sábado, 6 de febrero de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ DOMINGO 07/02/2021

 



MIBELIS ACEVEDO DONÍS, OCASIÓN EN LA MIRA

Comparar el clima de opinión que reinó entre 2018 y 2020 con el del presente, casi podría dar fe de algunos “milagros” políticos. Del cielo apretado de nubarrones, posturas fosilizadas y dignísimos nones,pasamos a un progresivo despeje del paisaje. Sí: tras el desplome de la “esperanza rubia” en las elecciones de EEUU en el discurso opositor más radical acusa giros llamativos. Muchos de los que veían en la abstención una eficaz receta para “deslegitimar” a un gobierno al que ya no cabe más mácula ni más desprestigio, ahora la zapatean, le descubren feos lunares. Advierten, incluso, que aferrarse a ella sin miramientos y con angurria de fundamentalistas puede conducirnos a otro épico disparate.

Enhorabuena, pues. Los dilemas estratégicos que plantea el voto contra una autocracia nunca son menudos, sin duda. Pero evadirlos a punta de inacción y parca voluntad de estrujar la potencial arena de lucha, de contrarrestar los cepos de la “zona de niebla”, como la nombra Schedler, ha demostrado su nulidad. Lejos de ayudar, aquello terminó favoreciendo a un régimen que se ha hecho experto en desguazar al adversario invirtiendo mínima energía, medrando justamente en esos arrestos suicidas. En tales circunstancias, ha bastado un soplido a la enclenque choza para dejar al otrora orgulloso carpintero sin techo y sin argumentos. 

¿Farsa o posibilidad? 

De modo que zafarse de las agridulces ataduras de la ficción y percatarse del hecho político real, lleva renovado fuelle a la candela del viejo debate: qué hará menos daño, ¿abstenerse o votar? Pero ya no se trata de un asunto puntual, como algunos encajan,sino angustia existencial. Un “ser o no ser” que define o niega la índole y continuidad de la estrategia. Así que allí vamos, otra vez barajando razones para meternos en el avispero electoral. Otra vez intentando distinguir y cruzar esa línea borrosa entre el “parapeto” y la posibilidad cierta. Viendo si hay fuerza para domeñar las siempre hostiles condiciones; para que las elecciones dejen de ser ocasión desechable y obliguen tanto al gobierno como a la oposición a preocuparse genuinamente por ellas. 

Más que arrojar inédita luz sobre lo que llevamos años dirimiendo, la desmemoria obliga a ventilar lo obvio. Sabiendo que se expone a esa incertidumbre democrática que introduce la celebración de elecciones periódicas, una autocracia electoral hará lo que puede -y poder es lo que le sobra- para que sus competidores acudan en desventaja. Y mejor aún: que decidan no acudir. Esa ha sido la apuesta en Venezuela. Bajo la premisa de que, de cara a propios y extraños, ganar avalará su permanencia en el poder, el gobierno busca moverse en esa zona gris que le permite aplicar la tenaza autoritaria sin tener que prescindir de comicios multipartidistas. Lo cual, más que reprimir salvajemente, implica debilitar, dividir, desmoralizar, despojar de incentivos, paralizar al rival cada vez que haga falta. 

Leer el momento 

Así, la elección viciada brindaría una oportunidad para que la autocratización se profundice. Pero vista “sin complejos” y con ánimos de desentrañar el juego anidado, su potencial es otro. Al mismo tiempo -y acá surge el fugaz kairós, el instante que importa captar y estirar con astucia- serviría para que ese magullado campo democrático se reorganice en torno a una línea que no traicione sus convicciones. Para que inyecte ánimos a una sociedad hastiada y rearme la mayoría política que se dilapidó. Para que impulse nuevas ideas y liderazgos o haga de esa participación un ejercicio nítido, que lleve a algún destino. 

Moderar expectativas, claro está, es petición que sigue vigente. Agobiados por la amenaza del bucle y sus porfiados artífices, por lo apretado de los lapsos para asumir con integridad la brega en las regionales, y sabiendo que la prisa dejó más boquetes que glorias, dependemos de una lectura cabal del momento. Al tanto de la necesidad de deslindes curativos y con partidos tan resquebrajados que se han convertido en semillero de desconfianza, lo otro es ver cómo revivir una coalición representativa y útil. Una capaz de amansar egos e integrar visiones en torno a lo disponible. 

Esquilados y atentos 

Exclusión, fragmentación, represión, inequidad, coacción, prácticas redistributivas arbitrarias, sesgos institucionales, tutelaje de elegidos, reversión de mandatos: en eso consiste el menú de toda elección autoritaria. “Los límites a la imaginación autoritaria no son lógicos, sino empíricos”, también anuncia Schedler. Lo primero es aceptar que las señas que distinguen a una democracia están lejos de aparecer acá. Entonces, la decisión que incumbe tomar desde ahora para que la sociedad sepa a qué atenerse, es si se entra o no al terreno de juego, y con esas reglas. Si se hace inventario realista de pertrechos y se re-aprende lo sabido para optimizarlo, o se deja pasar nuevamente la ocasión: he allí el dilema. 

Si bien es cierto que la privación informal del derecho al voto forma parte de un diseño que se va afinando, no es menos cierto que la crisis pone al gobierno a merced de una incómoda contingencia. Aguas adentro, la presión por el viraje económico enfrenta a “duros” y “blandos”, por ejemplo. Ahíta bien se asoma la ocasión y sus envites. A ella, a la Ocasión, hembra al servicio de la diosa Fortuna, Quevedo le da propicia voz, por cierto: “quien sabe asirse a mis crines sabe defenderse de los corcovos de mi ama. Yo la dispongo, yo la reparto, y de lo que los hombres no saben recoger ni gozar, me acusan… si los tontos me dejan pasar, ¿qué culpa tengo yo de haber pasado?” Esquilados como andamos, convendría no perderla de vista en lo adelante. 

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela

JOISE MORILLO, QUE HAY DE LA HISTORIA

Ser de Maracaibo con sus avatares, clima severo y sublime, implica tener una idiosincrasia particular o, más bien, peculiar. Tal apreciación podría tomarse como un regionalismo. Sin embargo, la medida del regionalismo está determinada por la influencia que un gentilicio invada un total impositivo. Y, ese no es el espíritu del Zuliano, por tanto, sencillamente el maracaibero ha adoptado lo que antropológicamente le ha sido aportado con la historia del cosmopolitismo que le ha afectado, más su sentido de relación entre las gentes. Si hay un folklore, una tradición musical que se ha regionalizado en las ciudadanías de otras regiones del país, pero no hay una regionalización política como la de los andinos en las gobernaciones de otros estados aledaños y allendes de sus fronteras como el caso de tachirenses y trujillanos, incluso en el gobierno del país. Ej.: Arias Cardenas, tachirense ha sido en dos ocasiones gobernador del Edo. Zulia, y gerentes del gobierno nacional ni se diga de los tachirenses.   

Se dice que la historia la escriben los triunfadores en las naciones. No Obstante, consideremos lo siguiente: 

Ángel Lombardi plantea: La historia,  como quehacer humano acompaña a la humanidad. Desde su origen, como reflexión e indagación se remonta a la Grecia clásica siglo VIII a IV antes de Cristo, sus padres reconocidos son Hesíodo y Heródoto especialmente este último. Como disciplina científica se constituye en el siglo XVIII y su consolidación y auge corresponde al siglo XIX y siglo XX , (...) En 1929 tenemos una verdadera síntesis  metodológica como especie en  la literatura de L. Lefbvre y Marc Bloch como Nueva Historia, seguida de Berr, Pirenne, auxiliadas y asociadas a otras disciplinas como Sociología, Antropología, Economía cuyos protagonistas literarios explotan un nuevo concepto historiográfico.  Frente a todo ello y a la falta de contemporaneidad de los estudios históricos surge la historia de la vida. Y cita de Pirenne: “el historiador es un hombre que ama la vida y sabe mirarla” 

Para Lombardi,  el historiador, ni está momificado ni cultiva la ciencia de los muertos, su pasión fundamental es tratar de comprender y de comprometerse; crítico; heterodoxo y antidogmático, su quehacer profesional se resuelve en un permanente: “plantear problemas formular e hipótesis”,  de allí la necesidad de escribir permanentemente la historia porque ésta siempre es contemporánea. (Lombardi, A., 1977 introducción a la Historia) Pág.2 

No hay abstracción en la historia ni neutralidad en historiografía, lo que existe son historiadores de carne y hueso, con ideas convicciones y prejuicios. Carr afirma: “si quieres saber qué es la historia comienza por estudiar al historiador” por otro lado, Lefebvre plantea: “entre la acción y el pensamiento no hay ningún tabique(...) para hacer historia volved resueltamente la espalda al pasado, Vivan primero.” 

La Historia: “historia es un proceso continuo de interacción entre el historiador y sus hechos, un diálogo sin fin entre el Presente y el pasado” (E.H. Carr). Ibid. 13 

Lombardi resume la historia así: La historia según sea el caso significa un acontecimiento, un suceder, lo que ha acontecido, la suma de los actos humanos de importancia social.   Un conocimiento en la medida que es producto de una operación intelectual que pretende establecer la veracidad del hecho histórico así como su importancia y consecuencia, lo cumplido, lo cual es transmitido o comunicado. La historia es conciencia en la medida que el conocer pasa de la inteligencia a la voluntad. A la existencia toda, informando y condicionando nuestros actos. La historia se nos convierte en maestra y guía. Lombardi, A. introducción a la historia. 

Tomando en consideración lo que plantea nuestro insigne ex rector de la Universidad del Zulia, decano de la facultad de Historia de LUZ y ex-rector por más de veinte (10) años de la Universidad Católica Cecilio Acosta (UNICA),  quien concuerda con Carr acerca de la historia como “un diálogo sin fin entre el Presente y el pasado”; no se debe permitir una concepción voluntarista de una tolda política que pretenda por medios impositivos tergiversar la historia de nuestro honorable pueblo, promoviendo como libertadores del pueblo Ej. al nefasto líder de la izquierda política de los años 90´s 2013, Hugo Rafael Chavez, en función del culto a la personalidad y del adoctrinamiento de la masa popular en pro de una hegemonía política totalmente: nefasta, absurda y excluyente. 

No se debe permitir ni de hecho, ni de espíritu que se opaque, mezquinamente, la imagen libertaria - con todo y la detracción “injusta” que existe- de nuestro héroe Simón Bolívar cuya epístola y espada, construyeron la impronta, las bases del futuro político de nuestro país y que nos enseñó que para triunfar debemos abortar la idea de dependencia de saber,  y que el imperio de la justicia es el imperio de la libertad,unidad, unidad, unidad, y no el fomento del odio entre los ciudadanos y los gobiernos. 

La historia los condenara como la parte nefasta del progreso de nuestro amado país en este límite de movimiento y espacio que le ha tocado vivir al pueblo venezolano los últimos 20 años. 

Nuestra estirpe mestiza  entre arawacos, Ibéricos, alemanes, franceses, se ufana de sentir una inmenso orgullo de nuestra gesta libertaria representada incluso por un héroe “brillante” Rafael Urdaneta, de la ilustración historiográfica de Angel Lombardi, de la vanguardia científica de Fernandez Moran, de la sociología antropológica de Nemesio Montiel, de la actividad profesional de amigos ilustres como el Economista Dr. Nestor Suarez, el Dr.  Tucidides Lopez, todos que han sido y son luchadores por nuestra libertad intelectual y política; para no sentirnos indignados por la terrible pretensión de tergiversar nuestra Épica historia. 

No se debe soslayar las hazañas de nuestros héroes que representan los ideales de una estirpe luchadora y noble de toda una sociedad, que se asocia a nosotros por su orígen y por el amor y destino de nuestro -país- pueblo, que han demostrado. No se puede permitir traer héroes foráneos como protagonistas de nuestra épica independentista aun cuando como guerreros hayan participado en las batallas menos sobre ponerlos a los nuestros, cuando Venezuela necesitó héroes los parió. 

Joise MORILLO
kaojoise@gmail.com 
morijoi51@yahoo.com 
@kao_joi_lin 
Venezuela - EEUU

ROMÁN IBARRA, 4F/92 - 29 AÑOS DESPUÉS

El 4 de febrero de 1992 es una fecha fatídica para los venezolanos. Fue la noche del inicio de la tragedia monumental que hoy vivimos los venezolanos 

Un milico trasnochado, populista, y megalómano, encabezó junto a otros comandantes a un importante grupo de sus compañeros de armas para violentar el sistema democrático, y al gobierno legítimo de La República, con un golpe de estado cobarde, el cual tenía como justificación, ¨la redención del pueblo venezolano por la traición de los protagonistas de la democracia¨, encarnada en ese momento por Carlos Andrés Pérez 

Violaron su juramento, y utilizaron las armas que La República les confió para atentar contra el poder legítimamente constituido; escaramuza de la cual, resultaron cientos de muertos que los asesinos golpistas jamás resarcieron, con el añadido de haber herido de muerte al sistema democrático civil diseñado por el Pacto de Punto Fijo. 

La fuerza de la acción criminal demostró que la intención era asesinar al Presidente Pérez, quien venía llegando de la Conferencia Económica de Davos en Suiza, en un ataque sorpresivo, y con ello acceder al poder por asalto. 

Con relación a los preparativos del golpe, hay dos personajes a quienes vale la pena rendir tributo por su claridad y valentía para defender el sistema democrático. Uno de ellos es el recientemente fallecido dirigente político; periodista, y entonces Ministro, Pastor Heydra, alertó al Presidente Pérez, y acusó al entonces Ministro Ochoa Antich de estar de alguna manera involucrado con la intentona por su dudosa actuación al frente de sus responsabilidades. El otro a quien se le debe reconocer como gran defensor del sistema, es al Almirante Ivan Carratú Molina, quien con su arrojo personal contribuyó en la preservación de la vida del Presidente. 

No puedo dejar de mencionar a otra figura estelar de la democracia civil, a quien desgraciadamente, no solo no se le reconoce su lealtad al sistema, y su valentía para enfrentar al golpismo irresponsable de aquella hora oscura, sino que ha sido sometido injustamente al desprecio de la sociedad, a pesar de su servicio a la democracia. Me refiero a mí querido amigo, Eduardo Fernández, el ¨mejor Presidente que Venezuela jamás tuvo¨, como sentenció el 18 de octubre de 2020, otro de mis queridos amigos, Carlos Raúl Hernández, prestigioso intelectual, y político venezolano. 

Largo tiempo tenían los golpistas preparando el zarpazo, tal como luego en el poder confesaron, y ello contó con el celestinaje de importantes personeros de la vida nacional, entre quienes figuraban el ex presidente Caldera, los Notables de Uslar Pietri; Escovar Salom; Mayz Vallenilla, y Burelli Rivas, entre otros, así como algunos medios de comunicación impresos y radioeléctricos. 

No importa cuántos intentos hagan sus prosélitos por justificar la conducta de Caldera, pero los hechos son incontestables. Su discurso del 4 de febrero de 1992 en el Congreso, convirtió a los felones en ¨super héroes¨. Pasaron de militares mediocres; golpistas y asesinos, a una suerte de estrellas del rock, venerados por amplios sectores sociales. Hasta las madres disfrazaban a sus hijos de militares para el carnaval. 

Luego en el poder en una segunda presidencia que nada dejó a los venezolanos, otorgó el sobreseimiento al criminal golpista, convirtiéndolo en un súper candidato para que destruyera como ha hecho con nuestro país, en 22 años de gobierno ininterrumpido; de rasgos claramente dictatoriales, violador de la Constitución mediante la destrucción del estado de derecho, y la cooptación del poder judicial. 

Hoy todo es destrucción, también gracias –aunque en menor grado- a una dirigencia mediocre de la oposición, incapaz de crear alternativas. 

Futuras reformas de la Constitución deben eliminar de manera absoluta la reelección, y producir instituciones que preserven la democracia de aventureros. Muera el golpismo!

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

BEATRIZ DE MAJO, CUANDO EL CAPITAL SE VUELVE COBARDE, COLOMBIA EN CAPSULAS

Colombia ha tenido a lo largo de los años una de las mejores estrategias para promover inversiones extranjeras directas dentro de sus fronteras de todo el Continente. Es gracias a ello, que los capitales foráneos han contribuido al sostén de la economía vecina en épocas turbulentas. Pero en este terreno, la crisis pandémica del año pasado ha sido devastadora en el mundo entero por aquello de que “el capital es cobarde” y el país vecino no ha sido una excepción. Las cifras del año 2020 en este terreno son tan desalentadoras en Colombia como en el resto del planeta. A lo largo del año la IED se contrajo en el entorno de 40%.

Sin embargo, durante el año 2020, lo más granado del talento colombiano se esforzó en diseñar un plan de atracción de inversiones que pudiera materializarse dentro del corto plazo y se convirtiera en un elemento destacado de la gestión de Iván Duque al frente del gobierno. Es preciso recordar que su corto período presidencial no podrá contar con grandes hazañas que exhibir toda vez que el mismo ha estado impactado por el titánico esfuerzo de dar cumplimiento, en medio de la violencia, al acuerdo de paz pactado con la insurgencia guerrillera y, más tarde, por la aparición del COVID lo que no le ha dejado mucho espacio de maniobra para atender otras prioridades. Todo ello sin mencionar que durante su periodo de gobierno cerca de dos millones de nuevos ciudadanos de la diáspora venezolana vinieron a engrosar las dificultades internas. El país se vio obligado a invertir 11% de su PIB en medidas de mitigación de la emergencia económica hasta junio de este año.

Colombia está intentando mantener su atractivo como destino de inversiones extranjeras gracias a que los empresarios nacionales y  los internacionales con presencia en los negocios, han continuado expandiendo sus operaciones en buena parte debido a la plataforma exportadora ya instalada en el país, a los incentivos tributarios y al nivel de capacitación de la mano de obra con que cuentan. Si por algo se destaca Colombia dentro del vecindario latinoamericano, además, es por contar con uno de los mercados de tecnología de información más importantes de la región.  Durante el primer semestre del año pasado 45 nuevos proyectos de inversión fueron acompañados por ProColombia y registrados en sectores no mineros ni energéticos en 9 distintas regiones del país  y llama la atención como en los sectores de agroindustria, manufactura y servicios se registró un incremento de 141% en los montos de inversión registrados entre 2019 y 2020.

La cuesta es empinada, sin duda, para conseguir alcanzar la meta gubernamental de 6,6% de expansión del PIB en el año actual después de la descolgada de este indicador en el año pasado que fue cercana al 8%.

Pero lo que sí es claro es que uno de los cuatro grandes vectores del despegue económico post COVID es el de la atracción de capitales foráneos. Los otros tres tienen que ver con la formalización de empleos, la generación de una plataforma exportadora de 27.000 millones de dólares y la conversión acelerada de Colombia en un país de alto impacto turístico.

Así pues, en este año veremos desplegar una dinámica estrategia de búsqueda de flujos de capital de riesgo de terceros países en áreas susceptibles de motorizar el desarrollo interno como metalmecánica, agroindustrias y farmacéutica. Y al propio tiempo, el sector oficial está emprendiendo una vasta campaña de geo-localización de empresas extranjeras en Colombia, por las ventajas que allí se ofrecen a los inversionistas. Ya se han identificado 596 empresas susceptibles de interés con manifestaciones de intención por parte de más de 50 de ellas.

Queda solo reportar que los esfuerzos han sido reconocidos: el informe Global Best to Invest de la Revista Site Selection señaló a Colombia por segundo año seguido, como un país que cuenta con una de las mejores agencias de promoción de inversiones en el mundo - ProColombia-  y la mejor estrategia de atracción de capitales en Latinoamérica.

Beatriz De Majo

bdemajo@gmail.com

@BeatrizdeMajo1

España- Venezuela

DIEGO OLIVERA EVIA, AMÉRICA LATINA SUFRE LOS EMBATES DE EEUU Y EUROPA

Aunque algunas cosas –como la enorme asimetría de poder– no han cambiado, la relación entre Estados Unidos y América Latina y el Caribe ya no es como antes. Washington ya no despliega una sola «política latinoamericana», sino diferentes estrategias bilaterales o subregionales: México, América Central y el Caribe conforman un área profundamente integrada, a través de la migración y el comercio, a EEUU; la zona andina constituye el foco de mayor preocupación norteamericano, debido a la inestabilidad política y el narcotráfico; mientras que los países del Cono Sur cuentan con un margen de maniobra que no existía en el pasado. 

En general, la agenda estadounidense para América Latina está menos basada en la geopolítica, la seguridad nacional y la ideología y más centrada en la economía, en el marco de problemas compartidos como el narcotráfico, el ambiente y la migración. 

Pero no solo EEUU sino también América Latina exige ser desagregada. Los países de la región difieren enormemente entre sí. Argentina es tan diferente de Haití, o Perú de Panamá, o República Dominicana de Chile, como Suecia lo es de Turquía, o Australia de Indonesia. Es que, aunque en los últimos treinta años casi todos los países latinoamericanos han coincidido en adoptar elecciones democráticas y construyeron economías de mercado que respetan el equilibrio macroeconómico, algunas diferencias clave se han acrecentado. 

Esas diferencias son particularmente notables en cinco dimensiones distintas, aunque relacionadas: a) la naturaleza y la interdependencia económica y demográfica con EEUU; b) el grado en que los países han comprometido sus economías en la competencia internacional y las formas en que se relacionan con la economía mundial; c) la fortaleza relativa de sus instituciones, tanto estatales como no estatales; d) el grado de penetración de las normas y prácticas democráticas, y e) los desafíos que plantea la integración de las poblaciones indígenas. 

La creciente diferenciación en torno de estas cinco dimensiones hace discutible la utilidad del amplio concepto «América Latina», que oscurece en la misma medida en que ilumina. En verdad, hoy EEUU ya no adopta ni implementa una «política latinoamericana» aplicable a toda la región. La idea de un «hemisferio occidental» –según la cual los países de América Latina y EEUU estarían unidos entre sí y se distinguirían del resto del mundo por intereses, valores, percepciones y políticas comunes– ya no se ajusta a la realidad, tanto desde el punto de vista de Washington como desde el de Buenos Aires, Santiago, San Pablo o Brasilia. 

Por lo tanto, para comprender las relaciones interamericanas hoy es necesario distinguir, al menos, cinco regiones diferentes: a) México, América Central y las islas del Caribe; b) Brasil; c) Chile; d) Argentina y el resto de los países del Mercosur, y e) los países andinos, que seguramente requieren una mayor desagregación. 

La región que integran México, América Central y el Caribe –que en muchos aspectos constituyen tres regiones separadas– suma en conjunto apenas un tercio de la población total de América Latina y el Caribe, pero concentra casi la mitad de la inversión estadounidense, más de 70% del comercio interamericano y alrededor de 85% de la migración latinoamericana a EEUU. Las tres subregiones están más integradas que nunca a EEUU en términos funcionales, como se discute más adelante. 

Los países del Mercosur, de los que Brasil es el más extenso, suman 45% de la población, casi 60% del PIB latinoamericano, más de 40% (en proporción creciente) de la inversión estadounidense y bastante menos de 10% de la migración latinoamericana a EEUU. 

Entre ellos, pese a sus inmensos problemas y desafíos, Brasil es un país crecientemente exitoso e influyente. Ha abierto su economía a la competencia internacional; revolucionó su sector agrícola; desarrolló industrias con mercados continentales e incluso mundiales; fortaleció, lenta pero constantemente, sus instituciones estatales y no gubernamentales, y forjó un consenso centrista cada vez más firme en torno de las líneas generales de sus políticas macroeconómicas y sociales, incluida la necesidad urgente de reducir las desigualdades, aliviar la pobreza y mejorar la educación en todos los niveles. Brasil ocupa un lugar importante en el comercio internacional y en las negociaciones ambientales, de salud pública y de propiedad intelectual.  

Es un líder activo e influyente del Sur global, y trabaja en estrecha colaboración con la India y Sudáfrica. Es probable que, con el tiempo, juegue un papel creciente en las Naciones Unidas y otros foros multilaterales. El perfil mejorado de Brasil, tanto en este hemisferio como en el resto del mundo, genera un respeto creciente por parte de EEUU. 

Chile es el país latinoamericano más comprometido con la economía mundial; cuenta con las instituciones más fuertes y las normas y las prácticas democráticas más afianzadas de la región. No enfrenta problemas serios de integración indígena, expulsa pocos ciudadanos hacia EEUU u otras regiones y hoy está tan ligado a las economías de Asia, Europa y América Latina como a la norteamericana. Chile ha construido un amplio consenso en torno de muchas políticas públicas clave, con un alto grado de previsibilidad que facilita la inversión, tanto nacional como extranjera, y promueve el planeamiento estratégico gubernamental y del sector privado. La influencia internacional de Chile y su prioridad para EEUU son considerablemente mayores de lo que sus dimensiones, su poder militar o su peso económico podrían sugerir. Su «poder suave» atrae la atención y las inversiones y es la clave de su liderazgo y de su influencia. 

Argentina, por contraste, ha tenido grandes dificultades para construir un consenso, fortalecer las instituciones, abrir toda su economía y alcanzar la previsibilidad que resulta tan importante para superar el cortoplacismo y facilitar el desarrollo sostenible. Aunque el país ha participado activamente en asuntos internacionales –y ha sido un aliado incondicional y útil de EEUU en la lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas y en la no proliferación de armamento nuclear–, es mucho menos importante desde el punto de vista estadounidense de lo que su pomposa designación como «aliado extra-OTAN» podría sugerir. Probablemente no pueda contar con una empatía significativa o un apoyo concreto de EEUU, no importa quién gobierne en Washington. Es posible que el fracaso del gobierno de Bush en rescatar a Argentina durante su profunda crisis económica de 2001-2002 no haya sido una aberración ni una decisión personal arbitraria del presidente o de su secretario del Tesoro, sino una consecuencia previsible de la importancia marginal que el país tiene para Washington. 

El último grupo está integrado por las agitadas naciones andinas, que suman casi 22% de la población de América Latina, solo 13% de su PIB, cerca de 10% de la inversión de EEUU y menos de 15% del comercio legal con ese país, pero producen casi la totalidad de la cocaína y la heroína que llegan allí (a menudo a través de México o las islas del Caribe). Todos los países andinos, en grados diversos pero importantes, son asolados por severos problemas de gobernabilidad y cuentan con instituciones políticas débiles. 

A esto hay que añadir la integración irresuelta de amplias poblaciones indígenas que se hacen oír cada vez más, y de los muchos –no solo indígenas– que viven en la pobreza o la indigencia. En estas circunstancias, el mantra de Washington –según el cual el libre mercado y la política democrática se fortalecen y sostienen mutuamente en un poderoso círculo virtuoso– sencillamente no funciona. La combinación de exclusión masiva, pobreza extendida y flagrante desigualdad, junto con una conciencia creciente en un contexto democrático de economía de mercado, es extremadamente volátil, con escasas probabilidades de coexistir en el mediano plazo. 

Diego Olivera Evia
diegojolivera@gmail.com
@BarometroPrensa
https://barometrolatinoamericano.blogspot.com/2021/01/america-latina-sufre-los-embates-de.html

OSCAR ELÍAS BISCET, QUO WARRANTO O IMPEACHMENT PARA BIDEN

Lo más heroico y contundente, que enaltece el espíritu patriótico y el honor de la nación, ha sido el juicio político (impeachment) al mandatario Joe Biden.

¡Traidor, traidor, traidor!, ha vociferado mucha gente en los últimos días. ¡Traidor, traidor, traidor! Gritaban indignados a importantes y renombrados legisladores en el aeropuerto, los senadores republicanos Lindsey Graham (SC) y Mitt Romney (UT). Hay mucha gente en el país con el mismo sentir de los viajeros en el aeropuerto. Nadie puede minimizar el dolor de esas personas por el robo de su América libre, de su América constitucional y de su América Primero.

Del mismo modo, en esa multitud de persona en toda la nación, levantó su voz talentosa para condenar y señalar claramente a los traidores enmascarados en el Partido Republicanos. La voz de ángel protector, el pastor Franklin Graham, quien definió aquellos como Judas Iscariote, que por odio y codicia acusaron falsamente al presidente Donald Trump para realizarle un amañado e inconstitucional juicio político en la Cámara de Representante.

Bien claro y oportunamente, se pronunciaron los ciudadanos en el estado Wyoming y recolectaron rubricas para destituir a su falso representante en el Congreso de los EEUU, Liz Cheney, por anular el mandato popular y participar en la cacería de brujas contra presidente Trump. En dos días tenían más de 36 000 personas que solicitaron la renuncia urgente de la Presidenta del Partido Republicano en la Cámara de Representantes.

En realidad, lo más heroico y contundente, que enaltece el espíritu patriótico y el honor de la nación, ha sido el juicio político (impeachment) al mandatario Joe Biden, solicitado en la Cámara de Representante de los EEUU por Marjorie Taylon Greene, representante republicana por Georgia. Greene introdujo los artículos de acusación, el jueves 21/01/2021, que son corrupción, abuso de poder, tráfico de influencias y nepotismo; consulta el PDF en Twitter @RepMTG. Marjorie, gracias por tu civismo y heroísmo, por representar a todo un pueblo, la América constitucional y libre.

En los últimos años observamos la gran injerencia de los medios de información-comunicación, de las grandes tecnológicas y otras corporaciones: cinematografías, académicas, universitarias, bancos y otros acosadores y secuestrados de la libertad de expresión y de hablar. La prensa como el cuarto poder para equilibrar la realidad se volvió parcializada e ideológica y estuvo en la conspiración del secuestro del voto de los ciudadanos estadounidenses y en la cultura de devaluación y censura al pensamiento diferente.

La realidad nos muestra que los oligopolios corporativos se encuentran en el poder de los EEUU, promoviendo una cultura de izquierda extrema que se parece mucho al socialismo de Hitler o de Mussolini, cuya dirección es por los globalistas sorosistas. A estos le será muy difícil sostenerse ante la competitividad del Partido Comunista de China (PCCH) y sus muchos promotores corruptos dentro del país; al final, si sigue esa situación en EEUU, la China comunista se alzará y consolidará su posición de primera potencia internacional y cabeza del Nuevo Orden Mundial.

No hay peor sordo que el que no quiera oír; parece haber este sentir en muchas instituciones de EEUU. La inconstitucionalidad en el proceso electoral, el fraude masivo en las elecciones 2020, la injerencia extranjera con el apoyo de nacionales, todo comprobado por los servicios de inteligencia que se negaron a relevar su información al público y que luego fue conocida con la desclasificación presidencial. Eso hubiera bastado para la creación de una comisión mixta del Congreso para investigar cualquiera de esas posibilidades. Ahora solo existe una oportunidad para salvar a la república constitucional americana y es el proceso u orden judicial quo warranto.

Los diarios Naturalborncitizen, Gateway Pundit y otros sitios comenzaron a promover esta acción judicial y exponen que “El contragolpe de MAGA es Quo Warranto en el Tribunal del Distrito de DC: Muestre los recibos del fraude electoral”. Y continúa explicando que “La conclusión que SCOTUS ha sostenido que la elección de cualquier funcionario de los Estados Unidos puede ser impugnada por fraude o error mediante una orden judicial de quo warranto. Y el Tribunal del Distrito de DC. Tenemos un estatuto. Tenemos un lugar. Traiga los recibos, presidente Trump”.

También asegura Naturalborncitizen que “Si no trae los recibos por quo warranto, habrá renunciado. Esta todo dentro o fuera. No queda más opciones. Esto debe hacerse. Tienes que darle una oportunidad a la ley adecuada en el lugar adecuado. Si renuncia ahora, se transmitirá como una admisión de que no hubo fraude, error o anarquía por parte de los funcionarios electorales”. Quizás, por esos la abogada Sidney Pawell, de Nosotros El Pueblo, retiró recientemente los casos que tenía presentado en la Corte Suprema de Justicia y el presidente Donald Trump afirmó que “volverá”.

Por supuesto, ambos procedimientos legales, quo warranto e impeachment, pondrían fin al período de mandato de Joe Biden. En el juicio político solo se condenaría por la corrupción realizada en la época de su vicepresidencia. Aunque lo condenen y expulsen, se le daría legitimidad en su cargo ejecutivo y lo ocuparía su sucesora actual dejándose oficializado un régimen autocrático en la dirección del país. Por eso el quo warranto es la oportunidad para en un juicio por jurado y público y demostrar que la investidura y ocupación inconstitucional del principal cargo público del Estado y la renuncia de todo el régimen.

Señor presidente Trump, 75 millones de estadounidense se le mutiló su libertad de pensamiento a través del voto electoral, muchos fueron perseguidos y hostigados y expulsados de sus trabajos. Ser escuchado es necesario, evitaría la guerra civil y esto es posible con el proceso jurídico, el quo warranto. La inconstitucionalidad se consumó, por lo que es la hora de neutralizar y ponerle fin al iniciado régimen socialista, nazista o del siglo XXI, y sus palabras sean una realidad perentoria: “Volveré de alguna forma (back in some form). Quiero que sepas que el movimiento que iniciamos apenas está comenzando. Nunca ha habido algo así”. Entonces, América será más grande que nunca jamás.

Oscar Elías Biscet:
lanuevanacion@bellsouth.net
@oscarbiscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
Cuba
https://www.diariolasamericas.com/opinion/quo-warranto-o-impeachment-biden-n4215106