra el edificio del Pentágono “porque nadie lo ha visto”. 

¿Existe alguna súbita cura para quienes creen en las teorías conspirativas? Me temo que no. Existe una terapia de realidad, que es capaz de convencerte de que eres un malvado y te conviene modificar tu conducta, porque de lo contrario vas a terminar preso o muerto. Pero eliminar el tipo de pensamiento absurdo que te lleva a creer en los zombis o en los extraterrestres que nos visitan, no tiene un rédito claro e inmediato. 

Si mañana Donald Trump declarara que realmente perdió las elecciones se produciría una decepción profunda en sus filas, pero no un cambio de convicciones. Muchos dirían que fue forzado por el “deep State” para salvar las vidas de sus hijos. Le darían otra vuelta a la tuerca. Sólo eso. 

Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
España-Estados Unidos

RICARDO VALENZUELA, SAMBA EN WASHINGTON DE BIDEN KEMALA

Avanza la tercera semana de la administración utópica sin grandes novedades en el frente, solo las especulaciones que continúan fluyendo de fuentes poco conocidas, no por ello desconfiables, puesto que se presentan con hechos y gran profesionalismo. Ayer, algunos de esos medios publicaron la noticia que Trump había sufrido un atentado contra su vida en su casa de Florida. Aparentemente, un francotirador profesional disparó un arma de grueso calibre directamente a la ventana de la recamara del presidente la que, afortunadamente, le acababan de instalar vidrios antibalas que lo único que no resistirían sería un arma de calibre 50. Se estableció que fue un disparo hecho a una larga distancia y, por la trayectoria de la bala, seguramente desde un helicóptero que pudo burlar la seguridad, con un proyectil que, al impactar, explota en miles de fragmentos que en este caso podrían haber alcanzado al presidente.

Llama la atención que Trump de inmediato detuviera cualquier participación de la policía local en las investigaciones, lo que pudiera interpretarse como su desconfianza de una posible participación en el ataque. Se sabe, también, que de inmediato, una guardia ajena al servicio secreto tomara al presidente para ubicarlo en un lugar más seguro. Esto me hizo recordar la amenaza de Schumer hace solo unos meses cuando afirmara; “si te entrometes con las acciones de las agencias de seguridad, de inmediato ellas contratacarán con gran ferocidad”. Afortunadamente Trump está muy consciente de ello pues es bien sabido que, durante sus cuatro años en la casa blanca, estudió profundamente el asesinato de Kennedy con documentos que el mismo desclasificara. Además, él sabe que el EP ha elevado su nivel de pánico pues saben que Trump ha recibido un paquete de información producido por fuentes contratadas por el mismo, de todos los crímenes por estos piratas.    

La pantomima de su nuevo desaforo estando ya fuera de la presidencia es muy significativa y puede tener dos interpretaciones. La primera sería que su pavor que ya alcanza una paranoia enfermiza a tal grado que pretenden bloquearlo y no pueda participar en la elección del 2024. La segunda, es que el expediente que Trump tiene en su poder, producto de investigaciones que él contratara y ajenas al gobierno, es un arma que no solo destruiría la payasada del gobierno de Biden, sino que los participantes en el golpe de estado pudieran terminar en prisión purgando largas condenas y, sobre todo, podría concluir en que sus activos mal habidos fueran expropiados, de acuerdo a la orden ejecutiva que expidiera en 2018. Y, a esos políticos profesionales, el solo imaginar su vida fuera del presupuesto federal, les quita el sueño. 

Trump continúa en silencio y ya casi nadie maneja otra alternativa que no sea resignación ante el robo y el atropello, pero sabemos no es la naturaleza de Trump. Yo pienso que es algo que él mismo haya solicitado de parte de sus soldados más feroces como son Tucker Carson, Sean Hannity, Limbaugh, Laura Ingram, que pareciera han decidido conformarse y pasar esa triste página que los ha herido profundamente. Sin embargo, hay otros que, no solo no lo aceptan, sino han arreciado sus protestas y denuncias como la juez Jeanine Pirro y los guerrilleros de News Max, que pareciera ser un pequeño contingente ubicado en la retaguardia y, de alguna forma, molestar al Victoriano moderno. Pero, es un hecho que la payasada de Victoriano lejos de consolidarse cada día actúa más como gallina decapitada corriendo por todos lados sin llegar a un destino. 

EUA se ha convertido en el hazmerreír del mundo, entre otras cosas, con la integración del gabinete de Biden cuando aparece la secretaria de salud, un hombre de 1.90 de estatura y 130 Kg de peso, con un vestido estilo caperucita roja haciendo sus comprar en un popular mall. O cuando el secretario de Transporte, un hombre joven apuesto dándole un apasionado beso a su esposo luego de ser juramentado. Parte de un gabinete que se asemeja más a una de las comparsas de samba desfilando en el carnaval de Rio de Janeiro. Un gabinete estructurado, no con los más competentes, sino con todos los elementos que, según ellos, son los que deberían de configurar el país: homosexuales, transexuales, islamitas, organilleros, magos, payasos, lanza fuegos, ilegales, todos ellos portando algo que los identifica y los une, un profundo odio a su país, su historia, los valores que le dieron vida. Y, sobre todo, el firme propósito de destruirlo. 

Ese es el desbocado plan ya en acción ordenado por el EP que incluye la reducción de la población del mundo usando como armas pandemias, guerras, proliferación del homosexualismo, puesto que no engendran, esterilización. La desprogramación mental y cultural de quienes no acepten sus ideas y mandatos. El diluir la sociedad original de blancos europeos inyectando el potaje social con musulmanes, chinos de la nueva generacion con rabia, abriendo la frontera a las olas de pobres hambrientos que nosotros fabricamos en toda América Latina con la complacencia y ayuda del EP, hasta alcanzar un panorama en que los blancos, patriotas, conservadores, heterosexuales, provida, se conviertan en una mayoría-minoría rechazados, discriminados, atacados. Un plan que los libros de historia describirán cómo la más efectiva forma, sin guerras, para convertir el país más desarrollado del mundo en un zoológico habitado por fieras reviviendo la edad de piedra. 

Un proceso que iniciara aquel loco comandando sus ejércitos imaginarios, firmando hojas en blanco, su hijo Hunter saqueando por todo el mundo. Pero, no tan loco para no entender que una civilización que alcanzar la altura y el nivel de EU nunca es conquistada por sus enemigos foráneos, hasta que haya sido destruida desde su interior por traidores como esos que lo ubicaron en ese trono de la ignominia y la vergüenza. Porque ese es el mandato que ellos tienen, destruir el país que les enseñaron a odiar cuando la gente buena permaneció callada. Y el reportar hoy sin novedad en el frente, no quiere decir, ni debemos entender, que el frente permanecerá en silencio pues todavía hay cuentas que saldar, proyectos que continuar, caminos que recorrer puesto que este no es el destino final.   

Y como el poema de Alberto Cortez, de seguro veremos al Juan Comodoro que buscando agua encontró petróleo, pero se murió de sed. 

Ricardo Valenzuela
elchero@outlook.com
chero@refugioliberal.net
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com

México-Estados Unidos El mercado libre no ofrece garantías, privilegios especiales, favores, monopolios, oligopolios, subvenciones, ventajas, protecciones, subsidios, apoyos, tratamientos especiales, distinciones, dádivas, cancelación de deudas, en pocas palabras, como lo afirmara Milton Freedman, no hay free lunch. Por eso es tan impopular y por muchos odiado.

ANDRÉS HOYOS, EL GOP ESTÁ PARTIDO

Las perspectivas del Partido Republicano gringo (Grand Old Party o GOP) lucen tan apetitosas como tomar una ducha helada en Alaska en invierno y a la intemperie. 

Sí, por ahí se augura que van a intentar descarrilar la presidencia de Biden abusando del famoso filibuster, el cual permite obstruir votaciones importantes a menos que se cuente con una mayoría semicalificada de 60 votos, y/o bloqueando el funcionamiento del Senado según reglas muy enredadas, pero lo más seguro es que por el camino se estrellen contra una de dos paredes. Pared 1: digamos que los republicanos cierran filas en su defensa de Trump ante el impeachment y que apenas un puñado de senadores de ese partido votan para condenarlo, de los 17 necesarios. El obstruccionismo seguiría, con mayor o menor éxito, pero el efecto que esto tendría sería sobre todo mantener electoralmente vivo a don peluquín, con la consecuencia de que el ruido constante, el cubrimiento obsesivo de los medios y la reiteración de las espantosas imágenes de la toma del Capitolio también perpetuarían el resentimiento del lado opuesto, conduciendo otra vez a un voto masivo, sobre todo en las presidenciales de 2024. Digamos que allí Kamala Harris enfrenta a Trump. Él, por definición, marchita cualquier renovación. Postergar el surgimiento de nuevas figuras es una fórmula para el desastre en cualquier partido. Para Biden sí son importantes las elecciones de mitaca en 2022, pero un avance republicano en ellas de ningún modo es garantía para las presidenciales posteriores, sobre todo por el rechazo gigantesco que arrastra Trump, muy superior al apoyo que sí tiene. 

La pared 2 prefigura todavía menos una recuperación cierta del GOP. Digamos que la oposición republicana a Trump crece y que, así no lo condenen en el impeachment, logren sacarlo de la carrera y promover candidatos alternativos para las presidenciales. Esta guerra civil, aparte de costar muchos puestos en las elecciones al Congreso, pues Trump atacaría con saña a cualquiera que se le oponga, podría hacer que los trumpistas armaran toldo aparte, llevándose digamos el 30 % de partido, lo que restaría a los republicanos los votos necesarios para ganar casi cualquier elección nacional y no pocas elecciones locales y regionales. En fin, si surge un ala conservadora razonable en el GOP, que intente hacer contrapeso a los trumpistas obsesionados con conspiraciones inexistentes, la batalla por el alma del partido se puede volver a muerte, lo que por definición aleja a la gente moderada o insegura. O sea, mal por un lado y mal por el otro. 

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¿Hay otras opciones a corto plazo? No se vislumbran. Se vislumbra en cambio una recuperación económica decente en los próximos dos años, así como el control de la pandemia de COVID-19, presupuestado para fines de 2021 en Estados Unidos. Con ello, el gringo promedio se tranquilizaría. No se ve cómo eso podría llevarlo a votar por Trump o por los botafuegos que él apoya, por ejemplo la loca representante a la Cámara por Georgia, Marjorie Taylor Greene. 

Lo único que podría repotenciar al GOP a mediano plazo sería que el Partido Demócrata caiga a su vez en manos extremistas. Esto último no es probable, aunque tampoco imposible. También le serviría a la derecha una crisis económica muy aguda, no ahora, que ya existe y se le achaca a Trump, sino otra nueva. Hasta donde se sabe esto tampoco es probable en los próximos años, si bien una vez más no es imposible. 

Andrés Hoyos
andreshoyos@elmalpensante.com
@andrewholes
Colombia

ALFREDO M. CEPERO, EL CAPO DE LA MAFIA DEMÓCRATA

Y ahora Obama, el presidente obstruccionista de los años de Trump, ha logrado su sueño de convertirse en el presidente oculto pero actuante del período de Biden.

El error más grande cometido por los ciudadanos de este país fue elegir a Barack Hussein Obama presidente de los Estados Unidos. Desde muy niño, Barack  escuchó las conversaciones de su abuelo materno Stanley Armour Dunham con su amigo Frank Marshall Davis, líder de la izquierda política americana. En sus años de juventud Obama asistió durante 20 años a los servicios religiosos del pastor Jeremiah Wright, un hombre que odiaba a los Estados Unidos al extremo de que ,en sus sermones, sustituyó el tradicional "Dios Salve a America" por la frase venenosa de "Dios maldiga a America". Y un hombre llamado Obama lanzó su primera campaña política a la legislatura del estado de Illinois en la residencia de los terroristas del Weather Underground, Bill Ayers y Bernardine Dohrn. Con estos antecedentes, Barack Obama  jamás debió haber sido electo a ningún cargo púbico.

Pero este personaje. además de ser un político brillante, es un simulador consumado. Cuando su figura alcanzó niveles nacionales rompió todo contacto con Jeremiah Wright y Bill Ayers. Se presentó ante el pueblo americano como un joven idealista, moderado y conciliador. Su sonrisa inocente fue otra de las cualidades que le ganó la simpatía de millones de sus conciudadanos. Escondió en la manga su militancia de izquierda y su racismo congénito. Con ello, Obama llevó a cabo el mayor engaño perpetrado contra el pueblo americano en más de 245 años de república.

Al finalizar sus dos períodos de gobierno, Obama debía ceder al paso a otro presidente y apoyó la candidatura de su compañera delincuencial Hillary Clinton. Ella mantendría en secreto las fechorías cometidas por ambos. Pero se produjo el milagro de Donald Trump ganando las elecciones de 2016 y tanto Hillary como Barack tuvieron que mandarse a correr. Obama lanzó la resistencia a Trump en la reunión del 5 de enero de 2017 en la Casa Blanca con la participación de Joe Biden, Sally Yates y Susan Rice, mientras Hillary pagó dos millones de dólares al ex espía británico Christopher Steele por un informe apócrifo afirmando que Trump conspiraba con Vladimir Putin para ganar las elecciones. 

Por otra parte, la elección de Donald Trump fue un golpe demoledor tanto para Hillary Clinton como para Barack Obama. Ella vio frustrada su aspiración a convertirse en la primera mujer presidente de los Estados Unidos y él vería erradicado su legado presidencial de izquierda agresiva. Y lo peor, a los 55 años de edad, Obama no estaba dispuesto a convertirse en reliquia. La mayoría de los ex presidentes se retiran a la vida privada  y a sus respectivos entretenimientos. Su mayor proyección política es el diseño y administración de sus bibliotecas presidenciales. Y su regla de oro es no inmiscuirse en las decisiones de sus sucesores.

Pero eso sería imposible para un adicto a la actividad política como Barack Obama. A sus actuales 59 años Obama se considera capacitado para seguir jugando un papel importante en la vida pública americana y se  aferra al poder a través de sus antiguos subalternos. Uno de ellos es sin dudas un Joe Biden que acató la orden de designar a Kamala Harris como su vice presidenta.

El 19 de mayo del año pasado, en un artículo que titulé "El regreso de Obama a la Casa Blanca", escribí: "Obama, por su parte, se prepara a regresar a la Casa Blanca por la puerta lateral que le abriría un Joe Biden mediocre, balbuciente e incapacitado". Por desgracia se ha cumplido mi vaticinio.

Además los Obama compraron una residencia por 8 millones de dólares a menos de dos millas de la Casa Blanca. Trump no disfrutó de tranquilidad para poner en marcha su agenda pero, a pesar del hostigamiento, fue más efectivo que todos sus antecesores, incluyendo a Obama.  Y ahora Obama, el presidente obstruccionista de los años de Trump, ha logrado su sueño de convertirse en el presidente oculto pero actuante del período de Biden.

Pero esta vez, Obama es mucho más efectivo porque tiene la experiencia de ocho años de improvisaciones y fracasos. Sabe por ejemplo, que sólo tiene dos años para poner en marcha la agenda que se le quedó en el tintero en sus primeros ocho años de gobierno. En las parciales de 2022 los demócratas podrían perder la mayoría en una o hasta en las dos cámaras del Congreso. Esa es la respuesta a la ráfaga de 40 órdenes ejecutivas emitidas por Biden en menos de dos semanas, más que ninguno de sus antecesores.

Por lo tanto, los conservadores que vemos en Donald Trump la última esperanza de devolver esta nación a la libertad, la prosperidad y la justicia debemos prepararnos para dos años verdaderamente tormentosos porque los ataques sólo han comenzado. Desde la pérdida de la independencia energética hasta el financiamiento del aborto, pasando por las fronteras abiertas, el aumento de la delincuencia y la confiscación de nuestras armas de fuego esta gente se propone llevarnos a una esclavitud del Siglo XXI donde serán incluidos los ciudadanos de todas las razas. Y, dicho sea de paso, el único Dios que reconoce esta izquierda es el estado totalitario y todopoderoso.

Ahora, ese estado se va a apoderar del pastel creado con los impuestos aumentados a la clase media para distribuirlo entre sus zánganos mantenidos y sus incondicionales políticos. Para ello, tienen que debilitar la voluntad de lucha de una buena parte de la ciudadanía. Y no hay nada más debilitante que el complejo de culpa. En este país se le conoce como "Culpa Blanca" o "White Guilt".

Muchos se preguntarán qué es esta "Culpa Blanca" . El sociólogo Willard Gaylin la describe en estos términos: "Culpa es la emoción que conforma una proporción considerable de nuestra bondad y generosidad. Es una señal que nos dice cuando hemos transgredido los códigos de conducta que nosotros mismos nos hemos impuesto. Sentirnos culpables nos dice que hemos fallado en nuestros ideales". Este sentimiento ha sido utilizado por la izquierda militante para chantajear a muchos de los multimillonarios y políticos americanos. Un ejemplo en cuestión ha sido el Alcalde de los Ángeles, Eric Garcetti, hincándose de rodillas ante ciudadanos negros para pedirles perdón por ser blanco. Si esto no fuera tan deprimente sería risible.

Explotando este sentimiento, mercaderes del racismo, tanto dentro como fuera del gobierno, se han atrevido a proponer el disparate de proporcionar una indemnización a los ciudadanos de raza negra. La interrogante mayor es determinar quiénes son los americanos de raza negra que descienden de esclavos seis generaciones después de que Abraham Lincoln emitiera su Proclama de Emancipación el primero de enero de 1863.

La otra es precisar quiénes son los americanos blancos descendientes de antiguos dueños de plantaciones de esclavos. Sería una injusticia por partida doble obligar a un ciudadano cuyos antecesores no tuvieron esclavos a pagar reparaciones por delitos cometidos por otros. Esto no es otra cosa que una sucia maniobra de la izquierda para mantener esclavizados y garantizarse los votos de los ciudadanos de la raza negra. Porque el hombre que sin esfuerzo propio recibe de otro su subsistencia es esclavo del que se la proporciona.

Estos son los procedimientos y estratagemas con los que cuentan Barack Obama y sus apandillados para enfrentar a un Donald Trump que cuenta con el respaldo incondicional de 74 millones de americanos y que ha dicho que volverá a aspirar a la presidencia. Hay una nación dividida por el medio entre los mafiosos del pantano y los defensores de un regreso a los valores de la América que nos legaron los padres fundadores. Todos sabemos quiénes son porque al "capo" de la mafia demócrata se le acabó el anonimato.

Alfredo Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Estados Unidos