sábado, 28 de mayo de 2022

AQUÍ TITULARES DE HOY SABADO 28/05/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR EN ROJO

      

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES - 27/05/2022 

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: DILEMAS PRIMARIOS. DESDE VENEZUELA


RAFAEL GARCÍA MARVEZ : MÁS QUE UNIDAD, NEGOCIACIONES PRAGMÁTICAS. DESDE VENEZUELA




MIBELIS ACEVEDO DONÍS: DILEMAS PRIMARIOS. DESDE VENEZUELA

Sin haber presentado balances de la estrategia que concedió rol crítico a la abstención, o de aclarar cuál itinerario será el que sustituya al del fallido gobierno interino, la re-fundada Plataforma Unitaria Democrática (PUEDE, con añadido de “E” que quizás sortea el mustio pretérito) se suma al debate sobre la organización de primarias. Lo hace, por cierto, no sin ánimos de invocar algo de aquella auctoritas que entre 2010 y 2017 distinguió a la MUD, y que legitimaba su papel ductor a la hora de fijar reglas de coexistencia o privilegiar políticas que sirviesen de pauta a miembros de la alianza.

Aquella MUD ya no existe, es obvio. Tampoco la vocación por armar coaliciones “promiscuas” u orientadas por la necesidad de apelar a alguna suerte de “amnestia”, una política de perdón y olvido que borre límites entre “puros” e “impuros”. Pero con todo y el desgaste, eso no parece haber sido metabolizado a fondo. Aun así, y pese a la ausencia de planes que presten brújula a sus voceros u ofrezcan soluciones cuyo pragmatismo no se divorcie del ideario democrático, todo indica que elegir candidato para 2024 cautivará a una oposición tan endémicamente fragmentada, como diferenciada por sus enfoques y alcances.

Tras 23 años de flujos y reflujos, brincos que se alternan entre una visión disruptiva a otra de avances progresivos sin que haya criterio de continuidad ni concreción sostenible, la búsqueda de unidad a toda costa parece un ideal esquivo. Es duro trajinar con la evidencia, aunque se confíe en que habrá voluntad de conjurarla. Lo deseable sería la unidad amplia, plural, claro; pero, ¿es factible? Pregunta que toca plantearse a fin de no dilapidar lo que no abunda, el tiempo y los recursos siempre limitados; a fin de no anular a priori, además, a actores con potencial pero sin fuelle logístico. Pensar en primarias como tarea que dote de razón de ser a una oposición casi catatónica, sin memoria, perdida en sí misma y en sus contradicciones, puede ser una terapia aconsejable. No obstante, a merced de ese cuerpo político cruzado por heridas abiertas, ¿serán la vía más idónea y oportuna para conciliar lo que parece incompatible?

Es cierto que autores como Serra (2011), Kanthak y Morton, (2003), identifican ventajas asociadas a estos eventos. La posibilidad de legitimar doblemente al ganador (Colomer, 2002) y de poner en práctica mecanismos de transparencia democrática que garanticen la elección del “mejor”, por ejemplo. O de servir de ensayo para la organización y movilización del “selectorado”, una gimnasia que apunte a ensanchar la participación, de cara al futuro. Podrían brindar oportunidad de corregir el estancamiento asociado a la falta de deliberación o las disonancias intra-partido, haciendo que estas afloren en campaña y se diriman públicamente; lo que, además, nutriría la agenda mediática.

Sin embargo, no poder operar en un sistema que garantice una competencia genuina (¿hay indicios de que eso cambie en 2024?), seguir castigados por el sectarismo, la desconfianza hacia los partidos y la desinstitucionalización, lleva a poner la lupa en el envés de esta operación. Una primaria abierta -destinada acá a elegir no al representante de un partido, sino el de un pacto de transformación profunda para restablecer la democracia- aumenta el riesgo de personalización de la política (Rahat, 2009). Esto es, la tendencia a favorecer el nombre, la popularidad, el efectismo y no la idea, la propuesta programática o el perfil necesario. Ese vacío que persistiría, cuando más urge evitarlo.

Asimismo, la asimetría entre organizaciones con más y menos recursos, maquinaria y financiamiento, lejos de disiparse, se agudiza, en detrimento de aspirantes valiosos pero marginales, carentes de tal sostén. Con un nivel alto de participación en primarias, Colomer también ve más probable la elección de candidatos extremos, lo que alejaría al votante medio. Pero hay un peligro mayor, dado nuestro historial de “fuego amigo” y afición por la ruptura: lejos de contribuir a la cohesión, las primarias podrían incrementar el faccionalismo y la rivalidad interna (Altman, 2012). El fantasma de coaliciones debilitadas de antemano conspira contra la estabilidad.

Con costos tan altos, ¿qué opciones habría, mejores que las primarias? He allí el dilema. Tras el triunfo del “No”, en el Chile de 1988 se privilegió un camino que eludía la simplificación. Si bien en democracia la Concertación figura como la coalición con más experiencia en primarias (para 2012 ya había hecho 3 para presidenciales y una para escoger alcaldes), en tiempos extraordinarios no fue ese el método para postular al abanderado de la transición democrática. Patricio Aylwin, del Partido Demócrata Cristiano, se impuso en una negociación política al interior de la alianza formada por 17 organizaciones. Proceso arduo, muy complejo, pero cuya eficacia blindó el triunfo en 1989.

Aylwin debió medirse con Eduardo Frei, Gabriel Valdés y Andrés Zaldívar, de su propio partido; y con antiguos rivales ideológicos, Ricardo Lagos, del ala renovada del Partido Socialista y el PPD; Enrique Silva, del Partido Radical; Eugenio Velasco, del Partido Social Democracia; José Tomás Sáenz, por el Partido Humanista y Los Verdes, y Alejandro Hales, de “Independientes por el No”. Consciente del peso de tal decisión en la futura gobernabilidad, una oposición madura acordó apoyar a Aylwin, cuyo desempeño como "primus inter pares" en el marco del plebiscito reveló a un político hábil para integrar visiones y favorecer consensos. He allí la destreza relevante en este caso: la virtud de la “política invisible”, clave para apuntalar la democratización.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela  

RAFAEL GARCÍA MARVEZ : MÁS QUE UNIDAD, NEGOCIACIONES PRAGMÁTICAS. DESDE VENEZUELA

“La democracia en el mundo vive horas menguadas. Pareciera que una demencia contagiosa lleva a los electores a decidirse por gobernantes demagogos, corruptos y autoritarios”. Paulina Gamus.

Creo que a partir de este nuevo período político hay unos elementos que necesariamente deben buscar el camino de la fusión. Me refiero a la unidad, pero escudriñando la unidad en una dirección diferente. Digamos que a través de otra acepción del término. Cambiando lo que se debe cambiar. La unidad para esta ocasión no necesariamente debe girar alrededor de una estrategia única, acerada, irreversible, porque terminará siendo un esfuerzo vano, tan utópico como la igualdad económica. No porque esta sea mala en sí misma, nada más lejos de la verdad, sino, sencillamente, porque el esfuerzo para lograrla es desmedido, se gasta mucho tiempo y energía; los mismo que se consumen… para mantenerla.

Mientras tanto, se descuida el trabajo proselitista que hay que hacer hacia afuera. Convencer a la sociedad civil de la importancia de su participación y la responsabilidad que tiene para encaminar y conseguir el cambio hacia un gobierno democrático y lo que ello significa para la transformación y evolución del país. Los ciudadanos tienen una cuota parte importante de responsabilidad en todo esto, no solo es de los políticos. Aquellos son cuantitativamente un poder decisorio, no las organizaciones partidistas esmirriadas, raquíticas. Ninguno de los partidos políticos, entiéndase bien, ninguno, tiene la militancia necesaria, la fuerza, para salir airoso frente a un régimen que hay que derrotar con una diferencia holgada que no les permita alterar los números tal y como se logró por la alternativa democrática en el mes de enero en las elecciones de gobernador en el estado Barinas. En sus manos y en sus conciencias queda en votar por el candidato que considere el más idóneo, el más preparado para representarlo como presidente de la república. La otra alternativa sería que el régimen de Nicolás Maduro se mantuviese en el poder por muchos años más. Aquellos dirigentes que desde ya están pensando en ser gobernadores, alcaldes o diputados no tendrán ninguna posibilidad de éxito si llegara a perderse las elecciones de 2024; todo dependerá del resultado de este proceso electoral.

Ciertamente, en otras ocasiones se logró la unanimidad de la oposición. Por ejemplo, en las elecciones parlamentarias del año 2015, el tan celebrado 2015. Pero la situación de hoy es otra, muy distante de aquellos tiempos. En resumidas cuentas, esa oportunidad de afianzarse en los nervios parlamentarios para seguir avanzando, ir ganado terreno, se tiró por la borda y hoy nos encontramos a la deriva, haciendo agua. A partir de entonces, comenzó la dispersión de la oposición. Se intentó su rescate, me refiero a la unidad, pero sin ningún interés mayor y esto originó mayúsculos contratiempos. La caza de la unidad se ha convertido más bien en un factor de dispersión, de diferencias, de discusiones interminables, en un foco de choques, de combates, de guerras, de perturbaciones.

Por otra parte, son más de treinta organizaciones políticas a las que se les pide transitar por un camino estrecho y accidentado. Esta unidad debe estar más bien sembrada en acuerdos, en negociaciones, en pactos, en cuota parte de poder. Allí tenemos, como buenos ejemplos: el Pacto de Punto Fijo y la Amplia Base (AB). Con este nombre se constituyó en 1964 el llamado gobierno formado por la coalición de los partidos Acción Democrática, Unión Republicana Democrática (URD) y Frente Nacional Democrático (FND). Este amplio acuerdo condujo a un gobierno conformado por ministros, directores, gobernadores, senadores y diputados de los diversos partidos de ese entonces; todo esto como producto de esas negociaciones, de la distribución de cuotas de poder. El pragmatismo político es la forma de entender y comprender que la política no ha de adherirse a ideologías y categorías vacías que puedan entorpecer la consecución de objetivos, se triunfa cuando se logran los objetivos, es un axioma.

Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
Venezuela

JUAN GUERRERO: MADRUGADA SIN TIEMPO. DESDE VENEZUELA

Llueve a cántaros, llueve copiosamente con inusual intensidad. Es madrugada. Al fondo la ‘tronada’ acerca el chubasco. Es madrugada. Me levanto. Regreso a la cama y ya no duermo. Sigo sintiendo la intensa lluvia. Me obligo a dormir y cierro los ojos, pero los relámpagos retruenan y se acercan. Alumbran esta extraña oscuridad. Me doy cuenta que no son los truenos ni la lluvia lo que me impide dormir. Soy yo y mis pensamientos. Sigo pensando en mis apreciados amigos profesores universitarios que desesperan mientras esperan (esperamos) el mísero pago de la quincena. Las imágenes de centros universitarios abandonados, desolados, destartalados me asaltan el alma.

La lluvia se desencadena y siento las balas que atraviesan los infantiles cuerpos de niños mientras un joven de no más de 18 años, recién escapado de la niñez, los masacra inmisericordemente. Su rifle de asalto apunta sus asombrados y latinos rostros. Los truenos y relámpagos impiden escucharme, y siento un antiguo recuerdo, son los días cuando entraba a la industria del acero a saludar a los amigos obreros, pero ahora también ese recuerdo de humo, ruido y calor me acerca esta acería ucraniana donde cientos de personas se han atrincherado mientras la guerra en su país acentúa el drama ancestral de seguir siendo homo faber, neandertales, pitecantropus, prehumanos.

Esta lluvia copiosa y densa acentúa esta noche de pensamientos lúgubres y mi mente no se aquieta, sigue lloviéndose de recuerdos, va y viene mientras se estremece, se alumbra de relámpagos, se hace pasado, presente y no avizora ningún futuro. Pienso en los prisioneros lanzados a eso que llaman ‘la tumba’, ese foso blanco y frío donde dicen que aprendes a temblar como un motor viejo. Donde las palabras que delatan salen suavecitas de tu boca y se hacen verdad virtual, una especie de ‘fake news’ que revela escondrijos y madrigueras.

Arrecia esta lluvia de madrugada y sigo con la mirada perdida en la oscuridad de esta habitación. De pronto me llegan los pasos de cientos, miles, millones de seres que se convirtieron en migrantes, la desesperación por huir del hambre y la persecución les obligó a refugiarse al borde de los caminos. Dejaron sus huellas en otras tierras, en otras aguas, subiendo las alturas andinas o en las aguas del Caribe, o en las aguas del Mediterráneo. Esta agua dulce que cae es un agua llorosa y triste. No alegra para nada el alma, quizás la limpia, pero no la aquieta.

-Hay tanta pena en el mundo, pienso. Tanto sufrimiento. Nos hermanamos en el dolor, me digo. Tanto progreso material, tanta producción de bienes y servicios, tanta corredera y adelanto tecnológico para estar muriendo todavía por una antigua viruela del mono. Es como una premonición, un ancestral recuerdo de donde algunos dicen que provenimos. La ‘tronamentazón’ dispara las gotas de lluvia y las paredes, los vidrios de las ventanas se estremecen, retumban como un coro de agudos cantos monásticos.

-Sí, la felicidad va emparentada con la libertad para lograr una estabilidad material, seguridad y protección familiar y del Estado donde vives. Pienso mientras escucho el agua que cae y el viento fuerte silba entre las ráfagas de una lluvia que ahora se vuelve menos intensa y se aquieta.

La lluvia de este mayo sin fronteras, que cae esta madrugada, debe ser la misma y diferente, igual y otra, que en Malasia o en Vietnam o India, donde los vientos se transforman, caen en gigantescos tifones. Otras lluvias caen en África, al centro y sur, donde hay animales extraños y seres humanos que bailan y cantan con instrumentos donde nacen todas las músicas, todos los ritmos y cadencias que hemos conocido.

O en el Ártico, o Alemania o Polonia, donde las miradas buscan el abrazo del Otro semejante o diferente para sentir su cálida piel. La lluvia, esta lluvia que cae esta madrugada y me visita, debe traer un agua renovada, de regreso, vuelta a circular, una y otra vez, en la eterna magia que ofrece su decir, su silencio, para limpiar penas y tristezas, para aplacarnos el alma estremecida y al borde del desamparo, tan frágil y humana.

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com
@camilodeasis
Venezuela

LUIS FUENMAYOR TORO: EL CASO DE RODNEY ÁLVAREZ Y LA PUDRICIÓN DE NUESTRO SISTEMA DE JUSTICIA. DESDE VENEZUELA

El caso patético del obrero de Ferrominera del Orinoco y luchador sindical Rodney Álvarez ha sido una contundente, aunque lamentable, demostración de la espantosa pudrición del sistema de justicia venezolano, en la cual la responsabilidad del gobierno es más que evidente, pues diseñó un régimen judicial no autónomo y que no tiene como fin primordial garantizar la justicia. Está hecho para proteger y encubrir a los autores de decisiones aberrantes, las cuales se justifican con el argumento vil de la supuesta existencia de un objetivo sublime de carácter estratégico, que estaría por encima del bien y del mal. Es insólito, repudiable y condenable, que un ser humano sea mantenido en prisión por 11 años siendo inocente, pese a no existir ningún elemento de convicción serio para ello, y sí en cambio disponerse de suficientes pruebas que apuntaban hacia otra persona como el culpable del crimen ocurrido.

Supe de este caso tempranamente, a través de las denuncias efectuadas por los trabajadores compañeros del injustamente detenido, quienes habían sido testigos presenciales del hecho y conocían plenamente al responsable real del homicidio, cuyo nombre incluso señalaron sin tapujos ni miedo de ningún tipo. El suceso ocurrió el 9-6-2011, durante una asamblea sindical en los portones de la empresa señalada, con motivo del nombramiento de la comisión electoral que regiría los comicios de los representantes de sindicales. En medio del proceso

se presenta un grupo numeroso de individuos extraños a la empresa, transportados en autobuses por la Federación Bolivariana de Trabajadores, quienes tenían el propósito de impedir que se expresara la voluntad de los trabajadores. Es de este grupo de donde sale el militante del PSUV y dirigente sindical autor de la agresión.

Según los testigos existentes, este sujeto, claramente identificado, ejecuta tres disparos contra los asambleístas, matando en el acto al trabajador Renny Rojas e hiriendo a otro trabajador. Huye y se esconde en las oficinas de la empresa donde es apresado por la Guardia Nacional, que lo detiene luego de desarmarlo y lo presenta como responsable de asesinato por motivos fútiles. A los dos días, se le otorga régimen de presentación, lo que se dice fue por presiones del gobernador de entonces general Rangel Gómez. Pocos días más tarde, funcionarios de los cuerpos de seguridad detienen en la empresa a Rodney Álvarez, a quien acusan de ser el autor material del hecho. Se inicia así el calvario de este joven trabajador, que hace pocos días por fin termina, 11 años después, con una sentencia absolutoria. Era inocente, como todos sabíamos.

De nada valieron las numerosas protestas, denuncias y aclaratorias de sus compañeros de trabajo. Fueron desatendidos los llamados de organizaciones internacionales, los descargos de sus abogados, las declaraciones de los testigos presentados, los numerosos escritos de prensa. La Fiscalía imputó al escogido quién sabe por quiénes, dejando libre al asesino verdadero, y los jueces,

posiblemente presionados, continuaron perversamente el proceso judicial. Éste fue trasladado a Caracas y Rodney Álvarez al Rodeo, lejos de las visitas de familiares, amigos y compañeros. Fue víctima de un retardo judicial delictivo, suspensiones arbitrarias de audiencias, paralizaciones del juicio, presiones judiciales ilegales. Sufrió en prisión varios apuñalamientos y golpizas, que lo han dejado con limitaciones de movimiento en una de sus manos.

Hay una clara responsabilidad de fiscales y jueces en los 11 años de prisión indebida de Rodney Álvarez y en las lesiones físicas sufridas. Hay culpa de la Defensoría del Pueblo, que permitió esta salvajada contra un obrero venezolano. También del PSUV, al avalar los actos violentos de sus “colectivos” contra los trabajadores y al encubrir a uno de sus militantes. Rodney Álvarez debe recibir una disculpa oficial del Ministerio Público, del Tribunal Supremo de Justicia y del PSUV. El Estado debe indemnizar financieramente al trabajador y debe cubrir los gastos médicos especializados de todas sus lesiones, además de abrir una investigación para identificar a todos los responsables y procesarlos como debe ser. Debe también imputar y juzgar al verdadero asesino. Basta ya de impunidad. No se puede jugar con la vida y el destino de ninguna persona.

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Venezuela

JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ: POLITICOS CON ALMAS CORRUPTAS Y VACIAS . DESDE VENEZUELA

Venezuela necesita salir del marasmo que ha impuesto el SOCIALISMO DEL SIGLO XXI. Es evidente que los malos Gobernantes se cambian de ropa para engañar y seguir sometiendo al pueblo a perspectivas y hechos ´Truculentos´ sin ningún apego a sanos principios científicos, políticos, económicos y sociales. Asimismo, se esfuerzan por dar esperanzas de que ´el pueblo podrá ahora participar en el Gobierno con ¨El Método 1X10´ para tener Salud, Educación y Servicios Públicos¨. Conociendo lo que han sido y lo que son, todo indica que pretenden tener una visión y oportunidad de conjunto del fenómeno de la corrupción, es por ello que se consideran fuertemente las visiones culturales, sistémicas y organizacionales para ganar tiempo y mejorar el fraude.

Se concluye que existen al menos cinco factores estructurales que dan forma a su corrupción y fraude: a) Concentración de poder y riquezas asociadas a la impunidad de los líderes Mayores y permitir que Líderes de ́Cuadros de Comunas ́ puedan apoderarse de ́Dinero, Bienes y Poder para ´Chupar¨, b) Captar a más pobres para sus militantes y lograr ́Votos ̈ para futuras elecciones. c) Profundización de las desigualdades sociales tanto en lo material como en los derechos y en los deberes, d) Racionalidad instrumental-eficientísimo- y pragmatismo en estructuras que amarren votos, e) Caída de ciertos valores como fundamento de las decisiones públicas-tecnocracia-partidistas, y e) Hacer crecer El Egoísmo-individualismo- razón individual de estar cerca de los que tiene más cercanía con Miraflores y El Poder Económico.

Palabras claves: Corrupción, gobernabilidad, fraude, desorden, transparencia de amiguitos. Desde su explosión en la década del 2000, la corrupción ha irrumpido como un factor disruptivo en la realidad PSUV/internacional. Lo que habla de un marco Comunista/ Internacional de Gobierno, resultante de la interacción de tres líneas de fenómenos que han atravesado el pasado siglo haciéndose especialmente complejas hacia su fin. Estas serían, la explosión demográfica, la aparición de un cuarto sector laboral de cuadros (conocimiento y técnica de comunicaciones y movilización) y la actitud instrumental de la ciencia de movilización ante la naturaleza de la actual pobreza/malos servicios y gobernanza. A estas tres líneas, permítasenos sumar el proceso paulatino y creciente de mala democratización. Al día de hoy, no existe país, región, bloque o continente que no padezca los efectos de esta realidad multifacética de las Dictaduras, Comunismo y Socialismo. Las distintas áreas de los Estados se han visto sorprendidas y contaminadas por prácticas corruptas que difícilmente parecen ceder ante los esfuerzos combinados de los actores sociales. Si bien la corrupción es un fenómeno complejo que admite múltiples explicaciones, nos centraremos en la clásica tríada de política, economía y sociedad.

En el ámbito político, la corrupción ha favorecido el crecimiento de la inestabilidad institucional y el persistente desgaste de las relaciones tanto entre individuos como entre instituciones y Estados. La pérdida de legitimidad política que experimentan muchos Gobiernos Nacional/ Estadal/ Municipal, la polarización del poder, la ineficiencia burocrática, etc., son algunos de los problemas políticos que se atribuyen a la acción de la corrupción de hoy. El creciente desarrollo de bloques políticos del Socialismo del Siglo XXI, da nuevos aires a esta cuestión, poniendo en la agenda internacional como una prioridad relevante la necesidad de una acción colectiva anticorrupción.

Las nuevas tecnologías de comunicación e informática, han acrecentado el impacto de ciertas prácticas corruptas. Desde el punto de vista económico, la creación de una red electrónica internacional a través de la cual opera el nuevo sistema financiero ha presentado un sinnúmero de interrogantes acerca de cómo regular, controlar y evitar posibles fraudes informáticos. La experiencia nos muestra que la corrupción se vale de los “paraísos fiscales, Estados Corruptos”, la existencia de monopolios, la evasión impositiva, la licitación de grandes obras civiles, la privatización de empresas estatales, etc. para nutrirse de los recursos nacionales e internacionales tanto públicos como privados.

Desde la óptica social, la corrupción se ha instalado como factor determinante de los escenarios de extrema pobreza que padecen grandes proporciones de los venezolanos ´Trabajadores, Pueblo, Campesinos, Pescadores, Profesionales, Técnicos y Comerciantes. Lo que produce, los conflictos entre las diversas jerarquías sociales y su involucramiento en luchas por poder y beneficios personales, han demostrado la necesidad de repensar la estructura, relación y distancia de los distintos estratos sociales. La cuestión étnica también ha sido permeable a la corrupción, avivando en muchos países los conflictos raciales. En orden a una mejor conceptualización de esta faceta de la corrupción y mal gobierno.

Por la Unidad Superior Nacional para Salvar a Venezuela.

Juan de Dios Rivas Velásquez
@rvjuandedios
Presidente NacionalSolidaridad Independiente ‘UNIDAD SI’

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: EL RUIDO DEL AUTORITARISMO. DESDE VENEZUELA

El ruido social, se ha vuelto tan estridente, que contamina cuanta presencia se exponga a la potencia que dicho bullicio causa. Afecta no sólo la salud personal. Sino que también alcanza a trastornar todo lo que rodea al hombre en términos de su calidad de vida.

Pero el ruido social es de otra naturaleza. No refiere en lo específico al sonido de voces o gritería propia de condiciones profundamente alteradas por causas espantosas y repudiables. O provocadas por la desorganización, la anarquía y la carencia de valores que se corresponden con una sociedad irascible. Problema éste que igualmente está perturbando el respeto al derecho de quien busca vivir en medio de la mayor apacibilidad posible.

Es lo que caracteriza la anomia. O sea, el estado de desorden social estimulado por la incongruencia de normas sociales. La cual, en buena medida, es causada por las arbitrariedades de un gobierno inepto. De un gobierno entregado a complacer la avaricia de quienes actúan dominados por el egoísmo, la corrupción y la envidia. Además, disfrazando de progreso la miseria que la pésima gestión de gobierno incita.

Ese ruido social, tiene su parangón en el ruido de la política toda vez que es producido por modelos ideológicos agotados. Por esquemas barridos históricamente. Y que igual al ruido social, hace ver el grado de contaminación que contagia el ejercicio de la política a través de la descomposición, el sectarismo y la exclusión. De la represión, el miedo, el militarismo y la intimidación.

Demasiado despotismo hegemónico

En el fragor de tantas contrariedades juntas, particularmente en lo que respecta al caso Venezuela, el país político fue acorralado por la desconfianza de la población en las instituciones representativas del régimen. Al mismo tiempo, esa política abstraída se embarró de los negocios oscuros cuando sus codiciosos gobernantes y dirigentes, sedientos de poder, se estrellaron contra la mentada y atribulada disposición de solucionar los problemas que agobian al país completo.

La política expuesta por el autoritarismo hegemónico dominante, vive de lo que sus presunciones de poder muestran ante medios de comunicación amenazados. Y que, por tanto, actúan de modo sumiso, timorato y obediente.

Es claramente, lo que estos gobernantes usurpadores e indignos pueden exhibir. Hasta ahí. Pues en adelante, sólo pueden mostrar sus torpezas. Aunque por ratos, hablan de triunfo. Pero del triunfo de su apasionamiento por sorprender las realidades con exageraciones y arregladas tribulaciones. Particularmente, toda vez que en el fondo de cada situación de presumido abordaje, no hay nada más que cachivaches que la historia ha ido acumulando como testigo de fracasos y quiebras de países arruinados por la mala orientación política asumida.

Es como retroceder bajo el emporio de lo absurdo. En un periplo precedido y presidido por la fragmentación emprendida sobre el sistema político. Concretamente, por el populismo de obtuso y anacrónico efecto. Asimismo, por la promoción de intereses particulares sin considerar las necesidades de grupos políticos más amplios que basan su vida política en una ideología común.

Si tan estrepitoso ruido sigue allanando los parámetros de la política, no sólo será la inversión o la regresión de todo cuanto haya sido posible puntal en la construcción de las realidades y esperanzas democráticas. Sino que las voces de todo un país político, se verían apagadas o consumidas por la conmoción que tal desastre causaría en perjuicio de un futuro más acogedor como bien se persigue.

De esta manera habrá que evitar, a toda costa, que las realidades venezolanas sean acosadas más de la cuenta por el fatídico ímpetu producido por la aberrante bulla de un régimen opresor. Especialmente, por el ruido del autoritarismo.

Antonio José Monagas
@ajmonagas
Venezuela