jueves, 29 de agosto de 2019

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, VIERNES 30-08-2019

MIBELIS ACEVEDO DONÍS:OJERIZA ANTI-DEMOCRÁTICA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 minutos
Partiendo de la premisa de que en el individuo la noción de Igualdad (esa consciencia de sí mismo que lleva al convencimiento de que nadie es superior a otro) y de Libertad (vista como autodeterminación, como "retorsión contra la heteronomía") responden a instintos primarios que la necesidad de cooperación social obliga a domeñar, Hans Kelsen dejó un vital legado de reflexión en torno a la democracia. Según afirmaba, el desarrollo político depende en gran medida de la agregación de voluntades que habilitan los partidos. “El individuo aislado carece por completo de existencia políti...más »

TRINO MÁRQUEZ: POLÍTICA SIN PARTIDOS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 11 minutos
Fernando Mires es uno de los intelectuales más respetados que han acompañado a la oposición democrática venezolana durante las dos décadas de lucha contra la hegemonía de Hugo Chávez y su fiduciario, Nicolás Maduro. Siempre polémico y agudo, plantea observaciones críticas cuando lo considera conveniente. Complacer o acomodarse en una zona de confort no es su estilo. Polis, su revista digital, aunque aborda diversos temas y presenta procesos políticos en diferentes regiones del planeta, constituye una referencia obligada para entender lo que sucede en Venezuela. En su trabajo ¿Me p... más »

OSCAR ARNAL: ¿LA NUEVA O VIEJA CUBA?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 18 minutos
Estudiando derecho en la UCAB, dirigentes vinculados a la democracia cristiana, decidimos viajar a Cuba. Estamos hablando de principios de los años ochenta, cuando todavía se vivía la guerra fría. Llegamos a un país donde el pensamiento único junto a la propaganda oficial invadía todos los ámbitos. Donde la excusa del régimen marxista era el bloqueo y donde había una preparación permanente para enfrentar una supuesta invasión norteamericana. Había un mercado negro paralelo y el dólar circulaba. Se sentía una fuerte presencia militar. La libreta de racionamiento era parte del contro... más »

ALFREDO M. CEPERO: EL FANTASMA DE PERÓN

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 23 minutos
Así como Juan Domingo Perón empobreció a la Argentina, Fidel Castro destruyó a Cuba y Hugo Chávez arruinó a Venezuela. A los 45 años de la muerte de Perón en 1974, la Argentina sigue hechizada por el fantasma de su ídolo. Juan Domingo Perón fue elegido en tres ocasiones para encabezar el país que gobernó por un total de 11 años. Pero si alguien piensa que Perón ha pasado a ser una página olvidada de la historia política argentina se equivoca de medio a medio. Porque su influencia domina a tal extremo la escena política que tres candidatos de las actuales elecciones presidenciales d... más »

FRANCISCO AMELIACH: ¡ADELANTARON LAS PARLAMENTARIAS!

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 30 minutos
Desde el primer trimestre del año 1998 Chávez mostró un crecimiento constante en las encuestas, la proyección a diciembre lo colocaba como la opción a ganar las elecciones presidenciales. Este hecho originó la maniobra por parte de los partidos del Pacto de Punto Fijo de adelantar las elecciones del Congreso para conservar la mayoría parlamentaria, evitando el efecto remolque del candidato fuerte. La hegemonía partidista de la IV República logró separar y adelantar las parlamentarias, el 8 de noviembre se realizaron las elecciones de diputados y senadores, logrando los partidos adv... más »

RONNY PADRÓN: SE SOLICITA UN PRESIDENTE ENCARGADO YA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 38 minutos
Indudablemente se solicita presidente encargado ya puesto que el actual en lugar de constituirse en una solución para la República de Venezuela pasó a ser un enorme problema. Lo afirmamos con base en el “arsenal” de herramientas jurídicas y políticas del que dispone un presidente encargado para gestionar a lo inmediato el restablecimiento del orden constitucional, sin embargo, por negligencia criminal de quien ocupa actualmente ese cargo, la Venezuela de hoy se encuentra en peores condiciones de las ya existentes para el 23 de enero del año en curso, que ya es mucho decir. Porque c... más »

MIBELIS ACEVEDO DONÍS:OJERIZA ANTI-DEMOCRÁTICA

Partiendo de la premisa de que en el individuo la noción de Igualdad (esa consciencia de sí mismo que lleva al convencimiento de que nadie es superior a otro) y de Libertad (vista como autodeterminación, como "retorsión contra la heteronomía") responden a instintos primarios que la necesidad de cooperación social obliga a domeñar, Hans Kelsen dejó un vital legado de reflexión en torno a la democracia. Según afirmaba, el desarrollo político depende en gran medida de la agregación de voluntades que habilitan los partidos. “El individuo aislado carece por completo de existencia política positiva”; así que la democracia “sólo es posible cuando los individuos, a fin de lograr una actuación sobre la voluntad colectiva, se reúnen en organizaciones que agrupan voluntades políticas coincidentes”. 

Al ver en los partidos un elemento constitutivo de la democracia real, responsables de juntar a los ideológicamente afines para garantizarles “influencia eficaz en la marcha de la vida pública”, el jurista concluía que los ataques por parte de antiguos regímenes monárquicos, por ejemplo, no eran sino “una enemistad mal disimulada contra la democracia". Ah, de esa ojeriza los venezolanos podemos dar fe. La nuestra es historia en la que no faltan autócratas resueltos a sofocar todo intento de organización que despliegue, aproveche y dé sentido a esa multiplicidad de intereses que distingue a las sociedades. 

Y es que sólo en virtud del sustancial aprovechamiento de la diversidad, la democracia cobra carne y nervio. “La democracia es discusión” y no esa marrullera búsqueda de uniformidad que proscribe el desacuerdo. La democracia es crítica; la autocracia es dogmática. No en balde agrega Kelsen que la hostilidad anti-partidos sirve a fuerzas que tienden a la exclusiva hegemonía de un grupo; grupo que en la medida en que se niega a admitir la pertinencia de intereses ajenos, busca disfrazarse bajo la saya del interés colectivo "orgánico", "verdadero", "comprensivo". 

Lo dicho: no hay democracia sin partidos políticos, y eso lo captan sobre todo los mandones y aspirantes a tiranos. Pues no hablamos únicamente de la función que los partidos desarrollan libre y expresamente en un sistema donde no se les persigue o inhabilita. Aun atajadas por la arbitrariedad propia de todo régimen autoritario –como estos neo-populismos urgidos de legitimación electoral, y en los que la alternancia sufre por la distorsión de un marco legal que frustra la competencia en términos de igualdad con el partido hegemónico- de esas instituciones animadas por el legítimo deseo de alcanzar el poder, atentas a la ventaja que toca exprimir a cada oportunidad de apelar al consenso verificado de los ciudadanos, depende que el ethos democrático sobreviva, dando base cierta al cambio al cual se aspira. 

Enfrentado a las fatigas de un entorno no-democrático, un actor político que se defina como demócrata no puede darse el lujo de despedazarse a sí mismo. La democracia sólo existe atada a sus valores, a un “deber ser”, a un estado de construcción permanente. Quizás por eso un pensador tan alineado con una concepción realista de la política como Giovanni Sartori, alega que la democracia, como mecanismo que desafía la inercia que rige en los grupos humanos, es “antes que nada y sobre todo, un ideal”. Eso, lejos de hacerla perfecta, del todo inasible, por ende, ayudaría a entenderla con espíritu práctico, a abrazarla con todos sus defectos y potencialidades. 

Pero hay que convenir que ese “deber ser” vive acá constreñido por factores que ya no sólo atienden a las trabas logísticas que impone la revolución. El rancio, tenaz desprecio por la política, cabalgando a lomos de un despecho que lejos de exorcizarse es cebado por una interesada doxa, sigue haciendo de partidos y dirigentes un blanco invariable de sus saetas. Aun admitiendo desempeños erráticos en muchos casos o el hecho de que hacia lo interno de tales instituciones se arrastran taras como la resistencia a la renovación y democratización de estructuras, a superar la camisa de fuerza del centralismo democrático (en contraste, las más jóvenes no terminan de trascender la resbalosa identidad del club político) cabe pensar que el abrasivo asalto también opera como guiño a esa “enemistad mal disimulada contra la democracia", contra sus modos, valores y símbolos. 


Posiblemente no haya mejor revulsivo para la arremetida autoritaria que aferrarse a aquello que se desea preservar. Al recordar que la democracia hunde sus raíces en el gobierno “in foro interno” del individuo, algunos partidos ya emprenden procesos de re-conocimiento e interpelación, de encuentro con sus bases, con la gente que suda y reclama, incluso militantes de otras organizaciones. Comprometerse con principios como la solución pacífica del conflicto, la defensa de las instituciones, del voto; con la alternancia, el diálogo, la construcción de consensos, la incorporación de la diversidad es, en fin, parte de una mejora que no admite más sabotajes. 


Mibelis Acevedo D.
@Mibelis

TRINO MÁRQUEZ: POLÍTICA SIN PARTIDOS

Fernando Mires es uno de los intelectuales más respetados que han acompañado a la oposición democrática venezolana durante las dos décadas de lucha contra la hegemonía de Hugo Chávez y su fiduciario, Nicolás Maduro. Siempre polémico y agudo, plantea observaciones críticas cuando lo considera conveniente. Complacer o acomodarse en una zona de confort no es su estilo. Polis, su revista digital, aunque aborda diversos temas y presenta procesos políticos en diferentes regiones del planeta, constituye una referencia obligada para entender lo que sucede en Venezuela. 

En su trabajo ¿Me permiten un par de objeciones?, Fernando comenta sendos  artículos escritos por Simón García, Barbados con corazón, y por este servidor, Entre el centro político y la firmeza. Si bien coincide en lo fundamental con lo  planteado por Simón y por mí, señala en tono crítico una debilidad que le encuentra a mi artículo. Dice Fernando, “¿Qué hacer si ese líder (se refiere a Guaidó) deja en algún momento de representar los intereses e ideas de la mayoría de sus seguidores? Márquez no da respuesta a esa pregunta: afirma simplemente que hay que apoyar al líder sin cuestionar su política”

Aunque no creo que Guaidó haya dejado  de “representar los intereses e ideas de la mayoría de sus seguidores”, pues de haber ocurrido tal cosa, se habría desplomado en las encuestas y sus giras por el país serían un fracaso, le concedo la razón a Fernando: no cuestiono  la política adoptada por Guaidó. Sus observaciones me sirven para tratar, dentro de los límites de estos pocos párrafos, el tema que coloca en la agenda. 

Creo que el punto más vulnerable de los dirigentes democráticos en la actualidad, se halla en la inexistencia o fragilidad extrema de los partidos políticos en los que militan. La destrucción de esas organizaciones se convirtió en una meta deliberada del régimen a partir de 1999. Lo primero que hizo Chávez fue cortarles las fuentes de financiamiento público. Ya las campañas electorales no serían costeadas con fondos del Estado, como había sido la tradición durante décadas. Con esta medida las condujo al despeñadero, en la forma de embudo: la oposición no recibiría fondos provenientes del Tesoro, pero el Psuv tendría recursos ilimitados; podría disponer del presupuesto nacional para sufragar todas sus actividades. Asimetría total. 

De allí, Chávez pasó a la demolición de lo que quedaba de AD y Copei. La tarea fue sencilla. Ya Rafael Caldera  y Luis Alfaro Ucero se habían encargado de minar los cimientos de esas dos organizaciones. Luego se pasó a la persecución, encarcelamiento,  inhabilitación, asesinato y expulsión al exilio de los líderes de los principales partidos emergentes. El ensañamiento fue contra Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo. Toda organización que representara un peligro era acorralada. En la actualidad los partidos políticos son ficciones. De la actividad proselitista  tan intensa que hubo en el pasado, apenas quedan vestigios.

El dato resulta crucial para entender lo que sucede  en la actualidad. La política  a partir de la muerte de Juan Vicente Gómez, especialmente luego del derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, estuvo asociada a organizaciones con un fuerte sello leninista, aunque su orientación doctrinaria fuese socialdemócrata o socialcristiana. Los partidos tenían una dirección nacional, direcciones regionales y locales, comités de base. En toda la estructura organizativa se debatían los lineamientos principales considerados en la dirección nacional. Cuando era necesario, se convocaban asambleas nacionales o consejos consultivos. La política económica, los planes de gobierno, las políticas sectoriales, eran debatidos por esas agrupaciones. En sus mejores tiempos, los partidos fueron organismos vivos muy dinámicos. 

La enorme complejidad de la sociedad estuvo vinculada, en gran medida, con el ritmo frenético impuesto por los partidos políticos en numerosos planos. Hasta líderes tan recios como Rómulo Betancourt tuvieron que acatar decisiones acordadas por sus partidos, aunque ellos no las compartieran. Al mismísimo Rafael Caldera, Copei le impuso la candidatura de Eduardo Fernández para las elecciones de 1988. El programa de modernización de Carlos Andrés Pérez terminó encallando, y el carismático Presidente al final salió del poder en 1993, porque no logró convencer a su partido, AD, de las bondades de su propuesta.

Ahora, esos partidos son un recuerdo del pasado. La antipolítica y el antipartidismo, junto a los errores cometidos, los pulverizaron. A Guaidó y a los otros dirigentes democráticos  les toca actuar  en medio de esta debilidad tan notoria. La Política  la diseñan y ejecutan esos dirigentes fuera de cuerpos estructurados. Les da un gran peso a la intuición, a lo que indican las encuestas, a lo que señalan las tendencias en tuiter y en el resto de las redes. La debilidad organizativa les impone severas restricciones.

No pretendo excusar a Guaidó de los errores que comete o pueda cometer. Solo aspiro comprender el contexto en el que se mueve un líder surgido  de forma sorpresiva, que trata de eludir los obstáculos colocados por el régimen y por núcleos recalcitrantes de un sector al que cuesta considerar opositor. La Política tendrá que diseñarla y ejecutarla sin partidos sólidos. Ese es su gran reto.

Trino Márquez
@trinomarquezc 

OSCAR ARNAL: ¿LA NUEVA O VIEJA CUBA?

Estudiando derecho en la UCAB, dirigentes vinculados a la democracia cristiana, decidimos viajar a Cuba. Estamos hablando de principios de los años ochenta, cuando todavía se vivía la guerra fría. Llegamos a un país donde el pensamiento único junto a la propaganda oficial invadía todos los ámbitos. Donde la excusa del régimen marxista era el bloqueo y donde había una preparación permanente para enfrentar una supuesta invasión norteamericana. Había un mercado negro paralelo y el dólar circulaba. Se sentía una fuerte presencia militar. La libreta de racionamiento era parte del control social y había gente arriesgando su vida por escapar. A pesar de que Cuba es una isla ha podido sobrevivir.

Hoy en muchos rasgos nos parecemos a Cuba: las cadenas frecuentes de radio y tv, los argumentos oficiales culpando de todos nuestros males a los EE.UU, el militarismo, el uso corriente del dólar, los CLAP como subsidio contra la hambruna, un viejo parque automotor, la decadencia tecnológica, las sanciones y muchos queriéndose ir.

¿Se repite la historia? Eso quisieran los que ejercen el gobierno de facto. A ellos lo que les importa es mantenerse a costa de lo que sea. En medio de una hiperinflación sin precedentes el pueblo solo lucha por sobrevivir. Mientras tanto el juego está trancado. El desgobierno no está interesado en negociar nada que tenga que ver con la alternancia. El tema es que podemos hacer para regresar a la democracia y a una economía sustentable. No podemos repetir la historia del régimen cubano haciendo y deshaciendo por más de 60 años. Quienes nos desgobiernan, ya tienen más de 20, y Venezuela es un caos, de mal en peor. Lo cierto es que los regímenes de Cuba, Corea del Norte, Siria e Irán son un desastre, pero continúan en el poder.

Es hora de dar el todo por el todo. El llamado del presidente (e) Juan Guaidó a ir casa por casa e incrementar la protesta es una necesidad. En Sudán el pueblo en la calle terminó con un régimen que tenía 30 años. En Chile después de más de tres lustros la oposición unida venció al dictador. Para no ser la nueva Cuba lo debemos hacer. No dar la pelea es cómodo, pero en la primera línea de batalla vamos a estar: llevando el mensaje, con optimismo, defendiendo los derechos humanos, invocando la Constitución y a los principios que nos vieron nacer como nación.

Oscar Arnal
@OscarArnal

ALFREDO M. CEPERO: EL FANTASMA DE PERÓN

Así como Juan Domingo Perón empobreció a la Argentina, Fidel Castro destruyó a Cuba y Hugo Chávez arruinó a Venezuela.

A los 45 años de la muerte de Perón en 1974, la Argentina sigue hechizada por el fantasma de su ídolo. Juan Domingo Perón fue elegido en tres ocasiones para encabezar el país que gobernó por un total de 11 años. Pero si alguien piensa que Perón ha pasado a ser una página olvidada de la historia política argentina se equivoca de medio a medio. Porque su influencia domina a tal extremo la escena política que tres candidatos de las actuales elecciones presidenciales de orígenes muy diferentes reivindican el peronismo.

En las recientes elecciones primarias, Alberto Fernández se impuso al presidente de Argentina, Mauricio Macri, por una amplia ventaja de más de 15 puntos, lo que le sitúa como favorito de cara a los comicios de octubre. Al finalizar el escrutinio, Alberto Fernández y su compañera de boleta, Cristina Fernández, habían obtenido el 47,36% de los sufragios, frente a un 32,23% que obtuvo Macri, quien aspira a una reelección que ahora parece en peligro.

Por este motivo, Mauricio Macri, el presidente más antiperonista surgido de la democracia argentina, se ha visto obligado a tomar medidas inusitadas para contener la hemorragia de votos. Aunque no ha llegado al extremo de declararse peronista, ha sorprendido a los medios políticos argentinos designando como su candidato a vicepresidente a Miguel Ángel Pichetto, un dirigente peronista muy destacado desde hace veinte años. Para justificar esta decisión el macrismo se ha puesto la hoja de parra calificando a Pichetto como representante del "peronismo racional".

Lo irónico es que, tal como el peronismo tradicional, este peronismo racional no es más que un lema de campaña política sin ninguna ideología definida. Es que el peronismo no es un partido, es un sentimiento, dicen unos. Porque es un movimiento, dicen otros. Si quisiéramos forzar una definición, podríamos decir que "el peronismo se basaba en tres principios fundamentales: la negación de la lucha de clases, la independencia económica del país con respecto a los monopolios extranjeros y la neutralidad internacional".

El peronismo, por otra parte, es una estructura de poder de donde han salido muchos de los hombres y mujeres que han gobernado la Argentina. La pregunta lógica sería. Pero ¿qué piensa esa gente? ¿Son chavistas, proyanquis, estatistas, promercado, abortistas, provida, de izquierda, de derecha? Si uno mira la historia, ha habido peronistas para todos los gustos: tercermundistas, y alineados con Estados Unidos, al punto tal de definir ese vínculo como “relaciones carnales”, castristas y fascistas, neoliberales y estatistas.

Sin embargo, el peronismo intentó ganar institucionalidad y respetabilidad cambiando de nombre. En 1946, el Teniente General Juan Domingo Perón fundó el Partido Justicialista, que no era otra cosa que el peronismo con un nombre distinto, el que a su vez resultó de la fusión de los partidos Laborista, Unión Cívica Radical, Junta Renovadora e Independiente, creados en 1945. Entre 1946 y 2015, el justicialismo ganó nueve elecciones presidenciales: 1946 (Perón), 1951 (Perón), las dos de 1973 (Cámpora y Perón), 1989 (Menem), 1995 (Menem), 2003 (Kirchner), 2007 (Fernández de Kirchner) y 2011 (Fernández de Kirchner), y perdió las elecciones de 1983, 1999 y 2015.

Ahora bien, es importante acotar que desde 1943 a la fecha el peronismo fue gobierno durante el 46 por ciento del período. Es decir que el restante 54 por ciento el gobierno estuvo en manos de partidos no peronistas. Los únicos cuatro jefes de Estado no peronistas votados a través de las urnas desde el surgimiento de esa fuerza -llamada formalmente Partido Justicialista (PJ)- fueron del histórico rival, la Unión Cívica Radical (UCR). Dos de ellos fueron derrocados por golpes militares: Arturo Frondizi en 1962 y Arturo Illia en 1966.

Pero, en marcado contraste con la turbulencia y la inestabilidad de los tiempos recientes, la Argentina disfrutó de prolongados períodos de prosperidad y estabilidad. En 1895 y 1896 Argentina no era uno de los países más ricos, sino el número uno, con el PBI per cápita más alto del mundo. Los siguientes puestos fueron para Estados Unidos, Bélgica, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda. Se ubica ese proceso virtuoso entre 1880 y 1940, sesenta años en que la mayoría de inmigrantes decidieron que Argentina sería un buen lugar para vivir, con oportunidades laborales, paz, libertad religiosa y un porvenir para la familia.

La pregunta que muchos nos hacemos: ¿Cómo se explica esta decadencia después de aquella prosperidad? La respuesta que dan los analistas del proceso argentino es que luego de la lucha entre radicales y conservadores, un nuevo alzamiento militar en 1945 terminó con la llegada de Juan Domingo Perón al año siguiente a la presidencia. Según ellos, allí se cambió la Constitución, que pasó de un modelo liberal a desconocer la inviolabilidad de la propiedad privada, en el marco de un fascismo inspirado en el modelo italiano de Benito Mussolini. Después del golpe que derrocó a Perón en 1955, ya la Constitución que se puso en vigencia era un híbrido entre las de Alberdi y Perón.

Por desgracia, Juan Domingo Perón no es un fenómenos aislado en el panorama latinoamericano, porque la mayoría de nosotros no profesamos ideologías sino adoramos a nuestros líderes. Los subimos a pedestales y después no sabemos cómo bajarlos. Tal como experimenté en mis once años de periodista con la Voz de los Estados Unidos de América, los habitantes de otras latitudes no nos entienden. Mis colegas norteamericanos se negaban a aceptar que Fidel Castro no fuera comunista sino un tirano oportunista que utilizaba el comunismo como protección ante una posible agresión de los Estados Unidos. Cuando yo se los explicaba me decían que estaba totalmente equivocado.

La realidad incontrastable es que el peronismo, el fidelismo y el chavismo son primos hermanos. Han sido todos aberrantes cultos a la personalidad de líderes carismáticos, ego-centristas y demagogos. Unos demagogos que, como la mala hierba, se aferran con tanta terquedad a la tierra que son muy difíciles de erradicar. Así como Juan Domingo Perón empobreció a la Argentina, Fidel Castro destruyó a Cuba y Hugo Chávez arruinó a Venezuela.

Si alguna diferencia hay es que los herederos de Castro y de Chávez se mantienen en el poder por la fuerza de las armas, mientras los herederos de Perón se aferran al poder por la argucia de los votos en elecciones casi siempre amañadas. Ojalá que los pueblos de Cuba y Venezuela sepamos despojarnos de los fantasmas de Castro y Chávez. Si queremos tener de nuevo naciones con libertad, prosperidad y esperanzas tenemos que aprender cómo se descifra ese jeroglífico.

Alfredo M. Cepero
Director de www.lanuevanacion.com
@AlfredoCepero

FRANCISCO AMELIACH: ¡ADELANTARON LAS PARLAMENTARIAS!

Desde el primer trimestre del año 1998 Chávez mostró un crecimiento constante en las encuestas, la proyección a diciembre lo colocaba como la opción a ganar las elecciones presidenciales. Este hecho originó la maniobra por parte de los partidos del Pacto de Punto Fijo de adelantar las elecciones del Congreso para conservar la mayoría parlamentaria, evitando el efecto remolque del candidato fuerte.

La hegemonía partidista de la IV República logró separar y adelantar las parlamentarias, el 8 de noviembre se realizaron las elecciones de diputados y senadores, logrando los partidos adversos a Chávez la mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.

Luego de las elecciones parlamentarias la estrategia de los partidos de la hegemonía del Pacto de Punto Fijo era clara: consistía en “no oponerse” a la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente debido al gran apoyo dado por el pueblo a esta idea impulsada y liderada por Hugo Chávez. Pero los puntofijistas engañosamente planteaban que la convocatoria debería surgir de una reforma de la Constitución de 1961 (vigente para el momento), de acuerdo a los mecanismos instituidos en la misma Constitución, es decir, el Congreso recién electo, poder constituido, crearía y normaría la figura de la Constituyente, lo cual impediría convocar al Poder Constituyente originario del Pueblo.

Luego de las elecciones parlamentarias del 8 de noviembre se activaron los diferentes grupos de presión a favor de la posición de los partidos hegemónicos del Pacto de Punto Fijo, y como era de esperar vino la amenaza del imperio estadounidense.

Como evidencia de lo afirmado está lo expresado por Jimmy Carter, publicado el día antes de la elección presidencial (05–12–1998) en el diario El Universal: “Cualquier violación a la Carta Magna sería severamente condenada por la comunidad internacional, como acto ilegal. Yo no creo que eso vaya a pasar, ni quiero que me malinterpreten, pero si un país se aleja dramáticamente de los principios democráticos los organismos internacionales podrían retirar inversionistas e incluso rehusar el intercambio de embajadores”.

La historia no se detiene, continúa con sus tiempos y sus ritmos y muy pronto dictará la hora de las parlamentarias por el bien de la Patria. ¡Preparémonos! 

Francisco Ameliach
@AmeliachPSUV
http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/opinion/adelantaron-las-parlamentarias/

RONNY PADRÓN: SE SOLICITA UN PRESIDENTE ENCARGADO YA

Indudablemente se solicita presidente encargado ya puesto que el actual en lugar de constituirse en una solución para la República de Venezuela pasó a ser un enorme problema. Lo afirmamos con base en el “arsenal” de herramientas jurídicas y políticas del que dispone un presidente encargado para gestionar a lo inmediato el restablecimiento del orden constitucional, sin embargo, por negligencia criminal de quien ocupa actualmente ese cargo, la Venezuela de hoy se encuentra en peores condiciones de las ya existentes para el 23 de enero del año en curso, que ya es mucho decir.

Porque ciertamente los países “solo tocan fondo” cuando inician un resurgir, que no es nuestro caso. Por el contrario, el genocidio se profundiza ahora con la anuencia de la Presidencia Encargada de la República de Venezuela. Solo comprensible cuando aceptamos lo evidente: El Jefe del Ejecutivo Nacional integra una Organización Criminal Electoral formada por variopintos partidos cuyo desiderátum es mantener a la política como negocio, y a las elecciones y negociaciones como sus herramientas, con independencia de su licitud, de ganar o perder comicios, mucho menos de la continuidad del exterminio nacional a través del hambre, la enfermedad y el hampa, receta socialista.

Así entonces, será menester continuar laborando con denuedo para que un liderazgo patriota asuma inmediatamente las riendas de esta gesta por la liberación nacional, sea a través de una Presidencia Encargada (harto difícil considerando el control que sobre la AN mantiene el Estado Criminal Socialista y su principal aliado: La Organización Criminal Electoral) o bien en ejercicio del artículo 333 de la CRBV, dispuesto sí a materializar de manera perentoria la aplicación del artículo 187 numeral 11 del mismo texto constitucional ¡Viva la República de Venezuela!

Ronny Padrón
caballeropercivall@gmail.com
@caballeroperci