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miércoles, 27 de enero de 2016
CARLOTA SALAZAR CALDERÓN, TIEMPOS DE SOCIEDAD VIGILANTE
La
sabiduría popular dice que en tiempos de abundancia se debe ahorrar, para los
de escasez. Esta máxima no la han oído
los gobiernos en Venezuela, menos la mal llamada revolución. En efecto, Chávez
basó su proyecto político en el petróleo y planificó en función de que tenemos
una de las mayores reservas del mundo, por ello los planes de la nación se
elaboraron en función de ello. ¡Craso error!
Así, comienza su mandato expropiando los sectores productivos para
hacerlos improductivos, cero inversión para la producción y un discurso para
mantener a las mayorías haciéndoles ver que ellos, consejos comunales y
comunas, iban a manejar la economía del
país, cuando la intención era que todo el mundo dependa del Estado, la economía
como instrumento de control social.
El petróleo para los venezolanos ha sido una
bendición y una maldición. Cuando comenzó su explotación a principios del 1900
con Cipriano Castro comenzó progresivamente el abandono de los campos, que
concentró a la población en las grandes ciudades, acción que se deja ver en los
cerros poblados de ranchos. Esta explotación produjo la invasión de extranjeros
que explotaron a los nacionales sin consideración de ningún tipo, hecho criticado
por los literatos como José Rafael Pocaterra y Rufino Blanco Fombona. Adquiere
su esplendor en tiempos 1960 con la creación de la OPEP en Bagdad, bajo el rol
protagónico de Juan Pablo Pérez Alfonso. En
1973, los Estados del Golfo Pérsico miembros de la OPEP decidieron
aumentar sus precios un 70% y colocar un embargo sobre los países amigos de
Israel (los Estados Unidos y Holanda) como consecuencia de la Guerra de Yom Kimpur. Con este aumento
Venezuela experimentó un incremento significativo en las utilidades por
concepto de producción de petróleo, cuadriplicándolos. Cuando Carlos Andrés Pérez promete usar los
beneficios del petróleo para aumentar el empleo, combatir la pobreza, aumentar
los ingresos y diversificar la economía. Por desgracia, los miembros de la OPEP
habían estado violando las cuotas de producción y los precios del petróleo
cayeron drásticamente de nuevo en la década de 1980, empujando la recesión.
Desde siempre nuestras crisis económicas han estado asociadas al precio del
petróleo. Esto es así porque no ha
existido una política petrolera dirigida a la inversión y diversificación de la
economía en tiempos de abundancia, lo cual resumió Uslar, en una frase
“Sembremos el petróleo”. Ahora, estamos no en crisis: a nivel de explosión
social. Cuando el costo de producción es casi igual al valor del barril, sin
hacer mantenimiento a lo existente, ni
dotación de lo necesario, por el contrario hurtan y depredan lo que hay. Los
obreros van a sabiendas que pueden morir en un accidente por falta de medidas
de seguridad. Lo mismo ocurre en el sector eléctrico e hidráulico por eso los
apagones, días sin luz, sin agua, las aguas negras en las calles…
Ahora nos
toca a los venezolanos recibir un país en la ruina económica, política y moral.
Y digo a los venezolanos porque como sociedad debemos entender que esto ha
pasado por nuestro silencio cómplice y nuestra incapacidad para, exigir,
demandar y reclamar. Este déficit hay que suplirlo, ahora, y convertirnos en
una sociedad vigilante de sus recursos y su calidad de vida.
Carlota Salazar
Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar
Anzoategui -
Venezuela
JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ, EL PODER Y LA PERVERSIÓN
Vivimos en un país
caotizado por las perversiones de un poder codicioso, desnaturalizado, inhumano
y atolondrado por el amor al dinero verde y al como sea. Lo que planteo Hugo
Dvoskin hace un tiempo me sirve de base para esta opinión. Los términos “poder” y “perversión” convocan
al juego de palabras del que no nos privaremos: “la perversión del poder” nos
llevaría por los terrenos de la sociología y de la política. Mal que nos
contagia a los gobernantes y políticos hoy en Venezuela. El referente “poder”
no es un concepto definible hoy en Venezuela como algo cerca del bien común y
en especial para la gente recta y de buenas intenciones. Utilizando nuestra
vivencia y la realidad del día a día tenemos una cosmovisión de hechos
desastrosos y herrados en la forma de gobernar y legislar, pero aun peor en la
forma como se administra justicia (en especial con los hechos de corrupción y
actuar inmoral de los altos personeros públicos “Gobernantes y Diputados”).
Sin embargo, podría
formularse “el poder de la perversión” y allí dos cuestiones nos implican: la
perversión en tanto diagnóstico de estructura y los efectos del poder en el
sujeto. Aquí podría hablarse de sugestión y premeditación, aun cuando nuestro
intento sea desplazarnos hacia la cuestión de la “sumisión”. Por esa vertiente
llegamos a una cuestión clínica: la transferencia y la dirección de la cura
cuyo texto rector lleva las marcas de la cuestión “la dirección de la cura y
los principios de su poder”.
Si “el poder de la
perversión” nos es atinente es fundamentalmente por los efectos que la
suposición de un Otro sin castrar, –digámoslo por su nombre, la suposición de
la existencia de Dios–, tiene globalmente en las neurosis a muchos y más específicamente
en la obsesión del dinero mal habido en los jerarcas que ostentan el poder.
“Bienaventurados sean los pobres de espíritu
porque de ellos será el reino de los cielos”. “Desde un lugar Otro exterior,
ocupado por Dios, le es dado al sujeto un lugar, un lugar insignificante.
Partiendo de una adhesión incondicional dada por la fe a dicho orden”. ¿Por qué
el reino de los cielos se abriría justamente para aquellos que son pobres de
espíritu? ¿Acaso no debería abrirse para los ricos de espíritu? Podría bien
tratarse de alguna paradoja o, tal vez, de una verdad sobre el Otro. Pobre de
espíritu cabe leerlo aquí como falto de deseo, dispuesto a aceptar aquello que
le es propuesto, que es dispuesto, que le es impuesto. Aceptarlo sin oposición,
con resignación, eventualmente con fe en cualquier decisión del Otro, siempre
sabia. Un Otro que sabe, cuyo poder se hace su-misión en el sujeto a quien
desde ese lugar le corresponde “los cielos”.
Para Freud el hombre
debía enfrentar tres problemáticas centrales. Por un lado, la hiperpotencia de
la naturaleza y la fragilidad de nuestro cuerpo. Para ambos, dice Freud,
confiemos en la ciencia y la medicina. Por el otro, la insuficiencia de las
normas que regulan los vínculos recíprocos entre los hombres en la familia, el
Estado y la sociedad. ¿Confiaríamos aquí en las leyes hechas por el hombre
corrompido y en “el amor al prójimo cuando tiene valor”? Probablemente no, pues
“la cultura política imperante encuentra en la inclinación agresiva en tanto
disposición pulsional autónoma y originaria (del ser humano) y (y
desnaturalizada con alevosía en el Socialismo del Siglo XXI), el obstáculo más
poderoso”. ¿Puede esto cambiar con simples diálogos entre los actuantes en
política, economía y los que ostentan el poder? Eso es una esperanza y un
camino que hay que intentar para no desatar los demonios de la guerra civil.
Pero el más complejo
subjetivamente es el cuarto término, que refiere al quehacer que es atinente a
nuestra praxis: como cada quien resuelve la cuestión de la insatisfacción, del
goce que no hay. Si bien existirían distintas alternativas como sustitución, la
religión sería especialmente apta para intentar ese logro –siempre fallido–
perjudicando “el juego de elección-adaptación”, imponiendo a todos por igual su
camino para conseguir dicha y protegerse del sufrimiento. Su técnica consiste
en deprimir el valor de la vida. A este precio, mediante la violenta fijación a
un infantilismo psíquico, la religión consigue ahorrar a muchos seres humanos
la neurosis individual... difícilmente obtenga algo más... cuando el creyente
se ve precisado a hablar de los “inescrutables designios” de Dios, no hace sino
confesar que no le ha quedado otra posibilidad de consuelo ni fuente de placer
en el padecimiento que la sumisión incondicional”. Del goce que no hay a la
sumisión al poder del Otro, la llave es la religión, la religión como discurso
y no como praxis. Podríamos postularlo inversamente y llamar discurso religioso
a ese texto del sujeto que acepta la sumisión incondicional al poder/saber del
Otro. Se trata de la posición del creyente, del aquel que tiene “certeza en la
creencia” de que en el Otro hay (un) saber al que hay que someterse. Hay
quienes intentamos ir por la política de hacer hechos sociales y promover
iniciativas sociológicas de bien común. Actuar con cabeza, corazón y
coraje.
En transferencia, hay quienes aseveran que la
transferencia es un efecto del sujeto supuesto al saber. Podría formularse que
la sumisión es un efecto posible de suponer un saber a alguien, particularmente
cuando esta creencia toma la forma de una “certeza en la creencia” o una
creencia verdadera. No me refiero a la práctica religiosa organizada bajo la
forma del mostrador, y tampoco al Populismo venezolano “te doy, me das”, “te
pido, te prometo”, “te hago una ofrenda, recibo” “te doy tanto y tú me
devuelves tanto” “te consigo un permiso o un cupo y tú me pagas tanto”. Se
trata de la práctica robolucionaria que refiere a que “sea como sea y lo que
sea lo que pase, es voluntad del Señor Estado”. Forma de atribución de saber
que es así se generará en amor de Chavismo. Para el psicoanálisis este amor se
leerá como resistencia a las carencias y pobreza; era para Freud un llamado a
la interpretación por la dimensión de engaño que supone el amor pues el Otro
nada sabe del deseo de cada quien. La religión, demagogia, la hipnosis y la
sugestión leerán como verdad esta obsecuencia al bien que el Otro ofrece. La
sumisión y el amor transferencial en análisis impiden la revelación de la
verdad en tanto dificulta al sujeto escuchar, justo ahí donde para la sugestión
se trata de una revelación que el sujeto no debe desoír. En el día a día la
caridad es un paliativo y el trabajo es el futuro.
Este es el momento de pensar que Venezuela
necesita un moral cristiana, constitucional y humana sana, virtuosa y
compartida por todo el gran conglomerado social que hizo posible liberar a
cinco paises Bolivarianos, basta del Bolívar falso y caracterizado para que
sirva de sostén a un oprobioso poder y que no sirva para cambiar a un fracaso
por unos megalómanos con pasado de prevaricadores.
Juan de Dios Rivas
Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
inpresjubiladosypensionados@gmail.com
@rvjuandedios
Solidaridad
Independiente
Caracas - Venezuela
LUIS EDUARDO MARTÍNEZ HIDALGO, 23 Y 24 DE ENERO, EN LA HISTORIA DE VENEZUELA
El pasado sábado 23 conmemoramos 58 años de la caída de la dictadura
militarista de Marcos Pérez Jiménez.
El domingo 24 recordamos el centenario del natalicio de Rafael Caldera,
dos veces Presidente de Venezuela.
Convertido en Jefe del Estado luego de las fraudulentas elecciones de
1952, el General Pérez Jiménez tiranizó al país, en solitario, hasta que el
pueblo en la calle lo obligo a huir en madrugada. Había sido coprotagonista del
golpe que derrocó al Maestro Rómulo Gallegos
e integró la Junta Militar de Gobierno que lideró Carlos Delgado
Chalboud; tras su asesinato fue la figura fuerte en el provisorio mandato de
German Suarez Flamerich.
Intelectual excepcional, fundador del socialcristiano partido COPEI,
Caldera arribó a la Presidencia en dos ocasiones con idéntico patrón:
derrotando al candidato oficialista –Gonzalo Barrios en 1968 y Claudio Fermín
en 1993- por poquísimo margen para gobernar entonces en minoría.
Pérez Jiménez fue un dictador en toda regla. Caldera un mandatario
civilista.
El 23 de Enero, culminó con éxito la rebelión popular que en propiedad
se gestó en las catacumbas de la clandestinidad, en las prisiones y campos de
concentración del régimen –que los hubo como Guasina y Sacupana-.
El 24 nació en San Felipe, de una mujer que dos años más tarde moriría,
un niño que criado por su tía Eva, se convertiría en uno de los líderes
fundamentales de la democracia venezolana.
El 23 de Enero fue posible por la unidad de las fuerzas opositoras del
país, unidad de la cual Rafael Caldera fue uno de los más importantes
constructores.
Caldera, a quien conocí personalmente y el cual me privilegió bautizando
a mi hija Isabel, fue un convencido a todo evento de las bondades de la
democracia y del respeto que se merecían venezolanos y venezolanas. Cuando era
adolescente, le oí una frase –pronunciada tras perder una de las varias
elecciones en las cuales participó- “el pueblo nunca se equivoca” que atesoro
en mi subconsciente y que deberían entender los actuales gobernantes, a
propósito del resultado de los comicios parlamentarios del 6 de Diciembre.
El 23 de Enero de 1958, resurgió la democracia pero esta no fue adulta
hasta que Rafael Caldera asumió el poder, oportunidad en que por vez primera,
en nuestra historia como nación independiente, un opositor recibió de quienes
entonces gobernaban el mandato presidencial, de manera pacífica y sin ningún
trauma.
Cadera gobernó con un Parlamento –Congreso bicameral entonces- de
mayoría de Senadores y Diputados de la oposición, entendiéndose con ellos, para
bien común. No impugnó la proclamación de parlamentarios que le adversaban ante
un Poder Judicial cuestionado en su origen, no los insultó, no menoscabó sus
atribuciones sino que cohabitó con ellos para garantizar la gobernabilidad en
medio de una época de precios bajísimos del petróleo que promedió unos 3
dólares por barril en su primer mandato
y no llegó a 10 al final de su segundo.
Fueron muchos los que murieron en la lucha contra la dictadura
militarista, Leonardo Ruiz Pineda, Valmore Rodríguez, Alberto Carnevalli,
Antonio Pinto Salinas, entre tantos –todos líderes de Acción Democrática-,
miles los torturados, los presos políticos, los exiliados. Fueron bastantes los
que Caldera indultó en sus dos mandatos, los guerrilleros izquierdistas en el
primero, los alzados militares del 4F y el 27N, en el segundo.
El 23 de Enero el protagonista fue el pueblo unido; Caldera procuró
siempre gobernar para el pueblo.
La jornada del 23 de Enero abrió el camino de la paz democrática en
Venezuela, Caldera fue un demócrata que privilegió la paz y se esforzó por
garantizarla.
Que el espíritu unitario del 23 de Enero y el talante democrático de
Rafael Caldera sean constantes en la Venezuela que ahora nos empeñamos en
construir, es nuestro ruego a Dios hoy.
Luis Eduardo Martínez Hidalgo
vicerrector.ugma.unitec@gmail.com
@rectorunitecve
Monagas - Venezuela
PEDRO CORZO EN EL PARAÍSO NO HAY ASESINATOS
Las traumáticas
experiencias de quienes han vivido bajo un régimen policíaco son imborrables,
pero lo
doloroso de esas vivencias se acentúa cuando la represión se escuda en
fundamentalismos religiosos o en propuestas ideológicas que implican que el mal
de unos pocos es el beneficio de todos, incluidas las propias víctimas de la
represión.
Cada sociedad
reprimida sufre su propia escala de terror. Los instrumentos y métodos
represivos dependen de las características del régimen, de la personalidad del
caudillo que tomas las decisiones, del sistema de ideas y propuestas tras el
cual se cobija, de la identidad del
país y hasta de la educación, formación
e instrucción del represor.
Los resultados de las
represiones que más impactan son los asesinatos judiciales o extrajudiciales,
las encarcelaciones y el destierro. Son sucesos que atemorizan a todas las
personas, pero en particular, a quienes reniegan del gobierno.
Sin embargo, la
represión más dañina, la que tiene fatales consecuencias a largo plazo,
inclusive para las generaciones por venir, no implica muerte ni prisión, porque se cimienta en difundir en la
sociedad la sensación de estar vigilados y la certeza de que el Gran Hermano,
el estado, es una entidad omnisciente y omnipresente que en principio considera
que cualquier transgresión a las normas impuestas, es un crimen que debe ser
severamente castigado.
Paradójicamente ese
tipo de poder se esfuerza por presentar una sociedad perfecta en la que no hay
asesinatos pasionales ni accidentes de tránsito. Una sociedad en la que la
delincuencia no existe y los crímenes aberrantes han desaparecido.
Por ejemplo, en Cuba,
se esfumaron de los medios las llamadas paginas rojas y hasta programas
radiales o secciones de prensa en los que se exponían graves conflictos
familiares. El país gracias al castrismo era un paraíso, donde todos se amaban,
nadie mataba ni robaba.
El afán de mostrar
una sociedad nueva condujo en Cuba a la persecución y encarcelación de los
homosexuales, prostitutas y proxenetas, y a qué durante la llamada ofensiva
revolucionaria de 1968, los bares fueran cerrados, porque según Fidel Castro,
quienes asistían a esos lugares eran “antisociales y no le interesaban al
pueblo trabajador”.
La constante
demostración de poder, y la represión de baja o mediana intensidad en la que
participan todos los organismos del estado, incluidas las asociaciones
colaterales que haya constituido el régimen como parte esencial de sus
mecanismos de control, conduce al individuo a la sumisión y a su posterior
masificación.
El objetivo
fundamental es que la persona haga consciencia que lo que no está expresamente
autorizado está prohibido, un concepto que se apropia de los propios
funcionarios del régimen, incluidos los que integran los cuerpos de seguridad,
que son los que mejor conocen los
extremos a los que son capaces las autoridades para continuar en el poder.
Esta situación hace
que la sociedad en su conjunto se sienta reprimida, al punto de que cuando está
suficientemente domesticada, es capaz de aceptar responsabilidad de faltas que
no ha cometido.
El individuo y la
sociedad transformada en masa se quedan sin opciones, el poder determina la
conducta de uno y de todos. Se traiciona por inseguridad, por temor a lo que
pueda ocurrir.
El miedo se difunde,
la incertidumbre hace presa de todos, y
el sujeto atemorizado criminaliza sus pensamientos y el de los otros, si
considera que pueden afectar su seguridad. El miedo, que es proporcional a la
riqueza de imaginación de cada sujeto,
conduce a la inacción, la delación y al servilismo, y a concluir que lo
importante es sobrevivir, sin que importen las concesiones y complicidades.
Esa represión en
términos absolutos logra la degradación del individuo y el envilecimiento de la
sociedad, lo que hace que los valores y principios que caracterizaron el país en cuestión, sean
muy difíciles de restablecer cuando las condiciones sean propicias.
Por otra parte las
experiencias han demostrado que el enriquecimiento económico de una persona y
el desarrollo de un país demandan grandes esfuerzos, talento y voluntad, sin
embargo se ha podido apreciar que para empobrecer a las personas o países solo
se requiere el atrevimiento de hacerlo.
Es improbable
cuantificar los daños morales y espirituales que padecen los que han vivido
bajo un régimen dictatorial sustentado en una ideología o religión, tampoco los
sacrificios que el individuo y la sociedad deberán realizar para recuperarse de
vivencias dolorosas que dejan huellas imborrables.
Pero aún más
quimérico es buscar y responsabilizar a los que deben pagar por los sueños y
las vidas rotas de quienes han sufrido el poder de los iluminados, de hombres
miserables que se creyeron dioses en capacidad de cambiar la condición humana.
Pedro Corzo
pedroc1943@msn.com
@PedroCorzo43
Estados Unidos
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CASO CUBA,
DESDE ESTADO UNIDOS,
EXILIO CUBANO,
MIEDO,
NO HAY ASESINATOS,
OJO QUE TODO LO VE,
PEDRO CORZO EN EL PARAÍSO,
RÉGIMEN POLICÍACO,
TRAUMÁTICAS EXPERIENCIAS
DARÍO ACEVEDO CARMONA, POR PAZ CON JUSTICIA VOTEMOS “NO” EN EL PLEBISCITO, CASO COLOMBIA,
La democracia colombiana no es de pipiripao como la
califican los intelectuales de izquierda y progres, en cambio lo que sí es de
pipiripao es su concepción de democracia. Todos tan rigurosos y tan estrictos
cuando se esgrimen los principios de la Modernidad política ante dictaduras de
extrema derecha, y tan elásticos, tan sinuosos, tan gelatinosos y tan melifluos
con los principios republicanos en cuanto se trata de justificar con teorías
traídas de los cabellos el esperpento de degradar la democracia, supuestamente,
para defenderla, que es lo que ha ocurrido con la aprobación del plebiscito por
las bancadas incondicionales del presidente Santos.
Los estrictos demócratas de pipiripao sostienen que
los acuerdos de La Habana no requieren ser refrendados, afirmación que
desconoce el valor de la palabra empeñada del presidente y de su ocurrente
filósofo Jaramillo que en conferencias, discursos y documentos varios se
comprometieron a consultar con el pueblo los acuerdos que se firmaran.
Consideran que lo que se pretende entregar en La Habana es cosa de poca monta,
o sea que asuntos como la Justicia, la integridad nacional, la democracia, la
verdad, la reparación, el castigo etc. son cosas elementales que se pueden
sacrificar para alcanzar el bien “supremo” de la paz.
Pero, como ya estamos advertidos de que todo lo que
sale de las manos del presidente Santos huele a trampa, a engaño y contiene
veneno, estamos obligados a pensar muy bien y con mucha calma cuál ha de ser la
política a seguir por parte de quienes formulamos serios reparos a los términos
en que se negocia con las FARC. Intentemos dilucidar a qué juega Santos con el
plebiscito puesto que tal como fue aprobado: vinculante, ínfimo umbral y sin
financiación estatal, es muy probable que sea declarado inexequible por la
Corte Constitucional. En ese caso, al Gobierno le quedarían dos salidas, decir
que hizo el intento de consultar a la ciudadanía y asumir toda la
responsabilidad para implementar los acuerdos, o, entrar en el juego que
pretende las FARC de convocar una asamblea constituyente de corte
fascista-falangista. Estos desenlaces dan tiempo prudencial para definir qué
hacer.
El otro escenario, sobre el que por urgencia y
premura estamos obligados a tomar decisiones ya mismo, es que la Corte
Constitucional le dé vía libre al plebiscito, con posibilidad de modelar el
contenido, por ejemplo, estableciendo algunas garantías para la Oposición. A
sabiendas de que no podemos creer en la palabra de Santos de respetar el
resultado, y que es muy probable que las FARC, opuestas a este procedimiento,
conserven sus armas durante la campaña lo cual quiere decir que está latente la
amenaza de volver a usar las armas en el caso de que triunfe el NO, el deber de
la Oposición es el de jugarnos a fondo para votar “NO”, a pesar de todas las
trampas y las adversidades que se interpongan.
A favor de apostarle al NO, no solo están las
razones morales que hemos esgrimido ampliamente en estos tres años largos, sino
el hecho protuberante y constante de una opinión pública que en todas las
encuestas, aunque se muestra favorable a las negociaciones, deja constancia de
su rechazo, entre un 70 y un 83 por ciento, a que los responsables de crímenes
atroces no paguen prisión, a que se les otorgue curules en las corporaciones
públicas, a que puedan ser elegibles, a que no entreguen sus armas, a que se
reforme la doctrina militar y se reduzca el tamaño de las FF AA, a que se
parcele la soberanía nacional, entre otros tópicos.
La abstención le deja el camino libre al Gobierno y
no dejará de ser lo que siempre ha sido, un saludo a la bandera, una consigna
inmovilizadora que fomenta la apatía y la indiferencia frente a la política y
la democracia y ante el peligro que se cierne sobre el país.
Los demócratas venezolanos congregados en la MUD
nos dieron un ejemplo demostrando que la trampa y el fraude pueden ser
derrotados. El reto no es fácil, pues para salir victoriosos tenemos que
aspirar a conquistar el voto por el NO de esa opinión que ha sido firme en el
rechazo a la paz impune a la paz sin justicia.
Resuelto el dilema de qué hacer en el plebiscito,
el siguiente paso es iniciar ya cuanto antes la campaña configurando una
Directiva Central de personalidades de la vida nacional bajo el liderazgo del
expresidente y senador Alvaro Uribe Vélez y lanzarnos a constituir una amplia
alianza en torno al NO. Los comunicadores serán los encargados de los
contenidos de las consignas y de la publicidad incorporando usando un lenguaje
adecuado para que votar “NO” quiera
decir estar por “La Paz con Justicia”.
Ruben Dario Acevedo
Carmona
rdaceved@unal.edu.co
@darioacevedoc
Colombia
ANDRÉS HOYOS, ÁFRICA, DESDE COLOMBIA
Una de mis fantasías
juveniles era hacer un viaje de un año por África.
Quería ir a muchos
países y enviar crónicas que luego recopilaría en un libro. Al mismo tiempo,
pensaba hacerme acompañar de un cineasta para rodar conjuntamente con él un
documental. Intuía que una parte desconocida de mi mundo suramericano hallaría
explicaciones en el inmenso continente africano, al que visité un par de veces
hace cerca de 30 años. La vida posterior me fue envolviendo en ropas cada vez
más estrechas hasta que mi fantasía hizo ¡plop!, como una pompa de jabón.
Después, al rememorar, me dije que a lo mejor me había salvado de algún
tiroteo. ¿Un prejuicio? Al fin y al cabo vivía en Colombia, no en Suiza.
África y América del
Sur son parientes cercanas. En todo el altiplano colombiano, por ejemplo, el
pasto que predomina por encima de los 2.000 metros de altura es el kikuyo,
traído de la región homónima del África Oriental. Nosotros les exportamos el
caucho y el cacao, dos de los mayores cultivos del continente, mientras que
ellos nos exportaron la palma de aceite, tan abundante a este lado del océano.
Nos unió y nos separó la esclavitud, que pasó a hacer parte de nuestro submundo
colectivo, a la manera de una herida nunca restañada del todo.
Y no hablemos de la
música, pues los diversos tambores y demás instrumentos rítmicos de ambos
continentes se hablan entre sí mejor que las personas. Un grupo como
ChocQuibTown ha de parecer local en cualquiera de los países selváticos y
tropicales del oeste de África.
Tenemos más agua que
ellos, cortesía de la inmensa cordillera de los Andes, que nos permite ordeñar
las nubes. Por lo tanto, nuestros desiertos son diminutos comparados con el
Sahara o el Kalahari. En contraste, las llanuras y selvas africanas contienen
la fauna más espléndida del planeta: elefantes, rinocerontes, leones,
leopardos, hipopótamos, jirafas, gorilas y los inmensos cocodrilos. Los grandes
mamíferos son escasos a este lado del mar, pese a que contamos con la selva más
extensa del mundo.
El Homo Sapiens se
originó en África y allí vive nuestro pariente más cercano, el chimpancé, pero
hoy, cruel paradoja, es en ese continente donde nuestra especie la pasa peor.
Solo unos pocos países han dado el salto a la democracia y, ya en ello, casi
todas son democracias disfuncionales. Persisten en África las dictaduras que
aquí padecimos hasta hace tres o cuatro décadas, salpicadas como una viruela
colectiva.
En África fue donde
más tarde se acabó el colonialismo. Por ende, los países son jóvenes y, por
definición, susceptibles de tener regímenes políticos inestables. El mundo
tribal todavía tiene entre ellos mucha fuerza, lo que mina la noción del Estado
nación. Nuestra población negra, llamada eufemísticamente afroamericana, es en
realidad una mezcla de las diversas tribus esclavizadas, a la que se sumaron
otras vetas genéticas, borrando no solo el rastro del origen, sino embrollando
el resto de las raíces étnicas de nuestro al final muy mestizo subcontinente.
La pobreza del mundo
todavía tiene su principal foco en África. Por lo mismo, allí aún no se ha
desmontado la explosión demográfica, aunque hay signos de morigeración. Un
misterio, pues, es la población tope que tendrá África en este siglo. Algunos
pesimistas hablan de 4.000 millones de personas para 2100, es decir cuatro
veces más que hoy.
África, dicho de otro
modo, es la principal asignatura pendiente que queda en nuestro planeta.
Andrés Hoyos
andreshoyos@elmalpensante.com,
@andrewholes
Colombia
LUIS MANUEL CUEVAS QUINTERO, EL DECRETO DE EMERGENCIA, ¿MATERIA DE INTERÉS NACIONAL? TERCERA VIA
El camino analítico muestra -para entender
la complejidad de nuestra historia presente-, las fuerzas en conflicto y las
opciones abiertas en la Venezuela actual.
Luego del necesario ejercicio de
distinción, se puede ver y comprender el contexto con sentido estratégico. Las
expectativas abiertas y lo que nos estamos jugando los ciudadanos y la sociedad
en un régimen de historicidad que se debate entre un presentismo/pasatista y un
futuro incierto que afecta el imaginario nacional y el mundo de la vida de la
gente común, se convierten en elementos clave para reconocer que nos
encontramos no en un estancamiento, sino en una dinámica dialéctica cuyos
resultados si bien no son previsibles del todo, marcan una disonancia gobernada
por una creciente demanda contra la corrupción que corroe el aparato del Estado.
1- Estamos pues, en una crisis real, no
sólo económica, sino de valores culturales. Esta totalidad de contradicciones
construidas por decisiones erradas, es, en el sentido de los negocios públicos,
responsabilidad de un gobierno que pasó de las buenas intenciones, a importar
una ideología altamente destructiva de la dignidad humana y depredadora de los
recursos. Nos remitimos así, a la genealogía de este socialismo del siglo XXI
que se remonta, a la doctrina e ideología castrista, que debemos calificar, sin
eufemismos y concesiones como una forma de despotismo tropical o de
totalitarismo derivado de las condiciones salvacionistas que el sistema
socialista contiene en sus fundamentos. Y por otro lado, a la construcción
imaginaria de un Bolívar deformado por el simulacro de la ideología
nacionalista. Ambas fuentes, forman parte de un trauma antiimperialista que no
deja ver los procesos de juegos de poder actuales.
En semejante campo, Fidel Castro se
convierte paradójicamente en un referente del siglo XXI cosificado en los
sesenta, convertido en ícono por el imaginario edípico de sus seguidores y
fanáticos. Y Bolívar devenido en socialista amulatado como bien señaló Ramo
Allup, se transfigura en chavista dejando de ser lo que en realidad era, un
hijo del romanticismo y de la ilustración.
En la estructura profunda, el salvador
político convertido en censor y controlador de la vida pública y del Estado, ha
intentado destruir al individuo, los principios libertarios y la propiedad. No
en balde, la consistencia mítica que se contiene en los discursos y las
iconografías políticas intenta controlar al individuo, subalternizando sus
expectativas a las que dicta el Estado y la Patria inventada. Al decir de
Pierre Legendre, “El montaje de los amores patrióticos implica la sangre”. Del
decreto de emergencia al Estado de excepción y a la dictadura sobre las
necesidades, hay solo una línea muy borrosa.
2- Si se acepta el Estado de crisis, ¿la
solución para el Decreto de emergencia debe orientarse en qué sentido?
El que dicta el poder que
irresponsablemente metió a la sociedad sin distingo de clases y al país y sus
regiones en este cul de sac pseudo socialista,
exigiéndole ahora sacrificios en un modo análogo a su enemigo el neoliberalismo,
o el de someter a deliberación y discusión en la Asamblea Nacional dicho
Decreto que por su naturaleza inconsistente debe ser rechazado como en efecto
lo fue. Una cuestión perfectamente normal en toda democracia y en toda sociedad
que esté consciente tanto de los equilibrios de poderes, de sus roles y
funciones, como del desastre en el que la ideología importada del Caribe nos
metió con la complacencia de una buena parte de los venezolanos modelada por el
descontento político de los años noventa y dosmil, y la acción comunicativa de
un marketing político bolivariano socialista de mucha eficacia en el pasado
reciente.
3- Es obvio que pese al llamado al diálogo
(que es deseable), este no puede existir si no se llama a reflexión a las
partes enfrentadas. Por otro lado, no se va a diálogo sin dejar de lado la
pasión de imponer una ideología, cuando lo que necesitamos y esperamos, son
soluciones claras y concretas para los venezolanos expectantes que terminan por
sufrir los juegos del poder.
4- Naturalmente, la mayor responsabilidad
recae en un Ejecutivo que ejerce su libido
dominandi sobre todos los demás poderes exceptuando el Legislativo. Esto
nos pone en un dilema, se acepta la imposición del designio totalitario de
avanzar hacia un Estado de Excepción, o se afirman los principios democráticos
de rechazar un proyecto de emergencia gobernado por una desorientación de
futuro y por un apego a un pasado anacrónico de luchas sospechosamente antiimperialistas
y libertarias que solo vive de discursos en el aire.
El panorama geopolítico no luce prometedor
para estos cachorros de Fidel, sobre todo, cuando el referente que es Cuba,
está pactando con los EEUU. Qué responda el ejecutivo y sus militantes
desenfrenados del PSUV esta inocente interrogante: ¿qué sienten cuando Obama y
Raúl se dan la mano?
Y la oposición, ¿qué debe proponer de modo franco y directo?
Como arranque, debe pensar en el eslabón relativamente más débil que es la
ciudadanía, quién se debate entre dos formas de aplastamiento: el pseudo
socialista que disuelve los sueños y expectativas de los individuos abriéndoles
solo el camino de la sumisión o de la inmigración como en Cuba; y el de un
temido neoliberalismo que puede conducir al país a una situación Griega que
sólo le haría el favor al pseudo socialismo, dándole un balón de aire que
podría permitirle recuperar en el sendero populista y del imaginario
salvacionista a su electores.
No desperdiciemos el capital humano y
simbólico de esa victoria libertaria del 6D (elecciones parlamentarias de 2015.
La advertencia es clara y el consenso hacia una tercera vía luce razonable.
5- Si el centro de toda democracia es el
trinomio:
Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza.
Debemos concluir que el proyecto del
Ejecutivo de solicitar un Estado de emergencia: NO ES CONFIABLE.
No se fundamenta en el bienestar ciudadano
y en el sentido de Nación, sino que es correlato del proyecto de dominación
importado del Caribe. Se trata de arremeter con las pocas estructuras de
desarrollo y las iniciativas privadas que sobreviven, y más allá, imponer la
dictadura sobre las necesidades.
6- No se puede dar un cheque en blanco a
un sistema de gobierno que tiene entre sus logros más perfectos, HABER
DILAPIDADO LOS RECURSOS DELA NACIÓN EN COMBINACIÓN CON CIVILES Y PROFESIONALES
SIN ÉTICA, Y LOGIAS MILITARES CORRUPTAS. Si tenemos un mínimo de sentido
estratégico, debemos CONSULTAR A LA POBLACIÓN que sufre el peso de las
decisiones erróneas que se producen en los espacios “atmosféricos” del poder.
La asfixia se siente, pero también, se siente en ésta Comala nacional, una
corriente subterránea de indignación profunda por la actuación y exhibición de una
élite gobernante que desde la opulencia habla de sacrificios a la población.
7- Si hemos de prestarle un mínimo de
credibilidad, no al decir del gobierno, sino a la teoría que sostiene su
cacareado postulado de la democracia protagónica y participativa. La apuesta
decidida de la ASAMBLEA NACIONAL para frenar el doble discurso y la moralina
cursi de un proyecto nacional errático, sin sentido real de país, que esgrime
como matriz el Ejecutivo y su ímpetu dominador y despótico, es si duda alguna, apelar
a: LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.
Es decir, si el Ejecutivo apoyado en una
supuesta decisión de la Sala Constitucional del TSJ quiere imponer por la vía
del conflicto de poderes un Decreto de emergencia de fuertes tintes salvacionistas
a una ciudadanía que no quiere esa salvación pseudosocialista, sino que
desconfía de ella tras unos lustros de desastre; debemos plantearnos la última
pregunta que motiva a ésta breve reflexión y que es la piedra angular de todo
este caos: ¿Lo que se está discutiendo ES MATERIA DE
INTERÉS NACIONAL?
Si es así, y la mentalidad de la
dirigencia entiende que junto al imperativo categórico o moral; está la
legitimidad constitucional que permite la consulta popular. Recordemos que la
Constitución vigente, en el Capítulo IV de los derechos políticos y del
referendo popular en su sección primera, de los Derechos Políticos, consagra
ampliamente el derecho a participar en los asuntos públicos. Con ello se pasa
de la función del elector a la función del ciudadano activo en la “…formación,
ejecución y control de la gestión pública….” Un claro principio de la Sociedad
civil nacida en un ambiente democrático que no totalitario que en su supuesto
de gobernabilidad, garantiza “la sintonía entre el Estado y la sociedad” (pp.
27-29).
Es más, este derecho a participar que es
un freno a la manipulación política y su univocidad, y que pone, en situación
de horizontalidad, la relación gobernados y gobernantes abriendo un espacio
para el ejercicio pleno de las libertades y a la vigilancia ciudadana, queda instituido
en el Capítulo IV De los derechos
políticos y del referendo popular, Sección primera: de los derechos políticos
Artículo 62 que reza:
“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen
el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por
medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en
la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario
para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto
individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad
facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica” (p.182)
La implementación, es decir, su puesta en
práctica en un contexto que exige en medio de una crisis, queda refrendada en
la Sección segunda: del referendo popular Artículo 71.“Las materias de especial
trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por
iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros;
por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus
integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los
electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral” (p.186)
Si estamos de acuerdo en esa doble
argumentación del imperativo moral y los valores de los derechos civiles
contenidos en la Constitución, ES ACONSEJABLE CONSULTAR A LOS CIUDADANOS O
PUEBLO, SOBRE LA TAREA DE CONSTRUIR UN PAÍS DEVASTADO POR LAS MALAS POLÍTICAS y
LAS DECISIONES ERRADAS.
El oficialismo no ha consultado salvo en
una ocasión al pueblo. La Reforma de 2007 sometida a consulta, tuvo un
resultado adverso para la pretensión del Castro chavismo, y debe recordarse
como la primera gran derrota que sufrió el proyecto totalitario ante la acción
estudiantil y ciudadana. Tal vez allí radique su temor a consultar al pueblo, y
quiera en consecuencia fijar dos estrategias: diluir mediante una atomización
en Asambleas o parlamentos populares de dudosa legitimidad y fácilmente
controlables en una acción de persuasión populista el creciente descontento y
el oscurecimiento del significante Bolívar-Chávez creado en los laboratorios de
marketing político en la Habana. O recurrir a la Sala Constitucional del TSJ,
un laboratorio de absurdas invenciones jurídicas.
8- En otras palabras: La toma de
decisiones en un contexto tan crítico como el actual, no puede quedar en manos
del Ejecutivo, máxime cuando se habla de una democracia participativa y
protagónica que ellos solo concibieron en términos artificiales y a la cual le
tienen un temor latente y evidente, pues implica volver dialógica la condición de
gobierno, algo inaceptable en toda mentalidad despótica.
Si se quiere derrotar al pseudo socialismo
ya erosionado en su autoridad y en supoder de convocatoria, y sobre todo de
CONFIANZA,a partir del acontecimiento del pasado 6D de 2015, se debe consultar
a la ciudadanía tal y como lo establece la Constitución.
Abrirle espacio a las voces plurales, ayudaría
a un PACTO REAL de Ciudadanos que no se reduzca a un pacto de élites mal
formadas, pues el Proyecto de emergencia es, MATERIA DE INTERÉS NACIONAL, y en
esto: Las universidades, los intelectuales, los gremios de profesionales, los
sectores de trabajadores, los empresarios y la gente común, cada uno según sus
capacidades, pero expresando sus preocupaciones y soluciones, deben actuar
decididamente.
Negar espacio para manifestar lo que
percibe, vive y piensa el ciudadano que hace colas “sabrosas” para sobrevivir
en un Estado de Necesidad, y que teme la represión con armas letales en las
manifestaciones públicas, es sumergir a la mal leída geometría del poder en una
geometría de la dominación, tal y como el pseudo socialismo ha hecho. Ahora
desesperadamente intenta,por un lado, contraponer la figura inventada del
Parlamento comunal a la Asamblea Nacional, una razón claramente instrumental; y
por otro, apoyarse en las concesiones de la Sala Constitucional mediante
artificios en apariencia legales.
Todo se desenvuelve como enun vaudeville parlamentario popular sin
legitimidad, pues nace del arbitrio de un Ejecutivo que desnacionalizó el país
creando artificialmente un Bolívarianismo socialista implantado para cautivar
el lado emocional de las masas mientras la geopolítica de Cuba subdesarrollaba
a Venezuela.
Aquí está el pasaje –que debemos
desmontar-, del socialismo en teoríaal totalitarismo en la práctica y en el
control simbólico, o lo que es igual; de una pretendida libertad a una
dominación de facto sobre el cuerpo político.
Se trata, y este es un aviso a los
políticos, parlamentarios, intelectuales y ciudadanos, de actuar frente a un
proyecto que busca convertir la condición libertaria que es plural, y no puede
estar subordinada a la voz del amo ni a la cadena y bozal del partido, en un
monólogo con un ¡CHITO CARAJO! Frente a ello, ¿DEJAREMOS QUE NOS CALLEN?
Si el gobierno no quiere aceptar su
equivocación y persiste en seguir destruyendo la nación con un difuso proyecto conducido
por pilotos inexpertos en un mar turbulento, y una burocracia mal formada
intentando encender unos supuestos motores de desarrollo que ya llevan varias
anilladas. Exijamos entonces que al menos se nos consulte, pues la economía y
la libertad son no solo materia, sino espíritu de realización del trinomio: Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza.
Con este trinomio, se construye la
democracia siempre perfectible y preferible
a toda forma de gobierno despótica que cuando llega al poder y se
institucionaliza, teme a la consulta popular y al poder comunicativo de las
masas descontentas.
Mérida, Venezuela 23 y 24 de enero de 2016
Luis Manuel Cuevas
Quintero
luimanc@yahoo.com
ULA-UNAM
Merida - Venezuela
Mexico
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¿MATERIA DE INTERÉS NACIONAL?. TERCERA VIA,
DESDE MERIDA VENEZUELA,
EL DECRETO DE EMERGENCIA,
LUIS MANUEL CUEVAS QUINTERO,
MEXICO,
NO ES CONFIABLE
AMERICO DARIO GOLLO CHÁVEZ, POR QUE SE DESPLOMA EL CHAVISMO. (II.FIN)
En el texto I, editado
acá, se establecieron argumentos básicos para buscar las razones del desplome
del chavismo.
Buscamos ir más allá de
las causas mas visibles, mas inmediatas, mas vividas también, entre las cuales
se disputan el primer lugar la
inseguridad e impunidad, la escasez, la pauperización extrema del casi todos, las casi absoluta
ausencia de agua, medicinas, y, en fin, en una palabra, la socialización de la
miseria, con la excepción de la boliburguesia, los “enchufados”.
Esta
socialización del hambre, la corrupción, del abuso del poder, es, en buena
parte, responsable de la pérdida de significado, de sentido del modelo binario del discurso buenos/malos,
pobres/ricos, y su articulación de fondo, que es la orquestación de ese discurso que hace culpables de su la irresponsabilidad, del fracaso del régimen
a otro (s), el imperio, los pelucones, la burguesía, la guerra económica… y esa cadena de imbecilidades que son
directamente proporcionales a la jerarquía
en las funciones de gobierno, establecida por Chávez, ejecutada con mas
perversidad por Maduro, Diosdado, se corona con la destrucción de la lengua que está
sometida a la arbitrariedad de su poder.
Del mismo modo en que se viola la constitución se viola, se ultraja la gramática.
Estos mecanismos de la manipulación que tienen en la mentira
su argumento, que hace, por tanto de la promesa el alimento de la esperanza,
que hace del odio un mecanismo de unión
para la agresión y de defensa contra un enemigo inventado por el régimen, ha quedado al descubierto. Cuando el gobierno
expropia, la propiedad no se traslada al desposeído, sino que enriquece y
fortalece al régimen, valida la “tesis” de que ser pobre es una virtud que garantiza los valores de la revolución,
porque ser rico es malo.
Pongámosle nombres para ilustrar,
la gente toda sabe y sabemos que las expropiaciones de Agro Isleña, ahora agro patria, de las haciendas de caña de
azúcar, ganadería,… arruinaron la producción agrícola del país, como sabemos
todos que las estatización de las empresas del hierro, cemento, etc...ha
significado la ruina de esas empresas y
la tragedia de sus trabajadores. Todos saben y sabemos que si se estatiza La
Polar se acaba lo poco que queda para comer y sabemos, hasta los ignaros de
capirote como yo, que PDVSA y las Corporaciones son un turbio negocio como
obscuro es el manejo del Banco Central.
Y todos sabemos, sin
excepción, que el mito Chávez se
derrumbó y que su segunda muerte carece de resurrección. Hay quienes creemos
que la primera muerte de Chávez estuvo en la muy deficiente cualidad científica
de la medicina cubana y probablemente de otros intereses de la Realpolitik del
“neoliberalismo” de Raúl Castro, cada vez mas distante de socialismo patria o
muerte, y todo el mundo sabe que la segunda muerte de Chávez, está en manos de
Maduro, Diosdado y la oligarquía del PSUV, por su necrofilia, macabra
ignorancia y su muy mala fe. Por cierto, ya no es fe en Chávez, Chávez
es retórica hueca, sino fe en los
dólares del imperio y en ejerció terrorista del poder. Un buen chavista de la
cúpula no lo es sin un rolex, un auto de alta gama, una mansión con servidumbre
revolucionaria, cuentas bancarias gordas, etc. y claro, guardaespaldas.
Pero, siempre quedan
preguntas. La plutocracia de los jeques del chavismo, de sus jerarcas, de los
boliburgueses, la única burguesía parasitaria conocida, de los amantes y amos del poder, no tiene
preguntas, ellos son la respuestas al porqué son chavistas. Lo son porque no lo
son! Son los “dueños” de la dolce vita. Ellos viven del mito Chávez pero sobre
todo, de la inmensa corrupción, perversión que los justifica en nombre del
eterno, quien los ungió para hacer la revolución. Mas esos otros millones de
personas que se proclaman, se y definen como chavista los unen otros intereses y otra visión del mundo y de
si mismos.
Los une la cultura
mesiánica, los une la inexistencia de un cuerpo teórico que les permite una
identificación, llamemos eufemísticamente, ideológica. Su “falsa consciencia”,
por razones de historia, de cultura, de psiquis; los une la redención, con la misma intensidad que une
la resurrección de la carne a los mortales cristianos, empero, estos tienen
salida, el miedo a la muerte lo sustituye el paso a la viva eterna.
En aquellos, la esperanza de superar su
miseria se hace terrenal. El mesías, propiamente, el redentor deja su puesto al
chamán liberador. Chávez se hace parte
de las deidades del culto a María
Lionza, como también lo es José Gregorio, solo que contra su voluntad y Chávez por su voluntad;
de la santería caribeña, de la
irracionalidad del instinto religioso, de los discursos de sectas cristianas, tantas
y tan bien alimentadas con dólares y otros beneficios por el régimen, que lo
hizo, no por ellos, sino por el enfrentamiento con el cristianismo católico,
que en el caso venezolano, ha sido muy crítico tanto en resguardo de su credo
como del conjunto de derechos humanos y el bienestar moral, económico y social
del país.
Si desea la sustentación
amplia de esta síntesis,
escríbame. El justo espacio impone justas restricciones.
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
@americogollo
Zulia - Venezuela
PANCHO AGUILARTE, LA CRISIS SE AGRAVA
Tal como pensamos y lo manifestamos en publico y en
privado el triunfo opositor desnudaría en toda su verdad al régimen de Nicolas
Maduro,que dicho sea de paso es el mismo que sembró Hugo Chavez,solo que este
ultimo contó con los suficientes recursos y apoyo regional y mundial para
disimular u ocultar la verdadera orientación de su revolución.
No se trata de que Maduro sea bruto o cobarde sino
que le correspondió cosechar la miseria que el gigante de Sabaneta se encargo
de cultivar.
Si algo hay que criticarle a Maduro es esa obstinada manera de
continuar por el camino equivocado a sabiendas que se dirige derechito al
abismo.
Muchos creyeron que con el triunfo opositor vendría una forma de
entendimiento o la presión necesaria para un cambio de rumbo.Pero no ha podido
ser peor,el régimen esta empeñado en desconocer la voluntad popular y piensa
llegar hasta el final en su antihistorica pretensión de imponer un sistema que
no tiene la menor posibilidad de establecerse ni a mediano ni a corto
plazo.
Esperabamos que Nicolas pudiera entender y atender los resultados electorales. Creíamos
que podía escuchar el grito de mas de ocho millones de venezolanos exigiendo un
cambio en las orientaciones de su gobierno.Pero contrariamente a lo que la
sensatez y el sentido de la historia obliga Nicolas ha profundizado sus
errores, aumentadola confrontacion y ha puesto a los demas poderes publicos en
abierta pelea con la AN el mas legitimo de los poderes publicos en
Venezuela.Pretende el espigado presidente violentar toda norma en su ilogica
concepcion autocratica de poder.
Aconsejado por un irreconocible Herman Escarra que ha dado unas volteretas inconstitucionales y legales para justificar un zarpazo a la AN a traves del TSJ no obstante que el TSJ carece de legitimidad popular y su origen se deriva del poder legislativo, desea esta nueva version de Escarra cual semejante NEO recargado (Matrix) liquidar a la AN electa mediante el voto directo, secreto y universal de mas de 8 millones, mediante un uso sesgado,interesado e inverosimil de las normas constitucionales.
Creiamos tambien que el nombramiento de Aristobulo
se habia realizado con la intencion de facilitar el dialogo y el entendimiento
y hasta suponiamos que habia sido concertado pero el mismo Aristobulo se
encargo de desmentirlo con la prohibicion de la asistencia de los ministros a
la interpelacion legal y constitucional y legal a la que estan obligados.Lo
cierto es que la situacion se agrava cada vez mas, la escasez y la inflacion,
la inseguridad y la falta de medicinas comienzan a desesperar a los venezolanos
sin que se avizore un final feliz de esta historia que comenzo en 1992 pero que
niegan sus principales actores que se escriba el capitulo final.
El regimen debe aceptar que el pais reclama un cambio, que voto por ese cambio y obligados estan a respetar la voluntad popular, juntar esfuerzos con la AN para buscarle salida a la crisis.
En democracia se gana y se pierde y esta vez al
regimen le toco perder y asi debe reconocerlo en vez de jugar a un
enfrentamiento de poderes que de producirse cobraria un alto precio que debemos
evitar como sea por el bien de Venezuela y de los venezolanos.Hasta ahora la
comunidad internacional nos observa con mucha atencion.La mirada del mundo
civilizado esta puesta en nuestra nacion.El regimen esta obligado a preservar
los valores democraticos y alejar toda posibilidad de un golpe de estado que
luce cada vez mas probable si tuviera exito el plan de Escarra de debilitar las
facultades y funciones del Parlamento.
Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte
Láudate Dominun in
omni tempore
Alabado sea el Señor
todo el tiempo
Anzoategui –
Venezuela
DANIEL CHALBAUD LANGE EL LÍDER NO NACE, ÉL MISMO SE VA FORMANDO: EL PUEBLO ES QUIEN LO BAUTIZA Y… MAS TARDE LO CONFIRMA.
Cuando una persona, en cualquier actividad,
circunstancia o momento de la vida se destaca, con seguridad lo comienzan a
calificar como Líder, en especial en el mundo político. En Venezuela, durante
los últimos 80 años, se han destacado y hemos tenido como ejemplo, entre muchos
otros, a: Eleazar López Contreras, Medina Angarita, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba,
Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez. Algunos, lamentablemente, la muerte les
cortó la oportunidad, como fueron Alirio Ugarte Pelayo y Reny Ottolina.
No pecamos al decir que hoy el país político está
exigiendo un Líder. Afortunadamente, la desagradable experiencia que como
Nación hemos tenido para convivir millones de venezolanos durante los últimos
16 años, nos ha dado la gran lección de aprender y aplicar lo que en política
democrática no se debe hacer: utilizar el odio como mecanismo de división y el
adoptar medidas que nivelan y empobrecen hacia abajo.
El pueblo, - millones a quienes les vendaron los
ojos y los que nacieron para ver sin poder comparar -, se quitó la venda y
mirando hacia su futuro, el pasado 6D expresó su voluntad de negarse a seguir
recibiendo migajas y vivir o morir enjaulado.
Hoy, ese pueblo que ve como poco a poco se le va
abriendo la puerta de la trampa jaula, y nuevamente, por enésima vez, viendo al
final del túnel la luz de su esperanza para la reconquista y fortalecimiento de
la Democracia, está a la espera del nuevo LÍDER, que no un Mesías.
Al respecto, muy oportunas las palabras de Ramón
Muchacho, Alcalde del Municipio Chacao: “Sobran venezolanos capacitados y
dispuestos a ese rescate”. Aseveración con mucha verdad pero que lleva
implícita el problema de la sabia escogencia. No es un robot ni un superhombre
o mujer. En la misma sencillez de lo que deseamos está la dificultad: no es
sólo un líder para gerenciar o un gerente para liderar. Es mucho más: es el
Padre o la Madre de la gran familia venezolana.
Afortunadamente, por allí están, los muy
capacitados y muy dispuestos venezolanos, algunos ya bautizados y que solo
esperan el momento de su confirmación por parte de sus hijos -el pueblo- para aceptar la honrosa responsabilidad de
“rescatar a Venezuela de forma democrática y constitucional”.
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
Carabobo –
Venezuela
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