sábado, 6 de junio de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DOMINGO 07/06/2020

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: REBELIÓN

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 7 minutos
Tras haber llegado a creer que el mandado estaba hecho, que el régimen “se va a caer solo” (como en 2018 aseguraba Felipe González), la realidad continúa aplastándonos como una robusta losa. Pasamos -otra vez- de lo sublime a lo vulgar, tragados por esa brutal lucha por la supervivencia que a menudo amenaza con sofocar las candelas de lo político. Un “Annus horribilis” al que la llegada de la pandemia puso acerba corona, cobra especial significación entre nos: sin éxitos qué contabilizar, la esperanza se licúa. Acá estamos, azotados por el colapso de los servicios públicos, reventa... más »

FROILÁN BARRIOS: LA JUDICIALIZACIÓN DE LA PROTESTA LABORAL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 25 minutos
Si hay un movimiento social que las tiranías intentan domesticar en las primeras de cambio es el de los sindicatos y los gremios, aun cuando se identifiquen numerosas distorsiones y desviaciones en su seno, estos encarnan en esencia la autonomía frente al Estado y los partidos políticos, la pluralidad y la democracia. Por ello no fue casualidad que una de las primeras tareas de Fidel Castro y el Che Guevara en 1959 fue secuestrar la Central de Trabajadores Cubana (CTC), convirtiéndola hasta la actualidad en una agencia de propaganda del régimen castrista, encomienda aprendida de la... más »

CARLOS ALBERTO MONTANER DISTURBIOS PARA UN PERTURBADO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 33 minutos
Éramos doce y parió la abuela. George F. Will le enfiló los cañones a Donald Trump. Esto sucedió en medio de los disturbios por la muerte de George Floyd, de la pandemia por el coronavirus y de la súbita y astronómica cifra de desempleados. Will pidió, incluso, que se castigara electoralmente a los senadores republicanos eliminando su control de la cámara alta. Will, estadounidense, quien obtuvo un Ph.D. en Ciencias Políticas en Princeton, New Jersey, es una especie de Edmund Burke revivido. Burke fue la más brillante cabeza del pensamiento liberal-conservador en el siglo XVIII.... más »

CAROLINA GÓMEZ-ÁVILA: ESA ESQUINA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 45 minutos
A fin de cuentas, no sabemos si es calumniosa la historia de las hermanas que daban puerta franca a los hombres que les pedían agua cuando pasaban por su casa, primera en la ruta obligada de cualquiera que viajara del puerto de La Guaira a Caracas. Ni si es verdad que el dueño de la vivienda pudiera presumir de serlo también de la intimidad de ambas, ni si mandó a instalar un par de piletas en la entrada por celos o porque ellas se lo pidieron, hartas de molestias y habladurías. Sí es verdad que de piletas a pilitas no hay mucho trecho, pero más de uno contó que el nombre con el q... más »

RICARDO VALENZUELA: SE ABRE LA CAJA DE PANDORA I, REFLEXIONES LIBERTARIAS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Observando el efecto del “Trump Derangement Syndrome”, odio mortal hacia el presidente acompañado de conductas psicóticas, podemos concluir qué el proyecto fue magistralmente operado por el EP. Yo pregunto a mis amigos ¿por qué ese odio enfermizo? Sus cantinflescas respuestas me divierten: “Porque es un tipo corriente, es antipático, no tiene la categoría de Obama, es muy agresivo y grosero. Entonces, si los americanos hubieran conseguido un Churchill para manejarlos, tampoco nos gustaría porque se desayunaba con martinis, almorzaba con vodka, cenaba con brandi y echaba madrazos en... más »

EDUARDO MARTINEZ: JOSELIT RAMÍREZ, DEL FAVORITO DEL RÉGIMEN AL MÁS BUSCADO POR EEUU

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
La incertidumbre, de tener sobre la cabeza un precio de recompensa, no es algo que se lleve como un sombrero o una gorra del equipo de beisbol favorito. Así, el cartel de búsqueda estipule que la recompensa es por quien proporcione “información”. Más aun, cuando la recompensa prometida es de 5 millones de dólares, billete sobre billete. Esta es una cantidad bastante cómoda, como para ser repartida entre varios caza-recompensas. Quienes trabajan con finanzas e inversiones, tienen noción exacta de lo que esta cantidad significa. Y deben saber lo que, para alguien que conoce de fina... más »

GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS: HAMBRE ¿CARIDAD O JUSTICIA?, AL COMPÁS DE LA CIENCIA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
«Por un tiempo considerada la “Arabia Saudita” de América del Sur, hoy Venezuela se parece más bien a Siria. Destruida económicamente e inestable socialmente, el país ahora lucha contra un espectro más alarmante: el hambre». Así comienza un extenso trabajo publicado por el reputado diario inglés The Guardian, artículo en el cual las imágenes reflejan con cruda elocuencia el drama que vivimos como sociedad. Ya el programa ENCOVI (Encuesta de condiciones de vida), llevado adelante con el concurso de tres prestigiosas universidades venezolanas (UCV, USB y UCAB) desde 2014, nos había a... más »

LUIS FUENMAYOR TORO: MÁS SOBRE LA GASOLINA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Oír a Maduro decir, respecto del nuevo precio de la gasolina, algo así como que el litro de gasolina costaría menos que un toronto, me pareció un insulto mayúsculo a los venezolanos, dada la burla implícita en tal expresión. Estaba diciendo que la gasolina, que él había aumentado varios miles de veces era realmente baratísima y que cualquiera la podría adquirir sin mayores problemas. El principal responsable de la debacle de PDVSA, de que no estemos produciendo gasolina, a pesar de las “grandes reservas de petróleo del país potencia” y de haber producido en el pasado reciente toda ... más »

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: VIOLENCIA, INCERTIDUMBRE, HAMBRE Y CONFINAMIENTO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Intentar una explicación que vincule violencia, incertidumbre, hambre y confinamiento, no es nada fácil. Sus imbricaciones e implicaciones, no sólo hacia adentro de sus ámbitos, también hacia afuera, hacen complicado el análisis. Sus múltiples variables, arrojan tantas lecturas como sean posible. Sobre todo, si dicha situación se revisa desde el contexto de realidades consideradas en lo político, lo económico y en lo social. El caso Venezuela, luce especialmente interesante dado el grado de embrollo que muestra en toda su amplitud funcional-estructural. Aunque resulta vergonzoso a... más »

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: REBELIÓN

Tras haber llegado a creer que el mandado estaba hecho, que el régimen “se va a caer solo” (como en 2018 aseguraba Felipe González), la realidad continúa aplastándonos como una robusta losa. Pasamos -otra vez- de lo sublime a lo vulgar, tragados por esa brutal lucha por la supervivencia que a menudo amenaza con sofocar las candelas de lo político. Un “Annus horribilis” al que la llegada de la pandemia puso acerba corona, cobra especial significación entre nos: sin éxitos qué contabilizar, la esperanza se licúa.

Acá estamos, azotados por el colapso de los servicios públicos, reventados por una hiperinflación que no da respiro, temiendo por la falta de una infraestructura capaz de atajar la propagación del Covid-19, inmovilizados no sólo por las exigencias del cerco epidemiológico, sino por la exótica escasez de gasolina en país petrolero. Encima, des-animados, despojados de soplo y conatus: eso que trasciende la básica “voluntad de vivir” y vincula el impulso de obrar con la consciencia, la certeza de que aquello que deseamos es también digno, es también bueno.

El resultado de estos reveses termina dando motivos para la flagelación: ¿qué pasó con el “bravo pueblo”?, se preguntan unos. ¿Hasta cuándo aguantaremos tanto maltrato?, señalan otros. Lo de la gasolina debió ser la gota que rebasara el vaso, reclaman más allá, y se invocan estallidos como el que en 1989 le resquebrajó el piso a CAP. La pasividad, el acostumbramiento a la mengua nos amenaza con la misma suerte de los cubanos, advierten también; y surge entonces la inevitable comparación con procesos democratizadores como los de Túnez, Sudáfrica, Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Alemania, países donde el nervio de los movimientos sociales hizo la diferencia. El cuestionamiento que se extraña en ese cotejo, sin embargo, es el que remite al catalizador imprescindible: un liderazgo presto a identificar demandas particulares, articularlas en una sola fuerza, darles sentido mediante la acción colectiva. Un liderazgo dueño de una línea política nítida, impulsado por metas realistas y con auctoritas para concitar la voluntad mayoritaria de los afectados.

El problema es siempre el cómo. El problema es saber con qué contamos, hasta qué punto y bajo qué premisas pueden habilitarse esos “milagros” políticos en Venezuela. Esto sin olvidar que, como decía Betancourt, “los milagros los hacen los dioses… los hombres son los que, actuando de acuerdo con la circunstancia y fijándose metas claras, conducen la historia”.

Sin desmerecer ni un ápice la lúcida rebeldía de Betancourt frente a ese determinismo que anula a priori la responsabilidad del hombre sobre sus actos (traílla que él mismo logró cortar, y magníficamente), vale la pena hacer algún repaso de nuestros antecedentes. Habrá que convenir, entonces, en que si bien ha habido momentos de atrevido civismo en nuestro pasado, momentos en que “el demonio de la política se metió en el cuerpo de la mayoría de los venezolanos”, como apunta Elías Pino al recordar la Revolución de octubre, la poca disposición a promover movidas masivas y temerarias en aras de una ruptura abrupta del statu quo, es peculiaridad que ha marcado la relación de nuestra sociedad con la política (los ardores del octubrismo, por cierto, trocaron en pasmo y silencio cuando el buen Gallegos fue víctima del golpe de Estado, desliza también Pino).

¿Quizás haya allí un rasgo que configura cierto Volksgeist, cierto “espíritu del pueblo” que aunque nos hace proclives a la expectación, al mismo tiempo nos dota de recursos excepcionales para la lucha pacífica, democrática? Aparte del puntual, demoledor efecto de la “starvation”, el estado de privación absoluta que inhibe toda vocación de los pueblos a “alzarse”: ¿no es justo mirar en aquella expresión los guiños de un modo de ser, cierto temperamento, cierta unidad cultural con valor de auto-preservación –noción afín a la concepción herdereana- contradiciendo la fábula de que el cambio político en Venezuela sólo vendrá dado por una épica, violenta confrontación con el opresor?

A fin de no lucir desconectados del mapa de lo posible, de lo que efectivamente la gente está dispuesta a dar y hacer, hay señales que no deberían desatender quienes aspiran a dirigir los destinos de la nación. Un llamado a “rebelarse” como el que desde el cortijo tuitero lanzó recientemente el mismo sector de la oposición vinculado a los chuscos eventos del 23F, el 30A o Gedeón, por ejemplo, habla no sólo de la limitación para leer los agobios del presente, para advertir que una protesta social relevante no camina sin una conducción inspiradora, disciplinada y consistente; para notar que el número de descreídos aumenta o que un grueso porcentaje de la población prefiere acuerdos antes que confrontación. También desnuda la resistencia a entender con razón sensible esa idiosincrasia que en nada se concilia con las fantasías heroicas de algunos.

Irónicamente, todo sugeriría que a expensas del binomio mitológico que, según Ana Teresa Torres, domina nuestra cosmovisión, este liderazgo también se debate entre el mito bolivariano y el mito democrático. La propia revolución surgió de ese desgarro. Los ecos de un tiempo heroico plagado de “banderas libertarias y proclamas disolventes, de dictaduras sangrientas y sufridas resistencias” no dejan de seducir el imaginario colectivo del país, eclipsando al mito democrático, que peca de inconcluso. Las fallas del siglo XX facilitaron el asincrónico salto al belicismo del XIX; del retorno de valores militaristas legitimando revueltas en nombre de los oprimidos, en fin, no nos libramos.

Pero luego de otra bofetada de realidad, nos preguntamos si la renuncia a esas recetas que poco difieren de las que antagonizamos, es posible. La ilusión de un fast-track por encargo que no exigiría unidad amplia ni organización interna, exhibe también sus falencias. Seguros de que una transición jamás podrá ser excusa para la devastación, justo sería zafarse de esos mitos que invalidan, reconciliarse con lo disponible, apreciar su alcance para espantar la idea de la suerte sellada. Y prepararse para “construir capacidades” como una vez se prometió, pero esta vez por medio de victorias institucionales, esas que habilita la vía electoral.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal

FROILÁN BARRIOS: LA JUDICIALIZACIÓN DE LA PROTESTA LABORAL

Si hay un movimiento social que las tiranías intentan domesticar en las primeras de cambio es el de los sindicatos y los gremios, aun cuando se identifiquen numerosas distorsiones y desviaciones en su seno, estos encarnan en esencia la autonomía frente al Estado y los partidos políticos, la pluralidad y la democracia.

Por ello no fue casualidad que una de las primeras tareas de Fidel Castro y el Che Guevara en 1959 fue secuestrar la Central de Trabajadores Cubana (CTC), convirtiéndola hasta la actualidad en una agencia de propaganda del régimen castrista, encomienda aprendida de la URSS donde los sindicatos eran la correa de transmisión del Partido Comunista y los Soviets, y de la China maoísta cuyos sindicatos son simplemente jarrones decorativos que avalan la sobreexplotación del sistema al no existir ni contratos colectivos ni el derecho a huelga.

Esta inquina contra los sindicatos y gremios profesionales la asumió igualmente Hugo Chávez y el “presidente obrero”, el primero hizo gala de su cultura militar verticalista que no admitía en su cerrada mente el diálogo social, por el contrario, su práctica era dictar órdenes y que la tropa obedeciera, y el segundo por ser formado en la escuela estalinista del castrismo cuya enseñanza le asigna el sindicato la obligación de estar al servicio de la revolución, así esta sea una estafa como la que sufrimos en Venezuela.

Pues bien, ante la protesta social que se expande en todo el territorio nacional por la ruina acelerada de los servicios públicos, acicateada por la escasez de gasolina y por la pandemia del covid-19, el régimen ha acentuado la represión bien sea en las calles con colectivos parapoliciales y en las redes sociales instalando la inquisición del siglo XXI, contra el que manifieste rechazo a vivir en la indigencia general que sobreviven los venezolanos.

La tiranía que llora constantemente por el bloqueo, no escatima finanzas en el uso de sofisticados recursos para mantener una red de escuchas, de soplones, cuyos modelos terroríficos son la Stasi policía política de la ex Alemania Oriental, la KGB soviética y el G2 cubano, apuntados a perseguir todo género de disidencias y amedrentar a un pueblo diezmado y hambriento.

Recientemente han arremetido de nuevo, esta vez contra la médico ginecólogo Andreína Urdaneta del Hospital General de Cabimas privándola de su libertad, siendo «el delito» colocar en su WhatsApp la cuestionada imagen del “presidente obrero”, quien por cierto goza de un repudio a su gestión de más de 80% de la población, cifra registrada en diversas encuestas. Esta práctica autoritaria también le fue aplicada a la bioanalista Andrea Sayago del hospital de Valera, quien cuestionara recientemente la ruina hospitalaria ante la pandemia.

En la presente semana han retomado su furia contra el gremio de enfermería del estado Zulia y en especial contra su presidenta, licenciada Hania Salazar, al conminar a numerosas enfermeras a denunciarla como promotora de un paro inexistente, con el solo objetivo de levantar un expediente y privarla de libertad. Lo que resume la preocupación del régimen de acallar la protesta laboral a como dé lugar recurriendo a métodos policiales para silenciarla.

En resumen, presenciamos en nuestro país la implementación definitiva del delito de opinión como política de Estado, que registra la detención de más de 400 presos políticos, y que apunta hoy a arreciar la ofensiva contra el movimiento sindical y gremial, en un país donde son derechos constitucionales, la libertad sindical, artículo 95; el derecho a huelga, artículo 97; a contratos colectivos, artículo 96; a la manifestación, artículo 68; incluso avalados por los convenios internacionales firmados por el Estado venezolano desde el siglo pasado.

Froilan Alejandro Barrios Nieves
fbarriosnieves@gmail.com
@froilanbarrios
@ElNacionalWeb

CARLOS ALBERTO MONTANER DISTURBIOS PARA UN PERTURBADO

Éramos doce y parió la abuela. George F. Will le enfiló los cañones a Donald Trump. Esto sucedió en medio de los disturbios por la muerte de George Floyd, de la pandemia por el coronavirus y de la súbita y astronómica cifra de desempleados. Will pidió, incluso, que se castigara electoralmente a los senadores republicanos eliminando su control de la cámara alta.  

Will, estadounidense, quien obtuvo un Ph.D. en Ciencias Políticas en Princeton, New Jersey, es una especie de Edmund Burke revivido. Burke fue la más brillante cabeza del pensamiento liberal-conservador en el siglo XVIII. Will ha utilizado los periódicos, revistas y la televisión para difundir y defender los principios en los que firmemente cree. Lo ha hecho tan bien que mereció un Premio Pulitzer en 1977.  

Luego le tocó el turno de golpear a Trump a Jim Mattis, ex Secretario de Defensa del gabinete del actual presidente. Lo hizo por medio de la revista The Atlantic. Mattis es un general de los marines con una magnífica fama entre sus subordinados y jefes, pese a su sobrenombre de “Mad dog” o “perro loco o rabioso”.  Le reprochaba a Trump que dividiera a la sociedad en lugar de unirla. 

El reclamo del actual Secretario de Defensa, Mark Esper a su jefe Donald Trump era mucho más concreto: le advertía, públicamente, que no estaba de acuerdo con utilizar las tropas del ejército regular para enfrentarlas a los desórdenes generalizados que sufría el país. Incluso, dudaba que fuera constitucional semejante uso. Para eso estaban la Guardia Nacional y la policía. 

El asesinato de George Floyd por parte de la policía de Minneápolis fue el detonante. Pero, mientras Trump, que cree en las conspiraciones, ve la mano peluda de los anarquistas, a los que llama terroristas, pese a que difícilmente ninguno de los saqueadores sepa quien fue Pierre-Joseph Proudhon o Mijail Bakunin, y mucho menos hayan leído una sola letra de ellos, no hay duda que algunos norteamericanos coinciden con la apreciación de Trump. 

Por eso el estrafalario presidente de los estadounidenses se ha declarado el hombre de “la ley y el orden” en el país, y ha designado al grupo “Antifa” como “anarquistas”, pese a sólo ser violentos y primitivos “anti-supremacistas blancos” que convocan y participan en los desórdenes porque sienten que la policía los adversa y la justicia no existe para ellos. 

Si Trump, hubiera mencionado al Ku Klux Klan como gente peligrosa –antinegros, antisemitas, anticatólicos-, y hubiera colocado a esa peculiar banda de odiadores al mismo nivel de los Antifa, habría ganado en popularidad, pero no lo hizo por mezquinas razones electorales. No todos sus fanáticos son supremacistas blancos, pero todos los supremacistas blancos lo apoyan en las urnas.        

Desde luego, no todo lo que hace Donald Trump es malo per se. Sus medidas de gobierno latinoamericanas son esencialmente correctas y están en la mejor tradición estadounidense de impedir el tráfico de drogas y la acción de los terroristas, aunque acaso sea por influencia de Mike Pompeo.  

Fue lo que hizo Bush (padre) cuando invadió Panamá y apresó al narcodictador Manuel Antonio Noriega. (Esta acción dio origen al Panamá democrático, próspero y sin ejército de hoy). Fue lo que hizo Bill Clinton cuando inauguró las “Listas Clinton”, o cuando firmó la ley Helms-Burton tras la artera destrucción sobre aguas internacionales de unas avionetas desarmadas de “Hermanos al Rescate”. Luego la invención evolucionó a las “Listas OFAC” y a la “Ley Kingpin”. El objetivo era cerrarles a los corruptos el santuario norteamericano para lavar activos, y, de paso, castigar a las empresas dedicadas a blanquear dinero sustraído al erario público.  

Naturalmente, el Trump dedicado a defender Estados Unidos de sus dos grandes enemigos –el narcotráfico y el terrorismo internacional-, muchas veces coludidos, como sucede en la simbiosis entre Cuba y Venezuela, se da de bruces con la negativa a aceptar a los dreamers, o de no dictar, como hizo Reagan, una amnistía para los “sin papeles” que viven de su trabajo honrado, porque en sus países de origen las bandas de forajidos los matan o extorsionan.  

¿Puede el establishment político estadounidense declarar loco o incapaz a Donald Trump y destituirlo aplicándole la cuarta enmienda al artículo 25 de la Constitución? Teóricamente pudiera, pero es muy improbable que suceda. Es más difícil aún que el impeachment. Afortunadamente, las elecciones están a la vuelta de la esquina. 

Carlos Alberto Montaner 
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner. 

El último libro de CAM es Sin ir más lejos (Memorias). La obra fue publicada por Debate, un sello de Penguin-Random House. Se puede obtener por medio de Amazon Books.  

CAROLINA GÓMEZ-ÁVILA: ESA ESQUINA

A fin de cuentas, no sabemos si es calumniosa la historia de las hermanas que daban puerta franca a los hombres que les pedían agua cuando pasaban por su casa, primera en la ruta obligada de cualquiera que viajara del puerto de La Guaira a Caracas.

Ni si es verdad que el dueño de la vivienda pudiera presumir de serlo también de la intimidad de ambas, ni si mandó a instalar un par de piletas en la entrada por celos o porque ellas se lo pidieron, hartas de molestias y habladurías.

Sí es verdad que de piletas a pilitas no hay mucho trecho, pero más de uno contó que el nombre con el que se referían a la casa no era el que apuntaba al repositorio de agua sino a la promiscuidad atribuida a aquellas mujeres.

Para varias generaciones de venezolanos que ya no están sobre la tierra, lo de “dos pilitas” era casi un eufemismo y las historias aderezando la reputación de las que fueran habitantes de esa esquina se comentaron por años hasta que se olvidaron, como todo lo que deja de contarse por hastío o porque deja de ser novedad para ser norma.

La construcción de la que fue la sede de la Corte Suprema de Justicia en aquel terreno de la avenida Baralt, empezó durante el Gobierno de Herrera Campíns y terminó en el de Lusinchi. Las comparaciones vienen desde entonces y nadie piense que se pueden acabar ahora que no hay luces ni en el entendimiento, ni en la conducta, ni en los enchufes.

Todo esto recordé cuando supe que el “pequeño grupo marginal de políticos” que apacentó al Gobierno con una instancia sin legitimidad ni aceptación popular, estuvo el jueves pasado en ese terreno para solicitar a la Sala Constitucional que declare la omisión legislativa y se aboque a designar —¡otra vez!— a los integrantes del Poder Electoral.

Lo digo conturbada porque nunca entendí de dónde sacaron la interpretación que, según ellos, se lo permite. Por más que busco, no leo en la constitución que el Poder Judicial tenga la facultad de nombrar a los integrantes de otro Poder Público.

El asunto es que no es la primera vez que aparecen políticos de comodín a pedirle encarecidamente al tribunal que se apresure a violar la ley, especialmente si así atentan contra la forma republicana del Estado.

Uno de estos había pedido en enero que se pronunciara sobre la Junta Directiva de la Asamblea Nacional sirviéndole la mesa para que, hace poco más de una semana, Dos Pilitas diera por buena la que todos sabemos que es ficticia y además engordara el expediente para justificar la persecución y represión en contra de los diputados que conforman la legítima.

Gracias a la acción del jueves pasado sofisticarán la trampa. Tras la sentencia habrán decidido, directa o indirectamente, cómo y cuándo se harán las elecciones y quiénes las controlarán y competirán en ellas.

Lo que he dicho lo nota cualquier demócrata. Lo que no está muy visto es que estos farautes del opresor tienen más apoyo del que parece. Cuentan con la bien dispuesta Iglesia católica y con Fedecámaras. Además, algunos políticos de historial democrático se preparan para saltar esa talanquera sin que parezca que lo que hacen, por eso les preceden sus mejores embajadores, opinadores y comunicadores.

Todo se prepara para que en el momento en que en Dos Pilitas nombren rectores (¿a la una?) confluyan en que aceptarlos es insoslayable, dejando complacidos a todos los viajeros que les pidieron agua en el camino menos a los que creyeron que el retorno a la democracia estaba a la vuelta de esa esquina.

Carolina Gómez Ávila
diariotalcualweb@gmail.com.
@cgomezavila
@DiarioTalCual  

RICARDO VALENZUELA: SE ABRE LA CAJA DE PANDORA I, REFLEXIONES LIBERTARIAS

Observando el efecto del “Trump Derangement Syndrome”, odio mortal hacia el presidente acompañado de conductas psicóticas, podemos concluir qué el proyecto fue magistralmente operado por el EP. Yo pregunto a mis amigos ¿por qué ese odio enfermizo? Sus cantinflescas respuestas me divierten: “Porque es un tipo corriente, es antipático, no tiene la categoría de Obama, es muy agresivo y grosero. Entonces, si los americanos hubieran conseguido un Churchill para manejarlos, tampoco nos gustaría porque se desayunaba con martinis, almorzaba con vodka, cenaba con brandi y echaba madrazos en el parlamento.

El odio del EP hacia Trump es entendible pues les ha ganado todas las batallas. Pero hay algo intrigante. Ese odio, repentinamente se ha convertido en un desesperado pavor. Un pánico que tiene motivaciones muy profundas cuyas raíces habían permanecido invisibles durante más de 50 años; “Los archivos de la verdadera investigación del asesinato de JFK” que, por decreto judicial, no se deberían de abrir al público antes del 2038 y en ellos hay muchas respuestas a lo en estos momentos sucede. 

Pero, aparece Trump y, con una orden ejecutiva, abre la compuerta de este poderoso tsunami que ha puesto a temblar no solo al EP, sino a toda la clase política mundial. Lo primero que arrojan esos registros es la relación de JFK con su mentor, James Forestal, quien encontrara una muerte de la forma más sospechosa y, de alguna manera, ligada a la de JFK. También su relación con IKE a quien conociera en 1945 en un viaje a Europa que hiciera con Forestal quien, como secretario de defensa, evaluaba su destrucción. IKE permanecía en Europa como gobernador de la Alemania libre. 

Cuando se dieron la mano, nadie imaginó que 16 años después IKE le estaría entregando la presidencia a este joven congresista que estaba conociendo. 

A finales de su administración, Truman formaba un grupo científico militar (Majestic 12) para estudiar el fenómeno extraterrestre que se pensaba era real. Inclusive, en Alemania encontraban claras evidencias en su impresionante avance tecnológico que ligaban a inteligencias superiores. Uno de los miembros de ese grupo era Forrestal. El M-12 reunió evidencias irrefutables de la realidad extraterrestre y, ante la negativa del grupo, Forrestal insistió en que se debía informar al presidente y al pueblo. Pero elementos de la CIA lo internaron en un hospital militar argumentando sufría un colapso nervioso y, al estilo Clinton, lo suicidaron lanzándolo del sexto piso. Para JFK su muerte fue un duro golpe    

IKE, al entregar la presidencia a Kennedy, le hizo una advertencia del peligro que representaban pues estaban fuera de control ejecutando un programa divorciado de los objetivos que le habían dado vida. Le confesaba su error al darle mano suelta a Nelson Rockefeller, quien, a sus espaldas, le había dada una estructura legal convirtiéndolo en un país autónomo dentro de EU. Kennedy tenía antecedentes puesto que, como oficial de inteligencia de la Armada, le había tocado vivirlo. El grupo se había establecido en Nevada en una operación conocida como Área 51. Le informaba también que unos meses antes los había amenazado con una intervención del ejército y, aun así, lo ignoraban.

IKE, en su mensaje de despedida repetía la misma advertencia: “En los consejos del gobierno debemos evitar la adquisición de influencia no delegada, buscada o no buscada, del complexo militar-industrial. La posibilidad de un desastroso crecimiento de poder mal estructurado persiste. Nunca debemos permitir que el peso de esta combinación ponga en peligro nuestra libertad o el proceso democrático. No debemos ignorarlo. Solo una ciudadanía alerta y bien informada puede dictar el tejido de esa gran maquinaria industrial y militar para defensa, con nuestros objetivos y métodos de paz para que seguridad y libertad puedan prosperar juntas”.  

Kennedy iniciaba su lucha para eliminar ese tumor incrustado en la anatomía del gobierno. Su pecado fue que, sin seguir el consejo de Ike, con sus declaraciones les comunicaba sus intenciones para combatirlos. Cuando ignoraran su solicitud de información. El 12 de noviembre de 1963 enviaba un agresivo memorándum al director de la CIA repitiendo lo solicitado. Pero la respuesta del M-12 fue atrincherase ignorando la autoridad presidencial. JFK iniciaba los preparativos para disolver el grupo transfiriendo sus responsabilidades al departamento de defensa y, sobre todo, dar a conocer su existencia. Allen Dulles, siendo director de la CIA y líder del grupo, siempre se había enfrentado a JFK y enviaba una directiva codificada a 6 miembros del grupo: 

¡Directiva en relación del proyecto Medio Ambiente!—“Cuando las condiciones se tornan no conductivas para el crecimiento de nuestro medio ambiente, a Washington no se le puede influenciar y el clima permanece sin precipitación….debe ser empapado”. El documento, encontrado entre archivos de uno de los participantes, fue revisado por expertos concluyendo era la directiva para un asesinato. La expresión “debe ser empapado” era una clave de la KGB que significaba asesinato. En otro documento se referían a “Lancer”, el sobrenombre que el servicio secreto le dio a JFK como siempre lo han hecho con los presidentes.  

El mismo 12 de noviembre, JFK había asegurado un compromiso con el premier soviético Khruhchev para unir fuerzas contra una amenaza común para la humanidad y juntos explorar el espacio. Luego anunciaba el retiro de EU de Viet Nam y su intención de disolver el FED. Esas eran malas noticias para el complexo militar-industrial pues sus negocios estaban a punto de un desplome. El 22 de noviembre 1963, diez días después del ultimátum que le daba al grupo, sería asesinado por elementos de la CIA y del FBI con toda la colaboración de Hoover. 

El ex agente de la CIA, E. Howard Hunt, confirmaba su participación en el asesinato. En una confesión grabada por su hijo, John Hunt, declaraba que, para organizarlo, se había reunido en Miami con David Morales, un asesino de la CIA. Afirmó también que el proyecto bajaba a través de la cadena de comando iniciando con el vicepresidente Johnson. Todo esto sería confirmado por Roger Stone, un estratega republicano y, en su libro; “El hombre que mató a Kennedy. El caso contra LBJ”, concluye que Johnson fue quien arregló el asesinato en donde participaron todos lo que enemigos de JFK. El asesinato fue ejecutado por un grupo de golpe organizado por la CIA. 

Así terminaba la vida de JFK y con él la lucha contra el M-J 12 que mutaba para convertirse en el Estado Profundo. La magnitud del intento asesino del EP llega mucho más lejos que nuestra horrible pesadilla. La desesperación de estas elites nos ha dado la oportunidad de atestiguar de lo que son capaces cuando su existencia está en peligro. Si espulgamos las comparecencias de los directores de la CIA, NSA, FBI ante el congreso simulando arrepentimiento con vergonzosas sonrisas, nos daremos cuenta de que luego llegan a sus lugares de trabajo para sembrar y cosechar el resultado de sus vilezas. Con ese panorama navega Trump hacia la elección de noviembre.      

https://www.armstrongeconomics.com/international-news/politics/the-2020-election/

Ricardo Valenzuela
chero@refugioliberal.net
chero.itesm@live.com
chero@reflexioneslibertarias.com
@elchero

Los grandes hombres son como las águilas. Construyen sus nidos en una majestuosa Soledad. Porque un alto grado de intelecto tiende a convertir al hombre en un ser antisocial. Arthur Schopenhauer

EDUARDO MARTINEZ: JOSELIT RAMÍREZ, DEL FAVORITO DEL RÉGIMEN AL MÁS BUSCADO POR EEUU

La incertidumbre, de tener sobre la cabeza un precio de recompensa, no es algo que se lleve como un sombrero o una gorra del equipo de beisbol favorito. Así, el cartel de búsqueda estipule que la recompensa es por quien proporcione “información”.

Más aun, cuando la recompensa prometida es de 5 millones de dólares, billete sobre billete.

Esta es una cantidad bastante cómoda, como para ser repartida entre varios caza-recompensas.

Quienes trabajan con finanzas e inversiones, tienen noción exacta de lo que esta cantidad significa. Y deben saber lo que, para alguien que conoce de finanzas, se puede comprar con ese dinero.

Es de imaginarse, que cuando la oferta de recompensa recae sobre la cabeza de un “financiero”, el sudor que cae de esa cabeza debe correr fríamente por la espalda, dejando sobre el pavimento un rastro olfateable de su rastro.

Los caza-recompensas, que vemos en las películas –y que dicen que así son en la realidad- se asemejan a una jauría de chacales que “huelen a sus víctimas”.

Joselit Ramírez es un funcionario del gobierno de Nicolás Maduro, que ha mantenido un perfil bajo. Si se muestra su fotografía al común de la gente, prácticamente nadie lo reconocería.

Sin embargo, para los radares del gobierno de los Estados Unidos, no pasó desapercibido su manejo desde la Superintendencia de Criptoactivos.

Ramírez solo necesitó 2 años, para captar la atención. En tanto, Cabello y El Aissami –otros de los miembros del régimen- necesitaron 21 años para captar esa misma atención.

La pregunta obligada, a los dos días de fijarse la recompensa, es quién es este personaje y que habrá hecho, para que las autoridades estadounidense saquen de las arcas del Tío Sam la cantidad de 5 millones de dólares, y solo por “informar”.

El arquitecto económico del gobierno

Para el Departamento de Estado, Joselit Ramírez es el “arquitecto de un sistema de economía digital que el gobierno de Nicolás Maduro ha tratado de impulsar desde hace tres años para esquivar las sanciones económicas de Washington”.

A los ojos de la Casa Blanca, Ramírez es partícipe del “crimen organizado transnacional” y es presuntamente “responsable del lavado de dinero obtenido ilícitamente”.

Según las declaraciones de altos funcionarios de EEUU –como Mike Pompeo- Ramírez es considerado “íntimo del Palacio de Miraflores” y los Analistas “lo valoran como una pieza de confianza de Tarek El Aissami, vicepresidente económico del madurismo”.

El Aissami, recordemos que EEUU ofreció recompensa de 10 millones de dólares “por su captura”, bajo cargos de presunto “lavado de dinero y narcotráfico”. Aparece, en la lista de “los 10 más buscados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU”.

El gobierno Donald Trump, en la persona de Steven Mnuchin –secretario del Tesoro- “aseguró en marzo de 2018 que Maduro intentaba eludir las sanciones de Washington a través de esa criptomoneda (Petro).

Esta acusación se fundamentaría en el hecho cierto, de que Joselit Ramírez dirige “un ente autónomo que supervisa las actividades del sistema integral de criptoactivos y un gobierno digital soportado en la plataforma blockchain. Tal aspiración se fundamenta en el Petro”.

La respuesta de la Casa Blanca fue inmediata. Se prohibió inmediatamente “toda transacción vinculada al sistema financiero norteamericano con cualquier moneda digital emitida por el madurismo”.

“La Administración Trump acusó al chavismo de usar esa criptomoneda para intentar mantener “su régimen dictatorial”. Y, de todo ese esquema, Ramírez es el arquitecto”, señaló este martes una nota de prensa enviada por la Voz de América (VOA).

Brazo ejecutor

Entre las tareas desempeñadas por Joselit Ramírez, que ha irritado al gobierno de EEUU, se encuentra que “ha orquestado mecanismos de tecnologías económicas para el madurismo tras bastidores y en cargos oficiales desde hace tres años”.

Asimismo, que “es el brazo ejecutor de sistemas gubernamentales de pagos, como el BioPetro, que en diciembre entregó bonos digitales en bolívares a cientos de miles de venezolanos”.

Igualmente, la nota de VOA señala que “Ramírez ha intentado aplicar un barniz de transparencia a su institución”. Entre ellas en el 2019, cuando “anunció la creación de una unidad contra la legitimación de capitales y financiamiento del terrorismo con el apoyo de los cuerpos de seguridad del Estado venezolano”.

Bajo perfil en las redes

Los periodistas de la Voz de América, que investigaron a este personaje de las finanzas públicas, se dieron a la tarea de rastrearlo en las redes sociales. Encontrando que “tiene una presencia escasamente activa en las redes sociales, al menos a título personal”.

Específicamente, detallaron que “suele retuitear mensajes de tres de los principales integrantes del chavismo gobernante: Nicolás Maduro; Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente; y el vicepresidente económico Tarek El Aissami”.

La cercanía con Maduro quedaría determinando, por que “en su cuenta de Twitter, tiene fijado un mensaje de hace dos años, en el que Maduro anuncia el lanzamiento de “un nuevo modelo económico”. En la foto del tuit, Ramírez aparece sentado a pocos metros del presidente en disputa en el Palacio de Miraflores”.

Competencias

La nota de VOA prácticamente equipara a Ramírez como un Zar de la minería digital: regula, controla y supervisar la actividad de minería digital en Venezuela; supervisa los registros de mineros digitales en Venezuela; y también, emite y revoca permisos y licencias para la explotación de dicha actividad”.

Asimismo, “autoriza a sujetos nacionales y extranjeros a operar dentro de Venezuela”, y “está a al frente (…) de la autorización de licencias para casas de cambio y de la administración de capital en criptomonedas”.

La Fiscalía de EEUU

“La fiscalía norteamericana argumenta que Ramírez cometió crímenes en su intento de evadir las sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) contra Maduro y otros funcionarios de su gobierno”.

El comunicado del departamento de Estado resaltó sus vínculos con El Aissami en esas tareas. Le acusó de asociarse con él y con entidades estadounidenses para, también, “proveer vuelos privados en beneficio de la campaña presidencial de Maduro del 2018”.

Eduardo Rafael Martinez
eduardopmartinez@eastwebside.com
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@ermartinezd
Fuente: Redacción con información de la Voz de América

GIOCONDA CUNTO DE SAN BLAS: HAMBRE ¿CARIDAD O JUSTICIA?, AL COMPÁS DE LA CIENCIA

«Por un tiempo considerada la “Arabia Saudita” de América del Sur, hoy Venezuela se parece más bien a Siria. Destruida económicamente e inestable socialmente, el país ahora lucha contra un espectro más alarmante: el hambre». Así comienza un extenso trabajo publicado por el reputado diario inglés The Guardian, artículo en el cual las imágenes reflejan con cruda elocuencia el drama que vivimos como sociedad.

Ya el programa ENCOVI (Encuesta de condiciones de vida), llevado adelante con el concurso de tres prestigiosas universidades venezolanas (UCV, USB y UCAB) desde 2014, nos había alertado sobre el incremento de la pobreza en Venezuela; como dato revelador en 2018, 80% de los hogares presentaba riesgo de inseguridad alimentaria, debido a que 90% de la población no tenía ingresos suficientes para comprar alimentos (en abril de 2020 se requirieron 184 salarios mínimos para cubrir la canasta básica alimentaria mensual de una familia de 5 miembros).

Tales cifras han hecho que hoy Venezuela haya sido clasificada con el dudoso honor de ser el cuarto país con mayor crisis alimentaria en el mundo, con 9,3 millones de personas (un tercio de la población) en urgente necesidad de asistencia humanitaria, detrás de Yemen, la República Democrática del Congo y Afganistán, según el reciente Reporte Global de Crisis Alimentarias 2020. De ellos, 2,4 millones presentan serios problemas de inseguridad alimentaria, a los cuales se añaden 1,2 millones de migrantes venezolanos en Colombia y Ecuador en situación similar, que forman parte de ese contingente de más de 5 millones de venezolanos que hacen de nuestro país el segundo con mayor crisis de desplazamiento de población, detrás de Siria.

El reporte global ya mencionado, sin embargo, ha sido sujeto a críticas por parte de un destacado grupo de 8 organizaciones nacionales dedicadas a temas relativos a nutrición, que en un documento respaldado por 80 instituciones y 107 individualidades, reclaman insuficiencias en el reporte global que atenúan la dramática situación actual de Venezuela, con consecuencias negativas en la prosecución de ayuda para enfrentar esta emergencia humanitaria compleja.

En dicho documento se reconoce el esfuerzo realizado en los dos últimos años por algunos organismos y agencias internacionales para visibilizar la magnitud de la grave situación venezolana. Entre ellos, los pronunciamientos de Unicef en 2018, el de los relatores especiales de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU ese mismo año y la visita de la Alta Comisionada en 2019, así como la instalación formal en 2019 de la arquitectura humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) a través de la representación en el país del Clúster Mundial de Nutrición.

No obstante, el manejo desactualizado de las informaciones sobre la situación alimentaria y nutricional de Venezuela, en algunos puntos con 11 años de retraso, hace que el lector del reporte global pierda la dimensión del problema en el curso de años recientes. Un ejemplo en este sentido es que, con base en información inadecuada, el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-HABITAT) excluyó a Venezuela de los países apoyados en su plan de acción frente a la pandemia por Covid-19, una omisión que representa la pérdida de una oportunidad de protección para millones de venezolanos que viven con limitaciones profundas en su acceso a servicios básicos determinantes, entre otras cosas, de la propagación del virus.

Otro elemento a reclamar es que en el reporte global se incluye a Venezuela como ejemplo en distribución de alimentos a través de las llamadas Cajas CLAP, cuando está documentada la corrupción en la ejecución de ese programa, la ineficiente composición nutricional de los productos allí repartidos, la inoperancia del sistema de distribución, en medio del más alto contexto hiperinflacionario del mundo, con repercusiones sobre los ínfimos ingresos familiares y el escaso poder adquisitivo de las familias. Resultado: el mantenimiento de la población vulnerable en hambre crónica.

Y mientras esto ocurre, la cuarentena impuesta a los vecinos para protegernos del coronavirus y resguardar al régimen de protestas ciudadanas por la falta de gasolina, ha hecho que las pocas granjas y fincas dedicadas a la producción agropecuaria hayan ido perdiendo sus productos, al tener serias dificultades para hacerlos llegar a los consumidores.

Una Venezuela famélica que espera por los nutrientes que otra Venezuela debe desechar por no poder mantener la cadena de distribución, afectada por un proceso progresivo de desmantelamiento y destrucción institucional.

El hambre, un tema de inaplazable resolución en esta Venezuela devastada que clama por justicia social.

Gioconda San-Blas  
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Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales,